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Memorias del alfil: una vida entre ratas

florencio de la concha bermejillo

Introducción y Rat-i-ficación
(advertencias)

Se debe advertir al lector primerizo que el Alfil no es lo mismo que el


Autor Florencio de la Concha, y que esta doble articulación (Yo florencio
escribo que el Alfil escribe) es parte de lo que el Manierismo del siglo XVI
llamaría trompe-l’oeil y que hoy los académicos denominan anamórfosis.

Se debe advertir al lector primerizo a valorar en su género y especie (de


acuerdo a la idea de Aristóteles) lo que es la Literatura Cotidiana, en la
cual se escribe al día y a salto de mata de las experiencias instantáneas,
por lo que no necesariamente el autor va a estar de acuerdo con lo que
haya escrito un año antes, o un mes antes, de la misma manera en que el
lector estará de acuerdo en que su pensamiento del pasado no coincide
de manera absoluta con el del presente. Pero aquí no se corrige, como sí
se hace en otro tipo de literatura, mucho más valiosa desde el punto de
vista artístico, pero menos fidedigna con las huellas de una biografía.

Se debe advertir al lector avezado que el Alfil es un iconoclasta, pero


veterano, habiendo llegado al doloroso aprendizaje de que es necesario
destruir los mitos de los hombres pero que al mismo tiempo, esto sólo
sirve para que se generen otro tipo de mitos, pues la condición humana
está condenada a su propia naturaleza simbólica.

Se debe advertir a todo tipo de lector, primerizo o avezado, que esta


columna puede escandalizarlo, y que en un sentido como lo pensaba
Flaubert, de eso se trata el arte y la literatura, de sacudir y convulsionar el
espíritu del auditorio, para que de esta sacádica experiencia, salga con
algo más que un simple divertimento--- ¿anagnórisis?

Se debe advertir al lector de todo tipo que la literatura es también la doble


articulación de la verdad y la mentira y que se necesita de todo el ingenio
de los dioses para sacar una página de la chistera. La literatura es dolor,
que sólo alivia la sensación quizás falaz de cargar con una
responsabilidad que trasciende la mera sintaxis de los párrafos.

Se debe, por último advertir, a todo tipo de lector, que las RATAS son las
versiones estalladas de la otredad de mi persona, y la alteridad de mis
sueños y deseos.
fLorencio de la concha bermejillo
Julio 17, 2002

Combustible: Sleep walker’s short story

Se trata de un monólogo que escuché como final de la pelícua de Joseph


Losey, La Ceremonia Secreta (Secret Ceremony,1968)y que podría
haberse derivado de una fábula contada por Winston Churchill:

En una ocasión cayeron en un cubo de leche una rata vieja y una joven.
La rata joven empezó a gritar y a gritar pidiendo auxilio, sin que nadie la
ayudara. Debido a tanto grito, a media noche se cansó y se ahogó.

La rata vieja comenzó a nadar silenciosamente y nadó y nadó toda la


noche. Al día siguiente cuando la leche se había coagulado y hecho nata,
con una superficie relativamente firme, la rata salió del cubo y se alejó
manteniendo su silencio.

Febrero 09, 2011

¿Qué es de tu vida? Me preguntaron

De profundis

Como seguramente ustedes saben desde que leyeron por primera vez el
título de mi columna semanal y hoy un texto impreso, como ustedes lo
ven, este rollo implica contar mi vida, aunque en muchas ocasiones mis
inquietudes y mis ocurrencias han interrumpido o me han distraído de lo
que debería ser mi mera labor de autobiógrafo y escribano. Y así como
casi cualquier hecho interrumpe nuestra vida---- ¿de qué?---bueno, hay
muchas RATAS y dichos y pertrechos que han impedido darle a esta
secuencia de textos, la anatomía propia de mi mismísima biografía.

Escribo esto porque recientemente un viejo amigo y colega mío que


emigró del país hace más de veinte años---hace más de casi toda mi vida
profesional---me pregunta qué he hecho de mi vida.
Y aquí viene una advertencia, modificación a lo que sabiamente hacía un
maestro de la vida:

No se te ocurra preguntarle a un enfermo cómo se siente, porque es


capaz que te lo platica.

Así mismo, yo se lo aplicaría no a un enfermo sino a cualquier escritor y


si me han preguntado por mi biografía, pues hay que ofrecerla.

Ahora bien, por consideración y caridad a quienes por desgracia me


continuaron conociendo y ya saben lo que todos saben más lo que he
inventado, maquillado y novelado de mis años, trataré de ser breve dentro
de la medicina que recomienda mi memoria, tan breve como dos listas en
un telegrama y sus comentarios.
También debido a esto, regresa a mi memoria una anécdota de aquellos
tiempos cuando de otro colega no amigo pero sí muy frívolo, superficial
pero cercano, opiné de manera desfavorable y cruelmente inoportuna.
Estábamos en una reunión, de esas donde comienzan los brindis como el
del bohemio, y se pasa al segundo nivel de alcoholemia, donde los
efectos sobre lo que queda de cerebro implican decir frases
supuestamente para la posteridad. Y yo dije: Cualquier vida humana debe
ser muy interesante, cualquier vida de nosotros pudiera ser motivo de un
libro, aunque con PDLV todo quedaría en una cuartilla.

Esperemos que PDLV me perdone por mi insensatez. Esperemos que al


otro, mi primer amigo, mi colega curioso, le satisfaga mis pocas
cuartillas, y que a los RATolectores y broza súper conocidos, no les
provoque malestar esta recidivante deuda con mi ego.

Memorias profesionales del Alfil: Una vida como asalariado en 13 empleos que
contar

Trabajos profesionales del Alfil:

1.- Cerillo (*)


2.- Vendedor de perros finos
3.- Vendedor de antigüedades
Médico ofreciendo servicios de:
4.- Médico especialista en Medicina Interna.
5.- Guardias en Unidades de Terapia Intensiva
6.- Médico especialista en Cirugía General.
7.- Médico Especialista en una ambulancia
8.- Investigador (Cirugía Experimental).
9.- Profesor de pregrado y posgrado
10.- Medico diseñador y constructor de modelos para la enseñanza.
11.- Escritor fantasma (**)
12.- Escritor de cuerpo presente (no fantasma)
13.- Traductor del inglés y francés, a nivel técnico, al español
(*) Para los ciberkids que no lo sepan, un cerillo es un niño que está al final de una
caja de supermercado metiendo la mercancía comprada en bolsas y acarreándolas
hasta los autos de los clientes.

(**)Para los ciberkids que no lo sepan, como escritor fantasma se denomina a un


individuo que escribe algo, que después será publicado y vendido a título de otra
persona. Como el personaje de la última película de Roman Polansky (Ghost Writer,
2010), evidentemente sin tanto glamur o exotismo. En Francia se nos denomina
escritores negros, quizás porque---como diría el mal afamado Vicente Fox---hacemos
o hicimos el trabajo que ningún escritor, ni siquiera los negros, quieren hacer.

Addendum

Hazañas dignas de borrarse, excepto de la memoria emocional:

Durante mi carrera universitaria, y gracias a la abundancia y al mismo


tiempo desmadre de la UNAM, pude faltar a muchas clases inútiles del
programa de Licenciatura en Medicina, y en su lugar asistir como
indocumentado a clases de Filosofía, Literatura, Antropología (incluyendo
lingüística), Sicología así como de las Ciencias y Técnicas de la
Comunicación.

Estuve a punto de convertirme en profesor adjunto de un curso de


apreciación cinematográfica en la Universidad Iberoamericana, de lo que
la buena y la mala fortuna me lo impidieron.

Nunca me casé.

Me enamoré verdaderamente en nueve ocasiones y fui rechazado---


también sabia y verdaderamente---el mismo número de veces.

He deseado exclusivamente la pura anatomía de otras mujeres—--sin su


mente--- con más frecuencia que las recomendadas en una vida
equilibrada o los neo criterios morales de un feminismo ya calcinado por
sus propias emociones.

Viajé mucho hasta cierta época y ahora, debido a mis presupuestos, sigo
el principio de Marcel Proust cuando señalaba:

No se necesitan muchos mundos para que los vean mis ojos, sino
muchos más ojos míos para que vean el mundo.

He sido expulsado humillantemente de mi puesto y mis deberes como


cirujano y profesor. Gracias a una exitosa terapia natural (no naturista)
que implicó convertirme en un valemadrista fundamentalista, eso ya dejó
de inquietarme. ¿Se me habrá pasado la mano? ¿Overtreated?

Sufro de tres enfermedades supuestamente mentales, aunque el DSM-IV


las ha burocratizado en una serie de criterios, dejando las “minucias”
para mi biografía, para mis RATAS.

Una es la Depresión Bermejillo. Las otras dos enfermedades son secreto


de estado ¿o materia de seguridad personal?

He padecido intermitentemente de desempleo—--que explica mis libros---


por lo que después, algunos años más tarde, llegue a convertirme en un
work-hólico, aunque hoy ya estoy totalmente cicatrizado de mi
vergonzosa adicción.

He escrito 10 libros:

1.- Novela: Congressus subtilis.


