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PLAN ESCRITOR
G.C.F
VILLAVICENCIO, META
2022
AUTOBIOGRAFÍA
Mi nombres es Alejandra Carrillo, naci 6 de Agosto del 2007, en Villavicencio, Meta, una
ciudad ubicada en Colombia. Vivo junto con mis padres y a mi hermana menor, mi madre se
llama Liliana Comas, tiene 46 años y es abogada en la rama judicial, mi padre se llama
Wilson Carrillo tiene 52 años y es veterinario en una empresa llamada Colvet. Mi hermana
A mis dos años entre a pequeños sabios y curse todo mi preescolar hasta que me gradue en
transición en 2013, en el 2014 entre primer grado, Gimnasio campestre la Fontana y es donde
programa IB.
Mi mejor amiga es una compañera del colegio, su nombre es Isabella Neuta y es una persona
muy especial, ya que es única y cariñosa, que cuando le gusta y le apasiona algo se mete tanto
en el asunto hasta el punto de dar su máximo esfuerzo. A Isabella le gusta leer fanfics,
escuchar música y sigue a BTS, su bia en BTS en yoongi y su pareja favorita es el taekook,
cada dia reza que BTS venga a Colombia y poder conseguir boletas.
A lo largo de mi vida me he planteado una idea de lo que quiero ser de grande, quería ser
cirugía plástica. Si tuviera que escoger 3 palabras para describirlo seria: competitiva, aplicada
e inteligente. La inspiración para crear la historia fue por un ship de un anime (Haikyuu), y a
causa de que la homosexualidad estaba prohibida en las normas estipuladas para este
Los personajes principales en esta historia no son míos, le pertenecen a Haruichi Furudate,
CAPÍTULO 1
En el año 1910, Corea se convirtió en una colonia de Japón, Los Japoneses llegaron con el
objetivo de crear infraestructuras para explotar Corea. Se introdujeron impuestos para poder
Hinata Ume, una joven mujer de unos 23 años, se encontraba en casa con su madre y padre,
de repente se escuchó un estruendo que provenía de la entrada, habían tumbado la puerta. Los
japoneses entraron y destruyeron todo a su paso, vaciaron la casa, se llevaron todas las cosas
de valor.
amenazante.
- Esto no es suficiente, les recuerdo que los impuestos tienen un precio más elevado.
–dijo otro soldado. – Si no tienen con qué pagar entonces buscaremos otro medio.
Dijo mientras se acercaba a Ume, levantó su mano y la posó en la mejilla de la joven,
Los soldados no perdieron el tiempo, sacaron sus armas y asesinaron a estos dos. La joven
sintió todo, en menos de 5 segundos le empezaron a salir lágrimas de los ojos a la joven. Los
soldados guardaron sus armas y prestaron su atención en la chica. Empezaron a tocarla por
todo su cuerpo, las manos de los soldados pasaban desde sus labios, pasaron por sus senos y
terminando en las posaderas de la joven. Ume se encontraba gritando por ayuda, ella ya sabía
Los siguientes 40 minutos fueron una tortura para Ume, sentir las manos, la boca, los
miembros, todo, tocándola y dentro de ella era desagradable, el dolor que ella sentía cada vez
que algo entraba en su cuerpo era horrible. Pasando una hora, los hombres decidieron irse sin
antes decirle a la joven que por su bien debería tener el dinero listo para el próximo mes.
Pasaron los meses y Ume sentía mal, tenía náuseas, antojos, sentía que algo estaba dentro
suyo, su estómago se fue hinchando. Ahí comprendió que estaba embarazada, desde qué se
hizo la idea de que cargaba en su vientre otra vida, sintió disgusto, ella soñaba tener un bebe
con un hombre que la amara, y que ambos estén conscientes de lo que significaba tener un
sucesor. NO quería criar un niño que no fuese planeado, menos si fue por violación y que el
consideraban amigas, estaban ayudándola a sacar el feto del interior de su madre. Hinata Ume
pasó tres horas en labor de parto, y por fin, dio a luz a una hermosa niña. Tenía pelos
anaranjados, como su abuelo, y unos ojos cafés, como los de su abuela. Una piel blanca y
pálida, con unos ligeros tonos rosados en la nariz y pómulos. Ume, al ver la criatura que tenía
que la niña no merecía recibir el odio que tenía hacia esos hombres. Y decidió criar a la niña.
Pasaron los años, aquel pequeño ser, ahora tenía 16 años. Tenía un cuerpo delicado y delgado,
medía 1.60 metros, sus facciones eran delicadas, su personalidad era alborotada como su
cabello, era alegre, habladora, amable, divertida e inquieta. Ella contaba que tenía una
habilidad especial, según ella era un superpoder, ella saltaba muy alto, más alto que los niños
de su edad. Shoyo sabía como la concibieron, por eso siempre le guardaba rencor a los
japoneses.
