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Medellín 1960 – 2010

Una ciudad que se piensa y se transforma


Departamento Administrativo de Planeación 50 años
Medellín 1960 – 2010
Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años
Medellín: una ciudad que se piensa y se transforma.
Departamento Administrativo de Planeación 50 años
(1960 – 2010)

Este es un proyecto de la Alcaldía de Medellín,


liderado por el Departamento Administrativo de Planeación.

Coordinación Interinstitucional
Catalina López Otalvaro
María Claudia Saavedra

Interventoría Municipio de Medellín


Giovanny Bello Álvarez

Coordinación Editorial Alcaldía Medellín


Catalina López Otálvaro
Adriana María Arango Castaño

Investigación:
© Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín
Facultad de Ciencias Humanas
Vicedecanatura de Investigación y Extensión

Directora de la Investigación
María Claudia Saavedra Restrepo

Investigadora
Eulalia Hernández Ciro

Asistente de investigación
Ana María Uribe

Auxiliares de Investigación:
Luisa Fernanda Álvarez García, Samuel Hernández Devia,
Marcela Londoño Gutiérrez y Húber Alberto Uribe Correa

Fotografías
Carlos Vidal Álvarez (fotógrafo oficial Alcaldía de Medellín)
Alfonso Posada Lalinde
David Estrada
Julián Roldán
Archivo Alcaldía de Medellín
Archivo Patrimonial Biblioteca Pública Piloto

Corrección de Estilo:
Adriana María Arango Castaño
María Mercedes Molina Hurtado Esta es una publicación oficial del Municipio de Medellín. Se realiza
en cumplimiento de lo dispuesto en el Artículo 10° de la Ley 1474
Diagramación:
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protección legal.
Gabinete Municipal Gerente Metro de Medellín
Ramiro Márquez Ramírez
Alcalde de Medellín
Alonso Salazar Jaramillo Gerente Metroplús
Juan Sebastián Camargo Tobón
Primera Dama Municipio de Medellín
Martha Liliana Herrera Reyes Director Área Metropolitana del Valle de Aburrá
Mauricio Faciolince Prada
Secretarios de Despacho
Gerente Empresa de Desarrollo Urbano – EDU
Director Departamento Administrativo de Planeación
María Eugenia Ramos Villa
Mauricio Alberto Valencia Correa
Gerente Empresa de Seguridad Urbana – ESU
Secretario de Gobierno
Jesús María Ramírez Cano
Juan Felipe Palau Ángel
Directora General Instituto Social de Vivienda y Hábitat – ISVIMED
Secretario General
Claudia Cecilia Cadavid Márquez
Gustavo Adolfo Arboleda Mejía
Gerente Terminales de Transporte
Secretaria Privada
Marco Tulio Arias Estrada
Claudia Patricia Wilches Mesa
Directora Técnica Aeropuerto Olaya Herrera
Secretaria de Hacienda
María Adelaida Gómez Hoyos
Magdalena Restrepo Arango
Gerente Metroparques
Secretaria de Servicios Administrativos
Giovany Alberto Caro Uribe
Olga Lucía Giraldo García
Director ESE Metrosalud
Secretario de Educación
Alejandro Gómez López
Felipe Andrés Gil Barrera
Director Hospital General
Secretario de Obras Públicas
Sergio Augusto Vélez Castaño
Sebastián Álvarez Díaz
Directora Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área
Secretario de Transportes y Tránsito
Metropolitana – ACI
Rafael Andrés Nanclares Ospina
Luz Mónica Pérez Ayala
Secretaria de Bienestar Social
Directora Medellín Convention & Visitors Bureau
Dora Cecilia Gutiérrez Hernández
Adriana González Zapata
Secretario de Desarrollo Social
Gerente Centro de Exposiciones y CIC
Carlos Andrés Pérez Múnera
Fernando Restrepo Restrepo
Secretaria de Medio Ambiente
Gerente Instituto de Deporte y Recreación- INDER
María Patricia Tobón Hincapie
Juan Francisco Gutiérrez Betancur
Secretaria de Salud
Gerente Telemedellín
María del Pilar Pastor Durango
Mauricio Alberto Mosquera Restrepo
Secretaria de Evaluación y Control
Rectora Instituto Tecnológico Metropolitano
Clara Luz Mejía Vélez
Luz Mariela Sorza Zapata
Secretario de Cultura Ciudadana
Rectora Colegio Mayor de Antioquia
Luis Miguel Usuga Samudio
Martha Lía Naranjo Jaramillo
Secretaria de las Mujeres
Rector Instituto Tecnológico Pascual Bravo
Margarita Rosa Trujillo Turizo
Mauricio Morales Saldarriaga
Directora General de Comunicaciones
Directora Biblioteca Pública Piloto
Bertha Lucía Gutiérrez Gómez
Gloria Inés Palomino Londoño
www.medellin.gov.co
Gerente General Edatel
Empresas e Institutos Descentralizados Beatriz Elena Henao Quintero

Gerente Empresas Públicas de Medellín Directora Corporación Parque Regional Eco Turístico Arví – CPREA
Federico Restrepo Posada Beatriz Elena Araque Tobón

Presidente UNE EPM Telecomunicaciones Directora Jardín Botánico Joaquin Antonio Uribe
Horacio Vélez de Bedout Clara Inés Restrepo Mesa

Gerente Empresas Varias de Medellín Directora Fundación Empresas Públicas de Medellín


Luis Oliverio Cárdenas Moreno Clara Patricia Restrepo de Toro
Subsecretarios

Departamento Administrativo de Planeación

Juan Diego Lopera Pérez, Subdirector de Planeación Territorial


Rodrigo Toro Londoño, Subdirector de Planeación Social y Económica
Juan Manuel Higuita Palacio, Subdirector de Prospectiva de Ciudad
Alexandra Peláez Botero, Subdirectora de Metroinformación
Giovanna Isabel Estupiñan Mendoza, Directora Técnica de Servicios
Públicos Domiciliarios

Ex directores Departamento Administrativo de Planeación 1960 - 2011

Cesar Valencia Duque (1959 – 1960)


José Luis Restrepo Vélez (1960 – 1961)
Martha Luz Cardona de Q. (1961 – 1961)
Raul Fajardo Moreno (1962 – 1963)
Eliseo Moreno Pareja (1963 – 1964)
Jaime Jaramillo Mejía (1964 – 1966)
Carlos Ignacio Restrepo N. (1966 – 1967)
Álvaro Duque Ramírez (1967 – 1967)
Jaime Antonio Greiffenstein O. (1968 – 1970)
Luis Felipe Echavarría T. (1970 – 1970)
Julio Ospina Ramírez (1970 – 1973)
José Jaime Nicholls Sánchez (1973 – 1975)
Gabriel Londoño White (1975 – 1975)
Sonia Gutiérrez Castro (1975 – 1976)
Gabriel Márquez Cárdenas (1976 – 1976)
José Gustavo Aristizabal A. (1976 – 1977)
Cirse Urania Sencial Gómez (1977 – 1978)
Diego Londoño White (1978 – 1979)
Rodrigo Gutiérrez Gil (1979 – 1981)
John Vallejo Ríos (1981 – 1982)
Gabriel Jaime Giraldo Gaviria (1982 – 1983)
Alberto Ramírez Villa (1983 – 1984)
Luis Fernando Arbeláez (1984 – 1984)
Alonso Palacios Botero (1984 – 1986)
Rafael Awad Zainette (1986 – 1987)
John Vallejo Ríos (1987 – 1988)
Rodrigo Restrepo Posada (1988 – 1989)
Guillermo Álvarez Munera (1989 – 1990)
Alonso Palacio Botero (1990 – 1992)
Álvaro Vásquez Osorio (1992 – 1994)
Hernán Gutiérrez Isaza (1994)
Gilberto Giraldo Buitrago (1995)
Zoraida Gaviria Gutiérrez (1998 – 2000)
Luis Eduardo Tobón (2000)
Marta Lucía Villegas (2001 – 2002)
William Gallego Henao (2003 – 2004)
Federico Restrepo Posada (2004 – 2007)
Carlos H. Jaramillo Arango (2007 – 2009)
Mauricio Alberto Valencia Correa (2010 – 2011)
Contenido

Presentación.............................................................................11
Parte I. Los pasados de la ciudad
y el reconocimiento de las memorias
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX.... 17
El río Medellín y sus quebradas.................................................................................................... 18
Las vías: nuevos trazados para la circulación en la ciudad.......................................................... 22
El transporte.......................................................................................................................... 23
Los servicios públicos y su municipalización ............................................................................... 25
Los desafíos impuestos por el ensanche espacial . ..................................................................... 31
Formas de ocupación del espacio y expresión de la vida en la ciudad ..................................... 39

La ciudad en 1950.................................................................... 49
El surgimiento del interés por la planeación en el país................................................................. 52
Misiones extranjeras e institucionalización de la planeación ............................................... 52
Visiones y trayectorias en el ordenamiento y regulación de la ciudad.......................................... 53
La creación de la Oficina de Planeación............................................................................... 53
Medellín antes de 1950: planos y directrices ...................................................................... 55
Lo público y lo privado: la Sociedad de Mejoras Públicas.................................................... 56
La oficina del Ingeniero Municipal......................................................................................... 58
Ideas para el “Medellín Futuro”............................................................................................. 59
Realidades urbanas y el papel de la valorización................................................................. 62
Wiener y Sert y el plano regulador para Medellín................................................................. 66
Las propuesta del Plan Piloto....................................................................... 68
El Plan Director: un reto para la ciudad . ...................................................... 71
Estudios, proyectos y regulaciones: primeros años de
funcionamiento del DAPM............................................................................................................. 73
Políticas urbanas y énfasis en la vivienda............................................................................ 74
Expansión del territorio dentro y fuera de las normas........................................................... 75
Intervenciones institucionales en los barrios: diagnósticos y alternativas............................ 82
La sectorización como recurso para la administración del territorio..................................... 89
El funcionamiento administrativo municipal: otro frente de trabajo . .................................... 92
Los planes cuatrienales................................................................................ 92
La reforma administrativa del municipio........................................................ 92
La planeación integral: un nuevo reto .................................................................................. 93

Los desafíos de la década del ochenta.................................... 94


El Área Metropolitana: experiencias e instrumentos de planeación............................................ 102
La planeación para el espacio metropolitano...................................................................... 108
Los recorridos de la institución.................................................................................................... 109
“Pensar” la ciudad............................................................................................................... 109
“Controlar” la ciudad............................................................................................................ 111
Nuevos énfasis: estudios ambientales y sectoriales........................................................... 112
Obstáculos y limitaciones.................................................................................................... 114
Hacia la participación ciudadana . .............................................................................................. 116
Los primeros resultados de la oficina de planeación metropolitana............................................ 117

La renovación del centro, el transporte y el espacio público:


desafíos de fines de siglo XX para el DAPM........................... 119
Espacio público y recreación....................................................................................................... 119
Primeros diagnósticos y acciones sobre el espacio público............................................... 121
La realidad de los años ochenta......................................................................................... 123
Impactos de la metropolización: ampliación de espacios
para la recreación............................................................................................................... 129
Reordenamientos, renovaciones y remodelaciones
del centro y del sistema vial................................................................................................ 131
Realidades y oportunidades del centro de la ciudad.......................................................... 135
Alternativas para la circulación y la comunicación ..................................... 137
Primeras fracturas de las dinámicas del centro.
A propósito de los traslados................................................................................................ 138
Propuestas para el sector de San Antonio.................................................. 142
Segundas fracturas: nuevos trazados para la circulación . ............................................... 143
La “empresa” del tren metropolitano........................................................... 148
Propuestas iniciales.................................................................................... 148
El metro de Medellín al debate público....................................................... 150
Una mirada desde el presente al sistema metro......................................... 152
Parte II. La ciudad hoy: una mirada al pasado desde las
vivencias del presente

Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la


planeación............................................................................... 155
El panorama de la globalización.................................................................................................. 156
La crisis de la ciudad y la planeación estratégica....................................................................... 159
Rumbos del DAPM a propósito de las nuevas condiciones legislativas..................................... 160
Impactos de la reforma urbana........................................................................................... 161
Impactos de la Constitución de 1991 sobre la planeación
y la participación ciudadana................................................................................................ 163
Los gobiernos de elección popular y la participación ciudadana........................................ 165
Consejería Presidencial para Medellín y otros escenarios de construcción colectiva................ 166

Instrumentos para la participación......................................... 170


Sistema Municipal de Planeación................................................................................................ 170
Las Juntas Administradoras Locales........................................................................................... 171
El Consejo Municipal de Planeación........................................................................................... 172
Planeación zonal......................................................................................................................... 173

De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo....... 176


La Ley Orgánica de Planeación.................................................................................................. 177
Un balance de las labores del DAPM.......................................................................................... 178
Planes sectoriales. A propósito de las dinámicas de la ciudad........................................... 178
Planes, reformas y funcionamiento institucional................................................................ 182
Revista Planeación Metropolitana....................................................................................... 183

La Planeación del Desarrollo.................................................. 184


Énfasis del gobierno municipal, 1995 - 1997............................................................................... 187
Plan de desarrollo municipal 1998 - 2000................................................................................... 187
La administración de la ciudad entre 2001 - 2003....................................................................... 187
Veedurías al Plan de Desarrollo.................................................................................................. 188

Planeación estratégica . ......................................................... 189


Antioquia siglo XXI...................................................................................................................... 189
Plan Estratégico para Medellín y el Área Metropolitana.............................................................. 189
Contenidos e impactos........................................................................................................ 192
Surgimiento del Ordenamiento Territorial................................ 193
Logros del Plan de Ordenamiento Territorial............................................................................... 194

Permanencia de viejos retos y aparición de nuevos desafíos.197


Modelo Medellín de buen gobierno............................................................................................. 200
Cambios en la estructura interna del DAPM............................................................................... 204
Reestructuración del DAPM en el nuevo siglo.................................................................... 204
Departamento Administrativo de Planeación– 2010........................................................... 206
Retos del DAPM hacia el futuro.......................................................................................... 207

El poder local se legitima con la participación ciudadana..... 208


La información para la toma de decisiones................................................................................. 209
Participación ciudadana y la planeación de la ciudad................................................................. 210
Trayectoria de la participación............................................................................................ 211
Experiencias y modelos en la planeación local y el presupuesto
participativo................................................................................................................................. 212
Presupuesto participativo.................................................................................................... 213
Planes de desarrollo comunales y corregimentales . ......................................................... 213

2004-2011............................................................................... 214
Planeación del Ordenamiento Territorial . .................................................................................. 214
Planes parciales.................................................................................................................. 217
Revisión y ajuste del POT................................................................................................... 218
Consolidación de los planes de desarrollo como instrumentos de gestión................................. 218
Participación ciudadana en la formulación y el seguimiento
a los planes de desarrollo................................................................................................... 218
La corresponsabilidad: una nueva forma de gobernar y
de revalorizar lo público...................................................................................................... 219
Propuestas del plan de desarrollo “Medellín: compromiso de toda la ciudadanía”............. 220
Plan de desarrollo “Medellín es solidaria y competitiva”..................................................... 231
Logros para la ciudad desde la continuidad en los modelos
de gestión municipal........................................................................................................... 235

Una mirada hacia el futuro: BIO 2030..................................... 236


17

Presentación

E
l desarrollo que ha tenido Medellín durante los últimos 50 años, ha sido posible
gracias a la labor realizada por el Departamento Administrativo de Planeación,
dependencia que ha debido entender con claridad los desafíos y problemas que
ha afrontado nuestra ciudad, para anticipar su futuro y trazar el rumbo de su desarrollo
integral en un entorno regional, nacional e internacional.
Durante medio siglo (1960 – 2010), el Departamento Administrativo de Planeación ha
tenido la responsabilidad de orientar la toma de las decisiones más importantes para
Medellín, dando lineamientos, definiendo conceptos y guiando el accionar que nos ha
permitido afrontar los retos que en cada época se han presentado, teniendo como fin
último el mejorar la calidad de vida de quienes la hemos habitado.
Y es que una ciudad, cualquier ciudad, no puede medir la calidad de vida de su población
sólo por el número de edificaciones o vías que la hacen más vivible u otras variables
importantes, sino también por la manera como sus habitantes -que son su alma- la
recorren día a día, la sueñan y se sienten partícipes y representados en su continua
evolución.
La transformación que vive Medellín hoy, en sus componentes social, económico y físico,
es precisamente el fruto de la participación ciudadana y la aplicación de un modelo de
urbanismo social, el cual se fundamenta en la interrelación transparente y participativa
con la comunidad y en la construcción de nuevos espacios físicos que permiten una ma-
nera diferente de apropiación por parte de la ciudadanía y disminuir la brecha histórica
de desigualdad social en nuestra ciudad.
Así, hoy Medellín es otra gracias a la implementación de políticas y programas altamen-
te innovadores, que se reflejan en la confianza de la ciudadanía y en un Modelo Medellín
de gestión municipal, ejemplo para el país y el mundo.
Ahora nuestra ciudad es reconocida internacionalmente por ser una urbe abierta, espon-
tánea, libre y en constante aprendizaje. Los Proyectos Urbanos Integrales (PUI), entendi-
dos como profundos procesos de transformación urbana en los territorios, son una de las
herramientas que como ciudad joven y creativa hemos descubierto en los últimos años.
Durante estas cinco décadas, el Departamento Administrativo de Planeación ha sido el
eje estratégico y transformador de Medellín. Por ello con la investigación “Medellín: una
ciudad que se piensa y se transforma. Departamento Administrativo de Planeación 50
años”, hemos querido plasmar los retos, los logros, las dificultades, los avances y hasta
los retrocesos históricos de las decisiones tomadas para definir el rumbo de nuestra
ciudad.
¡La transformación de Medellín no se improvisa!

Mauricio Alberto Valencia Correa


Director Departamento Administrativo de Planeación
2010 - 2011
19

INTRODUCCION
20 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años
Parte I. Los pasados de la ciudad y el
reconocimiento de las memorias

1. Panorámica de Medellín a comienzos del siglo XX. Al fondo, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, situada en lo que hoy se conoce como Sagrado
Corazón de Jesús, o Barrio Triste.
23

La expansión de la ciudad en la primera mitad del La concentración de la población en


Medellín y sus alrededores, que estu-
siglo XX
vo muy relacionada con las dinámicas
del proceso de industrialización vivido

D
esde comienzos de siglo, Medellín experimentó un rápido pro- en la ciudad en dicha época, se incre-
ceso de transformación en las formas de ocupación del espacio, mentó por la migración rural-urbana,
por lo que empezó a extenderse y a integrar otras zonas y muni- fruto de la violencia y el deterioro de
cipios. Además de los limitantes que imponía la geografía del Valle de la vida en el campo. Este crecimien-
Aburrá, la expansión de la ciudad hizo necesario vencer los obstáculos to presionó la demanda por vivienda
definidos por el río y las quebradas que corrían por lugares aledaños y servicios públicos: fue necesario di-
al centro de la ciudad. Así mismo, fue indispensable construir nuevas señar un sistema vial que permitiera
calles y ampliar las ya existentes, garantizar el transporte, organizar una apropiada circulación y establecer
la prestación de los servicios públicos y considerar el problema rela- algunos principios “ordenadores” para
cionado con la vivienda. Se trataba de superar no sólo las que se creían racionalizar la ocupación del espacio
barreras naturales, sino también las económicas y sociales. (Uribe y Bustamante, 1978). Ya no sólo
se trataba del ornato y la higiene que
La ocupación de la parte occidental de la ciudad pudo iniciarse con la habían predominado como expresiones
construcción de algunos puentes en áreas de la margen izquierda del de la ciudad moderna en décadas ante-
río Medellín (Bravo, 1991); y, para el caso del oriente, se empezó a al- riores, sino de un ajuste de parámetros
canzar la cordillera con asentamientos de vivienda en las laderas, en físicos, económicos y sociales, para
muchos casos ilegales. que el crecimiento urbano respondiera
de alguna manera a los requerimientos
del desarrollo industrial y al afán mo-
dernizador en la ciudad.

2. Calle San Juan en 1930. En su recorrido del centro al occidente de la ciudad, fue un eje del crecimiento urbano. Al fondo, a la
izquierda, sobresale una de las torres de la Estación del Ferrocarril de Antioquia, ubicada en la Plaza de Cisneros.
24 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El río Medellín y sus quebradas

Todavía en las dos primeras décadas del siglo XX, las calles de la ciudad es-
taban cruzadas por arroyos y quebradas que aislaban los espacios urbanos.
Por ello, mediante préstamos con particulares, el Concejo aprobó la construc-
ción de varios puentes sobre el río Medellín, para facilitar la comunicación y el
tránsito; tal fue el caso del puente de la calle San Juan que, tras su paso por
la plaza de mercado de Guayaquil, permitió su extensión hacia los poblados de
La América y Belén, en el occidente. Sin embargo, con la rectificación y cana-
lización del río, denominada en el lenguaje cotidiano como la cuelga del río, se
logró la desecación de la zona baja oriental de la calle 44 al sur, y la recupe-
ración de terrenos planos de gran valor funcional. Sin estas obras, Medellín
no hubiera podido estructurarse como mancha urbana consolidada (Botero,
1996).

3. Puente de la avenida San Juan sobre el río Medellín, 1920. Obra del ingeniero antioqueño Antonio J. Duque. Estructura
colgante construida en metal y madera que fue demolida para dar paso al Tranvía Municipal.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 25

Desde la época de la colonia se había hablado de regularizar el


cauce del río Medellín, dadas las inundaciones que se producían
con las crecientes y que afectaban los asentamientos urbanos
en los predios vecinos; pero fue solo en 1906 cuando la cuel-
ga se declaró como una obra de “utilidad pública” para poder
expropiar e indemnizar por los terrenos comprometidos en el
proyecto. Unos años más tarde se consiguieron gratuitamente
varias franjas de 30 metros para las avenidas a lado y lado del
río. En 1923 ya se había canalizado y rectificado gran parte del
recorrido y se podía utilizar la avenida Los Libertadores, hoy re-
conocida como Paralela del río o Vía Regional, situada en el cos-
tado oriental. El Municipio, por su parte, ayudó para adelantar
una carretera por la avenida derecha (Morales, 2006: 49).

4. Trabajadores y mulas en las orillas del río Medellín, a comienzos del siglo XX. Con las obras de rectificación del cauce se
buscó controlar las frecuentes inundaciones que inhabilitaban los terrenos cercanos al río, para la construcción.

La quebrada Santa Elena, fue considerada uno de los sitios más hermosos de la ciudad y hasta la
tercera década del siglo XX se tuvo como una fuente importante de energía. Anteriormente corría
poco profunda, casi a nivel de las dos avenidas, a ambos lados de su cauce, de modo que cuando
crecía inundaba las orillas y se entraba por la carrera Junín y la calle Boyacá. Con la sacada de
piedras y el lavado de oro en su lecho –que se mantuvo hasta 1878−, fue ahondándose. Su cobertu-
ra con cemento se propuso por primera vez en 1922; el trabajo se realizó por tramos en distintos
momentos y fue financiado con el aporte de los vecinos y del Municipio, cuando aún no existía el
Instituto Metropolitano de Valorización (Morales, 2006).
26 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

5. Paseo Los Libertadores, 1922. Su trayecto arborizado constituía uno de los senderos más bellos de la ciudad. Hoy es conocida como
Vía Regional o Paralela del Río.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 27

6. Puente de La Toma sobre la quebrada Santa Elena a comienzos del


siglo XX. Llamado así por estar localizado en el punto donde, en el siglo
XIX, estuvo una bocatoma del acueducto. Fue uno de los doce puentes
construidos a lo largo del trayecto de la quebrada.

7. Cobertura de la Quebrada Santa


Elena en los años treinta del siglo
XX. Al fondo, el Palacio de Calibío,
posterior sede de la gobernación
de Antioquia y actual Palacio de la
Cultura “Rafael Uribe Uribe”. Entre
otras razones, la canalización de la
quebrada se hizo para controlar el
problema de aguas negras causado
por la falta de alcantarillado; el
proyecto contó con el respaldo de la
Sociedad de Mejoras Públicas.
28 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Las vías: nuevos trazados para la circulación en la ciudad

El trazado de las vías en la ciudad también ción de condiciones técnicas respecto a las dimensiones de las
cumplió un papel importante, puesto que és- calles y precisiones sobre aceras, desagües, alcantarillas, aseo
tas se constituyeron en ejes del desarrollo y mantenimiento; en muchos casos con la asesoría de la Socie-
de la urbanización y la concentración de la dad de Mejoras Públicas (SMP).
población.
En 1905 se contrató la numeración de las calles y la elaboración
Entre 1900 y 1920, el Concejo intervino en la de un plano con esa nomenclatura; pero ya en 1916 las nuevas
apertura de nuevas calles y en la ampliación calles y plazas requerían una identificación que fue sugerida por
de las existentes; se dedicó a intervenir en la la SMP a partir de nombres de héroes, personajes notables, paí-
construcción de un espacio público y declaró ses, batallas y ciudades. Una nueva numeración fue contratada
franjas de terreno destinadas para las calles, por el Concejo en 1919, esta vez con placas metálicas, hechas
como áreas de interés y de servicio público, en el exterior y traídas a Medellín por Puerto Berrío. El proceso
ya fuera por cesión voluntaria y gratuita, por se retomó en 1921, 1925 y 1927 (nomenclatura para el corregi-
expropiación o por la compra de terrenos por miento de Robledo); y a partir de 1934 se adoptó un plan general
parte del Municipio (García, 2000). Se avanzó de nomenclatura, en el que las placas de las calles llevaban tan-
en la elaboración de reglamentos, la defini- to los números como los nombres.

8. Calle Bolivia (calle 56) en las primeras décadas del siglo XX. En su trayecto de oriente a occidente albergó varias cuadras de viviendas cercanas al
centro de la ciudad. Fue conocida como La calle de las palmas.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 29

El transporte
El servicio de transporte público fue iniciado en la ciudad por particulares, lue-
go fue asumido temporalmente por el Municipio y finalizando la década del
cuarenta regresó a manos de los particulares (Gil, 1989: 102).
Ante el crecimiento urbano y la necesidad de conectar espacios en la ciudad, la
municipalidad estableció, en 1921, un moderno servicio de tranvías eléctricos,
cuyo montaje y ampliación se prolongó hasta 1929 (Restrepo y Posada, 1981).
Con una extensión de 46 kilómetros, comunicaba los sectores de Robledo, La
América, Belén, El Poblado, Buenos Aires, Sucre, El Salvador, Aranjuez, La Es-
tación Villa y Envigado, con el centro de la ciudad. Mediante este sistema se
aceleró la urbanización de las laderas y se facilitó la aparición de nuevas áreas
destinadas a vivienda (Barrera, 1982). El servicio era muy demandado; los cin-
co centavos que costaba el tiquete incluían transbordo sin recargo y algunos
pasajeros eran transportados gratis.1

9. El tranvía eléctrico, puesto en servicio en 1921, se mantuvo hasta 1951. Su


recorrido finalizaba en la Plaza de La América, después de pasar por la estación del
ferrocarril en la Plaza de Cisneros.

1 Por iniciativa del Concejo, en 1934, se dispuso un carné escolar para beneficio de maestros
y estudiantes de las escuelas primarias, y de los hijos de obreros y padres reconocidamente
pobres que vivieran a más de cinco cuadras de la escuela a la que asistían; este subsidio fue
cuestionado por la manera cómo afectó las utilidades de la empresa (García, 2000: 155).
30 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

10. Paso del tranvía eléctrico por la carrera Carabobo en 1922.

Fue tal el deterioro ocasionado por el uso de este sistema de transporte, La Junta Directiva de las Empresas Pú-
que en los años treinta se debatió la conveniencia de suprimir la Em- blicas Municipales fue autorizada en
presa del Tranvía; la situación parecía insostenible por la disminución 1946 para reemplazar el tranvía por
de la demanda ante la competencia de los buses de propiedad privada2 buses eléctricos y por buses con motor
y la mala situación general de la economía en el país. Se recomendó, de gasolina, entre otras razones, por el
por tanto, frenar su expansión y suprimir algunas líneas ante la escasez aspecto estético de la ciudad; las últi-
del suministro de energía eléctrica en Medellín3 y para poder arrancar, mas rutas, las de Aranjuez y Manrique,
a la larga, los que se calificaban como “estorbosos rieles de las calles” operaron hasta 1951. Sólo hasta 1979,
(García, 2000: 111). con el establecimiento de la Empresa
de Transporte Masivo del Valle de Abu-
rrá, el Municipio retomó la iniciativa en
la prestación del servicio de transporte,
2 La Compañía Antioqueña de Transportes, sociedad anónima, fue creada por Ricardo
mediante la creación del Tren Metropo-
Olano, quien viajó a Europa en 1913, donde compró algunos carros para cubrir tres
líneas: a La América, a Buenos Aires y a Villa Nueva. Pero los carros resultaron de-
litano (Gil, 1989).
masiado pesados para las calles de la ciudad, por lo que el negocio fracasó (Marín, Además de estas iniciativas relaciona-
1989: 45). Esta fue la primera empresa en su género en el país. das con el transporte terrestre, las co-
municaciones aéreas empezaron a ser
3 El director de las obras para el acueducto de la ciudad, propuso aprovechar la caída
consideradas. En 1930, por ejemplo, el
existente en la traída de las aguas a  Medellín para el acueducto de Piedras Blancas,
interés en el comercio, los viajes y los
con el fin de un posible desarrollo hidroeléctrico. Tan pronto la Compañía de Insta-
laciones Eléctricas fue adquirida por parte del Municipio, se concretó el proyecto.
negocios, contribuyó para que la SMP
La central hidroeléctrica de Piedras Blancas fue inaugurada en 1921, al nororiente adelantara estudios y negociaciones con
de la ciudad en el paraje conocido como La Tablaza; con una  capacidad instalada de la Compañía de Aviación Scadta, a fin de
1000 KW en dos unidades de 500 KW cada una. La principal justificación de la planta construir un campo de aviación: el Ae-
de Piedras Blancas fue, en su momento, proporcionar energía al tranvía y suplir las ródromo Olaya Herrera (Morales, 2006).
deficiencias del suministro de energía en la ciudad.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 31

Los servicios públicos y su municipalización

En la primera mitad del siglo XX, con el aumento del


tamaño de la ciudad, Medellín enfrentó serios proble-
mas por la precariedad de la salud pública y la salu-
bridad, los cuales llevaron a la búsqueda de mecanis-
11. El Aeropuerto Olaya Herrera fue puesto en funcionamiento en el mos para garantizar y mejorar la prestación de los
año de 1932; el 1 de mayo de 1947 fue el acto de inauguración de la servicios públicos, siendo éste uno de los asuntos que
pista de aterrizaje. más incidió en el ordenamiento urbano; en torno a él
se adelantó un amplio debate público por la participa-
ción directa del Estado en su manejo y control.
Hasta 1890, el uso de las aguas fue de propiedad privada y, en 1901 –en lo que se ha ca-
lificado como el inicio de la municipalización de los servicios públicos–, fue declarado
como propiedad del municipio; el Concejo lo determinó para todas las aguas que co-
rrieran por la ciudad. Esta decisión sólo se hizo efectiva en 1911, al finalizar la vigencia
de algunas de las concesiones a los particulares, pero todavía en 1929, la Corporación
debió anunciar que no se asfaltarían las calles por donde corrieran tuberías con aguas
que fueran de propiedad particular y no del Municipio.
Para 1912, con el apoyo de la SMP, se habían conformado varias comisiones para eva-
luar el estado sanitario de la ciudad y proponer un sistema de servicios públicos que
estuviera a cargo del Estado. En 1920, se llevó a cabo una reorganización del gobierno
local y se conformaron las Empresas Municipales, que cambiaron su nombre dos años
después por Empresas Públicas Municipales, hoy conocidas como Empresas Públicas
de Medellín. Su Junta fue encargada de la dirección, organización, administración y
establecimiento de las empresas que para entonces, eran propiedad del Municipio: la
Plaza de Mercado, la Planta Telefónica, el Acueducto de Piedras Blancas, el Matadero,
la Empresa de Energía Eléctrica, la Feria de Animales y el Tranvía Eléctrico –éstos úl-
timos dos proyectos para entonces estaban en construcción–.
La municipalización contribuyó a una mayor cobertura de los servicios públicos, a tal
punto que tres años después de haber sido decretada, se triplicó la capacidad eléctrica
de la ciudad con la puesta en funcionamiento de la Central Hidroeléctrica de Piedras
Blancas. Sin embargo, las fuentes de energía hidroeléctrica cercanas a la cuidad se
fueron agotando, y fue necesario considerar otros recursos más alejados. Desde 1922,
se reconoció el potencial del río Guadalupe, pero los altos costos y la capacidad ins-
talada que tenía prevista –muy por encima del crecimiento esperado de la demanda–,
hicieron que no se concretara el proyecto en ese momento.
32 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Los trabajos para una central hidroeléctrica, ubicada en la subregión del Norte de
Antioquia y que sirviera para todo el Departamento, se iniciaron en 1927. Dos años
después, aún sin terminar las obras, se contrató un programa más ambicioso, por
etapas, con miras a una capacidad instalada final de 120.000 kw. La Planta de Gua-
dalupe I se inauguró en 1932 y fue ampliada en los años 1938 y 1939, adicionando
dos unidades de 10.000 kw cada una. En 1943, entró en servicio una nueva unidad
de 10.000 kw, y sólo al año siguiente las instalaciones pudieron desarrollar toda su
capacidad (40.000 kw). Aun con las sucesivas ampliaciones, y aunque inicialmente las
previsiones eran menores, la capacidad lograda no parecía ser suficiente para aten-
der la demanda urbana de la industria, el comercio, los espacios públicos y los hoga-
res. En 1949 se inauguró Guadalupe II, con una capacidad de 10.000 kw. Y, a partir de
entonces, se concretaron diversos proyectos, casi todos localizados en el oriente del
Departamento de Antioquia, para la generación de energía hidroeléctrica.

12. Instalaciones de la Central Hidroeléctrica de Guadalupe en 1962.


La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 33

En lo relacionado con la comercialización de la ener-


gía eléctrica, en 1890 se había constituido la sociedad
que, cinco años después, dio lugar a la Compañía An-
tioqueña de Instalaciones Eléctricas; la cual importó
en 1899, los primeros 200 contadores domiciliarios
para la ciudad. En 1901 la empresa se privatizó y en
1918 volvió a manos del Municipio de Medellín y del
Departamento de Antioquia, sus antiguos dueños,
La construcción de un cinturón de tanques de almace-
para pasar definitivamente a ser propiedad del muni-
namiento de agua fue iniciada en 1938; posteriormen-
cipio en 1920.
te fue conectado a la planta de purificación de Villa-
Otros servicios públicos mostraban desarrollos des- hermosa, inaugurada en 1943. Con la materialización
iguales en la ciudad. Mientras la planta telefónica llegó de todos estos proyectos, Medellín fue la primera ciu-
a cinco mil líneas entre 1923 y 1929, y para 1940 conta- dad colombiana que logró una sólida estructuración
ba con la primera planta automática con capacidad de de los servicios públicos.
diez mil líneas, todavía en 1944, la ciudad no tenía una
El instrumento de la Valorización y el suministro de los
verdadera red de alcantarillado y la contaminación de
servicios públicos, permitieron la intervención del mu-
las aguas era un asunto preocupante. Fue sólo des-
nicipio en los procesos de ordenamiento urbano y fue-
pués de 1946 cuando se empezó a hablar en firme de
ron un apoyo para la dotación de infraestructura. De
un alcantarillado sanitario capaz de recoger las aguas
tal manera que para la década del treinta, ya se había
residuales, para llevarlas en colectores marginales al
recorrido camino en el desarrollo de los mecanismos
río y conducirlas hasta una planta de tratamiento (Ba-
de financiación y de la administración estatal de los
rrera, 1982).
servicios públicos, una experiencia fundamental para
el futuro de la ciudad. La prestación de estos servicios
por parte del Estado, operó con criterios claramente
empresariales y, como tal, funcionó como una más de
las actividades económicas que se daban en Medellín
en el marco de la modernización y la industrialización
de la ciudad y la región (Uribe y Bustamante, 1978).

13. Panorámica de Medellín en la


primera mitad del siglo XX. Se observa
la Catedral Metropolitana; a la derecha,
en la parte inferior, el Parque Bolívar
y en la parte superior, los barrios Villa
Hermosa y La Ladera. Al fondo, las
montañas aún despobladas.
34 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

14. Vista panorámica de la Feria de


Ganados de Medellín en 1967. Inició
labores en 1956 y fue administrada por
Empresas Varias hasta 1998; a partir
de entonces, por la Central Ganadera
S.A.

Se trató de un mecanismo de control y de 15. Edificio Miguel de Aguinaga, 1957. Localizado en el cruce de la Avenida de
legitimación de las políticas urbanas, ya Greiff con la carrera Carabobo, en el centro de la ciudad, fue la sede principal
que a partir de los servicios públicos se de las Empresas Públicas de Medellín hasta la construcción del edificio
inteligente en el sector de La Alpujarra, en 1997.
definieron los perímetros, se adelanta-
ron procesos de legalización de los asen-
tamientos populares y se pudo incidir en
el crecimiento de la periferia. El acceso a
dichos servicios marcó la diferencia entre
legalidad e ilegalidad de las construccio-
nes y definió las estrategias de integra-
ción de la gran porción de la ciudad cons-
truida por los propios pobladores (Lopera
et al., 1993). Así mismo, representó un
importante parámetro en la ampliación
del centro y del sector nororiental de la
ciudad, y un respaldo necesario para la
expansión urbana.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 35

Para 1942, las Empresas Públicas Municipales fueron divididas en tres secciones
que agruparon distintas actividades de abastecimiento y prestación de servicios: la
primera conformada por energía eléctrica, la segunda por teléfonos, tranvía y acue-
ducto y la tercera por mercado, matadero, ferias, la planta de leche, el montepío
(fondo para ayudas mutuas), el tejar y una fábrica de tubos de cemento.
Con ligeras variaciones, estas secciones se mantuvieron hasta 1955 cuando fueron
creadas las Empresas Públicas de Medellín, como ente autónomo del Municipio, en-
cargadas de todo lo relacionado con energía, telefonía, acueducto y alcantarillado.
Los servicios de mercados, feria de ganados, matadero, aseo y otros, los siguió ma-
nejando la Administración Municipal hasta 1964, cuando se crearon las Empresas
Varias de Medellín –EEVVM–.

16. Camión cisterna utilizado para el


suministro de agua en el aseo de las
calles, 1964.

17. Carro de Empresas Varias de


Medellín, 1964. Bus para el transporte
público urbano en el centro de la ciudad.
36 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

18. Exteriores de la Plaza de Mercado, sector de Guayaquil, conocida como El Pedrero, en la tradicional Plaza de Cisneros. Fue construida en la
década de 1890 por el ingeniero francés Carlos Carré y cerrada en 1973, a causa de un incendio que destuyó gra parte de las instalaciones, aunque
que las actividades de compra y venta de productos, se mantuvieron durante algunos años, hasta la remodelación del sector.

Esta nueva entidad surgió con el fin de organizar y administrar los servicios públicos de la
Central de Abastecimientos, la Feria de Ganados, el Matadero, las plazas de mercado loca-
lizadas en distintas zonas de la ciudad, el aseo y recolección de basuras y el Coso Municipal.
Entre 1965 y 1975, en el marco del proceso de descentralización urbana, EEVVM adelantó
la construcción de plazas de mercado satélites en La América, Belén, Campo Valdés, Cas-
tilla y Guayabal, que se sumaron a la Plaza de Flórez, fundada en 1891(Restrepo y Posada,
1981). Con la construcción de la Plaza Minorista “José María Villa”, para el comercio al por
menor y de la Central Mayorista,4 se materializó la desaparición del sector de El Pedrero,
que operaba en la zona de la antigua Plaza de Cisneros, en funcionamiento desde finales
del siglo XIX.

4 La Central Mayorista de Antioquia nació en abril de 1971, con 180 locales ubicados en 3 bloques, como
una solución al problema urbanístico y social, derivados del funcionamiento de los tradicionales negocios
de abarrotes del sector de Guayaquil. EEVVM administró la Central Mayorista hasta 1987, año en el cual
comenzó a operar como una entidad privada bajo el régimen de propiedad horizontal, convirtiéndose en la
primera central de abasto en el país con esta modalidad.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 37

Los desafíos impuestos por el ensanche espacial En el proceso de ensanche, confluyeron acciones de
particulares –especialmente en los proyectos impul-
sados por la SMP que había sido creada en 1899–;
Las primeras décadas del siglo XX fueron decisi- así como las acciones públicas promovidas desde el
vas para el desarrollo urbano del país. En la década Concejo para la reglamentación de la construcción y
de 1930, Antioquia ya era reconocida como la región ampliación de calles, aceras y desagües, y la adqui-
industrial de Colombia, y Medellín y su área cercana sición de franjas de terrenos para prolongar las vías
constituían la representación más clara de este proce- (Gil, 1989).
so. La industrialización, motor del crecimiento urbano,
promovió la expansión de Medellín y el fortalecimiento Del siglo XIX, la ciudad había heredado una conciencia
de las cabeceras municipales cercanas, cuando toda- de progreso y la capacidad de transformación. Desde
vía el fenómeno de la conurbación del Valle de Aburrá entonces, se empezaron a debatir cuestiones relacio-
no era evidente. nadas con la salubridad, el ornato y el significado de lo
moderno; discusiones que sentaron las bases para el
proceso de transformación urbana iniciado a comien-
zos del siglo XX, en Medellín.

19. Vista panorámica de la empresa de textiles


Fabricato, ubicada en el municipio de Bello al norte
del Valle de Aburrá. Inició labores en 1923 y, desde
entonces, contribuyó a la urbanización de sus
alrededores.

Con la construcción de infraestructura y la dotación de nuevos equi-


pamientos urbanos en la ciudad, se trató de responder a estas nece-
sidades. De igual manera, la delimitación de las áreas de la capital
antioqueña, en términos geográficos, resultó indispensable para op-
timizar la gestión administrativa del municipio. Al inicio de los años
veinte, se demarcó el área urbana de las cabeceras de los corregi-
mientos y ya en 1928, se señalaron las áreas urbanas y comerciales
de Medellín.
38 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

En este contexto, fueron definidos varios instrumen-


tos de intervención del Estado para el ordenamiento
urbano: la entrada en vigencia del Código de Cons-
trucciones en 1935, con las especificaciones que de- En el Valle de Aburrá, la ocupación del territorio siguió
bían cumplir las edificaciones de la época; la expedi- el curso de las vías en las dos márgenes del río, con
ción del Estatuto de Valorización en 1938 (Gil, 1989) y núcleos urbanos interconectados por un sistema vial
un año después, una reglamentación para el ancho de (Schnitter, 2005). El proceso de ensanche de Medellín
las vías y la altura de las edificaciones. Todas éstas fue involucrando, progresivamente, territorios del va-
fueron iniciativas que sirvieron de referencia para las lle y de las laderas, más allá del centro, y puso en evi-
demás ciudades colombianas (Barrera, 1982). dencia nuevas necesidades.

20. Vista panorámica del Hospital San Vicente de Paúl en 1938,


que deja ver las laderas noroccidentales aún sin urbanizar.

El desarrollo lineal de la ciudad, resultante de su topografía, de la forma del va-


lle y de haber alcanzado en sentido oriente-occidente los límites de los servicios
públicos, traspasó su alcance municipal y su influencia directa a todo el valle y
a los vecinos; por esta razón se hizo necesario, para esa época, tener más dina-
mismo en los aspectos generales de la planeación (Bravo, 1991: 128).
A finales de los años treinta surgieron en la ciudad nuevos barrios como resul-
tado de la supresión de los corregimientos, aunque aún no estaban integrados
con la zona central. Este proceso afirmó el sentido del crecimiento urbano que
para entonces vivía la ciudad y la vinculación de sectores rurales tradicionales
que habían sido muy dinámicos y relativamente autónomos, como fue el caso de
Belén, La América y Guayabal.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 39

21. Vista panorámica de la Universidad


Pontificia Bolivariana en 1967. Está ubicada
entre las avenidas Nutibara y Bolivariana en
el sector de Laureles.

La parte occidental de la ciudad representaba a una nueva Medellín, identificada desde


1938 con el proyecto del barrio Laureles, la construcción de la Universidad Pontificia Boli-
variana y el barrio Los Libertadores.
El trazado de esta zona fue hecho por Pedro Nel Gómez, Horacio Longas y Luis de Greiff,
quienes elaboraron el plano de una urbanización que limitaba por un lado con la Universi-
dad Bolivariana y por otro con el plano futuro de La América; comprendía treinta manzanas
con 500 lotes marcados para casas, todas en medio de jardines, y el sitio para la iglesia del
barrio que se llamaría Santa Teresita (Morales, 2006: 190,191). Fue un diseño geométrico
que rompió con el tradicional trazado en línea recta: avenidas concéntricas semicirculares,
amplias zonas de arborización y espacio verde entre las casas y la acera. Posteriormente
este diseño fue explícitamente criticado por Wiener y Sert (Botero Gómez, 1996).

22. Aérea de Laureles, 1953. Panorámica


en la que se observa el nuevo trazado
urbano y grandes áreas aún sin urbanizar..
23. Aerofotografía de Laureles a principios del siglo XXI. A partir del trazado inicial propuesto por Gómez, Longas y
De Greiff, la zona tuvo un rápido y singular crecimiento, que consolidó el sector antes llamado Otrabanda.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 41

24. Vista panorámica de la Fábrica Everfit, en 1947, ubicada en el sector


noroccidental de la ciudad, poco urbanizado para entonces.

Hacia mediados del siglo XX, el territorio urbano, a lo


largo del río, estaba integrado por los núcleos funda-
cionales de las cabeceras municipales; pero Medellín,
ubicado en la zona centro oriental del valle, represen-
taba una ocupación mucho mayor que la de los otros
municipios y ya había desbordado la tradicional zona
del centro. Por el nororiente, Medellín se extendía por
las laderas con el asentamiento de barrios populares
que caracterizaron la periferia; hacia el suroriente, El
Poblado –cuyo origen se remonta al siglo XVII– aún es-
taba separado del centro; y hacia el occidente, al otro
lado del río, se encontraban pequeños focos urbanos
o fracciones, como Belén, La América y Robledo, junto
con la reciente urbanización de Laureles, San Joaquín
y Bolivariana.
Con el crecimiento de la ciudad, ya no sólo la zona oc-
cidental y sur occidental de la ciudad estaban ganan-
do en importancia, sino que empezaba a manifestarse
el fenómeno de la conurbación con otros municipios
del Valle de Aburrá, como Bello, Itagüí y Envigado. En
décadas posteriores, la densidad aumentó, tanto con
la urbanización de predios que antes habían estado
desocupados, como con la utilización de una zona que
estaba aún sin aprovechar: el aire; y fue común encon-
trar edificaciones de más altura, especialmente en el
25. Edificio La Bastilla, 1954. Construido en los años cuarenta, fue centro.
uno de los primeros edificios modernos en la ciudad, destinados
a comercio y oficinas. En primer plano se ilustra el sistema de
organización del tránsito automotor en el centro de la ciudad, antes
de la instalación de los primeros semáforos.
42 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

26. Edificio de Fabricato, 1954. Sus


doce pisos fueron otra muestra de la
nueva tendencia a la construcción en
altura. Ubicado en la carrera Junín,
donde aún se conserva.

La utilización del espacio aéreo llevó a la renovación de muchos sectores


de la ciudad, al ser derribadas importantes edificaciones para dar lugar a
edificios nuevos, de mayor altura. Surgió en la práctica “la ‘Propiedad Hori-
zontal’ […], dando inicio a una modalidad que, a partir de entonces, marca-
ría los procesos de urbanización en Medellín (y en el país)” (Gil, 989: 108).
Pero antes de 1930 esta tendencia en la ocupación ya se vislumbraba. Va-
rios incendios ocurridos en el Parque de Berrío (o simplemente Parque Be-
rrío, como los habitantes locales lo conocen popularmente), llevaron a la
destrucción y alteración del paisaje urbano en el centro de la ciudad. En las
respectivas reconstrucciones fueron levantados edificios de tres y cuatro
pisos reconocidos como una señal de progreso; incluso, sin una mayor pre-
ocupación por el menoscabo del legado arquitectónico del centro urbano,
se llegó a afirmar “La ciudad ganará, porque todo lo incendiado era viejo
y feo y ahora se levantarán edificios modernos” (Morales, 2006: 218,219).
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 43

27. Multitud que observa, desde el


atrio de la Iglesia de la Candelaria, el
incendio de varias edificaciones en el
marco del Parque Berrío en 1921.

28. Después del incendio ocurrido el 29 y


30 de octubre de 1921, se debieron demoler
varias edificaciones situadas alrededor del
Parque Berrío. También aparecen algunos
pasajeros subiendo al tranvía.
44 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

29. Inicio de las obras para la construcción del Hotel Nutibara en los años cuarenta del siglo XX.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX, a nombre


30. En el Edificio Gonzalo Mejía, ubicado en la Avenida La Playa con
la carrera Junín, funcionaron el Teatro Junín y el Hotel Europa. Fue
del progreso se tomaron una serie de decisiones que
demolido en los años sesenta, para construir el Edificio Coltejer. afectaron el espacio urbano de la ciudad. Las nuevas
edificaciones de más de tres pisos, como el Hotel Nuti-
bara, inaugurado en 1945, fueron consideradas como
símbolo del mejoramiento urbano. Pero, con este mis-
mo argumento, se destruyeron importantes espacios
y referentes históricos como el Teatro Junín, el Tea-
tro Municipal y, posteriormente, el Palacio Arzobispal
(Melo, 1997).

En 1955 se tomó otra decisión importante para la ex-


pansión y la movilidad en la ciudad: mediante Resolu-
ción de la Junta de Planificación, se fijó en 60 metros
de ancho la zona correspondiente a las obras para
cada una de las avenidas derecha e izquierda del río
Medellín, en su trayecto comprendido dentro de los
límites del municipio. Esta disposición, que tuvo im-
pacto en todo el Valle de Aburrá, fue integrada en el
Plano Director de la ciudad, y aprobada por el Conce-
jo en 1959. Décadas después, posibilitó la proyección
del Tren Metropolitano de Medellín, por dichas zonas
(Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales,
1996).
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 45

Formas de ocupación del espacio y expresión de la vida en la ciudad

La ciudad tenía un referente territorial más amplio que el propio espacio


urbano central. Como tal, fue reconocido en el primer censo de población
de 1675 que tomó como base el Poblado de Aná, en un espacio cuya exten-
sión fue de ocho cuadras de largo y de ancho a partir de la Plaza Mayor.5
Para 1825, en el primer censo constitucional de la República de Colombia,
se registraron 6.050 habitantes en la cabecera y 13.000 en la totalidad del
Distrito, que incluía algunas fracciones como San Cristóbal, La Estrella,
Hatoviejo y Belén (Barrera, 1982).

31. Terrenos propiedad de Antonio Mesa, adquiridos por el empresario Tyrell Moore, quien los donó
a la municipalidad para la construcción del Parque Bolívar. La imagen corresponde a 1895.

Para mediados del siglo XIX, la ciudad se proyectó hacia el norte y hacia
el sur hasta donde lo permitían las quebradas La Loca, La Palencia, Santa
Elena y el río Medellín. Tanto en el plano de 1875, como en el que levan-
taron algunos estudiantes de la Escuela de Minas en 1889, quedó consig-
nado que la ciudad se había desbordado (Jaramillo y Perfetti, 1993: 24).
Finalizando el siglo, estaba representada por el “centro”; las llamadas
“fracciones” habían continuado su proceso de crecimiento, al igual que los
otros municipios del Valle de Aburrá. Sin embargo, hasta ese momento,
las reflexiones y las acciones sobre la ciudad sólo hacían referencia a su
cabecera principal (Gil, 1989).

5 La Plaza Mayor fue construida en 1675, después de 1850 se llamó Plaza de Zea y a partir
de 1895, Parque de Berrío (Barrera, 1982).
46 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

32. Plano de Medellín. Levantado por los alumnos de la Escuela de Minas, 1889.

Desde finales del siglo XIX, se informaba No obstante, la urbanización de terrenos para la construcción de ba-
de la venta de lotes urbanos para la cons- rrios en Medellín sólo se hizo con planos definidos y a cargo de ur-
trucción de casas en el paraje de Buenos banizadores privados, a comienzos del siglo XX, cuando el espacio
Aires y se registraron los asentamientos urbano de la ciudad se expandió, aumentó el área construida y hubo
iniciales de aquellos que posteriormente una clara orientación a la modernización de la infraestructura. Por
serían los barrios: Boston, La Asomade- entonces, fueron urbanizados terrenos que dieron lugar a los barrios:
ra, Guanteros (habitado por artesanos), Aranjuez, Quijano, Pérez Triana, Maljac, La Independencia, La Lade-
Gerona, Villanueva, Guayaquil y El Carre- ra, Los Ángeles, Manrique, Campo Valdés y Castilla; así como Loreto,
tero (la calle que después sería la carre- Libertadores (hoy Barrio Triste o Barrio Corazón de Jesús, que fue
ra Bolívar, primera que tuvo especifica- considerado un modelo de urbanización), Barrio Antioquia, Colombia,
ciones aptas para vehículos de ruedas en Colón y Prado (Barrera, 1982: 52). Algunos de estos asentamientos
la ciudad). fueron impulsados por el éxodo del campo a la ciudad.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 47

33. Paseo de Buenos Aires, 1922. La calle Ayacucho (calle 49), antes
conocida como vía de La Amargura, fue un camino importante
cuando la ciudad apenas llegaba hasta la quebrada Santa Elena;
por ella se comunicaba con el Paraje de Buenos Aires y con el
Cementerio de San Lorenzo. Esta vía, con el trazado del tranvía se
convirtió en la ruta principal para comunicar a Medellín con el Valle
de San Nicolás (oriente cercano).

