Ciclo de relatos: dark reality

Serie de varios relatos o partes de una narrativa que va a culminar con el nacimiento de una
entidad en la Tierra.

Idea: una chava feminista contacta con una entidad que desaparece a la gente que a ella no le
gusta. La chava aprovecha esto para limpiar a la sociedad. En un punto, se entra en un lugar,
encontrando a toda la gente que ha desaparecido compactada en su sótano. No le importa, y
continúa haciéndolo.

Idea:

Niño vive en barrio peligroso pero sale por las noches. Empezó cuando soñó con hacer cosas
sorprendentes, como saltar entre casa y casa, encontrar paquetes de dinero, ver gente
teniendo sexo.

Con el tiempo, la voz que escuchaba en sueños fue haciéndose más y más fuerte, hasta que
se volvió un diálogo entre ambos, soñador y soñado.

Después de un tiempo, por encargo del ente, el niño reúne varias cosas que tiene que llevar a
una choza donde está creciendo algo en el suelo.

Reúne varios órganos de víctimas que hay por su barrio.

El barrio está infestado de bandas y narcos, así como de fuerzas paramilitares similar al BOPE.

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Elementos:

Pandillas
Carteles de droga y trata de personas
Droga en grandes cantidades
Fuerzas del orden en plena guerra
Un niño que sueña mucho, y desea salir a vivir aventuras como en sus videojuegos o como su
hermano, el inocente.
Una criatura que le habla en sueños, la cual toma de estatuilla de santo, el embaucador.

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Primera historia:

Roberto, el pequeñín, se queda dormido con en su cuarto, segundo piso, cerca de la ventana.
La consola está encendida. Alrededor de él, en su cama, hay una docena de videojuegos y
algunos cómics.

Se pasa a sus sueños, que en lugar de ser fantaseosos como sus juegos, él está soñando con
salir a la calle en su barrio, sobre todo por la noche. Su hermano siempre sale de noche, a
escondidas, y le cuenta sobre los lugares que visita, y las personas con las que convive, entre
las que está un adolescente que vive solo, más arriba en la colina, quien tiene una casa
pequeña pero completamente acondicionada para gente como él, con juegos, bocinas, luces;
también algunos clubes nocturnos; varias tiendas dónde comer; y una niña a la que también le
gustan mucho los juegos, hermanita de la novia de su hermano.

Mientras Roberto recorre una versión fantaseosa de las calles más altas, escucha una voz. Es
una voz amigable perteneciente a una especie de perro, quien le invita a una carrera por un
lugar muy bonito, ésta vez parecido a sus juegos. Luego de jugar un rato, Roberto se da cuenta
de que está en un lugar que no quiere estar, porque él quiere ver su vecindario. El (coyote) le
dice que sí, y en el sitio donde están aparece una tubería grande por la que caminan hasta salir
en un baldío, en la colina, un par de calles más atrás. Roberto está felíz, y se pregunta si ese
lugar se verá igual en la vida real. Al instante, una cucaracha voladora le aterriza en el cuello,
provocándole contorsiones hasta que se la quita y la mata. En ese instante se da cuenta de
que no está en un sueño, y el coyote lo confirma.

Después del miedo y la impresión inicial, el coyote se cuadra, observando atentamente,

olfateando hacia una dirección. Con prisa, ordena a Roberto que le siga, y por varias calles y
callejones el niño y el animal corren, se detienen y se esconden de un pobre infelíz al que lo
persiguen tres tipos portando armas. Lo atrapan, no muy lejos de donde Roberto puede verlo
todo, y le propinan una golpiza por deudas de alguna droga. Le amenazan, y lo dejan ahí.
Roberto quisiera ir a ver si el sujeto está bien, pero el coyote lo insta a seguirle. Ambos entran
en un callejón algo mal iluminado, y entrando al patio de una casa, ven una escalera puesta en
el patio trasero que da a un baldío. Roberto obedece, la baja, y así como si nada está en su
casa, al lado de su ventana: bajó por una escalera que su hermano a veces usa para escapar.
El coyote está en el techo. Se dicen que se la pasaron bien, y prometen volver a salir juntos.