Nishinoya Yuu, es el mejor amigo de Hinata, es mayor que Shoyo por un año. Su pelo es
alborotado color café, tiene un mechón de color rubio cenizo, nadie sabe cómo se lo pinto, el
mide 1.59 metros. Shoyo le dice a menudo que es una de las pocas personas que ella puede
mirar desde arriba, aunque solo le gane por 1 centímetro. A pesar de su baja estatura, Yuu
tiene un cuerpo musculoso, debido a que él se la pasa corriendo por todo lado.
- Noya! – Grito Hinata acercándose corriendo para darle un abrazo a Nishinoya.
Hinata le siguió tropezando con el cuerpo de Yuu, siendo seguido de un gran golpe en
el coxis por parte de Yuu y Hinata pegándose en la cara. Los chicos se levantaron con
una mueca de dolor, Yuu se sobaba el trasero mientras la nariz de Shoyo sangraban,
- Shoyo, no me llames con esos honoríficos japoneses, son horribles igual que los que
- Perdón, pero se me pegaron de esa clase de japonés, es inservible, para qué quiero
Ambos chicos llevaban sus ropas típicas de su pueblo, un Hanbok, una vestimenta
tradicional en su cultura, para las chicas estaba compuesto por una blusa con mangas
largas y amplias, con una falda muchísimo más larga que la blusa. Lleva una cinta que
acentúa el busto. Para los hombres, se llevaba un abrigo y unos pantalones holgados.
Después de una hora, se fueron a caminar para distraerse y encontrar actividades que se
puedan hacer.
Ambos jóvenes se divertían. Iba llegando la noche y los dos chicos se despidieron y cada
Hinata Ume se encontraba en casa preparando la cena para su hija, ella no sabía que iba a
terminar queriendo a la hija de aquel horripilante hombre, aquel seguía en su mente, bajo de
estatura, cabello negro, ojos cafés tirando a negro, con un bigote horrible. Al imaginarse al
idea de ese hombre tocándola. Sus pensamientos desaparecieron cuando llegó su rayo de sol,
su hija. Ella estaba apenas entrando a la casa, se quitó los zapatos y se dirigió a la cocina.
- Hola mamá, huele muy rico, ¿Qué preparas? – pregunta la chica con interés.
- No importa mamá, gracias – Dijo con una sonrisa honesta y tierna en el rostro,
Aquellas palabras hicieron que su ánimo subiera, sirvió la comida y llamó a Hinata al
- ¿Quién fue el genio que creó el Kimchi mamá? – Pregunta el rayo de sol.
- No se hija, esta receta reside en nuestra tribu hace tiempo, tu abuela me enseñó a
Felices comiendo, escucharon gritos y les llegó un olor a humo a la nariz. Shoyo rápidamente
fue a la ventana para ver qué pasaba las casas estaban siendo quemadas por unos hombres
extraños. Alarmó a su madre de lo que pasaba afuera y salieron de la casa con rapidez. Uno
de los hombres que se encargaba de quemar las casas, noto las intenciones de escapar de
ambas chicas, dejó la antorcha y rápido cogió la mano de Shoyo. Shoyo gritó, su madre se dio
la vuelta y empezó a atacar a los hombres sin mucho éxito, con la otra mano el hombre cogió
del cuello a Ume, asfixiándose, Shoyo sintió algo en su interior, sus lágrimas empezaron a
salir de sus ojos, empezó a jalar y a patear al hombre, pero este ni se inmutaba. Ume después
de un tiempo empezó a dejar de moverse, con su último respiro dijo algo que sonó
distorsionado para los oídos de Shoyo, la última empezó a llorar. El hombre dejó en el piso el
cuerpo de la madre sin vida y con las dos manos agarró a la chica, la arrastró hacia un
vehículo mal diseñado, que extrañamente tenía la forma de una camioneta, abrió la puerta y
en su interior había más niños con caras desconsoladas, tristes y traumados. Todos tenían
Hinata buscó un rincón alejado y empezó a llorar, sus ojos le ardían y le empezaban a pesar,
sin notarlo se había quedado dormida. Cuando despertó fue porque la “camioneta” había
pasado y el vehículo había saltado haciendo que Hinata se pegara en la cabeza. Llevo sus
manos a sus ojos y se rasco los ojos, haciéndola despertar más. Dirigió su mirada a su
alrededor, vio unos 20 niños juntos, pensó lo peor. 20 minutos después, dos hombres abrieron
las puertas, y sacaron a todos los niños y amarrándolos para que no escaparan, Hinata cerró
sus ojos para irse acostumbrando de nuevo a la luz. En su entorno ella notaba locales de
vegetales, pescado y otras cosas. Los metieron detrás de una especie de escenario o tarima, y
alguien empezó a hablar en japonés. Hinata nunca prestó atención en esa clase ni en ninguna
otra, por esa razón le iba fatal en todas las clases en las que asistía. En su cabeza empezó a
esclavos coreanos, por valor de 30,000 yenes cada uno) – Dijo el hombre
“Acérquense, venta de carne humana a 30000 yenes”, tradujo Hinata, ella sabía que
probablemente su traducción era correcta o acertada, más probabilidades de que esté mal que
bien. Igualmente se empezó a asustar, no quería morir, y menos que su cuerpo fuera ingerido,
no sería una buena muerte según ella. Sintió como le empezaban a jalar las manos hacia
adelante, no tuvo más alternativa que ir con los demás niños. Cuando estuvo al frente vio a
decenas de personas, sus ojos recorrían las caras de cada uno. Había personas feas con rasgos
no atractivos, con vestimentas sucias y rotas, que claramente intentan disimular su posición
económica actual, en cambio, había otras personas con caras guapas, y una vestimenta que
claramente reflejaba estatus y dinero. Un hombre empezó a gritar otra vez en japonés,
mientras que los de abajo respondían, con cada respuesta un niño se iba.
