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Hasse-Minkowski
Ramiro Lafuente
Estructuras Algebraicas
Facultad de Ciencias Exactas
Universidad Nacional de La Plata
Mayo de 2008
1
Índice
1. Introducción 3
3. El sı́mbolo de Hilbert 14
3.1. Definición, propiedades básicas y cálculo del sı́mbolo . . . . . . . . . . . . 14
3.2. Propiedades globales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4. Formas cuadráticas 22
4.1. Módulos cuadráticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4.2. Propiedades generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
4.3. Formas cuadráticas sobre Fq . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4.4. Formas cuadráticas sobre Qp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
4.5. Formas cuadráticas sobre R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
5. Teorema de Hasse-Minkowski 38
5.1. Demostración del Teorema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
5.2. Algunos comentarios interesantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
6. Apéndices 42
6.1. Algunos resultados en Teorı́a de Números . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
6.1.1. Ecuaciones sobre cuerpos finitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
6.1.2. Ley de reciprocidad cuadrática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
6.2. Sistemas y Lı́mites proyectivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 3
1. Introducción
Se podrı́a haber incluido en el tı́tulo de este trabajo el nombre de ”formas cuadráticas”,
puesto que nos ocupamos del estudio de estos objetos en gran medida. Sin embargo, esto
ha quedado implı́cito al mencionar el Teorema de Hasse-Minkowski, el cual es conocido
por dar una muy buena clasificación de las formas cuadráticas sobre Q. Para llegar a este
resultado, uno de nuestros objetivos, se deberá recorrer un largo camino, a través del cual
serán presentados el cuerpo de los números p-ádicos, el sı́mbolo de Hilbert, y numerosos re-
sultados algebráicos (muchos de ellos relacionados directamente con la Teorı́a de Números),
entre otras cosas.
Además de apuntar al ya mencionado Teorema de Hasse-Minkowski y a clasificar las for-
mas cuadráticas sobre los distintos cuerpos en cuestión, nos interesaremos bastante en los
números p-ádicos y en algunas de sus propiedades y aplicaciones para resolver problemas.
Es curiosa la gran diversidad de maneras que existen para presentar al cuerpo Qp de los
números p-ádicos. Algunas de ellas son mas bien desde el punto de vista .analı́tico”(como
la completación de Q respecto de cierta norma, o ciertas series formales de potencias de
p), otras son puramente algebráicas (”el cuerpo de cocientes del lı́mite proyectivo de los
enteros módulo pn ”). Presentaremos dos de ellas en la primer sección, pero a lo largo del
trabajo serán de mayor utilidad las ideas del tipo algebráico (incluso en algunos resultados
en los que aparecen derivadas!).
En la tercer sección se estudiará el Sı́mbolo de Hilbert, que será una herramienta funda-
mental para construir invariantes para las formas cuadráticas tanto en Qp como en Q.
La sección de formas cuadráticas se ocupará de presentar estos objetos matemáticos, y
finalmente llegar a una minuciosa clasificación de ellas (no sobre las racionales), la cual uti-
lizaremos en la sección siguiente para probar la relación global-local que vincula los cuerpos
Qp y R con Q.
Por último, cabe mencionar que gran parte de este trabajo ha sido basado en los primeros
capı́tulos de [2]. Es por eso que en general todas las deficiones y resultados que se prueben
tendrán, tarde o temprano, su rol importante en el trabajo. Sin embargo, en contraposi-
ción con la bibliografı́a mencionada, intentaremos hacer más hincapié en los detalles de las
pruebas, para llegar a cada resultado de una manera más accesible.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 4
Demostración: Probaremos únicamente el item (c) que es el no trivial. Para eso, supong-
amos que x, y son no nulos (si alguno de ellos lo fuera, se da la igualdad trivialmente).
Entonces podemos escribir
a c
x = pr , y = ps
b d
con r, s ∈ Z, y a, b, c, d ∈ Z no divisibles por p. Es claro que vp (x) = r, vp (y) = s.
Supongamos sin pérdida de generalidad que s ≥ r, y sea t = s − r ≥ 0. Entonces,
t
r a tc r ad + p bc
x+y =p +p =p
b d bd
Esta valuación p-ádica nos permite definir la norma p-ádica, de la siguiente manera:
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 5
. . . → An → An−1 → . . . → A2 → A1
conforma un sistema proyectivo. De esta observación surge la idea para la segunda definición
de los números p-ádicos.
Definición 2.7. Se define el anillo de enteros p-ádicos Zp como el lı́mite proyectivo del
sistema (An , φn ) definido previamente. Es decir,
Zp := lim(An , φn )
←−
1
Una norma que satisface esta propiedad se dice ”no-arquimediana”
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 6
es exacta.
Demostración: Es claro que εn es un epimorfismo. Veamos entonces que la multiplicación
por pn es inyectiva en Zp . Para eso, basta con ver que multiplicar por p lo es (luego com-
ponemos esta función n veces). Sea x = (xn ) ∈ Zp tal que px = 0. Mirando coordenada
a coordenada, se tiene que pxn+1 = 0 (en An+1 ) para todo n. Luego, xn+1 = pn yn+1 , para
cierto yn+1 ∈ An+1 . Pero por definición de Zp , xn = φn+1 (xn+1 ), luego xn también es di-
visible por pn , y por estar en An , xn = 0. Esto vale para todo n, luego x = 0 y entonces
multiplicar por p es una aplicación inyectiva.
Para completar la demostración, resta ver que pn Zp es igual al núcleo de εn . Es claro que
dicho núcleo contiene a pn Zp (ya que todo múltiplo de pn tiene en su n-ésima coordenada
un 0). Ahora tomemos un elemento x = (xm ) ∈ ker(εn ). Entonces, xn = 0, y luego por
definición de Zp tenemos que pn | xm para todo m ≥ n. Escribamos xm = pn ym−n , con
ym−n ∈ Am−n (se puede suponer esto puesto que pn Am ∼ = Am−n ). Entonces estos elementos
yi definen en Zp = lim Ai un elemento y (esto se deduce de que x satisface las condiciones
←−
para estar en Zp ), el cual verifica claramente (coordenada a coordenada) x = pn y. Luego
x ∈ pn Zp , y en conclusión, la sucesión es exacta.
Notemos que esto nos permite pensar a Zp /pn Zp como An , que a su vez es igual a Z/pn Z.
Proposición 2.9. Un elemento de An o de Zp es una unidad si y sólo si no es divisible por
p. Además, todo elemento no nulo de Zp se escribe de forma única como pn u, con u ∈ U(Zp )
y n ≥ 0.
Demostración: Probemos la tésis primero para An . Es claro que si x ∈ An es una unidad
entonces no es divisible por p, pues si ası́ fuera, entonces p | xx−1 = 1 + mpn ⇒ p | 1,
absurdo. Recı́procamente, supongamos que x ∈ An \ pAn no es múltiplo de p. Entonces la
imagen de x en A1 = Z/pZ es no nula, luego es invertible. Tomemos entonces y tal que
xy = 1 − pz, y podemos pensar que y, z ∈ An . Ası́,
Podemos pensar que Qp = Zp [p−1 ]. Y al igual que en Zp , todo elemento de Q∗p puede
escribirse de forma única como pn u, con u ∈ U = U(Zp ) y n ∈ Z. Esto da lugar a la
generalización de la valuación p-ádica para todo Qp , y obviamente se verifica que vp (x) ≥ 0
si y sólo si x ∈ Zp .
