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El mundo ha convenido en llamar bello a este arte, en el cual la forma exterior armoniza con la
voluntad interna, con la idea.
La cultura griega que dio origen a la FILOSOFÍA debe haber tenido un fondo racial complejo.
Influencias de todo el mundo convergen en Grecia. Se distinguen 6 períodos culturales, cada uno
distinto y coadyuvante en la formación del siguiente.
+ 7000-2000 A.C. Contemporáneo a período predinástico de Egipto. Cultura griega inicial, llamada
de las Islas o de los CICLADAS.
+1500-1000 A.C. Época MICENICA a Edad HOMERICA con influencias de invasores nórdicos, razas
celto-germánicas.
+1500-1000 A.C. Época MICENICA a Edad HOMERICA con influencias de invasores nórdicos, razas
celto-germánicas.
CARACTERES GENERALES.
El arte griego es considerado como la expresión perfecta de la forma bella. Se distingue por la
medida, la armonía, su lógica, por el fin del detalle, por su unidad. El arte griego es único, con una
maestría absoluta, los arquitectos griegos subordinaron los detalles a las masas; aliaron
íntimamente la escultura con la arquitectura. El arte griego es racional, lógico, por eso es que
concuerdan la estructura con la forma.
Micenas poseía una espléndida situación natural, que la hacía prácticamente inexpugnable. El valle
del Inacos, al mismo pie de la ciudad, era encrucijada de caminos.
Todo ello explica la hegemonía de Micenas sobre la Argólida. Gruesas murallas coronaban la
acrópolis, donde vivía el rey, su corte y los obreros, mercaderes y artesanos que facilitaban la vida
de los príncipes.
La ciudad no amurallada, habitada por el pueblo, se extendía en el declive de la colina.
Entre las numerosas ciudades-estado fundadas por los Helenos (que agrupaban aqueos, eolios,
dorios y jonios europeos), Atenas adquirió una marcada preponderancia. Fue destruída varias
veces y resurgió cada vez para vivir épocas brillantes.
El perímetro de la ciudad alcanzaba no menos de 200 estadios (85 kilómetros) y tenía una vida
dinámica debida al comercio.
El Dipilón, entrada principal de la ciudad, estaba situado en el barrio del Cerámico, en el punto en
que terminaban las vías más importantes: la de La Academia, la de Pireo y la de Eleusis, la famosa
vía Sacra. La puerta principal recibe diversos nombres: Puerta del Cerámico, Dipilón, Thriasia. No
lejos de ella, se encontraba la puerta sacra.
Entre la puerta sacra y el dipilón se erigía el Pompeion, en el cual tenían lugar los preparativos de
las grandes fiestas Eleusinas y Panateneas. Los atenienses no se preocuparon de fortificar la ciudad
y sus puertas; pero después de sus victorias sobre los persas pusieron en vigor un amplio
programa de construcción urbana, con el que dio comienzo la reconstrucción de los templos y
edificios públicos, realizada sobre todo en la época de Pericles.
Sobre la Acrópolis se construyeron, en sustitución de los destruidos por los persas, magníficos
templos que inmortalizaron aquel período con la perfección de su arte arquitectónico y con su
incomparable decoración escultórica.
El nuevo templo consagrado a Atenea Partenia, el PARTENÓN, se elevaba en el punto más alto de
la Acrópolis y podía verse desde cualquier parte de la ciudad. El templo de Atenas Poliade fue
demolido y en su lugar Carícrates construyó el ERECTEON. Hnesicles edificó nuevos PROPILEOS
(Propileo: vestíbulo de templo o palacio), pero siguiendo un eje distinto, impuesto por el nuevo
plano y por el deseo de producir en el visitante, una fuerte impresión mediante la proyección
directa de la colosal estatua de la Promacoa y por templos que la flanqueaban.
El período más brillante de Atenas es el comprendido entre el siglo V y el siglo II A.C. Estos 300
años bastaron a Atenas para convertirse en el faro que ha iluminado todas las manifestaciones de
la humanidad entera.