2.- Ensayo: Aspectos Filosóficos sobre la Computación y la Medicina
3.- No ficción: Crónica de la última paciente desenterrada con vida de los
escombros, durante el sismo de 1985.
4.- Texto de Fisiopatología para estudiantes de pregrado.
5.- Diccionario de Ciencias Básicas para los estudiantes de Medicina y los
Médicos Generales.
6.- Novela: Hysterica Passio
7.- Novela: Tunica Albuginea
8.- Novela: Havoc
9.- Los Años Felices, la Historia de la Gastroenterología Médica y
Quirúrgica del siglo XX, en 2000 citas comentadas.
10.- Poemario: Concierto para Mandril y Espejo.

Ninguno se ha podido publicar (En el año 2013 se publicaron dos en la


editorial Palibrio y se pueden conseguir en Amazon.com). Algún tiempo
esto era mi némesis pero hoy en día y a golpes, me he vuelto un
experto---como diría Felix de Azúa----- en el Aprendizaje de la Decepción.

Diseñé un programa de computación para el diagnóstico de trastornos


ácido-base (cinco mil instrucciones para que se diga lo que cualquiera
piensa en un minuto). ¿Cualquiera?
Tampoco con esto logré pasar a algo mayor como lo deseaba.

A regañadientes he aceptado el diagnóstico de la sociedad: soy un loser


profesional.

Hace una década hice una promesa guadalupana de:

No volver a atender a ningún paciente.


No volver a dar ninguna clase.
No volver a publicar nada relacionado con investigación biomédica.
Lo he logrado casi al 100%, excepto cuando cumplir la promesa implicaba
perder mi empleo (Sueldo mata Guadalupana).

Mi puesto actual es el de ser encargado del Bioterio, Cirugía Experimental


y diseñar simuladores para la Enseñanza de la Medicina en mi hospital
profesional de toda la vida, el Hospital Gea González, de la SSA, en la
Ciudad de México. Por increíble que parezca, he puesto todo mi empeño y
he conseguido logros similares a mis proposiciones para cometer un
romance.
Estos encargos míos, en particular el de diseño y elaboración de
modelos, es lo que se llama una labor inter-indisciplinaria. Con el objeto
de no pecar de injusto echándole la culpa a los médicos, ingenieros,
veterinarios, dibujantes, industriales, físicos y monetaristas con los que
supuestamente debería marchar en la misma tonada y me han dejado
colgado de la brocha, diseñé una estrategia para reforzar una auto
seguridad más lesionada que la reputación de nuestra Controlaría. Me
propuse un reto personal, de factura individual, aprender una lengua
muerta y sin maestro. Después de dos años de estudiar latín por las
tardes, he avanzado lo suficiente para exculparme de cualquier trabajo
fallido donde haya intervenido alguien más que mi persona. Como decía
Sartre: El infierno son los otros. Ahora voy por el alemán y el italiano.

De seguir así la falta de cooperación con potenciales colaboradores, de


seguir así esta inercia demencial y este maldito entorno que no desea
vivir, ¡no desea nada! de seguir así y yo con mi estilo y sin Alzheimer o
una interrupción por muerte súbita, espero leer con afluencia el latín en
dos o tres años más y hablar el alemán hasta como para entender a Hitler.
¿Alemán? ¿O chino? O piano, o matemáticas avanzadas, o Náhuatl, ¡Lo
que sea! O lo que se deje, lo que sea para que algo al menos sea, y yo con
ello y valga la pena el momento del infarto. Hacer algo, esto o aquello,
para terminar agotado como única obligación moral en mi nueva religión
de escepticismo.

He leído mucho, muchísimo, casi todo lo que se me ponía enfrente,


fundamentalmente Literatura, Filosofía, Antropología, Sociología, Cine y
Estética, así como Medicina y Biología. No se podría señalar que he sido
abusivo de la lectura (más de 100 libros por año), si se toma en cuenta el
antecedente ¿patológico? de mi soltería.

Presumo de una biblioteca que ya alcanzó los 4278 volúmenes, sin contar
los de Medicina, de los que me estoy deshaciendo junto a mis buenas
costumbres y cualquier estigma residual de un falso optimismo.

Soy adicto al sexo, al Amazon.com, al Amazon.fr, a la música de rock, las


saetas, el cante jondo, la pintura, las ragas y el piobaireachd.
Además de todo esto y de sesenta y cinco aventuras menores y gratuitas
(más de las muchas desautorizadas por el recato y la objetividad, la
castidad o la sin razón o la pureza), confieso el delito de ingratitud con la
Naturaleza, pues siempre me quejo de una vida miserable y le exijo al
mundo compensaciones—---de ser posible monetarias—---debido al
padecimiento de espanto que ha resultado de mis genes. Y también en
eso como en mis buenas aventuras, parece que tengo razón.
Quizás al final venga a resultar como el verso de Robert Frost:

He llevado con la vida una pelea de enamorados

Ahora trato de hacer menos de lo que me atreví y vivo más rehaciendo y


escribiendo el desorden cumplido y absolutamente necesario para pasar
por la tierra como alguien. Acción y reflexión deben ir de la mano.

Julio 24, 2002

Experimento 2

Tómese una rata.


Métasele en un cubo de agua.
Mida el tiempo en que la rata tarda en cansarse.
Regístrelo.
Cuando la rata esté a punto de morir, sálvela.

Habiendo dejándola descansar 72 horas...


Métasele de nuevo en el cubo de agua.
Mida el tiempo en que la rata tarda en cansarse.
Cuando la rata esté a punto de morir, déjela que se ahogue.
Registre el tiempo.

Es sorpresivo el que en las mismas condiciones, la rata desfallezca


mucho más tarde en el segundo experimento.

A la tasa de incremento en fuerzas para nadar, medida por la diferencia de


tiempo entre uno y otro experimento, se le llama ESPERANZA.

Septiembre 24,2011

Involuntarios ejercicios de humildad


Revisando la memoria encuentra uno que muchos de los pocos
momentos de logros, virtudes o pensamientos brillantes, llegaron a uno
por vía de la violencia---fuera ésta, física o mental. Después de todo, esta
disciplina espontánea, inevitable y no programada de la Naturaleza, viene
a ser algo semejante al lema favorito de nuestros secretarios de
Hacienda: medidas o experiencias dolorosas pero necesarias.
En mi opinión, se debe a este fenómeno, ya evidente desde el más sano
empirismo, el que en varias teodiceas y centenas de alegorías, se haya
asumido que los dioses crearon a los hombres como figuras de barro, los
moldearon, los trataron, los manipularon, los esculpieron, los cocieron y
cosieron y desde entonces se la pasan jodiéndonos a dosis subletales.
Y esta apropiada idea de la trágica pasividad y papel involuntario de la
persona en volverse personaje, se había mantenido presente en casi
todas las etapas de la Historia de las Ideas, quizás hasta el momento en
que abusando de los solitarios pensamientos de Thoreau, Emerson y
demás trascendentalistas derivados románticos, la cultura occidental
inventó el self-made man, ese único mito significativo, aunque poco
prudente, que ha generado la modernidad.
Ahora bien, con el soporte o no del mito, como en el dicho, sigue la mata
dando en esta inmerecida natura, y como en las de ustedes, dentro de mi
biografía ha habido varias de estas rudezas correctivas, ejemplos de
“crisis por las mala o golpes de la vida”, y que han venido a significar
algunos parteaguas de mis concepciones, fronteras entre una y otra
persona en la que a contracorriente me he ido convirtiendo.
Una muy importante que ayudó a desgajar algunos fragmentos de mi
arrogancia ocurrió con mi primera expulsión del Servicio de Cirugía,
gracias al Chido, vulgar instrumento de ebrias deidades, esto es, de un
destino que no existe y sólo fabrica uno a toro pasado para sobrevivir
engañado en una coherencia.
Hasta ese momento me comportaba en mi servicio y mi hospital como
caballero cruzado, como académico de marras y un supuestamente
indispensable elemento civilizador de un ambiente dominado por la
barbarie.
Y me exiliaron. Y contrario a todo lo que yo esperaba---- ¿o simplemente
deseaba?-----no pasó nada; no se deshizo el Servicio, y todo continuó
igual. Todos los demás continuaron viviendo igual, como si yo no
existiera, en un violento adelanto--- ¿o premonición?---de lo que me
espera el día que termine de morirme. Como si yo no existiera, pero
todavía peor: como si nunca hubiera existido. Después de todo, a uno le
pueden quitar el presente---diario nos ocurre al amanecer de otro día----,
pero cuando le quitan a uno el pasado y la memoria: ¡Eso ya calienta!
Todo igual, conmigo o sin mí. Quizás en la segunda opción, un poco
menos de gritería.
Y la parte más difícil de estas experiencias y actualizaciones de nuestra
inutilidad---que seguro comparto parcialmente con ustedes----no viene a
ser ese primer capítulo que trata de nuestra caída, del darse cuenta de
nuestra dispensabilidad, nuestra maldita contingencia, sino la conclusión
de esa hazaña-vida, cuando al regresar otra vez a la superficie, al
Servicio, a mi trabajo—---dos años después---, cuando al regresar otra vez
a la vida ingrata que nunca nos echó de menos, termina uno
preguntándose: ¿Para qué chingaos seguimos actuando? Y siendo
cirujano, al volverlo a ser, resultó obra de titanes operar y atender
enfermos necesitados de una esperanza, dentro de este vodevil que viene
a ser el aprendizaje de la decepción. Y también es por eso que alguien
como uno se vuelve escritor, para fingir que uno es importante, para
artificialmente inventar que uno vale la pena.

