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WANI por Edmundo Gordon Gitt de opresion. Una de las caracteristicas mas notorias de las sociedades del he- misferio occidental es la natura- leza heterogénea de sus pobla- ciones. Este es el resultado de la penetracion y desarrollo del capi- talismo en el nuevo mundo apar- Explotacion de clase, opresion étnica, y la lucha simultanea Examinamos de manera preliminar la interrelacion entre estas dos formas de opresion y la importancia estratégica de una lucha simultanea contra ambas. Ofrecemos también hipotesis respecto a los problemas estructurales que inhiben fa lucha simultanea. En la actualidad estamos aplicando algunas de estas hipotesis en la Nicaragua revolucionaria en nuestra lucha contra todas las formas tir del siglo XV. De Europa vi- | taci6n subsecuente de trabajado- nieron los que se apropiaron de los recursos de la tierra y mata- ron a muchos de los habitantes indigenas, sometiendo a los po- cos que sobrevivieron al trabajo forzado. La busqueda y trasplan- res de todo el mundo al area re- sult6 en ta presencia de habi tes originarios de Africa, As la India del Este en el hemi La mezcla através de los siglos ha creado una variedad de otros in Sophie a6 WANI grupos tales como los “mestizos” en América Latina y los habitan- tes “de color” en el Caribe de ha- bia inglesa En casi todas las sociedades del hemisferio occidental, estas diferentes agrupaciones étnicas fueron ordenadas jerdrquica- mente de acuerdo a su insercién en Ia estructura de clases colo- nial. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la posicidn de tos negros en los niveles inferiorés de la es- tructura social contemporanea de esta naciGn es directamente atribuible a su inserci6n como es- clavos dentro de la economia co- Tonial de plantacién. Lo que ha emergido de este proceso es un sistema capitalista desarrollado basado en la explotacién de las clases populares de la regin (obreros y campesinos) como un todo y la superexplotacién y ‘opresion de grupos étnicos, ra- ciales y nacionales dentro de es- tas clases. Explotacién clasista, opresién étnica y sus interrelaciones La explotacién de clase es el anillo de hierro del capitalismo y la base ‘Momento Histérico No.1 Transformacién Puede inclirprejucio étnico Se reproduce el prejuicio Institucionalizacién del Sereproducee! Se mantione et complejo do ‘en el nivel ideotogico. {sentido comun. ‘complejo de opresidn étnica. complejo de ‘opresién étrica, A Ke Infeaestructura Intraestructura > nraestructura Base clasista de la opresion Bases originales dela étnica, ‘opresin étnica cambiadas. 1) La auperestructura esta constituids por: 2) La intraestructura esté constituida por: 8) iecogiayestuctrasideotigcas seni comin) 8) relaones oe procucin(nsttucenas exotics, 0) sacedad civil (nsttucones cute, insttucones educates frat ‘uias sodas, €} imsttuciones socio polis (estado, ec.) para todas las formas de opresion econdmica, politica y social. (Por explotacién de clase queremos de- ir la apropiacién de los beneficios por parte de los capitalistas de la venta de mercancias producidas por los trabajadores. Los capitalistas reinvierten parte de estos bene- ficios, usando el resto para su pro- pio enriquecimiento personal en vez, del mejoramiento de la vida de los trabajadores.) Puesto que el capitalismo es en Ia actualidad un sistema mundial, se deduce gue las clases populares estén oprimidas por él en todas partes. Sin embargo, hay también otras formas de opresién que se ejer- cen al mismo tiempo, una de las mas importantes es la que experi- mentan los grupos étnicos domi- nados. Como mencionamos antes, cada complejo de opresisn étnica tiene sus rafces hist6ricas en con- tradicciones de clase especificas a las formaciones sociales en las que aparece. La asociacién de di ferentes grupos étnicos con posi- ciones particulares en la estructu- ra de clases, y el desarrollo con- comitante de actitudes racistas se han convertido en la base de la perpetuaci6n de la posicién de clase y ta opresiGn de los miem- bros de estos grupos. A través del tiempo, estas actitudes racistas fueron incorpo- radas en la ideologia dominante © sentido comiin de ciertas for- maciones sociales, e institu nalizadas en sus sociedades civi- les ¢ instituciones sociales (es decir, en su superestructura), Como una parte integral de la su- perestructura de la sociedad, la ‘opresién étnica se vuelve even- tualmente independiente