Para los años treinta, la ciudad contaba con una zona


central y barrios relativamente autosuficientes y, a
partir de entonces, el crecimiento urbano se proyectó
hacia el norte: en 1938, el río Medellín ya estaba rec-
tificado desde el puente de Guayaquil hasta Colombia,
y se contaba con un plano aprobado para su continua-
ción más allá del puente de El Volador, con lo cual se
garantizaba la recuperación de más terrenos para la
urbanización (Melo, 1997).
Durante la década de 1940, el centro estaba estruc-
turado y las zonas de vivienda eran más o menos ho-
mogéneas e integradas mediante el sistema del tran-
vía; pero, con el ensanche espacial, las distancias y
los problemas de comunicación se hicieron notorios.
Prosiguió la urbanización de los sectores o zonas aún
vacías y la ciudad siguió creciendo hacia su periferia;
algunos desarrollos espontáneos sobre la margen
oriental del río y novedosas propuestas urbanísticas
en la Otra Banda –parte occidental de la ciudad– se
sumaron a los barrios: Belén, La América, Guayabal,
Robledo y Berlín.

34. Vista de la carrera Bolívar en sentido norte sur, con los rieles
del tranvía. Al fondo, el Edificio de la Gobernación.
48 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

35. Vista panorámica del Barrio


Aranjuez, en el nororiente de la
ciudad en 1954.

36. Panorámica del Barrio Carlos


E. Restrepo, construido por el ICT
en inmediaciones de la Biblioteca
Pública Piloto, en 1970.

37. Vista aérea del Barrio Castilla,


ubicado en la zona noroccidental
de la ciudad. Al fondo se observan
las laderas de las montañas aún
despobladas, en 1969.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 49

38. Puente de Guayaquil, construido en ladrillos en 1879, por el alemán Henrique Hausler. Después del puente de la calle
Colombia, fue el segundo sobre el río Medellín. En 1967 se registra la circulación de vehículos.
50 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

39. Para mediados del siglo XX, en el barrio


Guayabal y en las cercanías al Aeropuerto Olaya
Herrera, se observan edificaciones en tapia con
techo de teja de barro.

En el marco del desarrollo industrial, hacia mediados del siglo XX, también prolife-
raron los barrios populares en la periferia de la ciudad. Muchas de las actividades
y servicios que tenían lugar en la zona central, se relocalizaron. Las vías, en su
mayoría de tipo radial, contribuyeron al proceso de expansión con la aparición de
nuevos sectores residenciales (Bravo, 1991).
Medellín enfrentaba otra dimensión urbana: con la incorporación de nuevas áreas
al núcleo tradicional de la ciudad, se hizo necesario resolver el transporte colecti-
vo, ampliar la red de servicios públicos, y generar una serie de actividades que la
ciudad hasta entonces, no había requerido o las desarrollaba de una forma localis-
ta y fraccionaria (Uribe y Bustamante, 1978).

40. Vista de sur a norte desde Itagüí en sus


límites con Medellín en 1973. Se observan
el barrio Guayabal, La Colina y Cristo Rey,
así como lotes urbanizados por el ICT en la
zona más plana de la ciudad, en medio de
terrenos aún despoblados.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 51

41. Barrio San Javier, ubicado en la zona centro-


occidental de Medellín. Para mediados del siglo XX
tuvo una rápida urbanización en las áreas planas. Más
adelante aumentó la construcción en sus laderas; hoy
ocupa toda la montaña.

42. El Barrio Manrique fue una de las primeras áreas


urbanizadas en la zona nororiental de la ciudad.

El desarrollo de la actividad comercial e industrial, el crecimiento de algunos


barrios y la necesidad de su comunicación, la modernización de los sistemas
de transporte y el fortalecimiento de las cabeceras municipales próximas a la
capital del Departamento de Antioquia –por ser asiento de nuevas empresas in-
dustriales– propiciaron que, desde la década del treinta, Medellín se auto-reco-
nociera como una ciudad moderna, industrial y progresista.
52 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

43. En los años veinte del siglo pasado


estas instalaciones fueron conocidas como
Fábrica de Bello, una de las primeras
empresas textileras de la industrialización
antioqueña. A la entrada se observa
un grupo de obreras que constituían la
mayor parte de la fuerza laboral para
entonces. Fabricato continúa ubicada en las
inmediaciones del municipio de Bello, al
norte del Valle de Aburrá.

44. Fábrica de Postobón, 1927. Instalaciones


de la fábrica de gaseosas Posada Tobón,
fundada en 1904. Su primera sede estuvo
ubicada en la calle Colombia con la carrera
Sucre, en el centro de la ciudad. En la
fotografía aparecen algunos empleados
y parte de los vehículos distribuidores,
incluidos los de tracción animal.

45. La Playa, a mediados del siglo XX. Vista desde


el occidente de la Avenida Primero de Mayo en el
centro de la ciudad.
La expansión de la ciudad en la primera mitad del siglo XX 53

46. Cervecería Unión, 1930. Nace a partir de la fusión


la Cervecería Antioqueña Consolidada y la Cervecería
Libertad. En sus inicios, la sede administrativa estuvo
ubicada en el centro de Medellín. Posteriormente las
instalaciones se trasladaron al municipio de Itagüí.

47. Panorámica de las instalaciones de Coltejer en


el municipio de Itagüí, Antioquia. Fundada en 1907,
fue una de las empresas más representativas de la
industrialización.

48. Pintuco, (s.f.). Fundada en 1945 en Medellín, para la


producción de pinturas, esmaltes y barnices.
54 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

La expansión lineal del espacio urbano fue definiéndose en medio de un conti-


nuo proceso de transformación que marcó la posterior integración de Medellín
con los municipios circundantes (Barrera, 1982).
Un área central y barrios residenciales autosuficientes, daban cuenta de una
aparente coherencia en la ciudad. En la margen oriental del río, varios asen-
tamientos espontáneos y la construcción de algunos barrios para obreros, ca-
racterizaron la dinámica urbana de esta zona; pero durante la década de los
cincuenta, la desaparición del tranvía contribuyó a que los barrios orientales
entraran en un progresivo aislamiento.

49. Aérea del río Medellín, 1963.


Muestra la expansión lineal del
espacio urbano con el río como su
eje estructurante.
55

La ciudad en 1950

A
lo largo de la segunda mitad del siglo
XX las dinámicas urbanas del territorio
colombiano se intensificaron desorde-
nadamente. La búsqueda de las nuevas opor-
tunidades que ofrecían las urbes, y las condi-
ciones de violencia y pobreza que se vivían en
el campo, contribuyeron al incremento de la
migración rural urbana y a un aumento impor-
tante de la población en las ciudades, en los
años cincuenta y sesenta. A su vez, los cambios
ocurridos en el mundo y en el país durante es-
BPP-F-004-0076. 50. Panorámica de Medellín al final de los años
tas décadas, fueron motivando que −paulatina sesenta, cuando se intensificó la ocupación de las zonas de ladera.
o abruptamente− los procesos de regulación y
planeación de las ciudades cambiaran sus di-
rectrices.

Medellín, no fue ajena a estas realidades. Las


transformaciones que se venían producien-
do desde principios del siglo XX, en el marco
del proceso de industrialización, se acrecen-
taron: la urbanización de zonas con vocación
agrícola, la especulación y ocupación ilegal de
BPP-F-016-0996. 51. Transporte colectivo al barrio La tierras, la proliferación de barrios clandesti-
América desde el centro de la ciudad en 1944. nos, los asentamientos de vivienda en áreas
inadecuadas y peligrosas, el deterioro físico
y ambiental y la segregación excesiva de las
actividades y de la población (Aristizábal et
al, 1976: 85). constituían graves problemas.
No obstante los esfuerzos que se habían he-
cho en materia de la prestación de servicios
públicos, de construcción de infraestructura
urbana y de transporte, era evidente que el
crecimiento de Medellín se había desbordado.
Por tanto, fue necesario tratar de adecuar la
ciudad a las demandas de la población cre-
ciente, y adelantar la urbanización de zonas
antes alejadas o aisladas del centro. La cons-
trucción de vivienda, en especial aquella des-
tinada a sectores obreros, continuó ofrecién-
dose por parte de urbanizadores privados,
motivados por la caridad o por el negocio y se
sumó a la oferta de algunas entidades públi-
cas. Tal era la presión de los nuevos habitan-
tes por hacerse a un lugar en la ciudad, que
invadieron zonas deshabitadas para ocupar-
las de hecho, en medio de un proceso que se
ha calificado como “colonización urbana” (Na-
ranjo y Villa, 1997: 14).
56 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-018-0417. 52. Vista aérea del


Barrio Popular en 1969, ubicado en la
zona noroccidental de la ciudad. Allí se
localizaron urbanizaciones legales e
ilegales.

Con los déficits crecientes de vivienda, educación y prestación de servicios públicos, también llegaron nuevas formas
de ocupación del espacio, elementos culturales diferentes a los que hasta entonces habían predominado, y otras ma-
neras de entender la estética de la ciudad y la regulación de su crecimiento.
El ensanche de la ciudad significó una ampliación de su territorio que cambiaría drásticamente, de ahí en adelante,
el tipo de ciudad concebida, pensada y vivida y sus relaciones con el Valle de Aburrá y el resto del departamento. Los
pasados de la ciudad y el reconocimiento de las memorias, ilustran el camino recorrido y permiten entender los acu-
mulados que tenía la ciudad. A este propósito está dedicada la parte II del presente trabajo.

BPP-F-019-0150. 53. Panorámica del extremo


noroccidental de la ciudad en 1973. Se observa
una alta densidad de edificaciones, que poco a
poco se expandieron a las laderas.
La ciudad en 1950 57

A la par del crecimiento demográfico, el ensanche espacial y


estas problemáticas urbanas, surgieron nuevos intentos de re-
gulación estatal y cambios en la actividad planificadora. En el
ámbito local, la creación de la Oficina de Planeación, en 1960,
permitió contar con una mayor institucionalización (Naranjo y
Villa, 1997: 14); una institucionalización que reflejaba el interés
gubernamental por la planeación de la ciudad y sus procesos de
ocupación, ya no sólo referidos al área central, sino extendidos,
precipitadamente, sobre las zonas planas del oriente y occiden-
te del río Medellín y las laderas del Valle.

BPP-F-004-0007. 54. Vista panorámica de Medellín, en sentido sur norte. Al


fondo se observa el Cerro Quitasol, ubicado en el municipio de Bello.
58 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El surgimiento del interés por la planeación en el país

En el marco de la violencia política, desatada en la primera mitad del siglo


XX, en noviembre de 1949, se declaró turbado el orden público y en “estado
de sitio” todo el territorio nacional. Tal declaratoria, amparada en la Consti-
tución de 1886, suspendió las sesiones del Congreso, de las Asambleas y de
los Concejos Municipales; decretó censura a la prensa, prohibió las reunio-
nes o manifestaciones públicas y otorgó plenos poderes a los gobernadores
de los departamentos para que implementaran estas medidas. Así mismo,
asignó nuevas funciones a los Alcaldes para administrar y desarrollar los
proyectos de los municipios.
El General Gustavo Rojas Pinilla llegó al palacio presidencial colombiano en
1953, mediante un golpe de Estado a Laureano Gómez, con la propuesta de
lograr la paz en medio de una situación de violencia generalizada, y nombró
gobernadores militares en varias secciones del país.
La Asamblea Nacional Constituyente creó en 1954 los Consejos Administra-
tivos Municipales, nombrados por el Presidente con un carácter exclusiva-
mente administrativo y que, durante la crisis institucional, se encargaron de
algunas funciones antes realizadas por los Concejos Municipales.
En 1957, fue derrocado Rojas Pinilla y sustituido por una Junta Militar que
gobernó entre 1957 y 1958, y abonó terreno para el pacto bipartidista que dio
lugar al Frente Nacional, vigente entre 1958 y 1974. Éste fue un momento
clave para la consolidación del Estado colombiano: se modificó la estructura
y el sistema político, se modernizó el aparato estatal y se estabilizó la eco-
nomía; así mismo, se estimuló la inversión privada y se realizaron conversa-
ciones iniciales que desembocaron en el Pacto Mundial del Café.
Entre 1958 y 1968, mientras se empezaba a restablecer y a estabilizar la ins-
titucionalidad en todos los niveles territoriales del país, la planeación em-
pezó a sobresalir como un instrumento central de cambio, de coordinación y
programación de las actividades del Estado.

Misiones extranjeras e institucionalización de la


planeación
El gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), de- Creado mediante Ley 19 de 1958, el DNP tuvo como
clarado como de “Unión Nacional”, dio los primeros propósito “consolidar la racionalización, la continui-
pasos para la formulación de un plan de desarrollo, dad y el respaldo técnico en las acciones del Gobier-
promoviendo la visita de misiones extranjeras. Entre no y en las gestiones administrativas” (García, 2000:
otras realizaciones, impulsó programas de vivienda a 193). Inicialmente, se adelantó una planeación por
través del Instituto de Crédito Territorial (ICT) y ade- proyectos, encaminada a obtener financiación de las
lantó la construcción y pavimentación de carreteras y agencias internacionales de crédito para desarrollos
de varias represas hidroeléctricas. sectoriales; pero también, dentro de las limitaciones
En 1949, bajo su gobierno, llegó la primera misión del básicas institucionales, se hizo uso de instrumentos
Banco Mundial a Colombia. Encabezada por el econo- de política económica y de los recursos financieros
mista canadiense Lauchin Currie y enmarcada en la existentes.
profusión que, para entonces, tenía el campo de la Mientras se restablecía la institucionalidad, se inten-
planificación en todo el mundo, fue más allá del diag- sificaba el intervencionismo del Estado y se asignaba
nóstico de la economía nacional y propuso el estable- un importante papel a la planeación en la superación
cimiento del Departamento Nacional de Planeación de los problemas del país, seguía acrecentándose la
(DNP). ocupación de los espacios urbanos, en medio de la
agudización del desempleo y la pobreza.
La ciudad en 1950 59

CD4- DSC_1693. 55. Vista aérea de un sector urbano de la ciudad de Medellín que fue conformándose espontáneamente, 2009.

Visiones y trayectorias en el ordenamiento y regulación de la ciudad

La creación de la Oficina de Planeación para que tuvieran un carácter técnico y


Junto con el restablecimiento del marco institucional y la creación coordinado (A.H.M. Fondo Secretaría de
del DNP, en 1958, se devolvieron a los concejos municipales, las mis- Planeación, 1958-1964, Caja 11, Legajo 1,
mas funciones que tenían desde principios de siglo XX, incluidas las Folios 1-208).
gestiones administrativas y la presencia en algunas Juntas Locales Mediante el Acuerdo No. 46 de 1960, el
(García, 2000: 195), pero con la nueva prioridad de crear y organizar Concejo Municipal suprimió la Sección
oficinas de planeación. Administrativa denominada Plan Regu-
En el mismo sentido, en la Segunda Reunión Nacional de Oficinas de lador y creó la Oficina de Planeación Mu-
Planes Reguladores, realizada en Medellín en 1959, y convocada por nicipal como una dependencia directa del
la Sociedad Colombiana de Planeación y el Centro Interamericano de Alcalde, y como una entidad técnica de la
Vivienda y Planeación,6 se recomendó establecer una base legal para Administración, consultora y asesora del
el proceso de planificación y se propuso fomentar “la creación de Ofi- Concejo y, en general, de los organismos
cinas de Planeación Municipal para el estudio de problemas físicos, municipales, con jurisdicción sobre todas
sociales y económicos del municipio a fin de programar soluciones sus secciones. En ese mismo año se es-
racionales” y relocalizarlas dentro de la Administración Municipal, tableció un completo organigrama de la
entidad y se le asignaron funciones espe-
cíficas, tales como:
• Realizar estudios tendientes al mejor
6 En esta reunión participaron por Medellín: la Oficina del Plan Regulador, la Fa-
aprovechamiento de los recursos y los
cultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, la Personería,
esfuerzos públicos y privados.
la Facultad de Arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana, Empresas
Públicas de Medellín y la Secretaría de Obras Públicas del municipio.
60 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

• Investigar sobre aspectos sociales, económicos y


físicos que permitan contar con un conocimiento
real de la comunidad, en relación con: demografía,
estratificación social, niveles económicos de la po-
blación, economía urbana, delimitación de comuni-
dades con sus usos del terreno y servicios comuna-
les, tránsito y densidades.
• Avanzar en los análisis para hacer las recomen-
daciones base de la prospectiva de planes y pro-
gramas de desarrollo, o para servir de fuente de
información al Concejo Municipal para la redacción
de sus Acuerdos.
• Elaborar planes integrales de corto y largo plazo
que estructuren la política municipal, buscar su
realización y controlar su ejecución mediante la
coordinación directa de las tareas necesarias.
• Elaborar y recomendar estatutos, proyectos y la le-
gislación necesaria para la ejecución de planes y
programas.
• Programar las orientaciones de la Acción Comunal
y trabajar por el fortalecimiento de un espíritu de
cooperación cívica en la solución de los problemas
y ejecutar las obras de interés general para la co-
munidad.
• Realizar un inventario económico, social y físico de
los recursos del municipio.
• Colaborar técnicamente, según recomendaciones BPP-F-018-0229. 56. Palacio Municipal, 1948. Ubicado sobre la carrera
del Departamento Administrativo de Planeación y Carabobo, es uno de los más representativos del centro de la ciudad. La
Servicios Técnicos de la Nación, en la elaboración sede del gobierno municipal pasó al Centro Administrativo La Alpujarra.
del Proyecto de Presupuesto Municipal. Actualmente este edificio es la sede del Museo de Antioquia y está
localizado frente a la Plaza de Botero.
• Emitir conceptos sobre los problemas que afectan
o puedan afectar el desarrollo de la ciudad o el
bienestar de sus habitantes.
• Informar, de manera permanente al público, sobre
Desde la definición misma de las funciones de la Ofi-
las actividades y conclusiones de la oficina para lo-
cina, se destacó la búsqueda de coordinación con las
grar su colaboración en la realización de los distin-
instancias de Planeación Departamental y Nacional y,
tos programas.
de manera significativa, con los municipios del Valle
• Propender por la coordinación de planes y progra- de Aburrá.
mas de desarrollo urbano y servicios públicos en-
Se propuso que la Oficina de Planeación quedara in-
tre los municipios del Valle de Aburrá, para lograr
tegrada por la Junta de Planeación, la Comisión de
la solución de los problemas comunes.
Memoriales y la Oficina de Planeación, con personal
• Mantener estrecho vínculo con las oficinas de Pla- técnico y administrativo. A su vez, la Junta de Planea-
neación Departamental y con el Departamento ción estaría conformada por cuatro representantes
Administrativo de Planeación y Servicios Técnicos miembros del Concejo: el Alcalde o el Secretario de
Nacional, para la coordinación y el desarrollo de Despacho que delegue, quien la presidirá; el Jefe o
los planes y programas a escala nacional y regional Director anterior de la Oficina Técnica de Planeación;
(Acuerdo No. 46 de 1960). un ingeniero, un arquitecto, un economista y un médi-
co, nombrados por el Alcalde, de ternas propuestas,
respectivamente, por las sociedades antioqueñas de
Ingenieros, Colombiana de Arquitectos, Colombiana
de Economistas y Colegio Médico −Seccionales de An-
tioquia− (Acuerdo No. 46 de 1960: 957).
La ciudad en 1950 61

La estructura interna de la Oficina se propuso con los niveles de Dirección, Se-


cretaría, Servicios Generales y los tres departamentos básicos: Investigaciones
e Informaciones, Planeación y de Aplicación (Acuerdo No. 46 de 1960). Dos años
más tarde del Acuerdo de su creación, la Oficina se reorganizó, pasó a llamarse
Departamento Administrativo de Planeación, conformado por el Consejo de Pla-
neación y la Oficina de Planeación municipales (Acuerdo No. 50 de 1962).
El Consejo Municipal de Planeación sería presidido por el Alcalde o el Secreta-
rio designado, dos profesionales expertos, nombrados por el Alcalde, dos con-
cejales y dos profesionales expertos, nombrados por el Consejo, conformación
que dejaba de lado la recomendación de los gremios, la cual estaba considerada
en el Acuerdo No.46 de 1960. Entre sus funciones figuraron: aprobación de los
planes de Acción Comunal para recomendar su ejecución, consideración de pro-
gramas regionales para la planeación orgánica de los municipios del Valle de
Aburrá y evaluación de proyectos o realizaciones que afectaran el desarrollo de
la ciudad (Acuerdo No. 50 de 1962).
En 1982 se llevó a cabo otra reestructuración, pasando a ser Departamento Ad-
ministrativo de Planeación Metropolitana, con jurisdicción, sobre todo, en el Va-
lle de Aburrá.

Medellín antes de 1950: planos y directrices


La institucionalización de la planeación en
el municipio se logró a partir de la entra-
da en funcionamiento de la Oficina de Pla-
neación Municipal en 1960. Sin embargo,
antes de su creación, otras entidades ha-
bían cumplido tareas reguladoras con el BPP-F-019-0178. 57. Vista de la construcción
propósito de ordenar el funcionamiento y del Hospital San Vicente de Paúl, en 1916.
la expansión de la ciudad. Las obras duraron aproximadamente 20 años.

En la segunda mitad del siglo XIX, la ad-


ministración pública tenía limitados al-
cances y, según la Constitución de 1886,
la autonomía municipal dependía del De-
partamento. No obstante, en el Concejo de
la ciudad se empezó a deliberar acerca de
una regulación del espacio y los servicios
públicos, y se contó para ello con instan-
cias como la Oficina del Ingeniero Muni-
cipal, el Plano de Medellín Futuro, la Ofi-
cina de Valorización, la Oficina del Plano
Regulador, el Plan Director y con algunos
códigos y normas. Así mismo, la Sociedad
de Mejoras Públicas (SMP) participó en el
proceso de ordenamiento urbano.
62 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Lo público y lo privado: la Sociedad de Mejoras Públicas


Durante las primeras décadas del siglo XX, la SMP −fundada en 1899−, fue propul-
sora de obras culturales y cívicas (Gil, 1989: 101) y abordó prácticamente todo lo
relacionado con el urbanismo: diagnósticos, proyectos, concursos, negociaciones e,
inclusive, la ejecución o supervisión de obras. Con estas acciones, asumió la función
de dotación, ornamento y remodelación del espacio urbano.
Obras como la canalización del río Medellín, la cobertura de la quebrada Santa Ele-
na, la pavimentación de calles, el amoblamiento urbano en plazas y calles y la cons-
trucción del Instituto de Bellas Artes, contaron con el apoyo de la SMP. Entre 1907
y 1918, con su participación, se construyeron varias obras de carácter público en la
ciudad: Orfelinato de San José, Bosque de la Independencia, Estación del Ferroca-
rril de Antioquia, Hospital San Vicente de Paúl, fachada del Teatro Bolívar, Estación
del Bosque y Estación del Ferrocarril de Amagá (Botero: 1996: 83) y colaboró activa-
mente en la construcción del Hotel Nutibara.

BPP-F-015-0641. 58. Hospital San


Vicente de Paúl, 1957. Ubicado en
la zona centro oriental de la ciudad,
fue abierto a la comunidad en 1934.

En el desarrollo de estas tareas, la SMP, llegó a asumir compromisos que


eran competencia del Estado. La institución y sus actividades fueron una
expresión de la relación entre lo público y lo privado, pero también de los
riesgos y las contradicciones que se producen cuando se trata de tomar
decisiones que involucran a una sociedad en su conjunto.
Aunque las inversiones globales principales de la SMP se hicieron en infra-
estructura vial y productiva, ésta promovió, como elemento central, un ideal
de ciudad que impulsaba la cultura y la educación (Melo, 2004).
La ciudad en 1950 63

BPP-F-001-0519. 59. Palacio


de Bellas Artes, ubicado en el
cruce de la Avenida La Playa
con la Carrera Córdoba, en el
centro de la ciudad, 1940.

BPP-F-011-0522. 60. Desde finales del siglo XIX, el Bosque de la Independencia


fue un espacio para la recreación en la ciudad; su Lago era utilizado para
diferentes actividades lúdicas y deportivas. En sus terrenos, actualmente se ubica
el Jardín Botánico “Joaquín Antonio Uribe”.
64 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Por concesión del Concejo Municipal,


la SMP, tuvo la posibilidad de recau-
dar impuestos, reservarse el uso de
algunas rentas municipales para su Prestaba asesoría permanente al Concejo en actividades como la ejecu-
financiación, ejercer ocasionalmente ción en obras públicas y las negociaciones de predios urbanos entre el
funciones de planeación y ejecución Distrito de Medellín y los particulares (García, 2000: 109). Todas estas
de obras de beneficio común y hacer razones contribuyeron a consolidar un importante poder de la entidad
control sobre aspectos que tuvieran en asuntos públicos durante las primeras décadas del siglo XX. Hacia los
que ver con la estética, el aseo y la años 30, una mayor presencia del Estado en los asuntos públicos, hizo
eficacia de las Empresas Públicas que la SMP –todavía con capacidad de convocatoria– fuera perdiendo el
Municipales. protagonismo que la había caracterizado en décadas anteriores.

La oficina del Ingeniero Municipal


Desde los últimos años del siglo XIX, la Ofici-
na del Ingeniero Municipal cumplió un papel
muy importante en la ciudad. Diseñó puen-
tes, realizó estudios y elaboró proyectos, en-
tre otros, para la canalización y rectificación
del río Medellín y para el “Plano futuro”, que
tuvo una corta vigencia.
En 1916, el Ingeniero Municipal, junto con dos
concejales y dos miembros de la SMP, hizo
parte de una Comisión de Estética, nombra-
da por el Concejo para asesorar al Alcalde en
materia de parques, jardines, arborización y
espacio público. La Oficina fue reformada en
1918 en el marco del proceso de municipa-
lización de los servicios públicos (Vásquez,
1997: 106) y, en 1926, le fueron restituidas
sus funciones. A partir de entonces gestionó
lo concerniente a la regulación urbana. Más
adelante, serían la Junta Municipal de Cami-
nos, la Junta de Obras Públicas y la Junta de
Empresas Públicas Municipales, las encarga-
das de la planeación en la ciudad y, con ello, el
ordenamiento de su crecimiento pudo contar
con nuevos mecanismos de control, organiza-
ción y pensamiento urbanos.

BPP-F-008-0514. 61. Casa de Gobierno, 1900.


Ubicada en el centro de la ciudad, en donde
posteriormente se construyó el Palacio de la
Gobernación. Allí funciona hoy el Palacio de la
Cultura “Rafael Uribe Uribe”.
La ciudad en 1950 65

Otros esfuerzos reguladores en la época estuvieron representados por la promul-


gación del Código de Urbanización en 1923 y por la creación de la Junta de Obras
Públicas. A partir de 1927, fue obligatorio “dar cuenta” a la Oficina de Catastro y
Estadística Municipal, de toda edificación o reedificación que se emprendiera den-
tro de la zona urbana del municipio (Barrera, 1982).
El Código de Edificaciones, que contenía las normas para construcciones nuevas y
reforma de las existentes, fue establecido por Acuerdo Municipal No.153 de 1935.
Siguiendo las normas dispuestas en este Código, se llevaron a cabo tareas de pla-
neación urbana en la ciudad. Sin embargo, aún no se contaba con una unidad admi-
nistrativa para el control y seguimiento al cumplimiento de estas normas.

Ideas para el “Medellín Futuro”


Después de la segunda mitad del siglo XIX, se experimentaron grandes cambios en
materia de poblamiento, territorialidad y regulación urbana. Pero será hacia 1880
cuando empezó a soñarse con la modernización de la ciudad, una idea promovida
tanto desde las instancias públicas, como desde los sectores privados, en nombre
del “progreso” y la “civilización”.
Ante “el considerable crecimiento y desarrollo de la ciudad”, el Concejo expidió el
Acuerdo No. 4 de 1890, sobre el plano que debía trazarse para la ampliación futura,
con el propósito de organizar las vías, regular la ubicación de lugares como el ma-
tadero municipal y la plaza de mercado, permitir el desarrollo del tráfico y mejorar
las condiciones higiénicas; así mismo, prohibir las construcciones sobre las líneas
de prolongación de las calles sin previo permiso, para (…) “favorecer el ensanche
natural y necesario de la población” (Restrepo y Posada, 1981: 199), y evitar los al-
tos costos que representaba para el Distrito, el pago por expropiaciones de edificios
en dichos espacios.
Si bien el plano aprobado por el Concejo en 1890 no se pudo concretar, en parte,
por la falta de fondos para el amojonamiento (Jaramillo y Perfetti, 1993: 25,26), a
partir de él se definieron medidas para las vías y se aprobó la apertura de calles de
la ciudad hacia el río. Otro plano elaborado en 1906, recogió algunas de las ideas
que habían sido esbozadas por el Concejo.

El crecimiento desordenado de la ciudad continuó ge-


nerando una gran preocupación. En 1910, la SMP, con
motivo del Centenario de la Independencia de Antio-
quia, decidió abrir un concurso para hacer un Plano del
Medellín del futuro, que sería presentado en la Exposi-
ción Nacional realizada en este municipio por la Socie- Después de dos años de estudios, fue aprobado por el
dad de San Vicente de Paúl. La propuesta del ingeniero Concejo el Plano de la Ciudad Futura, con funciones
Jorge Rodríguez Lalinde, fue seleccionada en 1911 y reguladoras; su contenido fue difundido ampliamen-
premiada con $250 pesos. A fin de revisar el plano e te y en él debía basarse el Ingeniero Municipal para
integrar algunas ideas de las otras propuestas al con- aprobar las obras que se fueran a construir en la ciu-
curso, se designó una comisión conformada por conce- dad. Para garantizar su cumplimiento, se estableció
jales, miembros de la SMP y el Ingeniero Municipal. que el Concejo fuera la instancia donde se solicitaran
modificaciones al plano o se declarara la compra o
confiscación de terrenos.
Este Plano del Medellín Futuro fue el primer intento de
pensar la ciudad con cierto orden y sentido integrador,
diferente al que predominaba hasta entonces, consis-
tente en abrir calles y valorizar tierras (Gil, 1989: 101).
66 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Por cerca de los quince años que estuvo vigente (1911-1926),


el Plano del Medellín Futuro debió enfrentar dificultades pre-
supuestales por lo costoso de su aplicación, resistir el conflicto
entre intereses públicos y privados y hacer frente a la oposición
de los propietarios por la expropiación, en el caso de las obras
públicas; así como la permanente concesión de excepciones
por las influencias interpuestas por los particulares. Por lo de-
más, estos obstáculos también se habían presentado al plano
de 1890.
Para 1929, el Concejo contrató la elaboración de un plano tam-
bién denominado “Medellín Futuro”, terminado en 1931. Sin
embargo, todavía en 1937, no se había logrado aplicar una de
sus propuestas, consistente en la zonificación de la ciudad, de-
limitando áreas comerciales, industriales, residenciales y de
circulación.
Fueron muchas las modificaciones que se hicieron al Plano de
Medellín Futuro. Para 1938, se logró el levantamiento de un
Plano General de Medellín, por parte del Departamento Técnico
del Municipio, que integró varios de los planos parciales hasta
entonces existentes, y ofreció una visión de conjunto del área
municipal.

BPP-F-002-0689. 62. El Tranvía Municipal de Medellín


contaba con una línea de 5 km de longitud que llegaba hasta
El Poblado. El servicio público se prestaba en carros que
funcionaban con gasolina, 1930.
La ciudad en 1950 67

En 1942, el Concejo asignó funciones a la dellín”. Ante esta expansión, el Concejo aprobó la aplicación de
Sección de Urbanismo y Construcciones Civi- un modelo que privilegiaba las vías rápidas para facilitar la in-
les, de la Secretaría de Obras Públicas, para tegración de nuevas zonas al casco urbano. Además, se hablaba
enmarcar el desarrollo urbanístico de la ciu- de la necesidad de trazar un nuevo plano para “el Gran Medellín
dad “conforme a un plan técnico” y recomen- Futuro” que incluyera las fracciones ya urbanizadas (Jaramillo
dó a las Cámaras Legislativas, la implemen- y Perfetti, 1993: 30).
tación de un plan en todos los municipios del
Era tal la pérdida de vigencia del “Plano de Medellín Futuro”,
país con más de 500.000 habitantes.
que la Alcaldía invitó en 1940, al austríaco Karl H. Brunner,
El Plano nunca fue actualizado, aunque se quien laboraba en Bogotá como consejero del gobierno nacional,
modificó en diferentes momentos con los Có- para que emitiera su concepto sobre la necesidad de reformular
digos de 1935 y 1939. Fue una herramienta la planeación de la ciudad. El arquitecto urbanista destacó los
para programar el crecimiento de la ciudad, proyectos que había en ejecución, pero señaló la necesidad de
pero no anticipó la definición del uso de la tie- contar con un plano regulador para planificar el crecimiento de
rra, no estableció normas mínimas exigentes la ciudad.
de espacio público y se limitó a aspectos cen-
Su propuesta, que incluyó la fundación de una Escuela de Arqui-
trales de la urbanización de nuevos barrios
tectura (Marín, 1989: 92), se centró en cuatro puntos fundamen-
(Melo, 1997).
tales: la reglamentación del desarrollo urbano (Código Urbano),
La Junta de Medellín Futuro, fue el organis- en cuanto a edificación y urbanizaciones; la zonificación de los
mo nombrado por el Concejo para supervisar usos del suelo con indicación de su destinación y la altura ad-
el cumplimiento de los parámetros trazados misible de la edificación en los distintos sectores; la regulación
por el Plano de Medellín Futuro, aprobado de las vías existentes y la elaboración de un plano de futuras
en 1913. A partir de 1918, bajo la reglamen- arterias en el centro de la ciudad, y de vías troncales y arterias,
tación de dicho Plano y del Código de Cons- diagonales o transversales en las zonas de ensanche y entre los
trucciones, se llevó a cabo la edificación de suburbios; y, por último, la elaboración de una guía de las fu-
casas para obreros y se levantaron planos turas urbanizaciones. Además, Brunner sugirió que algunas de
futuros de las cabeceras de Robledo, Prado, las vías debían contar con franjas de terreno para la circulación
San Cristóbal y San Sebastián, los cuales se del tranvía y para el tránsito rápido de automóviles, y considerar
agregarían a los de Belén y El Poblado (Gar- los cruces con el ferrocarril; insistió en la urgencia de definir
cía, 2000: 115). las vías arterias antes de que las edificaciones estorbaran o en-
carecieran su trazado (Morales, 2006).
A comienzos de los años treinta, la ciudad
había crecido considerablemente hacia el A partir de estos conceptos y recomendaciones, el desarrollo
centro-oriente, nor-oriente, occidente y sur, vial pasó a ser prioritario en la ciudad y definió buena parte del
rebasando las áreas centrales del “viejo Me- ordenamiento.
68 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Realidades urbanas y el papel de la valorización

Las primeras décadas del siglo XX dejaron como balance para la ciu- Antes de que se hubiera establecido el im-
dad, una serie de obras de infraestructura, realizadas todas median- puesto de valorización, el Concejo de Me-
te el Sistema de Valorización. dellín había aprobado, en 1900, empedrar
El crecimiento urbano que había experimentado Medellín y sus al- algunas calles y recaudar el costo de los
rededores, desde 1888 hasta finales de siglo, con la apertura de trabajos entre los vecinos. Con la previa
muchos nuevos barrios y el surgimiento de las primeras compañías declaratoria de la vía como un bien público,
urbanizadoras, demandaba nuevas acciones. el empedrado de las calles nuevas fue co-
brado a los propietarios de los predios fa-
Si bien en el ámbito nacional se contaba con la Ley 23 de 1887, que vorecidos, o asumido por el Distrito, cuan-
autorizaba al gobierno para hacer obras únicamente cuando se tra- do lo determinaba la Alcaldía; mientras el
taba de controlar inundaciones, repartiendo el valor de ellas entre aseo de parques y plazas era costeado por
las propiedades afectadas, ésta era una norma de alcances muy el presupuesto municipal, el aseo de las
restringidos. En la ciudad no se contaba con una regulación ni con calles (deshierbe tres veces al año y ba-
recursos públicos que pudieran asignarse para la solución de los rrida dos veces por semana) era obligado
problemas, ni se disponía de herramientas jurídicas para expropiar por el Concejo, a los habitantes, so pena de
terrenos, recaudar fondos y crear dependencias. multa.

BPP-F-011-0471. 63. Calle del Codo, 1941.


Aspecto de calles empedradas, comunes en el
centro de la ciudad.
La ciudad en 1950 69

BPP-F-008-0748. 64. Panorámica de Medellín en sentido sur norte. Se destacan el


edificio del Hotel Nutibara, parte de la Plazuela del mismo nombre y la Carrera Bolívar,
hoy transformada por el paso del viaducto del Metro. La imagen corresponde a 1961.

El gravamen de valorización fue establecido en Colombia mediante la Ley 25 de 1921; y a partir


de la Ley 63 de 1938, las capitales de los departamentos quedaron autorizadas para recaudar
dineros por este medio. Fue entonces cuando se creó en Medellín la Junta de Impuestos de
Valorización, que después pasó a llamarse Junta de Valorización y Urbanismo.
La primera obra de la Oficina de Valorización, en 1939, fue la continuación de la cuelga del río;
un trabajo en el que se articuló la sanidad con el urbanismo. A partir de entonces, se continuó
con la cobertura de las quebradas y se adelantó la construcción del Hotel Nutibara y de otros
edificios para establecimientos públicos; así mismo, se hizo la apertura, arreglo, rectificación
y ensanche de avenidas, calles, plazas, parques, paseos y carreteras municipales (Restrepo y
Posada, 1981).
La Oficina de Urbanismo y Planeamiento del municipio fue reorganizada por el Concejo, en
1946, y pasó a llamarse Oficina de Urbanismo, Planeamiento y Control, dividida en las sec-
ciones de Urbanismo y Planeamiento, y de Control de Edificaciones, Hilos y Perfiles. Dicha
oficina, dependiente de la Secretaría de Hacienda Municipal, del Alcalde y de la Junta de Valo-
rización y Urbanismo, quedaba encargada de establecer, de acuerdo con las necesidades de la
ciudad, cuáles zonas eran prioritarias en materia de planeación.
70 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-01 4-0525. 65. Vista aérea del sector de


Otrabanda en los años sesenta. Se observan el
río Medellín, la Plaza de Toros La Macarena y en
el extremo superior derecho, la Unidad Deportiva
Atanasio Girardot.

En 1951, el Alcalde, mediante Decreto 636, decidió que la Junta de Valorización y Ur-
banismo existente, siguiera siendo de Valorización, únicamente, y se reglamentaran
las funciones de la Junta de Planificación (Restrepo y Posada, 1981).
Por Ley 23 de 1947, el Municipio de Medellín fue encargado de planear, dirigir y cons-
truir las obras de canalización, cuelga, avenidas y puentes del río Medellín, entre el
Ancón de la Estrella y el Ancón de Copacabana, y facultado para el cobro del impuesto
de Valorización por dichas obras, todas ellas ubicadas por fuera de la jurisdicción del
municipio. Dos años después, el Concejo decidió que fuera la Junta de Valorización y
Urbanismo y la Sección Administrativa de Valorización del municipio, las que adelan-
taran estas tareas. Valorización, entonces, ya no sólo se ocupaba de la urbanización
de la ciudad extendida a sus fracciones y a la Otrabanda, sino que empezaba a incluir
dentro de sus proyectos a los municipios vecinos (Jaramillo y Perfetti, 1993).
La ciudad en 1950 71

El desarrollo urbano contó, sin lugar a dudas, con la contribución de Valori-


zación, en la medida en que canalizó recursos privados para la realización de
obras públicas o de declarado interés para la ciudad. Pero, en tanto que las
obras financiadas por Valorización, dependían de la capacidad de pago de los
propietarios vecinos, esto significó una segmentación de la ciudad con algu-
nos sectores favorecidos y otros sin ninguna mejora; se ponía en evidencia
que el desarrollo urbano no podía ser sufragado por los pobres. Aun así, la
Oficina de Valorización sirvió de ejemplo a otras ciudades del país (Fundación
Antioqueña para los Estudios Sociales (FAES), 1992).

BPP-F-015-0010. 66. Vista, del Palacio de Calibío, sede de la Gobernación


de Antioquia, en los años setenta, sentido norte sur. Hoy Palacio de la
Cultura Rafael Uribe Uribe.
72 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Wiener y Sert y el plano regulador para Medellín


Los sucesivos planos, ordenamientos y propues-
tas a futuro, elaborados desde finales del siglo
pudo concretarse porque el Alcalde consideró que no tenía atri-
XIX y durante la primera mitad del siglo XX, no
buciones legales para firmar el contrato, ni la ciudad disponía
lograron materializarse. Sin embargo, inaugu-
de partida presupuestal ni fondos para hacerlo.
raron un valioso espacio simbólico y recorrieron
importantes caminos para reflexionar sobre la En estas condiciones y ante las dificultades de la Administración
ciudad, proponer acciones que se anticiparan a Municipal, la Junta de Valorización y Urbanismo autorizó el con-
sus dinámicas y atenuar los impactos negativos trato con los señores Wiener y Sert, por un total de cincuenta
de su expansión. mil dólares, mientras la financiación corrió a cargo de la Oficina
de Valorización que tenía el capital y la autoridad para ello (Uri-
be y Bustamante, 1978: 169,170). Se decidió entonces, que el
Con la Ley 88 de 1947, el gobierno nacional au- valor del contrato sería amortizado posteriormente, cargando a
torizó, a los municipios con más de $200.000 de cada obra algún pequeño porcentaje. Así se logró resolver este
presupuesto anual, para realizar estudios rela- problema y Medellín tuvo su Plano Regulador (Fundación Antio-
cionados con el crecimiento y desarrollo de sus queña para los Estudios Sociales, 1992: 80,81).
territorios y hacer el levantamiento del Plano
Regulador. Durante muchos años, esta Ley fue la El contrato con los señores Wiener y Sert se firmó el 9 de octu-
base legal de la planificación urbana en Colom- bre de 1948. Al año siguiente, el Concejo, mediante Acuerdo No.
bia (Schnitter, 2007: 63). 2 de 1949, ordenó a la Junta de Valorización y Urbanismo que se
abriera la Oficina del Plano Regulador de Medellín, como una
Por otra parte, el país se debatía en medio de dependencia de la Oficina de Valorización, hasta que se pudie-
fuertes tensiones políticas y de un conflicto que ran apropiar los recursos para su sostenimiento, a fin de traba-
se agudizó a partir del 9 de abril de 1948. En este jar activamente en colaboración con los contratistas Wiener y
contexto la ciudad seguía creciendo sin una vi- Sert, en la formulación del Plan Piloto de Medellín.
sión clara de sus problemas espaciales, pero con
expectativas de desarrollo económico; y el nuevo El trabajo, que comprendía un análisis de las condiciones de
panorama legislativo nacional parecía propicio la ciudad, un anteproyecto o Plan Piloto, el Plan Director y la
para iniciar el Plano Regulador. ejecución del Plan, con los dos urbanistas como asesores, fue
entregado en su primera etapa a finales de 1949 (Gil, 1989: 103),
Los urbanistas Paul Lester Wiener y José Luis bajo el título “Plan Piloto para la ciudad de Medellín” y adopta-
Sert, quienes tenían su oficina de planeación do por Decreto Municipal 683 de 1951, como Plan de Desarrollo
en Nueva York, visitaron a Medellín a finales de Urbanístico de la ciudad.
1947, para ofrecer la elaboración de un plano
regulador para la ciudad, pero la propuesta no
La ciudad en 1950 73

BPP-F-017-0902. 67. Vista panorámica del norte del centro de Medellín en 1973; sentido occidente oriente. En la
parte superior derecha se observa la Catedral Metropolitana y arriba, al centro, las intalaciones del Colegio San
José, hoy sede del Instituto Tecnológico Metropolitano, ITM.
74 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Las propuesta del Plan Piloto


El gobierno nacional, mediante Decreto 693 de
1951, facultó a los alcaldes de Bogotá, Mede-
llín y Cali, para adoptar planes piloto así como
los planes reguladores basados en ellos, previa
autorización de los respectivos gobernadores.
Igualmente, creó en estas ciudades las Juntas
de Planificación, únicas que podían autorizar
cambios o modificaciones a los planes o admitir
variaciones a las normas, solucionar proble-
mas de tipo urbanístico y de distribución. En el
mismo Decreto se definió que la Junta de Valo-
rización y Urbanismo existente, siguiera aten-
diendo únicamente los asuntos de valorización,
mientras que a la Junta de Planificación le se-
guirían correspondiendo los asuntos concer-
nientes a la planificación y al urbanismo.
En este marco, el Plan Piloto para la ciudad de
Medellín, presentado por Wiener y Sert, reco-
mendó crear una malla urbana mediante un
plan vial primario y señaló sitios de ubicación
para la industria, definió un centro cívico en el
sector de La Alpujarra y propuso una política de
protección a las corrientes de agua. Con rela-
ción a la vivienda, introdujo el nuevo concepto
de unidad vecinal limitada, diferente al de ba-
rrio tradicional.
Además, estableció pautas para la adecuación,
renovación, reordenamiento y desarrollo de
Medellín y su entorno cercano en el Valle de
Aburrá, en un claro reconocimiento de la geo-
grafía física de la ciudad y su área de influen-
cia (Gil, 1989: 97). Así, se definieron directrices
generales sobre usos del suelo y transporte,
adoptadas, por medio del Acuerdo No. 92 de
diciembre de 1959, como Plan Director de la
Ciudad.

6-3-2-. 68. Plano propuesto por Wiener y Sert para construir una Unidad
Vecinal Modelo, 1950, Plan Piloto de Medellín.
La ciudad en 1950 75

6-2-7. 69. Zoneamiento del área urbana. Usos actuales del terreno. Wiener y Sert, 1950, Plan Piloto de Medellín.

La propuesta de ordenamiento formulada por


Wiener y Sert fue innovadora: marcó el de-
sarrollo urbano y fue reconocida por muchos 6-3-5. 70. Zoneamiento del área metropolitana. Usos actuales
como una oportunidad para encauzar el por- del terreno. Wiener y Sert, 1950, Plan Piloto de Medellín.
venir de la ciudad. No obstante, el Plan Pilo-
to fue cuestionado por la no previsión de la
expansión urbana a nivel metropolitano, así
como por su énfasis en el desarrollo físico-
espacial y en la red vial. Entre la aplicación
mecánica de la propuesta inicial, hecha en
los años cincuenta, y la flexibilidad que dio al
traste con los propósitos del ordenamiento,
la puesta en práctica del Plan Piloto enfrentó
serias contradicciones.
76 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

A partir del Plan, se adoptaron de manera mecanicista ideas sobre normas físicas, en
medio de un alejamiento del interés de los ciudadanos respecto a la vida urbana, en
contraste con lo que había significado el papel de la SMP en el desarrollo de la ciudad.
Así mismo, significó la segregación de los usos del suelo por la política de zonificación
que propuso, generó una movilidad difícil entre la vivienda y los sitios de trabajo y una
fuerte presión sobre el área central de la ciudad.
Lejos de la idea según la cual, en la aplicación de la propuesta de Wiener y Sert se
puede encontrar la causa de todos los problemas urbanísticos que ha vivido la ciudad,
algunos investigadores consideran que más bien se ha tomado como excusa de in-
competencias y exabruptos en las decisiones urbanas (González, 2007: 132).

5-96-3. 71. Propuesta para usos del suelo en la ciudad,


Wiener y Sert, 1950, Plan Piloto de Medellín.
La ciudad en 1950 77

El Plan Director: un reto para la ciudad


La revisión del Plan Piloto dio lugar, en 1959, al Plan Director; diez
años después se hizo una segunda revisión. En 1970, se ordenó la
elaboración de un Plan Integral y se dictó el Reglamento del Cen-
tro, con base en el Estudio del Centro de la Ciudad hecho en 1968,
para ajustar las normas a los nuevos requerimientos del desarrollo
urbano (Gil, 1989: 103).

BPP-F-016-0835. 72. Vista aérea del centro de


Medellín, a mediados de los años sesenta. En
el lado derecho se observa el Parque Berrío,
cuyo espacio fue modificado para dar paso al
viaducto del Metro y a una de sus estaciones.

El Plan Director fue una aplicación efectiva y concreta del Plan Piloto de Wiener
y Sert, con algunas modificaciones menores. Su promulgación, como un plano
del sistema vial urbano, primario y secundario, marcó las pautas y fue la base
para la aprobación de nuevas urbanizaciones, mediante la imposición de las
llamadas, desde entonces, vías obligadas, que los proyectistas tenían que res-
petar y con frecuencia, según el caso, construir a su costa. También sirvió de
orientación para estudios sobre el desarrollo y crecimiento urbanístico futuro
de la ciudad, como en el caso de la estructuración de un plan de zonificación de
usos de la tierra (García, 2000: 208). Entre 1950 y 1970, el Plan Director consti-
tuyó, sin lugar a dudas, un hito importante en la planeación física de Medellín
(Botero Gómez, 1996: 522).
78 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

L-1-1. 73. Usos generales de la tierra, 1957. Oficina del Plano Regulador.
La ciudad en 1950 79

Hasta el año 1969, la red vial primaria construida, era el reflejo de las pro-
puestas iniciales del Plan Director; no así la red secundaria, interseccio-
nes, secciones, prioridades de construcción y otros complementos viales de
menor cuantía, necesarios para la operación del conjunto vial (Alcaldía de
Medellín, DAP, 1978: 12,13).
Con el Plan se propició la segregación de los usos del suelo, y se agruparon,
con un mismo uso, grandes zonas del área urbana clasificadas como: zona
residencial, zona industrial, zona comercial y zona institucional y, también,
se definieron algunos sectores para recreación y servicios. Posteriormente,
se dictaron normas para lograr un aprovechamiento más racional del suelo
urbano, y crear las condiciones necesarias para evitar la segregación radi-
cal de usos que se estaba generando (Alcaldía de Medellín, DAP, 1978: 7).

Estudios, proyectos y regulaciones: primeros años de


funcionamiento del DAPM

Según el informe presentado al Concejo en 1965, Aunque los planes urbanísticos derivados del Plan Director abar-
en sus primeros años de funcionamiento, la Ofi- caron equipamientos de servicios públicos, vías y parques, sólo
cina de Planeación realizaba funciones técnico- atendían a una porción de la población, porque el resto estaba
administrativas y adelantaba diversos estudios urgida en su necesidad más apremiante: la vivienda –y con ella
e investigaciones sobre déficit de vivienda ur- la tierra disponible–. Carente de recursos o con los mínimos para
bana, estudios socio económicos de los barrios obtenerla por vías “legales”, toma asiento (bien sea por invasión,
piratas de Medellín, estudio sobre las áreas de ubicándose en inquilinatos o comprando a un urbanizador que
renovación urbana, estudio de impuestos, Plan parcela sus propias tierras, para introducirlas en el mercado),
Vial, Plan de Educación Primaria, Reglamento sin tener en cuenta las disposiciones que empezaban a emanar-
de zonificación y estudio de reorganización ad- se de los organismos municipales reguladores (Salazar, 1987:
ministrativa. 256,257).
Además, inició proyectos físico-espaciales pro- Entre los años sesenta y setenta, la llamada colonización ur-
puestos por el Plan Director como la ampliación bana y la problemática de la vivienda se convirtieron en temas
de vías, la construcción de edificaciones y la centrales del desarrollo de la ciudad; hacia ellos se dirigieron
puesta en marcha del plan de parques y zonas los mayores esfuerzos del recién creado ente planificador. Se
verdes, con el apoyo del Sistema de Valorización. avanzó en el diagnóstico y la intervención, para lo cual se levan-
Sin embargo, la ciudad no se agotaba en las pre- taron estadísticas, estudios e investigaciones y se propusieron
visiones del Plan Director; las nuevas dinámicas reglamentaciones. El DAPM participó así, en la coordinación de
ponían en escena otros asuntos que requerían la acción pública y en la regulación de la acción privada en torno
atención: a los usos del suelo y a la planeación.
80 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Políticas urbanas y énfasis en la vivienda


En Colombia, al igual que en otros países de América Latina, las preocupacio-
nes iniciales por el fenómeno urbano de mediados de siglo XX, estuvieron casi
determinadas por los déficits de vivienda (Comisión Tripartita, 2006: 36). Si bien,
desde inicios de la década del cincuenta, se planteaba la necesidad de una refor-
ma urbana a nivel nacional, sólo fue hasta 1960, cuando se presentó el primer
proyecto de ley sobre este aspecto, con el nombre de “Ley del Techo”, para “pro-
teger los inquilinos urbanos e incentivar la construcción de vivienda” (Barrera,
1982: 80). El crecimiento demográfico y las problemáticas urbanas empezaron a
definir nuevos intentos de regulación estatal y cambios en la actividad planifica-
dora.
Desde la década del cincuenta se había comenzado a elaborar planes y progra-
mas generales para el país, con la participación de técnicos extranjeros. Pero en
la década del setenta, los procesos de planeación adquirieron mayor importan-
cia con la formulación de planes de desarrollo orientados al logro del crecimien-
to económico.
Los Planes de Desarrollo, que desde su primera formulación en los años seten-
ta, concentraron una parte importante de los respectivos programas de gobier-
no presidencial, han considerado diversas cuestiones urbanas y formulado, con
diferentes énfasis, propuestas encaminadas a buscar solución a problemas que
afectan la estructura global de la sociedad (Lopera et al., 1993).