Al igual que en la primer definición de los números p-ádicos, se puede definir la distancia (o
métrica) p-ádica, basándose en la valuación p-ádica ya definida. 2 Esta distancia define la
topologı́a en Zp y Qp , según la cual el anillo Zp resulta ser un espacio métrico completo, que
contiene como subconjunto denso en él a Z. Además, como ya se ha mencionado, el cuerpo
Qp resulta ser localmente compacto con la topologı́a mencionada, y el anillo Zp resulta ser
un subanillo abierto. Obviamente, Q es denso en Qp .
A pesar de que ya hemos definido a los números p-ádicos desde dos puntos de vista
diferentes, aún hay una forma más de pensar en ellos. K. Hensel, quien fue el primero en
introducir la idea de número p-ádico, trabajó mucho con ellos para resolver problemas de
la teorı́a de números, y utilizaba en sus trabajos un desarrollo en serie de los números
p-ádicos, conocido como desarrollo de Hensel. En [3] se menciona dicho desarrollo, y se
prueba la siguiente proposición:
Claramente, n0 es lo que nosotros hemos llamado vp (x). En esta forma de ver a los
números p-ádicos se ve mucho mejor la idea de completación (pues en realidad los elemen-
tos de Q son precisamente aquellos cuyo desarrollo de Hensel se hace periódico a partir de
un punto; por ejemplo, que se haga cero a partir de n1 ).
Proposición 2.12. Sean f (i) ∈ Zp [X1 , . . . , Xm ] polinomios con coeficientes enteros p-ádi-
cos. Son equivalentes:
(i) Todos los f (i) tienen una raı́z en común en (Zp )m .
(i)
(ii) Para cada n > 1, los polinomios fn tienen una raı́z en común en (An )m .
Demostración: Esto es una consecuencia inmediata del Lema 6.9. En efecto, si se toma
(i)
como Dn al conjunto de raı́ces en común de los fn , se ve que los Dn son finitos y además
forman un sistema proyectivo (puesto que ser raiz módulo pn+1 implica serlo módulo pn ).
Pero aparte, D := lim Dn es el conjunto de raı́ces del polinomio en Zp , ya que ser raiz
←−
módulo pn para todo n implica que es raiz en Zp . O sea que se puede aplicar el Lema,
que nos dice que si los Dn son no vacı́os entonces D lo es, y esto es precisamente lo que
querı́amos probar (el hecho de que D no vacı́o implica que los Dn lo son sale por reducir la
ecuación módulo pn ).
Demostración: Es claro que (b) → (a). Para ver la vuelta, sea x = (x1 , . . . , xm ) ∈ (Qp )m
es una raiz no trivial de los f (i) , y llamemos h := inf(vp (x1 ), . . . , vp (xm )), y = p−h x.
Ası́ definido, resulta que vp (yj ) = vp (xj ) − h ≥ 0 ∀j, y además en un ı́ndice j se da la
igualdad, con lo cual y ∈ Zp y es primitivo. Como los polinomios son homogeneos, al eval-
(i)
uarlos en y = p−h x el factor p−h deg(f ) sale en común, y lo restante queda 0 por ser x raiz.
Entonces y es raiz primitiva en común de los f (i) en Zp .
Para finalizar, vemos que podemos imitar la prueba de la proposición anterior (utilizando
el mismo Lema) para probar que (b) ↔ (c), poniendo Dn como el conjunto de raı́ces prim-
itivas en común de los f (i) en An y observando que forman un sistema proyectivo, cuyo
lı́mite es el conjunto D de raı́ces en común de los polinomios en Zp .
Lema 2.14. (Método de Newton aplicado a números p-ádicos) Sea f ∈ Zp [X], y sea f 0 su
polonomio derivado. Dados x ∈ Zp , n, k ∈ Z, tales que 0 ≤ 2k < n, f (x) ≡ 0 mod pn y
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 9
Entonces, existe una raı́z y ∈ (Zp )m de f tal que y ≡ x mod(pn−k ) (coordenada a coorde-
nada).
Este importante teorema trae como consecuencia numerosos resultados. Los que más
nos interesan son los siguientes:
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 10
f (x) ≡ 0 mod(p)
∂f
(i.e., ∂X i
(a) 6= 0 mod (p) para algún i, 1 ≤ i ≤ m). Entonces existe y ∈ Zp tal que y ≡ a0
mod p y f (y) = 0.
∂f
(Esto es exactamente el teorema para n = 1, k = 0. En efecto, el hecho de que ∂X i
(a) 6= 0
∂f
mod (p) implica que vp ∂Xi (a) 6= 0).
P
Corolario 2.17. Sean a ∈ Zp , y f (X) = i,j aij Xi Xj , con aij = aji , una forma cuadrática
con coeficientes en Zp tal que det(aij ) es invertible. Entonces,
(i) Si p 6= 2, toda solución primitiva de f (X) ≡ a mod(p) da lugar a una solución en Zp .
(ii) Si p = 2, toda solución de f (X) ≡ a mod(8) da lugar a una solución en Z2
Demostración: Sea x una solución primitiva de f (X) ≡ a mod(p). Para probar (i) basta
con demostrar que hay alguna derivada parcial P que no se anula en x, módulo p (por Lema de
∂f
Hensel). Sea A = (aij ). Vemos que ∂X i
= 2 j aij Xj = 2(AX)i (donde X = (X1 , . . . , Xn )).
Si todas las derivadas parciales fueran cero, entonces el vector AX serı́a cero módulo p. Y
esto es absurdo puesto que X no es cero módulo p (pues es primitivo), y A es invertible
mod (p). Por lo tanto hay alguna no nula, y se puede aplicar el Lema.
Con el mismo razonamiento que recien, pero teniendo en cuenta el 2 que acompaña a (AX)i
en la fórmula de la derivada parcial, se ve que en el caso p = 2 el hecho de que A sea in-
vertible implica que las derivadas parciales no son todas nulas mod(4). Pero entonces el
resultado a probar no es otra cosa que aplicar el Teorema con n = 3, k = 1.
3
Notar que en el Lema se utilizó la notación aditiva, mientras que al aplicarlo a la Proposición se
utilizó la notacion multiplicativa.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 12
Con esta caracterización, y utilizando el sı́mbolo de Legendre (ver Apéndice 6.1.2) pode-
mos conocer mas profundamente los cuadrados perfectos en Qp , mediante los siguientes
resultados, que eran el objetivo principal de esta sección.
invertible en Zp , todos los elementos son cuadrados, luego u1 siempre es cuadrado perfecto.
Al ser V isomorfo a Fp∗ , queda probado el teorema. 6
Demostración: Esto es obvio, ya que si cocientamos con el cuerpo de cuadrados Q∗p 2 en-
tonces de los elementos de Q∗p , que pueden pensarse como pn u, sólo nos interesa la paridad
de n y el sı́mbolo de Legendre ũp (el cual toma valores en {±1}). Luego tomando 1 = p0 ,
Teorema 2.25. Para que un elemento x = pn u ∈ Q∗2 sea un cuadrado perfecto, es necesario
y suficiente que n sea par y que u ≡ 1 mod 8.
Demostración: Este Corolario se deduce inmediatamente del hecho de que U/U3 se puede
caracterizar mediante el conjunto {±1, ±5}.
Nota: Los Teoremas 2.23 y 2.25 dicen que Q∗p 2 es un subgrupo abierto de Q∗p , para todo
p primo.
