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SEPIIINARIII DEL FRENTE

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NUN. 8

(DIBUJO'DZ SOVTOJ

54 HíRCXck lék VXCLNNI'1Q. ClCf,XA.X'ti''Q, ee

© Biblioteca Nacional de España


t 4 DI VI SI Ó!q págína 2

$0L0$, HA(IA LA Vl(TORIA


del pueblo!
!Hijos rebelde ; de esa ofensi=
Cuando sobre vuestras cabezas se cernía, amenazadora y negra, la nube densa de la ofensiva
victoria dehnitiva, estuvisteis solas. solos con vuestro valor y vuestro
va gigantesca que creyeron había de terminar en
en el instante en que ya
heroísmo. Y vosotros os bastasteis para frenar el ímpetu del invasor y a deteuerle, precisamente
alargaba las manos para coger la presa que creyó segura. se estrelló ante
Costó ríos de sangre proletaria y cientos de vtdas de hombres del pueblo. pero la ofensiva gigante
el tenso de los pecnos proletarios.
muro
intensiñcó su intervención en
Cuando en los días de equilibrio que siguieron a esa ofensiva el fascismo internacional
la contienda española, prestando todo género de ayuda a los sublevados contra la legalidad querida por el pueblo, tam=
el fondo de su alma la sensación de la más doiorosa de las
bién los combptientes oeí Ejército popular experimentaron en
su patria y su familia para prestar
soledades, tan sólo mitigada por la compañía de algunos hombres heroicos, que dejaron
al pueblo español el apoyo cálido c!e su solidaridad efectiva.
ante el invasor, y entre asperezas de sin=
Tampoco el desengaño iué suñciente a doblegar vuesiros bustos erg~idos
heroísmo inimitable.
sabores morales marchasteis, seguros, por las rutas de España, solos en vuestro
Cuando el enemigo de! pueblo Ita eutrado en franco declive, cuando sus frenos guerreros ya no bastan a tascar las
No Alemania e Italia extremen sus crimenes y
ruedas que se aceleran en la pendiente, también estáis solos. importa que
el vandalismo las caracteriza: continuáis solos en el concierto internacional; continuáis solos con
lleven al colmo que
vuestros espíritus tenso, seguros ya del triunfo que inexorablemente os traerán vuestros nervios serenos y vuestros mííscu=
los tensos.
de siempre se decidan a
Tampocolas ííltimas sacudidas del moustruo han sido suñcientes para que los hipócritas
haceros compañia en la senda dura que atravesáis.
vuestras ; cuando el mundo entero tenga que
Cuando el enemigo del pueblo arrie sus banderas ante el empuje de las
sin cuaudo sobre los émbitos de la tierra se extienda la fama de vuestro triunfo, entonces
aceptar vuestra victoria igual;
os quieran hacer compañía.
quizás os salgan compañeros ; entonces quizás muchas gentes vuestro camino de triunfo. Y ante el
Pero será ya demasiado tarde. Entonces, vosotros, seguiréis como ahora solos
pletóricos de ilusionadas.
pueblo español se abrirán horizontes vacíos de compañías malsanas, esperanzas
estuvisteis solos ; no aceptéis jamás compañias inseguras.
! Hijos del pueblo! Siempre
"lPor la victoria del pueblo! ! Por el triunfo de la Libertad!

E1 Comisario de ja División,
M. VAILE

Los pechos se inflamaban de ardores,


Alegres vibraban cuando era riente,
Temblaban de ira al contarnos írorrores
Y nos sugestionaba de un modo inconscien!e.

Vimos la felicidad como en un sueño,


Vimos la Revolución como una luz,
De nuestras voluntades se íuzo dueño.
Derribamos con heciros el mito y la Cruz.

¡Avante España! ¡En pie, trabajadores!


Seguid al caudigo que es hoy jefe vuestro,
Pero que, ¡escuchadlo!, serásiempre nuestro
Y será el mejor entre los mejores,

al frente, Loor al héroe y honor al caído,


Cuando fuimos juntos
triunfa, al que vence, al que lucha,
Luc!raba siempre solo, tenaz y silencioso. At que
al herido.
Su figura callada era algo imponente
En medio del ruido al verle silente
Pero, cumarada, ¡escucha!
Se mordía un sí(ene!o espantoso.
El que en mil combates siempre era el primero,
guerra! Me dijo. ¡Es la guerra! Además de mandar siempre fué vuestro hermano,
; Es la
sonaba.
Era Cipriano Mera, era que su voz
Ese era Cipriano.
Tenía un despertar rugiente que atronaba obrero!...
la tierra
¡.El es un
Con ecosdisonantes que agitabari D'ART,
Y un ingente llamear en su vez tremolaba.

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14 DI VI SI Óñ>

hn los primeros momenios de la, guerra y de la revolución Una vez vencida esa resistencia inicial¡ esa
ll(s uldstts j)Upu(Bfcs Bolo scnuan ct Rluor Qc IB IUOQR¡ repugnanci.i
y tas tol- innata en Jas masas populares revolucionarias a someterse cie-
QIBCIUB('.5 L>e
«jJU ll>LgLUBI> Qon(IL los COQOCJ(lllCiltUS tecnlCOS
gamente a Jas órdenes emanadas por vía de autoridad, la.posi-
n)ni(>ii CS >05
J LLIU)p(
leg(URIL5 LSLQÜBQ ConlpCBSd«OS pol Ufl
5
oilidad de conseguir una victoria
CBIUSIB5«>U sul l««lit".S
rápida, un triunfo rotundo,
J' pL)f Und, CapRC>(iaa Qe sacrlnCIO lnlgUR- se acercó a
paso agigantados. L' seria ya una realidad si Ias
> I «)L l. Sul (.Ul
) )lugo, d Juc«()5 g) IJ05 Ül 10>CUS p UR (".UI>CB" potencias Iascisias no se hubiesen vojcado con todo su ímperu
ll«5(' l >«1 I Is )UL l/liá Ulul>l« l/IKI(l. l
g(uusá«JLB(L' J' llSLU()Sli- sobre Jus i:l«npos de batalla
españoles¡ y si no humesen presta.-
l«enn Lus
'IJ3IIBIILI 15, BLL(51LB«lul Lnl;i Lotlcalon «iii>«ll L llli lra-
do a Jus cjue en julio dej
)JIIZUB ll.s f".IB.
ñó se levaniaron en armas co>itra Ja
Ul(L)«ll, (ILIL 1«)p>L. 'In QUIL p(ud llic«lu CUQ
pUSJ- volumati popular todo
l«ui(i>OLS Ui U)L UIU nná) Il'Lunuo.
género de apoyos morales y Jnatefla)es.
y Si las poiencins fascisias no jnlhiesen lanzado a traves de n«e5-
> l( QIU 5L (Un(LQLU 10 I 105
U)g 01lz I luf( s ñL Idá nllllc>Q5 in>5 canlp05
ensangrentados sus nlácjuinas de Qestruccion y sus
I)UPUI UL5> losconQLILIUJ(5 LL( l («las(S L>L I PLIL>JIULnuul (5
honll31cs con nliiai dc cscjavos> IB.
L(L guclTB. sc Ilublcra LcTB)nlBQU
LIUL (.l > BLCLSIUUI Ll«n)J>iii QL 5>5LL«ll(, 51 Ulen n«L(e ( su(0,
ya ; si Ias putenclas fascistas no hubiesen cul)ierlo et cielo de
J)ii)ll L('QSLgLuf lá Vlc(UJII> JJIOBIU n«5 convi.nCI>llu. IUQUS LIL' J spañll con sus
>JLI('. J3t(f>l 0,)ILBLJ LI ll llultU> J)UI Ll LILIL llUI(U5 SBCI UIC105 5(" I L" I
pájaros negros de desirucción y de muerte, Qe
pájaros con entrañas de. meiralla V cle dinamita que han
~

esos
UZQJ( n V 5('
ll'nl>ZL«1, Cl"i p(i.L(50, lldan)Q5 LIL' J)(=>5151U' Ln lll nl).,- Qrruinaoo a tantos puenlos de touos los conhnes de jberia
nl,l ((llunLB J n(".I UIL"I> ll(UUU15( y
lj)Jul(05(. plua lll
gLIL>III, ll(tej)Llif)
105 (lLU05 nlon1Lil(05 Ut,l
que han segado en Iior Ulntas vidas de inocenres, de indefensos,
j)Q(Q Conl)3ale> Lsd
USL>J3nntl IL> I Ld s(J- hace mucho
IL IB,
iiemj)o que sobre los Surcos calientes de los pue-
Ljui. 5(. Bl(ml 01 105 tilLUI)05 Ln 105 CálTlj)05 Qe Üaia«tl. L «ll blus españoles se rnlniarían las
Lust'IJ3UI>ul (JUL 5ul L,>1)nalgo> ILBILI 'JLIL sel (USLlnlll QL la LUSCI-
eiegias rientes de la paz y del
l lat)ajo Iecunoo.
IJtli ll llULCIL> QL' Junles v
lacol>IIZU, LJII(' n i L"u"icILllzli kl B. Ias
ífrente
a Ja invasión el
puehlu espalioj tuvo que oponer su
UUJ3(ls IIUL Ln Iuglu Qc 5Lnlll Un IQLlil
ijuL IQS lnlpLusdsL' LI sa-
Cfl«CIU, CspLII«>i«1103>ul un ll(5 capaciclad de sacrlhcio y su voluniad de autodisciplinarse. La
LLO1L«(IL)L UL' B«tl UBLld. IQ
n1ULliL Sin
gjof )ll J 5>n tlonoi. disciphna era uno oe los caminos que conducían a Ia victoria, v
esie pueblo nuestro se lanzó
lll pur él con el ánimo sereno y abier-
l LYUILI 'lon 5L IU( lfagutul(JU c( n ('ILIIQ leniiiud) pcfo to Q codos los
c(>nlne).olat3je Scguri hid ; hLI«0 leslstt:ncla v 5L(splcaclas, sacrificios, con ese n«amo espíritu tenso y seguro
pLIO
«natrnentc UI cnier«> unnninle úe leajlznr IUS nlavoles s)aciui- con
que sus holni)res se lanzan al asalto Qe las trincheras ene-
('Q>5 J3QI"1 IUgl lf Cl lllunto Jti.l'Ó B. IQs nl>15dS fet)cidcs IL IOQá tus-
n)lgRS.
A los sublevados en Julio, a los
clj3nnd. BQLlnlgd5 (IL LUclo dULofnalisnlo II Qc(pt'u Id. Lhstclphn l que se Ievantaro>1 en armas
contra los destinos
nlltlidl v ll SiullLLclse
c>LgBITJLBLI.' d. IR BLUU11(ttltt tlL Jos tlotTI)3TL5 que el pueblo había señalado a nuedtra pa-
LJUI CUB 5UpCJIOJL5 Con(J('U111LIIIUS LLCUJ 05 nllhLdlcs Ll>l>101 LBBI- tria> se les podia vencer con las solas arnlas dej entusiasmo v
(lcl coraje (pie Jueron la tónica de los
IJILQ Cn SU CSpnllLI jd.
Q)III Ul L Lplmltjdci (IC 511LflnCIU y lus mas prinleros días, el fulcro
UBLIos SenLinllcnLos antttasclSLas ; Qe. non)olas (juc> cn una de las pnmeras victorias.
pf()t
palat)ra, Iueran garanua de Icaliad y en J05 que no puthera Pero B, los invasoltcs había que vencerlos aunando a ese en-

Surfefir ln más levee


duela incluso en los momemos en (jue ej cum- iusiasmu y a ese coraje la disciplina.
piilnienio exacio tlc Sus det)eres les eaigia los mayores sacrl- Y esa palabra, con iodo su regusto
amargo en las bocas po-
i:i05, incluso el de IQ vida, inchlso LI Qt, Bvizular SUs ci>Llpos pulares, fué también incorporada a los jelnas del pueblo en
d(dobladosen uapo soure his alambradas
enemigas u sol)re tos armas, como holocausto riguroso a la Victoria limpia y exac(a
sacos ierreros, con salpicaduras dc sudur y de sangre, de Ias con
qlic todos los hijos de jbefia piensan iniciar Ia redención
propias trincheras. de sus vidas.