En un contexto de auge de la intervención estatal en la


economía, y de las políticas de corrección de los des-
equilibrios regionales, la presidencia de Carlos Lleras
Restrepo (1966-1970) propuso incorporar explícita-
mente el tema del desarrollo regional en la agenda El plan de desarrollo, propuesto en el gobierno de Mi-
de la planeación nacional, y formuló el Plan General sael Pastrana Borrero (1970-1974), “Las cuatro estra-
de Desarrollo. En dicho Plan, se expuso un modelo de tegias”, consideró el problema del crecimiento demo-
regionalización tendiente a frenar y reorientar la mi- gráfico y confió a la planeación económica, financiera
gración rural-urbana, con una propuesta de reforma y social, el logro de un “desarrollo urbano equilibra-
agraria y de fomento al desarrollo de ciudades inter- do”, para enfrentar los problemas de congestión y
medias, mediante la inversión en infraestructura bá- transporte asociados a la acelerada urbanización de
sica y equipamientos productivos (Comisión Tripartita: entonces. Mediante la estrategia de la construcción de
Gobernación de Antioquia, Alcaldía de Medellín y Área vivienda y servicios complementarios, trató de vincu-
Metropolitana, 2006: 36). lar el crecimiento urbano con el desarrollo.
La ciudad en 1950 81

Expansión del territorio dentro y fuera de las normas


Los primeros estudios realizados por la Oficina de Planeación, indicaban que
uno de los mayores problemas de la ciudad era la cantidad de barrios piratas
que la rodeaban, y reconocían en “la inmigración rural incontrolada, el desarro-
llo industrial, el encarecimiento de la tierra, la especulación y el engaño de los
urbanizadores”,7 las razones de su proliferación. A medida que crecía la pobla-
ción, el problema del espacio se agudizó y fomentó la especulación con la tierra
urbana, al punto de incorporar lotes inadecuados urbanísticamente (Viviescas,
1987). Sin embargo, esta realidad no era nueva en Medellín.

BPP-F-002-0902. 74. Barrio de invasión en Medellín. A mediados del siglo XX.

7 A.H.M. Carpeta 13, Legajo 3, Folio 57; A.H.M. Carpeta 13, Legajo 2, Folio 49.
82 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Para la década de 1910, se hablaba del surgimiento de numerosas lo-


tificaciones clandestinas, particularmente, en las vertientes occiden-
tales del Valle de Aburrá, cercanas a los antiguos, aunque pequeños,
asentamientos de El Salado, Aguas Frías, Socorro y Betania (Gil, 1989:
104) y ocho espacios de lotes ilegales, ubicados en las fracciones de El
Poblado, Belén y La América.
En la década del 30, se ubicaron otras lotificaciones clandestinas en:
La Salle, Palenque y El Picacho, en Robledo; El Hormiguero, ubicado
en el barrio El Salvador; y en la Loma de los Mangos, en El Poblado;
y se crearon núcleos piratas como La Pola, en Robledo; Ratón Pelao,
Tincheras, El Vergel y El Pinar, y la Capilla del Rosario (hoy El Rincón)
en Belén; así como otros asentamientos ilegales en la Loma de Los
Garabatos (hoy Los Naranjos), en El Poblado; San Rafael y el Bolo, en
Belén; El Coco, en La América; La Chacona, en la vereda Las Palmas y
Pajarito en la zona rural de San Cristóbal (Barrera, 1982).

Aiguana. 75. Asentamiento en las orillas de la Quebrada La Iguaná; al fondo se


observan los edificios del centro de Medellín, 2003.
La ciudad en 1950 83

Si bien el crecimiento de la ciudad ha sido


continuo, las distintas presiones ejercidas
sobre los usos del suelo han dado lugar a
un proceso urbanizador diferenciado en el
tiempo y la modalidad. Los asentamientos
ajustados a las normas y procedimientos es-
tablecidos por la Administración Municipal, Hasta más o menos 1940, el crecimiento de la construcción de vi-
para las áreas urbanizables, han existido viendas estuvo ligado totalmente a la oferta de lotes. La construc-
junto con aquellos levantados sin mayores ción era, en muchos casos, rudimentaria y se hacía por encargo
pautas, pero que habían logrado integrarse o mediante el sistema de autoconstrucción. Con el aumento de la
al desarrollo urbano en la primera mitad del población, creció la demanda y se incrementaron los índices de
siglo XX. densidad para la vivienda; y, a su vez, se dio un aumento acelerado
de las urbanizaciones clandestinas.8 En medio de esta realidad, se
configuraron mejor los organismos oficiales de control urbano y se
aplicaron con mayor exigencia las normas de urbanización. Nuevas
sociedades constructoras –que operaban como agentes promoto-
res–, entraron a la competencia y junto con este mercado legal,
tomó fuerza otro ilegal: el de los urbanizadores piratas.

BPP-F-015-0719. 76. Aérea de Belencito,


sector noroccidental de la ciudad, 1975.
Viviendas construidas por el Instituto de
Crédito Territorial. 8 Se establecieron los barrios de: Santa Cruz, Germania (hoy La Frontera), La
Francia, Villa Guadalupe, Moscú, La Rosa y Carambolas (hoy San José de la
Cima) en la parte nor- oriental de la ciudad. Igualmente, los asentamientos
de: San Antonio, Villa Tina y Los Mangos (hoy Llanaditas), Betania (hoy El
Corazón), Sucre, Zafra y Apolo, en Belén. De esa época, son también las ocu-
paciones de: La Iguaná, El Pesebre y La Soledad (hoy El Coco), en la zona de
La América y se empezó a poblar el núcleo de Castilla (Barrera, 1982).
84 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

La diferencia entre legalidad e ilegalidad de las construcciones estuvo, entonces,


determinada por la posibilidad de acceso a los servicios públicos; y fue a partir de
la prestación de dichos servicios, que se definieron las estrategias de integración
de una gran parte de la ciudad que había sido construida por los propios pobla-
dores (Lopera et al., 1993).
Durante la década de los años cincuenta, los núcleos tuguriales se ubicaron en
forma de anillo, alrededor de la ciudad: un total de 64 se encontraban distribui-
dos por igual en las franjas oriental y occidental (A.H.M. Fondo Secretaría de
Planeación. Caja 13, Legajos 2 y 3). Para 1958, eran 54 los núcleos generados por
el loteo clandestino, con alrededor de 8.600 viviendas y un total de 55.100 habi-
tantes, que representaban el 10% de la población de la ciudad (Barrera, 1982).
En la década del sesenta, fue cuando se produjo el mayor incremento en la ocupa-
ción clandestina de terrenos; surgieron veinte nuevos núcleos (entre invasiones
de tierra y núcleos piratas) y se densificaron notablemente los existentes. Por
esa época, se establecieron en la zona nororiental y de Robledo, barrios como:
Popular, Santo Domingo Savio, Las Esmeraldas, San Pablo, Castilla, Belalcázar,
Kennedy Norte y Sur, Miramar, La Esperanza; así como Llanaditas, Ávila (hoy
La Milagrosa) y San Pedro Ferrer (hoy La Loma) en La América, y Bellavista, en
Belén.

L-1-38. 77. Zonas de inspección de construcciones, 1957, Oficina del Plano Regulador.
La ciudad en 1950 85

[L-1-3] 78. Densidad de Población, 1957, Oficina del Plano Regulador.


86 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-015-0718. 79. Vista aérea del


barrio Santo Domingo en la zona
nororiental de Medellín, 1975.

Los núcleos ilegales, entre piratas e


invasiones, sumaban 64 en 1963, con
un total de 15.279 viviendas, que alo-
jaban 118.826 habitantes, correspon-
dientes al 16% de la población de la
ciudad; tres años después, en 76 nú-
cleos clandestinos de vivienda estaba
ubicado el 22% de la población del
área urbana (Aristizábal et al., 1976),
(Barrera, 1982).
Desde 1970, la edificación clandestina
se acentuó con el fenómeno de inva-
sión en terrenos ubicados en la peri-
feria urbana y de propiedad oficial o
particular. En estos años, surgieron
BPP-F-015-0710. 80. Vista aérea de la zona noroccidental de Medellín, donde se los asentamientos de El Playón de los
observan tugurios en el barrio Santander, 1973. Comuneros (hoy La Frontera), Marco
Fidel Suárez (en Bermejal), Moravia
y el Puente del Mico (cerca al Parque
Norte); los de La María (en Francisco
Antonio Zea) y Santander, en Robledo,
además de La Libertad (hoy Villatina).
Estos núcleos alojaban en 1973, alre-
dedor de 33.864 habitantes, pero se-
gún el Censo Nacional de Población
del mismo año, con los ajustes corres-
pondientes efectuados por Planeación
Municipal, el 2.9% (5.076) de las vi-
viendas de Medellín, correspondían a
tugurios que alojaban 2.5% del total
de habitantes de la cabecera (Aristizá-
bal, 1976).
La ciudad en 1950 87

BPP-F-016-0075. 81. Tugurios del Playón de los Comuneros. Zona nororiental de Medellín, 1972.

BPP-F-015-0715. 82. Vista aérea del


Barrio Francisco Antonio Zea, en la zona
noroccidental de Medellín, 1973.
88 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Intervenciones institucionales en los barrios: diagnósticos tidades públicas adelantaron programas y el Estado
empezó a ejercer un mayor control (Botero, 1993: 46).
y alternativas
En 1931, por ejemplo, el presidente del Concejo dirigió
La problemática de la vivienda y la proliferación de nú- una Junta de Casas para la clase proletaria en Medellín
cleos piratas y de urbanizaciones ilegales, focalizó la (creada por Acuerdo No. 103), para buscar solución a
atención de los programas del DAPM: el mejoramiento los problemas de salubridad y a las dificultades en la
barrial requería acciones progresivas en la ciudad y construcción de vivienda en diferentes zonas de la ciu-
desde varias instancias, públicas y privadas, se ade- dad.
lantaron iniciativas y se conformaron instituciones
para llevarlas a cabo. En 1938, el Alcalde Mayor de Medellín creó la Federa-
Las Juntas de Fomento Urbano fueron creadas en 1926, ción Cívica de Medellín, para trabajar por el adelanto
por parte del Concejo Municipal, para estrechar el con- cultural y material de la ciudad y estimular la corpora-
tacto con la comunidad y lograr un crecimiento urba- ción ciudadana en el bienestar colectivo. Los Centros
no armónico, de acuerdo con la extensión de la ciudad. Cívicos que la conformaban, operaron como organiza-
Se procedió a diseñar una zonificación, para que cada ciones de voluntarios para trabajar por el progreso del
Junta tuviera a cargo un área y lograra realizar sus barrio y la solución de sus problemas más urgentes,
funciones, consistentes en: trabajar por el adelanto con el apoyo de la comunidad en colaboración con la
moral, intelectual y material de su respectivo sector y SMP (González y otros, 1985: 3) y en ocasiones con
servir de mediadora entre el Concejo y la comunidad. ayuda del municipio.
Cada Junta estaba integrada por tres vecinos y por dos Estos Centros estuvieron enfocados –entre otros as-
miembros de la SMP (García, 2000: 126). pectos– a las urbanizaciones que no tuvieran las con-
En estos años, las actividades de la SMP se orienta- diciones de planeamiento, higiene y servicios públicos
ron menos a la ciudad en su conjunto –en realidad al que se requerían; y pudieron ser aprovechados, pos-
centro– y más a los barrios. Igualmente, algunas en- teriormente, cuando entraron en funcionamiento las
Juntas de Acción Comunal.

L-1-28. 83. Índice gráfico de urbanizaciones, 1956, Oficina del Plano Regulador.
La ciudad en 1950 89

En los años sesenta y setenta, otras instituciones de carácter público y privado


intervinieron en el mejoramiento de las condiciones barriales. Tal fue el caso
de la Fundación Casitas de la Providencia, creada por Acuerdo No. 69 de 1956
para erradicar tugurios, construir viviendas con todos los servicios sanitarios y
realizar campañas de rehabilitación, para la integración de sus habitantes a la
vida económica y social de la ciudad.
Así mismo, la Iglesia, como institución, continuó cumpliendo una labor caritativa
que, desde décadas anteriores, adelantaba con familias pobres y aportó al pro-
ceso de urbanización de la ciudad, desde proyectos como Barrios de Jesús y la
Sociedad de San Vicente de Paúl.
Pero, el interés por el mejoramiento de las condiciones de vida en los barrios de
la ciudad, planteó la necesidad de concretar políticas de construcción de vivien-
da a una escala mayor.
La Acción Comunal en Colombia, institucionalizada mediante Ley 19 de 1958, fue
creada en 1961. Reconocida como una organización social de base, para ade-
lantar tareas voluntarias en obras de infraestructura y prestación de servicios,
atendió durante los primeros quince años de su funcionamiento en Medellín,
básicamente, problemas en las zonas que habían sido ocupadas sin observar
las normas legales de la planeación urbana. Paradójicamente, esto pudo haber
contribuido al surgimiento e incremento de los asentamientos a partir de la dé-
cada de los sesenta (González et al., 1985: 25).
Mediante la organización de Juntas de Acción Comunal (JAC), en los barrios
populares –de estratos medios y bajos–, el Estado promovió la integración co-
munitaria en la ciudad. La División de Acción Comunal (DAC) fue creada en la
Secretaría de Gobierno Municipal, para canalizar las demandas de las comuni-
dades hacia las dependencias correspondientes, previo concepto de la Oficina
de Planeación Municipal y Bienes de Inmuebles del Municipio.
La DAC coordinó no sólo la participación de distintas instancias de la Admi-
nistración Municipal, sino también la de otras instituciones públicas o priva-
das de carácter nacional o departamental o de ella misma, para la solución de
los problemas. Logró intervenciones de la Secretaría de Salud (Saneamiento
Ambiental) para la construcción de alcantarillados; del Instituto Colombiano de
Construcciones Escolares (ICCE), para la construcción de liceos; de la División
Operativa de Obras Públicas en la construcción de vías; de las Empresas Varias
en el encierro de solares y la dotación de recipientes de basuras; de Planeación
para la nomenclatura del asentamiento; de Coldeportes con la construcción de
canchas y la dotación de implementos deportivos y de las Empresas Públicas
de Medellín (EPM), por medio de su División de Habilitación de Barrios. Contó
también con un Fondo de Desarrollo de la Comunidad para conceder préstamos
a las Juntas de Acción Comunal (González et al., 1985: 17).
El control de las JAC, hizo parte de las dinámicas sociales y, en muchos casos,
expresó una polarización de fuerzas entre los partidos y corrientes políticas,
las parroquias y los funcionarios públicos de organismos oficiales. Mediante su
intervención, la Oficina Municipal de Planeación canalizó esfuerzos para aten-
der las necesidades apremiantes de los barrios piratas; y realizó los estudios
necesarios para maximizar el impacto de las reformas que debían hacerse en
materia de servicios públicos.
90 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-016-0090. 84. Programa de


Rehabilitación de barrios adelantado por
Empresas Públicas de Medellín. Construcción
de red de alcantarillado en 1968.

Una vez adscrita como sección a Planeación, la Acción Comunal se encargó de reali-
zar contratos para la remodelación de los barrios clandestinos. No obstante, se insis-
tía en que además de contar con la ayuda mutua y la Acción Comunal, el mejoramien-
to urbano con servicios públicos y obras de remodelación, debería utilizar al máximo
del sistema de valorización y se promovía un claro sentido de colaboración interins-
titucional bajo la coordinación de Planeación (A.H.M. Carpeta 13, Legajo 3, Folio 57).
En la década de 1960, EPM institucionalizó el Programa de Habilitación de Viviendas,
para dotar de servicios públicos básicos legales a la comunidad de más bajos recur-
sos. Así mismo, amplió la cobertura del servicio de acueducto. Éstas y otras prácticas
expresaban un cambio de la mentalidad oficial en torno a los inmigrantes a las ciu-
dades y los espacios donde se ubicaban; se trataba de legalizar el desarrollo de unas
zonas que antes no eran reconocidas como problema, ni como prioridad.
La ciudad en 1950 91

BPP-F-016-0072. 85. Instalación de postes para los


cables de energía eléctrica, realizada por Empresas
Públicas de Medellín dentro del Programa de
Rehabilitación de barrios, 1969.

Otra de las entidades que participó en este proceso, fue el Instituto de Crédito Territorial
(ICT) que se creó mediante Decreto Ley 200 de 1939, como un establecimiento público des-
centralizado del orden nacional, adscrito al Ministerio de Desarrollo Económico, con la fi-
nalidad de atender la construcción de viviendas rurales. Desde 1942, le fue encomendada la
atención del problema de la vivienda en los centros urbanos; prestó servicios de urbanismo
y promovió planes de vivienda popular, especialmente en las zonas periféricas.

BPP-F-015-0954. 86. Vehículos de las


Empresas Públicas de Medellín, 1971.
92 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-005-0759. 87. Construcción de


vivienda popular a cargo del Instituto de
Crédito Territorial, ICT, 1950.

Desde entonces, y hasta 1973, el ICT entregó 23.166 unidades de vi-


vienda en Medellín.9 Contribuyó a la erradicación de tugurios10 y au-
mentó la densidad en los barrios Manrique Oriental y Central, San Pe-
dro y Versalles, con la construcción de edificaciones de 2 ó 3 pisos. A
partir de 1960, adelantó trabajos en los barrios populares de la zona
nororiental y noroccidental y en asentamientos piratas, que el Estado
fue normalizando al dotarlos de vías y servicios públicos.
En 1971, el ICT realizó un inventario de zonas subnormales, el cual
fue actualizado en 1980, para definir zonas de atención prioritaria y
aplicar el llamado Plan de Habilitación Integral de Zonas Subnormales
Urbanas; pero, en todo caso, estuvo enmarcado en las políticas nacio-
nales a través de los organismos de Planeación Nacional (González et
al., 1985).

9 Algunos de los principales programas del ICT en la ciudad fueron: el barrio La


Floresta (1951), y a partir de 1960, la construcción de los barrios Florencia I,
Tejelo, Santander, Efe Gómez, Girardot, Juan del Corral y Córdoba, en Robledo,
entre otros. Igualmente, el barrio Villa del Socorro, financiado por el ICT y cons-
truido por Casitas de la Providencia (Aristizábal et. al., 1976: 202); y en la zona
noroccidental: Pedregal, Florencia, Girardot y Alfonso López y, posteriormente
Las Brisas, Doce de Octubre (II etapa), Francisco Antonio Zea, Altamira y algunos
más.

10 Los tugurios localizados en la parte céntrica de la ciudad hacia las márgenes del
río (La Alpujarra, el Cementerio Universal, La Iguaná, San Benito, La Inmaculada,
Calle Barranquilla y la Estación Villa) fueron también objeto de acciones para su
erradicación y la relocalización de sus habitantes, con participación de la funda-
ción Casitas de la Providencia.
La ciudad en 1950 93

BPP-F-015-0707. 88. Vista aérea de los tugurios localizados en las inmediaciones de la quebrada La
Iguaná, 1971.

BPP-F-015-0695. 89. Vista


panorámica de la urbanización en
la zona noroccidental de Medellín,
1969.
94 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-015-0767. 90. Además de las intervenciones en sectores de bajos ingresos, el ICT también adelantó la construcción de urbanizaciones para
familias de ingresos medios como fue el caso del barrio Carlos E. Restrepo en 1970, en el sector occidental del centro de la ciudad.
La ciudad en 1950 95

La sectorización como recurso para la administración del territorio


Las primeras acciones institucionales del DAPM, además de los programas para rehabi-
litar y normalizar núcleos de vivienda en unos casos y erradicar en otros, buscaron una
mayor regulación urbana.
En 1963, mediante el Acuerdo No. 52, propuesto por la Oficina de Planeación Municipal,
se aprobó el Plan de Sectorización o División Territorial para el municipio de Medellín
estableciendo tres sectores: semirural, rural y urbano. En la misma materia, el Concejo
adoptó en 1960, el Estatuto de Planeación y en 1962, aprobó el Código de Urbanismo.
El sector semirural comprendía el perímetro urbano y los filos de la cordillera, e incluía
las veredas; estaba constituido por un conjunto de núcleos residenciales de desarrollo
espontáneo en la periferia urbana, y contaba con una provisión deficiente de servicios
públicos. El sector rural estaba comprendido entre los filos de la cordillera y los límites
municipales (Aristizábal et. al., 1976). Y el área urbana, subdividida en tres tipos o enti-
dades: Comuna, Comunidad y Barrio (Londoño, 1979).

[Acuerdo 52 de 1963]. 91. División territorial del sector urbano, Acuerdo 52 de 1963.
96 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Con la delimitación de seis comunas en la ciudad, con extensión y pobla-


ción similares, se esperaba poder constituir sectores autosuficientes hasta No obstante los esfuerzos e inten-
cierto nivel de servicios, con el fin de disminuir los grandes desplazamien- tos por racionalizar el espacio, és-
tos de la población y evitar, así, el congestionamiento del área central (Al- tas y otras medidas contribuyeron a
caldía de Medellín, DAP, 1978). acentuar la segregación socio espa-
Si bien el objetivo fue facilitar a la Administración Municipal la racionali- cial de la ciudad.
zación y distribución de los servicios públicos, sociales, institucionales y Hacia 1940 se advertía cierta unidad
comerciales, mediante una limitación de áreas y una división municipal que en la ciudad. Sin embargo, existían
orientara todos los planes, proyectos e investigaciones sectoriales, ésta algunos barrios aislados en todas
fue una iniciativa muy criticada. Se le calificó de deficiente, al no considerar direcciones, faltaban vías de comu-
la conformación natural de las comunidades ni la topografía de las zonas nicación con las nuevas urbaniza-
que ocupaban dichos sectores; además, se le cuestionó por propiciar una ciones y se reclamaba con urgencia
estratificación socioeconómica, por no permitir la heterogeneidad de usos completar la rectificación del río ha-
ni la mezcla de diferentes especificaciones de la vivienda (Londoño, 1979). cia el sur y hacia el norte.

[L-1-20] 92. Plano general de Medellín y usos de la tierra en 1944, Oficina del Plano Regulador, 1956.

Durante los años setenta, se acentuó la segregación socio espacial de la pobla-


ción. Las clases sociales con más altos ingresos se ubicaron en terrenos con
buenas condiciones urbanísticas y fácil acceso a los sitios de trabajo y comer-
cio; mientras que programas de vivienda y lotes de terreno –localizados prin-
cipalmente cerca del centro– fueron destinados para la clase media, con buena
dotación de servicios públicos y transporte. Las familias de menores ingresos
se distribuyeron en la “periferia”, en terrenos topográficamente difíciles, en el
norte de la ciudad, y a lado y lado del río Medellín (Aristizábal et. al., 1976: 87);
en muchos casos, la única alternativa fue invadir terrenos y construir tugurios.
La ciudad en 1950 97

BPP-F-014-0719. 93. Vista panorámica del sector suroriental de la ciudad en 1985. Se observa la
Avenida El Poblado (carrera 43) y la Iglesia San José de El Poblado, frente al lugar donde se ubicó el
primer caserío de la ciudad.

Igualmente, esta zona, en los años setenta, se consolidó como el espa-


cio de vivienda de sectores de altos ingresos. En 1975, con el Código de
Construcción, se agudizó la segregación social urbana en la medida en
que definió que El Poblado sería un barrio de muy baja densidad, con
lotes por vivienda de 1200 metros; mientras que en las zonas del norte
cada lote debía tener un mínimo de 90 metros cuadrados, que luego
El sector de El Poblado –que va hasta En- se fueron rebajando gradualmente hasta 36. Entre tanto, la transfor-
vigado y desde el río Medellín hasta las mación urbana desordenada continuó con la construcción de edificios
laderas de la cordillera–, se desarrolló monumentales en el centro (Melo, 1997). Para finales del siglo XX y los
mediante la ampliación de la vieja carre- inicios del XXI, la zona de El Poblado comenzó a presentar uno de los
tera a Itagüí y de la vía que lo comunica mayores índices de construcción, en medio de una planeación anárquica
a Medellín (hoy Avenida El Poblado), así (Restrepo, 2003).
como con la construcción de las obras En otras zonas de la ciudad, el Estado emprendió acciones de norma-
de La Aguacatala y la carretera a Los lización de barrios ilegales, o trató de regular la construcción de las
Balsos. En los años cincuenta y sesenta, urbanizaciones no planificadas, sin obtener mayores logros. Estas ta-
este sector comenzó a ser ocupado por reas fueron adelantadas mediante instituciones de carácter público o
estratos medios vinculados a nuevas ac- en asocio con entidades privadas. En este contexto, las tensiones entre
tividades asociadas con el desarrollo in- lo planificado y las acciones al margen de las normas, se fueron agudi-
dustrial, así como por algunas familias zando.
adineradas (Restrepo, 2003).
98 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El funcionamiento administrativo municipal: otro frente de nes públicas municipales a corto plazo, con recursos
trabajo provenientes de Fondos Comunes, Empresas Varias y
el Departamento Administrativo de Valorización.
Además de las acciones encaminadas al tema de la
vivienda y la regulación del espacio urbano, en sus El DAPM, por su parte, entre 1963 y 1971, elaboró pla-
primeros años de funcionamiento, el DAPM generó nes cuatrienales para programar las inversiones a
instrumentos de planeación a corto plazo, como los corto plazo. En ellos abordó temas tan diversos como:
planes cuatrienales y propuso reformas al funciona- la adquisición de un computador electrónico para el
miento de la Administración Municipal. municipio, la recomendación de construcción de vi-
vienda, parques recreativos y unidades deportivas, y
la reforma administrativa al Municipio de Medellín. La
Los planes cuatrienales aplicación de estos planes no dependió exclusivamen-
te de las condiciones del municipio; ocasionalmente,
La Oficina del Plano Regulador elaboró el Plan Quin-
se vieron afectados por asuntos políticos y económicos
quenal 1960-1964, para el municipio de Medellín.
del orden nacional. No obstante, fueron importantes
Aunque este plano no se adoptó, se trató del primer
instrumentos de la planeación a corto plazo.
intento de programación sistemática de las inversio-

La reforma administrativa del municipio


El funcionamiento de las oficinas de la Administración Municipal, con-
siderado ineficiente, poco ágil, recargado de funciones, sin criterios
unificados y con despachos congestionados, motivó en 1964 la reali-
zación del “Estudio de la organización administrativa del Municipio de
Medellín”, que contó con la participación de la Fundación Ford. Dicho
estudio sirvió de base para que el DAPM presentara, al Concejo Mu-
nicipal, un proyecto de reforma que fue aprobado por Acuerdo 60 de
1966.
Con esta reforma se propuso integrar las dependencias municipales
en unidades administrativas funcionales especializadas y mejorar
aquellas que tuvieran relaciones directas o prestaran servicio a la ciu-
dadanía; establecer un nivel de funcionarios profesionalizados; lograr
mayor rapidez y capacidad en las decisiones; simplificar el número de
Juntas Municipales y crear algunas nuevas (García, 2000: 201).
También se dispuso que la Alcaldía de Medellín tuviera línea directa
con la Secretaría de Obras Públicas, con la Secretaría de Desarrollo
Comunitario, con el Departamento Administrativo de Planeación y
Servicios Técnicos y con el Departamento Administrativo de Valoriza-
ción; dependencias que debían ajustar sus programas a los planes del
Departamento Administrativo de Planeación y Servicios Técnicos que,
a su vez, actuaría según los objetivos fijados por el Concejo.11

11 Caja 14, Legajo 1, Plan Cuatrienal de Inversiones 1968-1971, Archivo Histórico de


Medellín.
La ciudad en 1950 99

La planeación integral: un nuevo reto


El Plan Piloto y el Plan Director de los años cincuenta del siglo XX, fueron
indiscutibles puntos de referencia para el ordenamiento urbano de Mede-
llín. Sin embargo, sólo a finales de la década del setenta, más por políticas
y directrices nacionales que por iniciativa local, se volvieron a debatir estra-
tegias de importancia para la planeación y el ordenamiento de las ciudades.
La Reforma Constitucional de 1968, significó una recomposición de las re-
laciones de fuerza entre las diferentes ramas del poder público y, en lo po-
lítico, fijó un derrotero para el desmonte del Frente Nacional, fortaleciendo
el régimen presidencial, facultando y estableciendo la obligatoriedad a los
departamentos para promulgar planes y programas de desarrollo económi-
co regional.
A partir de esta reforma, la planeación se institucionalizó como instrumento
central de intervencionismo estatal a nivel nacional, regional, departamental
y municipal, y se empezó a reforzar la importancia de los planes a mediano
plazo. Esta estructura quedó fortalecida con el CONPES (Consejo Nacional
de Planeación), la reestructuración del Departamento Administrativo de Pla-
neación Nacional (DNP) y la autorización de creación de las asociaciones de
municipios y de las áreas metropolitanas (Comisión Tripartita, 2006).
Siguiendo las directrices nacionales, pero también con la necesidad de revi-
sar y actualizar las orientaciones generales del Plan Director, la Oficina de
Planeación Municipal emprendió, en 1970, la tarea de realizar un Plan Inte-
gral, la cual se constituyó en su función básica –por asignación del Concejo
Municipal mediante Acuerdo 10 de 1970–; la ejecución de acciones, planes y
programas, basados en el Plan Integral, necesarios para atender las necesi-
dades inmediatas del crecimiento de la ciudad, se le asignaron como función
complementaria (Barrera, 1982).
En 1977, José Luis Sert –coautor del Plan Piloto de 1950– fue invitado para
hacer una revisión del planeamiento y del avance de la ciudad y su área me-
tropolitana, así como para asesorar la elaboración de un Plan General de
Desarrollo que actualizara, reuniera y unificara las directrices sectoriales en
el proceso urbano de la ciudad. Para este propósito, se convocó una reunión
general con todas las dependencias y departamentos del Municipio y con la
Oficina Municipal de Planeación. En dicha reunión, se logró concluir que el
desarrollo integral de la ciudad requería la acción coordinada e integrada de
todas las instituciones y que dicha acción debía estar orientada por un plan
conjunto que definiera las directrices generales del desarrollo.12

12 Medellín, 1978, Informes sobre Plan de Desarrollo Urbano de Medellín, con la dirección
de Planeación. Caja 48, Legajo 1. Folio 87, Archivo Histórico de Medellín.
100 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Los desafíos de la década del ochenta

F
inalizando la década de
1970, el crecimiento po-
blacional, la saturación es-
pacial y los procesos globales de
BPP-F-018-0161. 94. Aspecto del comercio informal en una de las
orden económico y político que calles del centro de la ciudad, en los años setenta del siglo XX.
se concretaban, eran motivo de
preocupación en la ciudad, tanto
por su presente como por su fu-
turo. Al caos en el transporte y al
tráfico urbano, se le sumaba la
topografía estrecha del Valle de
Aburrá, limitante para los planes
viales que se proyectaran. En las
agendas estatales, académicas y
civiles, empezaba a aparecer el
tema ambiental, asociado a los
problemas de la proliferación de
basuras, la contaminación de las
cuencas del río y las quebradas y
el deterioro de la calidad del aire.
También preocupaba la poca dis-
ponibilidad de áreas de expansión
para vivienda y espacios públicos
de recreación e interés cívico.
En 1979, 25% del territorio de la
ciudad estaba destinado a: in-
dustria, comercio, instituciones y
otros usos; las zonas residencia-
les ocupaban 60% del área urba-
na, con una alta saturación en la
ocupación del suelo −a excepción
de algunos lotes en El Poblado y
Belén− y sólo se contaba con 12%
de áreas para desarrollo futuro
(Londoño y DAP, 1979: 7).
Los desafíos de la década del ochenta 101

Además del déficit de espacio público y de áreas para la recreación, diagnosticado


desde décadas anteriores, la proliferación de las ventas ambulantes agravaba esta
situación. A partir de los años setenta, la disminución de la vocación industrial de
la ciudad y del departamento, provocó una generación precaria de empleos nue-
vos y permanentes en relación con el crecimiento demográfico (Calle, 1981). Así
mismo, con los procesos de renovación urbana en el centro −sector de la Plaza
de Cisneros, Guayaquil, El Pedrero y San Antonio−, se produjo una expulsión de
la población allí radicada y un desplazamiento de actividades económicas que no
pudieron ser todas relocalizadas en otras zonas. Estas realidades contribuyeron a
acrecentar una de las problemáticas centrales de la ciudad: el desempleo.

BPP-F-018-0647. 95. Grupo de vendedores de


lotería en la entrada del edificio de la Bolsa de
Valores de Medellín, situado en el marco del
Parque de Berrío.
102 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Con el traslado paulatino de las funciones urbanas (hospitala-


ria, educativa y recreativa) de Medellín hacia regiones cercanas,
pero, sobre todo, con la instalación de industrias en el oriente
antioqueño, se fue desdibujando la condición de ciudad indus-
trial de Colombia, de la cual se había hecho gala en décadas
anteriores. Esta relocalización de empresas hizo necesaria la
integración del Área Metropolitana con el oriente cercano, me-
diante vías que se complementaron con la autopista Medellín-
Bogotá y con el Aeropuerto Internacional José María Córdova
(Bravo, 1991: 4).

BPP-F-002-0333. 96. Teatro Junín, 1926. Ubicado en el centro de Medellín, en


el cruce de la Avenida La Playa con la carrera Junín, fue demolido en 1969 para
construir el Edificio Coltejer.
Los desafíos de la década del ochenta 103

BPP-F-003-0279. 97. Vista de la zona centro-oriental de la ciudad. Se destaca el edificio de la Clínica León XIII, perteneciente al Instituto
Colombiano del Seguro Social. En la actualidad, estos terrenos corresponden al barrio Sevilla.
104 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-016-0732. 98. Vista panorámica de las


instalaciones de Coltejer, en el municipio de Itagüí.

BPP-F-015-0103. 99. Vista panorámica de la Plazuela Nutibara, en 1972. Entre


las edificaciones del Hotel Nutibara (izquierda) y el Palacio de Calibío (derecha),
se observa la Carrera Bolívar, eje vial central de la ciudad hasta la construcción
del viaducto del Metro.
Los desafíos de la década del ochenta 105

Paralelo a este proceso, paulatinamente fueron cambiando los referentes


urbanos. El Teatro Junín, el Aeropuerto Olaya Herrera, las instalaciones
fabriles de Coltejer en La Toma y en Itagüí, el Edificio de la Clínica del
Seguro Social, el Hotel Nutibara y la Basílica Metropolitana, dejaron de
ser los símbolos de la ciudad y cedieron su lugar al Edificio Coltejer, al
Centro Administrativo La Alpujarra y a los nuevos proyectos hacia el sur
de la calle San Juan, como el Teatro Metropolitano y el Edificio Inteligen-
te de Empresas Públicas, que se consolidarían en la década del noventa
(Melo, 1997). Mientras la ciudad industrial iba quedando atrás, la ciudad
de servicios mostraba su dinámica.

BPP-F-018-0593. 100. Vista panorámica


de los alrededores del edificio de las
Empresas Departamentales de Antioquia,
EDA, en 1973. Hoy están allí ubicados los
centros administrativos del municipio y el
departamento.
106 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Cd4 DSC_1620. 101. Vista aérea del sector de la Alpujarra, de occidente a oriente, a principios del siglo XXI. Se observan el Centro Administrativo
Municipal, Plaza Mayor Medellín Convenciones y Exposiciones, la Plaza de la Libertad (en construcción) y el Edificio Inteligente de Empresas
Públicas de Medellín, EPM.

Éstos no fueron los únicos cambios que vivió


la ciudad en ese entonces. Nuevas dimen-
siones de la violencia se sumaron a las pro-
blemáticas urbanas expresadas en mayores
niveles de pobreza, marginamiento e inequi-
dad. Los conflictos entre pandillas, la insegu-
ridad, las disputas de grupos ilegales por el Sectores sociales, académicos, no gubernamentales y guberna-
territorio, la llamada delincuencia común y la mentales, empezaron a reconocer la complejidad de la crisis. No
corrupción institucional −incluido el Estado−, obstante este reconocimiento, las políticas urbanas mantuvieron
plantearon nuevos retos para la administra- el énfasis en grandes obras públicas –construidas dentro y fuera
ción de la ciudad. Era evidente que “no solo de los límites jurídico administrativos de Medellín− como el Tren
se enfrentaba un problema de orden y justi- Metropolitano, el Palacio de Exposiciones y el Aeropuerto José Ma-
cia, se trataba también de brindar oportuni- ría Córdova, entre otras; obras que fueron monumentales, “[…] no
dades sociales para la integración de toda la sólo por su inversión, sino por los efectos en la transformación del
población a fin de satisfacer razonablemente espacio físico y en la imagen que ellas proyectaron de Medellín”
las expectativas de vida” (Melo, 1994). (Naranjo y Villa, 1997: 84).
Los desafíos de la década del ochenta 107

BPP-F-016-0649. 102. El Palacio de Exposiciones y Convenciones de


Medellín S.A., fue inaugurado en 1975. En el 2006 la construcción de Plaza
Mayor, contribuye a la consolidación del sector como destino turístico de
negocios, ferias y convenciones.

Algunas voces alertaban sobre la carencia de una visión amplia, integral, sistemá-
tica y de largo plazo acerca del rumbo de la ciudad y sobre la necesidad de acciones
para que la convivencia y la calidad de vida no se vieran afectadas (Melo, 1994);
lo que implicaba, además, superar la práctica política según la cual “cada alcalde
manda su año” (Medellín, DAP, 1979). A la par, el crecimiento desbordado de Mede-
llín y de los municipios vecinos en el Valle de Aburrá, exigió el diseño de políticas y
la continuidad de acción en una dimensión asociada con la institucionalización del
Área Metropolitana (Medellín, DAP, 1976).

BPP-F-004-0163. 103. Construcción


del Tren Metropolitano, 1988. Vista
del viaducto del metro en su paso por
la actual Estación Exposiciones en el
centro de la ciudad.
108 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El Área Metropolitana: experiencias e instrumentos de planeación

En 1970, Medellín había superado los límites trazados por el perímetro de 1963:
además del ascenso por las laderas montañosas, empezó a ensamblarse –conur-
barse− con los municipios vecinos, como Bello, Envigado e Itagüí. Los flujos diarios
de población, entre los municipios del Valle de Aburrá, daban cuenta de su crecien-
te integración físico-espacial y de las estrechas relaciones que en materia laboral,
comercial, de recreación, educación, vivienda y oferta cultural se mantenían entre
estos territorios, antes de que se creara una entidad jurídico-administrativa que los
agrupara.
La ciudad se abastecía de agua y energía fuera de sus límites. Además, otros ser-
vicios públicos como alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas negras, así
como la disposición y procesamiento de basuras estaban ubicados fuera de su juris-
dicción, afectando terrenos de municipios vecinos, y produciendo una valorización o
desvalorización que no era objeto de análisis ni de cuantificación (Palacios, 1982).
Al mismo tiempo, muchas de las funciones y actividades relacionadas con la orga-
nización de la ciudad, se localizaban fuera de ésta, tales como: Central Mayorista en
Itagüí, Aeropuerto Internacional José María Córdova en Rionegro y algunos parques
cementerios, como Jardines de la Fe en Copacabana y Jardines Montesacro en Itagüí.
Fue hasta 1980 cuando, mediante la Ordenanza Nº 34 reglamentada por el Decreto
38 de 1981, se dispuso la creación, institucionalización y funcionamiento del Área
Metropolitana del Valle de Aburrá, la primera que se conformó en el país y agrupó
el mayor número de municipios.13 El nuevo organismo tuvo como objetivo básico
“procurar que el desarrollo de los municipios que conforman el Valle del Aburrá
se realice en forma equilibrada” (Medellín-Área Metropolitana del Valle de Aburrá,
1981: 19).
El Área Metropolitana quedó conformada por: Medellín, Barbosa, Girardota, Co-
pacabana, Bello, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas –exceptuando a Envigado−.
Contó con una extensión inicial de 1.152 km2 que representaba 1.8% del territorio
departamental y una población estimada de 2´100.000 habitantes, es decir, alrede-
dor de 60% de la población de Antioquia, a mediados de 1981.
La preocupación por la integración metropolitana no sólo apareció en la antesala
inmediata de esta Ordenanza. Los antecedentes se remontan a 1717 (Restrepo Uri-
be, citado por Schnitter, 2005: 144), cuando se decidió la apertura de dos caminos a
lado y lado del río Medellín para facilitar el tráfico por el valle. Desde la fundación
de la ciudad y de acuerdo con la geografía del territorio, se fueron integrando asen-
tamientos establecidos en sitios cercanos como: La Tasajera (hoy Copacabana), Ha-
toviejo (hoy Bello), Hatogrande (hoy Girardota), La Culata (hoy San Cristóbal), Itagüí
y La Estrella. Posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, empezaron a consolidarse:
Barbosa, Envigado, San Antonio de Prado, San Sebastián (o Palmitas), La Valeria
(Caldas), La Iguaná, Robledo, Sabaneta, Belén, Aguacatala, Guayabal, Mazo o Pie-
dras Blancas y La Granja (La América).

13 En Colombia, las Áreas Metropolitanas tuvieron su origen en la Reforma Constitucional de 1968;


posteriormente, la Ley 61 de 1978, “Ley Orgánica del Desarrollo Urbano”, revistió al Presidente de
la República de precisas facultades extraordinarias para reglamentar, entre otras disposiciones
legales, lo concerniente a las Áreas Metropolitanas, usos del suelo y planes de desarrollo (Bravo,
1991: 131).
Los desafíos de la década del ochenta 109

104. Mapa de la Villa de Medellín, Atribuido a José María Giraldo, Maestro Pintor
Año: 1790
Técnica: tinta
Archivo General de la Nación
Colonia, Policía, Tomo 4, Mapa 4., N° 256  A bis.
Original: 41 x 39 cm.
Foto de Ernesto Monsalve
110 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-009-0718. 105. Tranvía de Mulas a finales del siglo XIX.

Por su parte, el tranvía arrastrado por mulas, que en- Al servicio del tranvía se sumó el del Ferrocarril de
tró en funcionamiento en 1887, y que en su recorrido Antioquia. En 1911 fueron inauguradas estaciones en:
inicial atravesaba la Plazuela de la Veracruz hasta el Envigado, Sabaneta, La Tablaza y Caldas; luego en
sitio del Edén (posterior Bosque de la Independencia 1914, llegó la línea férrea desde orillas del río Magda-
y hoy Jardín Botánico), se proyectó por el sur hasta lena. En medio de la naciente industrialización y con el
Itagüí, Caldas y La Estrella y por el norte hasta Copa- mejoramiento de las comunicaciones y el transporte
cabana. En este contexto, fue un elemento integrador de carga y pasajeros, se dinamizó la vida económica de
de algunas zonas alejadas del centro y un importante la ciudad y de la región.
precedente del transporte urbano colectivo en el Valle
El mismo interés por la integración de territorios, lle-
de Aburrá (Gil, 1989: 102). Todavía, en 1917, el tranvía
vó a que en 1924, el Distrito de Medellín, en asocio con
recorría desde La Veracruz hasta Caldas.
otros municipios del departamento, liderara la inicia-
tiva del Tranvía de Oriente: un tranvía intermunicipal
que partiría desde Manrique por la carretera a orien-
te. Después de superar múltiples tropiezos, en 1929,
Medellín se comunicó con Guarne por medio de este
transporte (García, 2000: 155).
Los desafíos de la década del ochenta 111

También a mediados del siglo XX, en el Plan Piloto, se planteó la necesi-


dad de coordinar, con los demás municipios del Valle de Aburrá, una pla-
neación regional y no local; mientras, las autopistas sur y norte seguían
posibilitando la integración vial (Bravo, 1991: 5,6).
Otro antecedente importante para la institucionalidad metropolitana, fue
Municipios Asociados del Valle de Aburrá (MASA), entidad creada en 1966,
con el propósito de promover el desarrollo y la planeación integral de los
municipios socios, a través de la financiación y ejecución de obras y la
prestación o administración de servicios de interés regional por el siste-
ma de valorización (Barrera, 1982: 87).

BPP-F-002-0507. 106. Tranvía de Oriente, 1924.


112 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Cd4 DSC_1776. 107. Vista aérea de la Terminal de Transportes del Norte, 2009.

Unos años después, la prestación de servicios de instituciones como las Em-


presas Públicas y las Empresas Varias de Medellín, se extendió a otros mu-
nicipios, así mismo, tuvo lugar la descentralización administrativa de Inter-
conexión Eléctrica S.A. E.S.P. (ISA) y se construyó la Terminal de Transporte
Terrestre, hoy reconocida como Terminal del Norte (Bravo, 1991: 131).
Si bien desde estas dinámicas sociales y estos esfuerzos institucionales, se
asumió que Medellín era parte de un conjunto más amplio, el nacimiento del
Área Metropolitana marcó un punto de corte en el sistema de planeación de
la ciudad.
En este contexto, en el ámbito nacional y local, los años ochenta fueron tes-
tigos de dos hechos importantes para la planeación: “la ampliación y cuali-
ficación de la legislación hacia lo departamental, metropolitano y municipal,
con sus correspondientes planes de desarrollo, y los procesos de descen-
tralización municipal” (Naranjo y Villa, 1997: 84). Desde 1980, en la tarea de
crear instancias de coordinación entre las diferentes administraciones, para
fortalecer la planeación local y regional, se delegaron funciones nacionales
a entidades descentralizadas como los Consejos Departamentales de Pla-
neación y el Consejo Regional de Planificación (CORPES) (Londoño, 1993:
40-41).
Los desafíos de la década del ochenta 113

Los nuevos instrumentos de legislación sobre orde- extracción de materiales y funcionamiento de esta-
namiento urbano, propuestos por el gobierno nacio- blecimientos comerciales, industriales y de servicios
nal, fueron, además de las Áreas Metropolitanas, los públicos; adoptar el plan vial y los planes maestros de
planes integrales de desarrollo, las normas sobre servicios públicos; fijar los perímetros urbanos y sa-
densificación y usos del suelo, y las medidas de expro- nitarios del Área y de los municipios que la integran
piación, catastro y valorización. También se planteó el (Medellín-Área Metropolitana del Valle de Aburrá,
fortalecimiento administrativo e institucional de las 1981:16).
entidades distritales, metropolitanas y municipales Además de la Junta, el Área Metropolitana contaba
que tenían que ver con el desarrollo urbano; tal fue el con la Secretaría Ejecutiva y dos organismos técnicos
caso de las Asociaciones de Municipios, las Juntas Ad- de planificación y ejecución de obras: el Departamento
ministradoras Locales y las Empresas de Desarrollo Administrativo de Planeación Metropolitana y el Ins-
Urbano (Naranjo y Villa, 1997: 84,85). tituto Metropolitano de Valorización (INVAL). Aunque
La Junta Metropolitana, con la figura del Alcalde me- con éste se buscaron recursos para financiar los pro-
tropolitano, fue el nuevo modelo de estructura admi- yectos metropolitanos, una de las tareas más impor-
nistrativa territorial (Barrera, 1982: 112). Sus funcio- tantes del Área Metropolitana fue la consecución del
nes iniciales se definieron así: financiamiento, puesto que las normas nacionales que
le dieron origen, no determinaron claros mecanismos
[…] elaborar el Plan Integral de Desarrollo para toda
para garantizarlo. Hasta 1981, sólo se había podido
el Área; expedir la reglamentación de los usos del
operar con los dineros recibidos del Departamento,
suelo urbano y rural y establecer los mecanismos e
autorizados por la Ordenanza 31 de 1980 (Medellín-
instrumentos normativos y de control; fijar las normas
Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1981: 16).
generales de zonificación, urbanización, construcción,

BPP-F-005-0804. 108. Vista aérea del centro del Valle de Aburrá, sentido sur norte, en 1980. En el centro de la fotogradfía se destaca el Edificio
Coltejer, construido entre 1968 y 1972.
114 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Dos años después de establecida, se reconocieron todas las limitaciones técni-


cas, legales, institucionales y financieras con las cuales fue creada el Área Me-
tropolitana:
[…] la independencia de los alcaldes municipales con relación al Alcalde Metropoli-
tano, la autonomía de los organismos nacionales que tienen injerencia en la metró-
poli, la carencia de unidad de criterios en los institutos públicos, la incapacidad le-
gal de las autoridades metropolitanas para imponer orden, la carencia de recursos
financieros y la pequeña área delimitada entorpecen la acción y la efectividad de las
mismas (Palacios, 1982: 22).

La planeación para el espacio metropolitano


En el nuevo marco normativo nacional y a fin de atender insti- La Asamblea de Antioquia, por medio de la
tucionalmente las dinámicas generadas con la conurbación, el Ordenanza No. 002 de dicho año, designó al
DAPM asumió funciones metropolitanas, mediante Decreto 040 Departamento Administrativo de Planeación
de 1982, ocupándose de todo el Valle de Aburrá como región de Departamental, como el organismo encarga-
planeamiento y desarrollo. Además, con la creación del Área do de coordinar administrativamente los es-
Metropolitana, se unificaron las funciones de planeación que tudios del Plan Metropolitano. Por su parte, el
venían cumpliendo, separadamente, el Departamento de Antio- Concejo de Medellín mediante Acuerdo No. 9
quia y el Municipio de Medellín. de 1973, vinculó al municipio en los progra-
Sin embargo, antes de serle asignado su carácter metropolita- mas de dicha entidad a través del DAPM. Ese
no, algunos de los programas y estudios del DAPM estaban re- mismo año, el Plan Metropolitano inició sus
feridos a este contexto. Desde 1970 −en el marco de las nuevas labores como una dependencia adscrita a la
leyes nacionales−, se discutía la necesidad de un plan de desa- Secretaría de Planeación Departamental (Ba-
rrollo subregional que cubriera el Área Metropolitana del Valle rrera, 1982: 92).
de Aburrá y el oriente cercano. El DAPM junto con Planeación Nacional, el
En 1972, se iniciaron los convenios para la creación del Plan Departamento de Antioquia, el Municipio de
Metropolitano con el fin de integrar la planeación del Valle de Medellín y las Empresas Públicas, en 1975,
Aburrá y el oriente cercano,14 considerando la problemática de realizó un estudio, en el marco del Plan Me-
la región en un contexto económico, social y geográfico, más tropolitano, consistente en la “recopilación,
amplio (Barrera, 1982: 92). análisis de la información e inventarios sobre
la región urbana, para identificar sus pro-
blemas esenciales, tendencias históricas y
elementos principales que han de tenerse en
cuenta en la visión prospectiva de su desarro-
llo” (Puerta, Lucena y Sociedad de Mejoras
Públicas, 1975: 388). Después de 1980, éste
y otros estudios fueron tomados como punto
de referencia por el Área Metropolitana para
definir sus acciones (Área Metropolitana del
Valle de Aburrá: 1981: 16).

14 Conformado por los municipios de Rionegro, Guarne, El Retiro, Marinilla,


Santuario, La Ceja y El Carmen.
Los desafíos de la década del ochenta 115

Los recorridos de la institución

Para 1985, la Oficina de Planeación Metropolitana estaba compuesta por dos divisiones:
Planeación y Aplicación. En ese entonces, su papel se debatía entre planificar y controlar.
Al respecto, las personas vinculadas a esta Oficina consideraron que las actividades de
control los alejaban de su verdadera labor: “pensar la ciudad”.15 Con el establecimiento
de las Curadurías Urbanas, en el marco de la descentralización administrativa y la Cons-
titución de 1991, se esperaba que esta situación cambiara.

“Pensar” la ciudad
La División de Planeación se encargó de las políticas de la ciudad en cuanto a lo físico,
lo social y lo económico (González et al., 1985: 10), para lo cual contaba con cuatro de-
partamentos: Planeación Social, Planeación Económica, Planeación Física y Estadísticas
Metropolitanas.

Paralelos fotográficos - Fotos IGAC – BARRIO ESTADIO. 109.


Plano aerofotogramétrico de Medellín, Plancha 190, 1972.

15 Conversatorio con servidores y ex servidores del DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de noviem-
bre de 2010.
116 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El Departamento de Planeación Física realizaba los estudios para el Plan


General Metropolitano; definía criterios para los programas de renovación,
sectorización y reglamentación del centro de la ciudad y realizaba estudios
en el campo del transporte, como el Plan Vial, el análisis de las rutas de
transporte urbano colectivo y la ubicación de la terminal de buses y de la
terminal ferroviaria.
Los estudios sectoriales referidos a salud y bienestar, seguridad pública, re-
creación y cultura, educación y vivienda, fueron el campo de acción del De-
partamento de Planeación Social. Analizaron, entre otros, los flujos migrato-
rios y la situación socioeconómica de los migrantes asentados en los tugurios
del área urbana; el volumen y flujo de la demanda de servicios médicos; las
necesidades en la construcción de un centro cultural para Medellín; y la deli-
mitación de las nuevas jurisdicciones de las inspecciones municipales de po-
licía (DAP y ST, 1974). Algunos de estos estudios fueron realizados en asocio
con Planeación Económica, que además, se encargaba de la programación
económica, financiera y fiscal y la elaboración de algunos indicadores econó-
micos de las Cuentas Regionales.16
Por otro lado, la recolección de datos, análisis, generación de estadísticas,
cartografía, planoteca y biblioteca, fueron encargadas al Departamento de
Estadísticas Metropolitanas. Así, con la realización de estudios demográficos
y de la actividad edificadora, a partir de 1980, además de la producción perió-
dica de informes sistematizados de las estadísticas criminales y la genera-
ción de indicadores, entre otros, se reconocía la importancia y la utilidad de
la información estadística en el análisis de la problemática socio-económica,
demográfica y física de la ciudad (Departamento Administrativo de Planea-
ción Metropolitana, 1981: 63). Se continuó con la publicación del Anuario Es-
tadístico de Medellín, considerado un instrumento primordial y de consulta
básica para quienes se preocuparan por la investigación, planeación y toma
de decisiones sobre algún aspecto de la compleja dinámica de la ciudad (De-
partamento Administrativo de Planeación Metropolitana, 1981: 63). Más ade-
lante, las gestiones adelantadas por el Departamento de Estadísticas, des-
embocaron en los Sistemas de Información.
Además del Anuario, el DAPM hacía otras publicaciones para informar y
orientar a la comunidad mediante el folleto sobre el Centro Administrativo y
la impresión de reglamentos sobre urbanizaciones, parqueaderos y multifa-
miliares, entre otras.
No obstante esta diversidad de tareas, el perfil histórico y el énfasis de la de-
pendencia fue el de la organización físico- espacial de la ciudad. Para enton-
ces, al municipio sólo le quedaba el manejo físico de los espacios urbanos, en
la medida en que el país estaba centralizado en materia de políticas sociales
y económicas. Adicionalmente, la adscripción disciplinar de los Directores
del DAPM, que en su mayoría han sido arquitectos, urbanistas e ingenieros,
contribuyó a esta orientación.