6
Cabe mencionar que en las estructuras notadas aditivamente también consideramos los cuadrados
perfectos: son aquellos elementos x para los cuales existe un y tal que y + y = x.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 14
3. El sı́mbolo de Hilbert
Para trabajar con formas cuadráticas, y mas precisamente si estamos estudiando cuándo
una ecuación cuadrática tiene solución, es sumamente útil introducir la noción del sı́mbolo
de Hilbert. Además éste nos permitirá, en la próxima sección, hacer la clasificación de
formas cuadráticas.
En [4] se presenta al sı́mbolo de Hilbert definido sobre cualquier cuerpo local 7 , lo cual
servirı́a para demostrar la versión general del Teorema de Hasse-Minkowski. Sin embargo,
para entender y probar los resultados se requiere un buen manejo de la Teorı́a de Cuerpos,
razón por la cual nos limitamos a hacer las cosas en R y Qp .
En general en esta sección cuando se hable de cuerpo nos estaremos refiriendo a Qp o a R.
Al ser invariante bajo multiplicaciones de a y b por cuadrados (i.e., (a, bc2 ) = (a, b)), el
sı́mbolo de Hilbert define una aplicación entre k ∗ /k ∗ 2 × k ∗ /k ∗ 2 y {±1}.
√
Proposición 3.2. Sean a, b ∈ k ∗ , y kb := k( b). Si N kb∗ es el conjunto de normas de
elementos en kb∗ , entonces (a, b) = 1 sii a ∈ N kb∗ .
z2 y2
a= − b ∈ N kb∗ .
x2 x2
Demostración: (i) (a, b) = (b, a) es trivial; para ver que (a, 1) = 1 basta notar que (c, 0, c)
es solución de la ecuación para cualquier c ∈ k ∗ .
(ii) Si b = −a, (0, 1, 1) es solución. Y si b = 1 − a, (1, 1, 1) lo es.
(iii) Si (a, b) = 1 entonces a ∈ N kb∗ por la Proposición anterior. Como N kb∗ es un subgrupo
de k ∗ (multiplicativo), resulta que c ∈ N kb∗ sii ac ∈ N kb∗ , lo cual traducido en términos del
sı́mbolo de Hilbert es justamente lo que querı́amos probar.
(iv) Como (a, −a) = 1, usando (iii) obtenemos que (a, b) = (a, −ab). Y usando que
(a, 1 − a) = 1 y (iii) se llega a que (a, b) = (a, (1 − a)b).
Demostración: Por la Proposición 2.13 sabemos que existe una solución primitiva de la
ecuación (z, x, y), en (Zp )3 . Si no cumpliera las condiciones que queremos, entonces y o z es
divisible por p. Pero por ser solución, sabemos que z 2 − vy 2 es múltiplo de p, y v no, luego
deberı́a ocurrir que ambos (z e y) sean múltiplos de p. Entonces, p2 | (z 2 − vy 2 ) = px2 luego
p | x, absurdo pues la solución era primitiva. Por lo tanto, (z, x, y) verifica las condiciones
buscadas.
lado derecho de la igualdad a probar es claramente 1; veamos entonces que (u, v) = 1. Como
Corolario del Teorema de Chevalley-Warning en 6.1, se obtiene que toda forma cuadrática
sobre 3 o más variables tiene una solución no trivial módulo p. Al ser el discriminante de
esta forma una unidad, por el Corolario 2.17 obtenemos a partir de dicha solución una en
Qp . Luego (u, v) = 1.
2) α = 1, β = 0:
Reemplazando con estos valores en la fórmula a probar, basta ver que (pu, v) = vp . Pero
ya hemos visto que (u, v) = 1, entonces (pu, v) = (p, v) por la propiedad (iii) del sı́mbolo
de Hilbert. Debemos probar entonces que
v
(p, v) =
p
Recordemos, por el Teorema 2.23, que v es un cuadrado sii vp = 1. Si v fuera cuadrado
perfecto, entonces (p, v) = 1 por la propiedad (i) del sı́mbolo, y vp = 1 por lo recien
ecuación z 2 − px2 − vy 2 = 0 vemos que si tuviera solución no trivial, entonces por el Lema
z 2
anterior tendrı́a una con z, y ∈ U . Esto implicarı́a que v ≡ y mod p, absurdo pues v
no era cuadrado. Por lo tanto la ecuación no tiene solución, y luego (p, v) = −1 = vp .
3) α = 1, β = 1:
Este caso se reduce a probar la fórmula (pu, pv) = (−1)(p−1)/2 up vp . Por la propiedad (iv)
del sı́mbolo, tenemos que (pu, pv) = (pu, −pupv) = (pu, −p2 uv) = (pu, −uv), y −uv ∈ U .
Usando el caso 2) llegamos a que (pu, pv) = (pu, −uv) = −uv p
. Finalmente,
−uv −1 u v (p−1)/2 u v
= = (−1)
p p p p p p
como querı́amos ver.
Ahora sea p = 2. Como en el caso anterior, sólo consideraremos tres posibilidades:
1) α = 0, β = 0:
u−1 v−1
Traduciendo la fórmula a probar, hay que ver que (u, v) = (−1) 2 2 . Es decir, que
(u, v) = 1 si u o v es congruente a 1 mod 4, y -1 en caso contrario. Supongamos que
u ≡ 1 mod 4, entonces u ≡ 1 o 5 mod 8. En el primer caso, por el Teorema 2.25 ten-
emos que u es un cuadrado, luego (u, v) = 1. Si u ≡ 5 mod 8, como v es coprimo con 2
resulta que 4v ≡ 4 mod 8. Entonces u + 4v ≡ 1 mod 8, luego u + 4v es un cuadrado.
Supongamos que w2 = u + 4v, w ∈ U ; se ve en este caso que (w, 1, 2) es solución de la
ecuación z 2 − ux2 − vy 2 = 0, con lo cual (u, v) = 1. Finalmente, si u ≡ v ≡ −1 mod 4,
supongamos que (u, v) = 1. Entonces existe una solución primitiva (z, x, y) de la ecuación
z 2 − ux2 − vy 2 = 0. Reduciendo módulo 4, x2 + y 2 + z 2 ≡ 0 mod 4, y como los únicos
cuadrados módulo 4 son 0 y 1, esto implica que x2 , y 2 y z 2 son 0 mod 4. Pero entonces
los 3 elementos de la terna (z, x, y) son múltiplos de 2, contradiciendo el hecho de que era
primitiva. Absurdo; por lo tanto (u, v) = −1.
2) α = 1, β = 0:
2
u−1 v−1
+ v 8−1
Dados los valores de α y β, hay que probar que (2u, v) = (−1) 2 2 . Primero probe-
v 2 −1
mos que (2, v) = (−1) 8 , es decir, que (2, v) = 1 sii v ≡ ±1 mod 8:
Si (2, v) = 1 entonces por el Lema anterior existen x, y, z ∈ Z2 tales que z 2 − 2x2 − vy 2 = 0
y y, z no múltiplos de 2. Esto implica que y 2 ≡ z 2 ≡ 1 mod 8, y entonces 1 − 2x2 − v ≡ 0
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 17
mod 8. Pero los únicos cuadrados módulo 8 son 0, 1 y 4; deducimos de esto que v ≡ ±1
mod 8. Recı́procamente, si v ≡ 1 mod 8, es un cuadrado y luego (2, v) = 1; y si v ≡ −1
mod 8, la ecuación z 2 − 2x2 − vy 2 = 0 tiene a (1, 1, 1) como solución módulo 8. Por el
Corolario 2.17 tenemos que esta solución da lugar a una en Z2 , entonces (2, v) = 1.