.\«Creo Itaya huy mngun >U5


pLIJULilinl(IU5 JJUT IUCI05 105 (10 Id. caUsd, (",5 Id lflayol Ilotl- pasear Iinremenie iodos Ios
Liu(IL' (IL'
lu)LI>l(sr>sr>l
ti L(L' llls cúni:('JJ Us¡ 5(' IQB/Bolul a 1 l ILI- IB(IL/ LJLIC un >UI LIIBSC)SIQ. j)LIL.- >inconcuos que hoy nos iie-
J3( nltnul(QL5 LjLI> JQ. Cl LILBLIL L«II
l(ni(ILIL' nliLIQ Bilis IULfll Llll
ULJ«f Ln SLI «l(.«1UIIQ..'L5> QLB
pIolllninos Ios clnlllnalts
UIBJQ111( UIL llLCUU
guLl ll( BUS JJU>LJLIL 5101( 5(.' > LBL(.00>li lll LILIC> (=n UUCL5) G
tl qLIL CLLLLBLI- QL l lanCO> SILIOS lan RplLClll-
Q05 Il i '(= pa(ICCCf. I clo lánl- t)lu (L" Ljue LQ05 U)iLgla>J«n> LU- «Us .' rlos y tlonue tanto recuerdo Ies
lid)31>l nluctllsl«IUS
>JILIT
LIUI )
Ull VLZ
(IUL Id. UTBILBSB,
nldyo- Camaradas, hoy que liemos tenemos la mayofia, por ser
bien pul IB5 Uf>C«iaCJUflC5 Ljil> ll«, no SB)3llul nl IU (jilc ctcl(n- vlsio et descalat>ro sutrldo por donde ienemos paores, her-
haj á.n icnido, o
porque Se na; >) ul
todos Ios siuos que llan imen- manos> conlpanelas> novias
ytul Lncontld. Io LILBLTU ctL' ll(5 1 Sl (n Lslls
lngCBUBS UCQ.- Lado Jas tropas mercenarias, eicetera, eic.¡ y aunque nada
l«:uvidadcs flL elias, nu i no- Slon(=5 J)altl. (=I IULITIL(101' 5( hli cilancto toctos los LIUc
cs conl- n)ás sea por ei mero necho de
rcn ej enorme turrenie de su- llLUVliciu Con lan
gldn Vl(JUT pon(.nlos LI gjof tuso QJLrclLU liaber nacido en ejtos.
lr>ITIILBL05 y SBCIUI(' US luunco) LPUJ Ljiit noy> cjul= LU-
(jin' ICPLlt3IJCBBÜ (ICJ3CBIOS kulzdl- t
'ompañeros, hoy teneirios
Uilas
gU(.JTds 'ulL(.ilotes Ildil úus sauclrlos 0 creo iooos se- nus con iodo el brío y arroju I)oras muy buenas y muy cft-
J310(ILICICIU. J31(nlos qLIC IU Ljile CICILQ(tcn1os (je lúchadores y siempre con Ucas para con un esfuerzo.
Jvstas guerras, casi la iuia- L5 lll libertad,
Ljue cs lo más ej recuerdo las pajaUras
de unicto pooamos exterminar de'
litlad dc L~IJBS
eran provocadas grande, ej pan y ej bienestar I Allltno y QfjcIRnic. R cUI3rn una vez
y para siempre a esa
J301 ChspLIIRS QC JLlillujos> pUI ue io(tos los hogares de JB. lodos Ios objetivos que nues- maja semilta.
cUnvt,nios y Rn)I31cioncs capi- ITIRSII
J31OILttll:ld. JUBLO B. OIIBS t.ros J ejes nos señalen,
ya que ¡Animo y adelante!, y a
llilistas> etc.> que ioclu lo cun- BILILI1115 (:UllhtjdCILS ll j IVOI flC en euos del)em05 presiar toda por ellos, que pronto Io conse-
trafio Q, buenas Qpurtaciones Id, lfnsnlá, JJUJ fjué denlos clc conhanzru Y
nuestra dc esta guiremos.
cra lu que adquirían, Jos quc j30BLI BLCBCIÓB I.n Ias nlCúnlo- IolnlR poclcn)os pUI sc- tcn( f Julián Otcr,
Ln ICRhtlll(j lll, (ICICQCIIQB> 51LB- ctlclllcIL5 (ILlt: St. Bos plLscntcn f
giuo LJ(lc no cn Llcl)lpo n)Uy Sargenl.o de 'J ransmisiones
do ésios slLnlJ31'c los nol3ícs J JVada icjano veremos libre Qe toda já,
veo n)ds
I3Lnoso) U'lst.c J> del >I." Batallón de la Io Bri-
sinceros trabajadores. Y, sin llunentRJ3IC qUC Ll n)oill > canalla, fascista a todo cj suelo
gada It>jixta.
en)hargo, a
pesar de ser ést.os sin mnhargo, morir defendien- español. Entonces podremos 3 JUnlo 19/7.

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Pdgina 4
f 4 fff V?Sfdx

PAR. ESTA TAMAMAS

Nosotros, los revolucionarios, los que constantemente he- Oueda bii.n aclarado con esto, que aun siendu enemigos cle
mos criticado en tantas ocasiones como hemos tenido el mili- hi guerra, la tenemos que aceptar como medio de defensa pro-

tarismo y sus consecuencias, hoy, aunque parezca paradógico, pia, por inslinio cle conservación, por digniclad de honibrcs y
somos sus más fervienies defensores y propagamos a los cua- pol' no vernos sometidos por el látigo del fascismo asesino, cinc
lanza tentáculos por todo el mundo, queriéndolo llacer
tro vientos la. creación de un Ejército fuerte y disciplinado. sus ca-

Ifabrá algunos que sin pararse en hacer un estudio analítico l.ensivo a país.
nuesLro

de los momentos por que atravesamos en España, crean que En luchamos por reconquistar el suelo que
segundo lugar,
nos han arrebatado defender el que nos queda ; por esto nos
de nuesiros principios y, dando un viraj y
'

hemos hecho dejación


hemos lle converLir en los más fervientes defensores de nuestro
en reclondo, nos pongamos, como vulgarmente se dice, del soi
que más calienta. No, compaileros,
no ; es quc lns circunstan- suelo, amenazado por unos entes sin conciencia, que haciendo
alarde del más moderno material.de guerra y ayudarlos por
cias lo exigen así. LVosotros criticábamos y combaLíamus a'
misión oiros, no menos asesinos y pederastas que ellos, como son ale-
antiguo Ejército, porque comprenclíanlos que su era

para la paz clel italianos, quieren convertir España en un campo de


perjudicial para el proletariado en general y manes e a

mundo, puesio que sus componentes eran honlbres Lodos po- concentración y poder desarrollar sus costumbres depravaiias.
El formar,
deseamos reverso del el
seídos de unos ápetitos bastardos, y además influenciados por Ejército que nosotros es

la reacción más negra de todos los países, que servía de engra- clue nos hizo traición, que. no tiene otra conlparación que e!
brazo criminal del verdUgo, pala cortar las ansias de reivindi-
naje entre el capitalismo y ellos para poner en marcha la má-
cación que sentinlos. El nuestro, compuesto por hijos dei
quina, odiosa de la. tiranía y la esclavitud. iVo es tampoco que
nosotros hayamos sido.influenciados por los arrullos de los pro- pueblo, de los clLle nadie se puede atrever a dudar, porque sus
pagandistas qtie canian las excelsitudes de tener en nuestro país jefes son hombres, en su inmensa mayoría, salidos de las Orga-
un Ejército para emplearle en ocasiones futuras, en conquistas nizaciones y que en distintas ocasiones se jugaron la vida y la

napoleónicas, i no! Nosotros queremos un Ejército disciplina- liheriad, sintiendo de cerca las caricias del régimen caduco.. Los
do, compuesto de unos mandos que sientan el problema de la mandos, son hombres forjados en el constanie batallar y en el
lucha que el pueblo español tiene planteado, y de esta forma interminable deambular por cárceles y presidios, y no pueden
cle los que LailLQ C'niño slelllpre
ellos¡con su capacidad y buena íe, y nosotros, con nuestras dis-. convcllllse ell Unos lllallos con

defendieron.
ciplina y valor, demos al traste con toda la opresión de que toda
la vida fuimos vícLimas y que, cuando fmal ice la guerra, poda- El solclado, que lllillbién esiá convencido de la disciplina,

mos, sin irabas ni coacciones de ninguna especie,


dedicar nues- pero no de una disciplina cuartelera, sino de respeto y acata.-
tras actividades y energías hoy bastante resquebrajadas a

nlienLo, sería el primero en oponerse a


que nuestro Ljérciio se

consecuencia de la guerra en reconsiruir nuestro país, sobre



convirtiese en pueblo.
opresor del
las ruinas que a su paso dejó la bota ensangrenlada del antiguo Así, compañeros, no hay que dudar sobre este respe-
pues,
militarismo una sociedad más justa y humana. to. iVuesiro Ejército Liene que ser fuerte y disciplinado para la

Nosotros que, como hemos repetido una y mil veces, somos defensa del pueblo en general y para exterminar dc una vez
irreconciliables de la guerra ; estamos tomando parte para sieqlpre de nuestro suelo al fascismo invasor, v
nunca
enemigos
activa una, cuyas consecuencias las está pagando
en el pueblo pala hacer cle cl Un lnstlUmenlo clc". ConclUlsla.
Por siendo antimililaristas y enemigos de Será para lo que está creado, para defender la paz y coniri-
en general. é qué,
ioda la vida, hacemos la guerra? Razones nos sobran para buir a la implantación de una sociedad más jusia y Iumlana,
conLesl.ar a esta pregunta. donde exisia ni lo tuyo ni lo mío. Por esio Comamos parLe
no

Primero, porque nosotros, que fuimos tiempos normales la guerra y propaganios la creación cle un Ejércilo fuerte
'

en en

en la mayoría de las atropellados y


veces —

escarnecidos, por disciplinado.


de conducir-
defender en nuestras propagandas y nuestra forma Mariano de Torres,
nos, causas de verdadero seniido humano. Nosotros, que, a
pe-
sar de la provocación de
que consLaniemente se
nos hacía Comisario de Guerra def 4.' Ba-

objeto¡ unas veces clausurando nuestros locales y


otras encar-
tallón de la ¡o 13rigada Mixta.
haciendo caso omiso
celados los mejores militantes, nosotros

de ello, para demostrar ante el mundo entero que no éramos


la que esta-
responsables de desencadenar una catástrofe, como

mos presenciando. Ante el golpe tan criminal y canallesco,


a cabo por
omo podenlos denominar a la sublevación llevada

colaboración los militares, é cuál era el


los fascistas, en con

deber de todo revolucionario que siniiese en su pecho ansias de

liberación? Su deber era el que en los primeros momentos de-


mostró, fué el 'de oponerse con Lodo el ardor de su pecho y
y
con las armas en la mano a.lo que unos cuantos invertidos y sin

razones, sino con la


conciencia nos querían someter, ya no con

fuerza de las armas.