de ta infraestructura 0 contradicciones de clase que originalmente ta El requisito principal para perte- Recer a una w otra de estas agrupationes. «la auto-aseripeidn y/o laascripeién ata agtupacién por miembros de fas otras aprupaciones. Caracteristicas comunes dd tal grupo podrian incluir idioma, fe- notipo, cultura, supuesto origen geneti- ‘co, patentesco, antecedentes histdricos, hherencia ancestral, organizacion social, yy ser miembro de tna particular unidad gcogralica, cacional, 0 regional. Estas grupaciones, aunque son & veces indi tinguibles, son Hamadas étnicas, racia- les, o nacionales, de acuerdo a cusles de fas earacteristcas anteriores se conside- ran los indices mas sobresalientes de la identidad del grupo en cuestion. Para nuestros propositos, las distinciones en estructura, contenido, y comportamien- toentre lostress consideran no signifi- cativos. Los ilamaremos colectivamente Momento Histérico No.2 Transformacién Momento Histérico No. 3 Superestructura —————> Superestructura > Superestructura ) fueras productvas. _BTUPOS Stnicos. Sao Entonces, mientras la in- fraestructura de la formacién so- cial y las especificidades de la explotacién de clase mantienen su papel en la determinacién de la estructura y el contenido de la opresion étnica a través del tiempo, la superestructura y su ‘complejo racista incorporade tie- nen un papel igualmente impor- tante en su propia reproduc- ion. Ademas, todos los niveles de esta superestructura (inclu- yendo su complejo racista incor- porado) tienen un continuo efec- to retroalimentador en la infraes- tructura y por consiguiente en la naturaleza de la explotacion de clase. El resultado concreto de es- te proceso es que los miembros del grupo étnico dominante, so- meten a los demas a varios de opresién mas alld del que de- berfa corresponder a su posicién de clase particular. En términos econdmicos, los miembros de los grupos subordinados tienden a ser relegados a posiciones de su- perexplotaci6n en relacién a los trabajadores del grupo dominan- te. Se les asigna generalmente los niveles mas bajos de la fuerza de trabajo, reciben pocas oportu- nidades de mejorar su estatus y frecuentemente reciben salarios inferiores por ef mismo trabajo que los trabajadores del grupo dominante, Los grupos subordi- nados son marginados politica y socialmente. Los esfuerzos para crear sus propias instituciones politicas y culturales son frecuen: temente combatidos. Sobre la base de este andlisis resulta que la eliminaci6n de la explotacion clasista no significa automdticamente la eliminacion de la opresién étnica. Aunque cl componente de clase de la opre- sion étnica puede ser eliminado, las formaciones superestructura les de las que éste es parte pue- den no ser alteradas. Esto pare- ceria indicar que diferentes and- lisis, técticas, énfasis y quizas or- ganizaciones son necesarias para ‘combatir estos dos tipos de opre- sion. Sin embargo, como proba- remos més adelante, un proceso de lucha simultdnea contra los dos es esencial para el éxito de la lucha contra cada uno. La base para la lucha simultanea A pesar de la existencia interrela- cionada pero semi-independien- te de la explotacién de clase y la opresion étnica, los procesos de eliminacion de cada una estén in- separablemente relacionados. Mientras ta explotacion de clase contintie existiendo, la mayoria de los miembros de un grupo ét- nico dominado seguirdn siendo cexplotados como miembros de las clases populares. Ademis, si fa explotacidn de clase no es ¢| minada, las condiciones infraes- tructurales que crearon la opre sin basada en criterios ¢inicos quedardn intactas, haciend.: im- posible la total eliminacién ve la opresiGn étnica De la misma manera, ki ¢x- plotacién de clase, casi por defi- Seca a6 nicién, no podré ser eliminada mientras la opresién étnica conti- nue existiendo. En términos eco- nomicos la base para esta tiltima ¢s la superexplotaci6n. Si los ac- cesos diferenciales a los medios de produccién, como un resultado de la opresin étnica, contintian existiendo en una sociedad, atin después de que ta clase explota- dora capitalista ha sido elimina- da, la opresién de clase también continuard existiendo. ‘Aun nivel mis prictico, ta lucha simulténea contra la explo- tacion de clase y la opresi6n étni ca es una necesidad estratégica en la lucha contra cada una. La eliminacidn total de las dos exige cambios revolucionarios funda- mentales en la superestructura al