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Una Iglesia llena del Espíritu Santo

Hoy en día vemos más iglesias siendo adaptadas para agradar a la


gente (auditorios, asientos, pantallas, luces, sonido, etc.) que una iglesia
adaptando a la gente para ser llena del espíritu santo.

Por eso se habla más de como tener éxito, de como ser prosperado
financieramente, de superación personal y menos del espíritu santo, el
cual es la promesa más valiosa y poderosa que tenemos como iglesia.

Hechos 1:4-5
Mientras estaban juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén,
sino que les dijo: «Esperen la promesa del Padre, la cual ustedes
oyeron de mí. Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de
algunos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

En los inicios de la iglesia primitiva, antes de que viniese el bautismo


del espíritu santo sobre ellos, primero tuvieron que pasar por
diferentes adversidades, pero la clave fue que se MANTUVIERON
JUNTOS hasta que se cumplió la promesa del Padre.

Hechos 2:1-4
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre
cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen.

Nuevamente, podemos ver que cuando la iglesia estaba JUNTA, UNIDA,


se manifestó el Espíritu Santo, y creo que hoy en día, debemos de
permanecer juntos, en unidad, en una misma fe y esperanza, ya que
estamos viviendo tiempos difíciles, o estamos cerca de los últimos
tiempos. Es por eso que debemos de ocuparnos en vivir una vida llena
del Espíritu Santo.

Romanos 8.18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no
son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse. 19 porque el anhelo ardiente de la creación es el
aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Las aflicciones, las crisis, las adversidades provocan que los hijos de
Dios se manifiesten (Moisés, Sansón, David, etc.) Crisis para el mundo
es caos, crisis para los hijos de Dios es oportunidad.

Manifestar:
Poner algo en descubierto. Mostrar o dejar ver una cosa, especialmente
algo inmaterial (Fe, Amor, Compasión, Misericordia, etc.)

 Moisés manifestó el poder de Dios para liberar al pueblo de


Israel de Egipto.
 David manifestó el valor que le faltaba al ejército para enfrentar
a Goliat.
 Sansón manifestó la fuerza que le faltaba al pueblo para
enfrentar a los filisteos.

Somos llamados a manifestar la gloria de Dios, pero su gloria solo


se vera reflejada a través de la unción del Espíritu Santo

Isaías 61:1-3
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió
Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a
vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los
cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de
la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro;
a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion
se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto,
manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados
árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

Pero hay un grande problema, que la iglesia a perdido el enfoque de


mantenerse junta, en unidad, y por ende ha perdido la llenura del
Espíritu Santo.

La iglesia en sus inicios tenía todo en común, no estoy hablando de una


unidad fraternal, de caernos bien todos, sino de una unidad en el
espíritu Hechos 2.44-47

Efesios 4.3
solícitos (intencional, diligente) en guardar la unidad del Espíritu
en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis
también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5
un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es
sobre todos, y por todos, y en todos.

Una de las artimañas del enemigo para dividir a la iglesia


es sembrar cizaña.

Efesios 4:30-32
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Es por eso que una de las funciones del Espíritu Santo es repartir
dones, ministerios, operaciones (1ª. Co. 12) y frutos (Ga. 5.22). Porque
cada uno de estos tiene el propósito de edificar a la Iglesia y
perfeccionar a los santos, en otras palabras, mantener la unidad del
cuerpo de Cristo.

Efesios 4:11-13
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo.

Por eso debemos de mantenernos en unidad, en un mismo sentir, en


una misma fe y dejar las discusiones, los chismes, los roses, etc.
Porque es necesario que seamos una Iglesia llena del Espíritu Santo y
solo lo lograremos en unidad.

Posiblemente se te hace difícil tener un mismo sentir con todos, o


mantener la armonía con todos, o perdonar a esa persona que te hirió
o habló mal de ti, es por eso que…

Romanos 8:26-27 dice:


De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Por
ejemplo, cuando no sabemos qué pedirle a Dios, el Espíritu mismo
le pide a Dios por nosotros. El Espíritu le habla a Dios a través de
gemidos imposibles de expresar con palabras. Pero Dios nos conoce a
fondo y entiende lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu
ruega a favor de su pueblo santo de acuerdo a la voluntad de Dios.

Para manifestar el poder de Dios a través de milagros, señales y


prodigios, debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y también
amar a nuestro prójimo.

Es por eso que 1 Corintios 13:13 dice: Y ahora permanecen la fe, la


esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Joel 2:1-2,12-15,17-19,27-28
Toquen la trompeta en Sión; den la alarma en mi santo monte;
tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque el día del Señor
viene, y ya se acerca. Será un día de tinieblas y de oscuridad, un día
de nubes y sombras. Se aproxima un ejército grande y poderoso, como
nunca antes lo hubo ni lo habrá después durante muchas
generaciones. Viene como el alba, cuando se extiende sobre los
montes. Por eso, vuélvanse ya al Señor de todo corazón, y con
ayuno, lágrimas y lamentos. —Palabra del Señor. Desgárrense el
corazón, no los vestidos, y vuélvanse al Señor su Dios, porque él es
misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en
misericordia, y le pesa castigar. Tal vez el Señor su Dios cambie de
parecer y deje bendiciones tras de sí, es decir, trigo y vino para que le
presenten ofrendas y libaciones. ¡Toquen la trompeta en Sión!
¡Proclamen ayuno! ¡Convoquen a una asamblea! Y ustedes los
sacerdotes, ministros del Señor, lloren entre la entrada y el altar, y
digan: «Señor, ¡perdona a tu pueblo! ¡No los entregues al oprobio, ni
dejes que las naciones los dominen! ¡No permitas que entre los
pueblos se diga que nuestro Dios nos ha abandonado!» Entonces el
Señor mostrará su amor por su tierra, y perdonará a su pueblo. El
Señor responderá y dirá a su pueblo: «Voy a enviarles pan, y mosto
y aceite, para que coman hasta saciarse, y nunca más volveré a
entregarlos al oprobio entre las naciones. Entonces sabrán ustedes que
yo estoy en medio de Israel, y que yo soy el Señor su Dios, y nadie más.
Y mi pueblo nunca más será avergonzado. »Después de esto,
derramaré mi espíritu sobre la humanidad entera, y los hijos y las
hijas de ustedes profetizarán; los ancianos tendrán sueños, y los
jóvenes recibirán visiones.

Sé lleno del Espíritu Santo. Solo pídelo y se te dará. (Lucas 11.13)

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