Junio 25,2005

Mi vida número 7 como rata: Donde se trata de lo normal y lo


patológico, tanto en mi biografía como en sus aspectos
generales

Supongo que alguna vez tendré que hacer público el hecho de que
padezco principios de dos enfermedades mentales prohibidas y secretas.
Y aunque las dos corresponden estrictamente a padecimientos de la
psique, posiblemente una de ellas sea venérea en el sentido que en su
patogenia está involucrado el amor o su privación.
De las dos enfermedades que, insisto, se encuentran en sus comienzos,
una es tan secreta que yo mismo llego a equivocarme al tener que
padecerla y a veces por error dejo de tenerla, por lo que esperaré más
tiempo para hablar de ella, si es que algún día tiene que salir a la luz.
Con relación a la otra, aunque ligeramente más definida, no se ha visto
exenta de sufrir diferentes nomenclaturas, y así, para algunos se trata de
una esquizofrenia larvada mientras que para otros se trata simplemente
de las consecuencias clínicas de fumar o inyectarme alcaloides
indebidos.
Sobre esta última entidad no deja de haber controversia, y no sólo con
relación a su causa o etiología como antes dije, sino con relación a su
propia y verdadera existencia. Mientras que para los demás,
definitivamente corresponde a una insania de la mente, yo pienso que es
un ejemplo típico del sobre diagnóstico, que en las últimas décadas se ha
vuelto epidémico.
Sin embargo, los siquiatras han introducido una trampa dentro de sus
quehaceres y de esa manera, un criterio para determinar que uno está
loco, es que uno lo niegue, por lo que resulta difícil defenderse. En alguna
ocasión, intentando confundirlos, confesé estar enfermo, porque así
como la negación de la presencia de la enfermedad es un dato a favor de
que si existe ésta, yo pensé que lo contrario llevaba a lo contrario, esto
es, que su aceptación era un dato patognomónico de la salud. Pero esto
no resultó ser así pues según estos especialistas, en los desordenes del
pensamiento, si la negación está a favor de la presencia de una locura, la
confesión de su presencia viene a ser una simple confirmación de su
diagnóstico. De manera que con los psiquiatras como con los abogados y
los políticos, no hay salida y lo más conveniente (y sano, aquí entre nos)
es darles la razón.
¿Pero por qué toda esta controversia?
Verán, resulta que en mi casa habita un marciano. Bueno, yo digo que es
un marciano mientras que los demás piensan que se trata de una psicosis
alucinatoria. Yo insisto que existe este marciano que en realidad no es de
Marte sino de un planeta de otra galaxia, aunque probablemente
descienda de aquellas arquibacterias que fueron encontradas como
fósiles en el Planeta Rojo, hace algunos años.
La mejor prueba de que existe este marciano es que tiene nombre. Se
llama Belisario, Flavius Gaius Belisarius (a brainer). Y esto no es un
apodo arbitrario que yo le haya adjudicado, sino que representa la
traducción matemática-lingüística de las propiedades de sus
coordenadas como individuo en el espacio.
Por razones obvias, Belisario es más inteligente que yo, pues de lo
contrario, yo sería el que viviría de gorra en su casa. Vino a aprender
Medicina y no crean que me escogió a mí porque sepa mucho de mi
profesión, sino porque yo cumplía, según sus expertos, con los dos
requisitos que él y los suyos necesitaban de la persona con quién hacer
contacto:
El primer requisito cumplido es que soy un médico desocupado(o casi
desocupado). Sin embargo, si nomás se exigiera este criterio, tres cuartas
partes de mis colegas habrían sido candidatos. La otra característica que
exigió la junta de notables extraterrestres, es que a dicho médico, los
psiquiatras le hayan catalogado como portador de una locura, para que
de esa manera, si el contacto(o sea, yo) comenzara a hablar y platicar con
todo mundo de que ya hay marcianos en la tierra, nadie le creyera.
Y aquí insito sobre la semejanza de las tareas de psiquiatras y abogados
(Vigilar y Castigar; Michel Foucault) pues un antecedente lo convierte a
uno en sospechoso del que sigue, y éste del que sigue. ¡Increíble! ¿No? Y
después dicen que no se puede vivir de la Medicina.
Así pues, expuesta ante ustedes mi falta de credibilidad, de crédito y
confiabilidad, mi inseguridad y desconfianza, me encuentro ya libre para
en alguna otra ocasión, platicarles sin ningún tipo de censura, las
conversaciones que en los últimos años he tenido con Belisario, y que
para bien o para mal, me han ido cambiando de manera progresiva, me
han apartado del género humano y según este género(o al menos algunos
de sus participantes), me han llevado a la más completa soledad.
Pero ¡aguas! tengan cuidado de emitir cualquier juicio precipitado la
próxima ocasión en que vean a un individuo hablando solo, aún cuando
se trate de un loco.

Julio 2, 2005

Mi vida número 7 como rata: Donde se trata acerca de Belisario y la


extraña discusión que tuvo lugar debido a nuestras diferencias sobre el
hígado y el lenguaje.

En cierta ocasión mientras revisaba un texto de Belisario sobre sus


opiniones, reflexiones y contribuciones acerca de las enfermedades del
hígado, me encontré que había escrito “ígado” lo cual me produjo esos
calambres característicos que nos ocurren a los hipócritas cuando
leemos una falta de ortografía.
Y entonces yo le dije que “ígado” debería escribirse como “hígado”” y
Belisario me preguntó por qué, ya que al momento de pronunciar la
palabra, ésta comenzaba con la letra-sonido “í” como la palabra “interés”
o la palabra “intensidad”. Y entonces yo le dije que la “h” era muda y eso
quería decir que en la antigüedad, en el idioma padre o abuelo del que
hoy hablamos, la palabra “hígado” no comenzaba con “i” sino con otro
sonido, el cual se escribía como “h” y que por supuesto no era mudo en
aquel entonces, y que ahora, que se había perdido ese sonido con la
evolución de la lengua, conservábamos esa “h” como recuerdo (la “h
muda” se deriva de la “f” del latín (facer = hacer) y la palabra “hígado”
viene de “ficatum” que quiere decir “alimentado por higos”).
Y entonces Belisario eructó y maldijo (como buen alienígena que es).
“¿Me estás diciendo—profirió--que al momento de escribir debemos
transcribir los signos-letras que representan un sonido pero que también
es necesario transcribir signos-mudos que no sirven para nada(en la
pronunciación) sino para recordarnos que en el pasado mas ya no ahora,
en el latín o en el idioma tatarabuelo, esa “h” hoy muda antes se
pronunciaba?. ¿’De qué se trata esto, de hablar y escribir correctamente
una lengua o de recordar correctamente lo que antes se hablaba y ahora
ya no se habla?” Porque al final de cuentas, quizás los latinos también
cometían faltas de ortografía pues en el lenguaje tatarabuelo del latín,
seguramente la “h” no se pronunciaba igual a como ellos lo hacían.
“Pues, sí”, le contesté yo.
“¿Eso quiere decir que los terrícolas, al momento de hablar, le dan el
máximo valor a las memorias pasadas ya sin significado, y de manera
secundaria está el valor de la comunicación en el presente? Esto lo digo
porque el 99.9% de las personas no saben cuál era la palabra original de
la que se derivó “hepático”, ni cómo se pronunciaba la “h” que hoy es
muda, y mucho menos hablan latín. En mi planeta—--continuó Belisario
—---el lenguaje es fundamentalmente para comunicarse y la mayoría de
nosotros no sabemos cómo hablaban los alienígenas de hace 5 siglos,
como ustedes tampoco lo saben de sus antepasados, pero nosotros
preferimos enseñarles a los niños cosas útiles, que atormentarlos y
castigarlos por no colocar signos fósiles dentro de su lenguaje. ¿Será
acaso eso por lo que nosotros ya llegamos a la tierra y ustedes no han
llegado a nuestro planeta?”
Y ya no me atreví a soltarle el rollo aquel sobre “la defensa y la pureza del
lenguaje” pues en los últimos años he dejado de creer en purezas y
purísimas y con trabajos me defiendo a mí mismo. Después de todo, si
hubiera defensa y pureza de las lenguas, nunca hubiera aparecido el
español, ni el francés, o el italiano, como ahora los conocemos y la mala
ortografía del latín es parte de nuestro idioma español. Si hubiera
pureza…………., bueno, seríamos todavía animales o, de lo contrario, ya
habríamos aterrizado hace mucho sobre Marte.