EL AGORA
Literalmente significa “lugar de reunión”; era el corazón y el centro de la vida social de Atenas,
como de cualquier otra ciudad-estado griega, y en ella se concentraban todos los organismos de la
administración pública y judicial.
Era un espacio de forma irregular, suavemente inclinado, con desagüe natural, adecuado para las
construcciones, próximo al centro de la zona habitada y convenientemente situado sobre la calle
más importante que iba de la puerta principal a la Acrópolis.
Entre las construcciones civiles que circundaban la plaza surgían numerosos templos y altares. En
la parte occidental del Ágora se levantaron los principales edificios administrativos y entre ellos: El
Buleuterio, La Tholos, el Metroo y la Estos Real. Dominaban la plaza, desde la cima de una colina al
templo marmóreo de Hefestos y Atenas y el Hefesteion (llamado también Teseon). Al Sur, se
encontraba el gimnasio de Tolomeo. Este, surge el grandioso pórtico en doble planta erigido por
Atalo II. En la parte norte no se ha excavado todavía.
La espaciosa plaza estaba llena de monumentos, templos y altares. El más importante de los
altares es el de los Doce Dioses. El recinto era un lugar de refugio, un asilo. A causa de su
prominencia y de su posición central se utilizaba como punto de partida para medir las distancias
de Atenas a los demás centros. A diferencia del Foro Romano, el Ágora nunca estuvo pavimentada.
Los caminos más importantes aparecían cubiertos de grava.
El grupo de construcciones que rodea el Ágora muestra una interesante variedad de períodos,
evoluciones y órdenes arquitectónicos.
Un elementos casi indispensable de una ciudad helenística era el buleuterion, o palacio del
Consejo municipal. Muchas ciudades de Asia gozaban de tal autonomía, que necesitaban de este
edificio, en donde se reunía el minúsculo senado. El único edificio de este género que conocemos
de un modo perfecto es el de Mileto, excavado también por el Museo de Berlín. El ingreso es un
pórtico a modo de propileos, con cuatro columnas en la fachada, que conduce a un patio
cuadrado, también porticado. En este patio hay una ara, que debía de ser altar o sepulcro de un
ciudadano insigne (todavía un heroón), y en el fondo se hallan las dependencias destinadas a
administración y la sala de reuniones.
A veces se utilizaba para la reunión del consejo municipal, el propio teatro, como sucedía en
Priene. El teatro nunca faltaba en una ciudad helenística; hasta las pequeñas ciudades de
frontera , en pleno desierto, lo tuvieron. Dos cosas lo distinguen del antiguo teatro griego: sus
dimensiones, cada vez mayores, y la escena, asimismo más grande y más lujosa. En esta época el
número de actores aumentó de continuo, se necesitó una escena capaz para las representaciones
de gran espectáculo. De aquí, esas grandes escenas decoradas con columnas que tienen a veces la
importancia de un monumento. La decoración de la escena fue siempre aumentando, hasta llegar
a ser verdaderamente fastuosa en la época romana. A cada lado de la escena se halla la doble
puerta por donde entraban los actores y el coro.
En el teatro de Epidauro llama la atención el círculo que hay marcado en el suelo, el cual
reproduce el trazado de la planta de un teatro griego tal como indica Vitruvio, esto es, con la
escena situada en una tangente a la circunferencia que forman las gradas inferiores. En la época
romana, el espacio para el coro quedó reducido a un mínimo, ya que la “nueva comedia” no
necesitaba coro; el comentario a la acción eran los monólogos de personajes secundarios, como el
gracioso del teatro español del siglo de oro. Lo que convenía, pues, más que una ancha platea, que
debía quedar vacía, era un elevado tornavoz en la escena.
PROPORCIONES GRIEGAS
El Canon. Las dimensiones de un templo griego son calculadas con una medida tomada del edificio
mismo, eta medida es en general el semidiámetro o radio de la columna llamada MÓDULO.
Los arquitectos calculaban todos los elementos de estructura tomando como base el módulo. Por
ejemplo, el orden dórico tiene (en las columnas) de 10 a 12 módulos de altura; el entablamento, 4
½ a 5 módulos: estas medidas no eran rígidas, había cierta elasticidad. El arte griego estaba
sometido a un canon.
