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 CELO APOSTÓLICO FORMACIÓN DE

Debe animar al lector un celo apostólico por llevar al mundo y a todos los
hombres la Palabra de Dios a fin de suscitar su Reino y, una vez suscitado, PROCLAMADORES
desarrollarlo (cf. Pablo VI. 25-04-77).
 FRATERNIDAD Tema 2: La espiritualidad del proclamador.
El lector ha de cultivar la fraternidad con los demás ministros a quienes La palabra toca la vida
ayuda y asiste y, especialmente, con los otros lectores; debe sentirse
estrechamente vinculado con todos ellos por la formación, participación y
misión en la construcción de la Iglesia.
 ESPÍRITU DE ORACIÓN
Debe animar al lector el necesario espíritu de oración para que pueda
cumplir con el consejo recibido en su designación, a saber, la meditación
asidua de las Sagradas Escrituras y la afición hacia ellas.
Como conclusión de lo dicho, podemos afirmar que la espiritualidad del
lector está comprendida en estas palabras del Ritual de Institución del
Ministerio del Lectorado (para quienes se orientan al presbiterado):
"Ya que anunciarás a otros la Palabra Divina, dócil al Espíritu Santo,
recíbela tú primero, medítala asiduamente, a fin de ir adquiriendo o
creciendo cada día más en un suave y vivo amor hacia ella. Que tu
conducta manifieste a nuestro Señor Jesucristo".

3. COMPROMISO
Reflexionando sobre la enseñanza de este tema, respondo:
3.1. ¿Cómo esta mi fe en este momento?
3.2. ¿Hago lo que me corresponde sin esperar halagos o
recompensas por parte de mis hermanos?
3.3. Procuremos siempre recordar, pero sobre todo aplicar,
estas virtudes en nuestra vida. Es una lucha permanente,
así que no des fallezcamos nunca o sintamos que ya somos
perfectos en nuestro servicio. Al finalizar los encuentros formativos,
4. ORACIÓN FINAL los proclamadores de la Arquidiócesis de Barranquilla,
Señor, tú nos has llamado a tu servicio, pidiéndonos prestadas nuestras se encuentran preparados para ejercer dignamente este
voces, la inteligencia y los ojos para proclamar tu Palabra en las servicio en cada comunidad parroquial y conocen la
celebraciones. Que al responder a ese llamado seamos fieles a lo que tú
quieres que trasmitamos a los demás. Aumenta nuestra humildad y importancia del mismo.
sencillez para ser sal y luz de los demás. Amén
1. ORACIÓN óptica de la Sagrada Escritura y de los documentos de la Iglesia.
• Texto Bíblico: Lc 17, 5-10 Ha recibido gratuitamente un don natural de Dios Creador, una vocación
• Reflexión (hecha por el sacerdote) especial en la Iglesia y un carisma del Espíritu Santo. Por este carisma
"Adsumus" especial el lector, en las distintas celebraciones y misiones, podrá levantar
Estamos ante ti, Espíritu Santo, Concédenos el don del discernimiento, el nivel de participación de las comunidades en las que actúa.
reunidos en tu nombre. para que no dejemos que nuestras acciones
se guíen Todo esto le permite ser "alguien", con una misión y responsabilidad
Tú que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros, apóyanos,
por perjuicios y falsas consideraciones. específicas en el mundo, en la Iglesia y en la comunidad particular donde
entra en nuestros corazones. Condúcenos a la unidad en ti, presta sus servicios. Pero le exige sacrificio, abnegación y continuo
para que no nos desviemos
Enséñanos el camino, del camino de la verdad y la justicia, esfuerzo para perfeccionarse y superarse en el desempeño de sus
muéstranos cómo alcanzar la meta. sino que en nuestro peregrinaje terrenal
Impide que perdamos nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
funciones.
el rumbo como personas
débiles y pecadoras. Esto te lo pedimos a ti, En suma, la espiritualidad del lector debe brillar por estas virtudes:
que obras en todo tiempo y lugar,
No permitas que en comunión con el Padre y el Hijo  CARIDAD
la ignorancia nos lleve por falsos caminos. por los siglos de los siglos. Amén. Supuestas la fe y la esperanza, sin las cuales no tiene sentido su ministe-
rio, el lector debe distinguirse por su caridad. Lo exige esa especial
2. FORMACIÓN relación que lo une a la Jerarquía y al Pueblo de Dios. La ayuda que le
El proclamador o lector, consciente de la naturaleza de su servicio y de presta a aquella y el servicio que le brinda a éste, se tornan una carga pe-
las funciones que cumple, debe vivir de acuerdo con lo que es, representa sada y estéril si no están animados por la caridad. El himno a la caridad de
y hace. No debe olvidar, por lo demás que, como laico, está llamado a San Pablo (1 Co. 13) debe ser el programa de vida que anime su servicio.
evangelizar.
 GRATITUD Y RECONOCIMIENTO
El lector está llamado a una caridad estrecha con el Obispo, con los El lector ha de vivir una permanente actitud de acción de gracias y de
sacerdotes y con los diáconos a la vez que debe continuar siendo reconocimiento a Dios por el don que le ha dado, a la Iglesia por la
levadura de Dios en medio de los hombres del mundo. confianza que ha depositado en él y al Pueblo de Dios por la acogida que
La misión que ha recibido, le abre esa misma puerta de la confianza ante le ha dispensado.
la comunidad, de modo que se une también con el pueblo de Dios, a
través de la caridad, por su servicio y por su testimonio de vida cristiana.  GENEROSIDAD
El lector debe adornar su servicio con la generosidad que le
La Palabra de Dios le comunica la santidad que contiene.
permitirá colaborar siempre que sea necesario, salvadas las
El lector sabe que pertenece a una iglesia viva, Cuerpo Místico de Cristo obligaciones primordiales de su estado y profesión.
por quien recibimos la vida eterna. Y sabe también que por su servicio, la
Iglesia debe santificar y santificarse, evangelizar y evangelizarse; sabe que  HUMILDAD
él debe ser un constructor de la unidad y un instrumento de la comunión. Asimismo, el lector debe vivir la humildad para no compla-
cerse en sí mismo sino en Dios, según el consejo del Apóstol
El lector, obrero especializado del Reino de Dios, es como un sacramento
San Pablo: "el que se gloría que se gloríe en el Señor".
que significa la Palabra de Dios y la difunde. Pero esto resultará imposible
si no está en disponibilidad para ser un instrumento libre y generoso en  OBEDIENCIA
manos de la Iglesia. El lector debe obediencia a la Iglesia y a su magis-
Además debe ser de espíritu abierto y debe estar continuamente dispues- terio, especialmente a las disposiciones litúrgicas
to a dialogar con creyentes y no creyentes; debe ver a los hombres con la para el desempeño lícito de sus funciones.

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