Y para hacer énfasis en su postura, Belisario continuó: “El lenguaje es


algo vivo, funcional, dinámico y obligatoriamente evolutivo (como los
genes). Un lenguaje está constituido de signos que funcionan de manera
semejante a los constituyentes de un gene. Por eso es que se habla de
código genético, pues a imagen y semejanza de la lengua que hablamos,
la transmisión de los caracteres de los seres vivos se transmite por medio
de algo que, ante la falta de mejor nombre llamamos también lenguaje. En
realidad, la diferencia entre código y lenguaje es que uno utiliza signos no
lingüísticos y el otro, signos lingüísticos.”
“Una letra—continuó Belisario-- es un signo fónico. Un signo lingüístico
es un elemento de comunicación cuyo significado intrínseco es nulo y
que sólo adquiere significado dentro del contexto de los demás signos.
Esto quiere decir que la letra-sonido ”a” no significa nada por sí misma
(¿qué significa la “a”?) y sólo adquiere significado en el conjunto de
signos en un momento dado.
La letra-sonido o fonema “a” no significa nada, ni en español, inglés, ruso
o chino y cuando indica algo se le llama monema y no letra (por ejemplo,
la preposición española “a”). La letra es simplemente un elemento gráfico
que representa un sonido, independientemente de cuál lengua estemos
hablando. Una pareja de “a” tampoco significa nada pero si lo asociamos
a dos “m” con énfasis agudo (acento) final, obtenemos la palabra
“mamá”. Pero las mismas dos “a” aisladas de la “m” y asociadas a la “p”
cambian por completo el significado con “papá”. Pero la pareja de “p” no
tiene que ver nada con el significado de papá, ya que si las asociamos a
una pareja de “e” obtenemos la palabra “pepe”.
“Esto se parece a cuando al aprender a jugar ajedrez yo te preguntaba si
era conveniente tener un alfil en determinado cuadro del tablero, y tú me
decías que sí y que no, que todo dependía de las demás piezas y su
colocación, y que tampoco importaba la ubicación individual de caballos,
alfiles, peones o torres, si no se tomaba en cuenta el contexto de las
demás. Una psicología “la gestalt”, literalmente.
“Tenemos así que lo fascinante del lenguaje es que a semejanza de la
materia, al fraccionarlo y disecarlo es sus elementos más simples
(partículas atómicas), nos encontramos con un universo por completo
diferente y sin significado (químico y lingüístico, respectivamente) de
aquél que ocurre con sus asociaciones.
Asimismo, como con cualquier signo, en cierto sentido, la posición
relativa(al tiempo, en el lenguaje hablando, y al espacio, en el lenguaje
escrito), la posición relativa de estas letras es insustituible, como ocurre
con los números, que también son signos, y el valor “6” es diferente del
de “7” y no podría ocurrir que en ocasiones escribiéramos 67 como 67 y
en otras, 67 como 77. Pero eso es precisamente lo que hacemos con
algunas de las letras y el sonido o fonema “s” de división, es el mismo
sonido-fonema que el de "cansión" que escribimos como canción. Y
pronunciamos igual “un vaso de vino”, que “voy a operarle el vaso
(bazo).”
Y los que no han escuchado antes a Belisario me podrá decir que las
diferentes letras con el mismo sonido representan diferentes etimologías
y él les contestaría que, independientemente del respeto y gusto que
Belisario y yo le tenemos a las etimologías, el lenguaje es para hablarlo y
usarlo, no para evocar lo que hablaban y escribían nuestros antepasados,
y el estudio de las etimologías es para los etimolólogos(filólogos) y no
para todas las personas, pero todas las personas que presuman ser eso,
personas, deben usar el lenguaje y hablarlo y escribirlo y COMUNICARSE
con él. El lenguaje debe servir al hombre y no el hombre al lenguaje, así
como el sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.
Correcto, hace algunos siglos y aún hoy en pequeños territorios hispano
parlantes, el sonido “b”, esto es, su pronunciación (labial) era
completamente diferente al sonido o pronunciación “v”(labiodental), y
cuando se pronunciaban de diferentes maneras tenía sentido utilizar dos
signos, pero cuando dentro de la evolución del lenguaje ocurre una
fusión “fonética”(como ocurre con el español de México y otras regiones
de Sudamérica), entonces resulta no sólo estúpido sino impráctico
escribir a veces con una letra (mismo sonido) y a veces con la otra
letra(mismo) simplemente porque en el pasado se pronunciaban de
manera diferente. Pero lo más estúpido desde el punto de vista funcional,
definitivamente son las letras mudas.
Y lo mismo ocurre con la “s”, la “c” (débil) y la “z”; y lo mismo ocurre con
las palabras “alrrededor” y alrededor” y “consciencia” y “conciencia” y
etc. Y etc. Y etc.
Y Belisario finalizó su perorata de esta manera: “Resulta estúpido
defender la ortografía (parte de la gramática que nos enseña a escribir
correctamente los signos o letras y su puntuación) cuando no respetan la
“ortología” (parte de la gramática que enseña a pronunciar
correctamente).
Si yo digo “cansión” o “divición” estoy utilizando un mismo fonema y lo
único que necesitaría es que se le adjudicara oficialmente un sólo signo y
se acabaría mi pobre ortografía y el juicio de mi incultura por parte de los
humanos. ¡Ah, pero no! el número de fundamentalistas es mayor que los
granos de arena en el desierto”.

Febrero 07,2009

Batman: The Dark Knight

Del salvajismo ancestral al caos posmoderno

En estas últimas vacaciones vi en DVD la última película de Batman (The


Dark Night, Christopher Nolan, 2008) que por razones diversas no pude
ver en cine durante el año. Deseo ahora compartirles mi visión de este
gran filme.
Al comentar sobre dicha obra cinematográfica, me gustaría hablar de
varias películas de Batman, esto es, de una franquicia cinematográfica,
pero una franquicia diferente a las que comúnmente evocamos con este
nombre. Así, por ejemplo, James Bond, Indiana Jones y Star Wars, son
franquicias cinematográficas en el sentido más propio del término. Esto
quiere decir un manejo y logística de la producción de manera semejante
a lo que pasa, por ejemplo, con McDonalds, o los parques de diversiones
Disney, donde hay un propietario de los derechos de autor, y donde ese
propietario trata de vender múltiples productos, todos los cuales deben
ser iguales (como son iguales las hamburguesas McDonalds en Nueva
York, Hong Kong, París o Río de Janeiro, y semejantes son el Ratón
Miguelito y el Pato Donald en todos lados). Vemos así que las
características del agente James Bond, agente secreto con permiso para
matar---y que mata---, mujeriego, bon vivant, outsider dentro de su propio
sistema, sus hazañas en países exóticos, los villanos fantásticos, etc.,
todo esto se repite de película en película dándole a los directores (como
MacDonalds a sus cocineros) una mínima libertad. Con el agente 007, han
tenido que ser los mismos productores los que periódicamente han
cambiado de actor así como virado sobre los aspectos que más les
interesa enfatizar con Bond: la acción (Sean Connery) o la comedia
(Roger Moore).
Este concepto de franquicias cinematográficas, por cierto, no debe
escandalizar al cinéfilo supuestamente purista e inclinado al Cine de
Autor, pues ha sido un acompañante del arte por varios siglos. De esa
manera, durante la Edad Media y el Renacimiento, los temas de La
Crucifixión, La Natividad, La Visita de los Pastores, La Anunciación,
representaban un símil de franquicias, donde el patrocinador, La Iglesia,
encomendaba diversas versiones a los pintores, escultores, músicos y
poetas. Así pues, la narrativa bíblica y la mitología griega representaron y
aún hoy representan las franquicias por antonomasia y ustedes pueden
juzgar si hubo o no riqueza de producción, a pesar de las estrictas reglas
iconográficas que imponían los mecenas y las limitaciones naturales de la
época.

Bueno, la franquicia de Batman que yo personalmente reconstruyo para la


secuencia de películas, es algo diferente. En primer lugar, no está
totalmente completa, ya que sólo hablaré del Batman en la pantalla, pues
a pesar de haber leído bastantes comics del súper héroe, no me
considero un experto. Así que solamente hablaré del Batman en el
programa de televisión de la década de los 1960, y de las películas que
comenzaron con Tim Burton en 1989 y de las cuales, el Caballero de la
Noche (The Dark Knight, Christopher Nolan; 2008) es el último ejemplo.

La franquicia cinematográfica de Batman se relaciona más con lo que


comentaba del arte en el Renacimiento y que yo lo traduzco como las
interpretaciones personales de los mitos, labor que ya tienen toda una
historia en el arte y la literatura desde su primera época, antes de llegar al
cine. Así, por ejemplo, el evento real de la Guerra de Troya, que sí ocurrió,
ha sido “interpretado artísticamente” de mil maneras a través de los
siglos, desde las inmortales Iliada y Odisea de Homero, pasando por
Troilus y Cressida (o Troilus and Creseyde, de Chaucer) y terminando en
el abominable churro de la película Troya, de Wolfgang Petersen. Otro
tanto ocurre con el Rey Arturo y el Santo Grial, etc.
Desde este último punto de vista del concepto de franquicia, más bien se
debe hablar de mito o esquema de inspiración, sobre el cual cada autor
realiza sus variaciones. Además, en términos generales, en este nuevo
esquema de creación, habitualmente el autor (autores o creadores) tiene
más libertad que en la franquicia cinematográfica propiamente dicha, y es
por eso que si vemos un programa de Batman de los 1960 y lo
comparamos con ésta, la última película de Christopher Nolan, la
diferencia es abismal, si a su vez, evaluamos y la comparamos con la tasa
de cambio que ha tenido James Bond. Quizás este ejemplo aclare mejor la
diferencia que planteo entre las variaciones personales de los mitos y
aquellas de las franquicias propiamente dichas.