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Página á 14 Df VlSIÓñí

VALOIIKS POSITIVOS ne más que aquellos puestos

imprescindibles de vigilancia.
Estos
Dlvcl s~ cBzcpoI 1Bs ct
f.os forjadores del triunfo también,
se conocen y sabemos
seguriclac!, que
A 2 l'I L LX P I A
con

muchos de los soldarít)s que


en estos sitios hay, vendrán a

nuestro lado tan pronto nos


vean avanzar,
y ? por qué no pe) el G E NeE R A L CARDENAL
atacarles? Un pueblo cogido
al enemigo, una posición to- ( Continuación. )
mada, es un eslabón roto a la
cadena que pesa sobre los mi- gar la acción cle los ingenios blbzdadoa-vuuinmóviles existentes
en la actualidad, es decir, los cañones de
les <le herman<is en pncler del „"¡ m/m. v los ametis-
lascisn10 v il)1 susplli) clc ile- llarloras montadas en los c<<nos de combat~e.
Se tendrían, enton-
ría para los solcladiis de la li- ces, unos cnrros cle COI)<IBATE LIGEROS DE ARTILI.E-
11ertad. RIA, dispuestos unos para el tiro rasante v otros para el tiro
Llevamos varios meses d curvo, armados con piezas cuyo calibre pudiera ser de 7 cni.
oueria, muchas ocasiones hu- los primeros v de 8,ñ cm. los segundos ; tal vez aigunos de estos
bo <le lerminar con el enemigo carros puclieran ser armados con artillería de trinchera de me-

diana ooien<.ia (r1o m/m.).


en importante capitales, en su
Artillería pesada corta y artíttería pesada larga.
pocler, v al no hacerlo hov te-
.L igualdad cle calibre un obíis se
lien1os
cine está i;in distante desgasta mn1os que un
nuestra triunfal entrarla en las ctuñí)n ; su alcance máximo cs menor, pero a igualdad de al-
mismas, el prin1er día ; cance es más preciso. Por estos motivos debe
como emplearse eon
por ello es iinpi es< indible el pleferencia el cañón no sólo para la destrucción, sino también
atacar en ñrme v decidida- para la contrabatería.
menie, lo antes En cuanto aumenta la distancia el cañón recobra
posible, tndas su snpre-
íaqtiellas capiiales que. con1O macía, es el íitil para la acción lejana :
contrabatería, hostiga-
T lluesca, Grana<la
e r u e I, miento, proliibición, destrucciones, etc., siendo función d<'.l
KI ce ))<le) ee orineioel de Are-
Córdoba Toleclo esián dan-
v cometido v de la distancia el calibre que precisa emplearse en
tlleeí, omeauere Keeelle», cecee
do ruido desde el primer día, cada caso. Por ejemplo : tratánclose de prnliibiciún o de hosti-
eeeecteh e Ie Oettlaeeíei<ee jer-
e áe <tel Pi garrón, y eeeíftee
v pasar con toclo el ierreno de gamiento, misiones que no requieren potencia, es lógico
ejee)olee de lee victorias <te Tet- España, por correspondernos, emplear el menor calibre que proporcione el alcance necesario.
a nuestras manos. Artillería pesada de gran potencia.
j«es<)e y tírit«<eoa. Sen alta cana

Algo vehemente parecerá De la artillería pesada corta o larga a la artillería pesarla


eidaa y eue lotes <Ie mando le dte-
esta opinión, pero es cosa que de gran potencia, la transición es insensible. La íiltima pro-
etague)<, ame <ee de les valores
cede Oest<ivee de «ueeere ejéeeíee.
clehe confirmarse. Ello es el longa los efectos de la primera, tanto en lo relativo a potencia
ansia de toclos los luchadores, destructora como a alcance. Responde a necesidades especia-
v se
espera que el Alto Mando les ; tiros a muy grandes clistancias (superinies a ao ó zfi kiló-
del Ejército Popular tome es- metros), o destrucciones de mucha consideración, a distancias
cariñio, meciias (de ro a ró llms.), o a distancias aún nsavores.
v tp tíí.'x' to con v
organizando
una ofensiva general (de la f))lilitarmente hablando, no puede fijarse límite supinior ni
'
tfuííííd' ~q .i K1CoítX cual tanto se bahía) vavamos al alcance ni a los efectos que se le piclen ; será cle desear un
a la, íiheracií)n cle los que alcance cada vez mavor v una potencia de destrucción crecien-
nllen le las trincheras nos es- te su cesar.
No es cosa nueva de huy,
peran v clesean unirse a nos- Tal artillería es por fuerza m<iv onernstu no sóln cle lubri-
no se hace ningíin clescubii-
mienio diciendo que la guerra. <)tros, v dar niuerie Je una vez cación, sino también cle entreteniniiento por tanto,
; no pueclc
se
gana atacanclo, peleandn
a la
gtierra v poder vivir feliz- existir de ella más que un corto níimero de piezas.
)11 e n ie Artílleríla de trinchera.
activamenle, v no pasando
La guerra es lucha cle dos Esta artillería, que nació con las necesidades de la guerra
meses v meses en las ti.inche-
ras, dnnclo que el ene-
lugar a bando~s, v ella la
gana (exigi- de trincheras, se desarrolló peco a poco durante la campaita

migo bien v colo-


mos sea así la
nuestra) el que (Gran Guerra), sin adquirir una forma definitiva satisfactoria.
se
parapeie Al principio se trató de crear una artillería ríistica poco
que sus máquinas en las me-
pelea con más ahinco v prepa-
rativos ; el que tiene sol<lados costosa, que permitiera sustituir de momento a la, artillería pe-
jores posiciones, sin hacer otra de cuerpo cle hierro, como el sada y también la utilización de ciertos explosivos, que pro-
cosa los soldaclns del
puebl<)
nuestro, y el que tiene tm11- porcionarse a muy corta distancia, es decir, en las proximida-
que vigilar noche v día, tomar
bién la doble ventaja cle con- des a la primera línea, trayectoria con ángulos de caída muy
ef sol v leer la prensa. Fsto
es cosa sabida por el más vul-
tai en el otro lado con miles grande y sin una dispersión peligrosa para las tropas pro-
de puntales. Es la guerra ata- pias...i cic.
gar cnmpaiñern, 1 si recurri-
O1os a este
epígrafe pata clecii' que y debemos, aprovechando Luego, en las grandes ofensivas, se le encomendó la des-
todos los factores tle nuestro truccion cle las primeras organizaciones enemigas. Más tarde,
lo qu«es tan necesario,
guerr~a
como
fa1 or, sisear. Exigimos el aia- cuan<lo se volvió a la de movimiento, se hicieron algu-
trillado en la retaguardia. por
bien tentativas para emplearla en el acompañamiento inme-
quien no quiere lo que dice v cíue pronto organizado
v nas

hace lo contraiin de lo oue sa-


v con ello, rompiendo toclos diato, pero los resultados obtenidos, aunque muy interesantes,
los de que se
cercos v antes no parecieron concluventes.
be, es porque en sí él expresa
pueda con) plicar
la guerra, Esta artillería, hov por hov, parece susceptible de desem-
Inas co)1creiaineliie <1<)asilos
clescos, que snn los de todos por intromisiones internacio- peitar papeles principales :

nales, poner fin a ésta. A) En período dc estahiíízacióu.—Sat.isfacer las necesida-


los combaiienles.
Todos los Batallones, las, cles corrientes de la vida de sector, con un material tal como
Qué hacemos ahora? ; Por
Brigaclas, v, en general, lodo el i1O T (hostigamiento, represaiias, preparación v apoyo de
cíiié no atacar. ;<VO peligra
Euzlcndi? ? Por qué en toclns
e 1 ~Ejército Revolucionario, golpes de mano), y además participar en las preparaciones
clcbemos aniniar al ií<iando rle ataque con el maÍ<erial de rfio T, reforzarlo por otro m;ís po-
los frentes (en los más fáci-
Si lpel ioi pala q<le llos n1ancli tente, tal como el z4o T.
les) no se pega en la cara ai
enemigo? D e s d e lñiIntril a
al.acar, pues atacar es vencer. B) En guerra de movimiento.— Cooperar, con el material
Frente Pingarrón, z de ju- montado cn carros blindados, al acompañamiento inmedia<o
Aragón, ptisando por Extre- nio cle rg37. cle la infantería...
madura, ienemos que en mu-
chos l'rentes el enemigo no tic- M. Mora. ( C ontíuuará. )

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14 DI VISIÓN
Pdgina 6

Consejog a los combatientes


(De notas y experiencias de 7a Gran Guerra, en e1 combate)
Salid a todo correr, y mantener fuerte tren la du- le fusilan agujeros de que tenga
a carrera en sus antes
tiempo para de-
rante el Dispersaos.
avance. Abrid la línea. Apenas llegados, l'en derse.
arreglad el abrigo y preparad otro para. que se incorpore otro Combate con granadas en un camino cubierto o en nna trin=
compañero. cbera.— En el combate, a veces tiene que marcharse por cami-
In5ttración.— Algunas veces se puede conseguir una nueva nos cubiertos o trincheras.
v mejor posición sin necesidad de descubrirse. Si existe un ca- En este caso, se ha de hacer retirar al
enen>igo, mediantc un

mino cubierto que permita reorganizarse en una línea más avan- combate con
granaclas, para arrebatarle cuantas barricadas es-

zada, los tiradores se deslizan por él hasta la nueva línea. tablezca.


Si él camino I.os tiradores divide>>
no es continuo se le completa abrienclo pasos se en tres grupos grtipo de cilbeza,
: url

en los puntos descubiertos. una cadena de al>astecimicnto, v otro grupo que lleva sacos

Evitad con el mayor cuidado el marchan- terreros.


llegar a un
abrigo
do los unos cerca de los otros, aunque sea corriendo o arrastrán- El grupo de cabeza se compone cle un hombre armario clc

dose, cuando fusil pistola, cuya única preocupación es impedir el paso ai


se puede ser visto por el enemigo. El primero sue- o

le pasar, pero el segundo queda en el camino. enemigo y proteger a lns granacleros.


Dos granacleros, quc arrojan grannclas entre la barriri chi r
Empleo del saco terrero en el avance.— En
algunas ocasio-
el camino cu1>icrtn, mis ntrés, para impctlir rl ahnstr<imiento.
nes un espacio de terrenn descubierto muv grande nos separa
Para deshacer una harri. <icln cle sacos terreros, utilizar los lnn-
del enemigo. Es clifícil entonces apostarse a pequeña distancia
zabomhas con
cmga especial. I a cad< nii cli ahasiecimicni<>
del adversario para preparar el asalto ; toclo el que se quede in-
consta. cle algunos hombres cnlocados a viiiios
móvil en terreno descubierto, será puesto inmecliatamente fuera pasos cli- distanc-
iaa para que nn se molesten nlu<uamtn>ie. I levan lns gran<<di<c
de combate. Conviene en tndos casos, antes de salir del abrigo,
llenar un saco terrero, poniendo algunas piedras entre la ti< rrl
en sus
correajes o sacos.