LA CONSTRUCCION
Los griegos no utilizaban mortero. Todas las piedras eran talladas y esculpidas. Las columnas eran
formadas con tambores colocados uno sobre otro, con tanta perfección que las uniones entre
ellos no eras visibles. En lo que atañe a la construcción, los griegos admitieron solamente los
procedimientos simples, es decir, aquellos que mejor se prestan a las expresiones francas y claras.
El arte helénico olvida el principio de la cúpula, excluye la bóveda y se limita, casi sin reserva, a las
combinaciones trilíticas y adopta la techumbre a dos aguas.
SURGIMIENTO DE LA POLIS
El factor geográfico (suelo, clima formación geológica, vegetación, etc.), la matriz regional integral
conforma las actividades económicas y la visión general de la vida de los pueblos de la . Al pasar
de los valles fluviales, donde surgieron las primeras ciudades, a las rocosas islas del Mar Egeo y los
macisos montañosos de la Península de los Balkanes, el cambio en ambiente es lo más
impresionante.
En las comunidades del Egeo, las condiciones naturales son contrastantes, hay gran variedad de
clima y vegetación. El tipo de agricultura que se desarrolló (aceitunas, nueces, frutas, pesca),
permitió a estos pueblos mayor tiempo libre para actividades recreativas, espirituales e
intelectuales, en una vida colectiva que estimuló el desarrollo del arte y filosofía.
El tipo de terreno propició el aislamiento en pequeñas aldeas y en su mayor parte sin necesidad de
fortificación para su defensa. El patrón común es un baluarte natural, con pendientes abruptas,
rodeado de un grupo de aldeas donde hay una fuente, bajo la protección de un dios y por tanto,
un santuario.
Las masas de piedra caliza de los Balkanes ofreció un material de construcción admirable (el
mármol), piedra no muy dura para trabajarla ni muy suave para no perdurar.
La ciudad griega es básicamente una unión de aldeas, por adhesión democrática o por la fuerza. La
ciudad y el campo forman una ciudad, una forma de vida compatible. Esta cercanía a lo rural
explica las primitivas facilidades residenciales que caracterizan a la ciudad griega. La vivienda era
de construcción sencilla y endeble, no desarrollaron (inexplicablemente) sistemas de agua potable
y de alcantarillados.
La ciudad griega, como un ente cultural, alcanzó su madurez en el siglo V. Sobre su herencia doble,
el baluarte micénico y la aldea de la montaña, se integraron otras instituciones, más universales,
más espontáneas. Sus componentes están representados u originados en los centros de Olimpia,
Delfos y Cos y son los que distinguen la ciudad griega de las precedentes. Estos lugares
proporcionaron corrientes de intercambio cultural equivalente a las originadas por el comercio en
otras ciudades y abrieron nuevos horizontes.
Olimpia: Representa la expresión física activa, por medio del juego disciplinado, del espíritu
humano. Los juegos olímpicos se fundaron en 776 A.C. y continuaron por casi mil años. El principal
mérito de estos juegos fue el establecimiento, cada cuatro años, de un estado de paz y seguridad
bajo la protección de Zeus. De acuerdo al espíritu. Las actividades intelectuales estimuladas por el
intercambio personal, fueron origen de instituciones culturales como el liceo y la academia.
Cos: Representa un nuevo concepto de salud. Era un sanatorio, hospital, centro de investigación
médica, en un ambiente de calma y reclusión, de dedicación interna, destacando las propiedades
curativas de la belleza, el espacio y el orden. Ubicado en una isla pequeña con un paisaje noble,
liberados del desorden, ruido y olores de la ciudad de los estados de Hipócrates resultaron
orientaciones para la construcción de viviendas y el trazado de ciudades que no se aplicaron
inmediatamente sino después y generalizados por los romanos.
El intercambio y apertura mental que se desarrolló en los constantes viajes a estos lugares dio
origen a una nueva concepción urbana basada en la organización federada de todos los pueblos
del mundo helénico, que fue el marco del gran desarrollo cultural del pueblo griego.