Ahora bien, en la historia original de Batman, de los comics, existen


múltiples villanos y además, Batman se ve acompañado del siempre
chocante y ridículo Robin, el Chico Maravilla. Todo este universo de
vodevil en el que luchan el bien contra el mal---muy bien demarcados---es
el que se refleja en el programa televisivo que, en mi opinión personal, fue
intencionadamente exagerado hasta alcanzar el grado Kitsch (Camp,
según Susan Sontang).

Asimismo, yo creo que el principal regenerador del mito moderno de


Batman es Tim Burton, con sus dos películas realizadas en 1989 y 1992.
Aquí, en su obra, la inocencia propia del contenido del programa
televisivo, ya había desaparecido por completo.
Veamos ahora algunas otras de las pautas que escogió Burton para
actualizar la leyenda y que son las siguientes:
El personaje de Batman es un héroe oscuro, triste, solitario, vengativo
más que justiciero, desesperado, en pocas palabras, un freak semejante a
los villanos que combate.
Desaparece Robin, personaje que impedía la soledad y demás
características de un héroe oscuro.
La población de villanos se reduce y, estrictamente, sólo dos permanecen
con una dimensión trascendente: el Guasón y el Pingüino.
No se si de manera fortuita, estos mismos villanos son los que alcanzaron
mayor popularidad en la televisión y, aún hoy, el personaje del Guasón
televisivo (Cesar Romero) y el del Pingüino (Burgues Meredith) son
clásicos a pesar de la reducida calidad del programa y se han vuelto de
antología, haciendo olvidar a la original pareja de héroes.

¿Por qué? ¿Por qué se han vuelto tan atractivos, en especial el Guasón
que actualmente cuenta con tres interpretaciones, repito, de antología:
Cesar Romero, Jack Nicholson y Heath Ledger?

Pienso que, en primer lugar, su representación iconográfica lo resalta


sobre los demás villanos. Es el único villano del que nunca conocemos
sus facciones como sí conocemos las de Gatúbela, Pingüino, Acertijo,
Harvey Dos Caras, etc. Es este miedo antropológico a la máscara la que
de inicio genera al personaje, es esta dicotomía entre lo que vemos y
apreciamos y lo que realmente es. Profundicemos más en esto.
Seguramente el hombre primitivo fue un excelente intérprete de las
expresiones faciales y el lenguaje no verbal. Después de todo, este
lenguaje no verbal antecede al lingüístico. Es desde esas épocas-
especies-eslabones que los rasgos del rostro humano y lo que
representaban de cada persona se convirtió, quizás, en el primer Santo
Grial de la hermenéutica. Después de todo, si tú eres capaz de conocer a
los demás no sólo vas a anticipar los peligros sino además, vas a poder
tener más poder que los demás. Y es por eso, que ante esta obsesión
natural de interpretar los rostros (estigmatismo) que nacen las máscaras
con el propósito de confundir así como de engañar, y no parece
casualidad que las primeras imágenes reales de máscaras (arqueología)
pertenezcan a los dioses (que se dedican a engañar como la naturaleza
misma lo hace) y la de los sacerdotes y chamanes (sus intermediarios).
Ahora bien, dentro de las máscaras, las más impresionantes son las que
traducen un personaje completamente opuesto a la persona, aquellas que
engañan y confunden con las emociones opuestas, de la pena a la alegría,
del espanto a la carcajada. La máscara es del personaje como la facies es
de la persona y desde las primeras épocas del arte, la tarea del drama, la
mímica, la pantomima, fue la de imitar, satirizar, exagerar, engañar,
confundir, redimir y cuestionarnos cuál de ellas representa la realidad:
¿Quién de todas es el Hombre?
Me viene a la mente desde luego, el teatro Kabuki, la Commedia dell’arte
con su Arlequín, su Colombina, Pierrot, Pantaleón y la Polichinela, el Arte
Grotesco del siglo XV, la Mascarada de los Ingleses, el Carnaval de
Venecia, la película clásica de Marcel Carné, Les Enfants du Paradise y el
milenario Jester del que deriva directamente The Joker, el Guasón.
También aparecen en mi memoria, por supuesto, la figura de los
danzantes Hueues o danzantes viejitos del baile tradicional de Michoacán
(t’arche uarakua), las calabazas del Halloween, el maquillaje de los
travestís y de manera más genérica, la máscara del payaso---personaje
que hace reír---dentro de una persona que hace lo contrario, llorar. Es tan
potente este efecto que múltiples cineastas lo han usado. Sin ir más lejos,
Stanley Kubrick lo abordó por primera vez en la película The Killing(1956),
un caper film, y posteriormente hace una autoparodia de esto en Naranja
Mecánica (Clockwork Orange; 1971) en el momento en que Alex, el
personaje interpretado por Malcolm McDowell, viola y mata a una señora
y arremete a patadas contra su esposo (escena de antología), mientras el
asesino está cantando Singing on the Rain. Por último, en un universo
diferente, menos vodevilesco y más dark, se encuentra la orgía de su
última obra, Ojos Bien Cerrados (Eyes Wide Shut; 1999). Por cierto que
esa máscara del payaso maldito la han usado otros cineastas, Fellini, por
ejemplo(Los Payasos, 1971) así como grupos de Rock (Kiss, Marillion) y
la utilizó también Stephen King en su novela Eso (It) que por supuesto,
también se llevó a la pantalla (Tommy Leee Wallace, 1990).
Vemos pues, que al llegar al Guasón de la dupla Tim Burton-Jack
Nicholson, ya hay un largo trecho recorrido en cuanto al establecimiento
del icono y el mito.
Vamos ahora a repasar con más detalle, la diferencia entre los tres
guasones: Guasón del programa televisivo (Cesar Romero), Guasón de la
película de Tim Burton (Jack Nicholson) y Guasón de la película de
Christopher Nolan (Heath Ledger).
De manera llana podemos encontrar la siguiente diferencia entre los tres:
El primero da risa (intencionadamente buscada, ya que es un vodevil), el
segundo da miedo pero no te quita la risa y te cae bien (interfase entre
comedia-tragedia), y, por último, el tercero, da puro miedo (interfase de la
tragedia al caos).

Centrémonos en este tercero y su película, y digo su película porque no


sólo en esta ocasión, sino en todos los ejemplos, la estrella
cinematográfica del Guasón aniquila por completo a Batman, como en su
época, la estrella dramática de Bruto aniquilaba a la de Julio Cesar
(Shakespeare).
¿Qué lo ha hecho cambiar tanto que ya no da risa?
En primer lugar veamos el hecho antropológico. Al personaje Guasón de
Nicholson, lo conocemos al principio con su propia cara, y aprendemos
toda la secuencia---accidental y trágica---que lo lleva a convertirse en el
Guasón y, además, está definitivamente loco, como locura es transitar de
la ira a la risa de manera instantánea y regresar velozmente desde la
violencia hasta el festejo. Este Guasón representa un demonio y este
comentario no es gratuito pues Tim Burton decidió el casting de
Nicholson al verlo en la película The Witches of Eastwick (Georges Miller,
1987), donde Nicholson interpreta al mismo diablo, al Demonio, aunque
en tono parcial de comedia.
Regresando con Nicholson, a su Guasón, vemos que desde el punto de
vista icónico, su máscara está bien delineada, bien hecha, esto es, al
menos en este sentido hay orden, el cual desaparece, también desde el
inicio, al ver la máscara de Heath Ledger; se trata, esta última, de una
máscara mal acabada, sucia, descuidada, con las comisuras labiales
apenas subidas, apenas sonrisa.
Entre paréntesis, me gustaría que un día, algún cirujano estético, Ortiz
Monasterio o alguno de sus alumnos, pudiera dar una charla sobre este
tema tan banal y tan profundo como es el de la fisiología de la máscara y
las deformaciones artísticas y patológicas de la sonrisa.
Regresando al Caballero de la Noche, encontramos que, demás de las
mutaciones faciales de esta última versión del Guasón, la persona, esto
es, lo que hace, amén de lo que aparenta, apoya por completo a su
personaje y lo separan abismalmente de los demás.
Para agregar más a este descenso psicológico y moral del personaje del
Guasón hasta los infiernos, este tercer carácter en la película de Nolan no
tiene historia. Cada vez nos cuenta una versión diferente de su
deformación—---que no la creemos—--y al analizar y rastrear su huella
digital en los archivos----obsesión americana por excelencia-----no
aparece. Y de esa manera se acrecienta el terror, pues el enfrentarse a
alguien sin historia es casi o igual de peligroso que enfrentarse a alguien
sin cara. La última se sustituye con una careta, la primera con una
leyenda que deviene mito.
Con riesgo de inmiscuirme en política, pienso que una de las lecturas de
esta última película de Batman es verla como una alegoría del Terror, del
terror actual que todos vivimos, y no sólo el proveniente de las Torres
Gemelas, o del Metro de Madrid, o de Gaza, sino el del Mochaorejas y
todo el terror legítimo y vigente ante el secuestrador connacional.
Y dentro de esta misma alegoría la autoridad es representada en dos
planos, tanto la autoridad oficial----Gordon y Harvey Dent---como la
extraoficial---Batman, las organizaciones paramilitares, etc.-----, y éstas
terminan haciendo casi igual número de destrozos que los villanos---¿Me
escuchas Bush? ¿Me escuchas Israel? ¿Me escuchas Calderón?
Esta última película de Nolan es una joya y dan ganas de obtener el guión,
quitarle las escenas de acción y limitarnos a repasar los diálogos entre
los personajes, en especial con las palabras del Guasón.
Por ejemplo, en una de las múltiples conversaciones que tienen Batman y
el Guasón ----tan frecuentes como en la Historia las han tenido los dioses
y los demonios---hay un momento en que este Guasón le dice a Batman:
la ventaja del Caos sobre tu Sistema—----el sistema de Batman y la ley, la
ley humana---es que el Caos es justo.
Aunque no lo parezca, pienso que esta afirmación representa a nivel
artístico, la mejor reflexión filosófica-estadística-ética----¿y por qué no,
democrática?---- sobre la aleatoriedad.
Y es que el Guasón de Heath Ledger aunque es sabio, es caótico, a
diferencia del de Burton, el cual todavía dentro de su locura aspiraba a los
encantos de Kim Bassinger y envidiaba los juguetes de Batman.
No, el Guasón de Nolan es patético y caótico, asexual y quizás no inmoral
sino amoral.
Desde la primera escena en que aparece el personaje y va asesinando en
serie a todos su cómplices, el impacto en el auditorio es total y me
recordó aquella frase que se decía sobre Atila, de que “en la tierra donde
pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba”.
Por último, tanto de manera implícita como explícita se nos muestra que
quizás lo más peligroso de este Terrorismo-Guasón, de este terror
postmoderno, es que no le importa el dinero (lo quema), ni las mujeres, ni
siquiera destruir a su enemigo, sino sólo torturarlo. El sadismo y la locura
han superado al antiguo salvajismo---¿natural?--- y a la crueldad, y su
territorio es nuestra época.
Parece así que con todo lo que el mundo ha vivido desde el Batman 1984
hasta nuestros días, era natural y hasta necesario que el Guasón se
actualizara y mostrara, con su imagen, al demonio del siglo XXI. Después
de todo, The Dark Knight no sólo es una película de acción sino también
de reflexión.