Probemos ahora que (2u, v) = (2, v)(u, v), suficiente para lo que necesitamos puesto que
u−1 v−1
por el caso 1), (u, v) = (−1) 2 2 . Si (2, v) = 1 o (u, v) = 1, esto vale por la Propiedad
(iii) del sı́mbolo. En caso contrario, supongamos que (2, v) = (u, v) = −1. De los resultados
anteriores, y del caso 1), esto equivale a decir que v ≡ 3 mod 8 y u ≡ 3 o − 1 mod 8.
Luego la ecuación z 2 − 2ux2 − vy 2 = 0 se lee módulo 8 como
z 2 + 2x2 − 3y 2 ≡ 0 ó z 2 − 6x2 + 5y 2 ≡ 0
Ambas tienen como solución a (1, 1, 1); como antes, esta da lugar a una solución en Z2 , por
lo tanto (2u, v) = 1 = (−1)(−1) como querı́amos ver.
3) α = 1, β = 1:
Debemos ver que
2 2
u−1 v−1
+ v 8−1 + u 8−1
(2u, 2v) = (−1) 2 2
Por la Propiedad (iv) del sı́mbolo de Hilbert, sabemos que (2u, 2v) = (2u, −4uv) =
(2u, −uv). Pero además, por el caso anterior sabemos que como −uv ∈ U ,
u−1 −uv−1 (−uv)2 −1
+
(2u, 2v) = (2u, −uv) = (−1) 2 2 8
Si escribimos (a, b) = (−1)[a,b] , entonces [a, b] es una forma bilineal simétrica sobre k ∗ /k ∗ 2 ,
con valores en Z/2Z, y podemos conocer (mediante el Teorema 3.5) su matriz en cierta base
para k ∗ /k ∗ 2 :
Si k = R, la matriz es (1).
El que sigue es un resultado fundamental del sı́mbolo de Hilbert que, junto con otro
teorema a continuación conforman lo que hemos llamado Propiedades Globales del sı́mbolo
de Hilbert (la palabra globales surge de considerar todos los sı́mbolos de Hilbert de los
distintos cuerpos en cuestión y relacionarlos).
justificar la última igualdad, ver Apéndice sobre Teorı́a de números, más especificamente
las propiedades del sı́mbolo de Legendre)
Se ve entonces que (l, 2)2 = (l, 2)l , y el producto da 1.
Finalmente, cuando l 6= l0 y ninguno de ellos es 2, se tiene para v 6= 2, l, l0 que α = β = 0,
0
luego (l, l0 )v = 1. Para v = 2, también vale que α = β = 0, luego (l, l0 )2 = (−1)ε(l)ε(l ) . Y
0
en los otroscasos, resulta evidente que α = 0, β = 1 o viceversa, de donde (l, l0 )l = ll ,
(l, l0 )l0 = ll0 . Utilizando la ley de reciprocidad cuadrática de Gauss, tenemos que
l0 l 0
(l, l0 )l (l, l0 )l0 = 0
= (−1)ε(l)ε(l )
l l
Por lo tanto al multiplicar con (l, l0 )2 da 1.
A continuación plantearemos una especie de ecuación, cuyos únicos datos son ciertos
sı́mbolos de Hilbert, y hallaremos (bajo ciertas hipótesis que son obligadas) condiciones
necesarias y suficientes para su solución. (Notar que el resultado siguiente esta muy rela-
9
El único caso realmente interesante de la demostración es cuando a y b son primos impares distintos,
demostrado al final. Es por esto que escencialmente este Teorema es equivalente a la ley de reciprocidad
cuadrática. Y es importante mencionar además que es posible generalizar el Teorema para el conjunto de
cuerpos de números algebráicos, de ahı́ su importancia.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 20
cionado con hallar una solución en Q para cierta forma cuadrática, dado que existen solu-
ciones en cada Qv ):
Teorema 3.9. Sea (ai )i∈I una familia finita de elementos en Q∗ , y sea (εi,v )i∈I,v∈V una
familia de números en {±1}. Entonces existirá un x ∈ Q∗ tal que (ai , x)v = εi,v ∀i ∈ I, v ∈
V si y sólo si se satisfacen las siguientes tres condiciones:
(i) Los εi,v son todos iguales a 1,Q salvo finitos.
(ii) Para todo i ∈ I se tiene que v∈V εi,v = 1
(iii) Para todo v ∈ V existe un xv ∈ Q∗v tal que (ai , xv )v = εi,v para todo i ∈ I.
Demostración: (del Teorema) Es claro que las condiciones son necesarias: las primeras
dos por la fórmula del producto del sı́mbolo de Hilbert, la tercera tomando por ejemplo
xv = x. Probemos entonces la vuelta: sean (εi,v ) que satisfacen las hipótesis del Teorema,
y supongamos que los ai son todos enteros (se puede, pues podemos multiplicarlos por su
denominador al cuadrado, lo cual deja invariante los sı́mbolos de Hilbert). Definamos S
como el conjunto de los factores primos de los ai junto con 2 y ∞, y T := {v ∈ V : ∃i ∈
I con εi,v = −1}.
Caso 1) S ∩ T = ∅
Sean Y
a= l
l∈T \{∞}
Y
m=8 l
l∈S\{2,∞}
Al ser S y T finitos, estos enteros están bien definidos. Como S ∩ T = ∅ se tiene que a y m
son coprimos. Luego por Dirichlet, existe p primo tal que p ≡ a mod m, tal que p ∈ / S ∪T.
Veamos que x = ap verifica las condiciones requeridas (o sea, que (ai , x)v = εi,v para todos
i ∈ I, v ∈ V ):
Si v ∈ S ⇒ v ∈ / T ⇒ εi,v = 1; debemos ver que (ai , x) = 1. Para v = ∞, esto es verdad
pues x > 0; si v = l es un número primo, x ≡ ap ≡ a2 mod m, luego por definición de m
tenemos que: cuando l = 2 x ≡ a2 mod 8; y cuando l 6= 2 x ≡ a2 mod l. Notar que x y
a son unidades l-ádicas (ver definición de x, a y m). Pero además, si escribimos x = ln u
resulta n = 0 y la imagen de u = x en Fl∗ es justamente a2 mod l, un resto cuadrático,
luego por el Teorema 2.23 x es un cuadrado en Q∗l . Por lo tanto, (ai , x)v = 1 = εi,v en este
caso.
Cuando v ∈ / S (llamemos v = l), se tiene que ai es una unidad l-ádica para cada i ∈ I.
Luego aplicando el Teorema 3.5 se obtiene que
ai vl (b)
(ai , b)l =
l
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 21
como querı́amos.
Para l = p, utilizando la fórmula del producto (y la hipótesis (ii)) para despejar los términos
con v = p, obtenemos que:
Y Y
(ai , x)p = (ai , x)v = εi,v = εi,p
v6=p v6=p
4. Formas cuadráticas
El objetivo de esta sección es estudiar y caracterizar las formas cuadráticas sobre los
cuerpos Qv y Q. Para eso, estudiaremos las propiedades de los módulos cuadráticos en gen-
eral, y luego las traduciremos al lenguaje corriente de formas cuadráticas. Al terminar con
las propiedades básicas y los importantes teoremas de representación de un número a través
de una forma cuadrática, nos dedicaremos a estudiar más especı́ficamente las propiedades
de estas sobre Qp y sobre R.
(tiene sentido dividir por 2 pues excluimos a los cuerpos de caracterı́stica 2). Observar
que con esta definición resulta ser efectivamente un producto escalar, ya que al ser + con-
mutativa, la forma bilineal de la definición es simétrica. Y además, se tiene que Q(x) = x.x.
Observar que esta condición implica que f (x).f (y) = x.y ∀x, y ∈ V .