16 Las Cuentas Regionales, al igual que las Cuentas Nacionales, constituyen un instrumento
que recoge y procesa información acerca de la actividad económica, en este caso de la
región; son una valiosísima fuente de información para el diseño de políticas públicas y la
definición de acciones del sector privado.
Los desafíos de la década del ochenta 117

Paralelos fotográficos- Fotos IGAC – BARRIO ESTADIO0. 110. Plano aerofotogramétrico de Medellín Plancha 199, 1972.

En el transcurso de la vida de la institución, con “Controlar” la ciudad


diferentes matices, el área física ha sido consi- La División de Aplicación, encargada del control de la construc-
derada como predominante y con un perfil técni- ción y cumplimiento de las normas urbanísticas, estaba confor-
co, mientras que la económica y social, ha esta- mada por tres departamentos: Control Urbanístico, Diseño, y
do más orientada hacia la gestión social.17 Vías y Urbanizaciones. Entre sus diversas labores se contaban:
interventoría de diseño y construcción, nomenclatura, control
de obras, diseño arquitectónico y estructural, y presupuesto y
evaluación de proyectos. También, se ocupó de los levantamien-
tos planimétricos y demarcaciones (Anuario Estadístico, 1984).
Su manejo se limitaba al Municipio de Medellín, aunque brinda-
ba asesoría a otros municipios del Área Metropolitana (González
et al., 1985: 10).

17 Conversatorio con servidores y ex servidores del DAP,


Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de noviembre de
2010.
118 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Uno de los retos de esta dependencia tenía que ver con la educación ciudadana
y con las relaciones con la comunidad, puesto que a través de la interventoría
de planos y de procesos constructivos, y mediante la especialización temática
de los profesionales encargados de evaluar proyectos, se logró mejorar el uso,
consulta y manejo de las normas por parte de las firmas de arquitectos e in-
genieros, tanto en el campo del diseño, como en las rutas de programación e
inversión (Departamento Administrativo de Planeación Metropolitana, 1981: 47).

Nuevos énfasis: estudios ambientales y


sectoriales
Además de la metropolización, dos énfasis
caracterizaron las labores del DAPM a par-
tir de los años ochenta. Por un lado, incur-
sionó en las discusiones ambientales −tema
clave en las agendas internacionales−, y por
otro, realizó estudios sectorizados. Poste-
riormente, la planeación estratégica y la En 1981, el Concejo redefinió el nuevo perímetro urbano de Medellín
participación ciudadana marcarían su fun- (Acuerdo No. 09 de 1981) a través de estrategias ecológicas, como la
cionamiento, estructura y rumbo. creación de los cinturones verdes (García, 2000: 238). La redefinición
Con los estudios hidrológicos de las que- se basó en el estudio elaborado por la Oficina de Planeación Metro-
bradas, los programas de arborización en la politana y discutido en la Junta Metropolitana, que tuvo en cuenta la
ciudad y los análisis preliminares sobre el topografía del municipio, la geología de los terrenos, la prestación
cordón verde, iniciados desde mediados de de servicios por parte de las EPM y las posibilidades de desarrollo
la década de los setenta, el tema ambiental urbano (Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1981: 237).
empezó a posicionarse en la agenda públi- En el nuevo perímetro −que no se modificaba desde 1963, cuando el
ca. Esto se complementó con la proyección municipio contaba con una población de 700.000 habitantes−, se adi-
de parques regionales (Tulio Ospina y Ola- cionaron más de 2.000 hectáreas urbanas y se fijaron las directrices
ya Herrera), la creación de un Comité para de desarrollo para las áreas periféricas de la ciudad, así como los
el control de asentamientos industriales y principios de ordenamiento para la zona rural (Área Metropolitana
la constitución del Comité de Saneamiento del Valle de Aburrá, 1981: 237). En 1982, se esperaba continuar con
Ambiental, desde 1979, encargado de fo- estudios de perímetro urbano para el resto de municipios del Valle
mentar entre las empresas privadas, el sa- de Aburrá, siguiendo los criterios aplicados en Medellín.
neamiento y exigir a las empresas estatales
También, se advirtió sobre la necesidad de contar con un banco de
−como la Fábrica de Licores de Antioquia−
datos y un archivo gráfico e informativo en cada oficina de planea-
innovar en la implementación de procesos
ción municipal o metropolitana, para sistematizar la información
anti-contaminantes. Se intentó generar una
geotécnica, geológica e hidrológica que reposaba, sin uso alguno, en
política ambiental basada en la concepción
oficinas privadas y públicas. Información que permitiría tomar deci-
integral del manejo y conservación del me-
siones en cuanto al manejo adecuado del medio ambiente, la ocupa-
dio ambiente.
ción del espacio y la urbanización.
Los desafíos de la década del ochenta 119

Junto con el tema ambiental, los estudios y reglamen- Nororiental, contratado con la Universidad Nacional.
taciones hechos en aquellos años, propusieron una También, reglamentaciones urbanísticas por zonas,
visión sectorizada, que posibilitó pensar no sólo en como: La América, Belén y El Poblado, y se iniciaron
grandes obras −en su mayoría propuestas para el cen- estudios socio-económicos del área rural municipal;
tro−, sino en la integración de otras zonas de la ciudad. aunque en muchas de aquellas, se consideró un con-
En este sentido, el Programa de Habilitación de Ba- texto integral y dinámico de desarrollo urbano.
rrios, realizado años atrás con EPM, fue un importante
Por otra parte, desde la institucionalidad local, se rea-
antecedente.
lizaron estudios que cuestionaron las políticas nacio-
Se realizaron investigaciones sobre población por ba- nales. En 1976, por ejemplo, se presentó un análisis
rrios, de suelos, en el área urbana, análisis viales en crítico de la política urbana del país en el ámbito de
territorios específicos y un estudio sobre la Comuna la vivienda, particularmente, en lo relacionado con la
vivienda de interés social.

maranjuez2-ELC12113. 111. Panorámica del barrio Aranjuez, 2004. Zona nororiental de la ciudad
conocida antes como barrio Berlín.
120 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Obstáculos y limitaciones
Hacia 1976, fueron evidentes las dificultades de la Oficina de Planeación
para atender las necesidades y problemáticas de la ciudad: lo limitado
de su personal de planta contrastaba con una ciudad de 1.200.000 ha-
bitantes, que seguía creciendo. Entre tanto, aconteceres políticos en el
seno del Concejo, frustraron algunos intentos por fortalecerla (DAP y ST,
1976).
Los vaivenes de las voluntades políticas y la alta politización del DAPM,
marcaron su accionar: los juegos de poder e intereses políticos y eco-
nómicos, involucrados en las decisiones sobre los presentes y futuros
de la ciudad, en ocasiones limitaron sus realizaciones y en otras, fueron
un claro respaldo. Alta politización que también desembocó en una falta
de continuidad de políticas: no había un plan de trabajo en la ciudad que
priorizara los programas ante los cambios de dirección.
Por otra parte, al ser un departamento administrativo de orden munici-
pal con un carácter técnico, Planeación realizaba estudios y programas,
pero no los ejecutaba; esto significaba una falta de autonomía en sus
labores y la necesaria relación con otras dependencias del municipio y
diversas entidades públicas y privadas.
Con tal propósito, ante la necesidad de un trabajo conjunto con otras
dependencias del gobierno municipal,18 y a fin de abordar problemas
prioritarios, se integraron comités, tales como: Técnico de Secretarios,
Plan de Salud, Plazas y Sistema de Mercados, Arborización de Medellín,
Revisión del Plan Cuatrienal de Inversiones, de los Juegos Centroameri-
canos, de Rutas del Transporte Público y del Cerro Nutibara; algunos de
los cuales estuvieron acompañados por instituciones académicas, como
la Universidad Nacional de Colombia, y por representantes de entidades
privadas, como PROANTIOQUIA (Departamento Administrativo de Pla-
neación y Secretaría de Servicios Técnicos, 1976). Sin embargo, aunque
el funcionamiento de los comités fue un paso en firme para las rela-
ciones interinstitucionales, la distancia entre el “pensar la ciudad” y la
ejecución de los planes seguía siendo evidente.
Dentro de sus limitaciones y problemas a nivel político, administrativo y
técnico, pero también, ante las complejas dinámicas que no daban más
espera, Planeación tuvo que dedicarse a la “especulación académica y
a la política correctiva” (Departamento Administrativo de Planeación
Metropolitana, 1981: 37). Muestra de ello fue que el Plan Metropolita-
no −organismo híbrido de la administración departamental y municipal,
establecido en 1973−, y el Plan de Desarrollo para Medellín, iniciado for-
malmente desde 1977, no habían superado en 1981, su etapa preliminar
de diagnóstico.

18 Entre las diversas instituciones a nivel municipal con las que se relacionó el DAP, se
encuentran: CORVIDE, EPM, ICT, Secretaría de Obras Públicas y Saneamiento Am-
biental o Higiene.
Los desafíos de la década del ochenta 121

Cartografía – perímetro. 112. Proceso de ampliación del perímetro urbano de Medellín desde 1928 al 2006.
122 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

En el proceso de elaboración de estos planes se identificaron otros limitan-


tes del DAPM para enfrentar el crecimiento y desarrollo urbano:
[…] la fragmentación de la responsabilidad pública y falta de coordinación de
las entidades que conforman el Departamento y de éste con organizaciones
de tipo nacional, departamental y municipal; la descoordinación e incoheren-
cia que existe entre las diferentes Secretarías que conforman el ente público
municipal: sus programas y acciones no se acompasaban con los patrones y
directrices trazadas por la Oficina de Planeación Municipal a través de la fija-
ción de las normas y reglamentaciones (Departamento Administrativo de Pla-
neación y Servicios Técnicos, 1979).
A este dictamen se sumó la “carencia de estadísticas actualizadas y confia-
bles, la falta de recursos financieros, falta de una base jurídica en materia
de desarrollo urbano, de proyectos, estudios y la alta improvisación de los
existentes” (Departamento Administrativo de Planeación y Servicios Técni-
cos, 1979).
En el nivel municipal, la acción administrativa del DAPM se centró excesiva-
mente en el casco urbano; no existían mecanismos definidos para canalizar
acciones hacia las áreas rurales, entre otras cosas, porque el impuesto pre-
dial y de industria y comercio que eran los principales recursos financieros
con los cuales contaba Medellín, se obtenían en las zonas urbanas y allí
mismo se invertían.
Las limitaciones y dificultades del DAPM fueron constante motivo de re-
flexión. En los informes de labores y en los diferentes espacios institucio-
nales, se repensaron las relaciones con otras instituciones y se sugirieron
reestructuraciones y cambios en la organización administrativa, tendientes
a optimizar recursos de acuerdo con las posibilidades y responsabilidades
de cada ente (Departamento Administrativo de Planeación y Servicios Téc-
nicos, 1979).

Hacia la participación ciudadana

En materia de relaciones con la ciudadanía, las tareas adelantadas por Ac-


ción Comunal −a propósito de los programas de habilitación y rehabilitación
de barrios subnormales− y los procesos de formación e información ade-
lantados por el Departamento de Aplicación, fueron importantes antece-
dentes. Sin embargo, hasta los años ochenta, los acercamientos estuvieron
mediados por solicitudes de la comunidad o iniciativas del Alcalde o del
Director de turno y basadas en situaciones coyunturales en cuanto al di-
seño y ejecución de programas (González et al., 1985), constituyendo, así,
Los desafíos de la década del ochenta 123

una relación vertical en el trabajo con las comunida- Los primeros resultados de la oficina de planeación
des. Para ese entonces, (…) “el Estado no se ocupaba metropolitana
de la importancia de la construcción del tejido social,
de participación en los procesos institucionales ni de
confluencia de actores en la planeación o en la toma Si bien la Oficina de Planeación Municipal marcó una
de decisiones” (Echeverría y Bravo, 2009: 16). huella en la ciudad, el proceso de planeación del Área
Metropolitana no fue menos significativo. En él se for-
Con los cambios normativos establecidos por la Cons-
mularon importantes planes y regulaciones que, a su
titución de 1991, pero también a partir de las dinámicas
vez, fueron aprobados por la Junta Metropolitana y los
generadas, décadas atrás, por los movimientos socia-
Concejos Municipales.
les, estas relaciones fueron cambiando paulatinamen-
te. De la intervención comunitaria en los procesos ha- El Plan de Desarrollo Metropolitano para la Integra-
bitacionales populares, impulsados directamente por ción de la Metrópoli −aprobado mediante Acuerdo Me-
políticas estatales, −calificada como “participación tropolitano No. 012 de 1985−, fue realizado por Pla-
asistencial”−, se pasó a una “participación reivindica- neación Metropolitana y el Área Metropolitana, con la
tiva”, con la movilización de organizaciones en las que coordinación de un grupo de consultores. Al recoger
fueron preponderantes las acciones de los destecha- la información dispersa en numerosos estudios an-
dos (Echeverría y Bravo, 2009: 16). teriores, se apoyaron en un amplio trabajo de campo,
hicieron el diagnóstico integral del Valle de Aburrá,
En estas condiciones, la influencia internacional faci-
en algunos casos, como una primera aproximación, y
litó el tránsito de la intervención estatal de un Estado
avanzaron hasta la formulación de políticas generales
Benefactor a un Estado Facilitador:
y de ocho estrategias de desarrollo; así se establecie-
Mientras en el contexto local se acordaba el Plan In- ron las pautas para proseguir el proceso. Este Plan
tegral de Desarrollo Metropolitano, Para consolidar tuvo el mérito de establecer la planeación como un
la metrópoli (1985), en el contexto nacional se avan- proceso continuo y sistemático.
zaba hacia la descentralización municipal, la reforma
Así mismo, se avanzó en el diseño del Plan Vial Metro-
urbana y la democratización de la gestión pública, se
politano y se presentó el Plan de Desarrollo Cultural
configuraban organizaciones no gubernamentales y se
de Medellín, que planteó, entre otras cosas, la necesi-
legitimaban social e institucionalmente los procesos
dad de integrar la concepción de patrimonio cultural a
de participación ciudadana (Echeverría y Bravo, 2009:
los planes de desarrollo (Bravo, 1991: 135).
17).
En el esquema básico del Plan Vial, para el Área Me-
Al respecto, aunque en la elaboración de los Planes
tropolitana, se consideraron las futuras dinámicas
de Desarrollo se enfatizaba en la necesidad de la par-
urbanas del Área, el sistema de transporte para los
ticipación ciudadana, fue sólo desde mediados de los
próximos años y el papel del Tren Metropolitano;
años 80, con la ampliación de los espacios políticos,
igualmente, se buscó el desarrollo de grandes exten-
por medio de la elección de alcaldes y otros mecanis-
siones de terreno que estaban subutilizadas en los
mos, que se conformaron los espacios de participa-
municipios. (Medellín-Área Metropolitana del Valle de
ción. Al final de la década se hizo posible la vincula-
Aburrá, 1981: 238). Aprobado por Acuerdo Metropoli-
ción de nuevos grupos a la vida democrática.
tano No. 02 de 1986, el Plan estableció los lineamien-
tos generales para ser implementados en un período
de 15 ó 20 años y consideró la posibilidad de posterio-
res ajustes y revisiones.
124 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Construido mediante el sistema de Valorización Metropolitana, este primer plan


vial de carácter metropolitano, se concentró en definir, desde el punto de vista
físico, el sistema vial en el Valle de Aburrá para garantizar la facilidad de tránsi-
to vehicular y la conexión de las áreas identificadas en la zonificación propuesta
por el Estatuto Metropolitano de Usos del Suelo, recién aprobado para entonces,
y poder disponer de los espacios públicos requeridos para la ejecución total de
este sistema vial (Bravo, 1991: 135).
En el mismo contexto, se adelantaron gestiones ante el Ministerio de Obras Pú-
blicas y Transporte, para la construcción de la Variante de Caldas y la ejecución
de dos kilómetros de la vía distribuidora en la Variante de Bello. Con estas va-
riantes, consideradas en el Plan Vial, se pretendió reorientar el crecimiento de
estos municipios y resolver su problema de congestión vehicular. También, se
iniciaron trámites para terminar la calzada faltante de la Avenida Las Vegas en
el Municipio de Envigado y, de ser posible, para su prolongación hasta Sabaneta
(Medellín-Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1981: 238).
El diagnóstico general del Área Metropolitana, realizado en 1985, permitió de-
tectar puntos críticos que afectaban la calidad de vida de la población, tales
como: desequilibrio en los usos del suelo, gran dispersión de los conjuntos ha-
bitacionales, altas densidades por zonas, criterios inadecuados para la provi-
sión de servicios colectivos, precariedad del espacio público, por lo tanto, altos
costos sociales del modelo de urbanización seguido hasta entonces; y aspectos
con tendencia a agravarse en el futuro. A partir de allí, en 1986, Planeación Me-
tropolitana formuló una reglamentación y estableció mecanismos e instrumen-
tos normativos y de control; después de una amplia discusión, que se prolongó
por cerca de dos años, fue aprobado mediante Acuerdo Metropolitano No. 03 de
1988, un Estatuto Metropolitano de Usos del Suelo, Urbanismo y Construcción.
Conforme a las directrices del Plan Metropolitano, entre 1985 y 1988, con la par-
ticipación de la comunidad, y en coordinación con las respectivas Oficinas de
Planeación o de Obras Públicas, la Junta Metropolitana realizó estudios para
algunas zonas, los Planes de Desarrollo para los nueve municipios distintos a
Medellín, así como los Planes de Ordenamiento Territorial de las zonas norte
y sur del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, aprobados por los Acuerdos
Metropolitanos No. 05 y No. 06 de 1988.
Entre 1986 y 1987, Planeación Metropolitana formuló el Plan de Desarrollo de
Medellín, que fue aprobado por Acuerdo No. 071 de 1987. No obstante que su
propósito era el de ser un Plan Integral, el documento final fue calificado como
una recopilación desorganizada de información general.
Así mismo, en el primer semestre de 1988, se dio a conocer el Plan de Desarro-
llo Departamental 1989-1993, correspondiente a una evaluación y actualización
del Plan de 1983. En éste se destacaba un gran avance en la elaboración de los
diagnósticos y el enunciado de programas y proyectos sectoriales; pero no fue
aprobado por la Asamblea Departamental.
125

La renovación del centro, el transporte y el espacio público:


desafíos de fines de siglo XX para el DAPM

D
urante las décadas del seten-
ta y el ochenta, la acción del
DAPM se movió entre las in-
tervenciones en el sistema vial, los
programas de renovación urbana
enfocados en el centro de la ciudad,
y las incursiones al espacio público
desde una perspectiva ambiental.

Espacio público y recreación

Las restricciones naturales del sue-


lo, el aumento continuo de población
sin un incremento proporcional en
zonas recreativas y otros equipa-
mientos urbanos, el proceso incon-
trolado de la actividad constructiva
y sus altas densidades, el deterioro
simultáneo del centro y del resto de
la ciudad, con problemas de conges-
tión y contaminación, provocaron que
la carencia de espacios públicos y de
recreación, fuera vista como un gra-
ve problema en Medellín y en el Valle
de Aburrá.

BPP-F-015-0622. 113. Avenida Jorge Eliécer


Gaitán, también llamada Avenida Oriental, 1984.
126 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Con una creciente participación de empresas constructoras privadas, desde los años se-
tenta, se adelantó la construcción masiva de vivienda popular seriada y estandarizada,
con especificaciones simples y a bajos costos. Con ella, apareció un formato de vivienda
popular que redujo las especificaciones del espacio público, afectado especialmente en
lo relativo a las vías y los tamaños de los lotes. Los urbanizadores no siempre cedieron
al municipio áreas adecuadas para uso público: entregaban retiros de quebradas y zonas
de pendientes exageradas que no tenían posibilidades de utilización, o fraccionaban los
terrenos de tal manera que no tenían que hacer cesión de zonas verdes, en una clara burla
a las normas de urbanización. Desde 1973, el DAPM libró una dura batalla contra estas
prácticas de construcción, pero los resultados fueron mínimos (Botero, 1996: 528).
Al mismo tiempo, las entidades responsables de realizar proyectos de obras públicas
como: Planeación, Valorización, Secretaría de Obras y Empresas Públicas, no siempre tu-
vieron en cuenta pautas de ambientación, arborización ni paisajismo:
Se ha sacrificado la forma urbana en beneficio del flujo vehicular, sin considerar al actor prin-
cipal de la ciudad: el hombre. La Avenida Oriental tiene amplios andenes, pero carece de un
tratamiento adecuado para el peatón. La calle San Juan ha ampliado la sección y se han mul-
tiplicado los carriles, pero se han convertido en una enorme superficie de piso duro, sin espe-
cificaciones paisajísticas. La Avenida del Ferrocarril, la calle 33, la calle 30, las transversales,
El Poblado, en fin, tantas obras realizadas a elevados costos, han carecido por completo de un
diseño urbano humanizado y adecuado (Cadavid, 1990: 73).

Cd4 DSC_1834. 114. Vista aérea


del norte del centro de la ciudad de
Medellín, a la altura de la Avenida
Oriental, en los límites con el Barrio
Prado.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 127

BPP-F-016-0640. 115. Comercio y


transeúntes en el tradicional sector de
Guayaquil. Al fondo, se observa parte de
la edificación de lo que hoy es el Centro
Comercial Palacio Nacional.

La pérdida de espacios públicos desembocó Primeros diagnósticos y acciones sobre el espacio público
en una incomunicación y disminución de vita- Entre la diversidad de entidades, administraciones y comple-
lidad de la ciudad que, además, comprometió jas normas que intervinieron en el manejo de los espacios pú-
su identidad colectiva. Mientras que algunos blicos y las zonas verdes en la ciudad y el Valle de Aburrá, el
monumentos y lugares referentes urbanos, no Plan Director de 1959 fue un importante punto de partida. En
contaban con suficientes vías de acceso y cir- cuanto a la definición de los usos de la tierra, estableció como
culación, y carecían de condiciones de seguri- zonas verdes las áreas localizadas a lo largo del río Medellín y
dad, orden e higiene, otros espacios públicos de las quebradas existentes, así como las zonas que circundan
fueron cerrados al ciudadano (Cadavid, 1990: los sectores industriales, los Cerros Nutibara y El Volador y las
55,56). plazas, parques y plazuelas (Cadavid, 1990: 23).
Ante este crítico panorama, las acciones de Más tarde, el Acuerdo No. 32 de 1968, a través de un empréstito
la Administración Municipal se dirigieron a de 30 millones de pesos para la compra de tierras y la emisión
la reserva de tierras y zonas verdes para la de bonos de Prodesarrollo Urbanístico de Medellín, autorizó la
recreación. Pero, la falta de voluntad política adquisición de terrenos definidos como zonas verdes y parques
y de continuidad en planes y programas, en (Cadavid, 1990: 23). En cumplimiento del mismo Acuerdo, entre
unos casos, más la carencia de financiación en 1968 y 1969, el DAPM realizó el primer Plan de Parques y un
otros, hicieron que se frustraran oportunida- inventario de zonas verdes y espacios para la recreación.
des y no se materializaran las obras.
128 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Los estudios y diagnósticos encontraron


una alarmante situación de la ciudad en
relación con las áreas libres y los índices
recreacionales:
[…] las condiciones del proceso de ur-
banización llevaron a un rápido creci-
miento de la ciudad, desbordando los
límites de la planeación y regulación
urbana, generando barrios desprovistos
de equipamiento y saturando otros ya
existentes, cuyos espacios de consumo
colectivo han sido deficientes y que por
su densificación se ven sobrecargados
(Viviescas, 1987: 276).

BPP-F-016-0639. 116. Vista panorámica de


un sector de Guayaquil, tradicionalmente
reconocido como epicentro de actividades
económicas. Al fondo se destaca la Iglesia El Plan de Parques propuso habilitar el Parque Norte, el Cerro Nutibara, el Cerro
del Sagrado Corazón de Jesús. El Volador y el Ancón Sur para la ciudad y su área metropolitana. A escala regional,
contempló la posibilidad de utilizar terrenos de Empresas Públicas, en las represas
de Río Grande y de Piedras Blancas, para grandes parques de camping y recreación,
y aumentar las áreas verdes de 3.8 m2 a 5.60 m2 por habitante. Algunos de estos
proyectos se empezaron a construir en 1969 y, a partir de 1970, se realizó la progra-
mación de adecuación de dichos parques (Cadavid, 1990: 23).
Además del Plan de Parques de la ciudad −con repercusión metropolitana− el DAPM
hizo estudios de arborización para las principales vías de Medellín, estudios y ante-
proyectos de parques artísticos y culturales −como el del maestro Pedro Nel Gómez−
y, junto a Coldeportes y la Secretaría de Obras Públicas, proyectos de construcción
de escenarios deportivos en los barrios. Al mismo tiempo realizó propuestas para el
Parque de Berrío y diseñó parques a nivel de barrio.
No obstante estos estudios y esfuerzos, el índice de 3.8 m2 de zona verde por habi-
tante que tenía la ciudad, según el inventario realizado en 1969, había disminuido en
1978 a 1.15 m2; una situación precaria en términos cuantitativos que se hacía más
crítica si se consideraba la calidad. En vista de esta situación, en 1976, se inició un
segundo Plan de Parques con proyección a 1985, a fin de elevar el índice hasta 4.0
mts2 por habitante, aunque siguiera siendo inferior al de varias capitales de Colom-
bia como Bogotá y Cali.
El Plan de Parques de 1976, aprobado mediante Acuerdo No. 23, priorizó la construc-
ción de las obras propuestas en el Plan de 1969, donde tenían prelación el Parque
Norte, el Cerro Nutibara, el Cerro El Volador y el Museo de la Ciencia. Así mismo, se
ordenó la construcción de parques y zonas deportivas en San Antonio de Prado, San
Cristóbal y en algunos barrios de la ciudad. Para la consecución de los recursos, se
estableció un impuesto mensual a cada línea o número telefónico, con un porcentaje
para parques y unidades deportivas y otro para la adquisición de tierras y realización
de las obras definidas en el Acuerdo (Cadavid, 1990: 23).
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 129

La realidad de los años ochenta


Para fines de la década del setenta, el DAPM realizó estudios de clasificación de
los espacios abiertos disponibles dedicados al deporte y al esparcimiento, según
magnitud, funciones y población atendida (Londoño White y DAPM, 1979: 46, 47).
Algunos de estos espacios habían sido considerados en el Plan de Parques de 1969.
Tanto las represas de Piedras Blancas y Río Grande, como el Jardín Botánico y
el Zoológico Santa Fe, se proyectaron como parques regionales que conservaban
áreas de valor histórico, cultural, paisajístico y ecológico. El recién constituido Par-
que Metropolitano Tulio Ospina, el futuro parque recreativo y cultural en los terre-
nos del Aeropuerto Olaya Herrera y la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, fueron
clasificados como Parques Metropolitanos con propósitos integradores de los mu-
nicipios del Valle de Aburrá (Londoño y DAP, 1979: 48).

BPP-F-019-0070. 117. Vista panorámica de la Unidad Deporitva Atanasio Girardot, en


1965; ubicada en el occidente de la ciudad.
130 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

En el área urbana se ubicaron: el Cerro


Nutibara, el Cerro El Volador, el Parque
Norte, el Parque La Asomadera y unos fu-
turos parques públicos en las reservas de
los Clubes Campestre y Rodeo. Las uni-
dades deportivas de Castilla, La Floresta, Además de estos espacios, en otros de propiedad pública y privada se
Belén, Miraflores, El Poblado, Finca Monte- llevaban a cabo actividades lúdicas. La Unidad Deportiva y Recreati-
carlo y el Parque La Ladera, integrado con va Atanasio Girardot, derivada de la propuesta de Unidad Deportiva
la Normal de Varones, fueron reconocidos Central de los años cincuenta del Plan Piloto, figuró entre los de pro-
como parques a nivel de comuna. Existían piedad pública. En 1979 sirvió como escenario de recreación popular
200 parques para los 220 barrios del mu- masiva y de reunión para diferentes eventos; igualmente, en los pre-
nicipio; aunque en valor numérico era casi dios exteriores a los escenarios deportivos, se llevaba a cabo un es-
igual a los barrios, eran insuficientes para parcimiento de tipo “paseo familiar dominical” (Londoño y DAP, 1979:
la población que atendían (Londoño y DAP, 49). Por la cantidad de instalaciones y servicios, era y es considerada
1979: 48). como una de las unidades deportivas más completas del país.

CD4 DSC_6134. 118. Panorámica de los


nuevos escenarios construidos en la
Unidad Deportiva Atanasio Girardot, con
motivo de la realización de los “IX Juegos
Suramericanos, Medellín 2010”.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 131

BPP-F-016-0666. 119. Vista


panorámica en sentido occidente
oriente del campus de la Universidad
de Antioquia, a mediados de los
años setenta del siglo XX. Arriba
se observan los barrios Manrique y
Campo Valdés; a la izquierda el Jardín
Botánico

DSC_1660. 120. Vista aérea, en


sentido oriente occidente, de la
ciudad universitaria de la Universidad
de Antioquia, ubicada en el sector de
Carabobo Norte, 2009.
132 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Otros escenarios sirvieron como espacio de reunión y espar-


cimiento: la Plaza de Toros La Macarena que, en 2003, motivó
grandes debates por su ampliación como un coliseo multiusos;
y teatros como el Pablo Tobón Uribe, el de Bellas Artes y el de
la Universidad de Antioquia (Londoño y DAP, 1979: 50). Entre
los museos representativos, la ciudad contaba con el Museo de
Zea (que tuvo esta denominación hasta 1978, hoy es conocido
como Museo de Antioquia) y el de la Universidad de Antioquia;
además, con el Museo de El Castillo, Museo del Maestro Pedro
Nel Gómez y el Museo Indigenista Madre Laura.

Cd 4 DSC_1608. 121. Vista aérea del puente de la Avenida San Juan sobre el río Medellín y la
Plaza de Ferias y Espectáculos La Macarena, 2009.

Entre los lugares privados, estaban los Centros de Recreación de


la Caja de Compensación Familiar de Antioquia, Comfama, un pro-
grama de amplia cobertura orientado principalmente hacia el nú-
cleo familiar. Por otro lado, clubes privados como El Campestre,
El Rodeo, Unión, Caza Diana, Club Hípico, Club Medellín y el Club
Comfenalco, destinados “para un nivel económico más alto” (Lon-
doño, 1979: 50). En cuanto a la recreación de tipo privado, también
se contaban con salas de cine que abundaban en la ciudad, más el
Teatro de la Cámara de Comercio y las galerías de arte encargadas
de promocionar la cultura (Londoño, 1979: 50).
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 133

Pese a este inventario con el cual se contaba a comienzos de la década de los años
ochenta, los espacios y equipamientos eran pocos frente a las necesidades y las ex-
pectativas de los pobladores del Valle de Aburrá; además, las restricciones económi-
cas limitaban el acceso de la mayoría de la población de la ciudad a estos lugares. Se
mantuvo la exigencia a las empresas urbanizadoras de la reserva de terrenos para
zonas verdes y la dotación de parques infantiles en las urbanizaciones y, mediante un
préstamo de $38 millones de pesos al Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo
(FONADE), se construyeron parques en áreas marginales y se fomentó la recreación;
así mismo, se hicieron ajustes y correcciones a los diseños del anterior Plan de Par-
ques, para actualizarlo, y se promovió la participación de la comunidad en la gestión y
construcción de las obras en distintos sectores (Londoño, 1979: 51).

Plaza. 122. Panorámica de la ciudad, de occidente a oriente. En primer plano, se destaca la Plaza de Toros, recién
remodelada como Centro de Espectáculos La Macarena, 2004. Al fondo, los edificios del centro de la ciudad.
134 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-019-0243. 123.
Construcción del edificio de la
Cámara de Comercio de Medellín,
en el centro de la ciudad, 1971.
Actualmente está ubicado sobre
la Avenida Oriental entre la calle
Caracas y la Avenida La Playa.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 135

Impactos de la metropolización: ampliación de espacios para la recreación

A partir de los años ochenta, varios Acuer- En 1987, otro Acuerdo Metropolitano reservó terrenos en el Munici-
dos dictados por la Junta Metropolitana, pio de Barbosa, con destino a un parque acuático, recreativo y cul-
crearon y reglamentaron los usos del sue- tural para la zona norte del Valle de Aburrá y obras de descargue
lo para parques metropolitanos; en 1984 se de la Central “La Tasajera”, hoy Parque de las Aguas. Ese mismo
destinó una extensión de 100 hectáreas que año, otro Acuerdo congeló y definió el uso del suelo del terreno de
hacían parte de la propiedad de Empresas la finca Ditaires, localizada en el Municipio de Itagüí, como parque
Públicas, en la cuenca hidrográfica de Pie- público para funciones recreativas, culturales, investigativas y de
dras Blancas, para un parque de uso público conservación del medio ambiente. En consecuencia, se prohibió su
y Metropolitano, actualmente integrado al “urbanización, construcción, reformas o mejoras de carácter par-
Parque Arví, ubicado en el Corregimiento de ticular, diferentes a las obras de infraestructura requeridas por el
Santa Elena. municipio de Itagüí para llevar a término el proyecto del parque”
(Cadavid, 1990: 23).

CD4 DSC_1830. 124. Vista aérea, en la que se destacan el Parque de San


Antonio y edificaciones en altura destinadas a vivienda, en el centroriente de la
ciudad.
136 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Parte de los terrenos del Aeropuerto Olaya Herrera fueron asig- Mientras las acciones de las entidades públicas
nados, mediante Decreto 264 de 1988 de la Alcaldía de Medellín, municipales y metropolitanas se centraban en la
para un parque metropolitano, un uso que ya había sido previsto reserva de zonas, las iniciativas de corporacio-
en el Decreto 2838 de 1980; mientras que en la otra parte del nes sin ánimo de lucro e instituciones privadas,
parque continuaba el funcionamiento de la aviación general. incrementaron el activo recreacional del Valle de
Sin embargo, por una directriz presidencial, además de la avia- Aburrá. Tal fue el caso de: el Jardín Botánico, el
ción y del parque recreativo, otro terreno quedó destinado para Zoológico Santa Fe, el Parque de Comfenalco y
instalaciones de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y el los Clubes Recreativos de Comfama en La Estre-
Distrito de Obras Públicas. Un año después, en los terrenos del lla, Copacabana y Bello (Cadavid, 1990: 28).
sector de San Antonio, en el centro de Medellín, se construyó un
No obstante los planes proyectados y las accio-
parque metropolitano. Algunos de estos proyectos fueron aten-
nes emprendidas, en 1990 se concluyó que du-
didos por la Corporación Recreativa Metropolitana de Medellín-
rante los últimos veinte años no se habían incor-
Metroparques, ente descentralizado de la Administración Mu-
porado áreas de importancia para la recreación
nicipal.
e, incluso, se señalaba la pérdida de espacios
tan significativos como el Parque del Ancón Sur
y parte del Parque Tulio Ospina, a nivel del Va-
lle de Aburrá; a lo que se agregaba, en el ámbito
municipal, la cesión de importantes espacios en
plazas y plazoletas de las Iglesias de La América
y de San José, y fracciones del Parque de Berrío y
la Plaza de Cisneros, por desarrollos viales.
Para la época, la prestación de servicios públi-
cos, las vías, la vivienda y las obras civiles, eran
receptoras de grandes inversiones; en cambio,
las realizaciones en el campo de la recreación
eran muy escasas: los planes de desarrollo no
consideraban la recreación como una función pú-
blica básica. Preocupaba, entonces, la dispersión
de las zonas verdes en la ciudad porque, además
de ser insuficientes, eran inadecuadas y estaban
mal localizadas y distribuidas, sin responder a
una política o a un plan (Cadavid, 1990: 72,73).

BPP-F-004-0011. 125. Con la apertura de la Avenida Oriental,


el atrio de esta iglesia de San José, ubicada en el cruce con la
calle Ayachucho, fue reducido a una pequeña área.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 137

Reordenamientos, renovaciones y remodelaciones del centro y del sistema vial


A la par de la sectorización de la ciudad y la atención de las problemáticas
derivadas del déficit de vivienda, el casco central y el sistema vial, fueron los
focos de acción del DAPM en sus primeros años. Como proyección del Plan
Director, se realizaron el Plan Vial (1969-1971) y el Estudio del centro de la
ciudad (1968) −que incluía una propuesta de reordenamiento−.

BPP-F-015-0050. 126. Cruce de la calle Junín con la Avenida La Playa y la Avenida Primero de Mayo. Se observan los edificios La
Bastilla, Parisina y Fabricato, en una de las zonas más dinámicas del centro de la ciudad.
138 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-018-0569. 127. Vista de la


carrera Junín entre la Avenida La
Playa y la calle Maracaibo, en sentido
sur norte. Al fondo se observa una
cúpula de la Basílica Metropolitana.

BPP-F-018-0165. 128. Esquina de


la Carrera Palacé con la Calle San
Juan, 1960.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 139

BPP-F-016-0658. 129. Vista panorámica del sector noroccidental de la ciudad, donde se encuentra la Facultad de
Minas de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.

En el campo del transporte, el DAPM, tuvo diversas relaciones


con la academia: retomó investigaciones producidas por las uni-
versidades, pero también fue objeto de veeduría y críticas, como
las formuladas por el Programa de Planeación Urbano Regional
de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, en el
Desde su creación, el Departamento de caso del Metro.
Planeación realizó diversos estudios para
La Escuela de Minas de esta misma Universidad, a través de in-
diagnosticar las problemáticas del tránsito
vestigaciones y tesis de grado, hizo aportes al estudio del pro-
y proponer soluciones: reorganización del
blema del transporte urbano en la ciudad, referidos a: la gene-
tráfico, parqueo en el área central de la ciu-
ración de viajes y distribución modal en el área del Municipio de
dad, estudio sobre la implementación del
Medellín; la identificación de los corredores de mayor demanda
sistema vial y los proyectos respectivos, y el
de transporte para el Metro y el análisis del plan de puentes
impacto socioeconómico y físico del sistema
sobre el corredor del río, entre otros. También, realizó estudios
del transporte rápido masivo a lo largo del
acerca de la infraestructura de servicios públicos y de transpor-
río Medellín (Departamento Administrativo
te sobre el eje del Valle de Aburrá (Salazar, 1987).
de Planeación y Servicios Técnicos, 1980).
Además, desde 1972, con estudios como Ru- Sin embargo, fue entre 1978 y 1985, cuando el desarrollo vial,
tas Urbanas Metropolitanas de Transporte la preocupación por el transporte y la “recuperación del centro”
en el Valle de Aburrá, se dio cuenta de una ocuparon buena parte de las intervenciones urbanas lideradas
preocupación más allá de los límites del por el DAPM, y dieron lugar a reordenamientos, renovaciones y
municipio (Botero, 1996: 527). remodelaciones.
140 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-012-0751. 130. Panorámica de Medellín donde se destaca la zona céntrica. A la derecha se observa la Catedral Metropolitana y los
trabajos de apertura de la Avenida Oriental.

Para entonces, las estructuras de circulación como autopistas, vías arterias y


anillos viales al servicio del automóvil, se convirtieron en el criterio organiza-
dor de la ciudad (Schnitter, 2005). Las transformaciones espaciales −algunas
proyectadas desde el Plan Piloto− se conectaron con “una idea de progreso
que colocaba en lo físico y sobre todo, en las grandes vías, el signo claro de
aproximación hacia una imagen de ciudad moderna” (Naranjo y Villa, 1997:
76). Más adelante, proyectos como el del Tren Metropolitano, significaron
grandes modificaciones en la estructura urbana, trazaron sus posibilidades
futuras e impactaron fuertemente el centro de la ciudad.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 141

Realidades y oportunidades del centro de la ciudad


En el Estudio del centro de la ciudad, realizado por el DAPM en 1968, se partió de
considerar que en los procesos de crecimiento de las ciudades, era frecuente el
deterioro de las zonas centrales por el desorden de actividades que allí se lleva-
ban a cabo (Bravo, 1991: 124,125).
El diagnóstico reconoció que el centro de Medellín cumplía funciones de tipo me-
tropolitano y regional y tenía una estrecha relación con el resto de la ciudad y las
poblaciones vecinas; pero que, en los últimos años, era notorio su desorden: las
edificaciones antiguas en mal estado y con poco aprovechamiento del terreno, la
escasez de espacios libres y la intensa congestión de vehículos y peatones, de tal
manera que se venía asistiendo a una pérdida paulatina de valores estéticos tra-
dicionales (A.H.M. Caja 12, Legajo 2, Folios 50 y 51).

Con el aumento de edificaciones en altura y la adop-


ción del sistema de propiedad horizontal, el centro se
empezó a mostrar como monumental: “la tendencia
de construcción de edificios grandes y altos; torres de
oficinas y apartamentos, que, a su paso, generaban
problemas de movilidad: las pequeñas calles recibían
una gran afluencia de vehículos y peatones, quedando
además encajonadas” (Bravo, 1991: 128).
El Estudio del centro, además de ajustar las propuestas
del Plan Piloto a las nuevas realidades diagnosticadas,
consideró cuestiones como: reglamentación del uso
de la tierra, aspecto estético del conjunto, programas
de renovación urbana, organización del tránsito −caó-
tica y con predominio del vehículo sobre el peatón− y
enfatizó en la conservación del área central como lu-
gar histórico y cultural. Las recomendaciones presen-
tadas en el estudio, pretendieron que el centro de la
ciudad pudiera cumplir la vital función de corazón ur-
bano (Bravo, 1991: 124,125).

BPP-F-014-0854. 131. Obras de construcción del edificio de


la Compañía Colombiana de Tabaco, ubicado en el cruce de la
Carrera Bolívar y la Calle Boyacá en el centro de la ciudad, 1966.
142 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-013-0483. 132. Vista aérea de la zona céntrica de Medellín en sentido sur norte, 1981. Para la época,
estaba en construcción el edificio del almacén Éxito y el Parque de San Antonio.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 143

Alternativas para la circulación y la comunicación

El Plan Vial General de la ciudad de Me- sistema arterial del río, perfilándolo como el corredor multimodal de
dellín tuvo su origen en el Plan Piloto, re- paso libre con un sistema de puentes con enlaces de trébol (Botero,
glamentado luego en el Plan Director. En 1996). El Plan tuvo un enorme impacto en la estructura nuclear-ar-
1963, se reorientó con la reestructuración terial de Medellín, previó enlaces metropolitanos y trató el tema del
y jerarquización del Sistema Vial Regional. transporte masivo, aprobado como Tren Metropolitano en 1975. Fue
Pero entre 1969 y 1971, ante el acelerado sólo hasta 1985, cuando empezaron las obras y diez años más tarde
crecimiento de la ciudad y su área de in- (1995), se llevó a cabo su inauguración (Schnitter, 2005).
fluencia, y como respuesta al Estudio del
En este contexto, las intervenciones derivadas del Plan Vial y del Es-
centro de la ciudad de 1969, se reorientó.
tudio del centro de la ciudad, deben entenderse en conjunto. Estos dos
Los estudios adelantados por la Oficina de importantes estudios establecieron una articulación vial periferia-
Planeación Municipal para el Plan Vial de centro-periferia, mediante anillos viales y vías de rápida penetración.
Medellín, se basaron en una investigación Se produjeron impactos y se formularon medidas elogiadas por unos
de campo, propusieron un sistema arterial y muy criticadas por otros; pero que, en definitiva, perfilaron el pos-
en el núcleo urbano principal e incorpora- terior desarrollo de la ciudad.
ron conceptos −ya esbozados en 1964− del

BPP-F-015-0124. 133. Esquina de la carrera Carabobo con la calle Ayacucho. A la derecha se observa el Palacio Nacional, sede
de los juzgados de la ciudad hasta su traslado al Centro Administrativo La Alpujarra. En el lado izquierdo, locales comerciales
tradicionales de este sector, que actualmente, hace parte del Paseo Peatonal Carabobo.
144 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Primeras fracturas de las dinámicas del centro. A propósito de los traslados


A partir de la década del setenta y derivado del Estudio de 1968, la Oficina
de Planeación de Medellín, enfocó su trabajo hacia el centro de la ciudad.
Entre otros, elaboró programas para su peatonalización y descongestión
vehicular, mediante el control de parqueaderos públicos, acceso de vehí-
culos y regulación de espacios de cargue y descargue en las vías. Además,
realizó encuestas sobre ventas ambulantes, a pobladores de la zona de El
Pedrero, hizo un estudio urbanístico del área del futuro Centro Adminis-
trativo de La Alpujarra y elaboró una propuesta de reglamentación me-
diante Decreto 385 de 1976.

Paralelos fotográficos. FOTO 1. 134. Aerofotografía de la zona sur del centro de la ciudad, donde se observa el
sector de La Alpujarra, San Juan y la Plaza de Mercado Cisneros, (s.f.).
Siguiendo una de las idea más discutidas del Plan
de Wiener y Sert, respecto al reordenamiento del
centro, los sectores comprendidos por San Antonio,
la Estación Villa, Guayaquil, El Pedrero, La Plaza de
Cisneros y el sector de La Alpujarra, al sur de la ca-
lle San Juan, fueron objeto de las primeras acciones
que consistieron en el traslado y concentración de
las actividades administrativas en el sector de La Al-
pujarra, y el desplazamiento de la Estación del Fe-
rrocarril y de la terminal de los buses interurbanos,
de este sector. También, se hicieron estudios y pro-
puestas de renovación y remodelación de sectores
del centro de la ciudad como: Barrio Triste, El Cha-
gualo y Naranjal.
Las intervenciones que pretendieron recuperar la vi- BPP-F-006-0116. 135. Los “fotógrafos de cajón”, fueron personajes
talidad de Guayaquil no se asociaron a su pasado o tradicionales y cotidianos en las calles Guayaquil a finales de los años
presente, sino a su futuro próximo: ser la transición sesenta del siglo XX.
entre el centro comercial actual y el futuro centro ad-
ministrativo de la ciudad. BPP-F-018-0538. 136. Esquina de la Plaza de Mercado de Cisneros, ubicada
en el sector de Guayaquil. Fue construida, a finales del siglo XIX, por el
El comercio al por mayor, del mercado histórico de arquitecto francés Carlos Carré junto con otros edificios de la zona, hoy
la Plaza de Cisneros en Guayaquil, fue reubicado en restaurados.
el Centro Mayorista Metropolitano, en Itagüí; mien-
tras tanto, el mercado al menudeo fue trasladado
hacia plazas satélites como La Minorista. Pero estos
traslados, exitosos en el primer caso, polémicos y
no tan efectivos en el segundo, violentaron espacios
de sociabilidad que para algunos sectores mostra-
ban un creciente deterioro social y físico, pero que,
para otros, estaban llenos de vitalidad, eran de con-
currencia cotidiana y marco referencial de la ciudad.
[…] esos proyectos inacabados de demolición-reno-
vación, rectificación-ampliación, desplazan a un am-
plio grupo social y de actividades que no todas se re-
localizan (sic), principalmente aquellos sectores de
la llamada economía informal no se reubican en la
plaza mayorista ni en la minorista, pero una vez ex-
pulsados entran a tomarse otros espacios del centro,
para generar un proceso que ha dado en llamarse el
fenómeno de la guayaquilización del centro de la ciu-
dad, localización de venteros ambulantes que se es-
tacionan en las principales vías vehiculares y peato-
nales, que provocan los conflictos más serios con los
transeúntes y los vehículos, en cuanto a congestión y
circulación (Marín, 1988: 66).
146 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-012-0878. 137. Plaza de Cisneros, 1985. En la fotografía


aparecen los Edificios Carré y Vásquez, hoy sedes de la Secretaría
de Educación Municipal y de una sede de la Caja de Compensación
Familiar, Comfama. Se destaca, además, la congestión vehicular
antes de la centralización del transporte departamental y nacional
en las Terminales norte y sur de la ciudad.

Paralelos fotográficos. FOTO_05. 138. Aerofotografía


del sector de La Alpujarra, 1989.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 147

A la par del traslado del mercado, se propuso centralizar todas las flotas de
servicio departamental e interdepartamental que se encontraban en el viejo
Guayaquil, en el Barrio Caribe. En 1977, se constituyó la Sociedad Mixta para la
Terminal de Transporte de Buses Intermunicipales, inicialmente pensada como
Terminal de pasajeros de buses, tren y carga del ferrocarril. La construcción de
las instalaciones para pasajeros de buses fue terminada en 1984.
Además, la iniciación de la construcción del Centro de Exposiciones y, posterior-
mente, del Teatro Metropolitano y la terminación de las obras del Centro Adminis-
trativo La Alpujarra en 1987, abrieron paso a la idea de la llamada “recuperación
de la Plaza de Cisneros” con el propósito de reorganizar la estructura cultural de
la ciudad (Marín, 1988: 66,67).

BPP-F-013-0639. 139. Vista panorámica del sector noroccidental


de la ciudad, donde se observa la construcción de la Terminal de
Transportes Norte, en el corredor vial entre Medellín y Bello, 1979.

CD4 DSC_1632. 140. Vista panorámica del sur del


centro de la ciudad, donde se observa el Teatro
Metropolitano, el Centro de Convenciones Plaza
Mayor, el Palacio de Exposiciones y el sector
administrativo La Alpujarra, a inicios del siglo XXI.
148 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Propuestas para el sector de San


Antonio A la EDUVA se le asignó como tarea central el proyecto de remo-
Con la premisa del “deterioro físico, social y delación de San Antonio y se le encargó, además, la ejecución de
económico”, ocasionado por la diversidad de programas de desarrollo urbano en todos municipios del Valle
usos del suelo que presentaba el sector de San de Aburrá. Se adquirieron las tierras del sector de San Antonio
Antonio, con instalaciones dedicadas a diversas y se elaboraron los diseños; sin embargo, por razones finan-
actividades comerciales −almacenes, bares, cieras, la Empresa se liquidó, los terrenos pasaron al Banco
restaurantes− y de pequeña industria, la Oficina Central Hipotecario (BCH) y el proyecto fue suspendido.
de Planeación inició, desde 1964, estudios para Ante las dificultades para revivir la idea de la remodelación, el
su renovación (Cadavid, 1990: 62). Pero no fue BCH vendió parte del terreno a Almacenes Éxito, para la cons-
sino hasta 1977, con la creación de la Empresa trucción de un centro comercial. Pero la carencia de zonas ver-
de Desarrollo Urbano del Valle de Aburrá (EDU- des y de recreación en el centro de la ciudad, llevó a la admi-
VA), que empezaron a materializarse las pro- nistración municipal a proponer el intercambio de propiedades
puestas. entre el Banco Central Hipotecario, el Distrito de Obras Públi-
cas del Ministerio de Obras Públicas y el Municipio de Medellín,
para poder destinar los terrenos de San Antonio a un parque
urbano. Los diseños del nuevo parque fueron elaborados por el
Departamento Administrativo de Planeación.

BPP-F-014-0979. 141. Panorámica de los terrenos donde se construirá el Parque San Antonio en
1983. Al fondo a la izquierda, la Iglesia de San Antonio.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 149

Segundas fracturas: nuevos trazados para la circulación


En la década de los años ochenta, Medellín presentaba un grave problema en el campo
del transporte, relacionado con una estructura vial inacabada en la ciudad y con la falta de
articulación entre los sistemas de transporte urbano, metropolitano y regional. La ciudad
mostraba un dramático retraso en el fundamental aspecto del sistema vial y en la planifi-
cación e implantación de su infraestructura (Alcaldía de Medellín, 1980).

BPP-F-014-0826. 142. Vista aérea


del centro de la ciudad donde
se observa la recién construida
Avenida Oriental, 1976.

Con el Plan Piloto, criticado por su referencia al campo físico y por responder a un criterio
sectorizado, se había cambiado radical y excluyentemente la configuración de la ciudad:
[…] transformó su vocación lineal por otra de tipo Central-Tentacular o Mononuclear Radial,
sobre la que se siguió insistiendo; de suerte que al crecer Medellín toda la actividad quedó de-
pendiendo del Centro Tradicional, quitando toda posibilidad de autosuficiencia descentralizada
(comunal) y creando un flujo improductivo, traumatizante y desorganizado de vehículos y de
personas hacia el centro de la ciudad (Medellín, DAP, 1981).
Con este diagnóstico, el DAPM emprendió en los años ochenta
[…] la tarea de recuperar la autonomía periférica y la normalización de la ciudad dentro de sus
cauces naturales: se revivieron las vías regionales y lineales, la fluidez del tránsito mediante
soluciones de continuidad vial y dos anillos centrales; el exterior bidireccional: avenida Alfonso
López, San Juan y avenida Jorge Eliécer Gaitán; y el interior unidireccional: Junín, avenida de
Greiff, Tenerife, Maturín (DAP, 1981).
150 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-014-0615. 143. Avenida Colombia. 1966. Vista panorámica donde se resalta la Calle Colombia, importante eje vial que
comunica el centro con el occidente de la ciudad.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 151

BPP-F-018-0186. 144. Vista aérea del Parque de Berrío y la


Carrera Bolívar. Al fondo, el Hotel Nutibara y la Plazuela que
lleva su mismo nombre, 1975.