El Alfil
Cronista, Crítico y Criticón
Departamento de Bellas Artes
IRATS
Febrero 20,2004

EL PPD y qué significa

De acuerdo al curso de los acontecimientos en este lugar que nos tocó


vivir(protectorado norteamericano n° de serie MzBx-724142)y gozando
aún de ciertas libertades que GWB nos permite, he decidido dejar mi
actitud de simple observante y ensayar una filosofía con cierto grado de
acción.
Para tales y males motivos y como Chairman del IRATS he decidido
fundar un partido político. Se trata del PPD. Quiero aclararles a los
RATolectores libres de contacto con la profesión médica que el
PPD(purified protein derivate)es también una prueba clínica para conocer
si una persona ha estado en contacto con el agente de la tuberculosis. Se
inyectan en la piel “las huellas digitales del bicho” y nuestro organismo
nos dice si ya lo tiene fichado o no(nótese el lenguaje ad hoc con los
tiempos). Quiero aclararles también, esta vez a médicos y demases, que
las siglas de mi nuevo partido político no tienen que ver con el término de
la tuberculosis, aunque probablemente, el antecedente de haber vivido
cerca de ella (que es cierto y no le haría mal a la causa), pueda añadirle un
discreto aire (contaminado)de populismo a mi proyecto.
Pero en realidad las siglas significan otra cosa:

PPD = Partido Postdemócrata

He tenido ciertas dudas de añadirle algún otro calificativo, pero la mayoría


de ellos sólo aumentarían el grado de demagogia de mi expresión, con lo
que se echaría a perder cualquier engaño sutil que piense diseñar.

Así, por ejemplo podría llamarse:

PPDN:Partido Postdemócrata Nacional


El problema es que ya no hay nación; tan solo queda, como dije al
principio, una colonia o protectorado democrático de los Estados Unidos.
Y esto no es una frase gastada o seudo contestataria, sino un simple
recuento de los daños (gracias a nuestra dictadura perfecta y nuestra
democracia).

PPDT: Partido Postdemócrata de los Trabajadores.


El problema es que, como les he comentado en secreto, yo no trabajo, o
más bien lo hago de la manera más limitada que se me permita, y uno de
mis proyectos es reducir todavía más mis actividades(no se lo digan a
nadie).

PPDZ: Partido Postdemócrata Zapatista.


El problema es que la competencia ha acaparado la atención(y los
donativos)y los espacios de la prensa, y tardaría mucho más en, no sólo
explicar en qué consiste mi partido, sino también aclarar cuál es la
diferencia con la competencia que también se llama Zapatista.

Después de tanta palabrería los RATolectores pragmáticos han de estarse


preguntando cuál es la doctrina o la plataforma de mi partido.

Aunque en los últimos tiempos esto ya no tiene tanta importancia, tratare


de explicar mis postulados.

Se trata de un partido que, como su nombre lo dice, pasó por la


democracia y ya viene de regreso.

Se trata de un partido que, por definición y lógica aristotélica, no es


demócrata.

Dentro de su regreso hacia el pasado supongo que iremos recogiendo los


residuos de otros sistemas de gobierno (incluyendo algunos, aunque
mínimos, de la democracia que tuvimos durante cuatro semanas).

MANIFIESTO PPD

Creemos en la estupidez de las mayorías


Creemos en la razón de las mayorías
De acuerdo con eso creemos en la dialéctica de lo que se desea
Creemos en la autoridad
Desconfiamos de la autoridad
De acuerdo con eso, creemos en la dialéctica de lo que se propone
Creemos en la propiedad privada
Creemos en la repartición de panes y peces
De acuerdo con eso, creemos en la dialéctica de la economía
Creemos en la guerra y en la paz
Creemos que nos quedan tres generaciones de sobrevida
Creemos en la dignidad en la derrota
Creemos en la futilidad de la educación
Creemos en la aceptación voluntaria
de las consecuencias venéreas de nuestra pasión
Estamos en contra de la violación
siempre y cuando implique
la transmisión no aceptada de microbios ..............o de espermatozoides
Creemos en el agotamiento de los espectáculos
Proponemos dejar de pensar los viernes y sábados
Creemos que la religión es el opio...
Creemos que se deben liberar todas las drogas (incluyendo la religión)
Creemos en la cocaína como método anticonceptivo
Creemos en las mujeres sin adjetivos
Desconfiamos de feministas, monos, ecológicos, ene-fóbicos y
aficionados a la música de quena
Rechazamos lo políticamente correcto
Odiamos cualquier clase de sindicato
Odiamos más a los patrones
De esta manera, creemos en la dialéctica del trabajo
Creemos en la evolución
Desconfiamos de la idea de la auto-organización de la materia (simple
física)
De esa manera,
proponemos la necesidad de nuevos conceptos
Desconfiamos de las sociedades protectoras
en aquéllas devotas y seudo intelectuales
Ya en el poder, eliminaríamos a la policía
Mataríamos dos pájaros de un tiro
Viviríamos sin delincuentes y sin la necesidad
de pagar impuestos para mantenerlos
Odiamos a las concubinas que han dirigido los Pinos
Preferiríamos a....
un reaccionario (inclusive de izquierda)
que no fuera mandilón o retardado
Deseamos vomitar en el congreso
Queremos acabar con las declaraciones
Queremos vivir no más de lo planeado
Queremos un 5% de sinceridad antes que votos
Queremos proponer a la coherencia
Queremos jubilar a las televisoras
Sólo aceptamos el fervor en el anonimato
en la vida privada y el silencio
Queremos evitar el progreso
Queremos participar en nuestra condena
Queremos evitar una victoria
de la estupidez endémica y de los publicistas
Queremos que se nos permita
ser obesos, enfermos y desocupados
Queremos trabajar por nuestra agonía
Queremos, en fin
al océano como tumba de nuestras cenizas

PD: Muerto el perro......continuó la rabia

Febrero 13, 2010


Memorias de un alien en misiones

Nada es normal, excepto lo inanimado.


Carson McCullers

Se trata de Flavius Belisarius—---como parte de mi identificación en la


Tierra---, enviando mensaje a la estación: TcXk--33678, desde este
planeta llamado por ellos Tierra…y registrado por nosotros como -
252.5. Estoy ubicado de manera más precisa en las coordenadas
siguientes:

Departamento de Sexología Y Sexotismo


IRATS
Domicilio conocido del humano, ya registrado como el Alfil

Introducción

Fase III-3b2 de mis observaciones geo-etológicas.

Continuando la línea o temática que comencé hace tres mensajes previos,


sobre las convulsiones, dimes y diretes que han surgido en mi
circunscrito entorno, acerca de la normalidad y las desviaciones---sobre
el promedio--- de los mecanismos reproductores y de diversión---que
llaman sexos----entre los terrícolas.

Material y Métodos

Se ha conversado con la población---que parece que no habla de otra


cosa----, se ha revisado la literatura local, en particular una serie de
diccionarios así como páginas de Internet, con el premeditado objetivo de
enumerar y si es posible en un futuro, definir, toda la terminología
relacionada con los aspectos sexuales de esta graciosa humanidad,
sustentados en la idea de que si conoce uno las palabras del hombre,
tarde o temprano conocerá su comportamiento----- ¿será verdad?