Ya se habían ido varios, solo quedaba Hinata y algunos otros, llegó el turno de Shoyo de ser
vendida, el hombre llegó detrás de ella y gritó algo que no entendía. Seguido a eso levanto la
mano un señor del público, de una apariencia de unos 40 años, con una cara sucia y horribles
vestimentas. Subió al escenario, cogió a la chica y se fue. Caminaron por unos 15 minutos,
hasta llegar a una localidad fea y mugrienta, parecía que se fuera a caer, el hombre la agarró
de su mano derecha y la jalo adentro, fue con tanta fuerza que Hinata terminó en el suelo y
recibiendo un golpe duro contra el suelo. Quedó inmóvil unos segundos, como si su cerebro
estuviera pensando, cuando reaccionó vio a este repugnante hombre, con su miembro afuera
y una mirada de lujuria. Hinata sentía miedo, no quería terminar como su mamá, rápidamente
trancada, el hombre llegó por detrás pasando su brazo por el cuello de la peli naranja
aire en el cerebro.
Cuando despertó, Hinata se encontraba tirada en el suelo, desnuda, con moretones tanto en
las piernas como en el vientre, un labio roto y un dolor insoportable en la entrepierna. Busco
rápidamente su ropa y se vistió, miro por la ventana y vio el sol resplandecer, eran como las
7:30, pasados 3 minutos una figura hizo presencia en la habitación, era el mismo hombre
- Las reglas de esta casa son simples, para mantenerte debo trabajar, salgo todos los
días, de 8 de la mañana hasta las 7 de la noche. Cuando me levanté debe estar hecho
quiero que me recibas, como si fueras mi esposa y me tengas hecha la cena. También
hay que dejar claro otro punto más, si yo quiero tocar tu cuerpo lo haré, si quiero
chica. Seguro que nunca tuvo novia, pensó la chica. Volvió a centrar su atención en ese señor,
se estaba despidiendo de la chica, ya pronto era su hora de trabajar, se sentía aliviada, porque
De repente, un pensamiento recorrió su mente, lo que había pasado la noche, era muy claro
para ella, se sintió sucia, rápido fue a u baño y empezó a vomitar en el lavamanos, se sentía
asqueada, seguido se quitó rápido la ropa y se metió al baño, cogió el jabón y empezó a
restregarlo en su cuerpo y con sus uñas empezaba a refregar intentándolo quitar los rastros de
las tocadas del hombre, mientras se restregaba la piel, cuenta ya estaba roja y empezando a
sangrar en una parte, algo le pasó por la cabeza, su primera vez había ido con ese señor, sus
ojos empezaron a derramar lágrimas y su enojo y resentimiento se volvieron aún más grande.
Pasaban las horas, no pasaba mucho en esa casa, a sus alrededores no habían otras personas a
las cuales se les pudieran llamar vecinos, Hinata solo se dedicó a limpiar la casa y hacerla
más habitable, también creaba sus propias historias en su cabeza porque era la única manera
de distraerse e imaginar cómo hubiera sido otro posible final para su vida. Para el almuerzo
solo comió unos vegetales casi expirados y pichos, su sabor era amargo pero comible. Lo
único que Hinata deseaba en ese momento era que el tiempo se detuviera, no quería que ese
tipo volviera.