Si fijamos una base (ei )1≤i≤n para V , llamamos matriz de Q respecto de esta base a
) ∈ k nxn dada por aij = ei .ej . Es claro que A es simétrica, y además si
la matriz A = (aijP
escribimos a x = ni=1 xi ei en la base fijada, entonces se tiene que
X
Q(x) = aij xi xj
i,j
y ahora vemos que la definición dada al principio coincide con la idea intuitiva de forma
cuadrática que uno tenı́a.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 23
En este contexto surge el primer invariante de las formas cuadráticas, al cual llamaremos
discriminante de Q y estará dado por
^ ∈ k ∗ /k ∗ 2
d(Q) := det(A)
Demostración:
(i) Sea f : V → V 0 un morfismo métrico, con (V 0 , Q0 ) un módulo cuadrático. Para ver
que f es inyectiva, supongamos que f (x) = 0. Entonces dado y ∈ V , x.y = f (x).f (y) = 0
por ser f morfismo. Esto es decir que x ∈ rad(V ) (es ortogonal a todos), pero como V era
no degenerado, x = 0. Luego f es inyectiva.
(ii) Sea U un subespacio de V . Definamos el morfismo qU : V → U ∗ (donde U ∗ es el dual
de U ) que aplica y ∈ U al funcional lineal en U g(x) = x.y. Es claro que el núcleo de qU es
U 0 . En particular, al ser V no degenerado, qV : V → V ∗ es un isomorfismo (su núcleo seria
rad(V ) = 0).
Vemos que podemos obtener qU componiendo qV con la proyección canónica de V ∗ a U ∗ .
Luego qU : V → U ∗ resulta ser suryectiva. Entonces, considerando la inclusión de U 0 en V
obtenemos la siguiente sucesión exacta
0 → U0 → V → U∗ → 0
de donde dim V = dim U 0 + dim U ∗ = dim U 0 + dim U . Aplicando este proceso para el
subespacio U 0 , se llegarı́a a la fórmula dim V = dim U 00 + dim U 0 , la cual junto con la
anterior implica que dim U = dim U 00 . Pero por definición de U 0 , tenemos que U ⊆ U 00
(los elementos de U son ortogonales a los de U 0 , luego están en U 00 ), por lo tanto U = U 00 .
Veamos ahora que rad(U ) = U ∩ U 0 (lo cual, junto con el hecho anterior, nos dirá también
que rad(U 0 ) = U ∩U 0 ): x ∈ rad(U ) si y sólo si x ∈ U y x es ortogonal a todos los elementos
de U . Es decir, si y sólo si x ∈ U y x ∈ U 0 , y listo.
Un módulo cuadrático es no degenerado si y sólo si su rad es nulo. Puesto que rad(U ) =
rad(U 0 ), la no degeneración de U implica la de U 0 y viceversa. En el caso en que lo sean,
tenemos que dim U + dim U 0 = dim V , y U ∩ U 0 = rad(U ) = 0 luego V = U ⊕ U 0 . Por
definición de U 0 , la suma directa es también ortogonal.
(iii) Si V = U1 ⊕U ˆ 2 entonces U2 ⊆ U10 por ser la suma ortogonal. Pero dim U2 =
dim V − dim U1 = dim U10 luego U2 = U10 . Ahora bien, vemos que si x ∈ rad(U1 ) entonces
es ortogonal a todos los de U1 . Pero por estar en U1 , es ortogonal a todos los de U10 . Luego
es ortogonal a todo elemento de U1 ⊕U10 = V , entonces x = 0 ya que V era no degenerado.
Definición 4.5. Dado un módulo cuadrático (V, Q), diremos que un elemento x es isotrópi-
co si Q(x) = 0. Un subespacio U es isotrópico si todos sus elementos lo son. Finalmente,
diremos que el módulo cuadrático es isotrópico si existe algún elemento isotrópico no nulo
x∈V.
Definición 4.6. Un módulo cuadrático que tiene una base formada por dos elementos
isotrópicos x, y no ortogonales es llamado un plano hiperbólico.
Se puede suponer sin pérdida de generalidad que x.y = 1, en cuyo caso la matriz del
plano hiperbólico en la base x, y resulta ser
0 1
1 0
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 25
con d(Q) = −1. Observar que es el ejemplo más pequeño posible (no trivial) de un
módulo cuadrático isotrópico. El siguiente inesperado resultado muestra que todo módulo
cuadrático isotrópico debe contener un plano hiperbólico como subespacio:
Teorema 4.9. Todo módulo cuadrático (V, Q) admite una base de elementos ortogonales
dos a dos (i.e., base ortogonal).
Este teorema ayuda mucho a comprender qué es lo que realmente pasa con las formas
cuadráticas, puesto que la matriz de Q en una base ortogonal no es otra cosa que una
matriz diagonal:
a1 0 . . . 0
0 a2 . . . 0
.. .. . .
. . . 0
0 0 . . . an
xi ei , entonces Q(x) = a1 x21 + . . . + an x2n . Podemos reinterpretar la
P
Si escribimos x =
definición de módulo cuadrático no-degenerado: lo que se está diciendo realmente es que
ai 6= 0 ∀i = 1, . . . , n (es decir, que la forma cuadrática sea efectivamente en n variables).
Q Y
ahora resulta evidente que (V, Q) es no degenerada sii d(Q) 6= 0, pues d(Q) = ai .
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 26
Definición 4.10. Dos bases ortogonales de un mismo módulo cuadrático (V, Q) se di-
cen contiguas si tienen algún elemento en común (i.e., si las bases son (e1 , . . . , en ) y
(e01 , . . . , e0n ), deben existir i, j tal que ei = e0j ).
ˆ 2 = ke01 ⊕kε
P = ke1 ⊕kε ˆ 02 .
y vale el Teorema.
2) (e1 .e1 )(e02 , e02 ) − (e1 .e02 )2 6= 0
La prueba de este caso es exactamente la misma que en el 1), cambiando e01 por e02 .
3) (e1 .e1 )(e0i , e0i ) − (e1 .e0i )2 = 0 para i = 1, 2
Probemos primero que la condición supuesta implica que existe un x ∈ k tal que el elemento
ex := e01 + xe02 es no isotrópico, y genera junto con e1 un plano no degenerado:
La condición de no isotrópico se cumplirá si y sólo si ex .ex = e01 .e01 + x2 (e02 .e02 ) 6= 0, i.e.,
sii x2 6= −(e01 .e01 )/(e02 .e02 ). Y para que el plano que genera con e1 sea no degenerado debe
pasar, como antes, que (e1 .e1 )(ex , ex ) − (e1 .ex )2 6= 0. Desarrollando con la fórmula para
ex , y utilizando la condición supuesta, llegamos a el plano generado será no degenerado sii
−2x(e1 .e01 )(e1 .e02 ). Pero la hipótesis supuesta implica que (e1 .e0i ) 6= 0 para i = 1, 2. O sea
que basta con que x 6= 0.
Ası́, sólo tenemos que lograr que x 6= 0 y x2 6= −(e01 .e01 )/(e02 .e02 ). Esto excluye a lo sumo 3
valores de k para elegir, luego si k tiene más de 4 elementos, ya está. En el caso de k = F3 ,
como (e1 .e0i ) 6= 0 no queda otra que (e1 .e0i )2 = 1. Entonces la hipótesis 3) se reescribe como
(e1 .e1 )(e0i , e0i ) = 1, i = 1, 2. Pero entonces la expresión −(e01 .e01 )/(e02 .e02 ) es -1, y por lo tanto
basta tomar x = 1 para verificar las propiedades requeridas para ex .