El tercer grupo lleva Ios sac<>s terrrrns p<ii"i estilhl< ci".i' l"<p<-
para detener mejor las balas. El saco terrero, llevado sobre el
demente una bar> icaclru disparar sus fusiles una l > z apr>sin ii iv
brazo izquierdo durante la carrera, ofrecerá al detenerse el ti-
para impedir el abaste<.imi<-ntn <1<-1 en<mi «v hiitir vis caminos
rador un primer abrigo, que seré fácil cle completar.
de repliegue.

Combate con granadas de mano. Se ha cle guardar <.1 mnv ir silén< in > se est>í : ti nt<> nl ne-

nor ruido que pr« -

n ';i ch l <nemigo. Cuancli> < l grulvi d< ca-


La granada de el fusil y la haclueta, las armas
mano es, con
beza juzgue
que < i < nimigo i st:í llati<íi>, un h<>mhre se cleslizar í
que componen los elementos cle destrucción con que cuenta el
airastrándose, e<11<i ll<u< «1<"Icla '1 sii lll<rleclor v hace la señal ii
soldado de Infantería.
En el combate 'hav que tener sienlpre granadas de esta cla-
si<s
compañ>aros. Asi si availza cle ti a<ís pll través v <lc abrigo
se, v por lo tanto todos tienen que conocer bien su manejo.
en
abrigo.
Fs bastante fácil librarse cle lus grnnm1as el<l enemigo ; se
Empleo de Ia granada.— Se utiliza la granada cle mano en
las ve venir, nn esiallan inmedintnmenie l hav iiempo p>ira
la defensa para constituir delante de la trinchera una barrera
<charse en un rincon ; pnr ln il< més, m<i<h,ls <a<1>icliis cae>>

que el adversario no puecla traspasar. fuera cle la trinchera.


En el ataque, la granada sirve para arrojar o destruir al
Ilav clue evlt.'11 la. fol lnnc>0>1 cle i
tipos llui»el(>s<la. (,<<al>d,l
enemigo de un abrigo, de una trinchera, de un nido de ametra- llega una granada se apiietan lns hombres instintivam ii unos

lladoras, de una casa, de una cueva, etc.


otros, se impiclen los mnvimienos inclivicluales
contra y ln gra-
Preparación de un asalto con granadas.— Un grupo intré- nada clestroza a toclos.
pido consigue apostarse cerca de la trinchera enemiga ; la. p>e- Si el
enemigo ha obtenido rle momento alguna. > entaja se

paración por la artillería no puede hacerse, v el nsalin en estas multiplican las hnrrirldns cle sacos trrreros v se ohstruv< la
condiciones es peligroso. Entonces se procura clestruir al ene- tllllcllel'a llo col> sino haciend<i que se clesmnmnen ms
sacos,

n>igo por medio de granaclas v arrojarse sobre íl en seguida a parecles. Así se retarcla la marcha clel enemigo, porque lie. rl<
la bayoneta. cletenerse <1 paso, l<> que facilita el contraataque ;
en limpiar en

Algunos tiradores, provistos de granadas, procuran acer- el caso más clesfavorahle, se nhliga nl en<migo a drsm<1>rirs v

carse al enemigo utilizando todos los acciclentes v abrigos natu- ponersc a tiro de nuestros fusiles. Tambiín cla buen re~utt><cín

rales, los embudos de granaclas, trincheras abandonaclas, etcé- hngir quejidns cle hericl<>s para at r>a:r nl enemig<i n i<ni< m-

tera. Si de día es imposible acercarse, se espera la noche para boscada.


deslizarse hasta un abrigo itlmediato al adversario. Entretanto. Precauciones a ton>ar en la lucha dentro de una trinchera.—
el resto del grupo espera abrigado el momenn de proceder al Desconfiar cle las trincheras rlue tienen largas alineacioncs rc<-
asalto. tas, suelen ser lazos que se tienclen al asahantr. pnru que se pre-
Losgranaderos acometen al enemigo con una granizada cipite en ellas, cavíncluse al abrigo, v allí es clestruíd<> pnr -irti-
continua de provectiles arrojadizos, bien clirigiclos, v le ohli<,an llcios de guerra prepnraclns para r llo. O bié n reciben inm<- liatii-
a. abandonar el puesto o a refugiarse en los abrigos. Ila llega- mente el fuego cle enñlacla cle algíin arma aiit<>Ir<I<tic<i coloca<l<l

do el momento del asalto. El grupo arma la havoneta ; a una exprofesn para batir ln trinchera.
sed>al todos se ponen de pie al mismo tiempo y se lanzan hacia También es necesario reconocer cnn precaur«u> toclns tns

delante, caen sobre el adversario sorprendido, le bayonetean v accesos laterales v tiaveses cle una trinchera principal, pues n>u-

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Pdgina 7 14 DI VISIÓN

chns veces se sigue por elln. y entonces el enemigo, escondido I.as patrullas designadas rapidez ; cubren ln
avanzan con

en un camino cubiei.to lateral o en un través cubierto con lona reunión v la marcha de las líneas cle guerrillas ; tantean, sin
o camuflado, le deja pasar, para acuchillarle por la espalda. mostrarsc, los puntos importantes cuva ocupación impediría la
El procedimiento a seguir es lanzar algunas llegacla de refuerzns v cnrtarla, la retirada a ciertos grupos de
granadas c;> ei
camino lateral, reconocerlo después v dejar una pequeña vigi- clerensores, para apoderarse de tales puntos si es posible.
lancia, abrigada en una foarricada, v entonces puede seguirse C aviene que cada hombre conozca la. <listribución de la
con seguridad la marcha. trinci eia enemiga, al objeto de pocler arrojarse sin vacilación

alguna sobre tal abrigo, tal ametralladora.'o cual través.


El asalto, la refriega y la persecución. Cacla hombre debe saber antes riel combate los don-
lugares
T'na establecida la línea cle ataque de se encontrará cnn certeza algu'en encargado
n de hacer cesar
vez n un rentennr de me-

tros del enemigo, se emprende el asalto.


<1 tiro rle artillerla cuanclo caiga cerca u nrdenar su apertura si
Asalto.— I a inlantcrin. <ivanza formand<> llne;is cle guerrillas
hi ocnsion lo aconseja.
sucesivas. Ce<la. llnen sale de la trincliela, v i>l>Q vez t< clas el>
Desfallecinaientos contra los flne hav qne prevenirse.—Du-
rante la relriegn v la persecu< ión se produce cierta confusión
disposición conv<uiien>e se lanzm> a la carrera hasta el lugar
entre las fuerzas que atacan. Bastan algunos malos soldados
previsto para tírmino cle cada salt<>. A pisar de la carrera, cle
las balas, de las granadas v de los que caen, < s necesario s< fui r. para que el desorden propague. T.os miedosos siembran la
..e

üli aclelantarse, ni quedarse rezagarlos ; todos lormancln unn alarma cnn frases de «estamos copadosn, «han matado a lodos

muralla, unidos por el deseo cle llegar cuanto antes al choque


lns oficial -s», «va vuelven» v otras por el estilo. Hay que obrar
con cl enemigo. Debe llegarse hasta las alambradas sin dispa- enérgica<nente cnntra ellos, nhligándoles a
seguir el avance
rar, para detenerse y retrasar el avance.
no para evitar que el pánico se apoclere cle más.
Los cobardes aprovechan la confusinn v la pérdida de los
Se franquea la p> imera atan>brada por las brechas uue exis-
tieran en ella, debido a la
preparacion artillera o al fuego de jefes para ocultarse n marcharse a retaguardia. Todos serán
ll<les>los ntoltcros. Cuando se llega a So ó óo metros dc la <ril>- recogidos por patru11as que se dedicarán a esta función de
chera se lanzan sobre el enemigo con tocla energía. y clecisión. pol i clo.
Las estratagemas del enemigo y el fuego de flanco.— Los
Cada hombre corre derecha>uentc sobre el punto de la trin-
grupos de tiradores dispersos tienen tendencia a replegarse pre-
chera que tiene a su frente, s igila las aspilleras v el paiane>o ;
si aparece una cabeza o un fusil, se dispara un tiro para obli< ar cipitadamente ante el menor contraataque o cuando reciben un
fuego de flanco, porque los jefes han raído, son pocos v temen
a ocultarse, v luego sesalta al parapeto. A. tiros v a havoneta-
«r envueltos. Basta oue un hombre vuelva la espalda para que
zos se limpia cuanto huva pnr delante ; no clejar n naclie cle(rás,
I<.s demás sientan el cleseo de imitarle.
puespodría fusilaros por la espalda. Asegurarse hi<.n qu lns
El terreno ganado 1>a de conservarse a toda costa ; no se re-
enemigos >endidns en la trinchera es>iín bimi muert<>~. Si se
trocede nunca. Si nn hav oficiales ni clases, siempre existe un
rinden lodos a la vez, n<iIcs rematéis, pero clesarmarlos es< rii-
nulosa v rápidamente. L<>s hombres designadns de antemann v
compañero in>rípidn que detenga los que tiemblan v a enérgi-
cam<nte lcs conmine a permanecer firmes en su puesto.
los e<linll gados de lim»iar his i'inclieras son los íínicos riue ck-
T.os g> upns de tiradores aislados, se atrincherarán en un rin-
ben <>cuparse de lns prisionenis, n<>r<>ue lns cobardes sui"len chr
pruebas de niuy buen<i voluntad para llevnr a r< la«u>ircliu a in=
c(>n n extremo cle la zanja, v aunque el enemigo les roi5ee, se
d< tenderán hastn agotar completamente las municiones v des-
prisinneros q<le otros compañierns han cap>uracln.
pués cle haber utilizadn los fusiles y los cartuchos cogidos a'
queda alguna ametralh>rlora c intenta abrir fuego <..uhrid-
Si
< nemign.
la con una granizada de balas.
La refriega en la postción enemiga y la persecución.— T 'n>!
cuatro abrigarlos que desprecien al enemigo v sólo
hombres

Iiagan luego cuanclo el impacto sea seguro, son absolutamente


vez
limpia la trinchera de defensores, operación que hav nuc
invencibles.
realizar en pocos segundos, la trinchera ha de ser rehasacla sir,
detenerse en ella hasta no llegar a >n ó n metros delante, clesd<-
Por la transcripciñm Un
donde se echarán tierra para hacer fuego sobre la. inmecliata
a

posicinn. Reorganizada la llnea, se reanuda el asal>o.


No entrar en los caminos cubiertos en esta fase del asaltn.
Es una tentación fácil, pero puede costar muv cara, porque
unos cuantos hombres bastan para cletenr r 'horas enteras a una
compai>ía. Varios compañ>ema que se clesignan para ello, re<o-
rren estos caminnssiguien>clo itinerarins f>jos, v de esta forma

impiden al enemigo tomar la enfllacla al terreno que quecla en-

tre las dos trincheras.


I.a violencia del ataque engendra una .ran cnnfusi<>n, que
desconcierta al enemigo v le hace que ignore lo que ha per<5idn
v lo que queda en su poder. Es menester nnrovechar esta cnn-
Risión para adelantar todo ln posible : si se piercle tiempo no

tardará en surgir otra vez la barrera cle fuego.