Pasaron los minutos, las horas. Era el momento de que ese viejo verde volviera a la casa,
Hinata, concentrada en la comida, porque cocinar nunca fue su fuerte, nadie tenía la sazón
que ella tenía, se le quemaba todo, desde un huevo hasta el arroz, no se le confiaba ni una
cuchara en la cocina porque no se sabía cómo terminaría cortándose, por eso es que su mamá
nunca la ponía a cocinar, su mamá, la extrañaba muchísimo, ella la cuido desde pequeña y lo
La puerta se abrió de un golpe, haciendo temblar desde el techo de la casa, haciendo que
cayera polvo y telarañas, hasta los tristes platos que tenía aquel señor, daban pesar, estaban
sucios y rotos, con bichos por doquier, es un milagro que ese señor no se haya muerto aun por
falta de higiene. El tipo se acercó a donde se ubicaba la joven y la empujo de ahí, cogió la
comida de la olla y la sirvió en el plato más feo que había. Llevó su mano y cogió la comida y
la llevó a la boca, la probó y su cara se tornó de un color verde vómito, la comida estaba
horrible.
Se levantó aun con la comida en la boca, se por enfrente de la chica y la escupió en su cara, la
comida toda llena de saliva y masticaba estaba en la cara de Hinata, luego alzó su mano y la
dirigió en gran velocidad hacia ella, llegó a la mejilla de la joven y terminó en una cachetada,
Hinata puso su mano donde el otro e había pegado, luego cerró los ojos porque el hombre la
había empujado al piso haciéndola caer al suelo, donde con su pie pateo el estómago de la
menor, y siguió sin piedad, hasta que ella rogaba que pare. Esa fue la primera vez que la
parte de aquel hombre. Pero un día se aburrió e ideó un plan para volarse de esa casa, en un
pedazo de tela, amontono comida, agua, un poco de leche y carne, y sus pocas mudas de ropa,
cerró la tela formando una especie de maletica y la agarró con la mano, el hombre ya no
estaba asi que solo debía derribar esa puerta, intentó una, dos, tres veces abalanzándose sobre
la puerta, ya la puerta según ella ya estaba floja, y tenía razón, porque con una patada la
termino de dañar.
CAPÍTULO 3
Tan pronto como él puso un pie afuera de la casa, Hinata sintió una alegría en su alma, luego
hecho a correr a toda velocidad que sus piernas le daban, pasaron 2 minutos y Hinata dejo de
correr, tenía un estado físico horrible, hasta donde sabía, el suyo era mejor, porque corría con
Noya cuando podía, Noya, Hinata esperaba que se encontrara bien y que tuviera mejor suerte
que la suya. Al final del día, después de un exhaustivo terreno y largas distancias.
Finalmente llegó a una ciudad, era muy bonita y gigante, comparado con su pueblo, la
ciudad estaba iluminada y era habitaba personas, se veía que si higiene no era dudosa, tenían
buena ropa y las mujeres contaban con maquillaje, todos se veían muy lindos, no como ella,
tenía un vestido sucio y roto, sus zapatos, ni hablar y estaba completamente bañada en sudor.
El hambre y el cansancio invadía el cuerpo de Hinata. Camino otros cientos de metros más
para llegar a un callejón oscuro, sucio y lleno de humedad, con bichos e insectos, se sentó
Kageyama Tobio, un japonés de 16 años, con una altura de 1.86 metros, cabellos negros con
unos ojos azules y una tez blanca. Su mirada era un tanto peculiar, ya que daba la impresión
de que te mira con odio y siempre anda con el ceño fruncido. Este se caracteriza por ser un
hombre de muy poca paciencia y tolerancia, también se puede ver que solo le interesa su bien
y siempre busca mejorar por sí mismo, para otras personas es difícil relacionarse con él
persona.
Su apellido “Kageyama”, que significa Montaña de la sombra, es conocido en las calles tanto
de estrato alto como bajo por ser una familia acomodada y con poder, aunque ellos tengan
raíces indígenas no fue un obstáculo para llegar a la posición actual donde están. Era muy
Tetsuro, unos años mayor que él. El joven miraba perdidamente por la ventana, aburrido,
Kageyama seguidamente se bajó del auto y se dirigió al callejón donde había visto aquella
extravagante y rara melena, paró enfrente de un bulto, no, no era un bulto, era una chica.
Aquella estaba dormida en el piso, cubriéndose de la fría ventisca que pasaba esa noche con
una horrible y sucia tela. Kageyama, se arrodillo dejándolo quedar a casi la misma altura de
aquella chica, su brazo lo paso por el interior de las rodillas y el otro paso por la espalda
- ¡Kuroo! – Grito Kageyama, para que después de unos segundo Kuroo trajera su
presencia.
- Sí, mi señor – Dijo con los ojos cerrados y con un tono formal, sin darse cuenta de lo
- Abre la puerta del carro - Kuroo obedeció y abrió la puerta para que Kageyama sea
- Tienes razón mi señor, los pelirrojos mayormente abundan en Europa, en países como
Irlanda y Escocia. - Respondió - Pero, ¿no cree que es algo riesgoso traer a alguien
que el joven era de un estrato alto solo con su apariencia, entonces al ver la casa se confirmó.
