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Casos prácticos
Factores de riesgo:
Adolfo no está debidamente formado e informado para el trabajo que le han mandado
realizar. Aunque sea un operario del equipo de Luis, este tipo de trabajos deberían
realizarlos personas que saben trabajar con químicos peligrosos, como es la sosa
caustica.
La sosa caustica es un químico peligroso, tanto para los ojos, piel y el tracto
respiratorio, lo que puede provocar una intoxicación aguda, dando lugar a una
intoxicación laboral. Tendría que cubrir su rostro de manera segura, con gafas y
mascarilla que tapen sus ojos, nariz y boca.
La autorización del trabajo fue firmada sin revisar la gravedad que pueda tener la
actividad que iba a llevarse a cabo. Este hecho está mal ejecutado, tanto por parte de
Adolfo como de Luis y Emilio. El trabajador tendría que haber leído bien la
autorización previamente a firmar.
Luis se desentendió del problema, dando lugar a una falta de comunicación con Emilio
y con Adolfo. Esto ha provocado que Adolfo firmara rápido, sobrecargándole en una
situación que no lo controla, que puede ser estresante para el trabajador.
No se han repartido de manera adecuada las tareas o roles de los trabajadores, porque
como hemos dicho antes, Adolfo no tenía información suficiente sobre la reparación a
que iba llevar a cabo y se le ha mandado a realizar un trabajo para el cual no está
capacitado. Lo único que le importa a Emilio y a Luis es arreglar lo antes posible la
avería para seguir produciendo, sin importar las personas de la empresa.
Por lo tanto, Emilio debería haber supervisado la peligrosidad de la reparación y haber
avisado a Luis de ello, al ser el responsable de mantenimiento tiene que saber lo
peligroso que es hacer cada tarea y saber que personal puede realizarlo.
prever cualquier situación que suponga un riesgo para los empleados y dar
respuesta inmediata y acorde al peligro que representa.
Daremos por hecho que Luis es el encargado del departamento de riesgos
laborales y que asume toda la responsabilidad en cuanto a la gestión de riesgos
laborales.
Para situaciones específicas, como la que nos ocupa en este caso, es conveniente
formar a algún empleado para este tipo de actuaciones.
En el protocolo debe estar marcado como actuar, sin que quepa improvisar
sobre la rapidez de reacción y/o actuación, además de otras circunstancias que
pueden suponer un peligro. En ningún caso se debe meter prisa a un empleado
para hacer un hacer un trabajo en el que pueden verse perjudicados terceros.
Luis podrá desarrollar una acción de seguimiento con el fin de controlar los
riesgos que no hayan podido evitarse e intentar prever otros que puedan surgir.
Implantación de cursos con carácter obligatorio para todos los trabajadores
sobre prevención de riesgos laborales, para que todos sepan como actuar ante
una situación de peligro y que no quepa la improvisación.
Instalación de cámaras de seguridad, que controlen permenentemente esos
núcleos donde existan sustancias peligrosas, que confluiran en un puesto de
control donde haya una persona responsable las veinticuatro horas del día.
Hacer simulacros sobre escapes de sosa cáustica para ver la respuesta que se le
da y el tiempo que se dispone para evacuar mientras que se reduce el problema.
del oido, de las vías respiratorias, de los pies, de las manos, del cuerpo, de la
cara, protección individual obligatoria contra caidas.