Ahora podemos entonces tomar ex = e01 + xe02 no isotrópico, y tal que ke1 + kex es no
degenerado. Como ex es no isotrópico, existirá un e002 tal que (ex , e002 ) es una base ortogonal
para ke01 ⊕keˆ 02 . Sea
e” = (ex , e002 , e03 , . . . , e0n )
base ortogonal de V . Al ser ke1 + kex un plano no degenerado, podemos deducir de los
casos 1) y 2) que e y e” se relacionan mediante una cadena de bases contiguas. Como e”
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 27
Demostración: Supondremos en gral que V = V 0 (ya que son isomorfos). Veamos los dos
casos:
Caso (i): U degenerado
Sea x 6= 0 un elemento de rad(U ), y tomemos l ∈ U ∗ tal que l(x) = 1. Al ser V no
degenerado, existe y ∈ V tal que l(u) = u.y (pues qV : V → V ∗ es isomorfismo). Podemos
suponer que y.y = 0, haciendo un corrimiento de y a y−λx con λ = 12 y.y; sigue valiendo que
l(u) = u.y debido a que x ∈ rad(U ). Entonces tenemos un nuevo subespacio U1 = U ⊕ ky
(notar que y ∈ / U pues si y ∈ U entonces l(x) = x.y = 0 ya que x ∈ rad(U ), pero l(x) era
1).
Al ser s morfismo métrico inyectivo, resulta que s(U ) es también degenerado. Luego apli-
camos la misma construcción para U 0 = s(U ), x0 = s(x) y l0 = l ◦ s−1 , y obtenemos y 0
y U10 = U 0 ⊕ ky 0 . Extendamos entonces s mediante la asignación s0 (y) = y 0 , y queda asi
determinado un morfismo métrico inyectivo s0 : U1 → V que coincide con s en U . Pero lo
bueno es que dim U1 = dim U + 1.
Si U1 fuera degenerado, repetimos este proceso. Si fuera no degenerado, pasamos al caso
(ii).
Caso (ii): U no degenerado
Probemos el Teorema por inducción en dim U . Si dim U = 1, U = kx con x ∈ V no
isotrópico (para que U sea no degenerado). Llamemos y = s(x); por ser s morfismo métrico
se tiene que y.y = x.x. Vemos que alguno de los elementos x+y, x−y debe ser no isotrópico,
pues si ambos lo fueran entonces
Definición 4.14. Diremos que dos formas cuadráticas f y f 0 son equivalentes si los
correspondientes módulos cuadráticos son isomorfos. Lo notaremos como
f ∼ f0
f u g := (X1 , . . . , Xn ) + g(X1 , . . . , Xm )
en n + m variables (ver la definición 4.3 para entender de donde surge la idea: en reali-
dad se realiza la suma directa de los módulos cuadráticos, definiendo la forma cuadrática
allı́ canónicamente). De manera natural, definiremos
f −̇g := f u (−g)
f ∼ X12 − X22
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 29
Demostración:
(i) ⇔ (ii): La vuelta es trivial, pues g(0, . . . , 0, 1) = a. Para ver su recı́proca, si suponemos
que g representa a a entonces el módulo cuadrático V correspondiente a g tendrá un elemen-
to x tal que x.x = a (ya que x.x = g(x) en dicho módulo cuadrático). Sea H el complemento
ortogonal de x; tenemos que V = H ⊕kx. ˆ O lo que es equivalente, g ∼ h + aZ 2 , donde h es
la g restringida a H (es claro, dado que x.x = a, que g restringida a kx es aZ 2 ).
(ii) ⇒ (iii): Por la hipótesis (ii) tenemos que f ∼ h+aY 2 −aZ 2 , luego f (0, . . . , 0, 1, 1) = 0
entonces f representa a 0.
(iii) ⇒ (i): Supongamos que f ∼ g −aZ 2 y f (x1 , . . . , xn−1 , z) = 0, con (x1 , . . . , xn−1 , z) 6=
0. Entonces: o bien z = 0, en cuyo caso g(x1 , . . . , xn−1 ) = 0 con (x1 , . . . , xn−1 ) 6= 0, o sea
que g representa a 0 y luego a a (por la Proposición 4.17); o bien z 6= 0, que implica
g(x1 /z, . . . , xn−1 /z) = a por lo tanto g representa a a (observar que no es necesario pedir
que algún xj sea no nulo, pues si todos fueran 0 entonces a = 0, absurdo).
Demostración: Es claro que (ii) ⇔ (iii), por el Corolario anterior. Además, se ve que (ii)
implica (i) pues si g(x) = h(y) = a con x, y no nulos (en sus correspondientes espacios, por
ej x ∈ k r , y ∈ k s ), entonces f (x, y) = 0 y (x, y) 6= 0. Para terminar, probemos la recı́proca:
supongamos que f representa a 0. Entonces existe (x, y) 6= 0 tal que f (x, y) = 0, o sea
que g(x) = h(y) = a. Si a 6= 0, queda probado (ii). Si a = 0, el hecho de que (x, y) 6= 0
implica que x 6= 0 ó y 6= 0: supongamos sin pérdida de generalidad que x 6= 0. Esto nos
dice que g representa a 0. Pero entonces por la Proposición 4.17, g representa a todos
los elementos de k ∗ . En particular, representará a todos los elementos de k ∗ representados
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 30
por h (existe alguno de tales elementos pues h es no degenerada), con lo cual se tiene (ii).
f ∼ g0 + g1 + . . . + gm + h
Demostración: Por el Teorema 4.20, separando los ai nulos de los no nulos, obtenemos
inmediatamente una descomposición en la forma f ∼ g0 + g, con g0 ∼ 0 (la parte con los
ai = 0), y g no degenerada. Ahora descomponemos g según la Proposición 4.17, que nos
permite extraer de manera iterativa nuevas formas hiperbólicas: en cada paso, mientras
sea posible (es decir, mientras la parte restante siga representando a 0), obtenemos g ∼
g1 + . . . + gr + hr con gi hiperbólicas. Ası́ hasta llegar al punto en que hr no representa a
0, en cuyo caso se obtiene la forma explcicitada en el enunciado del Corolario.
Para ver la unicidad, basta notar primero que la descomposición f ∼ g0 + g es única
salvo equivalencias, pues está determinada por la forma diagonal de la matriz de f y por
su rango. Y segundo, ver que la parte de g1 + . . . + gm + h es única también, presentamos
dos posibles expresiones y cancelamos todos las partes hiperbólicas mediante el Teorema
4.21.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 31
Demostración: Debido a la implicación (iii) → (i) del Corolario 4.18, es suficiente probar
la segunda afirmación para n = 3 (tomando como válido esto, si el rango de g es 2 entonces
el de f = g − aZ 2 es 3, luego representará a 0, y esto implicarı́a que g representa a a ∈ Fq∗ ).
Probar que toda forma en 3 variables representa a 0 es equivalente a ver que para todos
a, b, c ∈ Fq la ecuación
ax2 + by 2 = c
tiene solución (esto se ve porque se toma el vector no trivial que anula a f , y se divide por
una coordenada no nula, despejando su coeficiente correspondiente). Para ver que dicha
ecuación tiene solución, supongamos que a, b, c ∈ Fq∗ (si alguno es 0 la ecuación es trivial).