Era una hermosa casa tradicional coreana, contaba con dos bloques de cada uno 300 metros
cuadrados, y alrededor de ellos un jardín lleno de flores, entre estas destacan el mugunghwa y
la flor de cerezo japonés, con una fuente y algo parecido a un pozo. En la parte de atrás de la
residencia, había distintas áreas para practicar actividades, como era el arco y flecha, un mini
Kageyama bajó del coche con la chica aun en brazos, aquella pelinaranja ni se inmutaba,
parecía que estuviera muerta, el ojiazul camino hasta la entrada de aquella residencia. unas
gigantes puertas estaban cerradas, unos 5 segundos fue lo que duró parado aquel joven, luego
las puertas se abrieron a la par. este siguió su camino derecho, recorriendo el hermoso jardín
y la fuente, LLegando al primer bloque, con un esfuerzo abrió una puerta que daba al interior
de la residencia, camino hasta una habitación y en un futón, dejó a la chica para que después
recogió una cobija y la pusiera encima. Luego salió de aquel cuarto en silencio, cerrando la
CAPÍTULO 5
Los rayos del sol iluminaban la habitación, Hinata Shoyo, al encontrar esto como un
obstáculo para seguir lo que estaba haciendo, osea, durmiendo, se levantó con todo el ánimo.
Se sentía bien consigo misma, además fue el sueño más acogedor que había tenido en año,
aun adormilada, se frotó los ojos y miro hacia al frente bostezando, ahí fue donde reaccionó,
¿ donde estaba? se preguntó ella. Rápidamente se paró de aquel cómodo futón y abrió la
puerta.
A los ojos de Hinata parecía un lugar de ensueño, todo estaba limpio y bien amueblado, con
un olor a frescura en cada rincón de donde sea que ella estaba. Su cuerpo se empezó a llenar
de un sentimiento de miedo, y poco a poco aceleró más su paso hasta que llegó a correr.
Cuando fue a girar en una esquina, sin tener mucha vision de a donde se dirigía, choco con
alguien, se sentía como un muro para Hinata, lo único que se le cruzó a la mente de la chica
en ese momento, es con lo que se había chocado media mas de 1.70m. Después del impacto
Con lo que vio fue suficiente para hacer que su corazón se acelerara y sus mejillas empezaron
- ¿Estás bien?
preguntó un chico de cabellos negros y unos hermosos ojos azules. Lo que más cooperó al
sonrojo de la chica es que aquel hombre su torso se encontraba descubierto, mientras que su
cabellos mojado desprende gotas que al final terminaban en aquel abdomen marcado.
CAPÍTULO 6
Habían pasado dos días desde que Shoyo aceptó la invitación que Kageyama le propuso,
desde ese entonces la casa ha estado al revés, siempre se encontraba uno que otro reguero
provocado por la pelinaranja. Las sirvientas de la casa al igual que Kageyama ya estaban
cansadas de que siempre la misma persona fuera la responsable de tanto caos. Pero como
según la tradición de la familia Kageyama es mantener una promesa no hecha a la chica, pero
ganas no le faltaban.
Para Hinata solo había una regla en la casa que tenía que cumplir, nunca entrar a la puerta
seguida de la habitación del mayor, estaba prohibida para todos los residentes excepto para el
dueño. a Hinata la curiosidad la carcomía por dentro. Cerca de las 3:30 pm Hinata no aguanto
Adentro se encontraba una habitación con una especie de altar, con tres fotografías de
personas desconocidas para él, pero con cierta similitud facial con Kageyama, mientras más
se adentraba en la habitación, más sentía una sensación para nada agradable en el estómago.
El altar media cerca de dos metros, hecho de madera, con unas velas, flores, vasos de té estilo
japonés, y platos fondos para comida vacíos. En la parte superior se encuentran unos kanjis
De repente, sintió una presencia detrás suyo, sigilosamente se dio la vuelta y encontró a
dirigirle ni una sola palabra, la cogió del brazo con agresividad y la tiró hasta su habitación,
mientras que en ciertas zonas las sirvientas les abrían el paso sospechando de lo que había
chica.
- ¡La única regla que tenías que cumplir y la desobedeciste! - Grito Kageyama enojado.