Las posteriores revisiones del Plan Vial, estable-


cieron la jerarquización de las vías de acuerdo
con el volumen de tránsito y servicio demandados
y con sus proyecciones futuras. Además, se ajus-
taron las políticas de tránsito (anillos centrales,
vías regionales, diagrama peatonal) y de control
del mismo (semaforización electrónica, dirección
de flujos, entre otros) (Bravo, 1991: 126).
Años atrás, la barrera física del río Medellín se
había sobrepasado con la construcción de algu-
nos puentes, ahora se proponía la elaboración de
un “Plan de puentes” o “Plan de pasos a desni-
vel”, con intercambios viales realizados mediante
la depresión o elevación de calzadas en los pun-
tos de cruce, para tratar de solucionar −en mate-
ria de ordenamiento urbano− las intersecciones
de mayor congestión (Barrera, 1982: 90).
El conjunto de estas medidas llevó a organizar
el centro de la ciudad en forma de anillos viales,
para optimizar el uso de la red vial existente y ha-
cer más factible y humana la alta circulación pea-
tonal de esta zona (Bravo, 1991: 126).
Sin embargo, aunque desde el Plan Piloto de me-
diados del siglo XX se había definido “un centro
valioso, lleno de elementos culturales, expandido
hasta la Alpujarra”, la realidad evidente era otra
(Melo, 1997).

BPP-F-014-0522. 145. Recorrido de la


Avenida El Ferrocarril en sentido norte
sur, 1973. En el centro de la fotografía, se
observa la sede central del SENA Antioquia
en las cercanías de la Calle Colombia, donde
aún hoy se encuentra ubicada.
152 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

A comienzos de los años setenta se tomaron


dos decisiones difíciles en materia de su orde-
namiento: la construcción de la Avenida Oriental
(o Jorge Eliécer Gaitán), que incrementó el flujo
de vehículos hacia un centro ya congestionado y
la apertura de las dos vías paralelas al río, que
disminuyeron radicalmente el área verde previs-
ta para la zona (Melo, 1997). Igualmente, otras
intervenciones viales como la ampliación de la
calle San Juan y de la carrera Bolívar, sensible-
mente afectada por la construcción del viaducto
elevado para el Metro, constituyeron anillos cir-
culatorios en el centro que, más que desconges-
tionarlo, aumentaron el caos vial.
La reformulación de la circulación vial de la ciu-
dad continuó. Se ampliaron calles y avenidas
como Colombia, y se construyeron otras como
la Avenida del Ferrocarril (o Alfonso López), la
33, la Avenida Las Vegas y la 80. Se multiplicó la
moda de las glorietas y pronto pasó a la de puen-
tes e intersecciones a varios niveles (Gil, 1989:
109).
El Plan Vial fue criticado por su aislamiento res-
pecto a los requerimientos de toda el área me-
tropolitana. Además, por no haber conservado la
directriz del Plan Piloto, que planteaba una co-
municación longitudinal del valle paralela al río
y valorizaba toda la región. Contribuyó a la satu-
ración de vías, al aumento de tiempos de circu-
lación y de ruido, a la congestión y a los riesgos
de accidentes (Barrera, 1982: 90).
Por otro lado, el sistema vial primario de la ciu-
dad continuó siendo intervenido por Valorización
Municipal, que tuvo su mayor auge entre 1960
y 1980, apoyada en el Plan Piloto y el fortaleci-
miento de la planeación (Botero, 1996: 522).

BPP-F-015-0128. 146. En 1968, se observan a lado y lado de la carrera Bolívar,


edificaciones como el Edificio El Correo, el Edificio Henry y el Edificio de la
Colombiana de Tabaco, en frente del Parque Berrío. Este paisaje cambió radicalmente
con el paso de la Línea A del Metro.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 153

s5041a1.jpg. 147. Vista del tráfico vehicular a lo largo de la Avenida Oriental, en sentido norte sur en 1998. Se
observa su cruce con la Avenida La Playa y al fondo, la Iglesia de Nuestra Señora del Perpertuo Socorro.
154 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

La “empresa” del tren metropolitano


Fuera de innumerables consideraciones económicas y políticas que se hacen sobre esta
obra [Tren Metropolitano], indudablemente tendrá un profundo impacto sobre la ciudad.
La discusión sobre si es la alternativa correcta para el problema del transporte, sólo
tendrá respuesta dentro de muchos años, cuando esté en pleno funcionamiento. Si se
cumple uno de los presupuestos de este proyecto, como es el de recuperar la vocación
natural de Medellín de ser una “ciudad lineal”, redensificando los alrededores de la vía,
es algo que puede ser discutible. En todo caso ya está ahí, con sus columnas y vigas,
mientras evaluamos su verdadero aporte al desarrollo urbano (Gil, 1989: 109).
La reflexión sobre la ciudad en los años ochenta, estuvo marcada por la construcción
del Metro y la controversia que, no por su objetivo, sino por sus formas y procedi-
mientos, suscitó.

La discutida “empresa del Metro” fue una de las obras de desarrollo urbano más
ambiciosa y gigantesca del país en los últimos cincuenta años, y tuvo enormes efec-
tos sobre la estructura urbana, las nociones del tiempo, el acortamiento de distan-
cias y la reorganización simbólica de los espacios del Valle de Aburrá.

Propuestas iniciales
La idea del tren metropolitano se fundamentó
en la propuesta del Plan Piloto de mediados
del siglo XX sobre el desarrollo y configura-
ción de un sistema vial paralelo al río Medellín,
que atravesara la ciudad de sur a norte (Marín,
1988: 81).
Durante el desarrollo de esta idea, se realizaron visitas a otros
A principios de la década del setenta, técni- países para conocer el funcionamiento de diversos sistemas ma-
cos locales −algunos vinculados a la oficina sivos de transporte, y llegaron a la ciudad varios extranjeros es-
de Planeación Municipal− realizaron estudios pecialistas en este campo para elaborar sus recomendaciones. En
preliminares que consideraron conveniente el el ámbito local, universidades e instituciones públicas y privadas,
Metro para Medellín. Sin embargo, fue hasta promovieron estudios y debates respecto a diferentes aspectos
los años 1973-1974, que su propuesta cobró del transporte y del proyecto Metro (Marín, 1988: 84). Además de
mayor fuerza, entre otras razones, por la crisis estos intercambios, los intereses extranjeros se reflejaron en la
energética a nivel mundial que confrontaba a orientación de los estudios, ya que tanto firmas belgas, como in-
los países productores y altos consumidores de glesas, francesas y alemanas, entraron a competir por la licitación
petróleo (Marín, 1988: 86). de construcción del Metro.19

19 Al proceso de licitación se presentaron 11 consorcios de diferentes paí-


ses: Belga, Internacional Metromed, Japonés-Americano, Ansco Grupo de
Transporte Metropolitano, Hispano-Alemán, Hispano-Francés, Consorcio
España-República Democrática Alemana, Grupo Mecolin, Grupo Francés
CGTE Francora. Finalmente, en 1984, se contrató la construcción con firmas
alemanas y españolas.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 155

BPP-F-017-0043. 148. Vista panorámica


del Valle de Aburrá, en sentido norte
sur. En primer plano se observa el río
Medellín. En el costado izquierdo, la
sede del SENA y, pasando el puente
de la Calle Colombia, la urbanización
Carlos E. Restrepo y el sector de
Suramericana, 1973.

En 1977, se iniciaron reuniones y contactos administrativos que concluyeron


en la creación de la Empresa de Transporte Masivo de Valle de Aburrá (ET-
MVA) en 1979, como un organismo público encargado de realizar las gestio-
nes necesarias para adelantar el proyecto de transporte masivo rápido para
toda el área (Marín, 1988: 92,93).
No obstante la participación de algunas entidades universitarias, los ac-
tores principales en el proyecto habían sido los técnicos, las autoridades
municipales y los integrantes de la Junta de la ETMVA: “el grueso de la po-
blación no conoce detalles del proyecto, aún más no se hizo ningún estudio
previo a la aprobación que contemplara el impacto ambiental, a pesar de
existir legislación expresa, sobre preservación del medio ambiente” (Marín,
1988: 92,93). Además de estas limitaciones, se señalaba la falta de defini-
ción de aspectos relacionados con el diseño y la exigencia de contragarantía
y formas precisas de financiación (Marín, 1988: 94).
Estas cuestiones y otros debates fueron frecuentes en las Universidades
y, particularmente, en aquellos programas académicos cuyo objeto estaba
relacionado con estos temas. Así mismo, fue tema cotidiano de la prensa
escrita y de otros medios de comunicación en el ámbito local y nacional.
156 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El metro de Medellín al debate público […] jamás fue sometido a una evaluación
Durante la década del ochenta, el caso del Metro del Valle de Aburrá seria ni en las corporaciones edilicias del
fue un tema de especial interés para el Posgrado en Planeación Ur- área metropolitana, ni entre los gremios
bana, adscrito a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacio- económicos y profesionales, ni mucho me-
nal de Colombia, Sede Medellín. De ello dieron cuenta las preocupa- nos con la comunidad en general; jamás fue
ciones y cuestionamientos expresados en su órgano de divulgación permitida la incorporación de elementos de
Revista Anotaciones sobre Planeación, su participación en numerosos juicio distintos a los de la empresa gestora
foros y en debates en la prensa escrita, así como también sus inten- local y sus asesores directos. (Brand, 1989).
tos de colaboración con las autoridades públicas. Sucesivas crisis financieras y problemas
Un proyecto como el Metro, que no resiste una evaluación técnica des- técnicos caracterizaron el avance de la
de casi ningún punto de vista y por consiguiente vive en estado perma- construcción del Metro. Mientras pasaban
nente de crisis (cuyas ondas se hacen sentir cada vez más en la medida muchos años con sólo columnas y vigas en
en que se avanza la obra y el tiempo) justifica plenamente dichas pre- medio de amplias zonas del centro de la ciu-
ocupaciones (Marín, 1988). dad, derruidas para la construcción de este
sistema de transporte, la opinión pública se
Se consideraba entonces, que hacía falta una serie de estudios crí- entretuvo con el llamado por parte de sec-
ticos, incluso desde el mismo Departamento Administrativo de Pla- tores dirigentes a la solidaridad local para
neación, que hubieran permitido una mejor adecuación y una mayor respaldar al Metro y trabajar por terminar
sensibilidad frente a las condiciones urbanísticas de la ciudad: las obras a toda costa.

CD4 _MG -9384. 149. Espacio Público del corredor del Metrocable, Línea K, que une a los Barrios Acevedo, Andalucía,
Popular y Santo Domingo Savio, 2007. Intervención que hace parte del Proyecto Urbano Integral de la Zona Nororiental.
La renovación del centro, el transporte y el espacio público: desafíos de fines de siglo XX para el DAPM 157

DSC 01400. 150. Metrocable Línea J, que une a los Barrios Acevedo, Andalucía, Popular y Santo Domingo
Savio, (s.f.).

Otro punto cuestionado fue la actitud reticente de los


planeadores del transporte a ir más allá de los estu-
dios estadísticos. La modelación matemática no era
El documento preparado para abrir la licitación in- suficiente para alcanzar a comprender la compleja
ternacional del Metro del Valle de Aburrá, reformó el red de fenómenos socioculturales, alrededor de las
proyecto inicial, entre otras, la modificación más cues- dinámicas de los movimientos urbanos. Se llamó la
tionada fue su paso por el área central de la ciudad. atención entonces, sobre la necesidad de incorporar
La desviación de la Línea A del Metro por la Carrera estudios de dinámicas socioeconómicas específicas,
Bolívar significaba una variación radical, puesto que que consideraran, entre otras cosas, los usos sociales
originaría el cierre casi total y definitivo de la circula- del transporte (Marín, 1988)
ción vehicular sobre esta vía, arteria del centro de la Por lo demás, también se cuestionó la falta de previ-
ciudad, dejando solamente una calzada de dos carri- sión para la instalación de futuras escaleras mecáni-
les en operación, en lugar de las dos calzadas de tres cas y ascensores: “Ante una obra tan costosa es ilógico
carriles que para entonces funcionaban. Al respecto, además que se niegue la posibilidad física de acceso
no se había promovido un debate −necesario y benefi- para todos” (Salazar, 1989). Una limitación que fue re-
cioso− sobre esta propuesta, que se consideró “cons- suelta favorablemente, varios años después de estar
tituiría un grave retroceso en la operación del sistema en funcionamiento el Sistema Metro, obedeciendo a
vial central de la ciudad de Medellín” (Salazar, 1989). un fallo de tutela.
158 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Una mirada desde el presente al sistema metro


No obstante todas las dificultades que hicieron que un proyecto pensado
desde 1970, sólo se materializara en 1995, con tantos pronósticos negati-
vos en cuanto a planeación, administración y transporte urbano privado,
cabe resaltar el beneficio inmediato y su creciente utilización.
Pasaron muchos años para que el Sistema Metro adquiriera una diver-
sidad de complementos que no tenía cuando inició operaciones con es-
taciones y vagones. Desde 1994, se desarrolló un proceso de formación
de usuarios con miras a generar una nueva cultura en los habitantes del
Valle de Aburrá. El Sistema Metro se tomó como justificación para que la
comunidad se apropiara de normas de comportamiento y de convivencia
ciudadana, y para desarrollar un modelo de gestión social y educativa
que se ha consolidado como la Cultura Metro.
Los ciudadanos encontraron, en el sistema del Metro, un apoyo funda-
mental para su desplazamiento en la ciudad y hacia poblaciones vecinas,
que ha logrado, ahora sí, la inclusión de sectores de menores ingresos
de los barrios periféricos y la de personas que se desplazan de un punto
cardinal a otro del Área Metropolitana. La apertura de nuevas líneas y la
prolongación de las existentes, además, de la articulación con los pro-
yectos de los cables aéreos −Metrocables−, ha permitido nuevas condi-
ciones para la movilidad a partir del transporte público masivo.
Aunque son muchos los impactos que se reconocen como negativos e
irreparables −entre otros el paso por el centro o la reducción espacial
del Parque de Berrío−, también son muchos los logros obtenidos: una
comunicación rápida y eficiente de todo el Valle de Aburrá, y la articula-
ción con los otros medios de transporte público, incluido el proyecto del
futuro tranvía de Ayacucho, el cual se espera que esté en operación en el
año 2014.
El Metro, sin duda, ha ayudado a atenuar los problemas de movilidad aso-
ciados con la insuficiencia de la red vial y el aumento del parque automo-
tor y ha contribuido a mejorar las condiciones de calidad de vida. Así mis-
mo, la respetabilidad que ha logrado la ETMVA, ha permitido reconstruir
confianza en lo público, tan cuestionado en nuestra sociedad, al punto de
ser ampliamente aceptada la propuesta de la Administración Municipal,
de que sea aquella la entidad encargada de administrar el sistema de
transporte Metroplús, próximo a entrar en funcionamiento después de
varios años de retraso de las obras.
Parte II. La ciudad hoy: una mirada al
pasado desde las vivencias del presente

CD2. Panorámica nocturna Medellín 1. 151. La expansión territorial y la dimensión de los problemas sociales impusieron nuevos retos en materia
de planeación a la ciudad de Medellín y su Área Metropolitana.
161

Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la


planeación

D
urante los cincuenta años de su funcionamiento, el DAPM, influenciado
por una serie de dinámicas del orden local, regional, nacional e inter-
nacional, ha revisado su estructura, sus funciones y sus posibilidades. A
los cambios en la organización del Estado y los desarrollos normativos conso-
lidados en la década de 1990, se sumaron agitados procesos sociales, econó-
micos y políticos, además de asuntos coyunturales que debieron atenderse de
manera institucional. Las municipalidades contaron con nuevas posibilidades
de acción, aunque la realidad desbordó, en muchos casos, las previsiones.
A partir de la Constitución Nacional de 1991 y las regulaciones derivadas de
ella, se ha orientado la planeación municipal; pero a su vez, las iniciativas loca-
les marcaron pautas para el diseño de políticas nacionales y lideraron muchos
de los procesos que, en materia de planeación, ha adoptado el país en su con-
junto.1 Tales son los casos, entre otros, de la división territorial por comunas
y corregimientos y el programa de Presupuesto Participativo; al punto que, en
la actualidad, Medellín es reconocida como un laboratorio de gestión pública,
que motiva el intercambio de experiencias con interlocutores nacionales e in-
ternacionales.
La cultura ciudadana, las reglamentaciones municipales, la reestructuración
institucional y la voluntad política, han abonado el terreno para que la Admi-
nistración Municipal de Medellín interprete el sentido de los nuevos marcos
legales para la planeación, mientras que en otras partes del país, ha predomi-
nado el formalismo en el cumplimiento de la ley.2

1 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín,
9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010.

2 Ibíd.
162 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El panorama de la globalización
La década de los ochenta del siglo XX, fue un período de frustración del
crecimiento económico y de ampliación de las desigualdades sociales y
económicas en el mundo. Aun en los países más ricos y desarrollados
se dio un aumento del número de pobres sin hogar, algo ni siquiera ima-
ginado en 1970 (Hobsbawm, 1996). Entre muchos otros problemas, el
crecimiento de la deuda externa en América Latina, la crisis financiera
de la banca internacional y la carrera armamentista de las potencias
mundiales, en medio de la guerra fría, caracterizaron la crisis.

A la par de este complejo panorama y en me-


dio de un proceso de intensa comunicación e
interdependencia, el mundo vivió una serie de
transformaciones económicas, tecnológicas,
sociales y culturales a gran escala. La glo-
balización significó un rápido crecimiento del
comercio mundial y una transformación del
papel de los Estados Nacionales en la eco-
nomía. Las sociedades y los mercados fue-
ron adquiriendo un carácter global, en medio
de una creciente internacionalización y una
nueva división internacional del trabajo. Los
paradigmas de la economía de mercado se
revivieron para definir políticas y diseñar pro-
gramas de apertura, integración económica,
privatización de empresas estatales, reduc-
ción del tamaño del Estado y búsqueda de su
eficiencia. En síntesis, se trató de la aplica-
ción del modelo neoliberal para enfrentar la
crisis.
En América Latina hubo un descenso simul-
táneo y sostenido de los indicadores econó-
micos y sociales; el crecimiento se redujo,
disminuyó el gasto público, aumentó el des-
empleo y los salarios reales bajaron a medida
que aumentaba la inflación, en medio de un
problemático contexto internacional. Prácti-
camente todos los países del sur del conti-
nente debieron enfrentar elevadas tasas de
interés en los mercados internacionales y un
deterioro de los términos de intercambio. En
este contexto se adoptaron medidas de ajuste
económico.

alambra4. 152. Calle La Alhambra, 2000. Ubicada


en el sector de Guayaquil del centro de la ciudad.
Toma de norte a sur, en la que se observan
numerosos venteros informales que representan
buena parte del comercio de la zona.
163

Cd2. Panorámica día Medellín 8. 153. El crecimiento acelerado de las ciudades colombianas en las últimas décadas del
siglo XX ha demandado acciones institucionales en materia ambiental y de inversión social.

A partir de 1990, las directrices trazadas desde el Consenso de Washington marcaron


las agendas de los países latinoamericanos, con un programa general para impulsar el
crecimiento económico y orientar el flujo de capitales internacionales destinados a la
financiación del desarrollo. En tales condiciones, el mayor reto para todas las naciones,
y de manera especial para las de América Latina, fue cómo responder al problema del
desarrollo en un mundo globalizado.
Los sistemas nacionales y locales de planeación debieron adaptarse a las nuevas condi-
ciones y promover dinámicas acordes con la realidad de la internacionalización.
Desde la década de los años ochenta, en Colombia, se adoptaron medidas para enfrentar
la crisis. El gobierno de Belisario Betancur Cuartas (1982-1986) puso en marcha un pro-
ceso de ajuste económico y promovió una política de gasto público en vivienda social, para
reactivar la actividad productiva del país.
Posteriormente, durante el gobierno de Virgilio Barco Vargas (1986-1990), se aprobaron
reformas para atender las exigencias internacionales. Su Plan “Economía Social” formu-
ló una política para el desarrollo social, que integró un programa de rehabilitación de los
asentamientos humanos con deficiencias de servicios básicos y sociales y con riesgos
físicos y ambientales. Propuso un mayor crecimiento económico y la erradicación de la
pobreza absoluta, e hizo énfasis en la autonomía municipal y en la reglamentación de
consultas populares municipales. Los avances en términos de descentralización, marca-
ron un hito en cuanto a planeación y ordenamiento territorial.
164 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

A partir de 1987, y en los tres años siguien-


tes, las condiciones económicas del país se
vieron favorecidas por una corta bonanza
cafetera y por el crecimiento de las expor-
taciones agrícolas no tradicionales, de ma-
nufacturas, petróleo, carbón y ferroníquel.
Pero las tendencias a la desaceleración de
la economía, influyeron para la posterior
adopción de medidas de liberalización co-
mercial (Ocampo, 1998).
Otras reformas sustanciales, en materia Por otra parte, hubo un cambio en las instituciones; en materia
económica y social, fueron adoptadas en de vivienda, el ICT fue reemplazado por el Instituto Nacional de
el gobierno de César Gaviria Trujillo (1990- Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (INURBE), (que aten-
1994); al mismo tiempo, la Constitución dería el subsidio para vivienda familiar) y el sector privado fue
Nacional de 1991 marcó nuevos derroteros encargado de la construcción, venta y financiación de las vivien-
políticos. Como una apuesta a su proyecto das. En el ámbito laboral, a partir de 1990, la legislación había
de apertura económica y de descentraliza- cambiado considerablemente, y en el tema ambiental, el Instituto
ción estatal, el plan de desarrollo “La Revo- Nacional de Recursos Naturales (INDERENA), fue sustituido en
lución Pacífica”, planteó una mayor autono- 1993, por el Ministerio del Medio Ambiente, que agrupó a las Cor-
mía política y presupuestal de las regiones poraciones Regionales.
y los municipios, aunque con una participa-
ción creciente en los ingresos nacionales. Con la descentralización administrativa alcanzada, los gobiernos
Los municipios debieron, entonces, res- regionales y locales debieron asumir nuevas funciones, mientras
ponsabilizarse de realizar una planeación el gobierno central actuó como planificador y supervisor a nivel
local en concordancia con la planeación na- general, en consonancia con las nuevas responsabilidades socia-
cional y departamental, una tarea en la que les del Estado. Las entidades territoriales contaron con mayores
Medellín tenía camino recorrido. transferencias y la administración de los servicios de educación
y salud fue asignada a los departamentos y municipios (Ocampo,
En estos años se dio un fuerte crecimiento 1998).
del gasto público concentrado en el gobier-
no nacional. A partir de la nueva Constitu- “El Salto Social” fue el nombre dado al plan de desarrollo del go-
ción, el tamaño y la estructura del Estado bierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998). Este Plan se orien-
cambió y la inversión privada tuvo cabida en tó a consolidar el modelo de apertura económica, en el contexto
actividades tradicionalmente consideradas de globalización de la economía y representó la primera experien-
como propias del sector público. El proceso cia nacional de planeación participativa en el país, resultado de
de privatización y la ampliación de espacios los cambios institucionales introducidos por la nueva Constitución
para la participación del capital privado, Política.
ocurrieron principalmente en los sectores También propuso un mayor equilibrio interregional y promovió el
productivo, financiero, de infraestructura y ordenamiento territorial como un proceso planificado, instrumen-
en la seguridad social.3 talizado mediante planes -a nivel nacional, regional, departamen-
tal o subregional y municipal o local− y asociado con políticas de
uso y ocupación del territorio. Dichos planes, determinados por la
política nacional de desarrollo, no debían estar sujetos a los cam-
bios de gobierno, sino tener continuidad en el tiempo para lograr
sus metas.

3 Por ejemplo, con la aprobación de la Ley 100 de


1993, se le abrió un lugar en el sistema de segu-
ridad social en cuanto a salud y pensiones.
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 165

La crisis de la ciudad y la planeación estratégica

Medellín, en la década de 1980, fue centro del narcotráfico con sus dinámicas y sus
organizaciones armadas, de la urbanización del conflicto guerrillero y paramilitar,
y del fortalecimiento de bandas y pandillas delincuenciales. La apropiación violenta
del territorio, la protección forzada mediante la extorsión, el control de los micro
mercados de estupefacientes y la continua amenaza para reafirmar dominios terri-
toriales y trazar límites imaginarios entre los barrios, caracterizaron el accionar de
los grupos ilegales (Medellín, BID, 2009: 39). Aún hoy el panorama de violencia, con
nuevos actores y otras dinámicas, marca en mayor o menor grado la vida cotidiana
de la ciudad, al tiempo que continúa presente en las agendas públicas y ciudadanas.

En este contexto, se agravaron las condiciones de po-


Pelu2. 154. El poblamiento de las laderas en zonas de alto riesgo, marcó breza vividas desde décadas atrás en la ciudad, y se
la ocupación del territorio en la búsqueda de vivienda de sectores pobres y hizo notoria la ausencia institucional. Las dificultades
más bajos ingresos. En la fotografía se observa el Alto de la Cruz en el 2001,
asociadas con la centralización administrativa, políti-
ubicado en el sector nororiental de Medellín.
ca y fiscal del país, entre otras circunstancias, provo-
caron que Medellín no tuviera una política integral de
seguridad y de justicia, ni contara con los recursos o
herramientas para operar de manera eficaz en los te-
rritorios y abordar las complejas problemáticas que la
afectaban. Esto se tradujo en una falta de acción esta-
tal clara y coherente (Medellín, BID, 2009: 39). Aumen-
tó entonces la deuda social acumulada y los sectores
pobres y marginados de la ciudad se vieron aún más
afectados.
Para finales de los años ochenta, Medellín se deba-
tía entre la percepción de una ciudad agobiada por las
confrontaciones violentas y algunos intentos de plani-
ficación y regulación democrática, en medio de diag-
nósticos que señalaban la “crisis social” y una “res-
ponsabilidad social colectiva”.
No obstante estas difíciles condiciones, para los años
noventa, la ciudad fue escenario de muy distintas con-
vocatorias públicas y de procesos de deliberación so-
cial. Fue un período en el cual se comenzó a superar
el aislamiento que el miedo y el terror habían creado;
por un lado se buscaron nuevos lenguajes y concep-
tos para entender la realidad y, por otro, se realizaron
ejercicios para redefinir un nuevo proyecto de ciudad.
Numerosas propuestas de grupos culturales, juve-
niles, de danza y de teatro, surgieron en los barrios
populares con un discurso por la vida y la no violen-
cia; estas experiencias influyeron en la formación de
jóvenes que, aun inmersos en zonas de conflicto, op-
taron por alternativas distintas a la violencia padecida
entonces (Medellín- BID, 2009: 42,43).
166 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

También, desde procesos de prospectiva como Rumbos del DAPM a propósito de las nuevas condiciones legislativas
Antioquia Siglo XXI,4 pudieron concretarse ideas
como los ejes viales regionales y nacionales en
los que el sector privado, a través de la Funda- En medio de este contexto de movimientos sociales y respues-
ción para el Progreso de Antioquia (PROANTIO- tas a la crisis, los cambios legales relativos a la planeación del
QUIA), fue pionero en la planeación. Surgieron desarrollo y el ordenamiento territorial, obligaron a transfor-
espacios como los Seminarios de Alternativas maciones profundas en el accionar de las instituciones munici-
de Futuro para Medellín y el Área Metropolita- pales, como el Departamento Administrativo de Planeación.
na, vinculados con la Consejería Presidencial, Durante los primeros años de la década del noventa, una serie
donde se adelantó la discusión acerca de las di- de normas asociadas a la descentralización municipal y al nue-
ficultades que enfrentaba la planeación urbana vo marco constitucional, definieron nuevos derroteros para la
en una sociedad sumida en la lucha violenta de planeación. Es el caso de la Ley 09 de 1989 de Reforma Urbana,
poderes al margen de la legalidad (Echeverría la Ley 01 de 1992 sobre las Juntas Administradoras Locales y,
y Bravo Giraldo, 2009). en 1993, el Decreto 2220 de reestructuración al Departamento
Algunos de estos escenarios sirvieron para el Nacional de Planeación, la Ley 60 de Distribución de Compe-
encuentro entre sectores sociales y para me- tencias y Recursos y la Ley 99 por medio de la cual se creó el
jorar niveles de organización y de expresión de Sistema Nacional Ambiental.
los tradicionalmente excluidos, pero la gran En 1994 se promulgaron, entre otras, la Ley 136 o Estatuto de
mayoría no produjo resultados efectivos en Régimen Municipal, la Ley Orgánica del Plan de Desarrollo y la
términos de políticas públicas. En otros casos Ley 152, la cual formuló la participación ciudadana dentro del
no asistieron todos los implicados, no hubo Sistema Nacional de Planeación, la Ley 128 Orgánica de Áreas
igualdad entre los involucrados, en términos Metropolitanas, la Ley 134 por la que se definieron mecanismos
de definir las agendas de debate, o los repre- de participación ciudadana y la Ley 142 de Servicios Públicos
sentantes de las élites se valieron de su poder Domiciliarios.
para ejercer presiones.
Posteriormente, se expidieron otras normas: la Ley 388 de 1997
No todos los participantes tuvieron el mismo sobre Ordenamiento Territorial, la Ley 617 de 2000 de Reestruc-
nivel de información y, en la mayoría de los ca- turación Administrativa, el Decreto 0507 de 2005 que creó los
sos, no se dieron procesos efectivos de concer- Equipos Zonales de Gestión, Planeación y Presupuesto Partici-
tación social, o no existieron procesos de mo- pativo, y el Acuerdo No. 043 de 2007, que creó e institucionalizó
nitoreo y control de los acuerdos establecidos la Planeación Local y el Presupuesto Participativo en el marco
en las distintas convocatorias públicas. Muchas del Sistema Municipal de Planeación. Estas normativas, entre
de estas citaciones contribuyeron a aumentar otras, exigieron un nuevo enfoque organizacional para la pla-
el escepticismo de personas y organizaciones neación del Municipio de Medellín.
de la sociedad civil, para quienes estos debates
y esfuerzos no significaron el mejoramiento de
sus condiciones de vida (Bernal, 2004: 115,116).
CD2.Panorámica día Medellín 4. 155. Vista panorámica del sur del Valle de Aburrá (s.f.),
donde se observa el proceso de conurbación en los municipios que lo conforman.

4 La primera versión, Seminario  Internacional  Alter-


nativas de Futuro para Medellín y su Área Metropoli-
tana, tuvo lugar en septiembre de 1991; la segunda,
llamada “Antioquia hacia un pacto social”, en agosto
de 1992; la tercera, III Seminario Alternativas y es-
trategias de futuro para Medellín y su Área Metropo-
litana, en noviembre de 1993; la cuarta, denominada
como la anterior, en septiembre de 1994, y la quinta
“Encuentro por la Concertación Ciudadana” en no-
viembre de 1995.
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 167

156. Centro de la ciudad, Plazuela de


San Ignacio, Comuna 10.

La aplicación de este conjunto de leyes y decretos produjo, en ocasiones, “[…] choques y


actuaciones paralelas en la gestión del desarrollo, asimetrías entre escalas, duplicidad de
funciones, limitaciones para la representatividad comunitaria y, en general, […] distancia
entre lo que se propone y lo que se realiza efectivamente” (Medellín, Alcaldía, Consejo
Municipal de Planeación, 2007: 28). Pero también generó interesantes complementos.
En la actualidad, tanto en Colombia como en Medellín, en materia de planeación del desa-
rrollo y planeación del ordenamiento territorial, se cuenta con instrumentos suficientes,
pero muchos de ellos ni siquiera han sido implementados (MASO, 2008: 51).

Impactos de la reforma urbana


El diagnóstico de la situación urbana en el país era de tal complejidad hacia fines de la
década de 1980, que hizo necesaria una revisión de la normatividad y el diseño de nuevas
normas de organización. Según palabras del entonces presidente Virgilio Barco Vargas:
Hoy para la mayoría de los colombianos existe una vida urbana caótica y degradante [...] la
aglomeración urbana y la explotación de los recursos cumplida, como hasta ahora se ha hecho,
dentro del desorden, la improvisación y la ambición de utilidades individualistas, ha transfor-
mado la geografía de nuestra patria en un duro e inhóspito suelo para las mayorías, en vez de
un grato terreno propicio para el progreso colectivo [...] recorrer cinturones de miseria de las
grandes ciudades, o visitar los municipios olvidados de Colombia, es tarea que entristece. [...]
El desarrollo regional y urbano, la vivienda y los servicios públicos deben tratarse de manera
integral. Para ello es necesaria una organización institucional que coordine y ejecute las ac-
ciones estatales y proporcione instrumentos de ordenamiento que superen la ineficiencia e
incongruencia de las actuales normas de planificación urbana (Anotaciones sobre Planeación
No. 31, 1989: 165).
168 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Cd2 Panorámica día Medellín 11. 157. Vista


panorámica del centro de Medellín, en sentido
occidente oriente (s.f.).

Después de largos años de debates y pro- reserva para dedicarlas a vivienda de interés social y a la reubicación
yectos legislativos en torno al tema de la de asentamientos humanos y zonas de renovación urbana. Todas estas
Reforma Urbana, fue aprobada la Ley 09 propuestas significaron grandes cambios en materia de planeación lo-
de 1989. A partir de ella y de acuerdo con cal (García, 2000: 262,263).
la política nacional y departamental, to-
Además de la reestructuración del DAPM como Oficina de Planeación
dos los municipios quedaron con la obli-
Metropolitana en 1982, los cambios en la legislación a partir de la Re-
gación de formular su respectivo Plan de
forma Urbana, hicieron necesario un nuevo enfoque organizacional y
Desarrollo, según las técnicas modernas
cambios en el funcionamiento del ente planificador municipal.
de planeación urbana y con base en la
coordinación del desarrollo urbano-re- Dado el crecimiento de los municipios que conformaban el Área Me-
gional (Anotaciones sobre Planeación No. tropolitana, el auge de la actividad edificadora en cada uno de ellos
35, 1990: 164). y la necesidad de establecer planes y programas de desarrollo unifi-
cados, se consideró que Planeación Metropolitana se había quedado
Así mismo, esta Ley creó instrumentos
corta ante la magnitud de los problemas que debía atender. Ya no sólo
para el reordenamiento urbano y dictó
se trataba de planear para la ciudad; era necesario que la Oficina tu-
normas sobre espacio público, compra-
viera capacidad de planeación en todo el Valle de Aburrá como unidad
venta y expropiación de bienes; facultó a
geográfica. Esta situación llevó al Concejo de Medellín a reestructurar
los municipios para crear bancos de tie-
el DAPM, mediante el Acuerdo No. 42 de 1988.
rras y gestionar la legalización de títulos
de vivienda. Igualmente, obligó a propie- Con la introducción de nuevos enfoques en el orden global, sectorial
tarios de predios urbanos a cumplir sus y zonal, otras reglamentaciones, como la Ley 134 de 1994, alteraron
funciones sociales, y declaró zonas de significativamente las prácticas del DAP y los procedimientos del mu-
nicipio (Cadavid, 1995).
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 169

Impactos de la Constitución de 1991 sobre la planeación y la participación ciudadana


Al finalizar la década del ochenta con la elección popular de alcaldes, se am-
plió el panorama de la participación ciudadana en el país, hecho que generó un
cambio contundente en la democracia local y que posibilitó acciones y visiones
estratégicas del DAPM. Antes, los nombramientos se hacían con criterio político,
lo que repercutía en una altísima rotación de mandatarios:

[…] entre 1948 y 1987 hubo 49 alcaldes en Medellín, con un promedio de diez meses
de permanencia por alcalde. Esos movimientos burocráticos frustraron cualquier
esfuerzo de planeación a mediano y largo plazo e imposibilitaron la consolidación
de equipos técnicos. Desde 1988, los alcaldes son elegidos por voto popular y sus
períodos de gestión han sido ampliados primero a dos años (1988-1991), después
a tres (1992–2003) y más recientemente a cuatro años (desde 2004) (Medellín, BID,
2009: 30).

Desde el gobierno de los primeros alcaldes populares en el país, la participación


ciudadana se entendió como un derecho y un deber constitucional. En el caso de
Medellín hubo otro agregado: se percibió además como una medida urgente para
el proceso de pacificación.
La Constitución de 1991 merece especial mención por las reformas de fondo que
introdujo en el ordenamiento institucional colombiano. Sus reglamentaciones
posteriores, en términos de descentralización administrativa y fiscal, han cam-
biado profundamente el ámbito local, al consagrar herramientas para la gestión
y la participación ciudadana y han impactado tanto a las entidades oficiales como
a diversos sectores organizados de la sociedad civil.
Dos elementos esenciales para el país se pusieron en evidencia desde la norma-
tividad y el proceso de planeación propuesto por la Constitución. Por una parte,
la planeación estratégica con miras a la construcción de un proyecto democrá-
tico de Nación y la aplicación real del principio de participación ciudadana; y por
otra, la concertación entre Estado y sociedad civil sobre ese proyecto de país. La
materialización de estos dos propósitos políticos fue fundamental para la cons-
trucción de un Sistema Nacional de Planeación Participativa (Bernal, 1998: 7,8).

Cd 2 Panorámica día Medellín 17. 158. Vista panorámica de la ciudad de Medellín (s.f.).
170 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Entre otros aportes, introdujo la democracia de parti- los escenarios y las herramientas para la planeación y
cipación en medio de un esquema representativo, que para la participación ciudadana.
no había logrado incorporar intereses colectivos y es-
Se implementaron consejos rurales, comités para los
taba marcado por la corrupción y el clientelismo; am-
jóvenes, juntas y foros de educación, comités en sa-
plió las posibilidades políticas y estableció, desde su
lud y seguridad social, veedurías ciudadanas y otros
primer artículo, los soportes para una reglamentación
dispositivos como las revocatorias del mandato de
posterior que contribuyó a la creación de espacios y
alcaldes y gobernadores, referéndums, consultas y
mecanismos de intervención ciudadana (Bernal, 1998:
cabildos. Según algunos estudios, fueron más de cien
6).
los espacios y mecanismos que se instituyeron para
Igualmente, con el desarrollo posterior de la Constitu- la participación social y comunitaria (Bernal y otros,
ción y con las políticas de privatización y competencia 2010: 150). Comparativamente con el resto del país, en
en los servicios públicos y de concesión en las obras Medellín estas iniciativas alcanzaron una mayor diná-
públicas, las administraciones locales concibieron mica, en parte, por las experiencias previas de organi-
nuevas reglas de juego para incidir favorablemente en zaciones sociales y veedurías ciudadanas.
el desarrollo urbano (Anotaciones sobre Planeación
Así mismo, al definir que los planes de desarrollo
No. 41, 1994: 62).
deberían basarse en la concertación con las entida-
A partir de entonces, se han dado permanentes ajus- des territoriales y señalar los propósitos y objetivos
tes metodológicos, tecnológicos, administrativos e nacionales de largo plazo, la Constitución abrió las
instrumentales, inherentes a los nuevos procesos de posibilidades de una planeación estratégica. La pla-
planeación y al funcionamiento de la Administración neación dejó de estar sólo en manos de los técnicos
Municipal y del DAPM en especial, como líder de estos y la integración con la comunidad se fue imponien-
desarrollos (Cadavid, 1995). Así mismo, se afianzaron do, a tal punto, que sirvió de apoyo, para buscar una
algunos asuntos como la descentralización adminis- estructuración urbana sólida y coherente, en la que
trativa iniciada por el DAPM, con la creación de los tuvieran cabida, tanto los procesos de urbanización
Centros Regionales Comunitarios de Atención Admi- oficiales como los marginales, con la participación de
nistrativa (CERCA).5 las nuevas Juntas de Planeación y las nuevas redes
de conexión entre los planes de desarrollo nacional y
Fue así como se trazaron nuevas condiciones para
municipales (Revista Planeación Metropolitana, No. 2
la planeación del desarrollo y se propusieron herra-
y No. 3, 1991).
mientas que influyeron en la acción del DAPM. La par-
ticipación ciudadana empezó a ser significativa para la Las entidades territoriales quedaron encargadas de
estructuración de los planes de desarrollo y los planes elaborar y adoptar, de manera concertada con el go-
territoriales. Los problemas que se enfrentaban en la bierno nacional, planes de desarrollo que contaran
ciudad, en ese momento, hicieron urgente priorizar con una parte estratégica y con un plan de inversiones
los mecanismos de participación; de tal manera que la de mediano y corto plazo. Dichas entidades definieron
planeación social, participativa y estratégica se con- Consejos de Planeación. En este contexto se logró un
virtió en el nuevo paradigma. marco favorable al desarrollo de la participación en
los procesos de planeación y se aumentó la oferta ins-
Mediante diversos proyectos y foros, se hizo posible el
titucionalizada de colaboración estatal. Sin embargo,
acercamiento de los procesos del DAPM a la ciudada-
las limitaciones establecidas por la Ley 152 de 1994
nía. La planeación del desarrollo zonal apoyada por la
impidieron alcanzar la democratización de las relacio-
Consejería Presidencial, permitió importantes “trans-
nes entre los ciudadanos y el Estado (Bernal, 1998), ya
formaciones en la forma de actuación ciudadana y es-
que las dinámicas sociales y políticas no dependen, de
tatal” (Echeverría y Bravo Giraldo, 2009: 21). Además,
manera exclusiva, de la normatividad que se establez-
con la creación del Consejo Nacional de Planeación
ca sobre ellas.
como una instancia consultiva, y del Sistema Nacional
de Planeación como único recurso para la articulación A partir del trabajo del Consejo Nacional y más adelan-
del Plan Nacional con los planes territoriales y secto- te, con la participación de los Consejos Territoriales,
riales, se ampliaron y desarrollaron las posibilidades, fue conformándose el Sistema Nacional de Planeación
que enfrentó múltiples problemas como la falta de re-
cursos, las trabas administrativas a los procesos par-
ticipativos y la carencia de sistemas de información.
5 El Consejo Metropolitano de Seguridad fue creado en 1991,
Si bien estos organismos lograron el reconocimiento
para coordinar las acciones entre las autoridades que tienen
como interlocutores de la sociedad civil, no llegaron a
la responsabilidad del orden público y la ciudadanía; presidi-
do por el Gobernador del Departamento y conformado por el
constituir un sistema nacional integrado e interactivo
Alcalde de Medellín, los demás mandatarios del Área Metro- en el tema de la planeación con participación.
politana y las autoridades policiales y civiles.
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 171

Cd2 Panorámica nocturna Medellín 7. 159. Vista panorámica nocturna del norte del Valle de Aburrá (s.f.).

Los gobiernos de elección popular y la participación ciudadana


Con Juan Gómez Martínez (1988-1990), primer alcalde elegido po-
pularmente, se diseñaron algunos mecanismos para ampliar la
nales. También se crearon instancias para
participación comunitaria, tales como las Juntas de Participación y
la negociación con los jóvenes vinculados al
Conciliación Ciudadana y los Comités Comunitarios de Desarrollo
conflicto armado y, se propuso una institu-
Integral, orientados a la elaboración de diagnósticos de las zonas,
cionalidad que reconociera al sector rural
comunas y corregimientos, para presentar planes de inversión y
como una parte integrante de la ciudad y
de desarrollo. Aunque significaron un importante avance, no pu-
abriera espacio en materia de su participa-
dieron incidir en la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal
ción.6
(Medellín, Contraloría General, 2007). La creación de los CERCA,
contribuyó a la descentralización y al acercamiento de la Adminis- Durante la alcaldía de Sergio Naranjo Pérez
tración a la comunidad, pero no generó una mayor participación y (1995-1997), la cuarta elección popular, se
capacidad de decisión. identificó la participación como uno de los
componentes del Plan de Desarrollo, se es-
Omar Flórez Vélez (1990-1992), elegido como segundo alcalde po-
tablecieron mecanismos para fortalecer la
pular de Medellín, enfatizó en el Plan de Acción Social como estra-
descentralización y se abrieron nuevos es-
tegia de inversión del gasto público y en el Programa de Civilidad
pacios para la participación ciudadana. En
como propuesta para la resolución pacífica de conflictos. En su
1995, con el Acuerdo No. 52, fue expedido
alcaldía se aprobó el Acuerdo No. 25 de 1991 por medio del cual
se reglamentaron las Juntas Administradoras Locales (JAL) y el
Acuerdo No. 41 de 1992, referido a la metodología de trámite del
Proyecto Anual de Inversiones, que se modificó posteriormente
con el Presupuesto Participativo. 6 Dicho programa fue una ejecución de la Conse-
jería Presidencial para Medellín, producto de
En la tercera alcaldía por elección popular, el gobierno de Luis Al- una visión académica y de gestión local. Fueron
fredo Ramos Botero (1992-1994), dio prioridad a la gerencia estra- definidos como lugares dentro de sectores ur-
tégica a fin de garantizar un manejo eficiente, eficaz y transparen- banos determinados, para integrar territorial-
te de los recursos públicos. Reconoció la participación ciudadana mente el espacio público, la prestación de servi-
como un elemento importante de la Administración Municipal, cios administrativos y sociales y el suministro de
pero privilegió la capacitación y el trabajo de equipos de profesio- bienes para la articulación entre la comunidad y
las diferentes instituciones públicas y privadas.
172 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

el Estatuto Orgánico de Presupuesto;7 pero el instrumento


más importante fue el Sistema Municipal de Planeación,
creado mediante Acuerdo No. 43 de 1996, el cual permi-
tió conformar el Consejo Municipal de Planeación8 que,
no obstante su carácter consultivo, fue un espacio para la
participación ciudadana en la elaboración y aprobación del
Plan de Desarrollo (Corporación Convivamos et al., 2007).
Además, estableció que los Comités Comunitarios de De-
sarrollo Integral trazaran los Planes Zonales y con ello se
avanzó en la creación de un plan de desarrollo en forma
ascendente; es decir, a partir de las comunidades hasta
llegar a las instancias administrativas de formulación y de-
cisión (Medellín, Contraloría General, 2007).
En la quinta alcaldía popular, encabezada por Juan Gómez
Martínez (1998-2000) –la segunda bajo su mandato−, se re-
conoció la importancia del Programa Participativo enmar-
cado en el Sistema Municipal de Planeación. Pero en este
caso, tampoco se logró la gestión de los recursos necesa-
rios para lograr la participación, y aquellos que habían sido
aprobados en el Plan Operativo Anual de Inversiones, no
tuvieron un adecuado cumplimiento, debido a dificultades
de orden político (Medellín, Contraloría General, 2007).
La participación ciudadana fue impulsada de manera dife-
rente por cada administración, a partir de la vigencia de la
elección popular de alcaldes. Dicha participación tuvo un
desarrollo desigual e inestable y no logró generar suficien- Consejería Presidencial para Medellín y otros escenarios
tes reflexiones para sistematizar la experiencia por par- de construcción colectiva
te del DAPM. Se tendió a crear, de manera desordenada,
instancias de participación y descentralización, y con ello
se hicieron más complejos los sistemas de decisión y los La Consejería Presidencial para Medellín y el Área
mecanismos de financiación. Metropolitana, realizó en la década del noventa,
una convocatoria abierta, con el propósito de unir
Por falta de continuidad en las políticas, algunos espa-
la voluntad ciudadana y la de los gobernantes, para
cios importantes fueron debilitándose; estas dificultades
construir democracia local mediante la práctica de
contribuyeron a generar desconfianza en las instituciones
la deliberación pública. Esta Consejería, creada por
y pérdida de legitimidad. En medio de un manejo verti-
el gobierno nacional para respaldar la política de
cal (desde el poder decisorio hacia las bases), los proce-
paz del gobierno de César Gaviria Trujillo, y gene-
sos de participación se fueron desgastando. Todavía en el
rar confianza en medio de una vida ciudadana opri-
año 2000, a la falta de vinculación y acompañamiento del
mida por la violencia, fue la primera de este tipo en
gobierno nacional al Consejo Nacional de Planeación, se
el país y tuvo entre sus funciones, la coordinación
sumó la precariedad de instrumentos legales en materia
de las diferentes entidades de la Nación en la ciu-
de la planeación participativa y la imposibilidad práctica de
dad, con el ánimo de intermediar en posibles sali-
articular las propuestas de la administración y de la ciuda-
das a los conflictos:
danía (Consejo de Planeación, Medellín, 2000).
[…] los mayores esfuerzos conjuntos para sacar
los mejores beneficios en el área metropolitana
deberán estar concentrados en dos frentes: crear
7 Los Comités Comunitarios de Desarrollo Integral (CCDI) fueron en-
una verdadera y fundamentada cultura de la con-
cargados, en cada CERCA, de elaborar el Plan Anual de Inversión
Zonal y los planes zonales.
vivencia solidaria y garantizar que todo grupo fa-
miliar tenga de manera digna y estable un nivel de
8 El PRIMED comprendió las siguientes zonas: Centro Oriental, con- ingreso que le permita satisfacer sus necesidades
formada por los asentamientos: 13 de Noviembre, La Primavera, básicas totales. Estos dos grandes objetivos debe-
Los Mangos, Isaac Gaviria y parte de El Pinar; la zona Centro Oc- rían constituirse en el propósito fundamental de un
cidental integrada por los asentamientos: Independencias I, II, III, pacto social como el que está proponiendo la Con-
Nuevos Conquistadores, Villa Laura y El Salado y, la zona Nor-Oc- sejería Presidencial para Medellín (Revista Planea-
cidental, con: El Picachito, Mirador del 12, El Triunfo y El Progreso ción Metropolitana, No. 4).
(Revista Planeación Metropolitana, No.3, 1991: 51).
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 173

160. Panoramica barrio Boston, Parque Bicentenario.

Se trataba, entonces, de fomentar ideas, propuestas, programas y destinar re-


cursos para atender la deuda social y mitigar la ausencia histórica del Estado en
la ciudad de Medellín y su Área Metropolitana (Medellín, BID, 2009: 43)
Diversos sectores fueron convocados a pensar alternativas de futuro para la ciu-
dad y reflexionar acerca del papel de la sociedad en este proceso. A lo largo de
un semestre, se realizaron diez Foros Comunales en Medellín y otros municipios
del Área Metropolitana, con una amplia participación de grupos comunitarios y
actores sociales de los barrios, comunas y zonas. Así mismo, entre septiembre de
1991 y noviembre de 1995, la Consejería diseñó y realizó Seminarios de Alternati-
vas de Futuro para Medellín y el Área Metropolitana,9 con más de cinco mil parti-
cipantes. De allí, se conformaron nueve mesas de trabajo que permanecieron en
la ciudad por varios años.
El Seminario Internacional, en sus cinco versiones, constituyó un importante me-
canismo de participación y diálogo, que contó con la intervención del gobierno,
los sectores económicos, políticos, universitarios y la comunidad, con invitados
extranjeros y con representantes de las Naciones Unidas. En contraposición a las
medidas represivas utilizadas con base en la doctrina de la Seguridad Nacional,
de estos eventos surgieron propuestas de diálogo y respeto por los derechos hu-
manos; así como la idea de avanzar en servicios de salud, educación, vivienda,
seguridad social y preservación del medio ambiente.
Igualmente, se insistió en la tarea de construir valores acordes con las nuevas
manifestaciones sociales y culturales, y definir un nuevo pacto social para res-
catar la ciudad. Se propuso cambiar las conductas intolerantes y excluyentes y
estudiar alternativas concretas de redistribución del ingreso en favor de los sec-
tores más desprotegidos. También se planteó la creación del Consejo Metropoli-
tano de Seguridad10 y el fortalecimiento del Programa de Casas de la Juventud,
orientado a ofrecer alternativas pacíficas de socialización juvenil.

9 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9
de noviembre y 2 de diciembre de 2010.

10 En el lenguaje de la planeación participativa, es el nombre que reciben los planes y propuestas


de desarrollo elaboradas por los Consejos Territoriales de Planeación, desde lo municipal. Se
trata de una intervención de la sociedad civil de abajo hacia arriba para construir el camino
hacia el desarrollo humano sostenible.
174 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Cd4 DSC_1806. 161. Vista aérea


del Parque Biblioteca La Ladera,
Comuna 8, 2009. Conformación
reciente de la zona centro oriental
de Medellín, en la que, en los años
noventa se realizaron programas de
mejoramiento barrial, liderados por
la Consejería Presidencial.

La Consejería contribuyó con acercamientos a los grupos involucrados en el conflicto


y su articulación en procesos de reincorporación a la vida social, y fomentó el Proyec-
to de Núcleos de Vida Ciudadana11 y Comités Comunitarios de Desarrollo Integral.12
Así mismo, fue un apoyo a la Planeación Zonal, en la medida en que durante varios
años se desarrollaron debates públicos y se formularon propuestas colectivas sobre
temas críticos de la ciudad, desde los Foros Comunales a escala de comuna y desde
los Seminarios de Alternativas de Futuro a escala de ciudad. En estos procesos se hizo
visible la respuesta ciudadana, aunque fue evidente el desentendimiento de algunas
dirigencias del sector privado e incluso, de ciertos actores políticos, gubernamentales
o estatales.
Desde un comienzo se reconoció la necesidad de gobernar la ciudad a partir de acuer-
dos sociales, políticos y de convivencia, construidos en torno a propósitos colectiva-
mente acordados. La Consejería orientó los procesos barriales y el DAPM promovió la
elaboración de varios proyectos de Acuerdo, presentados a consideración del Concejo,
para respaldar dichos procesos.
El programa Núcleos de Vida Ciudadana, uno de los coordinados por la Consejería
Presidencial, hizo parte de las actividades de la Cooperación Técnica Internacional
AID-Presidencia de la República y contó con la colaboración de la Administración Mu-
nicipal, a través de diversas Secretarías y el Convenio de las Naciones Unidas. Este
Programa enfatizó en actividades de generación de empleo y consumo de bienes; se
orientó al mejoramiento de las condiciones físico-espaciales de sectores carentes de
espacio público y, en su desarrollo, permitió una amplia actividad comunitaria, la con-

11 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de no-
viembre y 2 de diciembre de 2010.

