Está en la página 1de 2

Hace ya un tiempo atrás, abríamos las puertas de

nuestras salas. Todo parecía nuevo y nos daba


curiosidad...
Nos encantaba la idea de tener a los más grandes del
jardín, y aunque hasta hace un tiempo eran chiquitos,
miren ahora lo grandes que están! Ya pasan a
primero!... hoy terminan su jardín...
La primer etapa de sus vidas hoy se cierra como en un
cuento, con muchos personajes y con un final feliz  y
aunque se nos escapen algunas lágrimas y nos da
tristeza, sabemos que van a estar muy bien y que van
a seguir disfrutando de las demás etapas que
continúan en sus caminos.
Es difícil despedirlos porque compartimos muchísimos
momentos y los vimos crecer y madurar. Pudimos ser
partícipes de sus alegrías, tristezas, enojos, miedos,
caprichos, peleas...
Pudimos abrazarlos cada vez que lo necesitaban para
hacerles sentir todo lo que los queremos, pudimos
darles todos los besos que quisimos, cuantas veces lo
necesitaron, y secarles las lágrimas cuando algo
andaba mal...
Hoy, ya no vamos a volver a ser los personajes
principales de sus cuentos, porque ya crecieron y
tenemos que terminarlo. La historia llega a su fin y el
libro se cierra, pero sabemos que pronto van a
encontrar otros nuevos personajes que puedan
ofrecerles todo lo que ustedes necesiten y entonces
ahí, el libro de sus vidas, el libro de los recuerdos
volverá a abrirse, pero esta vez en otra página, porque
todo será mágico pero distinto. El cuento comenzará
en otro lugar y con otros personajes...
Hoy, las señoritas revivimos un montón de
sentimientos:
Alegría, por verlos crecer, esforzarse y superarse día a
día para ser cada vez mejores personas y alumnos
Orgullo de sentir que transitaron este mágico camino
del jardín con mucho amor y felicidad y también por
qué no, algo de tristeza y nostalgia, porque sabemos
que estas personitas se nos van, emprenden otro
camino y nos quedarán en nuestros corazones
recuerdos imborrables, caricias, besos y esos abrazos
difíciles de olvidar, dibujitos en pedazos de papel y
esos "SEÑO TE QUIERO", que no dejaban de
pronunciarse una y otra vez.
Sabemos que los vamos a extrañar un montón y que si
miramos atrás podremos ver cada una de sus caritas
dulces y esas miradas que nos transmitieron tanto...
Gracias por permitirnos vivir junto a ustedes en el
maravilloso mundo de la niñez, donde el asombro es
cosa de todos los días y la risa nos invade todo el
cuerpo transformándose en continua alegría.
Hoy nuestros corazones están llenos de todo el amor
que nos dieron.
Conserven siempre toda esa espontaneidad, dulzura y
pureza de sus almas.
Los llevamos en el corazón
¡Los queremos mucho!

También podría gustarte