Siendo yo como cualquier investigador, sexgado, esto es, sesgado por mi


sexo, equivalente yo, a lo que ellos denominan masculino heterosexual,
mi búsqueda y viaje hasta el fin de sus noches fue semejante a la que
hubiera practicado un hombre o macho de este planeta.
Para el método inverso, necesitarán enviar a un alien capacitado como
femenina, cuya carencia se comienza a notar también con otro tipo de
señaladores.

Resultados
Géneros y Especies

I .- Especies

Habiendo revisado la literatura, la Red y algunos comercios prototipo, he


encontrado que la variedad es legión y que los machos de este planeta
encuentran satisfacción en prácticamente cualquier ser animado o
inanimado, o fenómeno o escena que se presente ante sus ojos o su
tacto.
Existen, para comenzar, los strip-tease, los table-dance, los fajes, las
caricias, las escorts, las cortesanas, las call-girls y las ficheras, así como
una tradición ya casi en extinción, la venta de mujeres.
Presento en imágenes para la Central, las revistas y videos dedicados
únicamente a una porción de este macro universo sexual. Están aquéllos
donde su compromiso de atención, por ejemplo, se limita y especializa
en las tetas o senos (representación sexual de las glándulas mamarias y
su cubierta), o en otras alternativas como el cunilingus, el anilingus, las
felaciones (blow-jobs), el fingering y el fisting; están las relaciones con
supuestas amas de casa, con viejitas y seniles, obesas, asténicas,
negras, asiáticas, latinas (no de las mujeres originarias del Latium sino de
coordenadas ya registradas por nuestra Central), con hispanas (no de la
Hispania, sino de las mismas coordenadas que la anterior). Agrego
muestras en donde se anuncia---y ¿define?---las relaciones interraciales,
y en seguida a las luchadoras, participantes de sus famosas cat fights-----
mujeres combatiendo ya sea de manera simple (me refiero a su cuerpo) o
afinadas, aceitadas, o en el lodo, arcilla o algún tipo de humedecido
sedimento equivalente.
Abundan mmúltiples variedades en que las puniciones se mezclan con
las poluciones y el fenómeno del dolor o del ridículo, se utiliza como
detonante de sus excitaciones. Estos castigos pueden dramatizarse de
manera casi infantil en sus spankings (nalgadas), o de manera
supuestamente más madura, a través de diversos sometimientos
(bondage), ataduras, cadenas, contorsiones, iconos falsificados de
tormentos y de penas, tan fingidas éstas como cualquier orgasmo de una
profesional; sado-masoquismo purista así como sus divisiones y
alternativas más eficaces, preservando dentro de lo posible la salud, pero
sin ser necesariamente la prioridad.
Hay también ejemplos con las menores de edad---lograda la impresión,
habitualmente, con disfraces de las profesionales adultas---por lo menos
en las “fuentes legales” de dicha información. Se agregan fetichismos
que incluyen, además de un regreso al culto más simplista y primitivo por
los objetos materiales (totem sin tabú), la introducción de dedos, puños,
tacones, botas, juguetes, esferas, candelabros y cualquier ornamento---o
verdadera antigüedad--- que les plazca o se les ocurra. Puede, además,
aparecer en las páginas, aparadores, vitrinas y pantallas, la introducción
de aparatos sofisticados y difíciles en su diseño, logrados con
tecnologías innovadoras. No faltan los enemas, lavativas, y
procedimientos ambulatorios que para nosotros cuesta trabajo
diferenciar de sus actividades clínico-terapéuticas, habitualmente
combinados con dramas o sexo narraciones, en donde se presentan
escenarios de escuelas con niñas malcriadas, o aquellos sobre prisiones,
hospitales, consultorios, equipos clínicos y mecanizados para la
exploración del organismo, o donde aparecen como personajes actantes
alrededor de las divas-putas-y protagonistas, ejércitos apenas
identificados con las amazonas, infanterías, escenas bucólicas,
rancheras, aparición de mujeres obreras, brujas, vampiros, oscuras
dominantes en oficios sacerdotales, más lo que se acumule.
Viene luego el sexo mezclado con otras funciones corporales, en especial
con aquéllas relacionadas con los orificios naturales a cuya afición estos
tipos humanos comienzan desde la lactación y nunca vuelven a dejarlos.
Es significativo el bestialismo con múltiples especies y escondiéndose de
las sociedades protectoras de animales y que ciertas minorías todavía
condenan como degeneraciones, sin sospecha alguna de que
posiblemente de esos affaires desautorizados pero implícitos en la
evolución, es como casi todo ha surgido
No faltan las modelos no profesionales (amateurs)---que por supuesto, en
muchas ocasiones son profesionales y actúan(si así se le puede llamar
actuación), como si no lo fueran, debido a la pasión incontrolable que los
machos acusan por relacionarse y copular, con mujeres que simulen
estar ubicadas dentro de la esfera de la honestidad y del decoro.

II.- Géneros

En otras épocas hubiera comenzado mi informe con las observaciones


sobre los llamados straights o heterosexuales, hoy en decadencia y en
ocasiones perseguidos, por lo que se ocultan como paladines de
cualquier parafilia. Hoy, sin embargo, predominan los gays, las lesbianas
y sus particularidades o diversidades de fauna como son las tomboys, las
pinkies, y las dykes. Un poco menos frecuente encontramos la ocurrencia
de bisexuales. Hay dúos, tríos, estáticos, dinámicos, travestís y operados
completos o invertidos e incompletos hermafroditos y aquéllos en que
según los usuarios, son atractiv-oa-s por compartir propiedades de
sendos organismos. Hay también las drags, las ego distónicas, en
femmes, las fa’fafines y los ginemimetofílicos. Se agregan los
hipoxifílicos, los heteroaliados, klismafilias, y las sissies.
Se observan también orgías, tan frecuentes en la imaginación y tan
difíciles de organizar para estas especies, las cuales habitualmente
presentan taxonomías y clasificaciones numéricas difíciles de calcular
simplemente con los dedos (kinkies).
Resta, por último, el género de los videos snuff que amén de ser una
leyenda urbana, quedaría pendiente por verificar si ocurren de a de veras.
Tal parece, que ni en los peores momentos de dolor o inclusive en la
agonía, pueden los hombres alejarse o liberarse de sus instintos eróticos
y alguna vez reproductivos. Paradójico, pues resulta muy semejante a lo
que ocurre con el comportamiento de sus ratas, a las que han declarado
sus archi enemigas.
Conclusiones Parciales y Reflexiones

¿De qué se trata? O más bien dicho ¿De qué se ha tratado todo esto ---
desde que el humano es historia? ¿Se trata de su fisiología o de un
mecanismo compensador por la sobrepoblación?----como en sus ratas.
Lo que definitivamente es un hecho, es que junto con la llamada
globalización y época informática, todas sus colecciones de devaneos e
inclinaciones, preferencias y supuestas desviaciones, han dejado los
territorios de la discreción y la intimidad, y se han convertido en moneda
de intercambio.
No parece, sin embargo, como lo sugerirían los predicadores y agoreros
apocalípticos, de que Sodoma y Gomorra estén de regreso, en el
concepto simbólico de ciudades profesionales de pecado,
especializadas, enfocadas, dedicadas exclusivamente a los placeres y en
inminente destrucción punitiva.
En la mayoría de los participantes, la simpleza parece superar los
estigmas de la morbilidad y estos placeres representan una actividad
semi lúdica que no parece afectar su comportamiento fuera de esos
escenarios.
Asimismo, se da uno cuenta que el número de estas páginas webs---como
antes el de revistas, videos y tiendas o sex shops---es mayor al que
sugeriría una perversión en su definición epidemiológica.
Esa abundancia gaussiana pone en cuestionamiento los calificativos de
desviaciones, vicios, pecados, malhoras, deslices o alucinaciones,
aunque no resuelve las dudas sobre salud corporal, mental, ejercicio,
buena onda, amor, romance, erotismo, instintos, buenas maneras y
caballerosidad—----y menos su utilidad (teleología) para la reproducción.

No obstante, al comparar esta especie animal con las restantes del


planeta---excluidas las ratas-----que a su lado parecerían asexuadas o más
cercanas a las inmóviles plantas y vegetales----encuentra uno tan amplio
y barroco el espectro de posibilidades que termina uno confundido---ya
sea uno alienígena, ateo o deísta, o inclusive humano, como ellos me lo
confiesan---y acaba uno siempre preguntándose la eterna cuestión sobre
el sexo y el placer en estas extrañas e interesantes sociedades. ¿Dónde
está el límite? ¿Hasta dónde lo permitido, tolerado, aceptado, educado,
aconsejado, promovido o enseñado?
Y el número de preguntas se multiplica como los participantes de esas
orgías señaladas y como en esas mismas orgías---o sus videos—---
termina uno, repito, más que confundido, y si hemos venido a estudiar la
naturaleza humana, cada vez parece más imposible de lograr la proeza.

Ahora bien, convocando al objetivismo, a la sangre fría (como la nuestra),


al pensamiento más biológico (naturalista) que médico (muchas veces
represor), logra uno conclusiones, si no múltiples, definitivamente
importantes:
La especie humana tiene un super órgano sexual en la cabeza; lo demás,
incluyendo los caracteres sexuales secundarios, los dedos y la lengua,
parecerían ser simples ornamentos, destinados para completar esa
ficción, esa fantasía que se desarrolla en este clado, dentro de sus
propósitos o despropósitos de reproducirse.