12 Ibíd.
Años noventa del siglo XX y los nuevos desafíos para la planeación 175

certación de diferentes sectores y el acercamiento entre el Estado iniciativa comunitaria llegó a convertirse
y la ciudadanía (Revista Planeación Metropolitana, No. 2, 1991: 74). en una especie de patrimonio para la mu-
nicipalidad (Corporación Convivamos et al.,
Un plan de mejoramiento de vivienda se realizó en 1991. Para ello
2007: 86) y desde allí se aportó a la formu-
se seleccionaron tres zonas piloto de intervención, las mismas que
lación del Plan Estratégico para Medellín
después fueron objeto del Programa Integral de Mejoramiento de
y el Área Metropolitana (PEMAM) y planes
Barrios Subnormales en Medellín -PRIMED. En 1993, liderado por
zonales. Las ONGs se posicionaron como
la Consejería Presidencial para Medellín, contó con el apoyo de la
centros de pensamiento que produjeron e
Administración Municipal a través de diversas secretarías y con la
incentivaron espacios de discusión y gene-
Cooperación Técnico- Financiera Internacional de KFW de Alemania
raron investigaciones y publicaciones sobre
(Revista Planeación Metropolitana, No. 3, 1991: 51); este proyecto
la ciudad y su área de influencia (Medellín,
hizo parte de la implementación del Plan de Acción Social y com-
BID, 2009: 44).
prendió cuatro programas: legalización urbanística y de la tenencia,
generación de ingresos, mejoramiento de vivienda y mejoramiento Al mismo tiempo, los centros de investi-
barrial, para tres zonas de la ciudad.13 gación universitarios jugaron un papel im-
portante en el debate de ideas y modelos
Los planes de erradicación y traslado de vivienda en áreas sub-
innovadores. Tal fue el caso del Centro de
normales −sobre todo de las laderas−, a edificios con celdas de 30
Hábitat Popular (CEHAP) de la Universi-
metros, como se había hecho durante los años setenta y ochenta,
dad Nacional, sede Medellín, que junto al
fueron sustituidos por la consolidación y el mejoramiento de los
PRIMED y al Programa de Núcleos de Vida
barrios ocupados espontáneamente por población migrante. Se
Ciudadana de la Consejería Presidencial, se
propuso que se debían mejorar las viviendas donde estaba ubicada
preocupó por la recuperación del espacio
esta población, mientras las entidades públicas tomaban medidas
público en barrios marginales. A su vez, la
de protección contra deslizamientos, manejo de aguas, senderos y
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la
vías, equipamiento y legalización; la reubicación trató de conservar
Universidad Pontificia Bolivariana, contri-
la propiedad que estaba en riesgo (Melo, 1997). El PRIMED significó
buyó de manera significativa en el proceso
un cambio sustancial de enfoque, que de algún modo, trató de recu-
de readecuación y consolidación del espacio
perar y sostener los resultados de la construcción y la urbanización
público en relación con la construcción del
popular.
Metro. El Instituto de Estudios Regionales
Muchos logros posteriores tuvieron como base la Consejería Presi- (INER) de la Universidad de Antioquia, se
dencial para Medellín y el Área Metropolitana. Sus propuestas fue- convirtió en otro actor fundamental para
ron acogidas por el DAPM, pero desde la Administración Municipal analizar y repensar los procesos sociales y
no se asumió el costo de mantenimiento de la infraestructura que políticos de la ciudad (Medellín, BID, 2009:
había dejado este programa y se perdió buena parte del trabajo rea- 44).
lizado. No obstante los resultados alcanzados, también hubo mu-
chos desaciertos.14
Los procesos desencadenados 162. Vista aérea barrio Manrique, comuna 4.
por la Consejería Presidencial
y los diversos foros comunales,
seminarios y mesas de traba-
jo, permitieron una construcción
colectiva a partir de las ideas
generadas desde las ONGs y las
universidades; su carácter de

13 Inicialmente, la vigencia de los Planes


de Desarrollo fue bianual. Luego, con
la ampliación del período para los
alcaldes, el alcance de los planes
también se amplió; actualmente es de
cuatro años.

14 Conversatorios con servidores y


ex servidores del DAP, Parque
Biblioteca Belén, Medellín, 9 de
noviembre y 2 de diciembre de 2010.
176 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Instrumentos para la participación

P
ese a los avances logrados en materia de elección popular de alcaldes y fomento de la parti-
cipación ciudadana, durante la década del noventa no fue posible la creación de una planea-
ción participativa que incidiera en las decisiones del gobierno municipal.
Se desarrollaron iniciativas participativas, pero también hubo retrocesos; la elaboración de los
planes de desarrollo municipal y el Sistema Municipal de Planeación fueron herramientas insufi-
cientes, pues la falta de continuidad de los programas, la no permanencia de los espacios de par-
ticipación creados y el manejo de los mismos, por parte de grupos políticos, afectaron el papel que
pudiera cumplir la participación en la planeación (Medellín, Contraloría General, 2007).
Ante este panorama, la voluntad política de los gobiernos nacional, regional y municipal y el forta-
lecimiento de las organizaciones sociales, resultaban necesarios para lograr democratizar y cuali-
ficar los resultados de la gestión pública (Bernal, 2004).

Sistema Municipal de Planeación

El Sistema Municipal de Planeación de Medellín fue aprobado El Sistema Municipal de Planeación se


en la administración de Sergio Naranjo Pérez −Acuerdo No. 43 convirtió en un nuevo modelo, que debió
de 1996−y puesto en marcha, en forma parcial, por la admi- apropiarse y potenciarse cada día más,
nistración de Juan Gómez Martínez, desde 1997, mediante la ante las debilidades que fue mostran-
ejecución del Presupuesto Anual de Inversiones, con recursos do. Muchos de los aspectos contempla-
para ser distribuidos a través de un proceso participativo en la dos en el Acuerdo No. 43, no funciona-
ciudad, incluida la zona rural. También se formaron los Comi- ron por falta de voluntad política de las
tés Comunitarios de Desarrollo Integral, operados por geren- administraciones municipales. Tal es el
tes zonales ubicados en los llamados “MÁS CERCA” urbanos y caso de la transformación del Acuerdo
en las Casas de Gobierno de los corregimientos. 43, propuesta en el período 2001-2003,
El Acuerdo No. 43 se reglamentó con un énfasis social, pero que dejaba atrás experiencias anterio-
con instrumentos dispersos; fue limitado, no avanzó en el for- res, lo cual representó un retroceso
talecimiento de los mecanismos de participación ciudadana y en lo que a participación comunitaria
consideró un plazo corto en el que las propuestas no podían se refiere; se suprimieron los Comités
ser adelantadas. En sus primeros años, el sistema operó de- Comunitarios de Desarrollo Integral y
ficientemente y generó desconfianza y poca credibilidad en el desapareció el mecanismo de los ge-
Estado y en la Administración. A las falencias en la formula- rentes zonales sin ninguna alternativa
ción y las dificultades en la ejecución, se sumó la poca clari- de reemplazo y, en general, se desco-
dad respecto a las escalas de la planeación local, al desarrollo noció la participación comunitaria, vol-
urbano-rural y a las relaciones con los demás municipios del viendo al centralismo en la planeación,
Área Metropolitana y otras subregiones vecinas (Corporación con el DAPM como epicentro y los téc-
Convivamos et al., 2007: 52-57). Sin embargo, cumplió un pa- nicos como los encargados de pensar la
pel importante en la institucionalización de la planeación. ciudad, reduciendo el Sistema Munici-
pal de Planeación a un sistema de in-
De otra parte, la Red de Planes Zonales de Medellín, estable- formación (Medellín, Alcaldía, Consejo
cida en 1996, adelantó un permanente debate sobre el Siste- Municipal de Planeación, 2007: 36).
ma y fomentó la reflexión en torno a enfoques, metodologías,
alcances, procesos de articulación y, en general, sobre la Pla- Por tales condiciones, a partir del año
neación Participativa y el desarrollo deseado para la ciudad 2002, la Red de Planes Zonales de Me-
(Corporación Convivamos et al., 2007: 52-57). dellín hizo una férrea defensa del Sis-
tema Municipal de Planeación frente
Instrumentos para la participación 177

a la propuesta de Acuerdo No. 053 Las Juntas Administradoras Locales


presentado por la administración del
año 2003 (Corporación Convivamos
et al., 2007: 52-57). Posteriormente, En el proceso de planeación de la ciudad, las Juntas Administradoras
la administración de Sergio Fajardo Locales (JAL), han cumplido un papel muy importante como espacios
Valderrama, mantuvo el reconoci- institucionales. La misma Constitución Política de 1991, la Ley 136 y
miento de la vigencia e importancia el Acuerdo No. 043, les asignaron funciones claras sobre distribución
política de la planeación participa- de partidas presupuestales, promoción de la participación ciudadana
tiva, el desarrollo local y la asigna- e identificación y priorización de necesidades concertadas comuni-
ción de presupuestos. Fue necesario tariamente.
entonces, adecuar las estructuras Pero, en razón al desconocimiento de sus funciones, a no tener la
administrativas y de gestión del mu- suficiente pertenencia y a que se orientaron más a la gestión de
nicipio, para recuperar el Sistema contratos y a hacer politiquería, pocas JAL pudieron asumir con res-
Municipal de Planeación y optimizar ponsabilidad su papel. En los primeros años de su funcionamiento,
su aplicación, ya que era considera- no lograron convertirse en una fuerza de cambio, ni contaron con el
do como el resultado del esfuerzo de respaldo necesario (Medellín, Alcaldía, Consejo Municipal de Planea-
organizaciones comunitarias, com- ción, 2007: 84).
binado con experiencias administra-
tivas iniciadas en los años noventa Sin embargo, en los últimos años y en cooperación con el DAPM −y
(Medellín, Alcaldía, Consejo Munici- en algunas ocasiones con la Secretaría de Desarrollo Social del Mu-
pal de Planeación, 2007: 30). nicipio de Medellín−, las JAL vienen acompañando diversos procesos
de planeación local en cada una de las comunas y corregimientos de
En este nuevo contexto, el Sistema la ciudad.
Municipal de Planeación durante la
revisión y análisis del POT, llevada
a cabo en el año 2006, logró adelan-
tar un trabajo conjunto con diferen-
tes áreas de la administración y, en
particular, con el DAPM. Así mismo,
acompañó diversos procesos de pla-
neación participativa. Para entonces,
el papel de la Administración Muni-
cipal fue reconocido en la estructu-
ración de procesos participativos, en
el apoyo a espacios de debate y en la
construcción colectiva de la ciudad.

163. Participación ciudadana para la identificación


y priorización de necesidades concertadas
comunitariamente.
178 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El Consejo Municipal de Planeación

La iniciativa de creación del Consejo Municipal de Pla-


neación, se esbozó a finales de 1993 conjuntamente
con la Corporación Región. Su implementación fue
lenta por la obligada reorganización de la Administra-
ción, por la concertación para unificar criterios y pro-
cedimientos entre el nivel central y el descentralizado
y por la necesidad de garantizar la coordinación y co-
herencia de los planes y programas (Cadavid, 1995).
Con este Consejo, la planeación pudo contar con un ór-
gano democrático con autoridad, prestigio y capacidad
técnica, a fin de expresar los intereses de la ciudad;
una instancia de amplia y diversa representatividad
ante las autoridades municipales (Medellín, Alcaldía,
Consejo Municipal de Planeación, 2007: 43).
Al entrar en funcionamiento el Consejo de Planea-
ción, como órgano asesor en materia del desarrollo
municipal, primero en su género en el país, el Munici-
pio de Medellín continuó avanzando como pionero en
el proceso de consolidación de la nueva planeación,
caracterizada por la participación ciudadana y por la
concertación entre la comunidad, el gobierno local y el
Concejo Municipal (Revista Planeación Metropolitana,
No. 10, 1994: 3). Entre tanto, el DAPM logró constituir-
se en el principal interlocutor de esta entidad.
En el año 2000, el Consejo Municipal de Planeación,
propuso reglamentar la elección de los consejeros y
construir una red de comunicaciones para socializar
experiencias y conocimientos que hicieran más eficaz
la participación de las comunidades. Además, se plan-
teó la necesidad de una capacitación a la sociedad civil
en los temas y mecanismos de participación, incluyen-
do su impulso en escuelas y colegios, la creación de
incentivos a los consejeros y la exigencia de informes
precisos del cumplimiento de lo aprobado. Se propuso
construir las Trochas Ciudadanas15 e imponer el man-
dato ciudadano a los futuros gobernantes; así como
una propuesta de desarrollo alternativo que conside-
rara, entre otras, las condiciones de violencia y margi- 164. La nueva planeación garantiza la interlocución entre la
nalidad de algunas comunidades desplazadas. comunidad y el gobierno local.

15 Proyectos como: La revitalización del Museo de Antioquia y


su entorno (Ciudad Botero) que pasó a ser uno de los pro-
yectos impulsores del futuro de la ciudad metropolitana; el
Programa de Convivencia Ciudadana, base para impulsar un
sistema metropolitano de convivencia; el Museo de Ciencia y
Tecnología; y un impulso a la cadena de servicios médicos y
odontológicos avanzados (Echeverría y Bravo, 2009: 51).
Instrumentos para la participación 179

Planeación zonal

Con el ánimo de promover la planeación participativa, el DAPM presentó


una propuesta metodológica para la planificación desde la gestión local. Se
trataba de desmontar la concepción tecnocrática, centralista y de corte sec-
torial de la planeación y establecer procesos que permitieran una mirada
integral de la problemática municipal a todos los niveles, y una observación
de aspectos locales que afectaran la vida cotidiana de los habitantes de un
territorio específico. Debía, por tanto, desarrollarse a nivel de comuna en el
área urbana y a nivel de corregimiento en el área rural; áreas territoriales
competencia de las JAL (Revista Planeación Metropolitana, No. 3, 1991: 20).

165. vista panorámica Barrio Tricentenario, noroccidente de la ciudad.


180 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El primer plan de desarrollo zonal −Plan de Desarrollo Par-


ticipativo Zona Noroccidental−, se formuló en 1994 como una
estrategia para la gestión del desarrollo y constituyó un hito
en materia de planeación participativa para la ciudad (Mede-
llín Contraloría General, 2007). Con esta experiencia, la Pla-
neación Zonal logró convertirse en un proceso permanente de
formación de líderes, de fortalecimiento de las organizacio-
nes comunitarias y de concertación de la política de desarro-
llo para esa zona de Medellín (Corporación Convivamos et al.,
2007: 39). Se orientó a construir soluciones estratégicas, re-
conocer las identidades territoriales, democratizar la gestión
del desarrollo, construir comunidades y formar ciudadanos;
reconstruir la ciudad desde las localidades y generar convi-
vencia y capacidad propositiva en ellas. Posteriormente la ex-
periencia se adelantó en la zona Nororiental.
Desde estos dos proyectos, la planeación zonal participativa
para Medellín, logró integrar dos aspectos fundamentales
respecto al desarrollo urbano y a la territorialidad: por una
parte, se articuló al desarrollo de la ciudad y el Área Metropo- Esta modalidad de planeación logró incidir
litana, y a las políticas sectoriales de carácter global y estra- en la configuración del Sistema Municipal
tégico; y por otra, como un espacio de intermediación entre lo de Planeación, y posibilitó el vínculo entre
micro-barrial y lo macro-urbano, y posibilitó una construcción democracia representativa y democracia
socio-política del territorio y simbólica de la ciudad. participativa dentro de los procesos muni-
Los Planes Zonales partieron de una visión política del terri- cipales (Echeverría y Bravo Giraldo, 2009:
torio, fundada en la descentralización intraurbana, y las zonas 22). En los años noventa, la Planeación Zo-
se reconocieron como unidades para un ejercicio político inte- nal Participativa fue el nuevo modelo des-
grado a las realidades de los ciudadanos. Por tanto, estos pla- de donde se pensó la estrategia para cons-
nes fueron referentes para los posibles candidatos a las JAL, truir la ciudad; y a partir de ella, se logró
la Alcaldía Municipal y el Concejo, y debieron ser tenidos en institucionalizar la participación, al punto
cuenta en los planes de desarrollo y los planes de inversiones de convertirla en condición necesaria para
anuales y plurianuales. Los habitantes pudieron, por su parte, todo el proceso.
pensar el avance de sus territorios más allá de los límites del Como resultado de diferentes iniciativas y
barrio, para acercarse al entorno urbano a través del Plan Zo- estrategias −procesos de planeación zo-
nal Participativo (Corporación Convivamos et al., 2007: 78,79). nal, mesas de trabajo y organizaciones ba-
rriales−, se conformó la Red de Organiza-
ciones Comunitarias para el intercambio,
fortalecimiento y reconocimiento de las
organizaciones comunitarias en la ciudad.
Instrumentos para la participación 181

166. Formación de líderes y fortalecimiento de las organizaciones locales, claves para la planeación zonal.

Esta red, a través del seguimiento al de- No obstante los logros obtenidos, el paso de la Planeación Zonal a
sarrollo de Planes Participativos Zonales, las Asambleas Barriales, que tuvo lugar durante el período _____
apoyó la constitución de la Red de Planes fue todo un retroceso en materia de la participación ciudadana y sig-
Zonales de Medellín en 1996, la cual inter- nificó que los procesos de planeación participativa fueran asumidos
vino en la estructuración y proyección del por la Secretaría de Desarrollo Comunitario y no por la Oficina de
Plan Estratégico para Medellín y el Área Planeación como hasta entonces.16
Metropolitana (PEMAM) respecto a asun-
La planeación participativa, un hito de 1996, fue retomada poste-
tos territoriales particulares, y a propues-
riormente; la planeación estratégica aún estaba para entonces muy
tas como las descentralidades barriales
vinculada a la planeación físico espacial, mientras que la planeación
y urbanas. Años más tarde influyó en los
social y económica no había alcanzado relevancia y era abordada
diagnósticos participativos del POT y en los
desde las políticas nacionales. En el ámbito local y regional faltaba
procesos de planeación y presupuesto par-
mucho camino por recorrer.17Sería con la consolidación de los Pla-
ticipativo (Corporación Convivamos et al.,
nes de Desarrollo que se lograría un avance en este sentido.
2007).

16 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca Be-


lén, Medellín, 9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010.

17 Ibíd.
182 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo

A
mparados en planes sectoriales, pero sin un enfoque integral, durante los años
ochenta y noventa del siglo XX, se llevaron a cabo varias iniciativas e importan-
tes proyectos relacionados con el espacio público, equipamientos y movilidad.
El Metro, por ejemplo, una de las obras de mayor impacto y valor estructurante para
la ciudad, fue en sus inicios, un proyecto de carácter sectorial en el cual, por lo de-
más, se desaprovecharon importantes oportunidades para que los nuevos espacios
públicos se integraran con su entorno. Lo mismo ocurrió con la apertura de la Avenida
Oriental, que significó profundas rupturas en las dinámicas del centro; así mismo, en
la ampliación de la Avenida San Juan y en la construcción del Parque San Antonio,
estuvo ausente un proyecto de ciudad (Medellín, BID, 2009: 86):
La construcción del Metro, inaugurado en 1995, y la construcción de obras como el Parque
San Antonio (1992), el Edificio inteligente de EPM (1997), el Parque de los Pies Descalzos
(1999), la Plaza Botero (2000) y el Parque de los Deseos (2003), reavivaron el interés en
temas de renovación urbana, pero también pusieron de relieve la necesidad de superar la
lógica de intervenciones aisladas y la importancia de llegar a un modelo integral, focali-
zado no solo en el rescate del centro sino de toda la ciudad, con énfasis en crear espacios
públicos incluyentes y de calidad (Medellín, BID, 2009: 47).

167. El Metro de Medellin, una de las obras de mayor


impacto y valor estructurante para la ciudad.
De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo 183

A partir de la Ley Orgánica de 1994, se inició el paso de los Planes Secto-


riales y los Programas de Gobierno hacia los Planes de Desarrollo como
guías de la gestión municipal. Para entonces, se inauguraba un nuevo es-
cenario de acción del DAPM, atravesado por un horizonte político, nacio-
nal y municipal, estructurado sobre el Plan de Desarrollo, la descentra- Los resultados obtenidos se relacio-
lización administrativa, la participación comunitaria y la democracia, que nan con el significado de las obras
debería acompañarse por una reorganización del manejo de recursos públicas adelantadas; obedecen a la
económicos (Editorial, Revista Planeación Metropolitana, No. 12., 1995). identificación de determinados pro-
blemas, hacen parte de un proyecto
Bajo tales premisas, los planes de desarrollo no solo fueron un reto de integral, de una concepción de ciudad
carácter técnico; las tradiciones de la práctica política hicieron nece- y de una forma de hacer política (Me-
sarias nuevas propuestas para entender y resolver los problemas que dellín- BID, 2009: 86). Avances logra-
enfrentaba la ciudad. El proceso no estuvo al margen de dificultades y dos, entre otras cosas, por la conso-
sobresaltos; pero en las dos últimas administraciones locales (2004 – lidación de los Planes de Desarrollo
2011), se concretaron avances. como instrumentos de gestión.

La Ley Orgánica de Planeación

La Ley 61 de 1978 y su Decreto Reglamentario 1306 de 1980, establecieron la formu-


lación de Planes Integrales de Desarrollo para ciudades de más de 20 mil habitantes y
abrieron la posibilidad de que los ciudadanos participaran en la planeación de su ciu-
dad.
El concepto de planeación del desarrollo social empezaba a imponerse alrededor del
mundo y se señalaba la dimensión ambiental como de ineludible manejo en la formu-
lación de políticas. En Colombia, antes de la Reforma Urbana de 1989, no había una
orientación clara sobre el tipo de desarrollo que debían atender los planes; tampoco
el proceso de su formulación generaba una responsabilidad precisa de las entidades
territoriales, en particular de los municipios. Muestra de ello fueron: el primer Estatuto
de Planeación, Urbanismo y Construcción, en 1982, el Plan de Desarrollo Metropolitano
«Para la Consolidación de la Metrópoli” de 1985 y el primer Plan de Desarrollo Munici-
pal, adoptado en 1987.
Hacia 1986 el país acogió el modelo descentralista. Con la Reforma Urbana de 1989, se
asignaron nuevas responsabilidades a los municipios; entre ellas, la función de adop-
tar planes de desarrollo, orientados básicamente al ordenamiento físico de sus áreas
urbanas. El Plan de Desarrollo se constituyó así, como la base legal para el ejercicio
bianual18 del respectivo Alcalde y como instrumento guía para la acción de la gestión
pública de las diferentes instancias y dependencias públicas y privadas asentadas en el
territorio.
Fue hasta la Ley Orgánica de Planeación 152 de 1994, cuando se creó el Sistema Nacio-
nal de Planeación Participativa del Desarrollo y se obligó a las administraciones muni-
cipales a presentar planes de desarrollo con participación popular y que reflejaran las
propuestas contenidas en los programas de gobierno, avaladas por los electores.

18 Inicialmente, la vigencia de los Planes de Desarrollo fue bianual. Luego, con la ampliación del período
para los alcaldes, el alcance de los planes también se amplió; actualmente es de cuatro años.
184 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Un balance de las labores del DAPM

Además del Plan de Desarrollo Municipal y sus correspondientes


planes de acción, durante los años noventa se fueron perfeccionando
otros instrumentos para la planeación del desarrollo, como proceso
de administración y gestión: Planes de acción, Banco de programas
y proyectos de inversión nacional, Plan Nacional de Desarrollo, Cen-
tro Municipal de Información para la planeación, Presupuesto Ope-
rativo Anual de Inversiones y Planes Sectoriales y Zonales.
Hasta 1994, la elaboración del Plan General de Desarrollo Munici-
pal, Estatutos Temáticos, Planes Sectoriales y Zonales, y su traduc-
ción en Planes de Inversión, así como el seguimiento, evaluación y Planes sectoriales. A propósito de las
actualización de todos sus instrumentos, fueron tarea fundamental dinámicas de la ciudad
de las autoridades municipales de planeación (Revista, Planeación Entre las iniciativas sectoriales lidera-
Metropolitana, No. 8, 1994: 6). das por el DAPM, cabe destacar el Plan
En materia del desarrollo institucional del DAPM, en 1995 se hi- de Seguridad para Medellín, considerado
cieron grandes esfuerzos en tecnificación, información y sistema- una necesidad urgente para una adecuada
tización: actualización Geocartográfica y Geodésica; subsistema de ordenación de recursos nacionales, de-
Seguimiento y Control de Proceso y subsistema de Control del Or- partamentales y municipales y una plena
denamiento Físico (Revista Planeación Metropolitana, No. 12, 1995: utilización de los recursos humanos; su
58). Sus actividades cubrieron, desde la atención a sectores y pro- elaboración se basó en un diagnóstico de
blemáticas de la ciudad, a través de Planes Sectoriales, pasando la situación y en la formulación de políticas
por reformas que impactaban a toda la Administración Municipal y realizables a través de planes y programas
que tenían que ver con su organización, hasta la implementación de (Revista Planeación Metropolitana, No. 3,
nuevos mecanismos para la participación ciudadana. 1991: 15).

Cd2. Panorámica día Medellín 16. 168. Panorámica del centro de Medellín (s.f.).
De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo 185

BPP-F-019-0189. 169. Biblioteca Pública Piloto, 1963. Fundada en 1952 por convenio entre la -Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- UNESCO y el gobierno de Colombia,
fue uno de los primeros espacios en ofrecer diversas actividades culturales para la ciudadanía. Aún hoy
continúa siendo un referente en esta materia.

Por otra parte, con el Plan de Intervención del Centro, se pretendió desencadenar un proceso in-
mediato para su reestructuración, crear una herramienta orientadora de la inversión a corto plazo
y producir un modelo director de su estructuración a largo plazo. El manejo del espacio público por
empresas de vigilancia privada, las construcciones de múltiples obras por concesión, la creación del
cargo de Gerente del Centro como Secretario de Despacho, la variación de normas y la creación de
incentivos para llevar 200.000 habitantes nuevos al sector, fueron algunas de las acciones propuestas.
Así mismo, se realizaron contratos con organismos no gubernamentales y se avanzó en la construc-
ción de espacios públicos y amoblamiento urbano, con el propósito de la “humanización de la indigen-
cia” (Revista Planeación Metropolitana, No. 7, 1993: 35,36).
A fin de disminuir el déficit en materia de recreación y dotar al Municipio de Medellín y su Área Metro-
politana, de lugares para el esparcimiento público de la comunidad, se continuó con la elaboración del
Plan de Parques, que se venía adelantando desde 1960. Se consideraron sitios con actividades recrea-
tivas pasivas, activas, deportivas, acuáticas, infantiles y “de estar”, complementados con el valor ur-
bano, ambiental ecológico y paisajístico; que conformaron un equipamiento de interés colectivo. Entre
otros se destacan: Parque de las Aguas, Parque Piedras Blancas, Parque Juan Pablo II, Ecoparque El
Volador, Parque San Antonio, Parque La Ladera, Parque Boyacá las Brisas, Parque el Calvario, Parque
San Joaquín, Plazuela San Ignacio, Parque San Antonio de Prado, Plazuela Iglesia San José, Plazuela
Rojas Pinilla y Parque Lineal, ubicado frente a la Terminal de Transportes del Norte.
En este programa varias entidades municipales como: Empresas Públicas de Medellín, Unidad Eje-
cutora del Instituto Metropolitano de Valorización (IMVAL), Área Metropolitana, Metroparques y la Se-
cretaría de Obras Públicas, actuaron conjuntamente con el DAPM, que hizo seguimiento al Plan de
Parques. Estas instituciones estuvieron encargadas de la elaboración y asesoría de los proyectos,
de la ejecución de las obras y de la gerencia y administración de los parques, así como del manejo y
asignación de recursos (Revista Planeación Metropolitana, No. 9, 1994: 46).
186 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

170. Vista aérea de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, 1989.


De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo 187

A la par con tales iniciativas, se produjo el Plan de Reordenamien-


to de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, a fin de ampliar el
acceso a la recreación y el deporte; se hizo énfasis en la población
de escasos recursos y se trató de fortalecer este equipamiento Con la participación de la administración mu-
recreativo de carácter metropolitano (Revista Planeación Metro- nicipal y la Consejería Presidencial para Me-
politana, No. 8, 1994: 21). dellín y el Área Metropolitana y con el apoyo
del Programa de las Naciones Unidas para el
En la misma línea, el Plan Deportivo y Recreativo, elaborado por
Desarrollo (PNUD), se incorporaron conceptos
el DAPM, fue el primero en su género en el país y trató de es-
de desarrollo sostenible o sustentable, que se
tablecer un derrotero claro y preciso para ejecutar acciones en
sumaron a los contenidos de la Ley Ambiental
estos campos. Como resultado de su formulación, se creó el Ins-
99 de 1992, para conservar y dar un uso racio-
tituto para el Deporte y la Recreación (INDER). Y, paralelamente,
nal y sostenido a los recursos naturales. Con
se trabajó en el Plan Educativo y Cultural para la ciudad (Revista
este propósito, se elaboraron diagnósticos de
Planeación Metropolitana, No. 8., 1994: 42).
tipo biofísico, sanitario, económico y social,
Continuando con estas iniciativas de planeación sectorial, también para conocer el origen de todos los desórde-
se incluyó el Plan de Terminales de Buses Urbanos. Ante la futu- nes generados a los diferentes ecosistemas;
ra operación del Metro como sistema de transporte masivo en la se mejoraron e implementaron Planes de Or-
ciudad, se elaboró el proyecto el Sistema Integrado de Transporte denación y manejo integral de cuencas hidro-
(SIT), que propuso la integración con los tradicionales transportes gráficas y se propuso la implementación de un
públicos colectivos: buses, busetas, microbuses y colectivos (Re- Estatuto Metropolitano de Ambiente (Revista
vista Planeación Metropolitana, No. 10, 1994: 30). Planeación Metropolitana, No. 2, 1991: 37).

Cd4 DSC_1779. 171. vista panorámica polo de desarrollo norte, Al fondo se observan el Jardín Botánico, el Parque Norte y el Parque
Explora.
188 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Otros planes implementados fueron: Plan Director del Aeroparque


Olaya Herrera, Terminales de barrio para las rutas urbanas de trans-
porte público, Terminal de carga y puerto seco para el Valle de Abu-
rrá, Plan de Mejoramiento de Vivienda y rehabilitación barrial y le-
vantamientos integrados de cuencas hidrográficas de Medellín y los
municipios del Área Metropolitana. También, el DAPM, lideró otros
Planes Sectoriales, como los de Paz y Convivencia y el Plan de Juven-
tud, realizado mediante un convenio con el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).

Planes, reformas y funcionamiento institucional


La toma de decisiones relacionada con programas de inversión Después de promulgada la nueva
para atender las necesidades de la comunidad, se enfrentó a la Constitución (1991), el DAPM orientó
escasez de información básica, oportuna y actualizada. Esto mo- sus esfuerzos a la exploración de me-
tivó la propuesta de centralizar toda la información en un Banco canismos y escenarios para la partici-
de Proyectos, que permitió sistematizar y divulgar el trabajo del pación de la comunidad en los proce-
DAPM y los esfuerzos conjuntos con otras Secretarías (Medellín, sos de planeación y se encargó de:
DAP, 1992).
[…] orientar, coordinar y dirigir las
Más adelante, con los Planes Anuales de Inversión, fue posible acciones necesarias para lograr que
concretar y asignar el presupuesto de acuerdo con las estrate- las comunidades se involucren de
gias. En su formulación, se elaboraron metodologías para la par- manera real en los procesos de in-
ticipación comunitaria con la orientación de las JAL, por parte de formación (recolección y análisis de
la comunidad, y de Planeación Metropolitana en representación información sobre los barrios, ve-
de la Administración (Revista Planeación Metropolitana, No. 10, redas y corregimientos), decisión,
1994: 41). gestión y vigilancia contemplados en
la Constitución y para garantizar la
Respecto al funcionamiento institucional, recién iniciada la dé-
participación de la comunidad en la
cada del noventa, se elaboró un Plan Estratégico de Sistemas, se
identificación y solución de los dife-
diseñó un Sistema de Seguimiento y Control de Procesos, como
rentes problemas que caracterizan
fue el Banco de Proyectos de inversión Municipal, antes mencio-
su entorno (Revista Planeación Me-
nado; el Sistema de Información Territorial y la Encuesta de po-
tropolitana, No.10, 1994: 52).
blación y Vivienda del Valle de Aburra. Además, se produjeron:
el Estatuto Metropolitano del Ambiente, el Proyecto para el Plan La elaboración de los Planes Secto-
de Desarrollo para Medellín, el Plan de Acción Social para las riales, Zonales y de Inversión, debía
zonas populares del municipio, los Planteamientos básicos para contar con la participación ciudadana;
un Plan de Desarrollo Rural de Medellín, el Plan de Inversiones y el DAPM debía propiciar y facilitar el
1991-1992 y el Proyecto de Reforma Administrativa del munici- cumplimento de las funciones corres-
pio (Medellín, DAP, 1992). pondientes a las JAL y a las organiza-
ciones de consumidores y usuarios,
así como capacitar a líderes y equipos
técnicos en procesos participativos
(Revista Planeación Metropolitana,
No. 10, 1994: 52).
De los Planes Sectoriales a la Planeación del Desarrollo 189

172. Jardín infantil del programa Buen


Comienzo sector La Aurora, Ciudadela
Nuevo Occidente, Noroccidente de la
ciudad.

Revista Planeación Metropolitana


El fortalecimiento del proyecto de planeación participativa para la
ciudad, propuesto por la Constitución, requirió una comunicación
directa con la ciudadanía. Para cumplir con este propósito y como blicaciones entre bibliotecas especializadas
un medio de difusión del trabajo del DAPM y demás organismos de carácter universitario, oficial y privado
encargados de las transformaciones urbanísticas de la ciudad, en (Revista Planeación Metropolitana, No. 1,
1991 se inició la publicación de la Revista Planeación Metropolita- 1991: 4).
na, con una periodicidad trimestral. Esta iniciativa estuvo motivada
Además, la Revista tuvo el propósito de ser
por:
una fuente de consulta obligada para quie-
[…] la creciente necesidad de información oportuna y clara sobre las nes quisieran entender e interpretar el de-
realidades urbanas y sobre los proyectos que de alguna manera afec- sarrollo del Valle de Aburrá o participar en
tan a la comunidad; el deseo cada vez más manifiesto, de grandes el proceso de su planeación y de su ordena-
grupos de ciudadanos, de participar en el proceso de planeación; el miento (Revista Planeación Metropolitana,
abundante material de investigación elaborado y procesado por los No. 1, 1991: 4); publicó artículos de funcio-
funcionarios de Planeación Metropolitana en su permanente tarea de narios de las administraciones municipales,
identificar y evaluar alternativas de proyectos de desarrollo; la ca- de los diferentes institutos descentralizados
rencia de medios informativos permanentes y adecuados para divul- y de especialistas externos.
gar las actividades de la institución especialmente del material es-
Desde sus editoriales, se divulgaron las vi-
tadístico, fotográfico y cartográfico; la conveniencia de mantener un
siones de la Alcaldía y del DAPM en torno a la
registro continuo de la evolución de las tendencias urbanas; el deseo
construcción de futuro para la ciudad. Tam-
de abrir un espacio de diálogo entre funcionarios, expertos, técnicos,
bién, se abordó la publicación de temas como
dirigentes cívicos, políticos y gremiales, asociaciones profesionales
el patrimonio y las políticas para su conser-
y comunidad en general y finalmente el interés por mantener un in-
vación. La Revista constituyó un complemen-
tercambio de conocimientos y experiencias a través del canje de pu-
to para el Anuario Estadístico.
190 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

La Planeación del Desarrollo

L
a legislación nacional, en el marco de la nueva Constitución, propuso la planeación como
una estrategia de política pública necesaria para el desarrollo de las ciudades y poblacio-
nes; se asoció a procesos de desarrollo nacional y posteriormente, a los de ordenamiento
territorial, distrital y municipal.
Desde 1991, el desarrollo, la planeación del desarrollo y la planeación del ordenamiento territo-
rial, han sido asuntos concebidos, regulados y estructurados a través del ordenamiento jurídico.
Si bien se les pensó como procesos simultáneos, en la práctica normativa nacional y territorial,
el desarrollo se concibió y planeó, sin ordenar ni planificar previamente el ordenamiento del
territorio (MASO, 2008: 541). En el caso de Medellín, en los últimos años se ha logrado avanzar
en la articulación entre la planeación del desarrollo y el ordenamiento territorial.
El Sistema Nacional de Planeación del Desarrollo fue definido según la Ley 152 de 1994 y adop-
tado en Medellín por el Acuerdo No. 043 de 1996. La Planeación del Ordenamiento Territorial se
reglamentó, implementó y puso en operación mediante la Ley 388 de 1997, pero sólo para los
distritos y municipios, sin ordenar el territorio nacional y la totalidad de las entidades territo-
riales. Para la ciudad, el POT se implementó mediante Acuerdo No. 062 de 1999 y se revisó con
el Acuerdo No. 046 de 2006.

173. Calle Ayacucho. Una de las vías de


comunicación con el corregimiento de Santa
Elena y el Oriente cercano. A principios del
siglo XX fue el eje del Tranvía a Oriente; hoy, se
proyecta como una de las rutas principales para
el nuevo tranvía.
La Planeación del Desarrollo 191

174. – Institución Educativa Las


Independencias, comuna 13 San Javier,
centro occidente de la ciudad.

En relación al mandato Constitucional y la Ley 152 de 1994, entre los


años 1995 y 2011, se han formulado y ejecutado, en Medellín, cinco
Planes de Desarrollo:
Se ha transitado desde una concepción del desarrollo como resulta-
do de la sumatoria de las acciones sectoriales del Estado (1995-97),
pasando por aquellas que invocan la distribución de los beneficios del
desarrollo (1998-2000) o la modernidad y el crecimiento (2001-2003)
hacia la comprensión del desarrollo humano integral (2004-2011) nitaria, transporte público y medio am-
(Echeverría y Bravo, 2009: 183). biente. Por el contrario, asuntos como
La planeación ha centrado su atención en problemas acumulados la ruralidad, la internacionalización, la
históricamente, pero también en cuestiones coyunturales; y ha asu- ciencia y la tecnología y la integración
mido nuevos retos territoriales en medio de la compleja realidad so- de la ciudad con la región y el mundo, no
cial. Con énfasis y orientaciones diferentes, en los distintos planes de han sido permanentemente trabajados.
desarrollo, se han priorizado temas como: vivienda, espacio público Un tema central del desarrollo en Me-
y el problema vial (MASO, 2008: 222). dellín ha sido la vivienda. Desde di-
Una preocupación común, expresada en todos los objetivos y/o líneas versos ejercicios de planeación, se ha
estratégicas de la planeación, ha sido el espacio público; considerado aportado al mejoramiento de sus con-
desde lo físico-espacial, lo normativo y lo socio-cultural, para orien- diciones cualitativas y cuantitativas, re-
tar su construcción, mantenimiento o mejoramiento. Por su parte, el lacionadas con su legalización, la cons-
tema económico se ha tratado desde ángulos como: la productividad trucción en altura y la oferta de vivienda
urbana, el desarrollo económico y la competitividad. de interés social. A ello, también han
contribuido la regularización urbanísti-
Otros temas o sectores de interés han sido la seguridad y la conviven- ca de tierras y gestión del suelo, los pla-
cia ciudadana, la vivienda y el hábitat, la educación, la salud, el em- nes especiales rurales y la intervención,
pleo, los servicios públicos, la recreación y el deporte, además de los mejoramiento, conservación y renova-
equipamientos e infraestructura, organización y participación comu- ción urbana (MASO, 2008: 464).
192 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Respecto al espacio público, en las últimas administraciones se ha logrado coordinar la


planeación del desarrollo con la del ordenamiento territorial:
[El espacio público] es contemplado como estrategia para la transformación de la ciudad
a metrópoli, ciudad competitiva, internacional y moderna; como valor central de la ciudad,
factor estratégico en la construcción de nuevas formas de producción y apropiación del de-
sarrollo urbano, como elemento determinante en la calidad de vida de la población y del
equilibrio ambiental, como escenario propicio para construir identidad colectiva y permitir
encuentros ciudadanos, como bien común, inalienable y prevalente sobre el interés privado
(MASO, 2008: 470).
El transporte público, dada su importancia en la calidad de vida de la población, también
ha sido considerado un tema neurálgico, tanto para la planeación del desarrollo como
para el ordenamiento territorial. Del mismo modo, el deporte y la recreación se han
identificado como necesidades fundamentales que deben ser atendidas.
La consideración de condiciones externas que, como la globalización y la internaciona-
lización de la economía, inciden en la planeación, representa un avance de las últimas
tres administraciones municipales. Con este propósito, mediante políticas públicas, se
han gestionado acciones en torno al tema empleo, orientadas a disminuir las altas tasas
de desempleo y de economía informal, presentes de tiempo atrás (MASO, 2008).

175. Institución Educativa Reino de Bélgica, Barrio La Cruz, Comuna 3 – Manrique, nororiente de la ciudad.
La Planeación del Desarrollo 193

Énfasis del gobierno municipal, 1995 - 1997

El Plan de Desarrollo Municipal para este período,


durante la administración de Sergio Naranjo Pérez,
fue el primero elaborado conforme al mandato de
la Constitución Nacional de 1991 y de la Ley Orgáni-
ca 152 de 1994. Aunque no tuvo una denominación
que lo identificara, su énfasis fue abiertamente so-
cial y, durante su vigencia, se implementó el Siste-
ma Municipal de Planeación, contenido en el Acuer-
vidad en sectores estratégicos; y finalmente, el desarrollo
do Municipal No. 043 de 1996 (MASO, 2008:139).
organizacional y la participación. Con esta última, se buscó
Dicho Plan orientó acciones y priorizó recursos de
ganar eficacia en la gestión pública y en los procesos de
un Plan de Inversiones congruente con el Progra-
participación, desde el esfuerzo conjunto del sector pú-
ma de Gobierno de la Alcaldía. Sus lineamientos
blico, las organizaciones sociales y el sector productivo
fueron: adecuación de la estructura administrativa,
(Echeverría y Bravo, 2009).
medio ambiente, formación democrática y partici-
pativa, convivencia, empleo, equipamiento urbano
y conexión de la ciudad con los mercados externos
(García, 2000: 266). La administración de la ciudad entre 2001 - 2003

Los propósitos del Plan Nacional de Desarrollo “El


Salto Social”, enmarcaron el programa de gobierno El Plan “Medellín Competitiva” 2001-2003, formulado en la
de Naranjo Pérez; el cual −en una de sus estrate- alcaldía de Luís Pérez Gutiérrez, fue el último de tres años
gias− planteó una delimitación espacial entre los de duración. A esta administración le correspondió iniciar
municipios integrantes del área metropolitana y el la implementación del POT y buscar la competitividad de
perímetro urbano de la ciudad. Se trató de dirigir la ciudad como soporte a nuevas relaciones del ciudadano
la inversión fundamentalmente a la jurisdicción del con el espacio público. Dicho plan se estructuró en torno a
municipio de Medellín, incluyendo corregimientos y tres líneas estratégicas: la Revolución de la Cultura Ciuda-
veredas, ya que los municipios del Valle de Aburrá dana, la Ciudad Competitiva y Primero el Espacio público
eran entidades territoriales administrativas y pre- (Echeverría y Bravo, 2009: 176).
supuestalmente independientes. Según información suministrada por la Alcaldía de Mede-
llín (2001: 4), el proceso de participación en la formula-
ción del Plan, contó con aportes de las JAL, los Comités
Plan de desarrollo municipal 1998 - 2000 Comunitarios de Desarrollo Integral, las Juntas de Acción
Comunal, grupos étnicos e instituciones representativas de
la sociedad civil, como el Consejo Municipal de Planeación,
El plan de desarrollo municipal de estos años, de-
el Concejo de Medellín, ONGs, sector público y privado,
nominado “Por una ciudad más humana” y liderado
agremiaciones y universidades (MASO, 2008: 185,186). No
por el alcalde Juan Gómez Martínez, fue el segundo
obstante,
de la ciudad conforme a los mandatos constitucio-
nales. En su vigencia se formuló y reglamentó el […] los temas de participación, deporte y recreación, y apoyo
POT, de acuerdo con la Constitución Nacional y a la a la empresa tradicional, asociados a las dimensiones so-
Ley 388 de 1997 (MASO, 2008: 160,161). ciocultural, política y económica no fueron abordados en el
contexto. Los programas presentan tal cantidad de metas
Se consideraron cinco líneas estratégicas: el desa-
que no se pueden concretar en el tiempo de la administra-
rrollo social y la calidad de vida, mediante la política
ción. Se le da mucha importancia al espacio público desde
social y la atención a minorías; el espacio público
aspectos físicos (equipamientos de ciudad), sin el rescate de
como estructurante de la ciudad y formador de ciu-
aspectos socioculturales (MASO, 2008: 189).
dadanía; el desarrollo económico por medio de la
articulación metropolitana y regional, la competiti-
194 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Veedurías al Plan de Desarrollo

La aprobación del Plan de Desarrollo y sus respectivos planes de inver-


sión y presupuesto, fue un asunto vital en la gestión de los alcaldes y
demás autoridades municipales y gubernamentales. No obstante las li-
mitaciones impuestas por la Ley 152 o Ley del Plan, la experiencia de la
participación ciudadana y veeduría en Medellín fue valiosa.
Después de expedida dicha Ley, un grupo de ONGs y de Consejos de Pla-
neación constituyeron una red para promover la planeación participativa
y empezaron a impulsar la elaboración de Proyectos de Acuerdo muni-
cipal con miras a crear Sistemas de Planeación Local, de carácter par-
ticipativo. Estas propuestas se presentaron en ciudades como Bogotá,
Medellín y Cali, donde la Red de Planeación tenía buena presencia en los
respectivos Consejos Territoriales y donde se contaba con otros aliados
para esta causa (Bernal, 2004: 122).
Según la experiencia del Consejo Nacional de Planeación y de la mayoría
de los Consejos Territoriales, incluido el de Medellín, los gobernantes
le prestaban escasa atención y poco tenían en cuenta los aportes y pro-
puestas de la ciudadanía; la norma no los obligaba en este sentido, de
manera que la participación de los Consejos Territoriales se formaba por
mandato de la norma y no por iniciativa de las organizaciones sociales
que los conformaban.
En última instancia, todo el poder para aprobar o rechazar se concen-
traba en el Alcalde y los Concejales. A la sociedad le quedaba el recurso
del seguimiento, la evaluación y el control, que en el caso de Medellín
ha sido un recurso bien aprovechado a través de la Veeduría Ciudadana
al Plan de Desarrollo (Bernal, 2004: 123). Sólo mediante esta figura, fue
evidente cierto nivel de consolidación. A partir de un grupo de 24 institu-
ciones, gremios y organizaciones de la sociedad civil, se acordó construir
este espacio para hacer seguimiento y evaluación a las distintas metas y
programas del Plan de Desarrollo de la ciudad y, en lo posible, formular
recomendaciones a los administradores (Bernal, 2004: 124,125).
Gracias a la iniciativa y al esfuerzo de sectores de la sociedad civil y el
apoyo de algunas fuerzas políticas, se presentaron avances en los dere-
chos de participación respecto al Plan de Desarrollo. Pero, a la hora de
aprobar los presupuestos de la ciudad, los mecanismos se mostraban
precarios.
195

Planeación estratégica

Antioquia siglo XXI

U
no de los primeros proyectos de planeación estratégica, que contó con el apoyo de los sectores
público, privado, social y académico fue Antioquia Siglo XXI, convocado en 1986, en el llamado En-
cuentro de Quirama.
Paralelamente, en el país, se estaban adelantando otros tres importantes proyectos prospectivos: “Co-
lombia siglo XXI”, liderado por Confecámaras y las Cámaras de Comercio del país; “El Cali que quere-
mos” y “El Valle del futuro”. También, el Consejo Regional de Política Económica y Social (Corpes) de la
Costa Norte, realizó un estudio llamado “La Costa año 2000”, y otros departamentos, incluyendo los del
Eje Cafetero, empezaron a formular sus proyectos para el nuevo siglo (Anotaciones sobre Planeación No.
35, 1990: 3).
Diversas iniciativas para la integración regional se potenciaron desde proyectos como Antioquia Siglo XXI
y Visión Antioquia Siglo XXI. Éstos, a su vez, fueron claros antecedentes del Plan Estratégico para Mede-
llín y el Área Metropolitana (PEMAM).
Una vez realizados los ejercicios de planeación por escenarios y prospectiva, la Visión Antioquia Siglo XXI
fue presentada en noviembre de 1997 como: “En el año 2020 Antioquia será la mejor esquina de América,
justa, pacífica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”. En 1998 ya había logrado adelantar un
proceso de concertación sin antecedentes en la historia de Antioquia, con 1.200 instituciones convocadas
y cerca de 750 participantes.

Plan Estratégico para Medellín y el Área Metropolitana


En la administración de Sergio Naranjo Pérez
La Alcaldía de Medellín en convenio con el Programa de Gestión (1995-1997), se estableció la Consejería Eco-
Pública de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), em- nómica y de Competitividad para Medellín, la
prendió entre 1995 y 1997, la formulación de un plan estratégico cual tuvo entre sus tareas la formulación de un
para la ciudad y el área metropolitana, en el que participaron proyecto de ciudad, que integrara los esfuerzos
diversos actores de la ciudad y el Valle de Aburrá, con asesoría aislados de la administración pública, el sector
técnica y sobre todo, con las organizaciones sociales y comu- privado y la sociedad civil (Echeverría y Bravo,
nitarias que encontraron en este contexto un espacio para ser 2009: 28).
escuchadas. El PEMAM contó con una sólida base de con-
Se hizo, en diciembre de 1995, la convocatoria pública para par- certación y participación, una proyección a lar-
ticipar de los trabajos del Plan Estratégico. La idea central fue go plazo y una visión subregional apoyada en
definir el «futuro concertado de la ciudad de Medellín y el Área la imagen de Medellín como “Ciudad-Región”
Metropolitana a 15 años». Este proceso, terminó con la apro- que habría de presidir, promover y coordinar
bación de un texto del Plan, entregado a la opinión pública en los grandes cambios asociados a los conceptos
agosto de 1997. de competitividad nacional e internacional y la
globalización de su desarrollo Su formulación,
Aspectos como la descentralización intraurbana, la planeación logró la presentación y el acopio de un sinfín de
zonal, el barrio como elemento de cohesión social, y la estruc- propuestas sobre temas fundamentales como
turación de lo metropolitano y lo regional, fueron retomados en educación, empleo, seguridad, convivencia y
la formulación del PEMAM. Este Plan llegó a identificar proyec- paz, espacio público y medio ambiente; y per-
tos estratégicos y actores, pero, durante la segunda Alcaldía de mitió recuperar la importancia de la planeación
Juan Gómez Martínez, no fue adoptado como una estrategia de estratégica, en un momento en el cual muchos
su gobierno.19 técnicos y algunos políticos creían que no tenía
sentido planificar a largo plazo, pues se confia-
ba en los ajustes que pudiera hacer el mercado
para definir los rumbos futuros (Bernal, 2004:
19 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca
Belén, Medellín, 9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010.
127).
196 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Tres puntos fundamentales para el desarrollo de la planificación estratégica fueron articulados por el PE-
MAM. El primero, permitir que la ciudad conservara enseñanzas derivadas de procesos anteriores, es decir,
haber construido un diálogo entre el saber institucional, representantes de la administración local −en este
caso el DAPM−, el saber experto proporcionado por académicos de la región, nacionales e internacionales, y
el saber social, puesto en escena por diversas organizaciones comunitarias y miembros de ONGs.
El segundo, haber generado los espacios para que este encuentro se diera en escenarios públicos y abiertos
para la confrontación de los problemas y dificultades latentes en la ciudad, con la participación de diversos
sectores de la misma y del Área Metropolitana, asesoría técnica y, sobre todo, con las organizaciones sociales
y comunitarias que pudieron ser escuchadas. Y, tercero, la creación de espacios de construcción de lo públi-
co, por el reiterado interés en proyectos colectivos del futuro (Echeverría y Bravo, 2009).
Ésta fue la primera vez en la historia de la ciudad, en la que el resultado de la planeación fue fruto de la inte-
racción de sectores no pertenecientes exclusivamente a las élites locales (Fernández, 2002: 35). Constituyó
otra buena oportunidad para pensar la ciudad y la región; permitió el encuentro de muchas instituciones,
organizaciones y líderes de la ciudad, propició el debate y formuló algunas propuestas interesantes.
Con el propósito de mejorar el panorama social, bajar la intensidad del conflicto, contar con una sociedad
más educada, informada, capacitada y comprometida con los asuntos públicos, el PEMAM se convirtió en
condición para alcanzar la competitividad de la ciudad, el crecimiento económico sostenible y sostenido y el
cambio en la imagen de Medellín.

