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Una vida arrinconada

¿Cómo debatirse entre ser el cisne negro y blanco? ¿Cómo sortear la paradoja de la elección?
¿Cómo salir del meollo sin perderse? ¿Para quién elijo? ¿Cómo me elijo? ¿Qué elijo? ¿Puedo elegir?

En este texto encontrarán la constante intención de re observar y volver a puntuar la película “El
cisne negro” a la luz... y sombra del capítulo de Michael White (1994) “Terapia familiar y esquizofrenia.
El estilo de vida de sentirse arrinconado” y de la teoría del doble vínculo propuesta por Bateson (1972).
Más allá de hacer un ejercicio académico que tenga el objetivo de conectar esta película con conceptos
teóricos, intentaré en el texto analizar la experiencia de su protagonista a través de las relaciones y
situaciones que la llevaron a arrinconarse. Para ello me serviré de la construcción de los antagonistas
“negro y blanco” para describir y diferenciar el contenido paradójico de las relaciones que la trastornaron
ya que como dijo Bateson “Cabe esperar que los sucesos en cualquier posición del circuito tengan efecto
en todas las posiciones sobre el circuito” (1972, pág. 404).

El cisne blanco.

¿Cuál es el origen de este cisne? ¿De qué forma se co construyó este cisne entre Nina y Erica
(madre)? El cisne blanco, es la representación de la relación madre-hija entre Nina y Erica. Erica, una
exbailarina, detuvo su carrera para dar a luz a Nina. Ella no habla sobre el padre. Con Nina establece una
relación fusionada. Allí, se debate internamente entre la intención de que su hija logre realizarse como
bailarina de ballet y la intensa preocupación de que ella deje de ser aquella niña que ha criado
milimétricamente y se convierta en alguien fuera de su control. El patrón que caracteriza la relación entre
Nina y Erica es una intención de control/guía de la madre que es retroalimentada por Nina, en cuanto su
obediencia le permite destacarse como bailarina de ballet entre sus compañeras. La madre, muestra
constantemente expresiones de aliento para que Nina llegue a ser la protagonista del ballet de lago de los
cisnes, lo hace a través de una relación fusionada caracterizada por el control de los entrenamientos,
descansos, alimentación y horarios que termina por infantilizar a Nina. A su vez, en esta relación
fusionada, Erica guarda una constante preocupación por lo que Nina pueda soportar en caso de ser elegida
como protagonista del ballet. Así, sus expresiones de aliento son mezclados con mensajes de
desconfianza paternalista, demostrados a través de sobre protección “no creo que seas capaz de lograrlo
sola”, expresados en la verificación de que Nina vaya a los entrenamientos y de los cuidados excesivos
en los que vigila su sueño y accede a su espacio personal (cuarto) sin consentimiento. En este contexto
relacional Nina desarrolla una identidad infantil, en la que la obediencia excesiva le permite ser el fracaso
tranquilizador de la madre ya que siendo una bailarina de reparto Nina estará frustrada de no lograr su
sueño, pero su madre estará tranquila de que ella no se pondrá a prueba en un rol del cual ella cree
firmemente que no es capaz de sostener ¿Qué significaría para Erica el éxito de su hija? ¿Qué le permite o
facilita a la madre el fracaso de su hija? ¿Una hija fracasada es una compañía segura?

El éxito, la peor catástrofe.

Luego de que Nina se encontrara en la paradoja de ser un perfecto cisne blanco, infantil,
perfeccionista, dedicada y cuidadosa, fue elegida para ser la protagonista del ballet que incluía ser el cisne
negro. Thomas, el director, la eligió enviando otra paradoja “decido que serás la protagonista de mi
ballet reconociendo que eres el cisne blanco y esperando que te conviertas en aquello que no eres: el
cisne negro”. Esto me hizo recordar a la paradoja que presenta Watzlawick en el libro Cambio (2012)
para analizar las comunicaciones paradojales:

Pareciese que Thomas le comunicó a Nina: “estuve loco de elegirte. Estaba convencido de que te
convertiría en el verdadero cisne negro”.
Con lo anterior Nina se situó en una situación doble paradojal. Mientras se exigía ser el cisne
blanco: perfeccionista, dedicada, dócil y obediente, Thomas, el director, encontraba que su actuar no
lograba representar lo que era el cisne negro. Por otro lado, cuando Nina elegía ser el cisne negro:
atrevida, resuelta, exploradora y desinhibida; esto entraba en conflicto con el vínculo sobreprotector de
Erica ya que los intentos de autonomía de Nina desarticulaban las prácticas de control de su madre. De
esta manera, con la intención de incitar a Nina al funcionamiento previo, Erica terminó amplificando
conductas estratégicas de saboteo como: “no te despierto para tu ensayo cuando llegas tarde de una
fiesta”; “aviso que no llegarás el día de apertura de tu presentación”; “quito la chapa de tu cuarto para
que no salgas a la presentación”. Desde mi perspectiva, la escena donde “con todo el amor del mundo”
Erica encerró a su hija y le escondió la chapa para que no llegara a la presentación de apertura, representa
el estilo de vida arrinconado que estaba teniendo Nina. La liberación de la prisión afectiva representaba
para Nina, la pérdida de su referente afectivo.

La catástrofe del éxito.

Desde la comunicación paradójica del director y de su madre, Nina quedó arrinconada


encontrando que cualquier decisión que tomara pondría en riego alguna relación significativa. En un
inicio la relación significativa era con su madre, pero mientras avanzó el tiempo, el director adquirió un
valor significativo para ella. Es desde este arrinconado lugar donde Nina buscó desarticular la paradoja
delirando, representando su cisne negro en Lily y (auto) lesionando aquella parte de sí con la que entró en
conflicto. Finalmente, el catastrófico éxito de Nina con el que logró “cumplir a la perfección su acto” fue
suicidándose. El circuito inextricable solo logró ser resuelto a través de darse muerte (Ugazio, 2001).

Apartado con el que Nina practicó la escena final:

El director le dice:

- Es tu baile final.
- Probaste el sueño, lo tocaste.
- Solo para verlo desecho.
- Tu corazón está roto, herido.
- La fuerza vital se desvanece.
- Te desangras de a poco.
- El cisne negro robó tu amor (A esto se puede referir con su madre y al director).
- Solo hay una manera de acabar con el dolor.
- No tienes miedo. Estás entregada por completo.

Bibliografía

Bateson, G. (1972). Pasos hacia una ecología de la mente. Pasos hacia una ecología de la mente, 549 p.-

549 p.

Ugazio, V. (2001). Historias permitidas, historias prohibidas: Polaridad semántica familiar y

psicopedagogía. Grupo Planeta (GBS).

Watzlawick, P., Weakland, J. H., & Fisch, R. (2012). Cambio: Formacion y solucion de los problemas

humanos. Herder Editorial.

White, M. (1994). Guias para terapia familiar sistemica. Gedisa.

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