El Templo: Como la casa del dios de la ciudad, el templo tomó la forma de la mansión palaciega
tradicional, un gran salón, con una antesala y un pórtico frontal. (una construcción tipo galera, con
techo a dos aguas cuyos elementos originales se traducen en mármol).
El templo era tan grande para albergar buena parte de la población (como sucedió en la iglesia
cristiana de la edad media); este no era su propósito. Las principales ceremonias y ritos eran
ejecutados al exterior, dentro del recinto sagrado, en la Acrópolis.
EL MEGARÓN PRE-HELÉNICO
Sufrió grandes transformaciones. Pero siguió conservando su cella o naos; así como la antesala o
pronaos; luego apareció una cámara que se hallaba detrás de la cella y se designaba como
Opistódomos. Por último, el megarón se englobaba dentro de un palacio, y no tenía más que una
fachada que daba al patio. Pero cuando quedaba aislado se decoraba con otra hilera de columnas
detrás del edificio, y hasta con un pórtico o galería cubierta que daba la vuelta a las cuatro
fachadas.
Las sucesivas fases del templo griego son el resultado de una evolución natural.
El megarón primitivo (1) se convierte en la cella de Illisus, (2) abrigado por un pórtico de 4
columnas. Más tarde se alarga la cella: templos de Assos y Selinonte (3 y 4) y nace en torno a ella
una columnata
La vida se hace más compleja y el templo refleja esa complejidad. La cella se divide 3 naves (5)
templo de Hera en Olimpia.
I. GENERALIDADES
Aun cuando el contacto con las civilizaciones anteriores haya suavizado su rudeza nativa, los
dorios conservarán instintos relacionados con sus orígenes, necesitando un acento más varonil y
expresiones más firmes colocarán su ideal en una arquitectura que desdeña las fáciles seducciones
del ornamento y que tiende ante todo a la severa belleza de sus líneas.
A esta infusión de la sangre dórica en Grecia, el arte deberá el más brillante de los renacimientos.
Para responder a las aspiraciones de fuerte raza doria, el arte concebirá tipos nuevos, más simples
y abstractos, y las mismas ordenaciones ganarán, en manos de sus nuevos intérpretes la exquisita
medida y la armoniosa calma que el genio asiático, librado a su exclusiva inspiración, no hubiese
podido imprimirlas.
Una prosperidad colonial sin precedentes multiplica los centros de actividad. El despertar se
manifiesta a la vez en todos los planos, y la institución de las asambleas de Olimpia, al establecer
un lazo entre los miembros de la familia griega, promueve la unidad en la obra colectiva del
helenismo.
Existe en adelante una nación donde se asocian sin confundirse, el genio de los dorios y las
tradiciones jónicas; el arte consagra la civilización que acaba de nacer y se erige en su símbolo.
Desde sus comienzos hasta su ocaso, este arte ha de conservar la imprenta del dualismo jónico-
dorio del que sugiere el pueblo griego.
Sus expresiones se resumen en dos tipos generales u órdenes: uno de los cuales conserva el
nombre de JONICO, y reproduce, depurándolas, las formas importadas por los fenicios derivando
en líneas rectas. El segundo orden, DÓRICO, toma el nombre de los conquistadores dorios y marca
el primer esfuerzo para liberarse de las influencias asiáticas.
El estudio de los órdenes constituirá la parte principal de la historia del arte griego.
TEMPLOS. Los templos se componen de una sala rectangular llamada naos o cells, precedida de un
vestíbulo (prenaos). Atrás, estaba la sala del tesoro (opistodomo). La naos y el tesoro estaban
rodeados de columnas y muros.
Distilo…………………………………..de 2 columnas
Tetrástilo……………………………..de 4 columnas
Perípteros: son los que están rodeados de columnas (en los 4 lados)
Para que se pueda hablar de órdenes es necesario que los elementos sustentantes tengan una
forma especial, que es, según este caso, la forma de columna o la de pilastra, y que el elemento
sustentado presente las características decorativas además de las constructivas, por las cuales
tomó el nombre de entablamento.
Los órdenes se caracterizan por la disposición y proporción de las columnas, base y capiteles que
sostienen un entablamento.
1) De forma
2) De proporción
3) De Distribución