- ¡No era tan difícil, así como yo respeto tu privacidad e intento no entrar a tu
habitación tu deberías poder hacer lo mismo, y eso que esta es mi casa. Porque si se
tratara de mi, te hubiera echado desde hace rato, pero sigo las tradiciones de mi
se dio la vuelta y se fue. Desde ese dia, Hinata no recibió la palabra de Kageyama en días,
ella se sentía muy mal, sabía que no tenía que ir y desobedecer la única regla de aca, y no es
que fuera una norma difícil, solo que a veces su cerebro no trabaja bien y hace lo primero que
Para obtener las disculpas de Kageyama, decidió preparar Kimchi, quería compartir algo suyo
con Kageyama y como su madre siempre decía “El kimchi siempre sirve para reconciliarse”.
Corre rápido a la cocina, en el camino saludando a las sirvientas, llegó al destino con el
objetivo en mente de revisar que en la casa hallan los ingredientes necesarios para preparar el
plato.
Se necesitaría Col china, agua, harina de arroz, pimentón picante, pasta de soja, azúcar,
semillas de sésamo y jengibre fresco. Reviso y solo había agua, preguntó a las sirvientas que
había pasado con la comida, y resulta que nadie había ido a comprar suministros desde hace 1
mes, y justo hoy Kageyama se había comido el último huevo con la última taza de arroz.
Hinata, decidida, se preparó para salir de la casa en busca de los ingredientes restantes, se
puso una de las pocas mudas de ropa que tenía y salió con un poco de dinero a la plaza de la
ciudad.
Saliendo de la propiedad, empezó a correr hacia el mercado para que no le cogiera la tarde.
Cuando dio un paso en el mercado, se sintió diferente, nunca había hecho esto sola, siempre
Se dirigió a un puesto grande donde frecuentaba mucha gente, la señora que recibía los
billetes se veía buena gente, eso le dio una buena impresión de esa vieja, pero las apariencias
engañan y aquella vieja le cobró la col china a 5000,00₩ (4,11 dólares), cuando en realidad costaba
2900,00₩ (2,38 dólares) y Hinata ni enterada, mientras los demas se reian de la chica. Con el dinero que
traía y las múltiples estafas que recibía la chica solo le alcanzó para comprar la col, la pasta de soja y el
pimentón picante. Se sintió un poco defraudada y decepcionada de sí misma porque ella tenía más fe en
que podía al menos conseguir la mayoría de los ingredientes. Con la decisión de regresar a la casa, cogió
todas las compras con la mano firme y fue por el mismo camino que había cogido anteriormente.
Después de unos minutos caminando Hinata como si alguien la estuviera persiguiendo, giró
disimuladamente la cabeza para intentar ver lo que se encontraba detrás de ella y efectivamente, un hombre
joven y alto estaba detrás de ella, para asegurarse, hinata siguió dando vueltas para confirmar si de verdad
la estaba siguiendo, y el hombre nunca se separó de ella. Hinata nerviosa empezó a acelerar el paso, mala
idea ya que el hombre se había dado cuenta de que ella ya estaba conciente de su propósito, el hombre
apretó el paso haciendo que llegue al lado de la chica en menos de 10 segundos. El hombre acercó su mano
a la de ella con el objetivo de cogerla pero alguien más le había ganado. Hinata rápido volteo su cabeza
para ver el dueño de aquella mano y se llevó una sorpresa. Era Kageyama.
CAPÍTULO 7
Kageyama se sentía mal por estar tratando de esa manera a Hinata, pero también ella debía
entender que la única regla de la casa era no entrar a la habitación y ella igual lo hizo. Se
dirigió a la cocina con el pensamiento que ella estaría metida en la nevera buscando algo que
comer. El resultado no fue el que esperaba, no se encontró a Hinata pero sí se encontró con
unas empleadas, le habían comentado que Hinata había salido de la casa al mercado para
hacer la comida de hoy. Kageyama rápido salió de la casa, él tenía el conocimiento de que
Hinata no sabía japonés y en ese mercado se utilizaba ese idioma, además de que suele estar
tipos de personas eran capaces de todo para conseguir una pareja para pasar el rato.
Cuando llegó al mercado empezó a preguntar por Hinata en cada puesto que veía.
- ¿Usted ha visto una niña chiquita, aparenta de 14, con pelo naranja y una sonrisa que
ilumina y mejora tu día?. - preguntó Kageyama en casi todos los puestos que había en la
plaza.
Sin éxito, Kageyama se sentía mal porque tenía la idea de que algo le había pasado a Hinata,
se restregó la cara y subió la cabeza para intentar encontrar a Hinata con la mirada, ella no
pasaba desapercibida por su color de pelo diferente, ya que los coreanos y japoneses
izquierda y de izquierda a derecha hasta que sus ojos se encontraron con una mancha naranja
entre la multitud, rápidamente, se paró de donde estaba sentado y salió caminando hacia
donde estaba, atravesaba toda la multitud con el objetivo de llegar y encontrarse con Shoyo.