Nn avanzar nunca en desorden o aisladnmentc como locns ;

esto equivaldrln a ponerse a merced riel fuego enemigo o del


más insignihcante contraataque.
Por consiguiente : ag> uparse alrededor de los oficiales v cla-
ses de la. unidad. Reorganizad la. línea de ataque durante ei
avance. Marchad rápidamente, siguienclo de cerca al adversario

en buen orden, la vista vigilante y el fusil preparado.

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vicla
paz y

hijos
spa-

ia en

tnpe-
terrar

hiles,
re y

toclos
, ha-
cfueza
ieron
cle su

ocia-
unos

Iiclae
r un

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id Dl VISIOlv Página 10

Llel pueblo en armas


al Ejército populat-

e aquí una muestra de lo que es actual-


mente el ejército popular que camina
hacia el triunfo en la lucha gigantesca
que el pueblo español sostiene contra
los invasores, contra los que se levantaron con or-
gullo y prepotencia frente a los destinos inexorables
que marchan hacia la paz y hacia la libertad. En ese
ejército regular, se han convertido aquellos grupos
heróicos de los días de julio. Ese ejército popular es los dinamiteros, esos hombres que viven la hora in-

el que ahora condensa las ansias del triunfo del pue- tensa del asalto en toda su intensidad trágica y herói-
blo español y en el que se reunen el heroísmo y la ca, esos que llevando en la mano la flor de las trin-
voluntad de este pueblo que sabe de ironía y de risa, cheras se enfrentan con los monstruos trepidantes
que sobre las dificultades, que por encima de todos de acero y disparos, y con el obsequio de su vida y
los inconveníentes, sabe de su sangre llegan a do-
sacar limpia su alma no- marlos y a someterlos a

ble y sencilla como el ras- su voluntad inexorable de

gueo de una guitarra, triunfo.


como el revolat
ligero de Y es el estandarte, son

las faldas amplias que las banderas. Esas ban-


bailan las seguidillas. deras que tan solo hoy
Ekos hombres saben hacen palpitar emocíona-
maréhar con el ritmo se- do el corazón del pueblo
guro de los triunfadores. español, que tan solo hoy,
Sienten en las raices de le hablan la canción de
su espíritu que en esos sus vuelos y le hacen an-
uniformes iguales que helar su caricia hecha de
llevan está el símbolo de viento y de seda.

la victoria, que se hace con esa misma tela de igual- Desfila el ejército del pueblo. Y de todos los co-
dad y de abnegacíón. razones, salta la misma embriagada exclamación de
Es la infantería gloriosa del ejércíto popular; son victoria. Porque la confianza que prestan, los que
hoy por hoy, son los íínicos depositarios de la
seguridad de nuestra independencia, es absoluta;
es nuncio de una mejor vida, es garantía de que el

programa máximo de las aspiraciones populares,


tendrá en plazo breve, la más bella concresión.
Desfila el ejército del pueblo. Y tras él, marcha
toda la ilusión esperanzada de una generación que
soñó siempre con ver realizado el cambio trasce-
dental que supone el hecho de ver convertido un

ejército imperialista y abyecto, en una florida for-


mación de hombres, arrancados de la cantera viva
del pueblo por propio impulso, para defender los
derechos de todos,

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14 DI VISIÓN
1>dgfna 11

l'ascistas, Y porque siempre cigarrillos asciendan serenas

consideraron como croar dc en el aire tranquilo de sus De Ginebra


ranas a las reclamaciones en- clubs londinenses, ? a qué ata-
cendidas de indignación de rearse para impedir que los ni-
los representantes clel pueblo ños hjen en sus retinas visio-
español Lu> Ginebra. A ellos, nes terroríhcas de destrucción
? qué les puede importar que v de muerte?
se bombardee una c i u d a d La Sociedad de >Vacíones
abierta al Nlediterráneo por hace n1uchos Baos Ll(le agoniz-
El problema de Espana sigue tan
l'I <.'riminnl hombarclco de
los buques alemanes, si ellos grave como después de aquellas ho-
Almeríu )>or la no<ii d(. guerra abaa. Pero los obuses quc
pueden continuar su vida plá- ra- gravísimas que sucedierou' al cri-
alemana ha puesto dc mani-
cida a orillas de los lagos sui-
caen sobre laspoblaciones minal bombardeo de Almería. Y si-
hesto claluimente hasta qué zos, o en los salones elegantes
abierLas de España han termi- tan después de
gue grave, porque
pin>tu sc n>L(es(l an pn>pÍclos B de los grandes hoteles munda-
nado con su
lánguida vida. cuatro horas de estar reunidos los
:iceptar como buenas toclas las nos ".Mientras hava clamas Perdurará el fantasma espec-
de las
representantes cuatro poten-
au<hicias v Lodos los crímenes tral de sucharlatanería, pero
del tascismo internacional los elegantes que les brinden la cias para ñjar las normas que ga-

gracia de sus sonrisas, ; qué va los pueblos del mundo en- ranticen et control a las escuadras
países pseudodemocrát icos. les in>porta que mujeres del
tero saben que en sus salones
Lsc ame> vandálico era suli- encargadas de él, Los delegados fas-
se Lolera el asesinato v se mi-
('ÍLBLC p((la Lli)L ClL in>B vez
pueblo desgarren su bocas en cistas, enseñando eí doble juego, aun-
alaridos de pánico? Nlientras ran con buenos ojos los más
saltasen los muelles que du- que muy toscamente, han suspendido
las volutas azulencas de sus horrendos crímenes.
I Bnic c<l»l Unce IT)cscs han sU- La reunión para pedir órdenes, en

vista de la ñebre manifestada por las


jetad(> la actuación de los paí-
ses cuvos pueblos no están dos potencias democráticas; y gaaar
Bherroj;idos por hl tiranía cle tiempo, pretextando que el bombar-
dict(iduras unipersonales, pa- Observan(lo las normas <Leo del Deutschland» hay que tra-
ra
que 1<>s Gobiernos de esus
países que SL dicen libres aten-
de "( U N T H G L"
~ tarlo con pies de plomo,'para' que
»o vuelvan a sufrir los piratas ítalo-

diesen los deseos ardientes d( ermanos las iras de las bombas de


sL<s i:ludadarlos v <Lvildasen a nuestra gloriosa aviación.. ¡Qué cí-
Liar efectívídad ;i lns aspira- u)coa
provocadores fascistas interna< ionales
.

mones de sus masas proleia-


El cinismo de los no
Eí juego no puede ser inés sarcás-
rias. I.stas 1 ienen clamando Liene palabras que puedan describirl<) cxuctamcnte. tico. pues almismo tiempo que <Lc
Un(l v O<IB vLz conLra la sula-
Apenas consumado el <'riminal ;ltenlado Lic Almeria, cuan- cstc niodo muestran toda la burda

pu<hi Brudn que.e plasta B los du tochivía en las tranquilas aguas internacionales perdura la tramoya quc les lleva al Comité' de
reh(.id< s españoles, v <.ontra la reunión «poten-
inclifer( ncia v la lenidad que ligera agitación que ese acto vandálic<> ha suscitado ; cuando Londres y a esta

cial", el teléfono dice los


se ha den>ostrado además plenamente q(le el «Deutschland»,
nos que
sv observa frente B las actitu-
mismos marinos dcl «Deutschland»
des y lus ac<uaciunes de los al estar fondeado en Ibiza, infringía las normas del control,
han declarado quc ellos fueron los
p)'ovo(ulcloics lc lll. gLICI'TB nos
llega la noticia de quc el mism() «Deutscf>íand», juntu- que lanzaron primero sus canonasos
mundial. Y, sin emí>argo, <.1 nlLBLO con ollos LUatro d(stl i)c(ores 1 cU(ltn) sUbnla(Ínos lanl- sobre nuestros aviones... Y esto es
homl>ardeo de Almería en l<>s
bién alemanes, está fonclead<> en ('ádlz. lo intolerable. to indignantc: que
(írculos internacionales no ha
13urll( má» abieria v más descarada. a los países que aún adopten eí papel de víctimas íos que
j>l ovoclido nlás IL<ILclon prác- han suspendido esa reunión, para,
tica que la que procluciría una pf'CLLnden invectar nueva vida al famoso ('omité de Londr<.s,
de I.on- prevalidos de la posición falsa 'de las
o.ota de lluvia. cavando en el al tristemente famoso lluiru el pueblo español Comité
potencias no fascistas. arrancarles eí
mur
Iigiiado pur unn furiosa dres, es difícil de encontrar.
galerna. En los círculos intel-
Lsapern>anencia de buques Bien>Bi1es dL gL<ella cn <igU(ls
derecho, pretextando las garantías
(iue necesitan Las potencias que ejer-
nacionales se hn acogido ei
homhnrcle<> de Almería con de los rebeldes españioles es la prueba más evidente que puede zan el control, y agredirnos de nue-

LU1(l BIL(e(i(I cle disgusto v con enconLrarse de la intervenci<ín descaradísima de las potencias vo y así poder contestar impunemen-

crimen dc Almería
un
cnc<>grin>iento de hombros. fascistas en Espaiia v de las intenciones dc <.sas polen.ias dc te con un nuevo

( on L~ini( mueca de clísgus- Io que hasta. ahora lo han hechu cuando repliquenlos
nosotros a sus
cooperar n>ás aciivnmenie dc
to, porque los seiñores que vi- Ello demuestra quc, lejos de sen- provocaciones infames.
ven a expensas de llis trabaja-
con losreheldes españoles. 1 os que eiercen el matonismo más
iniciar virajes ios tantas ilusiones
d<>res de sus países respectivos
tirsc dispuestas a en que
cobarde. e» vista <lel le alismo y la
habían puesto determinados sectores políticos españoles, in-
(iUc no llenen nlás n1>sÍñn medrosi(tad dc las potencias no fas-
Iiue la (le pas(-.arse entre las BIás dÍspUcsios q(le nuncll B
gcnUIIBIcnle. cándidos, <.'st Ul qil(' cistas dc allende Los Pirineos y el
llonLLI"is v Con('Uri"Ir B f1CSL>ls ei pucl>lo españlol sufra hasln ci lin en lu carne dc su carne f Caí>aí de la Mancha, quieren explo-
elegantes, preveían que qui- la sangre de su sangre la más aciiva dc las intervenciones tar este Legatismo para seguir pira-
zássesa «cumplir(i' ión» pudie- en
teando y asesinando impunemente, y
turbaSe en nuest.ra guerra civil.
rn Orilrinar que SC
regía, dando un
co» los paneles en
("reemos que después Lle esto, todos los cumentarios que
;ilguna dc sus pl<ícidas cliges- valor dc Derecho a su patente de
aiiadirse las múltiples veces hemos
I l()BLS. pudieran a razones que ra col sal')os.
( Lncoglni>LBLU di' de más.
on Lln
expuesto en torno a estos problemas eslán Ginebra no sirvió para nada, sino
hombros, porque ellos jamás Entre I.itvinof vuelve Rusia. Es la mejor ma-
Lunto se a
para que los fascistas ítalo-germanos
ñrme-
pensaron cn oponerse
mente a las atrocidades que se
nera que tiene a su alcance de continuar ayudando intensa- se rieran de los torneos oratorios o

mente a la Españ>a leal y popular.


