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24 Considerémonos al amor…
16-4-23
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis
24 Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. 25
Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo
24 Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. 25 No
dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto
2 .1 Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el
rumbo. 2 Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y
12 Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes un corazón malo de incredulidad que se
que los haga apartarse del Dios vivo. 13 Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos
a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.
4 Porque es imposible que los que fueron una vez iluminados —que gustaron del don
celestial, que llegaron a ser participantes del Espíritu Santo, 5 que también probaron la
buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero— 6 y después recayeron, sean otra
vez renovados para arrepentimiento puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo
6. 4-6 Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez
iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y
que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y
después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su
B. Por lo tanto, cada cristiano debe tomar muy en cuenta a sus hermanos en
Cristo, estar muy consciente de la condición espiritual de cada uno. Debemos
considerar cuidadosa y solícitamente las pruebas, las dificultades y flaquezas
unos de otros, con el propósito de estimular el uno al otro a tener más amor y
demostrarlo en buenas obras.
Somos "hermanos". Tenemos el mismo Padre. Somos familia. Compartimos
toda bendición espiritual. Compartimos los mismos deberes, soportamos
básicamente las mismas pruebas. Tenemos el mismo propósito en este mundo y
debemos, pues, ayudamos y alentarnos unos a otros para poder realizarlo.
II. ¿Por Qué y Cómo Considerar al Hermano?
A. Para estimulamos al amor y a las buenas obras.
La palabra paroxusmos significa estímulo, irritación, provocación, excitación.
La palabra castellana "paroxismo" se usa figurativamente para indicar la
"exaltación extrema de los afectos y pasiones". Se usa del desacuerdo (el efecto
de la irritación) en Hech. 15:39, pero en Heb. 10:24 se usa en sentido bueno yse
refiere al estímulo o excitación espiritual que cada cristiano debe provocar en
sus hermanos.
El amor de este texto (agapao) es el amor de comprensión inteligente unido con
propósito sano, y esta clase de amor siempre produce buenas obras. (Este amor
es conocido solamente por sus acciones). Este amor es la raíz de las buenas
obras.
El Señor requiere que hagamos buenas obras (Hech. 10:35; Tito 3:1,8; Sant.
2:24, etc.), y sin faltar haremos buenas obras si existe entre nosotros la
consideración mutua.
Conclusión.
A. Todo el libro de Hebreos ( que es bastante extenso) nos habla en contra de
La apostasía. Los que dejan de congregarse de reunirse para estimularse unos a
otros toman uno de los primeros pasos hacia la apostasía.
B. Hay dos maneras de estimularnos o de provocarnos …
Provocar en sentido malo. Gál. 5:26, "No nos hagamos vanagloriosos,
irritándonos (provocándonos) unos a otros". Esta clase de provocación es carnal
(v. 20).
La enseñanza de Heb. 10:24 es todo lo contrario: debemos provocar (estimular,
excitar) unos a otros al amor y a las buenas obras.
Lamentablemente muchos hermanos hacen lo que Pablo prohíbe y no hacen
caso de lo que Heb. 10:24 dice.