176. Vista panorámica sur del Valle de Aburrá, municipios de Envigado, Itagüi, Sabaneta y La Estrella.
Planeación estratégica 197

Para entonces, el conflicto creado por el narcotráfico, había generado


un ambiente de incertidumbre, vulnerabilidad urbana e inestabilidad
social. En medio de esta crisis y de un déficit social acumulado, que
alcanzaba niveles alarmantes y se expresaba en elevados indicado-
res de inequidad, el PEMAM propició que diversos sectores asumieran Algunos de los proyectos del PEMAM ya
colectivamente desafíos económicos, sociales y culturales. La ciudad habían sido previstos y planeados por y
debía reconocer su condición crítica y trabajar en sus fortalezas y para dicho sector, y su desarrollo siguió
oportunidades para que los diversos planes de desarrollo tuviesen el independientemente de la marcha del
impacto deseado. resto del plan. Por otra parte, el proceso
puso en evidencia la ausencia de compro-
En la primera fase de desarrollo del PEMAM –iniciada en junio de
miso de los sectores políticos, del movi-
1995−, se adelantó su preparación. Se seleccionaron y sensibilizaron
miento sindical y de muchos actores de
los actores y se contrataron representantes del Plan Estratégico de
los otros municipios del Área Metropoli-
Barcelona; la ciudad se vinculó con la Red de Ciudades promovida por
tana (Bernal, 2004: 128,129).
el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU).20
Definida la financiación del proyecto, el equipo técnico y la estructura Desde septiembre de 1998 se cambió de
organizativa del Plan, se firmó un acuerdo de cooperación entre cua- rumbo en los destinos del Plan y a partir
renta entidades de la ciudad, para hacer de Medellín una de las gran- de 1999, ya estaban en marcha algunos
des ciudades latinoamericanas (Echeverría y Bravo Giraldo, 2009: 40). proyectos del PEMAM.21 A partir del año
2000, se concretó la cooperación para el
La formulación de la segunda fase del PEMAM –iniciada en febrero de
desarrollo del Plan por dos años entre el
1996− empezó con la aplicación de una encuesta de amplio espectro a
Área Metropolitana, la Cámara de Comer-
los actores de la ciudad, para generar confianza e identificar los gran-
cio de Medellín, la Cámara de Comercio
des temas que comprometían el futuro y la realización de estudios
del Aburrá Sur, el Municipio de Envigado
sectoriales para establecer de manera precisa los puntos en conflicto.
y el Municipio de Medellín. Además, se hi-
Entre agosto y diciembre de 1997 se desarrolló la tercera fase, cen- cieron ajustes de acuerdo con el proyecto
trada en la gestión de la continuidad entre un gobierno y otro, dado Visión Antioquia Siglo XXI.
que ésta es una de las mayores dificultades que enfrenta cualquier
El DAPM coordinó y desarrolló de mane-
proyecto a largo plazo. Se trató de la posibilidad de mantener un plan
ra decisiva el PEMAM. En este proceso y
estratégico de amplio consenso para generar grandes impactos en la
ante la necesidad de construir confianza,
ciudad y formular políticas urbanas de mayor alcance.
se debió legitimar la convocatoria de la
Fue así como el Plan de Desarrollo 1998-2000 destacó la importancia Alcaldía a través de la Consejería para la
del Plan Estratégico, no sólo como una norma, medida administrativa Competitividad y el Empleo, a fin de ga-
o programa de gobierno, o como proyecto global para la ciudad, sino rantizar el sentido público del Plan por
como un contrato político entre las instituciones públicas y la sociedad encima del sentido gubernamental. Otra
civil. La gestión estratégica se adelantó en la fase cuatro, entre enero de las dificultades que se debió afrontar
y agosto de 1998. Era necesario que se integraran los distintos orga- fue la poca claridad acerca de la partici-
nismos del Plan, para definir una estrategia urbana, unos criterios de pación de los actores públicos. Además,
actuación y unos proyectos que alcanzaran su plena realización para las presiones por entregar resultados de
el año 2015. los planes con plazos ineludibles, hizo
Sin embargo, con el inicio de la segunda administración de Juan Gó- que en muchos casos, se sacrificaran los
mez Martínez, muchos sectores y personas se marginaron del pro- procesos de construcción colectiva que
ceso; se asumió que el Plan era del Alcalde, en manos de quien se requerían tiempos apropiados (Echeve-
dejó toda la dinámica del mismo, comprometiendo los resultados. La rría y Bravo, 2009: 57).
construcción de un proyecto de ciudad y de región que contribuyera a
la superación de la crisis diagnosticada no pudo lograrse, como tam-
poco el propósito de alcanzar acuerdos sociales. Y los pocos proyectos 21 Proyectos como: La revitalización del Museo
del PEMAM que tuvieron algún desarrollo, se relacionaron con las ne- de Antioquia y su entorno (Ciudad Botero) que
cesidades e intereses del sector empresarial (Bernal, 2004: 125,126). pasó a ser uno de los proyectos impulsores
del futuro de la ciudad metropolitana; el Pro-
grama de Convivencia Ciudadana, base para
impulsar un sistema metropolitano de con-
vivencia; el Museo de Ciencia y Tecnología; y
20 El CIDEU es una asociación en la que participan ciudades vinculadas por la Pla- un impulso a la cadena de servicios médicos y
nificación Estratégica Urbana (PEU). Fue constituida en Barcelona en 1993, para odontológicos avanzados (Echeverría y Bravo,
compartir en red los beneficios derivados del seguimiento de procesos de PEU. 2009: 51).
198 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Contenidos e impactos
En el PEMAM confluyeron diferentes formas
de planeación: la zonal, la prospectiva y la
estratégica. La planeación zonal, esencial-
mente participativa y centrada en el acer-
camiento de los actores, tuvo para ese mo-
mento, un carácter más interno y social que
territorial, una perspectiva espacial y tem-
poral, más micro, y una base más centrada
en la valoración de los intereses de los acto-
res internos, que en metodologías técnicas.
Se comprendió que para los procesos de construcción de lo público
La planeación prospectiva, por su parte, se
no se trataba de tomar decisiones, sino de construirlas socialmen-
fundamentó en la vinculación de técnicos
te y de lograr formas de comunicación efectivas que condujeran a
externos, con un énfasis metodológico más
la concertación. En este marco, hubo escenarios donde se pudie-
económico que social y una perspectiva es-
ron articular las discusiones, aunque con grandes dificultades para
pacial más regional y temporal de largo pla-
conciliar las ideas, porque los actores no coincidían en metodolo-
zo. En el caso de Medellín, estas diferencias
gías, protocolos y reconocimientos de necesidades. Los escenarios
confluyeron parcialmente dentro del mismo
colectivos permitieron la elaboración de los discursos de mayor
proceso y metodología de la planeación es-
consenso, pero no posibilitaron a fondo la concertación ni la nego-
tratégica, logrando conexiones interesantes
ciación (Echeverría y Bravo, 2009: 67).
(Echeverría y Bravo, 2009: 59).
En síntesis, el PEMAM logró consolidar nuevas estrategias para la
Cuestionando los alcances de la planeación
posterior planeación de la ciudad y demostró que puede hacerse
en términos de su significación democráti-
planeación con calidad y con debate público. Así mismo, generó un
ca, abriendo la participación al desarrollo de
compromiso sobre el desarrollo entre múltiples actores, modificó
políticas urbanas −mediante un proceso más
muchas perspectivas y superó los cortos plazos (Echeverría y Bra-
institucionalizado− y posibilitando las de-
vo, 2009: 102).
mandas e imágenes de un nuevo escenario
de planificación y acción, el PEMAM marcó
una ruptura con los procesos institucionales
y sociales que le precedieron.

177. Jardín Infantil del programa Buen


Comienzo, sector La Huerta, Ciudadela Nuevo
Occidente, Noroccidente de la ciudad.
199

Surgimiento del Ordenamiento Territorial

A
l no lograr grandes impactos frente a la crisis ambiental, social,
económica y de gobernabilidad que atravesaban las ciudades co-
lombianas, los Planes de Desarrollo habían sufrido cierto desgaste
a fines de la década del noventa. Además, la vigencia de la descentrali-
zación y diez años de experiencia en la gestión local, plantearon la ne-
cesidad y oportunidad de contar con nuevas herramientas de planeación
adecuadas a la escala geográfica y política municipal. Estas realidades
sirvieron de base para la iniciativa de los Planes de Ordenamiento Terri-
torial municipales (MASO, 2008: 101).

Desde los años cincuenta se fue abonando el terreno en la pla-


neación del territorio en nuestro país. Con reglamentaciones,
que van desde el mandato constitucional hasta la Ley 388 de
1997, fue posible que el ordenamiento territorial se ocupara de
fenómenos tan diversos como el crecimiento social y demográ-
fico y su distribución, localización y comunicación (MASO, 2008:
340,341). En Colombia se adoptó el modelo hispano de ordena-
miento territorial. En el caso de España y otros países europeos, Plan como una herramienta flexible con visión
los POT fueron herramientas que impactaron las finanzas mu- de región, para construir la sostenibilidad del
nicipales mediante la utilización de nuevos instrumentos eco- territorio, consolidar la competitividad de Me-
nómicos. dellín y el Valle de Aburrá, lograr más equidad y
recobrar la valoración del espacio público como
Con la Ley 388, a partir de principios de participación y enmar-
esencia de la ciudad. Posteriormente, en 2006,
cados en los criterios de competitividad, de acuerdo con las po-
fue ajustado por el Acuerdo No. 046. Aunque en
líticas internacionales del mercado y del desarrollo sostenible,
sus inicios, el POT apareció desarticulado de los
se introdujeron nuevos conceptos en materia de planeación.
otros instrumentos de planeación vigentes en el
Mediante la aplicación del POT, se trató de planear y ordenar el
municipio, el DAPM asumió la tarea y logró arti-
territorio para orientar el desarrollo integral. Cada ente territo-
cularlo al Plan de Desarrollo.22
rial o región, podría estudiar el resultado histórico de su trans-
formación, explicando el proceso de utilización de recursos y Desde el diagnóstico, las bases de su formula-
ocupación del espacio geográfico, para orientarlo y organizarlo ción, el seguimiento y la evaluación del POT, se
hacia el futuro, en materia administrativa, jurídica, ambiental, generó un proceso de participación ciudadana
social y económica (García, 2000: 266). en Medellín, en el que la Escuela del Hábitat de
la Universidad Nacional de Colombia, sede Me-
Como instrumentos para los procesos de planeación del orde-
dellín, desempeñó un importante papel. Para
namiento territorial se establecieron: la acción urbanística, los
recoger el saber acumulado por la ciudad, la
POT, los planes básicos, los esquemas de ordenamiento, lo re-
Administración Municipal diseñó una estrategia
lativo a la vivienda de interés social y los planes parciales. Estos
que garantizó la consulta democrática en todas
últimos, fueron entendidos como herramientas para desarro-
las fases del POT, en cumplimiento de lo esta-
llar y complementar las disposiciones de los POT en determi-
blecido por la Ley 388 (MASO, 2008: 308).
nadas áreas del suelo urbano y para las incluidas en el suelo de
expansión urbana (MASO, 2008: 54).
Mediante el Acuerdo No. 062 de 1999, durante la administra-
ción de Juan Gómez Martínez, se adoptó el POT para Medellín
y se complementó la legislación nacional, al considerar este

22 Conversatorios con servidores y ex servidores del


DAP, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de noviem-
bre y 2 de diciembre de 2010.
200 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Logros del Plan de Ordenamiento Territorial

El diagnóstico realizado para Medellín y sus alrededores, en el marco del POT,


dio cuenta de una realidad territorial compleja. Se identificaron varias proble-
máticas latentes asociadas al crecimiento poblacional, al enfoque industrial
o económico del desarrollo y al tema ambiental. Así mismo, se reconoció la
necesidad de establecer ejes estructurantes de la ciudad, en materia de la or-
ganización y disposición del espacio público, la vivienda, los servicios públicos,
la infraestructura vial y el transporte (MASO, 2008: 297).
Los problemas relativos a la vivienda, al uso y ocupación del suelo, hicieron
parte del diagnóstico realizado en 1999. Se señaló la inadecuada ocupación del
territorio, con una poca correspondencia entre las características topográficas
del Valle y las densidades diferenciales que presentaba el desarrollo urbano.
Igualmente, se reconoció el deterioro en la cobertura y calidad de los equipa-
mientos colectivos y las limitaciones agrológicas y topográficas del suelo rural.

178. Recuperación y Generación de nuevo espacio público, vista panorámica de la Plaza de las Esculturas y el Museo de Antioquia.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 201

179. Vista panorámica de la Comuna 13 San Javier, Intervención integral en las zonas con mayores problemáticas en la
ciudad, recuperación y generación de espacio público, equipamientos y sistemas de movilidad.

Con el crecimiento y funcionamiento de la municipalidad, Medellín Como resultado del POT, el proyecto de
fue haciéndose progresivamente inseparable de los otros nueve mu- ciudad para Medellín, consignado en el De-
nicipios del Valle de Aburrá, aunque en la ciudad se congregaba un creto 345 de 2000, propuso una zona rural
alto porcentaje de la población y aún más, en la aglomeración con- con alta producción ambiental, que cum-
tinua conformada con Bello, Envigado, Itagüí y Sabaneta. No obstan- pliera funciones ecológicas de equilibrio
te, para finales de la década del noventa, la Ciudad Metropolitana entre el municipio y el área metropolitana y
evidenciaba una creciente interdependencia con los municipios del presentara ofertas eco turísticas. Además,
Oriente y Occidente cercano, con lo cual se empezaba a configurar que tuviera una dotación suficiente de vías
una ciudad extendida. A este espacio más amplio se le comenzó a y equipamientos para su desarrollo integral
llamar “Gran Región Metropolitana” y fue necesario concertar y co- y adecuada articulación con el área urbana.
ordinar una planificación conjunta, para atender problemas que eran También, que contara con un crecimiento
comunes. orientado hacia adentro, con énfasis en las
zonas centrales próximas al río Medellín,
Entre 1999 y 2006, se dio un énfasis territorial en los procesos de
el cual debería estar integrado espacial y
planeación. La formulación del POT, reafirmó la importancia y el de-
ambientalmente al desarrollo urbanístico
safío que constituía para Medellín la construcción de procesos con-
de la municipalidad, para aportar a su valor
certados de planificación supramunicipales y regionales, en los años
paisajístico y a su espacio público (MASO,
siguientes. Sin embargo, la no coincidencia a nivel departamental,
2008: 303,304). Se propuso, entonces, una
municipal y nacional entre la periodización de los planes y los tiem-
ciudad sostenible y sustentable; equitativa y
pos de gobierno, entre otros asuntos, se constituyeron en una gran
equilibrada en lo social, en lo cultural, en lo
limitante para la planeación regional.23
espacial y en lo funcional (Acuerdo No. 062,
1999).

23 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca Be-


lén, Medellín, 9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010.
202 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

CD 2. 180. Centro de Desarrollo Cultural de Moravia. Arquitecto Rogelio Salmona 2006-2008. En la actualidad, se
ha convertido en un epicentro para la cultura, la educación, la convivencia y la proyección comunitaria.

En sintonía con el POT, se fueron desarrollando, por iniciativa pública, privada o mixta,
Planes Parciales y Especiales para porciones específicas del suelo urbano y rural. Con
ellos, se buscó una racional mezcla de usos del suelo en la municipalidad, para poder
distribuir en el territorio las actividades productivas, comerciales y de servicios, los
equipamientos comunitarios y la vivienda (MASO, 2008: 303,304).
Apoyado en el PEMAM, el POT definió como proyectos relevantes para la ciudad, entre
otros, el Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología −hoy Parque Explora− y el Boulevard
y ciudadela de la Salud24 y el Mejoramiento integral del barrio Moravia.

24 A propósito de este proyecto local, en el Plan de Desarrollo 2008-2011, se consideró la construcción de


nuevos equipamientos en salud, como la Clínica de la Mujer y la Casa del Adulto Mayor.
203

Permanencia de viejos retos y aparición de nuevos desafíos

La transformación de Medellín se ha dado en medio de la permanencia de viejos


retos y la aparición de nuevos desafíos, y en este proceso, la oficina de Planeación
ha cumplido y cumple un papel muy importante. El DAPM cuenta hoy con instru-
mentos de planeación a corto, mediano y largo plazo.
El Plan Estratégico denominado Medellín y el Área Metropolitana 2015 –el cual se
ha venido ejecutando−, incorpora el largo plazo; a mediano plazo se cuenta con la
ejecución del Plan de Desarrollo 2008-2011 y el POT, contextualizados en el largo
plazo; y en una temporalidad más inmediata, con la gestión de oportunidades en
intervenciones de alto impacto que se presenten en medio de actividades a media-
no o largo plazo (Medellín, BID, 2009: 171).
Además de estos instrumentos −que se han ido perfeccionando−, después de esta-
blecida la elección popular de alcaldes y con las dinámicas de la ciudad, se produjo
un cambio importante: el DAPM logró trascender los ejercicios realizados antes
de los años noventa, que eran eminentemente técnicos y de poca continuidad. En
los últimos años, el quehacer de la entidad se ha caracterizado por la institucio-
nalización del proceso de planeación, la sofisticación en el empleo de indicadores,
el uso de observatorios sectoriales y la creación de un Observatorio de Políticas
Públicas.25 También ha influido fuertemente en campos como el espacio público, la
vivienda y la participación ciudadana.
La mayoría de las problemáticas identificadas en el Municipio de Medellín son de
tipo estructural y obedecen a acumulados históricos. De tal manera que mientras
se avanza, aparecen otras problemáticas a las que hay que hacer frente. La carga
de trabajo cotidiano y la necesidad de atender coyunturas, han entorpecido y limi-
tado la capacidad de planeación estratégica (Alcaldía de Medellín, BID, 2009: 171).
En las dos últimas administraciones, por ejemplo, se han llevado a cabo programas
para mitigar y enfrentar el déficit habitacional y la realidad de las viviendas asen-
tadas en zonas de riesgo. Pero, con la llegada permanente de desplazados −en un
alto porcentaje en condiciones de pobreza−, la ciudad vive una demanda creciente
de infraestructura, servicios y cobertura social. Al déficit cuantitativo y cualitativo
por falta de viviendas, se suman aquellas ubicadas en zonas de alto riesgo no mi-
tigable. La migración y el destierro de la población campesina siguen alimentando
los cinturones de pobreza en la periferia de la ciudad; de tal manera que cuando se
empiezan a subsanar problemáticas acumuladas, la ciudad enfrenta nuevos retos
(Medellín, BID, 2009: 29).
A pesar de los avances en los últimos años, en materia de espacio público, Medellín
tiene grandes carencias que repercuten en la marginalidad social y la segregación
de la población. Esto se evidencia en asentamientos humanos con altas densidades
y una generación insuficiente de nuevos espacios públicos.

25 A propósito de este proyecto local, en el Plan de Desarrollo 2008-2011, se consideró la construc-


ción de nuevos equipamientos en salud, como la Clínica de la Mujer y la Casa del Adulto Mayor.
204 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

BPP-F-015-0138. 181. Calle Colombia a


la altura de la Carrera Bolívar, en 1974.
Desde finales del siglo XIX ha sido uno de
los ejes de circulación más importantes
de la ciudad.

En términos comparativos con los demás municipios del país, Medellín ha alcanzado
grandes logros con el liderazgo del DAPM; pero, frente a las demandas y los proble-
mas crecientes de la ciudad, cualquier esfuerzo parece insignificante. Son tales los
desafíos, que “es difícil demostrar buenos resultados y existe siempre el riesgo de
volver a los viejos esquemas de la politiquería y la corrupción” (Medellín, BID, 2009:
180). Por tanto, resulta necesario orientar esfuerzos para solucionar estos asuntos
de gran escala.
Para 1999, no obstante las problemáticas de suelo y de habitación en la municipa-
lidad, existía una buena dotación de servicios públicos y un adecuado sistema de
transporte masivo; se contaba con un avance significativo en telecomunicaciones;
en la conformación de servicios generales en el campo de la salud, la educación, la
información y las finanzas, entre otros; y en la formulación de proyectos culturales y
ambientales. Frente al tema del transporte y la movilidad, la ciudad históricamente
enfatizó en la atención de las necesidades derivadas de la circulación vehicular, más
que en las demandas de espacios para el peatón.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 205

Aunque se han logrado importantes


avances, el conflicto armado y la guerra
que de tiempo atrás vive el país, han afec-
tado de manera particular a la ciudad de
Medellín. En los últimos veinte años, con
altibajos en su intensidad, esta situación
alcanzó características dramáticas para
la población civil, causando daños, socia-
les y económicos, y se constituyó en un empleo y marginalidad urbanos, reflejados en la movilidad, en el
obstáculo significativo para las metas de deterioro del medio ambiente y en el agotamiento de los suelos
desarrollo humano. disponibles para la expansión de la urbe.
Sumado a esto, la creciente afluencia Otra dificultad significativa para la ciudad, tiene que ver con los
de población desplazada que se asienta, bajos niveles de coordinación, cooperación y asignación de sub-
principalmente, en zonas de la periferia sidios con el gobierno nacional y departamental para atender la
y sectores deprimidos de la ciudad, agra- problemática del desplazamiento. No obstante, se han incremen-
va aún más las situaciones de pobreza. tado las tasas de escolaridad y se ha aumentado el número de
Hoy en día, la alta densidad poblacional viviendas, al igual que la cobertura de sus servicios básicos. A
en Medellín no es sólo un problema que través del Índice de Calidad de Vida (ICV)− y del Índice de De-
concierne a la ocupación del territorio; se sarrollo Humano (IDH), −incluidos en los dos últimos Planes de
manifiesta también en problemas de des- Desarrollo− se hace seguimiento a estas variables.

182. Asentamiento informales, sector Olaya Herrera, cuenca de la Quebrada La Iguaná.


206 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Modelo Medellín de buen gobierno

Recién iniciado el siglo XXI, se generalizó el ambiente de desconfianza


entre la sociedad y el Estado, fruto de muchos años de administraciones
municipales que no lograron solucionar problemáticas fundamentales
de las comunidades urbanas y rurales. A esta desconfianza contribuyó,
por una parte, el control territorial ejercido por actores no estatales ar-
mados, que cobran tributos e impuestos y restringen la movilidad y la
vida comunitaria; y, por otra, relaciones clientelistas entre la municipa-
lidad y las organizaciones sociales.

Frente a este panorama, las dos últimas ad-


ministraciones de la ciudad han trabajado en
la restitución de la confianza en el Estado,
mediante la aplicación del Modelo Medellín
Buen Gobierno, para crear una ciudad sos-
tenible, de inclusión y de oportunidades, que
sirva de laboratorio de gestión pública.
Otras ciudades en el país y en el mundo, res-
catan dicho modelo como un ejemplo inspi-
rador. Medellín es reconocida por la renova-
ción e innovación urbanas, los esfuerzos en
materia de desarrollo sostenible y los avan-
ces en gestión pública; así como por la im-
plementación exitosa de modelos en temas
tan diversos como: educación, arte y cultura,
transporte multimodal, participación ciuda-
dana, gestión por resultados y transparencia
en la administración de los recursos públicos
(Medellín, BID, 2009: 27).

183. Parque Biblioteca España en el barrio Santo Domingo Savio, uno de los
componentes principales de la intervención integral para el mejoramiento de la calidad
de vida de los habitantes del sector.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 207

184.Jardín infantil del programa Buen Comienzo barrio Castilla, Noroccidente de la ciudad.

En las alcaldías de Sergio Fajardo Valderrama (2004-2007) y Alonso Salazar


Jaramillo (2008-2011), la aplicación del Modelo Medellín se ha traducido en una
combinación coherente de planes, programas, proyectos y estrategias de calidad.
Así mismo, en un compromiso ético respecto a los principios de una gestión
pública transparente y la aplicación de herramientas de planeación estratégica
(Medellín, BID, 2009: 27).
Todos estos componentes del Modelo han sido marco de referencia y actuación
para el DAPM. Se pasó de emprender grandes procesos de planificación que des-
gastaron la relación con la ciudadanía, a “planear haciendo”; es decir, a ejecutar
proyectos concretos donde se integró, simultáneamente, la planeación y la ac-
ción social. Así mismo, se propuso una gestión física integral con calidad y diseño;
y con la participación activa de las comunidades como requisito para lograr la
transformación urbana, se contempló la gestión social y de comunicación pública
(Medellín, BID, 2009: 109).
208 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

185. Consolidación habitacional “Nuevo Sol de Oriente” en la quebrada Juan Bobo, Comuna 2. Hace parte del Proyecto
Urbano Integral de la Zona Nororiental.

186. Puente de La Paz entre los barrios Andalucía y La Francia en el sector de Santo Domingo Savio,
Comuna 2, que también hace parte del PUI nororiental.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 209

El modelo avanza en la definición de los Proyectos Urbanos Integrales (PUI)26 como


una estrategia social que implica disponer de todos los instrumentos necesarios para
lograr el desarrollo en los territorios de la ciudad donde se realizan (Medellín, BID,
2009: 110).
Como áreas de gestión del modelo de Buen Gobierno se destacan: Medellín, la más
educada; urbanismo social; espacio público y vivienda; inclusión y equidad; arte y cul-
tura ciudadana; seguridad ciudadana y convivencia; competitividad y cultura de em-
prendimiento. Y como mecanismos de la gestión: planeación, monitoreo y evaluación;
finanzas y transparencia; participación política y social; comunicación pública e inter-
nacionalización (Medellín, BID, 2009: 51). Además, cabe destacar que en el Modelo
se hace un reconocimiento de lo rural y se propende por un equilibrio con lo urbano.

187. Proyectos Urbanos Integrales (PUI), Una estrategia social que implica disponer de todos los
instrumentos del desarrollo en pro del mejoramiento de los territorios mas defisitados.

26 La Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), es la encargada de liderar los Proyectos Urbanos Inte-
grales (PUI), los cuales están orientados a la transformación del territorio, desde lo social, físico e
interinstitucional. Mediante obras de infraestructura de calidad y con la participación de la comuni-
dad, se logra garantizar su sostenibilidad e incorporar todos los elementos del desarrollo de forma
simultánea y planeada.
210 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Cambios en la estructura interna del DAPM

Anteriormente, el DAPM era visto dentro de la Administración


Municipal como un espacio de estudiosos, encerrados en su
mundo. Y, aunque Planeación marcaba pautas en el Municipio,
cada Secretaría se desempeñaba de manera diferente para res-
Reestructuración del DAPM en el nuevo siglo
ponder por su objeto; situación que cambió en 1994 con el esta-
blecimiento de la Oficina de Control Interno.27 Con las Curadurías Urbanas, establecidas
a nivel nacional mediante Decreto 2150 de
De acuerdo con la información consignada en los Anuarios Esta- 1995, se trató de resolver graves problemas
dísticos, el Departamento de Evaluación y Seguimiento, y la Uni- en las oficinas de planeación en el país. En-
dad de Soporte en Informática, aparecieron en 1997; se mantu- cargadas de adelantar las gestiones para li-
vieron tres divisiones y la Secretaría General en un mismo nivel, cencias de urbanismo y construcción, en el
pero con mayor especialización en sus funciones. Esta depen- caso de Bogotá, Cali, Barranquilla, Pereira
dencia contaba con el Departamento Jurídico y el Departamen- y Armenia, su funcionamiento era caótico.
to de Servicios Generales a cargo de la Biblioteca, el Archivo Mientras que en el caso de Medellín, la Ofici-
y la Correspondencia. La División de Análisis estaba integrada na de Planeación trabajaba adecuadamente,
por los departamentos de Análisis Económico, Análisis Social, pero tenía que concentrar buena parte de sus
Planificación Administrativa y Análisis Estadístico, este último esfuerzos en la ejecución de trámites.
compuesto por la sección de Estadísticas Básicas de Investiga-
ción y la sección de Evaluación y Codificación. Esta normativa propuso descongestionar y
mejorar la planeación urbano local, al delegar
En la División de Planeación Física estaban el Departamento funciones públicas en particulares y trasladar
Técnico y el de Vías y Transporte. En el primero, funcionaban tareas administrativas que habían sido histó-
las secciones de Ingeniería, Asesoría Metropolitana, Diseño ricamente desarrolladas por los entes esta-
Urbano, Geografía Metropolitana (con tres grupos: Cartografía tales de planeación. Y, en el caso del DAPM,
y Fotograma, Levantamientos Geográficos y Planoteca, y el de permitieron que abandonara el esquema de la
Usos y Normas sobre el Suelo); en el segundo, las secciones aplicación normativa y los trámites rutinarios
de Diseño de Vías y Transporte, y la de Geodésica. La División para concentrarse en otros proyectos más vin-
de Aplicación contaba con tres departamentos: Control, con las culados con las reflexiones y acciones sobre la
secciones de Asentamientos Subnormales, Control de Vivienda ciudad y su futuro.
y Supervisión Urbanística; Interventoría y Recibo; y el departa-
mento de Licencias. Además de los cambios derivados de la crea-
ción de las Curadurías Urbanas finalizando la
década del noventa, en el Plan de Desarrollo
“Medellín Competitiva 2001-2003”, se reor-
ganizó la estructura de funcionamiento del
DAPM. Se consolidó un equipo de trabajo de
alto rendimiento, calidad técnica y dedica-
ción exclusiva, y se adoptó el pensamiento
prospectivo y los proyectos estratégicos, para
redefinir el rumbo de la ciudad y generar los
encadenamientos necesarios para potenciar
su competitividad (Alcaldía de Medellín, DAP,
2004: 1,2).

27 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca


Belén, Medellín, 9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 211

188. Parque Explora, Museo de Ciencia y Tecnología.

En el año 2002, mediante Decreto Municipal 151, se reestructuró administrativamente el


Municipio de Medellín; así mismo, se definieron y asignaron los objetivos corporativos de
las entidades públicas de la administración central, se adoptó el Modelo Operativo por Pro-
cesos y se precisaron las áreas de agrupación de los diferentes macro procesos y procesos,
para el cumplimiento de la razón de ser institucional.
El DAPM no estuvo al margen de estos desarrollos. Se trató de una dinámica de moderni-
zación, en la cual la planeación fue entendida como un amplio proceso que debía retomar
el componente esencial de la planificación y producir: escenarios de futuro, diagnósticos
prospectivos, opciones y políticas estratégicas, información y estadísticas básicas, pro-
yecciones de ciudad, el POT y el Plan de Desarrollo Municipal (Medellín, DAPM, 2004:
6,7). Estos objetivos fueron alcanzados por el DAPM, ya reestructurado, con el trabajo de
cuatro subdirecciones: Planeación Estratégica, Planeación Territorial, Metroinformación
y Prospectiva.
212 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Departamento Administrativo de Planeación– 2010


Con el propósito de definir y configurar el modelo de desarrollo integral para el mu-
nicipio de Medellín en un entorno regional, nacional e internacional, actualmente
el DAPM está estructurado administrativamente con cuatro subdirecciones: Pros-
pectiva de Ciudad, Planeación Territorial, Metroinformación y Planeación Social y
Económica.
Para lograr que Medellín sea un municipio con desarrollo integral y sostenible,
orientado al mejoramiento de la calidad de vida para sus habitantes, el DAPM cum-
ple con varios objetivos corporativos, entre los que se destacan: el establecimien-
to de procedimientos y mecanismos para la elaboración, aprobación, ejecución,
seguimiento, evaluación y control del Plan de Desarrollo y el POT, con una visión
prospectiva y articulado con los planes nacional, departamental y metropolitano.
Igualmente, tiene como propósito orientar la formulación de los planes sectoriales,
parciales, zonales, especiales, corregimentales y de acción, en consonancia con la
legislación vigente y lo dispuesto en el Plan Estratégico y en el Plan de Desarrollo
de Medellín; además, consolidar metodologías para su seguimiento y evaluación.
Orientado a la proyección del Municipio de Medellín a todos los niveles, el DAPM
está encargado de analizar la información generada por las diferentes unidades
y dependencias, para asesorar la toma de decisiones por parte del Alcalde y las
entidades del orden municipal y orientar ajustes de las políticas públicas. También,
debe proponer la estructura de la organización municipal, adoptar nuevas políticas,
generar indicadores y planificar el desarrollo socio económico del territorio.
El fomento a la participación ciudadana en el proceso de planeación y la propuesta
de mecanismos modernos de evaluación, en lo relacionado con el desarrollo social,
económico y físico, el espacio público, los usos del suelo y la gestión urbanística de
las curadurías, son también funciones del DAPM.
En el caso de la Subdirección de Prospectiva de Ciudad, sus actividades tienen que
ver con la orientación de los planes estratégicos para proyectar nacional e interna-
cionalmente al municipio y con la estructura organizacional de diversos términos
para adaptarla a los nuevos retos de la globalización. También se encarga de la
formulación de escenarios de futuro y proyectos de largo plazo, de acuerdo con las
tendencias y procesos de cambio en todos los ámbitos.
Entre las funciones de la Subdirección de Planeación territorial están: promoción
de los mecanismos para la implementación del POT, con participación de la co-
munidad y unidades e institutos descentralizados; orientación en la formulación
de políticas urbanas para la legalización y ordenamiento urbanístico de los asen-
tamientos generados espontáneamente; consideración y recuperación del espacio
público; administración y evaluación del plan vial de la ciudad y coordinación del
sistema integrado de transporte; además, de la orientación del desarrollo físico
acorde con las políticas de la prestación de los servicios públicos.
Surgimiento del Ordenamiento Territorial 213

Por su parte, la Subdirección de Metroinformación se encarga de la articulación del Banco de Programas


apoyar a la Administración Municipal en cuanto a los requerimien- y Proyectos al Sistema Nacional, con el
tos de información y de guía a los usuarios que la demandan acerca ánimo de cuidar el cumplimiento de toda
de aspectos sociales, económicos, demográficos, físico espaciales, la normatividad; orientar la planeación
ambientales y legales, relacionados con los procesos de gestión, financiera y la formulación de los planes
planeación, investigación y desarrollo del municipio de Medellín. zonales y corregimentales; y direccionar
También, se ocupa de mantener y actualizar los índices más rele- la investigación, el análisis y el apoyo a la
vantes de la ciudad, observar el comportamiento del suelo y el mer- generación de empleo.
cado inmobiliario y hacer seguimiento y evaluación a las políticas
Bajo la dirección del DAPM, las cuatro sub-
de ordenamiento territorial. La propuesta, orientación y aplicación
direcciones que lo conforman, constituyen
de los instrumentos de clasificación socioeconómica y estratifica-
un mecanismo invaluable de apoyo a la
ción, hacen parte de sus funciones, así como la coordinación con
administración municipal. La división de
entidades públicas y privadas del Área Metropolitana en lo relacio-
funciones ha permitido una mayor espe-
nado con la información.
cialización y coherencia en la atención de
A la Subdirección de Planeación Social y Económica le correspon- los distintos frentes de la planeación de la
de: formular la construcción de las políticas públicas de acuerdo ciudad y en la acción de las entidades que
con los aspectos sociales y económicos de la localidad; asegurar participan de esta gestión ciudadana.

Retos del DAPM hacia el futuro


Los cincuenta años de existencia del DAPM, han permitido acumular experiencias,
reconocer los retos del presente y mirar los desafíos futuros como una oportu-
nidad permanente para adelantar las transformaciones institucionales, generar
espacios de interacción con otras entidades y proponer un proyecto de ciudad que
involucre a todos los actores sociales, políticos y económicos que participan en el
territorio.
Con tales propósitos, el enfoque del desarrollo humano sostenible, equitativo y
solidario, que ha sido orientador de la planeación, debe trascender el discurso.
Los servidores del DAPM reconocen que es necesario un trabajo sistemático en
temas como el empleo y la equidad, a fin de influir en la redistribución del ingreso;
al mismo tiempo, proponen prestar más atención a la gobernabilidad y a la forma-
ción de opinión y desplegar acciones más firmes en cuanto a la comunicación de
las realizaciones institucionales.28
Otro de los retos que enfrenta la institución tiene que ver con el carácter me-
tropolitano que adquieren los temas del desarrollo de las ciudades conurbadas.
La cada vez mayor articulación de las dinámicas de la ciudad con los territorios
vecinos y con las redes de ciudades a nivel interno y externo, hace necesaria una
mejor interacción con los municipios y las regiones. Esta realidad, ampliamente
reconocida en los ámbitos académico y político, no puede resolverse sino a este
nivel (Comisión Tripartita: Gobernación de Antioquia, Alcaldía de Medellín y Área
Metropolitana, 2006: 69).

28 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de
noviembre y 2 de diciembre de 2010.
214 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El poder local se legitima con la participación


ciudadana

E
n su propósito de cambiar las prácticas de la política tradicional
y construir una relación más transparente entre Estado y socie-
dad, las administraciones municipales 2004-2007 y 2008-2011,
contribuyeron a un cambio de cultura política (Bernal et al., 2010: 154).
El desarrollo se empezó a concebir de otra forma a partir de pensar en
lo colectivo. Se avanzó en la cultura de la transparencia y la participa-
ción real de la comunidad, a través de programas como Presupuesto
Participativo y Planeación del Desarrollo Local. Esta nueva mirada se y el proceso de rendición de cuentas,
reforzó con el alto nivel de los debates adelantados en el Concejo de salió fortalecido. Aparte de estos es-
Medellín y el apoyo de los servidores públicos. Además, en el Mode- cenarios, la permanencia de la publi-
lo Medellín Buen Gobierno, se incorporó una nueva concepción de lo cación de los Anuarios Estadísticos,
político que se sustentó en lo técnico para su ejercicio (Medellín, BID, generó un importante instrumento de
2009: 179), información, educación, gestión y se-
El Concejo de Medellín, como escenario de debate de las políticas y las guimiento para la administración y la
acciones de la Administración, pasó de entender la planeación como ciudadanía. Así, de la producción de da-
un asunto meramente técnico, para asumirla como un asunto políti- tos que anteriormente llevaba a cabo el
co de interés comunitario. Con la participación activa del Concejo, la Departamento de Estadística, transitó
planeación de la ciudad requirió de la opinión, la concertación y la ne- hacia los Sistemas de Información.
gociación, y los espacios de debate cada vez se hicieron más amplios, Desde el Observatorio de Políticas Pú-
logrando involucrar, de manera creciente, a más actores públicos y blicas se logró una articulación con los
privados.29 otros Observatorios existentes (Sis-
Además de los avances en los Sistemas de Información, los indicado- tema de Información para la Seguri-
res, el seguimiento y el control a los Planes de Desarrollo (2004-2011) dad y la Convivencia, Laboratorio de
y su impacto, se dio un impulso a la participación ciudadana, al punto Calidad de la Educación, Observatorio
de constituirse en un asunto central de la planeación a través de pro- para el Suelo y Mercado Inmobiliario,
gramas como Planeación Local, Presupuesto Participativo (PP) y Pre- Observatorio de la Juventud y la Niñez
supuesto Participativo Joven (PPJ). y Observatorio Ambiental), respecto a
metodologías de trabajo, manejo de la
En este proceso, elementos como la Encuesta de Calidad de Vida,30 Me- información y generación de conoci-
dellín cómo vamos31 y los observatorios sectoriales o temáticos, se fue- miento alrededor de los grandes temas
ron consolidando; con ellos, el análisis de las estadísticas sectoriales de ciudad (Alcaldía de Medellín, BID,
2009: 174). Adscrito a la subdirección
de Metroinformación del DAPM, el Ob-
29 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAP, Parque Biblioteca Belén, servatorio de Políticas Públicas realiza,
Medellín, 9 de noviembre y 2 de diciembre de 2010. además, un seguimiento y evaluación
de los planes, programas y proyectos.
30 Instrumento diseñado para realizar el seguimiento y la medición de las condicio-
nes socioeconómicas de los habitantes de las 16 comunas y los cinco corregimien- También, desde finales de los años
tos que conforman el municipio de Medellín. Llevado a cabo anualmente desde el ochenta y durante los noventa, se con-
2004, permite conocer los índices en temas como población, vivienda, hogares, cretaron iniciativas como la Veeduría
educación, fuerza de trabajo, salud y seguridad social. Ciudadana al Plan de Desarrollo, prác-
tica todavía existente y pionera en el
31 Iniciativa inspirada en el modelo Bogotá Cómo Vamos, que, a través de indicado- país, entendida como una “acción ciu-
res técnicos y subjetivos, y enfocada en las metas del Plan, hace seguimiento y dadana para mejorar la gestión públi-
evaluación de la calidad de vida en la ciudad. Está conformada por siete socios: ca” y constituida por sectores de ONGs,
ProAntioquia, Universidad EAFIT, Fundación Corona, l Cámaras de Comercio de
empresariales, cooperativistas y aca-
Medellín y de Bogotá y los periódicos El Colombiano y El Tiempo (Medellín, BID,
démicos (Medellín, BID, 2009: 73).
2009: 175).
El poder local se legitima con la participación ciudadana 215

La información para la toma de decisiones

La comunicación de la Administración Municipal con la comunidad no sólo debe


reducirse a informar, sino también a formar, de tal manera que los ciudadanos
puedan contar con las herramientas para comprender de qué se trata un proceso
participativo y se vinculen por medio de asambleas, talleres, congresos, semina-
rios, grupos de trabajo, envío de propuestas y seguimiento de la ejecución de los
planes (Medellín, Contraloría General, 2007). El reconocimiento de este valor de
la información y la necesidad de su actualización, sistematización y facilidad de
acceso, motivó la creación de Metroinformación.
Pero también, el DAPM avanza en la sistematización y organización de sus de-
pendencias, con pasos significativos en la automatización y modernización de
sus procesos internos.
Hoy, las estadísticas básicas del municipio son generadas desde la Subdirec-
ción de Metroinformación, la cual tiene además, tareas como la actualización y
mantenimiento de la base de datos del Sistema Nacional de Selección de Bene-
ficiarios de Programas Sociales (Sisbén), la actualización y mantenimiento de la
estratificación socioeconómica de las viviendas del Municipio y la realización de
la Encuesta de Calidad de Vida (Medellín, BID, 2009: 174-175).
El Sistema de Información Territorial (SITE), se inició en el año 2005, atendiendo
a la necesidad de consultar información sobre el diagnóstico realizado en las
distintas entidades territoriales. Además de la cartografía técnica, se planteó,
como ineludible, la incorporación de cartografía social para garantizar el apoyo
técnico social a los procesos de iniciativa comunitaria que tendrían allí una base
para sus formulaciones.
Este Sistema aportó una base geográfica para toda la Administración −incluyen-
do Catastro y Valorización−, hoy fundamental para respaldar los proyectos del
DAPM (Medellín Contraloría General, 2007). Así, aunque con los Sistemas de In-
formación se ha logrado contar con un mecanismo articulador, lo económico y lo
social siguen apareciendo como elementos débiles, en la medida en que no se
conoce suficientemente la población sobre la que se toman decisiones.32
A través de la plataforma tecnológica para la planeación, la Administración Mu-
nicipal ha aportado nuevas herramientas, logrando avanzar en la coordinación
de instrumentos para la formulación, el monitoreo y el seguimiento de los dife-
rentes planes. Esto ha fortalecido un vínculo entre los diversos actores sociales
y los instrumentos de la planeación, en beneficio de la participación ciudadana.

32 Conversatorios con servidores y ex servidores del DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9
de noviembre y 2 de diciembre de 2010.
216 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Participación ciudadana y la planeación de la ciudad

Los avances en materia de participación ciudadana logrados en la actualidad, son


el resultado de la voluntad política, la continuidad en los proyectos presentados
por las dos últimas administraciones (2004-2007 y 2008-2011) y la confianza de-
positada en ellas por parte de la ciudadanía.
Sin embargo, no pueden desconocerse los caminos previamente recorridos por
las movilizaciones sociales y comunitarias en medio de la crisis de los años no-
venta y las reivindicaciones obtenidas en décadas anteriores, así como también,
los nuevos instrumentos y herramientas legislativas que aparecieron desde la
elección popular de alcaldes, la descentralización y la Reforma Urbana de 1989
y la Constitución de 1991, las cuales se han ido afinando con el paso del tiempo.

De esta manera, la madurez actual en los procesos de dispone de los recursos suficientes para concretar las
planeación que vive el Municipio y su papel de referen- iniciativas y adelantar las acciones; y algunos actores
te en el país y en el mundo, “[…] obedece no sólo a la políticos han obstaculizado la participación ciudadana
larga trayectoria en el ámbito administrativo y técnico, por percibirla como una amenaza para sus poderes
sino también a otra larga trayectoria de esfuerzos co- históricos. Además de estas limitaciones, en Colombia
munitarios en pro de decisiones administrativas más y, particularmente en Antioquia y Medellín, el conflicto
justas, y de más contenido social” (Medellín, Alcaldía, armado y las distintas violencias, la intolerancia es-
Consejo Municipal de Planeación, 2007: 31). tatal y patronal, han llegado a afectar notablemente
la participación, la organización y la acción colectiva
En el caso de Medellín, la ciudadanía se ha organizado
(Bernal et al., 2010: 154).
de diferentes formas con el propósito de adelantar ac-
tividades económicas, sociales, culturales, artísticas y El devenir de la participación no ha sido lineal; registra
deportivas. Ha acudido a las convocatorias para deba- avances y retrocesos. Algunos análisis sobre Medellín
tir, analizar y buscar alternativas a los problemas de concluyeron, para el 2004, que “no opera la tercera
la ciudad, haciendo esfuerzos por vincularse y aportar parte de las instancias formales de participación que
en los diversos espacios. Al punto que, la labor de mu- están reglamentadas por la ley» y que «los procesos
chas organizaciones y movimientos sociales ha sido de participación en la ciudad no inciden en la política
fundamental y, en buena medida, ha evitado una ma- pública» (Bernal, 2004: 119). Pero, en la actualidad, se
yor fragmentación y la agudización de la crisis social y cuenta con otros balances y prospectivas más alenta-
política (Bernal et al., 2010: 154). dores. Así mismo, el papel del DAPM, en estos proce-
sos, ha variado desde actuaciones protagónicas hasta
Las voluntades conjuntas de las comunidades y el go-
funciones de facilitador y mediador.
bierno local, el avance en la toma de decisiones con-
sensuadas y el empoderamiento de algunos sectores Las nuevas normativas y exigencias en el ámbito le-
organizados de la sociedad civil, han contribuido en gislativo, respecto a la participación ciudadana, así
este proceso. Sin embargo, diversas restricciones, como las reivindicaciones por el cumplimento de ex-
debilitamientos y dificultades han limitado la partici- pectativas y la atención a las necesidades, han impac-
pación social y política (Bernal, 2004: 115,116). No se tado fuertemente las estructuras y los procedimientos
del DAPM.
El poder local se legitima con la participación ciudadana 217

Ante el mandato constitucional de la parti-


cipación comunitaria, hubo voces que aler-
taron acerca de la necesidad de contar con
una voluntad real de convertir dicha partici-
Trayectoria de la participación
pación en procesos de decisión y descentra-
lización administrativa, a fin de evitar que El proceso de toma de decisiones en la historia de la ciudad de
quedara en simple retórica. La poca con- Medellín, ha contado con iniciativas públicas y privadas, entre
ciencia que se tenía de la participación, se las que se destaca el papel cumplido por la Alcaldía y el Con-
centraba más en la capacidad de veto que cejo Municipal. Así mismo, con la intervención de entidades del
en la posibilidad de congregar alrededor orden nacional y con los aportes e influencias de expertos y de
de objetivos comunes (Revista, Planeación organismos internacionales en la definición de pautas para la
Metropolitana, No. 4). administración del desarrollo.

Durante los cincuenta años de trayectoria A partir de 1950, y durante más de treinta años, la planeación
de la Institución, sus servidores reconocen urbana en Colombia estuvo dirigida por especialistas, contó con
el tránsito de la planeación tecnocrática, fí- la asesoría de consultores internacionales y tuvo como claros
sica espacial y “desde el escritorio”, hacia referentes las experiencias de otros países. Sin embargo, aun-
lo económico, social y participativo; aunque, que gozó de un alto nivel técnico y principios integrales, estaba
en ocasiones, lo perciben más como tenden- centralizada, era impositiva, se hizo a puertas cerradas y no lo-
cia que como cambio real.33 Del acompaña- gró intervenir en gran parte del espacio urbano.
miento sectorial, el DAPM pasó a asesorar El proceso de apertura política iniciado por el Estado desde me-
proactivamente grupos de la población y a diados de la década del ochenta, estuvo vinculado con las medi-
acompañar las mesas de trabajo donde in- das descentralizadoras de ese momento. Se reglamentaron las
teractúan lo social y lo político, con un enfo- Juntas de Acción Local (JAL), que habían sido creadas por la
que de derecho y poblacional. Se ha llegado reforma constitucional de 1968; se pudieron realizar consultas
a entender lo vital de la participación en el populares en los municipios, sobre temas de interés colectivo;
momento de la formulación de los planes; y se estableció la elección popular de los alcaldes; se cambiaron
a partir de estrategias transversales, invo- las juntas directivas de las empresas municipales de prestación
lucrar diversos recursos pedagógicos hacia de servicios públicos domiciliarios y se facilitó la contratación
adentro y hacia afuera del DAPM que com- de obras y servicios con organizaciones sociales de carácter lo-
prometan a los políticos, los servidores y la cal.
ciudadanía.34
Medellín fue, en 1985, la primera ciudad del país en formular un
Plan de Desarrollo Metropolitano, denominado Para la Consoli-
dación de la Metrópoli, un antecedente importante que, a pesar
del enfoque tecnocrático, empezó a mostrar el interés por inte-
grar la comunidad a estos procesos.
Desde 1991, la Constitución Política promovió la creación de los
Consejos de Planeación a nivel de las entidades territoriales, y
cada uno de los alcaldes entró en la lógica de la formulación de
Planes de Desarrollo Municipal, que en la práctica tuvieron una
limitada participación ciudadana por lo establecido en la Ley
152 de 1994, Ley Orgánica del Plan de Desarrollo.
A través de un gran número de actores públicos y privados, la
ciudad participó durante los años noventa, en una variedad de
ejercicios de planeación estratégica alrededor de los cuales se
desarrollaron consensos básicos y trabajo colectivo. En 1995,
emprendió el proceso de elaboración y adopción de un docu-
33 Conversatorios con servidores y ex servidores mento para el desarrollo integral, en el marco subregional del
del DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 Valle de Aburrá; se formuló el Plan Estratégico para Medellín
de noviembre y 2 de diciembre de 2010. y el Área Metropolitana (PEMAM), cuyas propuestas mantienen
su importancia e influencia.
34 Ibíd.
218 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

El Sistema Municipal de Planeación fue creado mediante el Acuerdo No.


043 de 1996. A partir de entonces, diversas convocatorias abiertas y me-
diante un ejercicio de deliberación pública, como los Seminarios Alterna-
tivos de Futuro para Medellín y el Área Metropolitana, el mismo PEMAM y
la Planeación Zonal, se convirtieron en espacios de encuentro entre la vo-
luntad ciudadana y la de los gobernantes. También fueron significativos: el
proceso Visión Antioquia Siglo XXI en 1997, la formulación del Plan Estraté-
gico de Antioquia (PLANEA) entre 1998 y 2000 y el Proyecto Cities Medellín
Metropolitana, con la creación de su respectiva Red Internacional, en esos
mismos años. En 1999, se realizó un importante proceso de formulación de
ordenamiento territorial, también conforme a normas legales.

Experiencias y modelos en la planeación local y el presupuesto


participativo

Los actuales procesos de planeación local revalúan la idea tra-


dicional que reduce la participación al acto pasivo de hacer pre-
sencia o votar para elegir a los gobernantes. Por el contrario,
éstos “han generado espacios que le han posibilitado a los ciu-
dadanos, a partir de reconocer sus territorios y sus dinámicas,
tener sueños compartidos, propiciando sentido de pertenencia,
identidad y comunidad” (Medellín, Contraloría General, 2007).
Desde estas experiencias ha sido posible ampliar los escena-
rios de interlocución y diálogo entre las apuestas frente al de- vas de los programas por parte del Estado, para
sarrollo local que tienen actores como los ciudadanos, las orga- convertirse en parte activa de estos procesos; al
nizaciones sociales y comunitarias, el Estado, las instituciones aportar el conocimiento detallado de sus terri-
académicas, y las organizaciones privadas y sin ánimo de lucro. torios y plantear alternativas y prioridades, res-
A la vez, se generan nuevos liderazgos y se crean y consolidan paldan el adecuado desarrollo y planeamiento
escenarios favorables para esta articulación. de la ciudad.
Los procesos de planeación local han trascendido la definición y En 2007, un balance de los esfuerzos hechos por
la selección de alternativas de solución y diseño de rutas que se la Administración Municipal en materia de pla-
hacían a comienzos de los años noventa. Han logrado incorpo- neación participativa, reconoció el avance en la
rar la información, la consulta, la iniciativa, la concertación y la forma de pensar y asumir el desarrollo de ma-
decisión y, en algunos casos, la gestión –como en la asignación nera más incluyente y concordante con las ten-
de recursos del presupuesto participativo−. dencias globales actuales. Sin embargo, tam-
Con estas acciones, la planeación participativa se ha potencia- bién concluyó que algunas iniciativas no habían
do no sólo frente a grupos con poder económico y político, sino logrado trascender a espacios de mayor poder
frente a todos los ciudadanos. Ha sido un cuestionamiento a las de decisión; y que, no obstante la movilización y
formas tradicionales de hacer política, desde el fortalecimiento participación social lograda, era necesario am-
de la cultura ciudadana, con la formación de actores políticos y pliar la base social para ganar mayor represen-
la dotación de instrumentos para la negociación y la concerta- tatividad en términos de la población, de cada
ción. una de las comunas y corregimientos. Al mis-
mo tiempo, señaló que la Planeación Local y el
Otro de los impactos positivos de estos ejercicios de planeación Presupuesto Participativo, debían ser concebi-
participativa del desarrollo local, tiene que ver con la articula- dos como partes integrantes de un sistema más
ción y el intercambio de saberes entre técnicos y comunidades. amplio de planeación y gestión democrática del
Además de generar insumos para que las entidades decisorias desarrollo económico, social, ambiental y cultu-
orienten la inversión, con estos ejercicios, las comunidades de- ral de la ciudad (Corporación Convivamos et al.,
jan de ser objetos de estudio y estadísticas y receptoras pasi- 2007: 94,95).
El poder local se legitima con la participación ciudadana 219

Presupuesto participativo
Con programas como Presupuesto Participativo y con procesos de supuesto Participativo viene fortaleciendo las
intervención como los Proyectos Urbanos Integrales (PUI) en dis- dinámicas de planeación participativa y posi-
tintas zonas de la ciudad, se ha contribuido al cambio de la relación bilitando que el tema de la planeación local
entre la administración y la sociedad civil (Medellín, BID, 2009: 75). del desarrollo, esté presente en cada comuna
El mecanismo de Presupuesto Participativo fue retomado por la Al- y corregimiento. En los últimos años, éste ha
caldía de Medellín de interesantes experiencias aplicadas en Brasil sido un tema central para el DAPM (Conviva-
y otros países de América Latina y de Europa. Consiste en la dis- mos, 2007: 15-18).
cusión de las prioridades y los proyectos en cada comuna o unidad Con el funcionamiento de este programa se
territorial, donde la comunidad, a través de delegados y asambleas han generado nuevos escenarios como Pre-
barriales y veredales, plantea la solución a sus necesidades y elige supuesto Participativo Joven (PPJ), y se reco-
las alternativas, para lograr una destinación concertada de un pre- noce la importancia de mantener y cualificar
supuesto por parte de la administración, acorde con el número de este proceso, “como una vía concreta para
habitantes y los recursos disponibles. estimular la participación y la acción de la
Desde 2004, a través de la generación de recursos públicos para la ciudadanía en algunos asuntos públicos de la
intervención y el desarrollo en cada localidad, el Programa de Pre- ciudad” (Bernal et al., 2010: 152).