lebrados cn esos juegos florales
comeiieran por las potencias

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4 Dl VTSTÓTV
Pdgina 12

LA KXPLORAij', 0

AENKA

pae Ml Yae

V e e a e d i te i

De día día se concede


en Deberá poner especial aten- que de este tenemos podienins e) Orclcn dp urgencia para.
mavor ia al Servicio
imporuin ción en tratar cle obtener el en n>uchos casos ralcular I.nn la comunicación piii radin.
de llIfotnlacÍón PBPB, el 1Hlen conocimiento de los sitios en suhciente exactitucl la clensi- f) Tnformación sobre n. 1
desarrollo de sus funciones, que enlaza cada uni<lad ci>n lii dacl probable clc trélico v sen- Ejército cle tierra, propio v jn-
que debe efectuar cualquier colateral en el caso que estén tirlo de marcha v de su obser- lonatrliellto.
gran unidad, >t un arma
pode- encuadra las, v si fueran flan- > 'iciól1 clpclticÍI si ha sido acpi- Trna vez que lns equipos
>osa
para. este servicio es el cos extremos la, vigilancia. es- tada nnestra 'fiipntesis sobre la. eSt.én en pOSeSion de la Orelen
empleo de la aviación de re- tratégica que tienen estable- idea cle maniobra clcl contra- se cledican a su
preparación.
conocimiento. Sc puede em- Clda. rio. Las variaciones observa- En ella intervienen el piloto
plear. en este contetido tanto la SÍ el frente se encuentra in> das cn el tráñcn cfentro de la oue dirige el aspecto técnico
aviación de caza comii la pro- período cle estahilización, la zona CIL ret"iguarclIB RCLISBO de la exploración a realizar, v
piamente especializada en re- observación habrá cle dirioir- con gran exactitud
c»alquicrn el observador dispone lo nece-
conocimiento 1 observación. se, encaminarse a obtener el alteración en los pmpósitos del sario para realizarla con ar>c-
Dentro de la. exploración mavor nítmero posible cle da- mando enemigo, v en general . lo a la táctica. Pma obtener
habr;í que distinguir clos tipos tos sobre la organización de- nos permitiré conocer con an- éxito en mialquier servicio de
distintos y perlectan>ente deh- fensiva del contrario, locali- telación suhcientp cualquier exploración es requisito indis-
nidos v delimitados : La ex- zando cuantas trincheras, ni- maniobra otensiva quc preten- pensable que exista una per-
ploración táctica v la estraté- dos de armas automáticas v da realizar. fecta compenntración entre los
glCB. emplazamientos tenga instala- T.as misiones romnlementn- encai oados de estas misiones

Corresponde a la primera dos. Igualmente deberá tratar r as més


impnrtantrs snn las cnmplementarias que, no obs-
el'actuar reconocimientns en la de conocer la situación cle los SÍ o llietl tes : tante, son clistintas v en algíin
zona cle vanguardia enemiga, centros de resistencia, comu- Vigilar el <lesofii mne rtel caso opuestas.
es clecir, en caso normal, con nicaciones, ejes cle transmisio- I nntrarin. Ia SituaC!nn Cle Soa Cuando se encuentren vn-
linos ticinta a cuarenta liiló- nes v artillería qiie posea el i napr Vea, Ina nnrquea V laa Vína lanclo sobre el obietivo señala-
metros cle profuncliclad a p. r- contrario. oiie clisni ne. Cl emn'azii- clo o sobre el fenon>eno clue se,
tir cle la primera línea enemi- La, explotación nocturna en mipnto clp. su artil'r ríe1 de era l1 les ha enconiendado observar,
ga. T.a misión principal es ob- este campo cle act.ividad, qur. nlcRIIcp. Ios ilplti ll omos e tl11- cleherén estudiarlo minuciosa-
tener un conocimim>to ln más se hace pnr meclio cle
bengalas oortancia de panln»no de puos mente v con tnclo detalle. pro-
nerfect.o v detallarlo pnsible de v otros artiñcios de luz, clebe- Ia vigilan ia rle fns centrns
.

cr;clii ndo a tnmar apuntes v


la situación dL la primera lí- rá ser efectuada exclusivamen- 'n protluccion de la zona del cliseñns desde cliferentes pun-
nea v sucesivRs Irte octipa pl teíina,
te por personal que a t 11 tLI'I»I . tos cle vista.
enemigo, su disnositivo rle más de todas sus buenas cua- Para realizar cualquier rx- Fn o'rnn níimero de casos
conjunto, instalación. defensi- liclades, un perfecto conotci- nlnrai ion táctira o estratéuica tenclrán vital interés pl hacer
.va v
emplazantiento di- bate- miento del terreno en que ha nl Tefe cle la aviación distri- llegar el partr- de lo observado
I l ls V ohsel'vatol"Íos de operar, v nn se lp dpbt. sp- buiré fas misiones eni.omen- al Cuartel í"-eneral, a
A la exploración
quien
estratégica iialar misiones cluc sean ex- cladas a estt. Arma nnr I.l Cunr- directamente interesa Por ello
incumbe reconocer la znna del tLtlsas nl. se pILste>1 '1 clu l'Is o Ii I Gnneral entre los disiintns antes de elevarse del aeródro-
interii>r v de retaguardia clel errnies, sino por el contrario Tnfns ilr escuadrilla, a los qiie mo deberé ti.ner cletallado cn-

Lnemigo. A primrra vista pa- deben estar perfectamente cle- rir iáncloles un nequeño mar- nocimiento del efi. dr transmi-
recerí pnco concreta v delini- hnirlas v clet aliadas. , en cle iniciativa personal. siones li ps i nnid i-1 psrs no
Ils esta t>bservació>n, pero hi.- Exploración estratégíca.— Liará las directivas necesarias CILI 'l>(ii>LI'SP LII C»111' ICttl t itl1
inr>s clp ver a ct>ntintiación có- misión principal constitu- »tira o»r actíien acnrdes con su Estadn Iítfavnr con la m:i-
;no ..e perfila v
especihca la vc la vigilancia de las vías cle 1. i-lea. g pneral dc explorn- vor raoiclez posible. En casos
n>isión a realizar cn carie caso. cnmunicación existentes Ia
Pn t'Irtl>. normales, Ios uartes los en-
Exploración táctica. q u

retaouardia del campo ene- T.ns )r l'es de r scuacliilla. > iarí


pnr medio de lastrados
tiicnica varía segíin el tipn de 11>I Z<O. su vtz, cliettibuirín lns misir- o al aterrizar en su aeródromo,
.'uerra
qup sp esté desarrt>flan- Parece poco I.o»t reto este lies p'II'P>Blas Llll IP.,os cltsIIO- exagerando en cuanto sea no-
dt> v aun ch. IB situacion espt-
plan cle ohservacion r investi- tos ewiipos v les Piarán ins- sible el empleo rlr. fotografías
i ;al clel frente en
que actíia. gación, pero es preciso tener tnicciones sohre los siguientes diseños, prehrienclo al de
En guerra cle movimiento cuenta oiie en un Eiérciio
rn extremns :
CILSCIIPCÍC>IICS glRfICBS, V CLIBII-
ileberí lijar con precision v bien organizarlo deberá res- a) Ohjetii v moclaliclad rle clo aquéllo no sea posible éstas
ircactitud la situación de la pri- poncler a un plan cle necesicla- la exploración a realizar. han de ser claras, concretas,
iuera línea enen>iga, situación des va previsto v estudiarlo b) Unídttc1es cnn que se escuelas v precisas, sin em-
tie sus reservas, vías principa- por el sí>fundo, en el que no s cuenta. plear términos ambiguos ni
! s que utiliza para sus comu- inclicaré la necesidad de oh- c) Tlniclades enemigas v acljetivos que pueclan dai icleas
t:icacinnes, movimientos cle la Sei v,ll, SIBI) tlll ÍÍlnit'ICIO ntl- ni>Iii:ias qiie de ellas se tenor>. vagas sobre Io observadn n
r ;ihallpri;i
y lne rin rriis rlp i iim- inerri clc ejes de comunicación d) Orrliui de uroencia tfr- prt.starse a Iort iclas interpre-
L:i te. mi c iii
igiis. Del conocimiento liis ohjr tivns B reconocer. taciones.

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Pdgina !3 I d' DI VISIÓN

hay quién pueda hacer nada útil! en .Los serivícios agrorpecuarios.

SOLILOQUIOS
r

¡No hay pan!... ¡Que hay que del sector Abroñigaln I


mandarlo al frente!... ;Como si estamos iraciendo La
1Para eso

nuestra labor no fuera de capitai, revolución? No, señor!... me-


;

Vengo un tanto mosca por lo dad de valores que estábamos de capitalísima importancia!... jor dic!ro... ¡no, camaradas I
inéditos y !ran de darnos ¡Cómo si no tuviera valor el sa-
que me miraban aquellos insoler.- tiempo Nosotros estamos laborando con

tes. ; Qué se creerán? ; Que vo a poder desarrollnr todo nu s!ro crificio que !racemos!... j! item todo nuestro esfrrerzo para lograr
no soy un revolucionario cien por esfuerzo para que Los demás re- que comer pan del dia anterior!! la a!tura de los gran-
ponernos a
Para que Luego vengan esos in-
cien? Me han dado ganas de... cojan el fruto de nuesiro sacrifi- di s pueblos que han sabido sacu-
sensatos que les ha dado por irse
¡Bah...! ¡Menos mal que no cio. dir !a rémora capitalista quc gra-
atrevido tíos! al frente y crean que raro es...
se han a decirme na- ¡Caramba! „,
Aquellos ..
vithóa sobre ellos, quedando !o-
da!...'La verdad si por mí lo que dijeron: cualquier cosa. Para que no re-
es que ;Seria por dos los medios prodircfivos..en
conozcan el valor de nuestra ac-
manos del proletartado... ¡Qué
tuació n... Te rri bilis. tiro! ..

me hubiera gustado fiaberles i:o-


Voy a tomar un poco de aCu-
dido decir este parrafazo a esos
rapaov con seltz, porque se ain-
de antes!
vitav uno.

¡Vaya!... ¡Ya está!... Pues ñ Qué liara es?... ; Qué bar-

olvidan baridad! ¡Las doce!


nada, que
..

no se me esos

de antes. Parece que uno decia Ahora a escape a iiMolinerov,


una cosa como que iban a hacer a ver qué hay de ese jamón que
cuando esto se acabara. encargué a Pendónez que me tra-

Pues... jese de Valencia.


¡estaría bonito que la

República democrática no reco- Esto no es vivir... Bueno, a la


nociera unnestroo sacrificio y tarde, si me dejan, pensaré lo de

abandonara luego a todo un res- los nuevos sellos de cotización...

ponsable de la aSecciónv de re-

parto proporcional de a!garrobas i Uf i


i A iiMolmero» i

M A D P. I B
para evitar la invaz.on

de un ejército extranjero
Madrid del mñ novecientos. mandado por un traidor.

Castizo, alegre y ohulón.


Tiene aire de eeñorio

en su bravo corazón.