Sean A, B ⊆ Fq los conjuntons de números de la forma rx = ax2 , sy = c − by 2 respectiva-
mente, con x, y ∈ Fq . Claramente si rx = rx0 entonces x2 = (x0 )2 luego o bien x = 0, o bien
x = ±x0 . Esto nos dice que rx consiste del 0, y q−1 2
elementos más: es decir, un total de
q+1 q+1
2
. Análogamente, se ve que B consiste también de 2 elementos. Pero en Fq hay sólo q,
luego A ∩ B 6= ∅. Esto implica simplemente que la ecuación en cuestión tiene solución.
Sabemos que el grupo Fq∗ /Fq∗ 2 tiene exactamente dos elementos. Sea entonces a ∈ Fq ,
que no sea un cuadrado. Se tiene el siguiente resultado:
donde (a, b) denota el sı́mbolo de Hilbert. Ası́ definida, resulta evidente que ε(e) ∈ {1, −1}.
Más aún, ε es otro invariante de (V, Q), como lo muestra el siguiente Teorema:
Teorema 4.26. El número ε(e) no depende de la base ortogonal e elegida para su defini-
ción.
Análogamente, Y
ε(e’) = (a1 , d(Q)a1 ) (a0i , a0j )
2≤i<j
d(f ) = a1 . . . an ∈ k ∗ /k ∗ 2
Y
ε(f ) = (ai , aj ) ∈ {1, −1}
i<j
A continuación veremos dos resultados que dan condiciones para caracterizar comple-
tamente el hecho de que una forma cuadrática f represente un elemento determinado de
k ∗ /k ∗ 2 .
Para probarlo necesitaremos el siguiente Lema, que habla sobre las soluciones de algunas
ecuaciones con el sı́mbolo de Hilbert.
Recordar antes que hemos hallado, en la Sección 2.4, la cantidad de elementos de los
cuerpos k ∗ /k ∗ 2 (donde k = Qp ). Estos son un total de 2r , con r = 3 si p = 2 y r = 2 si p
es impar.
Al ser el sı́mbolo de Hilbert no degenerado, esto implica que a = a0 . Es claro ahora que para
que los conjuntos inicialmente considerados sean complementarios, debe ser que ε = −ε0 .
La recı́proca se deduce inmediatamente de (a).
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 34
Sean A, B los conjuntos de solución de cada una de las ecuaciones de arriba. Tenemos que
f representa a 0 sii A ∩ B 6= ∅. Es claro que ambos son no vacı́os (pues por ejemplo a1 ∈ A,
−a3 ∈ B por fórmulas conocidas del sı́mbolo). Luego aplicando el Lema previo, tenemos
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 35
Teorema 4.30. Dos formas cuadráticas sobre k son equivalentes si y sólo si tienen el
mismo rango, el mismo discriminante y el mismo ε.
Demostración: Es claro que si dos formas son equivalentes, tienen los mismos invariantes
(por la propia definición de los mismos, que no dependı́an de ninguna base prefijada). Para
probar la vuelta (que es lo interesante) usaremos inducción en n, el rango de f (y de g). Los
primeros casos son triviales. Por el Corolario 4.29, vemos que f y g representarán los mismos
elementos de k ∗ /k ∗ 2 . La suposición de que son no degeneradas, permite entonces tomar
a ∈ k ∗ /k ∗ 2 que sea representado por ambas formas. Entonces, tenemos que f ∼ aZ 2 + f 0 ,
g ∼ aZ 2 + g 0 . Pero justamente
Observar que, tomando en cuenta este Teorema y el Teorema anterior, 4.28, se ve que
la única forma cuadrática en 4 variables que no representa a 0 es aquella que cumple
d(f ) = 1, ε(f ) = −(−1, −1) (es única por lo que acabamos de probar). Tomando a, b tales
que (a, b) = −1, esta forma se puede expresar como f ∼ Z 2 − aX 2 − bY 2 + abT 2 .
Para hallar exactamente el número total de clases de formas cuadráticas (para cada
rango n) debemos mencionar el siguiente resultado:
(podemos hacer ese cuadro pues ya sabemos cuántos valores puede tomar d(f ) y ε(f ))
Es claro que si k = R entonces k ∗ /k ∗ 2 no es otra cosa que {±1}. Luego toda forma
cuadrática no degenerada sobre R se puede pensar como
5. Teorema de Hasse-Minkowski
5.1. Demostración del Teorema
Basándonos en los resultados previos estudiaremos ahora las formas cuadráticas sobre
Q, para llegar ası́ al resultado principal de nuestro trabajo.
Como antes, V denotará el conjunto de números primos junto con el sı́mbolo ∞, y
denotaremos Q∞ = R. Sea f ∼ a1 X12 + . . . + an Xn2 una forma cuadrática en Q de rango n.
Consideramos los siguiente invariantes, llamados invariantes locales de f :
a) El discriminante de f , d(f ) = a1 . . . an ∈ Q∗ /Q∗ 2
b) Para cada v ∈ V , consideramos a f como una forma cuadrática fv en Qv , lo cual nos
permite definir el invariante εv (f ) para cada v ∈ V de la siguiente manera:
Y
εv (f ) = (ai , aj )v
i<j
f ∼ a1 X12 + . . . + an Xn2 , ai ∈ Q∗
y como fp representa a 0 para todo p, se tiene que si (x1 , x2 ) es una solución no trivial de
fp = 0 entonces a = (x1 /x2 )2 , y entonces es un cuadrado en cada Qp . Esto implica que
vp (a) es par, para todo p. Pero entonces a es un cuadrado en Q, con lo cual f representa a
0.
ii) n = 3 (Legendre)
Se tiene f = X12 −aX22 −bX32 , y podemos suponer que a y b son enteros libres de cuadrados
(si no fueran enteros, multiplicamos por los denominadores al cuadrado, obteniendo una
forma equivalente; luego para que sean libres de cuadrados, hacemos que las variables
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 39
”absorban”todos los factores cuadrados de a y de b). Esto se traduce en que vp (a), vp (b) ∈
{0, 1} para todo p primo. Supongamos sin pérdida de generalidad que |a| ≤ |b|. Probemos
el resultado por inducción en m := |a| + |b|:
Para m = 2, f = X12 ± X22 ± X32 . Pero no pueden ser todos signos positivos por el hecho de
que f∞ representa a 0. Entonces, es claro que f representa a 0.
Supongamos ahora que m > 2. Esto implica que |b| ≥ 2 (pues es el más grande de los dos).
Escribamos a b como
b = ±p1 . . . pk
donde los pi son primos distintos (por la suposición hecha de que b es libre de cuadrados).
Sea p cualquiera de los pi , veamos que a es un cuadrado módulo p (i.e., resto cuadrático
mod p): si a es múltiplo de p, esto es trivial. En caso contrario, a es una unidad en Qp .