La mancha naranja que había visto Kageyama, se fue convirtiendo en el cuerpo de una chica
bajita y delgada, la chica giró por un callejón. Kageyama se escondió cerca del callejón ya
- Qué pasa niña, tan linda y tan solita, ¿te puedo acompañar? O mejor aun, tu acompáñame a
un lugar. - Dijo el culpable de que la chica se detuvo, el hombre se movió un poco para
viéndole la cara- ¡Oh!, ¿eres una niña chiquita? Tienes como 14 años , no importa, no creo
que estés casada y no te importará que te quite tu "pureza", después de todo nadie lo sabrá y
- Suéltame asqueroso hijo de puta - Gritó la chica atacando al hombre con la bolsa de
De repente una mano desconocida sujeto el brazo del hombre y lo jalo hacia el otro lado con
centrar la atención del antes nombrado en el. Luego, el hombre que apareció de repente tomó
a Shoyo del hombro y lo acercó hacia él dando un aspecto de un abrazo protector; Shoyo
volteo la cabeza para ver quién era aquel hombre y reconoció la cara de Kageyama, luciendo
- Alejate de ella sucio mendigo - Dijo hacia el hombre, retirándose del lado de la chica
y dirigiéndose a él, volteando para quedar a su espalda y asi, llevar su brazo alrededor
del cuello del hombre y así acercarlo lentamente mientras le hablaba - Para que sepas,
no es ningún castigo estar al lado de esta chica, sería un privilegio y un honor tenerla
de esposa, porque ella es una mujer hermosa y cariñosa que alegra la vida de
Dijo mientras aumentaba la fuerza de la llave que ahorcaba al otro, hasta el punto de perder la
conciencia y probablemente que esté ya muerto por la falta de aire, Kageyama se retira del
cuerpo del señor para luego coger la mano de Shoyo y salir corriendo mientras ella procesaba
lo que acababa de decir Kageyama y ruborizarse ante aquellas hermosas palabras. Kageyama
tomó la mano de la chica y salieron rápido del callejón, caminando a un paso acelerado, jalo a
Rápido llegaron a la casa, ambos jóvenes llegaron a la casa, donde su primera parada en esa
enorme casa fue la cocina, Kageyama se sentó en una de las sillas del comedor mientras que
peor, sin saber nada sobre este lado del país, ni siquiera sabías japonés. - Con voz
- Pero no me fue tan mal, yo solo quería comprar ingredientes para hacer Kimchi.
- Si que te fue mal, te estafaron, mínimo saliste de acá con 20000 ₩ , y con lo que te
compraste, se podría decir que te sobra la mitad, pero veo que ya no traes dinero porque cuando te
encontré estabas dirijiendote a la salida del mercado, entonces se podría decir que te vendieron
cállate y espera que gaste todo ese dinero para preparar Kimchi, así que quédate aquí
Dice Hinata en tono fuerte, para luego darse la vuelta e irse a la cocina a preparar la comida,
mientras que Kageyama se ponia mas comodo en las sillas del comedor, recostó su espalda en
kimchi estaba listo, Hinata tomó dos platos de los gabinetes, sumando unos palillos chinos y
sirvió el kimchi en los platos, terminando de servir, dejo todo lo que requería lavarse en el
- Gracias - Dijo Kageyama, luego, juntó sus manos llevándolas a su torso, - 頂きます
(Itadakimasu).
- ¿Qué fue lo que dijiste?¿Acaso me maldeciste? - Dijo Hinata tomando una forma
defensiva.
- No, nada que ver - Dijo Kageyama con una cara de indiferencia - Lo que acabo de
- ¿Los japoneses dicen eso antes de comer? Nunca he visto que tus empleadas digan
eso.
- No, mi familia viene de una cultura indigena antigua de Japon, los Kageyama son
muy importantes, mis abuelo hace años se escaparon de la tribu, pero lograron
sobrevivir y adaptarse al exterior, les fue muy bien, ganaron muchas riquezas - Dijo
Kageyama mientras cogia los palillos y los acomodaba - 頂きます, es una expresión
que significa “Voy a recibir la vida de animales y plantas para mi propia vida”.
Dijo Kageyama, agarrando con los palillos la comida, luego llegó una señora de limpieza y
- Eso es Kimchi, ¿Verdad? - Dijo la empleada dirigiéndose a Hinata el cual afirmó que
Luego de decir eso, rápidamente retiró los platos y los dejó junto a la pila de trastes sucios y
joven riéndose de la situación. Luego de múltiples disculpas por parte de la chica, Kageyama
se paró de su asiento dirigiéndose a la chica, luego posó su mano encima de la cabeza de ella
- No te preocupes por eso Baka (Tonta), ahora siéntate y relájate que yo haré la comida.