Yo recuerdo aqvel Madrid Vuelven a pasar ros ineses,


que mi vida no vivió.
y Madrid no se tomo.
No había míis!cos negros,
Y en pago a eu va!entra,
ni ee baila er fox-trot;
y como prem'.o a su valor,
pero ai había organillo- !e enipiezan a llover bombas
para marcarse vn chotis lanzadas por de
manos av'.error,
con pañuelo de crespón. que no cono" ó a su padre,
culpa de esos aguafiestas que vie- aQué bonitoa?... En fin... gente 1Kxietta Juan José'?
aunque en el mundo existió.
nen del frente se arma cualquier inculta...
No digo ni si ni no, Matan niños y mujeres,
jaleo y empiezan a pedir. docu- Ahora el Diga!
teléfono... ; ..
pero debió de existir
y destrozan con fricar
mentos... ; Claro que yo tengo mi
;Ah!... a Qué quieres, esPosísi- ei el poeta !e cantó.
obras de arte inigualado.
carnet con fecha reciente!... Pe- ma?... a Cómo?... a Que hoy no
Pero Madrid ee sostiene
ro, vaya... ¡que a afrentepopulis- te han dado pan? aPero qué intacto con eu valor.
ta» no me gana nadie! se han creído esos?... f Pero es
Bien es verdad que hay algu- que suponen que yo voy a estar
Han pasado varios años. iDeapuéz, obuses. ¡Qué importa!
nas iiconsignitasn con las que no reventado para que luego tenga
Madrid ee anodernizó. Quieren inatar por matar,
estoy del todo conforme. Esa de que comer pan de ayer?... ;Bue-
Hicieron cambiar pero matar a traición,
terminar pronto la guerra... me no, bueno!... Ahora llamaré al
zu virla,
pero su carácrer no. que es como mejor les va.
parece... me parece un poco... camarada Furziánez para que me
Y rJamencos Pero Muda!d ee sostiene
mande media docena de libretas
esos antiguos,
?cómo diría?... un poco... pre-
loe chulos de corazón, y sabe eer inmortal.
matura.i. Yo creo que una gue- de las del !rospital y te las man-

esos buenos anadri leños b erxrando IAIZAXO


rra no se termina así como así. daré en mi coche... Bueno...
y otros que casi lo eon, (Del servicio de Informa-
Ademds, la guerra sirve para que ;Adiós!... digo, ¡salud!
ción de la 14 Divimón.)
nos hayamos revelado una canti- ¡Qué barbaridad!... ; A sí no eunieron hacerse fuertes

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1 4 D. 1 ír 1 S 1 6 tú
Página 14

UN RATO DE BUEN NUNOR

Uníprésioneg ligeras arrancadas de nn

pedazo de feaíidad.)

Cuando Juaniio ('arrascal, corderito lechal, .q<>e p isarían para buscar un buen plan, de-
Hamadte' Oficial del Ejercito de matute a Madrid, porque cidió pasar el resto de la ma-
del Pueblo, subió a su coche su
compañero deíiío sraber que iiana iiaciendo compras de al-
en aquella fresca mañana de
hoy día en la cdpiíñí se con- gunos artículos que le eran de

mayo, respiró satisfecho. Iba quistaban más -fácilmente las imprescindible necesidad.
a Madrid con veinticuatro ho-
mujeres; Jlevándoíed de comer Así al dar la una, cuando nl
ras dé permiso arrancadas al
que con b»caos billeteshi en hn se decidió a ton<ar el ape- ii
Linllgi>i>aa Si> V>>ar, iiii-
>»l>1S

Jefe de aí> unidad, qúe para cartera, v si


algím peligro ha- ritivo, era poseedor legiLimo liinovis» is c>cl pli>CLI pai"I q»c
esa cuestión Sie permisos' erá bía en ello era, para los mili- de seis cam>sas ae sea >
>u«r»n ul cae- >a >arde par i c<.'-
para
un «huesorr. desde
luego, un cianos, piies a. loá <)hciales n<r unitonne, dos Lrascc>s Lie»<ro
I>ii>
y r<p<>si>i Lo<ti>s fe»ni«ll>s.
poco corto le iba a venir eL solían registrarles ef' <oche r n cíe «i arón l las dy 1 1, u n reloj Aceplo ñL llL><.il gf»cío !ll>L»-
tiempo, pero.él sabría aprove- el con>ról de <intra la. Algo le de pulsera, d o s nañadores ir»
J u«ni>o, encaniado,> e l
charlo bien y no haría como contestó compañcn»mili-
su
Jailizen, 1>fi i lacio V i>il l>T,— p>iin >»esp<,>ad» <lila lii »L» lL
r>tros companeros
suyos;-pro- .> i»no de las >l<ienos
J, que il gaclol' >llql>Lis<lo <íue l',o Ls
>e cíeParaoar v iras la oPiPar;i
vincianos sin malicia, que no no acabo de
comprender >lien : le hiciera rr>mida dura>>ií unn s>esicc»«
que mu ha falla,
conocían Llon>o él los lugares juraría lttiber oido las pala- <pie le dclari>i en óp»mas con-
pero lo vió en el escapar»ir,
de esparcimiento I diversión. bras-traude e injusticia, pero cliciolles pa>"i l>L l L>Lrg>i nrrc-
tan non>>or cli>L no
si>Po >Lsls-
Su paciencia sutrió una pri- no f;Ls Lomaba en cuen>a y iir la tentación. <L>rn>i. A. l i hola sella»i>icí'i sr,

mera
prueba al intentar poner para otra vez tendría buen Al penetrar en el rríh>l lñLr- presentaron >res muchi«:n»s,
el coche en marcha ; cualquie- cuidado de no me>er en «su» lín» Lan>iguo café de barrio, SuCulen L a S y lreS> ao»O»iiS,
ra diría que el artefacto aquél coche tesugos niolestos, que al que la revolución y su si- <íilc p<otlLO >1" r-
colllL>iza<o>l
'

era faccioso e intentaba con así pagaban el favor de llevar- gar rrwisícey» para ir animán-
iuación en pleno dis<rito neu-
malas artes mermar su tiempo los donde no les correspon-
>.ral, habian dado categoria de ~c>ose> tarea en la que el buen
escaso de contacto con la civi- día. Juanito las acompanú, sen>an-
an>ro elegan>e J, quedó nues>ro
lizacion. Pero al fin y después >.'ras una pequmia parada cío tama de
buen bebedor.
buen Juani>o un poco descon-
de media hora de dirigirle in- en el
pueblemto en cuesuón y certaao. A la izquiercla del lo-
L ras >as copiosas li>iaciones se

suítos y denuestos, gracias a una vez


recogidos y conve- cal y próximos a la puerta, sirvió la cenar v <íe pu< s Ll>1 i
unos empellones apí>cados a nientemerite ins>alados los ar- unos doce milicianos, semados
Laza de buen Late y múliq>les
tiempo, la elegante rrlimousi- tículos alimentic>os, r e e m- alrededor de una mesa en la copas de meíor conac, del que
»err se decidió a arra>rcar. iambiín abusó J>la>ll>ar v
prendieron la marcíia, y Jua- que luCían SCndaS Carir<S de
ii

Lo peor del caso era, que el nito¡ tras varias d>scus>ones cantaban canciones
la. »la>la>la sigii>L>lte fué in<e-
cerveza,
cliófer le echaba la culpa a él con su
acompananle, op>.ó por revoluciona»as y aires de las irumpido en sus sueños Je
del estado en que se encontra- callar-. Estaba visto que él no glona por la voz de su chófer,
trincheras¡ haciendo galas de
ba el automóvil, y ante esta que le repetia insistememen>e
podía entenderse con aquellas una alegría
sana
y optimis>.a.
injusticia su pensamiento se mentalidades inferiores. L o El de los ocupanies del
resto que eran ias diez cíe la maiiana
rebeíaba. En primer lugar, y que si se reLrasaoa se lleva.-
dejaría en la primer parada local (l>asta unas cincuenta
por el atrevimiento que repre- del tranvía para que con>i- personas), era gente bien ves-
>ía <1>la. bue>la. reJ3ri>ne>leí<> de
sentaba esa rotunda asevera- el Jefe.
iiuara -viaje por su cuenta. tida de ambos sexos, que con su

ción en 'óocá de un infer>orr y Así lo Volvió la vis>a en torno su-


hizo¡ y una vez li>ire rara unanimidad ostentaban
que decía' muy poco en favor de testigas inopor>.unos dió a brazaletes con los colores na- yo y se encon<ró en un cuar>.o
de la disciplina y subordina- su chóter las señas de cierta cionales de diversas Repúbli- desconocido ; y lo peor del ca-
ción de un Ejército que se so <.s que esta>la solo. Sus tres
amiguiLa, joven y pizpire>a, cas
y Estados. Entre aquella
preciara de regular. Pero ; pa- con
quien se promeiia pasar. aoigarrada mu>titua no v>o amigos h«oían aprovechaclo
ra
qué entrar en discusiones". las fe»ces horas de asueto q»>e nmgún rosiro conocido, pero
su boliacileia pi» >L >icosLa<>L,

Por mucho que él se esforza- la férrea disciplina iiao>a con- de pronto Lievándose ellos a las <res mn-
una
am.ga le
voz
ra, no llegaría a hacer com- sentido. Yero una p»mera de- llamó por su nombre. Volvió tas. Ls<o le serviría de escai-

prender al mecánico que si él cepción le aguardaba : »i por- >a vista y reconoció nad,i me- mienio, para no liarse o<r» vez

conducía lodos los dias un ra- le hizo saber que la ginita ae los heroes de la reiaguar-
tera nos
clL>e a t>es clL si>s nlplores
uto era para no ser menos que haliía marcl>ado a i'»lene»i, dia.
amigos. Tras los sabidos de
sus compañeros, y si bien i' sin despedirse cíe nacíie,
algunos días an>es, acompa-
era
r>gor se sentó con ellos y ha-
verdad que él han>a aescarga- naaa de cierto señor de cierna b>aron : ellos no llabían ido al cnbiznalo y alud>>abundo, sa-
do la batería y había roto la lió de aquella casa y subió al
edad, político antiguo y mag- frente, pero en la retaguardia
mayor parte de los piiiones nate de la nueva burguesia, hacían una labor necesaria e coche para regresar a las irin-
del camoio, no se liaoia des- cheras no si>l hallefse cleLe>11-
dejando como único rastro un insustiiuíbler ya que los tres
pistado por ningún terraplén cartel en la puer>a del piso, en constituían el ('omiié de Re- do an>.es mi una farmacia para
ni había choca»o contra nin- el que, en>.re treinia sellos de presión de la Mendicidad, y comprar un tubo de asp>r»la,
gún árbol, como otros que el organizaciones y asociaciones sobre ellos pesaba un trabaío ya que la cabeza le dol>a más
conocía..s.sí, después ae re-
antifascistas, podía leerse una agobiador. Los vermouths me- <lLle el día aquel en cíue le aca-
comendar al conductor que en llció uil >lic<tel<l algo v olen-
reconlendación de que se abs- nudearon y pronto llegó la
vez de tirar por la directa, pa- tuvieran dé utilizar a,I u e l hora de las confidencias. Jua- tamen>.e.
sara por Vií>avieja de los lla- niio les hizo saber el carga- é Qué dirían sus compañe-
cuarto, que pertenecía a per-
parros, se arrelíanó cómoda- sona afecta al régimen y que, men>.o que ocultaba en su co- ros de la forma quc había
en

mente en su asiento, y a los


por imperativos de la causa, che, y ellos palmotearon de empleado su >.iempo de permi-
requerimientos de un compa- so'! Pero no ihabía que apu-
se había visto
obligada n tras- júbilo, pues entre L.odos po-
ñero de viaje hubo de respon- ladar su residencia fuera de la dían organizar una juerga es- rarse ; como nadie lr= había
der que el rodeo que iban a capital de los obuses. Un poco »>penda. Ellos vivían en un visto, podía conLar a su modo
dar en su camino tenía como mohino quedó nuestro buen lo sucedido y queclar como un
piso requisado, doiide tenían hombreci>o. Al íün v al cabo,
principal objeto el recoger en amigo con este primer fraca- toda clase de bebidas, y si él
Viííavieja unas docemtas de so, pero pensando que aíin te-
quién sabe si a los demás les
quería podían comer allí todos habría sucedido otro tanto.
huevo~. unas gallinas v un nía todo el día liar delante 'Íuhtos V dpsoups tpíefonparían

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15
Q/V/S/íhf!(f
Página

Un puesto 8e manJo
en una avanzaJrl'a.