Parecería por momentos, siguiendo esta línea biológica, que este Hommo
sexualis, luego y sólo mucho después sapiens, representa un conjunto de
mutaciones---posiblemente equivocadas o prematuras---en donde el sexo,
antes conceptualizado como su mecanismo de recambio y
enriquecimiento genético---ha logrado abortar su misión de supervivencia
de la especie, y se ha fusionado a los instintos y demonios de la sed y el
apetito, de la necesidad de respirar y mover periódicamente los intestinos
o frenar un ataque masivo sobre su entorno.

Por esto que leen, más lo que he enviado en los trece mensajes anteriores
sobre esta subdivisión de nuestros estudios en humanos, entenderán que
me ría, cuando algunos de estos humanos, siete veces siete menos
inteligentes que nosotros, hablan y juzgan y legislan y permiten y
castigan presumiendo que su ciencia ya es capaz de señalar y distinguir
la norma de las desviaciones.

¡Poor bastards! Si ni siquiera nosotros hemos avanzado.

Cierro mensaje
Switch-Off
Flavius on guard

c.c.p. el Alfil. Colega en algunas investigaciones incluyendo ésta---y que


por supuesto, como en el espionaje, el Alfil se irresponsabiliza y negará
estar participando si lo sorprenden con las manos en la masa o en las
teclas…………., o en unas tetas.

Julio 31, 202

RATOPIA 1.34

SI.........

Si stuart little resultara no ser un ratón sino una rata


Si las ratas terminaran siendo únicamente seres trasgénicos de nuestros
deseos.
Si nuestro genoma es casi igual al de la mosca.
Si el genoma de la mosca es casi lo mismo que una rata.
Si para ser ratas nos falta solamente un poco de aseo.
Si el universo es únicamente el viaje de un electrón hacia la antimateria.
Si las hamburguesas McDonalds estuvieran hechas de...
Si las ratas tuvieran derecho a veto en el laboratorio.
Si los beatos mártires de Cajonos hubieran sido agentes de la CIA.
Si quienes me persiguen no adquirieran lepra, dengue ni artritis
reumatoide (comorbidity).
Si las estructuras disipativas fueran iconos de la mercadotecnia.
Si J, uno de los cuatro escritores de la Biblia resultara haber sido una
mujer.
Si ya supimos que Graham Bell no inventó el teléfono.
Si se pudo robar la idea y la gloria a su anónimo creador.
Si el peor genocidio del siglo pasado fue hecho a negros y por negros.
Si como Britney Spears, el Papa cancelara su espectáculo.
Si el motor de la actividad de Wall Street es la virtud de la confianza.
Si los motores de la actividad de las Iglesias son su fe y esperanza en
Wall Street.
Si de veras existe el Secret Team de la Unión Americana.
Si recientemente grupos de homosexuales están saliendo del closet,
confesando avergonzados una vida con mujeres a escondidas de la
gente.
Si el placer se explicara simplemente por la dopamina.
Si el cáncer fuera un grupo de mutaciones fracasadas, con el objeto de
salir del subdesarrollo (Homo sapiens sapiens).
Si el unicornio resultara ser simplemente un rinoceronte.
Si los efectos más tóxicos de los alucinógenos fueran revelarnos
imágenes del Congreso trabajando.
Si los huevos libres de colesterol producen impotencia.
Si además, la disfunción eréctil está asociada al neoliberalismo.
Si éste a su vez es un side effect de nuestro optimismo.
Si del grunch se derivara una nueva música sinfónica.
Si la epilepsia generada por los videojuegos no fuera reconocida por la
FDA.
Si la reciente epidemia de pedofilia estuviera asociada a partículas
ultrafiltrables (4.32 nanómetros) resistentes a la luz ultravioleta.
Si la invención de rezar el rosario la hubiera hecho un rapero contratado
por los Dominicos.
Si nuestras ideas intelectuales devienen cada vez más frecuentemente en
experimentos con las ratas.
Si las ratas se agotaran.
Si las ideas se quedaran volando sin asiento.
Y como retrovirus se metieran a la imaginación de la casa vecina.
Si los cadáveres de las ratas que he operado
resucitaran de entre las muertas hoy en la noche.
Si sin darme cuenta un asesor de imagen controlara mi conciencia.
Si Dios resultase ser un terrorista,
Y nosotros humanos, sus bombas de tiempo
y las ratas....¿las ratas?
las ratas, sí, ....sus amenazas de peluche.

Si todo esto es o fuera posible......

...que tan sólo tengamos o tuviéramos la decencia para aceptarlo y arrojar


nuestra personalidad a una de las cloacas que nos ofrece el Universo(I
wish).

PENSAMIENTO DE LA SEMANA:

La caRATula de la coladera
es la cara de una amiga impuntual
(¿podría dejar de pensar en ella?)

Septiembre 4, 2002

RATo non sanctus

Texto enviado por nuestra coRATponsal en Roma y Ciudad del


Vaticano...cuando todavía teníamos una enviada en dicho sitio, cuando
había aún moral y financiamiento.

La noche del 15 de Noviembre de 1983, Don Carolino Vergara, alias Karol


Wojtyla, alias J.P.II, salió de Ciudad del Vaticano y acompañado de una
escolta de dos guardias suizos, cinco agentes de la policía italiana y del
cardenal Poggi, se dirigió en un auto blindado a la cárcel de alta
seguridad en las afueras de Roma. Iba, según dirían los informes de
prensa posteriores y las fotos (by all means), a tener una entrevista con
Mehmet Ali Agca, y el motivo de dicho encuentro era perdonar al
susodicho turco por, dos años antes, el 13 de Mayo de 1981, haber
intentado asesinarlo-- con bastante poco éxito si tomamos en cuenta la
trayectoria y riesgo médico quirúrgico de los tres proyectiles* de 9 mm
que dicho infiel le alcanzó a propinar, así como por los 21 años de
sobrevida posoperatoria al intento de homicidio (más los que se
acumulen).
Con las medidas extremas de seguridad ya señaladas, (y la prensa), Don
Carolino atravesó las rejas principales y sin distraerse bendiciendo a los
demás prisioneros (cosa que hubiera hecho, por ejemplo, Juan XXIII)
se dirigió a la celda del otomano islamita ya mundialmente
conocido.
Agca lo esperaba y al llegar su señoría (y la prensa), a pesar de sus años
de entrenamiento en campos de terrorismo cerca de Teherán y sus
creencias seudomudéjares profundamente enraizadas, no pudo evitar
arrodillarse y besar el anillo de Don Carolino (Where have I seen that
nightmare?)
Aunque ya podía para ese entonces hablar un italiano más que regular,
después de dos años de oscuridad y de las torturas sicológicas (just
that?) propias de cualquier confinamiento en una prisión de alta
seguridad, lejos de su país (léase, desierto), esta adaptación a los
cánones socioculturales occidentales (y sobre todo los italianos)no
explicarían tal grado de sumisión y amnesia de acuerdo al método con
que los Ayatolas lo entrenaron.
Independientemente de explicaciones, hipótesis o justificaciones
sicológico-geográficas, los dos sujetos conversaron por espacio de 20
minutos, al final de los cuales Don Carolino se levantó y con una sonrisa
no explicable por su divina embajada en nuestro planeta, bendijo a su
incompetente victimario antes de abandonar la prisión.
Pocos sabrían que esa sonrisa no guardaba ninguna relación con el acto
de perdón recomendado por su religión en estos casos y en violencias
semejantes, sino que simplemente reflejaban la satisfacción de dicho
vicario, al escuchar en boca del prisionero, la información necesaria para
verificar, aquello que 24 horas antes le había dado la agencia de
Inteligencia del Pueblo Escogido y que se le enviara a través del mismo
Cardenal Poggi.
Esa información era la respuesta a su obsesiva y quizás morbosa
curiosidad por saber quién lo había mandado asesinar.

Amén de haberse fingido para la prensa un perdón que no sabemos si


alguna vez también existió en su corazón, y de que el verdadero motivo
era más humano que divino, esa terrena curiosidad por saber quién
demonios quiso y quiere que uno se muera, es algo que todos y ratas
sabremos perdonar; aún aquellos que desconfiamos de intermediarios
con los dioses,...aún aquellos que desconfiamos de los mismos dioses.

*Nota.
1° Proyectil: atravesó estómago, intestino delgado, colon transverso,
sigmoides y provocó una laceración del mesenterio. Cierre primario de
estómago, resección intestinal (9 cm), cierre de perforación de sigmoides
y colostomía en asa en el sitio del transverso perforado.

2° Proyectil: atravesó la mano derecha con fractura de huesos del carpo y


lesión del flexor corto del pulgar. Se desconoce la técnica quirúrgica del
cirujano de mano pero la cicatriz no se le nota cuando amenaza
bendecirnos.
Seis horas de tiempo quirúrgico.
Se desconoce el esquema de antibióticos posoperatorios pero de acuerdo
a la moda de las unidades de cuidados intensivos de aquella época,
suponemos que pudo ser clinda-genta más penicilina sódica, si Don
Carolino no era alérgico.

La sotana blanca agujerada y manchada de sangre (AB rH+) no se pudo


arreglar.

Se agradece la información de nuestra coRATponsal en el Hospital


Gemelli de Roma.

f (CB) Alfil

Memorias del Alfil: Una vida entre


Ratas

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