Dijo, luego se fue a la cocina mientras se ataba un delantal a lo largo de la cintura, para
El proceso de cocinar no fue largo, después de 15 minutos, Kageyama volvió donde estaba la
chica con un plato echando humo en cada mano. Hinata noto que era un plato exotico, ya que
nunca lo había probado, era arroz blanco con un huevo crudo encima. Kageyama dijo que era
un plato tradicional de su tribu, se llamó “Tamago Kahen Gohan”. Kageyama cogió salsa de
soya y le hizo a su pato explicando que eso le proporcionaba más sabor a la comida. Hinata,
al elegir seguir el ejemplo del mayor hizo lo mismo, luego con los palillos revolvió el huevo
Los ojos de Hinata se abrieron ante el fascinante sabor del plato de Kageyama, sencillamente
esta es su nueva comida favorita. Kageyama al ver esta reacción por parte de la menor se
alegró y le dijo a ella que cogiera su plato y viniera con él a un lugar. Hinata hizo caso,
levantó su plato y siguió al mayor a la habitación prohibida, se sorprendió un poco al ver que
el chico la iba a dejar ver con más claridad y con autorización lo que había en esa habitación.
personas.
- Esta es una sala muy privada para mí, ya que aquí se honra a mis antecedentes. - Dijo
- En mi tribu hay estos muebles en cada casa; cuando una persona muere, siempre
queda en las memorias de la spersonas, pero tambien segun las creencias de donde yo
vengo quedan en este mueble, se llama Butsudan (仏壇), se ponen las fotos de los
te puedes comunicar con ellos como cuando seguían vivos pero claro sin recibir una
respuesta. Este lugar es muy importante y privado para mi porque acá se encuentran el
desde que llego a mi vida me he sentido como el chico mas afortunado del mundo.
CAPÍTULO 8
Hinata volteo la cabeza hacia kageyama al escuchar eso, sintiendo mariposas en el estómago,
luego noto como unas lágrimas se escurría de la cara de Kageyama, haciéndole recordar a la
- Hola mama de Kageyama - Dijo hinata - Soy Shoyo, soy la persona que su hija
Ahora Kageyama sorprendido giró ver a Hinata, luego empezó a hablar en voz baja pero las
lágrimas no paraban, luego ambos empezaron a comer mientras las lágrimas salían de los
ojos de AMBOS.
Luego de semanas conviviendo juntos, poco a poco ambos chicos se dieron cuenta de lo que
verdaderamente sentían uno por el otro, el primero que se dio cuenta fue Kageyama, se
enamoró de la hermosa forma de ser de Shoyo, y luego de saber lo que haya pasado estos
años le prometio que jamas se sentía con miedo, o con hambre y que siempre la protegerá
aunque le cueste la vida. Luego de esas personas Hinata se dio cuenta verdaderamente de lo
que sentía por Tobio, después de escucharlo se atrevió a dar el primer paso y se acercó
rápidamente a besarlo, ese fue el primer beso de ambos. Se sintieron muy nerviosos y se
enterándose poco a poco de la relación que tenían estos dos, y como Tobio era conocido por
ser una persona importante, con muchas pretendientes japonesas y también de familia rica,
Un dia, Kageyama salió a comprar medicamentos para Hinata ya que se encontraba enferma
encontró el portón de la casa abierta y por el camino había muchas huellas que no eran de él o
de sus empleada, preocupándose rápidamente fue a revisar lo que pasaba. Abrió la puerta de
la casa y todo estaba en silencio, al dar la vuelta para ver el pasillo encontró muerta a dos
Mientras más corría más veía cuerpos sin vida de sus empleadas y huellas con sangre de los
asesinos. Llegó a la puerta y abrió rápido, sintió un vacío dentro de él, el piso estaba lleno de
sangre y el cuerpo desnudo de Sochi muerto, con varias heridas abiertas en el pecho, con
Los días pasaron y Kageyama no se sentía mejor, le contó a la policía todo y aun con todas
Kageyama se encontraba caminando en la playa con algo en la mano, luego de unos minutos
- Hinata Shoyo, tuviste una vida muy difícil, fuiste concebida a consecuencia de una
cautiva durante dos años, y en ese tiempo te maltrato y violó, luego te encontré.
Pasaste dos años en la miseria, pero este medio año que te conoci, fue el mejor y el
ultimo de mi vida, nunca dejaste de sonreir, ya que cuando te encontré con su mirada
a tu hermoso cabello naranja fue como amor a primera vista, y para mi, tu fuiste lo
vida, pero te juro Shoyo, que te encontrare. - Luego miró su mano y el contenido que
había dentro.
Kageyama cargaba con unas pastillas cargadas de veneno, sin pensarlo, se las metió a la boca
y se las paso rápido, a los pocos segundos, a Kageyama le empezó a seguir sangre de la boca,
FIN