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El documento discute el ecumenismo y argumenta que, aunque la unidad entre cristianos parece buena, la Biblia prohíbe la unión con aquellos que practican la idolatría o niegan la divinidad de Jesús. Mientras pequeñas diferencias doctrinales entre grupos cristianos no son problemas, aquellos fuera de Cristo no deben ser considerados hermanos. El ecumenismo iniciado por la Iglesia Católica busca una unidad religiosa mundial que entregará el control al Anticristo, por lo que los cristian
El documento discute el ecumenismo y argumenta que, aunque la unidad entre cristianos parece buena, la Biblia prohíbe la unión con aquellos que practican la idolatría o niegan la divinidad de Jesús. Mientras pequeñas diferencias doctrinales entre grupos cristianos no son problemas, aquellos fuera de Cristo no deben ser considerados hermanos. El ecumenismo iniciado por la Iglesia Católica busca una unidad religiosa mundial que entregará el control al Anticristo, por lo que los cristian
El documento discute el ecumenismo y argumenta que, aunque la unidad entre cristianos parece buena, la Biblia prohíbe la unión con aquellos que practican la idolatría o niegan la divinidad de Jesús. Mientras pequeñas diferencias doctrinales entre grupos cristianos no son problemas, aquellos fuera de Cristo no deben ser considerados hermanos. El ecumenismo iniciado por la Iglesia Católica busca una unidad religiosa mundial que entregará el control al Anticristo, por lo que los cristian
El propósito del ecumenismo es juntar a todas las religiones bajo un común
acuerdo y llamarse como hermanos, compartir juntos y llegar a ciertas uniones
teológicas entre todos los grupos. Y el propósito de este parece muy bonito y cristiano y hay de hecho cientos de pastores evangélicos en todo el mundo que ya han hecho alianza con el Vaticano entre otros, bajo el lema de que Jesús quiere que seamos uno solo en unidad, pero ¿Será esto correcto ante los patrones establecidos por Dios en su palabra? ¿debemos juntarnos con los católicos y otras religiones tolerando así su teología? ¿qué dice la Biblia acerca del ecumenismo? En el evangelio de Juan quedó registrada una hermosa oración que hizo Jesús a su padre con el deseo de que los cristianos fuéramos uno en unidad, pero es importante resaltar que Jesús está hablando acerca de aquellos discípulos suyos que estaban en el camino y fe correcta. Dentro del mundo evangélico hay muchos grupos cristianos que tenemos pequeñas diferencias como por ejemplo; unos creen que no debemos levantar las manos para cantar a Dios y otros se mueven más exclusivamente al cantar, otros creen que debemos hablar en lenguas celestiales y usar los dones, pero otros no disfrutan de ellos pues piensan que tal vez fueron para una época en específica solamente, unos creen que debemos vivir en pobreza para agradar a Dios y otros creen que la pobreza es una maldición, pero al final son pequeñas diferencias que por lo general no interfieren con la salvación, ni con la fe qué tenemos en común. Nosotros los cristianos creemos en la Trinidad de Dios, la fe en Jesús como señor y Salvador y que tenemos una buena base teológica de doctrina, somos parte de un mismo cuerpo y al final si todos servimos en santidad delante de Dios estaremos un día juntos en el cielo. Pero fuera de este cuerpo de cristianos verdaderos existen sectas o religiones que confiesan ser nuestros hermanos, pero abrazan prácticas idólatras, por ejemplo; cuando la Biblia dice muy claro que los idólatras que se hacen imágenes y se postran ante ellas no irán al cielo sino al lago de fuego. También hay otros grupos que no creen que Jesús no es divino o que sea Dios, en otras palabras, niegan la base misma del Evangelio que es la proclamación de que Jesús es nuestro Dios, señor y Salvador. Estas diferencias si son pecados que alejan a las personas del cielo y por lo tanto los hacen no salvos, por lo que no son nuestros hermanos pues están todavía bajo pecado. Pablo ordenó en 1 corintios 5:11 “No os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”. Y también Juan dijo: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al padre y al hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! porque el que le dice ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 juan 1:9-11) A los cristianos Dios nos tiene prohibido sentarnos con los incrédulos para pasarle las manos sus pecados y tolerarles su falsa fe, pues haciendo esto participamos de sus malas obras. 2 corintios 6:14-16 dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente.” Este versículo lo aplicamos principalmente al tema del matrimonio obviamente pero también tiene mucho que ver en la relación del cristiano con los incrédulos y aquellos que se han apartado definitivamente de la fe. El ecumenismo fue iniciado principalmente por la Iglesia católica, diciendo que desea recoger a los cristianos dispersos en el mundo, pero yo no he visto a ninguno de los pastores que han ido ahí predicar un mensaje correcto de arrepentimiento sino solamente sonreír y besar la mano a un hombre tan común como cualquiera de nosotros, y de lo que casi nadie sabe es que uno de los propósitos ocultos de este movimiento ecuménico es crear la unidad de religiones para al final entregar el gobierno del mundo al anticristo. Por eso estamos viendo que el mundo está buscando la unidad para la “paz y seguridad”, no solo en la política sino ahora también en la religión. Hay un dicho que dice “todos los caminos conducen a Roma” seguramente lo has escuchado muchas veces pero sabes algo, para llegar al cielo no es así, para llegar a Dios tiene que ser bajo una sola fe, en una sola persona, en Jesucristo como señor y salvador y viviendo una vida en santidad conforme a los patrones establecidos por Dios en su palabra porque “al señor tu Dios adorarás y a él solo servirás” (Mateo 4:10).