Por hipótesis, sabemos que existe (x, y, z) ∈ (Qp )3 tal que z 2 − ax2 − by 2 = 0. Podemos
suponer, por la Proposición 2.13, que (x, y, z) es primitiva (i.e., que x, y, z ∈ Zp y hay
alguno no múltiplo de p). Se tiene que z 2 − ax2 ≡ 0 mod p ya que p | b. Si p dividiera a x,
entonces también a z. Pero como vp (b) = 1, p dividirı́a tambien a y, absurdo. Luego x no
es múltiplo de p, entonces multiplicando por su inverso mod p en la ecuación de antes, se
ve que a ≡ (zx−1 )2 mod p entonces es cuadrado módulo p. Q
Esto vale para cualquier pi que divide a b, luego como Z/bZ = Z/pi Z, tenemos que a es
un cuadrado módul b. Es decir, existen t, b0 tales que
t2 = a + bb0
Se puede suponer √ que |t| ≤ |b|/2. Observar que bb0 = t2 − a luego bb0 es la norma de
un elemento de k( a). Entonces por la Proposición 3.2, (a, bb0 ) = 1. Luego (a, b) = 1 sii
(a, b0 ) = 1, por linealidad. Ası́, recordando la definición del sı́mbolo de Hilbert, tenemos
que nuestra forma f representa a 0 en k (= Q o a Qp ) sii lo hace la forma
para todo v ∈ V . Esto implica que la forma cuadrática aX12 + bX22 − xZ 2 representa a
0 en cada Qv , y entonces representa a 0 en Q por el caso anterior. O sea que x ∈ Q∗ es
representado por aX12 + bX22 . Analogamente, x es representado por cX32 + dX42 . Aplicando
ahora otra implicación del Corolario 4.19, deducimos que f representa a 0 en Q.
iv) n ≥ 5
Probaremos el resultado por inducción en n. Pensemos a f como f = h − g, donde
h = a1 X12 + a2 X22 y g = −(a3 X32 + . . . + an Xn2 ). Sea S el subconjunto de V dado por
los elementos ∞, 2, y los primos p tales que vp (ai ) 6= 0 para algún i ≥ 3 (i.e., primos
que dividen a alguno de los coeficientes de g). Claramente, S es finito. Sea v ∈ S. Como
fv representa a 0, existirá un av ∈ Q∗v representado (en Qv ) por h y g). Esto es, existen
xvi ∈ Qv , i = 1, . . . , n tales que
Demostración: Sabemos que, por el Teorema 4.28, una forma de rango ≥ 5 siempre
representa a 0 en Qp ; el Corolario resulta de reescribir el enunciado del Teorema de Hasse-
Minkowski con esta información.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 41
Llegado un momento las analogı́as son cada vez menos visibles, es por eso que se requiere
de fuertes resultados en Teorı́a de Cuerpos Globales para demostrar la versión general de
Hasse del Teorema. Sin embargo, el espı́ritu y las ideas principales de la demostración no
se alejan demasiado de los puntos seguidos para probar el Teorema en Q.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 42
6. Apéndices
6.1. Algunos resultados en Teorı́a de Números
En esta sección adicional veremos algunos resultados básicos de la Teorı́a de Números,
que han sido utilizados en partes fundamentales del desarrollo previo.
Y listo.
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 43
Corolario 6.3. Toda forma cuadrática en 3 o más variables sobre K tiene una raiz no
trivial.
Demostración: Una forma cuadrática es un polinomio de grado 2 ¡3, luego la cantidad
de raı́ces es múltiplo de p. Pero al tener una raı́z trivial (el vector nulo), entonces tiene al
menos otras p − 1 raı́ces (y p − 1 > 0).
Es sabido cómo calcular rápidamente el sı́mbolo de Legendre para cualquier primo impar
p en el caso de x = 1, −1, 2. Para esto, se introducen las siguientes funciones (utilizadas en
la Sección 3): si n ∈ Z es impar, se definen ε(n), ω(n) mediante
n−1 0, sin ≡ 1 mod 4
ε(n) := mod 2 =
2 1, sin ≡ −1 mod 4
n2 − 1
0, sin ≡ ±1 mod 8
ω(n) := mod 2 =
8 1, sin ≡ ±5 mod 8
Se tiene entonces el siguiente resultado:
Teorema 6.5. Para todo primo impar p valen las siguientes fórmulas:
1
(i) p = 1
(ii) −1
p
= (−1)ε(p)
(iii) p2 = (−1)ω(p)
Pero más aún, si x es un número primo se tiene el siguiente resultado, fundamental a la
hora de calcular cualquier sı́mbolo de Legendre 10 :
Teorema 6.6 (Gauss). Si l, p son dos primos impares distintos, entonces
l p
= (−1)ε(l)ε(p)
p l
10
En realidad, para que ayude a calcular cualquier sı́mbolo deberı́amos introducir el sı́mbolo de Jacobi,
el cual es una generalizacion del de Legendre para cuando la base no es un número primo
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 44
Este es uno de los resultados más famosos y ”populares”de Teorı́a de Números. Fue
conjeturado originalmente por Euler y Legendre, pero probado por primera vez por Gauss
a la edad de 19 años. Su fascinación por este Teorema hizo que, a lo largo de toda su vida,
Gauss diera ocho demostraciones diferentes del mismo. Actualmente, existen más de 200
demostraciones diferenes publicadas. 11
Definición 6.7. Dado (I, ≤) un conjunto ordenado y dirigido 12 , sea A = (Ai )i∈I una
familia de grupos, y supongamos que tenemos definidos una familia de morfismos F dados
por fij : Aj → Ai para todo i ≤ j que satisfacen las siguientes propiedades:
1. fii = idAi
2. fik = fij ◦ fjk para todos i ≤ j ≤ k
Entonces, decimos que el par (A, F) es un sistema proyectivo.
En general, a lo largo de este trabajo sólo han sido utilizado sistemas proyectivos en los
cuales el conjunto de ı́ndices tiene un orden total (mucho más que dirigido). En el caso en
que el conjunto de ı́ndices sea N denotaremos al sistema proyectivo (A) = (An )n∈N mediante
. . . → An → An−1 → . . . → A1
donde las flechas representan los morfismos que, dados la condición 2. de la definición y el
hecho de que el orden es total, están completamente determinados por los elementos fn,n+1 .
Definición 6.8. Dado (A, F) un sistema proyectivo, con A = (Ai )i∈I ,Qdefinimos el lı́mite
proyectivo del sistema como el subgrupo lim Ai del producto directo i∈I Ai dado por
←−
Y
lim Ai := {(ai ) ∈ Ai | ai = fij (aj ) para todo i ≤ j}
←−
i∈I
Vale la pena mencionar que esta construcción puede ser llevada a cabo en anillos, módu-
los, álgebras, etc, adecuando los morfismos a la categorı́a correspondiente. Es más, en
cualquier categorı́a podemos definir, dado un sistema proyectivo (Xi , fij ) deinifido como
antes pero ahora con los objetos y morfismos en una categorı́a C, su lı́mite proyectivo es
el objeto X en la misma categorı́a, junto con morfismos πi : X → Xi (proyecciones) que
satisfacen πi = fij ◦ πj . El lı́mite (X, πi ) debe verificar la siguiente propiedad universal:
dado cualquier otro par (Y, ψi ) con estas propiedades, existe un único morfismo u : Y → X
tal que el diagrama
11
Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Quadratic reciprocity
12
No todos los autores exigen esta condición
Los Números p-ádicos y el Teorema de Hasse-Minkowski 45
Para concluir, veamos el siguiente resultado de lı́mites proyectivos, que ha sido utilizado
en la sección de ecuaciones y polinomios p-ádicos:
entonces (Dn,p )p es una familia decreciente de conjuntos finitos no vacı́os. Luego, a partir de
un P suficientemente grande, Dn,p = Dn,P para todo p ≥ P . Sea En := Dn,P . Es inmediato,
nuevamente utilizando la definición de los morfismos del sistema proyectivo, que el morfismo
f(n−1),n : Dn → Dn−1 se restringe como tal y da un morfismo suryectivo En → En−1 (pues
f(n−1),n (Dn,p ) = Dn−1,p para cualquier p). Ahora bien, como los En son no vacı́os, tenemos
por el caso mencionado en el comienzo que lim En 6= ∅. Luego, como En ⊆ Dn para todo
←−
n, se tiene que lim Dn 6= ∅.
←−
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Referencias
[1] A. J. Baker, “An Introduction to p-adic numbers and p-adic Analysis,” 2006.