Buenas noches, queridos jueces y espectadores,

Hace más de dos años, un virus comenzó a propagarse por todo el mundo y
cambió nuestras vidas de formas que nunca podríamos haber imaginado. Como
participante de este concurso de belleza, quiero reflexionar sobre lo que hemos
aprendido de esta experiencia.

Esta pandemia nos ha enseñado la importancia de la comunidad y la conexión

humana. Hemos visto cómo las personas han trabajado juntas para enfrentar este
desafío y cómo la solidaridad y el apoyo mutuo pueden hacer una gran diferencia
en tiempos difíciles.

También nos ha mostrado que somos vulnerables y que nuestra salud y seguridad
están interconectadas. La pandemia ha destacado la importancia de cuidarnos a
nosotros mismos y a los demás, y de trabajar juntos para garantizar el acceso a la
atención médica y la protección para todos.

Pero, sobre todo, la pandemia nos ha enseñado la dependencia que tenemos de

Dios, pues cuando creímos que nos faltaría todo, no nos faltó nada. A medida que
el mundo continúa enfrentando el desafío del coronavirus, hemos visto a las
personas y comunidades encontrar nuevas formas de vivir, trabajar y conectarse
entre sí.

Como participante de este concurso de belleza, me comprometo a usar mi

plataforma para apoyar y trabajar con aquellos que han sido afectados por la
pandemia, y para promover la unidad, la solidaridad y el apoyo emocional para
todo aquel que aún sufre la pérdida de un ser querido como consecuencia de la
pandemia.