igual que en la infraestructura de una formacién social, cuestio- nando directamente la hegemo- nia de las poderosas clases gober- nantes doméstica € internac nalmente. Es inconcebible que esta clase de dindmica pueda te- ner alguna esperanza de éxito sin el consenso y el apoyo fisico de fas masas oprimidas en la socie~ dad en cuesti6n. El éxito de una revolucién de clase puede ser se~ amente afectado por la no-par- ticipacién de las clases populares de los grupos étnicos dominados. De un modo similar, el éxito de los movimientos de liberacién con una base étnica esté igual- mente amenazado por la oposi ci6n o simplemente la no-partici- pacién de las clases populares del resto de la sociedad. Resumiendo, en una socie- dad multi-étnica es imposible que una de estas formas de opre- sién sea completamente elimina- da mientras la otra continia exis- tiendo. Es mds, en términos es- trictamente estratégicos el éxito de_un movimiento contra cual- quiera de estas formases cuestio- nable sin el apoyo estratégico de porciones substanciales del atro. ‘Todo esto indica la necesidad de alianzas entre movimientos crea- dos para combatir contra estas formas de opresién. De manera WANI més importante, indica la necesi- dad de lucha simulténea contra ambas formas de opresién para todos los movimientos implica- dos en estas luchas. Para los gru- pos étnicos, la lucha simulténea significa el desarrollo de la con- ciencia de clase y la participacion de las clases populares que los constituyen en la lucha de clases. En el caso de los movimientos populares revolucionarios, la lu- cha simultdnea implica el cor promiso de eliminar la posicion econdmica super-explotada de los grupos étnicos dominados al igual que el de poner fin a las ma- nifestaciones politicas © ideo- l6gicas de la opresién étnica. En teoria, pareceria que hay pocas barreras (ademas de la oposicidn de las clases dominan- tes) para la lucha simulténea con- tra la explotacién de clase y la opresin étnica. Los movimien- tos revolucionarios populares que luchan contra ta dominacién de clase parecerfan tener todas las razones de} mundo para opo- nerse a la opresion basada en consideraciones étnicas. En pri mer lugar, puesto que los miem- bros de los grupos étnicos domi- nados pertenecen mayormente a las clases populares, es de espe- rar que los movimientos revolu- cionarios populares incluirfan automiticamente a estas perso- ‘nas como miembros. En segundo lugar, estos movimientos toman posiciones marcadas contra laex- plotacién y la injusticia en cual- quier forma y por los principios democraticos de autodetermina- cién e igualdad material para to- dos los pueblos. Asimismo, debido a que la mayorfa de los miembros de tos grupos étnicos dominados son de las clases populares, se esperaria que estos grupos étnicos, en su lucha por su completa liberacién, buscasen establecer alianzas con los miembros de otros grupos ét- nicos de Ia misma clase. Ade- més, en este tipo de movimien, to hay un compromiso con principios democraticos y ant explotadores, Mos caracteristicos de movimien- tos populares, que tenderian a predisponer a los movimientos Etnicos para que se opongan a la explotacion de clase. Los factores anteriores han Mevado a muchos observadores y participantes a la conclusin de que Idgicamente debe haber un proceso natural de convergencia entre los dos movimientos y que Ja lucha simulténea surgira det desarrollo de ambos. Por muchas razones esto todavia no ha suce- dido. Auin en sociedades peque- fas, s6lo raramente se han unido en una lucha comtn todos los sectores de las clases populares. En lo que resta de esta exposi- cin se someterd a discusion que, por el contrario, existe la tenden- cia a que los dos tipos de movi- miientos entren en conflicto, co- mo consecuencia de contradic- ciones basicas en sus estructura yen sus bases populares. Barreras a la lucha simultanea en contra de la opresién dual En general, los movimientos po- pulares revalucionarios y sus ba- ses populares emergen de la agrupacién éinica dominante de una sociedad. Debido a que la opresién étnica usualmente noes rentada directamente por smbros de tales agrupacio- nes, sus reivindicaciones de cam bios sociales, politicos y econémicas estan generalmente basadas en cri- terios de clase que afectan direc- tamente a sus integrantes y des- cuidan los asuntos de opresion étnica que no son pertinentes de manera inmediata al bienestar de sus miembros. A menos que