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SECCIÓN: 05
TIPOS DE TURISMO.
3.2 Turismo de sol y playa.
El turismo de sol y playa es una de las recreaciones turísticas más practicadas y disfrutadas
por los viajeros, ya que promete todo lo que unas buenas vacaciones debe ofrecer: diversión,
relajación y tranquilidad.
Las playas turísticas brindan, además, una gran variedad de actividades capaz de cubrir
multitud de ocios.
El turismo de sol y playa se refiere a las actividades turísticas que se realizan en playas y
zonas costeras, donde los climas se caracterizan por ser soleados (pocas nubes) y cálidos
(altas temperaturas).
En este tipo de turismo, los productos turísticos abundan, por lo que es común encontrar una
gran variedad de hoteles, restaurantes, bares y sitios de entretenimiento. Además, las
actividades que predominan son las distracciones al aire libre, como el voleibol de playa, el
frisbee, el futbol de playa, palas de playa o el running.
Lo habitual es que los turistas acudan a la playa durante el día, y de noche visiten a los
establecimientos locales y hoteles, donde también hay recursos y servicios de
entretenimiento.
Cada vez son más las personas que viajan para asistir a conciertos, ferias o para practicar
turismo gastronómico. Los festivales musicales son una puerta abierta al turismo urbano.
Miles de visitantes, residentes nacionales y extranjeros se dan a la tarea de hacer fila para
disfrutar al son de la música, aun cuando entienden poco o nada de lo que se canta.
Hasta hace poco se consideraba «ir de compras» como una actividad de ocio, pero,
actualmente, el consumo no solo es algo relativo a los productos, sino que se consumen
lugares, espacios y tiempo. Las compras constituyen por sí mismas una actividad turística o
experiencia viajera.
Según el Libro Blanco del Comercio de la UE, en los destinos turísticos, ya sean urbanos, de
interior o de litoral, ir de compras y hacer turismo son dos actividades muy relacionadas entre
sí, compartiendo incluso un mismo escenario físico: los centros históricos de las ciudades.
Por ello, el sector del comercio mantiene una relación intensa y directa sobre la actividad
turística, ya que puede erigirse como la motivación principal en la elección del destino
turístico por parte del visitante.
Aunque, a priori, pueda parecer que el trabajo y ocio son amigos irreconciliables, es posible
organizar un evento con un motivo profesional y que acabe siendo un auténtico disfrute.
3.7 Turismo de montañas.
El turismo de montaña es un tipo de actividad turística que tiene lugar en un espacio
geográfico definido y delimitado como son las colinas o montañas, con características y
atributos inherentes a un determinado paisaje, una topografía, un clima, una biodiversidad
(flora y fauna) y una comunidad local. Engloba un amplio espectro de actividades de ocio y
deporte al aire libre.
El turismo de montaña, tiene un gran potencial para estimular el crecimiento de la economía
local y el cambio social, por su complementariedad con otras actividades económicas, su
contribución al PIB y la creación de empleo y su capacidad de promover la dispersión de la
demanda en el tiempo (lucha contra la estacionalidad) y a lo largo del territorio.
Ellos son los llamados turistas mochileros, que no solo han adoptado esta forma de viajar por
ser más económica, sino porque les encanta ir ligeros de equipaje.