Níngcn!Q regió n. de Espa!ia, fní tw! lente, con(o escondido, Im gerlnen de


tados l'cbe/ÓÍQ qne juan!s Qll'cv!Ó
ingratamente otvidadn Por co- se 0 nn!-

mo wi Extremadnra.! Su nombre, en nifestorce parque e( nmbientc de frte-


aLQ en tiempos Iie ia conquista deí ra (I asf!cíoba, (e eslrangn(abo.!llicn-
s(L(al QQICIÍ cono .(Qfl'Iv nn coln/(so a/ Iras lanto, rl(ri lejos, en tn cindad, eí

ob!vl'0, QQÍs cutio pol dc


desaparecer atp!c/los co/osos co- l'0 on(s tne-
qne,
'lllo Pl nilo, Col lés y tontos atlas, dio, ns!m(loba el espír!tu de Íucha de
cn nn alarde de iln!s!tado vaior, des- sns hern!cnos de otros países y n d!L-
/77vc!ando 11 / I (Qín 0 Ín(/ os1(7(e, Snl'- rcs Penas t!acía. conquistas, Peqne-
conqnÍst(ls, cl /(unto ((L
cnron pro(e(oso Océano, sin .Ier.
ct llc!s qut el'on

nautas, /101'a conqnÍstol' (7CI'1'Qs 0((en- IJ(QÍctón dc ollas (te nn!101' cnvciga-

de c(o Ícs Penotidudes se contnlcn I dnra llevadas a cabo aí correr de(

pol' n!Íl. tiene/70. !llas e( aJ(10 pernnu!ecí(c 0(-


Sn cnrácter bravio, retratado m! tn ;idado, doc'n!ía sn iufeticidnd y des-
llistoria, no se pierde. Cons(crvasr ", Los portnvoces de la bctena
ent!tra.

(0$ gcnelaclon(s sucedá- nueva, a!ín no /Iabíun dodo e/ a(dnbo-


/nlvnnL 8Q

neas. sin qne tes fa(lc Q retas enemi- nazo en la fría, pnerto de sn hercné-

ga con, qu!en pl'obal' ('.I trul/11(' d(' sll. ticn conciencia, para sacnr(o de aquel.
oral'odo coc'octclu llis(c soPQI'.
Kl teuqeatt Guthétttu!Ie la ynu cocccuscáeutcdo xuzttuouiouez Q usc com

Durante mnc/to tirmpo In rcs!J(no- su!lfajcstad cí llambre Ía, Iini-


Lra
Pocos Sane de Ancas.
ucusceto dt tuuzccchuxaccez.
cÍOQ sc cnselcolvÓ de 10 concccnclo ea que tcs dirigía sn glacial pa(nbra.

Llc 10$ osca('os /ob!dcgos estl'en(Ll(os, llnía del sm!tnoso /coger de( rico e

herederos iegílimos de (a* qtarins Ínc(en(ente, $8 0(i!el ga(10 cn los /Icsti-

an!asadas cnn la sangre dc los /Ií- /cnÍcs $0/uu'dos t(ve strvlon dc c0171- pl Ll(IÍ(os y tn la 80(sa d8 (0 guel'l'0 P(utadores, /ora devo/vcr(o a /os qne
han recobrado el niza los va(ores es- de sien!óre, con su sudor Ío ferti(can.-
roes de Amirica. El ciega destino Íes jo Pobre. Ólos. sin em(!argo, fuL'
01
L'/ han!bl'c c/ 0(lono qne fc'l'lii!zó n(tuc- tl'Cn(81!OS qne no ((c J(al'Olc Q 'lilac II' CVQ saron.
tenía resemrmto soPorlar el yuJ(o se-

nuestros o(ule(os. Va/0!es que sc' n(an-


Iioria/. Con!o si (a fitosafín fnta(ista llos rsóírits salvajes qne había de ro-
EMILIO VERA
cerebros y lurar e( arada de los ProPa(tnndistns Irndrán enh!estos nuentras dure esta
hubiese a!racgado en sus
81 t(I'l'ul!0 8ctl Asesor jurídico (Íe lu
luCQO qnC C-
/cara deóos!tnr en C( fondo de /os
al!QQC((lic
éste les dictase qnc cantrn aquéíío sur-

cos la semi(ía de la rcdenc!ón.


Ine!io de !nanas de sus infances ez- Iq Divísíón.
nada podÍan, cs(QÍcanlent(' lo oceptQ-
bola Pasó tien!(10 y oentnro-
raudo eí
S!1 ignorancia eran, sus cadenas. San!rut(' SII. Qpal'IC(ÓQ ÍOS
/!!CICI'07!,

Bien ío sabía toda aquella gen!a de nnevos profetas q«e, u diferencia de

etp/otndores: desde el rufián absen; 10$ Ínbltcos, can11(Íabalc en h( fn'QP10 Reparto de prensa eií los irentes.",
tistn (casto cl (une.ero sin entregas, ticrro Ías argollas opresoras por Ía
que
bían
817 1n07(slc'1(OSO

desPosado con Ía Ig(ega... Esta


COILnubco $8 hl!- Íiberlad, sin tener que esPerar a Ío.
ncít!ca ascensión 0( cielo.
K1 gran error de 1a retaguardia
v nqué(los cucdaban de (a oPacidod ApÍI(ab0$8 8( pntil(0 pn10 QÍI'íos.
de lh venda qne, cnbría (os ojos del Acciden!ahneutc se sintieron juntos A Ías trincheras llegan peliódi- y sinsabores que produce Ía es-
los qnc nnles Permancc(croa desPer- cos de todos Ígs matices ideoiógi- tancia en Ías ínncheras, frente aí
Pobre, foncelctnndo su ignoarncia y,
desPués, al conj Ia(to, simicmlose fc!er- cos. Ei Comisano que sabe cum- enemigo común
por ende, e/ grosor de sns oprobiosas
llíír odíigaciót!, ta reparte íoaa pur ta prensa a!aria escasa,

su t
cadenas. digados. Se nciraron, Irnos a 0(ros, y
EÍ obrero ellos débiies hOMun s!n f!/arse en Ía!aea que prvfesa pero Lo suj(cíen!e para envenenar
j( stificaba eí nsern sin les... qne tau

Qsí eí itaíaúón 0 Compañía. eí átnmo ae íos comganenízs —

se
fiarnrse a v!editar sobre el "deber sido, cl!cnud8(u'on Íus l'cnn10nes y

ser". Su yo Pensnnee, eslnba nnterta. se fué forjando en, ellos /a idea de Pero eí soldado que zn Ías írin- etnecan ae quu en Ía reíagúaraca
o(cerasno entiende de ideas, que no han cnmprenatao aún ae que
E/ 0/no 7'L/Íg10$0, SQQ11ncsg'ado Ln la sociainiidnd. Poco a Poco desnPa-
recía (a nccidentntidnd de las rem(io-
sólo sabe que está luchando para eí fascismo sigue zxístíenao.
J(randes dosis, había mntndo sn cni-
derrotar aí fascismo y conqa!s(ar to!en está qne e(, soldado que
riatnua convirtiéndoto en esc/avo de nes, Pw!derodos sns ventajas llegaron
para España una era de paz y ÍÍ- Í!cana sepa ae tas amarguras de íu
(Q fc. Se había Ílcgndo a la ncecani- a asociarse Para librar batallas eco-

bertad, no sabe a qné carta que- faíta alimento, de tabaco y dz


de
zación deí hocnbre a( arrebatnr/e el QÓ QIIcas cout!'0. sn seca(QC c'nen(!go :
darse; Íee un periódico marxista, Ícbros, que pase frío y calor, que
ccínul. I" Ice convel'tcdo 8Q Q1I. IQI(7QQÍ eí adinerado. Y así en días,
n«estros
que Íe había mal de ios anarquis- no conozca íou reievos. Podo esto
doméstico, a/ que se f(agelaba Para 0/ calo! de la tan. virtuosa.asocíacíá!c,
íast Íee un diario anarquista, que 10 soporta pensanáo que en Ía re-
son(c(811c QÍ ll a(Q(0 c07770 clna ca- han clevodo su condición de esc/aoos
censura Ías actividades comunis- taguardia obran como hombres
be(lerín cua(quiern, ob(ígóndo(f a $0- convirtiéndose en. verdaderas hanc-
tast lee Ía prensa republicana, a!gnos de Íos que soportan Íos ho-
portal/o durante jornadas h!termina- bres, temPlados en la crndeza de cena
qae Íe había de República demo- rrores de Ía guerra; pero no /cos-
bles... /uc/ca sostenida cou tesón para con-
crática y otras cosas raras y an(Í- í!guiíe demasiado, no Íe desmora-
En. Ia Pla a P(íb(ica se CLPonín ln, s( ca!0 (zlstcnc(0, QQÍs d! J(QQ. Ítcéis
J(un' cuadas, y ante nno y otro pemó- con vuestros actos, pues
'n(81'canelo tl'abato. Lou nna ocspl'0- Pol' ha !l, en, que ('su!n(os 801,-
cso
dico, eí soldado que en Ía trínc/ce- puede llegar ei momento qae a

/Iorccón de oferta delnanda que ha- /1('liados nznde 0


considere por
a en una J(ncl"l'Q qn8 ra sólo sabe que es soldado aníi- todos os igual : ai
c!a $8 /lo J(ose Pol' R nn /nuc!0 ci'l'Í- Ll!n!blol' d8( ta(!1ero ccol!Ó7nlco-Pa(Í- fascisía de
vanguardia exclama: enemigo de enfrente, y ai que en
sor(o, dependceute siempre deí capri- lico at espita(isnco, ve!c(os a Íos e(-
d pero es aún existen dife-
que Ía retaguardia no supo cumplir
choso arbitrco deí "secior", sin que ti'('n!ellos 1(vonta1'sc con, su!g(dar' lcc- rencias dz partido, cnanag tene- con su deber, y entonces...
Íe cl(/nes(' a( Poí l'c ot!'0 Q(c(Ó!I qn8 zocl'Ía, 8077, sin Pal' dencfedo c07lt1'a mos a Íos fascistas f(ente 'a nos-
A GUTIÉRREZ
cnc(inar la cervi y arrastrar el Pe- la b01 boIÍC ncJ('10, cuyos ni!as y dien- otros) d Es que Íos qae aáí dispn-
sado yugo; tes tnvie!tmc dura(ae tnnto Iiemóo c(a- ían conocen Ía guerrap ¡Induda- Comisario cíe Compañía. 70 Bri-
En e( arcano de la conciencia, de vados en sus carnes. A/, adtnírar sus 1!íetnnne, no! No conocen Ía guz- gada, 4.' Batallón.

algán qne otro depauperado, vivía la- nnevas gestos se resucitan, /as glorias rral no saben qae Ías amarguras La Aicarria, 8 junio.

© Biblioteca Nacional de España


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