Ta cuestién de la opresién étnica sea impuesta a la conciencia de fas clases populares del grupo ét- nico dominante, todo el comple- jo de ideologia racista desarrolla- do a través de los siglos e interio- rizado porestasclases populares, Sete 1084 | Permaneceré _ incontrovertido. Estas actitudes arraigadas inhiben el reconocimiento de las legitimas demandas de los grupos étnicos dominados y, por lo tanto. ope- ran como una barrera ala alianza con las clases populares dentro de estos grupos y a la lucha simul- tanea en contra tanto de la opre- WANL sin de clase como de la opresién Etnica. Tgualmente, los movimien- tos populares “revolucionarios tienden a no cuestionar la es } tructura y el contenido de las par- | tes institucionales de la superes | tructura dentro dela que operan. Esto a menudo los lleva a no cuestionar las instituciones. so- ciales, politicas y civiles dentro de las cuales el racismo ha sido estructurado. Ejemplo de esto puede ser la retencién inadverti- da, de una estructura estatal rigi y centralizada después del triunfo de una revolucién popu: lar, en la que existen patrones de racismo institucionalizado. Aqui nuevamente, la incapacidad de los movimientos populares de enfrentar directamente alianzas con las clases populares de grupos étnicos dominados y las posibilidades de evar ade- lante la lucha simultnea. Los movimientos populares revolucionarios casi invariable- mente apelan, tanto consciente ‘como inconscientemente, a la identidad étnica de las bases po- pulares. El llamado consciente a la identidad étnica puede efec- tuarse para unificar facciones dis- pares de clase en un frente popu- lar, o tal vez lo que es més impor- tante, para movilizar a miembros populares. Por ejemplo, en lugar de intentar organizar a las masas populares de la periferia en con- tra del imperialismo, impartien- do conocimiento de'la comple- ja base clasista de este tipo de explotaci6n, puede ser mas facil para el partido de vanguardi apelar al sentimiento de identidad €tnica (nacional) de las masas y oponerlo a ta opresién ejercida por otra nacion Por otra parte, los movi mientos populares clasistas gene- ralmente apelan de una manera inconsciente a la identidad étnica de sus bases a través del lenguaje y la simbologia usada para pro- ‘mover sus causas. La mayoria de la propaganda se expresa en el medio del grupo étnico dominan- te, y la simbologia (héroes, ima- genes, canciones) utilizada para comunicar el mensaje revolucio- nario es usuatmente etno-espe- cifica. La tendencia de los movi- mientos populares a emplear la identidad étnica de esta manera obstruve fas alianzas de clase con no concientizados de las clases | WANI los miembros de las clases popu- lares de los otros grupos étnicos y, por consecuencia, obstruye la lucha simultanea. Finalmente, la creencia de tos miembros de movimientos po- pulares y especialmente de sus vanguardias, basada en la inter- pretacion materialista vulgar de la historia, de que la eliminaci6n de la opresion de clase es todo lo que se necesita para eliminar la opresion étnica, tiende a lle- varlos ala conclusion de que las reivindicaciones de los grupos é\- nicos dominados son un obstaculo ala unificaciGn de la lucha de clase. Estos reclamos, con base étnica, y los grupos que los patrocinan, son a menudo tildados de divi nistas y rechazados al punto co- mo contrarrevolucionarios. Esto puede tener el efecto de alienar seriamente a las clases populares de los grupos étnicos dominados, haciendo imposibles las alianzas entre los dos tipos de agrupacio- nes y socavando la posibilidad de la lucha simultanea, Los grupos étnicos domin: | dos y 1s movimientos que los re | Presentan en sus luchas contra la | opresion,tienden asimismo a es tar estructurados de tal manera | que inhiben las alianzas para la | lucha simultdnea contra la explo- | tacidn de clase y la opresi6n étn ca. Aqui el problema basico radi ca en que los aspectos mas sobre- salientes de la compleja opresién | de los miembros de las agrupa- | ciones étnicas dominadas, se cen- tran en la opresiGn que ellos ex- perimentan como éinia. Es tan palpable esta opresiGn que, atin vislumbrando su superexplota- cién como miembros de las clases populares, tienden a priorizar la eliminacién del primer tipo de | opresién por encima del segun- da por el hecho de que todos tos | miembros de un grupo étnico do- minado sufren la opresidn étnica sin importar su posicion en la es tructura de