Planes de desarrollo comunales y


corregimentales Altavista; y, en el 2004, de la Comuna 4, fueron importantes an-
A partir del año 2004 también se destinaron tecedentes para la planeación local. También, en 1999 se habían
importantes recursos para la elaboración hecho ejercicios a escala barrial, como el Plan de Desarrollo
de planes de desarrollo local en cada uno para La Independencia I y La Independencia II, Nuevos Conquis-
de los corregimientos y comunas de Me- tadores y El Salado (Medellín Contraloría General, 2007:19-21).
dellín. En el cuatrienio 2004-2007, del to- De los 19 Planes de Desarrollo Local realizados a partir de 2005,
tal de $4.920.030 millones de pesos al que 16, es decir, 84%, surgieron como iniciativa comunitaria, priori-
ascendió la Inversión Social del Municipio zada por las JAL y las Juntas de Acción Comunal en los Consejos
de Medellín, cerca del 91% correspondió a Comunales y Corregimentales, con amplia participación de las
las Comunas y el 9% restante a los Corre- comunidades –rectores de colegios, padres de familia, jóvenes,
gimientos. Mientras que en el cuatrienio educadores, amas de casa−, quienes también participan hoy en
2008-2011 (según la proyección hecha con día. Sólo 3, correspondientes a 16%, fueron promovidos directa-
base en el presupuesto ajustado a agosto 31 mente por el DAPM (Medellín, Contraloría General, 2007:19-21).
de 2011), de un total de $9.254.655 millones Dichos planes, al tener en cuenta al sector rural en el imagina-
de pesos de Inversión Social, la participa- rio de ciudad, ampliaron la incidencia del presupuesto partici-
ción de los corregimientos alcanzó un 12% pativo. Se empezó entonces a hablar del papel de las nuevas ru-
y el 88% restantes se destinó a las Comu- ralidades, de los procesos comunitarios de los corregimientos
nas. Con todo, lo realizado en el 2004 no y de su incidencia política frente al Sistema Municipal de Pla-
fue la primera experiencia de planeación neación. Sin embargo, se planteó la necesidad de garantizar la
participativa desarrollada en este campo. permanencia de los procesos, con una normatividad sobre Pla-
Los Planes Zonales, realizados entre 1995 y neación, no sujeta a los programas de gobierno de las distintas
1998, la formulación en el 2000 del Plan de administraciones. Es decir, consolidar una visión de largo plazo
Desarrollo de la Comuna 6 y de los corre- ligada al desarrollo de la ciudad (Corporación Convivamos et al.,
gimientos de San Sebastián de Palmitas y 2007: 21).
220 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

2004-2011

Planeación del Ordenamiento Territorial

L
os cambios sustanciales al urbanismo
colombiano y a las formas de planear la
ciudad, se introdujeron con la Ley 388
de 1997. Los modelos aplicados anterior-
mente, habían generado procesos de segre-
189. Recuperación y recomposición del espacio público, Pasaje Carabobo. gación socio espacial, especulación del suelo
y apropiación privada de las plusvalías urba-
nas, generadas por las acciones e inversio-
nes del Estado. Pero, en el contexto de este
nuevo urbanismo, con la definición de planes,
el territorio fue considerado en forma inte-
gral y se definieron su composición y articu-
lación a partir de la estructura del espacio
público (Medellín, DAP, 2004: 2).
El DAPM participó en la construcción de imá-
genes de futuro sobre una porción del terri-
torio, a partir de la concertación con los pro-
pietarios del suelo, objeto de la intervención
(Medellín, DAP, 2004), en la elaboración de
Planes Parciales. Entre 2001 y 2003, además
de esta participación, se trabajó en la recons-
trucción y resignificación del espacio público,
como elemento principal del sistema estruc-
turante urbano, factor clave del equilibrio
ambiental y principal escenario de la inte-
gración social y la construcción de ciudada-
nía. Proyectos como la Ciudadela Educativa y
Cultural, la Plaza de la Luz, el Museo Antio-
quia II etapa, el Eje Cultural La Playa-Boyacá,
el Bulevar y Ciudadela de la Salud, hicieron
parte de esta orientación.
2004-2011 221

190. Recuperación y recomposición del espacio público, Avenida el Poblado.

Así mismo, se avanzó en la generación de mejores espacios públicos en los


corregimientos y en la construcción de parques lineales a orillas de las que-
bradas y miradores urbanos. En cuanto al tema ambiental, se adelantaron pla-
nes integrales de ordenamiento de microcuencas, el Plan Especial del Corre-
gimiento de Palmitas y se difundieron recomendaciones sobre movimientos en
masa. También, se elaboró el Manual de Diseño y Construcción de los Compo-
nentes del Espacio Público, y se adelantó el Plan Especial de Espacio Público y
Equipamiento (Medellín, DAP, 2004).
En materia de transportes, el DAPM lideró proyectos como el Sistema Integra-
do de Transporte Metroplús-Metrocable y participó en el diseño de las ciclo
rutas o rutas verdes, entre otros.
En los últimos años se ha ganado conciencia sobre el hecho de que la planifi-
cación y la conformación de escenarios de futuro, deben ser liderados por el
DAPM, pero con la participación decidida de la administración municipal y del
Concejo, y con el acompañamiento de los diferentes actores sociales que inte-
gran la sociedad civil (Medellín, DAP, 2004: 1).
222 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

191. Vista panorámica Jardín Infantil del programa Buen Comienzo barrio Castilla.

192. Vista panorámica polo de desarrollo norte, Parque Explora - Museo de Ciencia y Tecnología, Jardín Botánico y paseo Carabobo.

193. Vista panorámica polo de desarrollo norte, Ruta N, Universidad de Antioquia y paseo Carabobo.
2004-2011 223

Planes parciales
Como una estrategia de modernización en la planificación de la ciudad,
desde el año 2004, se destacó la formulación de los Planes Parciales.
Con tal propósito, se adelantaron procesos de transformación de la
administración y se avanzó en la prospectiva de ciudad; posteriormen- rrollo local, el resto de comunas con-
te, se integraron temas como los sistemas de apoyo y modelos pro- taba con Planes Parciales. Ésta fue la
ductivos, el modelo de encadenamientos y la red municipal de ciencia oportunidad de generar toda una trans-
y tecnología (Medellín, DAP, 2004). formación del centro. Así mismo, se
adelantaron procesos de Presupuesto
Los Planes Parciales se formularon para trazar perspectivas de eje- Participativo en todos los corregimien-
cución de corto y mediano plazo; y a diferencia del tratamiento predio tos (Medellín, Contraloría General,
a predio, involucraron todos los componentes del desarrollo urbano. 2007).
Además, posibilitaron la aplicación racional de los recursos, el control
de los efectos negativos del mercado, el establecimiento de la mag- En este contexto, las intervenciones de
nitud, características y distribución del espacio público y los equipa- la administración municipal sobre la es-
mientos; y particularmente, permitieron definir la forma de aportar tructura urbana de Medellín, marcaron
los recursos privados y públicos necesarios para el desarrollo de la un punto de ruptura en el desarrollo de
infraestructura (Medellín, DAP, 2004: 3). la ciudad. Se recuperó el papel del es-
pacio público en sus diferentes escalas
Una apuesta a la planeación del territorio, fue el Plan Especial del y se proyectó la ciudad en el contexto
Centro. Exceptuando la Comuna de la Candelaria−correspondiente al internacional como un sitio propio para
centro de la ciudad− que para 2007 no contaba con un plan de desa- invertir y vivir (Medellín, DAP, 2004: 3).

CD3 FJRA – 5514. 194. El espacio público en los alrededores del Parque Explora se ha convertido
en un lugar para el encuentro ciudadano y la lúdica, a partir del concepto de urbanismo social
adoptado por la Alcaldía de Medellín, en las últimas dos administraciones.
224 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Revisión y ajuste del POT


El proceso de participación para la revisión y ajuste del POT de Medellín, se inició en
el segundo semestre del año 2005 y finalizó en agosto de 2006. Su realización tuvo dos
momentos: en primer lugar, un proceso pedagógico y deliberativo y en segundo lugar,
un proceso de ajuste y aprobación. Ambas etapas tuvieron como finalidad, evaluar,
desde el punto de vista de los actores sociales, los impactos del ordenamiento en el
territorio.
En sintonía con el Plan de Desarrollo 2004-2007, el DAPM diseñó una estrategia de
participación ciudadana con el propósito de fortalecer el Sistema Municipal de Planea-
ción; se generó una alianza entre la administración, la academia, el sector social y el
gremial, en torno al objetivo común de construir y fortalecer el capital social y generar
espacios de concertación respecto al ordenamiento del territorio (MASO, 2008: 311).

Consolidación de los planes de desarrollo como instrumentos de gestión

El recorrido de la oficina de Planeación en la desarrollo humano y, por ende, la declaratoria abierta por una
construcción de metodologías para la elabo- ciudad más humana. Adicionalmente, fue la segunda de las tres
ración de Planes de Desarrollo, ya había em- administraciones con la facultad de ejecutar el POT y con la po-
pezado desde la década del ochenta, cuando sibilidad de ajustarlo, como en efecto lo hizo (MASO, 2008: 198).
se hacía necesario transitar hacia una planea-
ción integral. El Plan de Desarrollo elaborado Participación ciudadana en la formulación y el seguimiento a los
bajo el gobierno de Sergio Naranjo Pérez, con- planes de desarrollo
forme a la Ley Orgánica 152 de 1994, que a su Durante el período 2001-2003, la participación comunitaria se
vez, reglamentó el mandato de la Constitución vio afectada con proyectos de Acuerdo que debilitaban las expe-
Nacional de 1991, fue el primer gran esfuerzo riencias recogidas en el Sistema Municipal de Planeación (Cor-
en esta materia. poración Convivamos et al., 2007). A fines del 2003, el balance
Según opinión de los servidores del DAPM, fue “[…] entre las expectativas sociales de participación y los
en los inicios de la formulación de los Planes mecanismos estipulados para canalizarlas, se buscaron y se
de Desarrollo, en 1994, se contaba con muy establecieron múltiples trabas, trámites, exigencias y procedi-
poca experiencia y limitados recursos; de ahí mientos (incluida la propia Ley de participación ciudadana), que
en adelante se fueron perfeccionando los ins- terminaron por desalentar esta práctica ciudadana” (Bernal,
trumentos. Sólo sería hasta el Plan de Desa- 2004: 118,119).
rrollo 2004-2007 cuando se lograría integrar En este contexto, la propuesta de formulación participativa
toda la administración, recuperar elementos del Plan de Desarrollo de la administración de Sergio Fajardo
de experiencias anteriores y aprovechar nue- Valderrama (2004-2007), tuvo un impacto positivo en la recu-
vas herramientas legislativas. Al punto que, el peración de dinámicas y espacios perdidos. Con esta iniciativa
Plan de Desarrollo empezó a funcionar, efec- se propuso la integración de la ciudadanía desde el momento
tivamente, como un recurso de gestión muy mismo de la formulación, se incorporaron nuevas concepciones
importante para la ciudad.35 y prácticas de administración pública, entre ellas, la correspon-
Este plan de desarrollo, denominado “Mede- sabilidad como modelo de gobierno, y se diseñaron e integraron
llín: Compromiso de toda la ciudadanía”, fue indicadores como instrumentos para el seguimiento del Plan de
el primero de cuatro años de duración. Desde Desarrollo. Éste se constituyó, entonces, en un escenario para
una mirada retrospectiva a lo que hasta enton- que el DAPM consolidara y pusiera en práctica toda su expe-
ces había sido la planeación en Medellín, cabe riencia.
destacar la base conceptual en su enfoque de Respecto a los anteriores planes de desarrollo, éste avanzó
en el consenso ciudadano para buscar alternativas, no sólo de
crecimiento económico, sino fundamentalmente orientado al
35 Conversatorios con servidores y ex servidores del bienestar del ser humano. Reconoció la equidad en el acceso a
DAPM, Parque Biblioteca Belén, Medellín, 9 de no- las oportunidades, como condición esencial para potenciar las
viembre y 2 de diciembre de 2010.
2004-2011 225

La corresponsabilidad: una nueva forma de gobernar y de revalorizar lo público


Los nuevos escenarios de participación ciudadana trasladaron a las co-
munidades locales grandes responsabilidades. Para la consolidación de
pactos colectivos, fue necesario que los esfuerzos de la administración
pública y los nuevos actores urbanos se agruparan en torno a las nuevas
capacidades y libertades humanas de exigencias: “Los ciudadanos deben ser conscientes de que el derecho a
toda la población; además, consideró la ciudad plantea la responsabilidad de ser gestores dinámicos y directos
el desarrollo económico en una di- del proceso de su construcción y transformación” (Contraloría General y
mensión regional, en interacción con DAP, 2004).
otros niveles territoriales de la admi- En este contexto, se propuso la corresponsabilidad como nuevo modelo
nistración pública y fomentó la activi- de gobierno; no sólo como una forma de manejo e integración en torno
dad empresarial. al Plan de Desarrollo, sino como una nueva cultura de la civilidad y una
El Plan de Desarrollo “Medellín: revalorización de lo público, que permitió vincular a la ciudadanía y a las
Compromiso de toda la ciudadanía”, organizaciones sociales en procesos de diseño de políticas, planes y pro-
se estructuró en cinco líneas estraté- gramas y fue creando una cultura sobre el control político y la responsa-
gicas: Medellín productiva, competiti- bilidad del Estado.
va y solidaria; Medellín integrada con La corresponsabilidad involucró diversos campos de acción. Lo territorial,
la Región y con el Mundo; Medellín dirigido a fortalecer relaciones y prácticas conjuntas entre el municipio
gobernable y participativa; Medellín y las demás entidades territoriales, en el orden metropolitano, regional,
social e incluyente; y Medellín, un es- nacional e internacional. Lo político, orientado a generar y afianzar con-
pacio para el encuentro ciudadano. fianza y cooperación con diferentes instancias públicas y privadas, parti-
Con la implementación de indicado- cularmente, con el Concejo de la ciudad en torno al Plan de Desarrollo y
res dentro del Plan de Desarrollo, se con el Congreso y las demás entidades del orden regional y nacional.
pudo evaluar el impacto de las accio- Igualmente, involucró lo programático alrededor de los procesos de pla-
nes ejecutadas sobre la calidad de neación estratégica de la ciudad y de la ejecución de los proyectos del Plan
vida de los habitantes, sobre la evolu- de Desarrollo. Por otra parte, enfocó lo organizacional e institucional mu-
ción de los niveles de desarrollo y se nicipal, en la generación de corresponsabilidades entre las Secretarías,
reconocieron como instrumentos idó- Institutos y demás instancias del municipio, para la puesta en marcha de
neos para fortalecer los procesos, la programas conjuntos en los planes sectoriales, la definición de políticas
toma de decisiones y el diseño de po- intersectoriales o la rendición de cuentas (Contraloría General y DAP,
líticas. De tal manera que se logró “… 2004).
hacer el seguimiento de los proyectos
en función de los objetivos trazados, y Con este propósito, la propuesta metodológica para la participación ciu-
evaluar el impacto que sobre el desa- dadana en la discusión y elaboración del Plan de Desarrollo 2004-2007,
rrollo humano y la calidad de vida de buscó ser prospectiva y estratégica, “fortaleciendo las capacidades de la
la población tienen las decisiones de ciudad y sus ciudadanos para participar y contribuir colectivamente en la
inversión en el mediano plazo” (Ra- formulación del Plan de Desarrollo como un compromiso de todos y todas
mírez y Bravo, 2009: 179). sus habitantes” (Contraloría General y DAP, 2004). También, permitió el
análisis y la decisión colectiva de los ciudadanos sobre la construcción de
Desde la herramienta Índice de De- un proyecto posible de ciudad, desde una concepción sostenible del desa-
sarrollo Humano (IDH), se estable- rrollo, con la identificación de problemáticas centrales y factores de cam-
cieron factores como la esperanza bio de mayor impacto, para la formulación y gestión de líneas y programas
de vida al nacer, el nivel educacional estratégicos.
y el ingreso per cápita. Para medir
el Índice de Calidad de Vida (ICV) se El Sistema Municipal de Planeación se fortaleció con la participación so-
recogió información acerca de las ca- cial y, en especial, con las Veedurías Ciudadanas; ellas se vincularon a la
racterísticas de la vivienda, el acceso formulación de los Planes Operativos y del Plan de Desarrollo, la revisión
a servicios públicos básicos, la com- del POT y los Planes Zonales y Corregimentales. Además, se llevó a cabo
posición familiar y los niveles de edu- la capacitación y formación de la ciudadanía en temas de gobernabilidad, a
cación, además de información sobre través del Manual del Ciudadano, el Servicio Social Voluntario y el Sistema
género y tasa de desempleo, con el Cultural Metropolitano (Contraloría General y DAP, 2004).
fin de obtener una información global
que permitiera proyectar acciones
concretas.
226 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Propuestas del plan de desarrollo “Medellín: compromiso de toda la ciudadanía”


El Plan de Desarrollo 2004-2007, incluyó en su presupuesto el Plan Municipal de Parques Bi-
blioteca. Los primeros se construyeron en los barrios San Javier, la Ladera y Santo Domingo;
posteriormente se inauguraron otros dos en La Quintana y en Belén respectivamente. Al fina-
lizar el año 2011, la comunidad recibió nuevos parques biblioteca en las zonas noroccidental
y suroccidental de la ciudad y en los corregimientos de San Antonio de Prado y San Cristóbal;
en este último se puso en funcionamiento una escuela de música y un teatro.
Estos espacios, considerados como una herramienta privilegiada para la transformación ciu-
dadana y el fomento de la educación, están planeados como centros culturales y de encuen-
tro para la igualdad, la convivencia, la integración y la recreación (Fajardo, 2005); como tales
se han convertido en un referente importante del proyecto de ciudad propuesto por las dos
últimas administraciones.

195. Parque Biblioteca La Quintana, ubicado en la Comuna 7.


2004-2011 227

196. Parque Biblioteca La Quintana, ubicado en la Comuna 7 - Robledo.

En su construcción se ha contado con aportes de particulares nacio-


nales y extranjeros, y con el apoyo de gobiernos como el de España.
Cada Parque Biblioteca cuenta con: Sala Mi Barrio, sala de navega-
ción de Internet para niños y adultos, biblioteca y sala de consulta,
espacios para la lúdica, auditorio y el Centro de Desarrollo Empre-
sarial Zonal (CEDEZO), donde se realizan capacitaciones en em-
prendimiento para proponer ideas empresariales y recibir la aseso- La Floresta, Santa Lucía, Los Alcázares, La
ría necesaria; además, visitas guiadas y actividades enfocadas a la Pradera, El Socorro, Belencito, La Indepen-
formación de los usuarios. Los beneficios de estas ofertas cubren dencia I y La Independencia II.
distintas zonas de la ciudad y, de manera particular, aquellas que El Parque Biblioteca León de Greiff, ubica-
contaban con pocos servicios comunitarios y de infraestructura. do en La Ladera, tiene como énfasis las ar-
La información disponible y las actividades que se ofrecen a la co- tes populares y el folclor. Localizado en la
munidad, corresponden a un énfasis concreto para atender las par- zona centroriental de la ciudad, que agrupa
ticularidades de las zonas que atienden. Por ejemplo, el Parque Bi- las Comunas 8, 9 y 10, tiene influencia en
blioteca Pbro. José Luis Arroyave, en San Javier, tiene como énfasis los barrios: Villa Hermosa, San Miguel, La
la resolución de conflictos. Agrupa las comunas 11, 12 y 13, y tiene Ladera, Enciso, Boston, Los Ángeles, Ba-
influencia en los barrios: San Javier 1, San Javier 2, El Danubio, 20 tallón Girardot, Sucre, Prado, Los Mangos,
de Julio, Campo Alegre, Santa Mónica, Barrio Cristóbal, La América, Portal de Enciso, La Mansión y Caicedo.
228 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

CD4 FJRA D5- 44. 197. Parque Biblioteca San Javier, Comuna 13.

DSC_7217 copia. 198. Parque Biblioteca La Ladera. Comuna 8.


2004-2011 229

CD4 61_8. 199. Vista nocturna del Parque Biblioteca La Ladera. Comuna 8.
230 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

200. Parque Biblioteca España, ubicado en la Comuna 1.

Con énfasis en microempresas, el Parque Biblioteca España, localizado en


la zona nororiental, tiene influencia en los barrios: Santo Domingo 1, Santo
Domingo 2, Granizal, La Avanzada, Popular, El Compromiso, La Esperanza
2, Carpinelo, San Pablo, Brisas de Oriente, Nuevo Horizonte, La Silla y Villa
del Socorro.
El Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla La Quintana, localizado en la zona
noroccidental de la ciudad, tiene influencia en los barrios: Aures 1, Aures 2,
El Diamante, Bello Horizonte, Villa Flora, Kennedy, López de Mesa, Altami-
ra, La Esperanza, Picacho, San Martín de Porres, Alfonso López, Castilla,
Bosques de San Pablo y Francisco Antonio Zea. Este Parque Biblioteca tiene
particular acento en el arte y la cultura.
2004-2011 231

201. Parque Biblioteca de Belén, ubicado en


la Comuna 16.

CD3 DEL D13-10. 202. Espejo


de agua en la zona central
del Parque Biblioteca Belén,
inaugurado en el 2008.
232 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Ubicado en la Comuna 16, el Parque Biblioteca Belén desarrolla actividades que enfatizan en
arte y deporte. Tiene influencia en los barrios: Las Playas, Diego Echavarría, La Gloria, La Pal-
ma, Granada, San Bernardo, La Mota, Loma de Los Bernal, Altavista, Los Alpes, Nueva Villa de
Aburrá, Miravalle, Las Violetas, El Rincón y Belén.
La cobertura lograda por estos Parques Biblioteca, se complementa con la propuesta de Cole-
gios de Calidad, inscrita en el lema central de la administración 2004-2007: “Medellín la más
educada”. Este fue otro proyecto que adelantó la administración de Fajardo Valderrama, y que
tuvo continuidad en la administración de Salazar Jaramillo. Del total del presupuesto del pro-
grama –que cuenta con aportes de EPM−, la mitad se destinó a la construcción de colegios en
zonas de bajo acceso a la educación, y la otra mitad, para adecuaciones en la red de colegios
públicos de calidad.

203. Colegio de calidad Santo Domingo, ubicado en la Comuna 1.


2004-2011 233

CD 4 DSC_1676. 204. Vista aérea del Colegio de Calidad “Plaza de Ferias” en el Barrio Héctor Abad Gómez, 2009. Zona norte de la ciudad.

Los nuevos colegios de calidad se constru-


yeron en lugares vulnerables de la ciudad,
como: Santo Domingo Savio, La Independen-
cia, San Antonio de Prado, Boston, Niquitao,
Plaza de Ferias, Francisco Miranda, Llanadas, El enfoque pedagógico que allí se adelanta, incentiva al estudian-
Altavista, Las Mercedes y San Javier. Además te a desarrollar una actividad específica en los campos artístico,
de ser obras de infraestructura sin antece- investigativo o laboral, según sean los requerimientos de la Ins-
dentes en Medellín, con las mejores especifi- titución y la demanda del sector donde está ubicada. Los colegios
caciones técnicas y de construcción, y con los también cuentan con el programa Medellín Digital, que pretende
mejores equipamientos, proponen un nuevo mejorar la calidad de la educación, mediante el aprovechamiento
modelo de gestión educativa que nace de la de tecnologías de información y comunicación, TICs, como herra-
experiencia adquirida en la ejecución del pro- mientas pedagógicas. Disponen de espacios como: Ludotecas con
grama Escuelas de Calidad para la Equidad y sala de lectura, rincón de construcciones, sitios para escuchar
la Convivencia y  en el cual participan: Estado, música y jugar, biblioteca, restaurante escolar y sala de audiovi-
universidades, empresas y colegios privados. suales y proyecciones.
234 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

CD4 Orquideoramaaire. 205. Vista aérea del Jardín Botánico “Joaquín Antonio Uribe”, 2010, pulmón verde de la
ciudad. En esta fotografía se destacan el Edificio Científico y el Orquideorama.

infraestructura del Jardín Botánico, que incluyó la construcción de


nuevos espacios como el Edificio Científico y el Orquideorama. Así
Al mismo tiempo, disponen del programa mismo, mediante la propuesta de “Un Jardín de puertas abiertas”,
Aulas Abiertas y de servicios recreativos y con entrada gratuita a todos los visitantes, se reemplazaron los
deportivos para la comunidad; en ellos se muros por mallas, logrando una continuidad visual y contribuyen-
impulsa la integración de la escuela con su do a revalorizar el espacio público.
entorno, para fortalecer su proyección social En la actualidad, el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, junto
y generar espacios de encuentro entre la co- con el Parque Norte J. Emilio Valderrama, el Planetario, el Parque
munidad y la institución educativa. Además Explora y el Parque de los Deseos, conforman la renovada zona
del papel educador que cumplen los colegios, norte de Medellín.   
éstos se han convertido en referentes urba-
nos, centros de congregación comunitaria y El Parque Explora, inaugurado en 2006, es un  centro interactivo
del mejoramiento en la calidad de vida de las para la apropiación y la divulgación de la ciencia y la tecnología. En
comunidades beneficiadas; constituyen un este espacio se cuenta con más de 300 experiencias interactivas,
ejemplo nacional y un referente de ciudad in- un auditorio para proyecciones en 3D, un estudio de televisión, una
cluyente, justa y equitativa. sala infantil, lugares de experimentación para todos y una sala de
exposiciones temporales. Por todo esto, este espacio se convierte
También, entre 2005 y 2007, se llevó a cabo en el mayor proyecto de difusión y promoción científica y tecnoló-
el proceso de renovación y recuperación de la gica que ofrece Medellín.  
2004-2011 235

Con el propósito de recuperar el cen-


tro de la ciudad como referente histó-
rico- cultural, se adelantó el proyecto
“El Centro Vive”. Con él cobró fuerza la
Gerencia del Centro, como un elemen-
to institucional que buscó articular las
distintas propuestas e intervenciones
para el rescate de la calidad urbanística CD2 - JRA D16 -21. 206. Paseo Carabobo y la “Zona norte Medellín”, conformada,
entre otros, por el Parque Explora, la Estación Universidad del Metro, el Parque
de la zona. En el marco de este proyec-
de los Deseos, el Planetario Municipal y la Ruta N (en construcción). Al fondo, el
to, se construyó el Paseo Urbano Cara- centro de la ciudad y, a la derecha, el campus de la Universidad de Antioquia.
bobo.  
Así mismo, se inició el proyecto de
Metroplús para integrar la ciudad en
sentido nororiente-occidente, con co-
nexiones a todo el sistema de transpor-
te público. A la fecha se cuenta con las
estaciones construidas y se han hecho
ejercicios pedagógicos con los buses ar-
ticulados; pero su puesta en operación
ha sido aplazada por diversos inconve-
nientes. Además de las rutas trazadas
para Medellín, se está construyendo la
pretroncal Envigado-Itagüí, cuya inau-
guración está proyectada para 2014.
Por otra parte, el programa Cultura E,
promovido y financiado por la Alcaldía,
se orientó a extender la cultura del em-
prendimiento, a constituir y desarrollar
nuevas empresas para atender las ne-
cesidades del mercado y las cadenas
productivas regionales con mayores
potencialidades económicas. Este pro-
grama hizo parte del Plan de Desarro-
llo  2004-2007 y también fue retomado
en el Plan de Desarrollo de Alonso Sa-
lazar.
236 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Para contribuir a la solución de necesidades habitacionales, el Instituto Social de Vivienda y


Hábitat de Medellín (ISVIMED) está encargado de gerenciar la vivienda de interés social en el
municipio. En las dos últimas administraciones de la ciudad, se trazó la meta de reducir los dé-
ficits de cantidad y calidad de viviendas y promover comunidades capaces de autogestionarse y
asentamientos humanos integrados social y espacialmente.
Teniendo en cuenta lo anterior, se involucró a diferentes actores públicos, privados y comu-
nitarios en la gestión y ejecución de proyectos de construcción de vivienda nueva, titulación y
legalización, mejoramiento de vivienda y del entorno, reasentamiento, acompañamiento social,
gestión inmobiliaria y demás actuaciones integrales de vivienda y hábitat en los contextos urba-
no y rural, municipal y regional.
El mejoramiento integral de barrios, que también incluye el mejoramiento de vivienda urbana
de interés social con cambios urbanísticos y solución habitacional en las zonas urbanas y rural
de Medellín, ha beneficiado a los pobladores ubicados en: Moravia, La Cruz, La Honda, Moscú,
El Salado, Nuevos Conquistadores, Independencia I e Independencia II, La Sierra, Villa Niza, Pi-
cacho, El Triunfo, La Aldea, Popular I, Popular II y El Compromiso. Este programa sigue el direc-
cionamiento del Departamento Administrativo de Planeación Municipal.
Programas de titulación de predios de vivienda de interés social urbana, se adelantaron en los
barrios: Los Sauces, Moravia, Kennedy, Carmelitas, Plaza del Rio, Moscú, Alcázar de Sucre, Sol
de  Oriente, Limonar, Rivera de Santa Elena, Brisas de San Diego, Plan Terraza,  Multifamiliar
San Vicente, Brisas de San   Antonio, Plaza Linares, Pinar del Centro, Iguaná y Juan Bobo. A
las familias beneficiadas con las soluciones habitacionales, se les ofrece un acompañamiento
social para su adaptación y mejoramiento de la convivencia, la seguridad y la organización veci-
nal. Igualmente se han adelantado procesos de reasentamientos de familias de zonas de cala-
midad y emergencia en Moravia (Morro de basuras y Oasis), y La Iguaná.

207. Consolidación habitacional


“Nuevo Sol de Oriente” en la quebrada
Juan Bobo, Comuna 2. Hace parte del
Proyecto Urbano Integral de la Zona
Nororiental.
2004-2011 237

El Programa de Hábitat Rural Sostenible, llevado a


cabo en los cinco corregimientos de Medellín: San
Antonio de Prado, San Sebastián de Palmitas, San-
ta Elena, San Cristóbal y Altavista, contempla el
mejoramiento de vivienda rural de interés social, Además de estos programas, relativos a infraestructura y
apoyado en un convenio con el Comité de Cafete- vivienda, se desarrollaron otras iniciativas enmarcadas en
ros. la política social incluyente y formativa, como Planeación
Las Ferias de Subsidio de Vivienda se han conver- del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo, mencio-
tido en un espacio de convocatoria a las familias nados en páginas anteriores. También, desde el renovado
que buscan solución habitacional, mediante la despacho de la Primera Mujer del Municipio, durante la al-
construcción y la adquisición de vivienda nueva o caldía de Sergio Fajardo, Lucrecia Ramírez R., lideró varias
usada. Con estas ferias se ha logrado implementar iniciativas, entre las que se destacaron: Prevención de la
un modelo transparente para la adjudicación, pre- anorexia-bulimia, el proyecto “Sol y Luna” y el Concurso
via inscripción de las familias y el cumplimiento de de Mujeres Talento, la Red de Mujeres Jóvenes Talento y la
algunos requisitos. Red de Mujeres Públicas. Algunos de éstos siguen en fun-
cionamiento.

Plan de desarrollo “Medellín es solidaria y competitiva”


“Medellín es Solidaria y Competitiva”, el Plan de Desarrollo de la administración
de Alonso Salazar Jaramillo (2008-2011), fue adoptado mediante el Acuerdo No. 16
de 2008. Ha sido calificado como uno de los mejores planes de desarrollo municipal
de Colombia por incorporar Indicadores de Medición y Seguimiento desde su mis-
ma formulación; por la articulación de los distintos elementos que lo conforman, el
rigor técnico con el que se elaboró y la claridad de su visión de la ciudad (Medellín,
BID, 2009: 171).
Además de lograr una continuidad con el Plan de Desarrollo de la administración de
Sergio Fajardo Valderrama, “Medellín: Compromiso de toda la ciudadanía”, el nuevo
alcalde se propuso consolidar lo obtenido y extender el modelo integral de interven-
ción de manera focalizada, a otros sectores de la ciudad. Más allá de solucionar pro-
blemas, planteó una ciudad sostenible donde fuera posible prevenir, evitar o mitigar
riesgos y generar las mejores oportunidades para todos sus habitantes (Medellín,
BID, 2009: 29).
El Plan de Desarrollo 2008-201, “Medellín es Solidaria y Competitiva”, está confor-
mado por seis líneas estratégicas: Medellín, ciudad solidaria y equitativa; Desarro-
llo y bienestar para toda la población; Desarrollo económico e innovación; Hábitat
y medio ambiente para la gente; Ciudad con proyección regional y global; Institu-
cionalidad, Democracia y Participación Ciudadana. Este plan se fundamenta en la
solidaridad para orientar la estrategia general de disminución de la pobreza y mejo-
ramiento de la calidad de vida de amplios sectores excluidos de las dinámicas y los
beneficios del desarrollo.
238 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

La integralidad del desarrollo humano se asume como un proceso complejo,


sinérgico y sistémico que exige incorporar en las políticas y acciones de la ad-
ministración, elementos para remover los obstáculos que bloquean el acce-
so de todos los ciudadanos a las oportunidades de realización. En tal sentido,
considera la ampliación y fortalecimiento de la democracia como condición
para el desarrollo humano (Ramírez y Bravo, 2009: 167).
Con el fin de elevar el nivel y las condiciones de vida de la población más vul-
nerable y con índices más altos de subdesarrollo, el Plan adoptó el urbanismo
social como estrategia de intervención en el territorio. Se trata de garantizar
la equidad en la dotación y calidad de las infraestructuras urbanas en las zo-
nas periféricas de la ciudad (Ramírez y Bravo, 2009: 167).

208. Parque Biblioteca San Javier, Comuna 13.


2004-2011 239

CD4 IMG_1043. 209. Jardín Infantil del programa Buen Comienzo barrio Aures..

El Plan también desarrolla un programa estratégico de gran impac-


to para la población: Buen Comienzo, creado por el Acuerdo Munici-
pal No. 14 del 2004 y reglamentado mediante Decreto 2851 de 2006.
Adscrito a la Secretaría de Educación y gerenciado por el Despacho
de la Primera Dama, tiene como meta la consolidación, formulación
e implementación de una política pública de infancia para la ciudad.
Se orienta a promover el desarrollo integral, diverso e incluyente de
los niños de los niveles 1, 2 y 3 del SISBEN, desde la gestación hasta
los seis años; y adopta una perspectiva de ciclo vital, a través de la
protección de derechos, como la educación, la salud, la nutrición y el
cuidado.36

36 Aunque a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y del sec-
tor educativo con la educación pública preescolar, el Estado está presente en la
atención y protección a la infancia y a la niñez, una innovación del Programa Buen
Comienzo ha sido la cobertura en materia de atención integral temprana a los
niños y niñas, con la convicción de que estas acciones tienen impactos positivos
en el desempeño escolar, personal y social futuro de los ciudadanos.
240 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

210. Jardín infantil del programa Buen


Comienzo sector La Aurora, Ciudadela
Nuevo Occidente, Noroccidente de la
ciudad.

Con este programa se adelanta la construcción, mejoramiento


y adecuación de 16 jardines infantiles públicos para la atención
integral de la primera infancia, que contempla un espacio colec-
tivo para que los niños se formen desde el juego, las relaciones
socio afectivas, el desarrollo motriz, el reencuentro con la na-
turaleza y la interacción con los espacios arquitectónicos. Tam-
bién, está pensado para que las familias y la comunidad, desde
los jardines, propicien instancias de convivencia y de encuentro
alrededor de la primera infancia.
La ubicación de los jardines infantiles está definida por criterios
como: la priorización de las zonas más desatendidas; la deman-
da de la atención interinstitucional de 0 a 5 años de los niveles 1,
2 y 3 del SISBEN; las distancias y accesibilidad de los usuarios;
los riesgos de accidentalidad de los niños; características de los
suelos y la proximidad con equipamientos culturales, educati-
vos y recreativo.
A la fecha, se han entregado los Jardines Infantiles de la Co-
muna 13, Mamá Chila en Moravia y el Jardín Infantil Buen Co-
mienzo en Castilla-Pedregal, Aures, San Antonio de Prado, La
Huerta, La Aurora, el Jardín del Doce de Octubre– Santander.
Próximamente será entregado el de Carpinelo.
2004-2011 241

Logros para la ciudad desde la continuidad


en los modelos de gestión municipal
Desde el año 2005, Medellín es municipio
piloto para la implementación del Progra-
ma Gestión por Resultados, con el lideraz-
go del DAPM y el apoyo del Banco Mundial.
Este programa ha significado, en térmi-
nos prácticos, que en el Plan de Desarro-
llo la inversión esté ligada a la obtención
de resultados tangibles. Si no se hubiera
contado con la instalación de capacida-
des técnicas para hacer seguimiento a los
proyectos estratégicos, poco se hubiera Durante las dos últimas administraciones, se retomó del PEMAM
logrado hacer (Medellín, BID, 2009). (1996-1998) la concepción sobre el desarrollo económico enfocada
al desarrollo humano integral, como eje para articular las acciones
Los Planes de Desarrollo de Sergio Fajar- orientadas a lograr un imaginario de la ciudad deseada en el largo
do Valderrama (2004-2007) y de Alonso plazo. Esto consiguió comprenderse, desarrollarse y potenciarse
Salazar Jaramillo (2008-2011), definieron en los Planes de Desarrollo respectivos. Entonces, se han adoptado
un componente que no tienen los planes acciones y estrategias inéditas para la gestión pública local: compe-
de muchas otras ciudades del país: el uso titividad e internacionalización de la ciudad; la educación de alta ca-
sistemático de mediciones precisas del lidad como garantía de acceso a las oportunidades y como condición
ICV, para definir en cuáles comunas y zo- para la construcción de ciudadanía; dimensión regional y metropo-
nas de la ciudad es necesario hacer una litana del desarrollo urbano; cooperación público-privada y con las
mayor inversión. El IDH se adoptó para organizaciones sociales, como instrumento para ejercer el nuevo rol
efectos comparativos con otras ciudades; del Estado local como promotor del desarrollo económico (Echeve-
las cifras y los estudios de geo-referencia- rría y Bravo, 2009: 183).
ción, permiten evaluar en cuáles comunas
se necesita aumentar el valor del IDH, para La implementación exitosa de planes de desarrollo, para una ciudad
dar prelación a la inversión en función de del tamaño de Medellín −2.636.101 habitantes para el año 2010−,
este beneficio; y el presupuesto se reparte conurbada con otros municipios del Valle de Aburrá y de estrechas
de acuerdo con las necesidades reales, de relaciones con otras subregiones de Antioquia y ambiciosos proyec-
manera proporcional en cada una de las tos estratégicos, requirió que la Administración Municipal contara
zonas (Medellín, BID, 2009: 171-173). To- con sólidas herramientas de planeación, una gestión orientada a los
das las mediciones están diseñadas tam- resultados y equipos técnicos bien formados y de baja rotación. El
bién para que la gente del común pueda DAPM asumió el liderazgo en esta materia, y al mismo tiempo se
hacerle seguimiento a las iniciativas de encargó de coordinar y hacer seguimiento al Plan de Desarrollo.
cada Despacho; un seguimiento que, de Por todas estas razones, entre todos los municipios del país, el Plan
alguna forma, resguarda el accionar de la de Desarrollo 2008-2011, fue probablemente el plan con mayor pre-
Administración y permite que la comuni- cisión, con mayor detalle de indicadores y con sus costos fijados con
dad pueda exigir a los gobiernos futuros el criterio de costear las metas, (Medellín, BID, 2009: 169). Estas
continuar en la misma línea. condiciones técnicas se materializaron a partir del compromiso de
los servidores públicos y del apoyo de la ciudadanía.
242 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Una mirada hacia el futuro: BIO 2030

L
a intensificación del fenómeno de la metropolización que se viene experi-
mentando en Medellín y el Valle de Aburrá en los últimos años, requiere de
decisiones territoriales que superan los límites administrativos municipa-
les. Es por esto que el DAPM y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, median-
te convenio interadministrativo con la Universidad EAFIT, adelantan la formula-
ción del Plan Director Medellín-Valle de Aburrá, BIO 2030, que convoca diversos
actores para conciliar intereses y articular la planificación territorial.
Con la formulación del Plan, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá busca
orientar y coordinar el desarrollo metropolitano; y Medellín, en su calidad de mu-
nicipio núcleo, fortalecer la convocatoria a los otros municipios para pensar el
territorio en aras al desarrollo de la región. EAFIT, por su parte, realiza todo el
respaldo técnico mediante el Centro de Estudios Urbano Ambientales –Urbam−.

211. Vista en sentido norte sur del Valle de Aburra.


Una mirada hacia el futuro: BIO 2030 243

CD 4 DSC_5847. 212. Vista de sur a norte del río Medellín. A la derecha, se observa la nueva vía distribuidora en la Avenida Regional, 2010.
244 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

213. Vista en sentido sur norte del Valle de Aburra.

El objetivo de BIO 2030 es definir estrategias y modelos de intervención para el


ordenamiento territorial a escala metropolitana, con el fin de contribuir al desa-
rrollo sostenible del Valle de Aburrá en un horizonte de veinte años. La propuesta
de un modelo de ocupación y la definición de ámbitos estratégicos que concen-
tren acciones específicas se fundamenta en tres ejes estructurantes: Medio Am-
biente y Espacio Público; Movilidad y Transporte; y Centros de Actividad y Hábitat.
El río y las laderas son los escenarios vitales de este Plan. El primero, como un
gran centro metropolitano de actividades y hábitat, y las segundas, como espacio
público y de paisaje que cumple una función ambiental, la cual debe controlarse
en sus fronteras para evitar la expansión urbana y disminuir los riesgos natura-
les.
Los desafíos que orientan el trabajo de BIO 2030, constituyen un estímulo para la
región y se centran en fortalecer el rol económico y la competitividad del Valle de
Aburrá en el contexto nacional e internacional, integrar la región y contribuir a
su desarrollo. También, se trata de disminuir la huella ecológica hacia las subre-
giones vecinas, para proteger y mejorar la calidad del medio ambiente y, a través
de la reducción de los desequilibrios territoriales y la inequidad, cerrar la brecha
de la segregación socioeconómica y funcional de carácter espacial. Así mismo, se
tiene el reto de construir un nuevo regionalismo fundamentado en la cooperación
y la confianza entre municipios, sociedad e instituciones.
245

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Servidores del DAP partícipes en los conversatorios

Ana Catalina Vanegas Serna. Astrid Elena Muñoz Uribe. Carlos Alberto Botero Chica. Carlos Mario Sierra. Catalina Gómez.
Clemencia Ocampo A. Jaime Humberto Pizarro Arteaga. Jairo Foronda C. John Jairo Hurtado L. José Gabriel Barbier Isaza
Juan Diego Lopera Pérez. Leonor Echeverri Cardona. Liliana María Castrillón. Liseth Andrea García Ruiz.
Luis Fernando Arbeláez. María Victoria Rivera M. María Victoria Sánchez. Marta Ligia Restrepo. Marta Luz Restrepo Ramírez.
Rocío Trujillo V. Rodrigo Toro Londoño. Zulma Trujillo V.
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Créditos iconográficos

1. Panorámica de Medellín. (s.f.), Jorge Obando, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
2. Calle San Juan. 1930, Gonzalo Escovar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
3. Puente de la avenida San Juan sobre el río Medellín. 1920, Fotografía Rodríguez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública
Piloto.
4. Trabajadores y mulas en el río Medellín. (s.f.), Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
5. Paseo Los Libertadores. 1922, Manuel Lalinde, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
6. Puente de La Toma sobre la quebrada Santa Elena. (s.f.), Anónimo, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
7. Cobertura de la quebrada Santa Elena. (s.f.), Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
8. Calle Bolivia. (s.f.), Anónimo, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
9. Tranvía a La América y estación del ferrocarril. 1923, Benjamín de la Calle Muñoz, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública
Piloto.
10. Carretera Carabobo. 1922, Manuel Lalinde, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
11. Aeropuerto Olaya Herrera. 1947, Gabriel Pérez Carvajal, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
12. Central Hidroeléctrica de Guadalupe. 1962, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
13. Panorámica de Medellín. (s.f.), Jorge Obando, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
14. Edificio Miguel de Aguinaga. 1957, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
15. Aérea de la Feria. 1967, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto
16. Carros de Empresas Varias de Medellín. 1964, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
17. Carros de Empresas Varias de Medellín. 1964, Gabriel Carvajal Pérez. Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
18. Antigua Plaza de Mercado. 1970, Horacio Gil Ochoa, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
19. Aérea de Fabricato. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
20. Hospital San Vicente de Paúl. 1938, Fotografía Rodríguez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
21. Aérea de la Universidad Pontificia Bolivariana. 1967, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
22. Aérea de Laureles. 1953, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
23. Aerofotografía de Laureles a principios del siglo XXI. (s.f.), Archivo Alcaldía de Medellín.
24. Everfit. 1947, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
25. Edificio La Bastilla. 1954, Digar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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26. Edificio de Fabricato. 1954, Digar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
27. Incendio Parque de Berrío. 1921, Benjamín de la Calle Muñoz, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
28. Incendio en el Parque de Berrío. 1921, Fotografía Rodríguez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
29. Hotel Nutibara. 1942, Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
30. Teatro Junín. 1964, Digar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
31. Parque Bolívar. 1895, Pastor Restrepo, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
32. Plano de Medellín. Levantado por los alumnos de la Escuela de Minas, 1889, Archivo Alcaldía de Medellín.
33. Paseo de Buenos Aires. 1922, Manuel Lalinde, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
34. Carrera Bolívar. (s.f.), Oscar Duperly Du-Friez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
35. Aérea de Aranjuez. 1954, Carlos Amortegui, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
36. Aérea de Carlos E. Restrepo. 1970, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
37. Aérea de Castilla. 1969, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
38. Puente Guayaquil. 1967, Horacio Gil Ochoa, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
39. Barrio Guayabal. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
40. Aérea de Colina y Cristo Rey. 1973, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
41. Barrio San Javier. 1954, Digar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
42. Barrio Manrique. 1978, Horacio Gil Ochoa, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
43. Fabricato de Bello. (s.f.), Gonzalo Escovar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
44. Fábrica de Postobón. 1927, Luis Escovar, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
45. La Playa. (s.f.), Jorge Obando, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
46. Cervecería Unión. 1930, Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
47. Fábrica de Coltejer. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
48. Pintuco. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
49. Aérea del río Medellín. 1963, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
50. Típica. 1944, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
51. Panorámica de Medellín. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
52. Aérea Barrio Popular. 1969, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
53. Aérea del 12 de Octubre. 1973, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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58. Hospital San Vicente de Paúl. 1957, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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60. El Bosque y las barcas. 1923, Benjamín de la Calle Muñoz, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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62. Tranvía Municipal de Medellín. 1930, Anónimo, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
63. Calle del Codo. 1941, Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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98. Fábrica de Coltejer. (s.f.), Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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127. Carrera Junín. 1968, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
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157. Vista panorámica del centro de Medellín. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
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158. Vista panorámica de la ciudad de Medellín. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General
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de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
162. Institución Educativa Débora Arango, ubicada en el Corregimiento de Altavista – Sector Central, al sur occidente de la ciudad.
(s.f.), Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
163. Institución Educativa y Jardín Infantil del Barrio Aures, Comuna 7 – Robledo, Noroccidente de la ciudad. (s.f.), Banco de fotos
de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
164. Barrio Pedregal. 2003, Archivo Fotográfico de El Colombiano.
165. Institución Educativa Benedikta Zur Nieden, Barrio San Javier N°1, Comuna 13 – San Javier, centro occidente de la ciudad.
(s.f.), Archivo Alcaldía de Medellín.
256 Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

166. Puerta Urbana. (s.f.), Andrea González, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
167. Panorámica del centro de Medellín. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Co-
municaciones, Medellín.
168. Biblioteca Pública Piloto. 1963, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
169. Unidad Deportiva Atanasio Girardot. 1989, Archivo Alcaldía de Medellín.
170. Vista panorámica de los alrededores de la Terminal de Transportes del Norte. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos
de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
171. Jardín Infantil del programa Buen Comienzo, sector La Aurora, Ciudadela Nuevo Occidente, Noroccidente de la ciudad (sf),
Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
172. Calle Ayacucho. 2000. Archivo Fotográfico de El Colombiano.
173. Institución Educativa Joaquín Vallejo Arbeláez, Barrio Llanadas, Comuna 8 – Villa Hermosa, centro oriente de la ciu-
dad. (s.f.), Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
174. Institución Educativa Reino de Bélgica, Barrio La Cruz, Comuna 3– Manrique, nororiente de la ciudad. (s.f.), Banco de fotos
de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
175. Plaza Botero, frente al Museo de Antioquia. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General
de Comunicaciones, Medellín. Jardín Infantil del programa Buen Comienzo, sector La Huerta, Ciudadela Nuevo Occidente,
Noroccidente de la ciudad, (s.f.), Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
176. Vista aérea intercambio vial de la Avenida 33 sobre el río Medellín, sector Conquistadores. 2009, Carlos Vidal Álvarez, Ban-
co de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
177. Panorámica Barrio Moravia. 2003, Archivo Fotográfico de El Colombiano.
178. Centro de Desarrollo Cultural de Moravia. Arquitecto Rogelio Salmona, 2006-2008, (sf) David Estrada Larrañeta y Julián
Roldán Alzate, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
179. Calle Colombia a la altura del Parque Berrío. 1974, Gabriel Carvajal Pérez, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto.
180. Congestión en la Calle Colombia. 2004, Archivo Fotográfico de El Colombiano.
181. Pasaje peatonal Estación Santo Domingo Savio, Metrocable Línea J del Sistema Metro. 2009, Banco de fotos de la Alcaldía,
Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
182. Vista aérea corredor multimodal de transporte del río Medellín, Puente de Guayaquil. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de
fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
183. Consolidación Habitacional Nuevo Sol de Oriente en la quebrada Juan Bobo, Comuna 2. Parte del Proyecto Urbano Integral
de la Zona Nororiental. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones,
Medellín.
184. Puente de La Paz entre los Barrios Andalucía y La Francia en el sector de Santo Domingo. PUI nororiental. Comuna 2. (s.f.),
Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
185. Desarrollo rural. Cable aéreo en el Corregimiento San Sebastián de Palmitas. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos
de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
186. Vista aérea nocturna sector La Alpujarra. 2004, Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
Comunicaciones, Medellín.
187. Avenida La Playa. 2003, Periódico Archivo Fotográfico de El Colombiano.
188. Paseo peatonal Parque Lineal La Bermejala sector de Moravia. (s.f.), David Estrada Larrañeta y Julián Roldán Alzate,
Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
189. Vista desde el Parque Biblioteca San Javier hacia la Estación del Metro y Metrocable Comuna 13. (s.f.), David Estrada La-
rrañeta y Julián Roldán Alzate, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
190. Espacio Público en el Parque Explora. Parque de Ciencia y Tecnología. (s.f.), David Estrada Larrañeta y Julián Roldán
Alzate, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
191. Parque Biblioteca La Quintana, comuna 7. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
Comunicaciones, Medellín.
192. Parque Biblioteca La Quintana. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comuni-
caciones, Medellín.
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193. Parque Biblioteca San Javier, Comuna 13. (s.f.), David Estrada Larrañeta y Julián Roldán Alzate, Banco de fotos de la
Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
194. Parque Biblioteca La Ladera. Comuna 8. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
Comunicaciones, Medellín.
195. Vista nocturna del Parque Biblioteca La Ladera. Comuna 8. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Di-
rección General de Comunicaciones, Medellín.
196. Parque Biblioteca España. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicacio-
nes, Medellín.
197. Parque Biblioteca La Quintana. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comuni-
caciones, Medellín.
198. Parque Biblioteca Belén. (s.f.), David Estrada Larrañeta y Julián Roldán Alzate, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección
General de Comunicaciones, Medellín.
199. Vista aérea sector de San Lorenzo y Barrio El Salvador. 2009, Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Direc-
ción General de Comunicaciones, Medellín.
200. Vista aérea Colegio de Calidad Plaza de Ferias Barrio Héctor Abad Gómez. 2009, Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de
la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
201. Vista Aérea del Orquideorama, Jardín Botánico “Joaquín Antonio Uribe”. 2010. Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la
Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
202. Paseo Carabobo y el Nuevo Norte, conformado por el Parque Explora, la Estación Universidad del Metro, el Parque de los
Deseos y Ruta N (en construcción). (s.f.), David Estrada Larrañeta y Julián Roldán Alzate, Banco de fotos de la Alcaldía,
Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
203. Alrededores “Sol de Oriente”. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunica-
ciones, Medellín.
204. Parque Biblioteca San Javier, Comuna 13. (s.f.), Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
Comunicaciones, Medellín.
• 205. Programa Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín. (s.f.), Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de
Comunicaciones, Medellín.
206. Programa Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín. (s.f.), Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comuni-
caciones, Medellín.
207. Metrocable Línea K, Barrios Acevedo, Andalucía, Popular y Santo Domingo Savio. 2007, Carlos Vidal Álvarez, Banco de
fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
208. Río Medellín y vía Distribuidora. 2010, Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la Alcaldía, Dirección General de Comu-
nicaciones, Medellín.
209. Metrocable estación Santo Domingo Savio, Línea J del Sistema Metro. 2009, Carlos Vidal Álvarez, Banco de fotos de la
Alcaldía, Dirección General de Comunicaciones, Medellín.
Medellín 1960 – 2010. Una ciudad que se piensa y se transforma
Departamento Administrativo de Planeación 50 años

Se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2011


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