clases (a pesar de que | el grado en que se vean afectados | | pueda variar de acuerdo a su po- | | sicidn de clase). Por esta razcn ios movimientos contra fa opre- sion étnica usualmente abarcan una amplia base de clases a fin de ser los mas grandes y pode- rosos posible. La naturaleza mul- ticlasista de tales movimientos inhibe severamente el desarrollo de la conciencia de clase y de la lucha de clases. Elemprender tal lucha de clase significarta perju- dicar la coalicion multiclasista en la cual se basan estos movimien- tos y seria visto por la mayoria de los miembros como divisionista La alianza con movimientas po- pulares revolucionarios y/o la lu- cha simultdnea, en este caso son relegados a segundo plano res- pecto a la unidiad dentro del mo- vimiento étnico ‘demas. el liderazgo de los movimientos étnicos multiclasis tas es la mayoria de los casos bur- gués 0 pequenio burgués. Las personas de estas clases son ge~ neralmente los miembros del movimiento con mas poder poli- tico y econémico y al mismo tiempo los sectores mas educa- dos del grupo étnico. Con sus as- piraciones de clase superior, es- fas personas sienten intensamen- te la opresion étnica. Sin embar- £0, no son objeto de la explota- ci6n de clase. La hegemonta de estos sectores en el liderazgo de Jos movimientos de liberacion ét- nica hace que estos movimientos sean ambiguos ¢ incluso hostiles ‘a Ta Tucha de clases y. como coro- lario, se niegan a unificar la lucha con miembros de fas clases opri- midas de otros grupos étnicos. Los _movimientos que lu- chan por los intereses de grupos Etnicos dominados tienen fa ten- dencia a adoptar doctrinas filo- séficas que representan un rech: 20 absoluto de aquellas sosten das por los grupos étnicos dom nantes. En cierta medida, este factor explica la orientacidn so- cialista de algunos movimientos de liberacion étnica en paises ci pitalistas tales como Bolivia, Guatemala, Estados Unidos, y orientacién capitalista reacciona ria de algunos movimientos de li- beracion étnica en paises socia- listas como Vietnam y Atganis- tan. Otra forma de rechazar la fi- losofia central del grupo étnico dominante es crear una nueva, como el comunalismo indigena, el socialismo africano. Esta creacién de doctrinas filosoficas opuestas o diferentes complica ain mas el proceso de a lucha simultanea, porque las hases filosoficas para la confron: tacion de clase son a menudo re- chazadas simplemente como la filosofia del grupo étnico domi- nante. E] blanco de las luchas de li- beracion de un grupo étnico do- minado en una sociedad dada, es casi siempre el grupo étnico do- minante como un todo, al mar- en de sus distinciones de clase. ‘omo una justificacion para plantear una posicién de lucha contra ese grupo, generalmente se desarrolla en et grupo domi- nado un complejo de estereoti- pos y actitudes racistas dirigido contra los miembros del grupo dominante, El desarrollo de sen- timientos extremadamente anti- rcos durante la fase del Na- cionalismo Negro, dentro del movimiento de derechos civiles aafro-americano de los anos 60) y principios de tos 70, es un buen ejemplo de este fendmeno. El ra- cismo asi desarrollado no distin- gue entre las clases opresoras y las clases populares del grupo do- minante. Estas actitudes son otro obstéculo para Ia alianza multiétnica de las clases populat- res y por supuesto para la factibi lidad de ta lucha simultinea. Conclusion Vivimos en una etapa naria en que los oprimidos y ex- plotados del mundo se estan le- Vantando para afirmar su dere~ cho a una nueva sociedad y a una nueva vision del ser humano. Es- to sera posible solo cuando nos- otros los aprimidos aprendamos @ aetuar af unisono en nuestra confrontacién con el terrible po- der del opresor. Para realizar es- ta unidad, tenemos que enfrentar Jas contradicciones que han sepa- rado aquellos de nosotros. que definen cl_nexo principal de nuestra lucha como la explota- cidn de clase de aquellos de nos otros cuyas luchas se han centra- do en otras formas de opresién, sean étnicas, de sexo, etc. Nos- otros en Nicaragua. ¥ nuestros hermanos y hermanas en Las lu- chas revolucionarias de Guate- mala, Zimbabwe, Angola, y Viettiam (entre otros) podemos atestiguar las dificultades en for- jar esta accion unificada. La base de la unificacion es la lucha si- iremos alcanzando en la medida en que superemas las contradic- ciones discutidas aqui Sepia T06e

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