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Santo Vía Crucis

Señal de la Cruz
Acto de Contrición:
Dios mío, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy,
y me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confío que, por tu infinita
misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y ha de llevarme a
la vida eterna. Amén.
Oración inicial
«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, tome su cruz
y sígame» (Mt 16,24).
Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu
Santo, para que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el
precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos
de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Oración final
Señor Jesús, ayúdanos a ver en Tu Cruz en la cruz de tus hijos que,
creyendo en Ti y buscando vivir según Tu palabra, se encuentran
marginados y descartados incluso por sus familiares o amigos; la cruz de
nuestras debilidades, de nuestras hipocresías, de nuestras traiciones, de
nuestros pecados y de nuestras numerosas promesas rotas; la cruz de Tu
Iglesia que, fiel a Tu Evangelio, se fatiga para llevar Tu amor también
entre los mismos bautizados; la cruz de nuestra casa común que
seriamente se marchita bajo nuestros ojos egoístas y cegados por la
codicia y el poder. Señor Jesús, reaviva en nosotros la esperanza de la
resurrección y de Tu definitiva victoria contra todo mal y toda muerte.
¡Amén!
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Mc. 14, 55. 61-62. 64


Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra
Jesús, para condenarlo a muerte, y no lo encontraban. El sumo sacerdote lo
interrogó preguntándole: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios vivo?” Jesús
contestó: “Sí, lo soy”. Y todos lo declararon reo de muerte.
Palabra de Dios.

Reflexión:
Considera cristiano como Jesús, después de haber sido azotado y coronado
de espinas, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir en la cruz. Oh
Jesús, que bueno eres. Tu aceptaste esta sentencia, la más injusta para
librarnos de la condenación eterna. Haz que nunca te volvamos a condenar
con nuestros pecados.
ORACIÓN
Cristo, qué aceptas una condena injusta, concédenos, a nosotros y a los
hombres de todos los tiempos, la gracia de ser fieles a la verdad y no
permitas que caiga sobre nosotros y sobre los que vendrán después de
nosotros el peso de la responsabilidad por el sufrimiento de los inocentes.
.Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ A CUESTAS

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica Jn. 19, 16-17


Tomaron, pues, a Jesús, y Él cargando con su cruz, salió al lugar llamado
el Calvario, que en hebreo se llama Gólgota.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Considera cristiano, como Jesús toma sobre sus hombros la cruz y se
encamina hacia el monte del sacrificio. Iba pensando en ti y ofreciendo a
su eterno Padre, por tu salvación, la muerte que iba a sufrir. Oh Jesús
que con gran amor recibiste por nuestra salvación el peso de la cruz
ayúdanos a llevar la cruz de la penitencia.

ORACIÓN

Cristo, que aceptas la cruz de las manos de los hombres y mujeres


para hacer de ella un signo del amor salvífico de Dios por la humanidad,
concédenos, a nosotros y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo
la gracia de la fe en este infinito amor, para que con el signo de la cruz,
seamos auténticos testigos de la Redención.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR LA PRIMERA VEZ

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica Isaías. 53, 4 – 6

¡Eran nuestras dolencias las que él llevaba, y nuestros dolores los que
soportaba! Nosotros lo tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado.
Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él
soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus llagas hemos sido
curados. Todos nosotros como ovejas erramos, cada uno marchó por su
camino, y el Señor descargó sobre él la culpa de todos nosotros.

Palabra de Dios.

Reflexión:

La debilidad de Jesús por todo lo que había sufrido la noche anterior y


esa mañana del viernes. El camino en pendiente y lo pesado de la cruz le
hace caer en tierra con gran dolor. Oh Jesús con tu ayuda queremos
levantarnos de nuestros pecados y permanecer firmes en el cumplimento
de tus mandamientos.

Palabra de Dios.

ORACIÓN

Cristo, que caes bajo el peso de nuestras culpas y te levantas para


nuestra justificación, te rogamos que ayudes a cuantos están bajo el
peso del pecado a volverse a poner en pie y reanudar el camino. Danos la
fuerza del Espíritu Santo, para llevar contigo la cruz de nuestra debilidad
humana. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás
en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será
grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino
no tendrá fin» (Lc 1,30-33).

María recordaba estas palabras. Las consideraba a menudo en la


intimidad de su corazón. Cuando en el camino hacia la cruz encontró a su
Hijo, quizás le vinieron a la mente precisamente estas palabras. Con una
fuerza particular. «Reinará.... Su reino no tendrá fin», había dicho el
mensajero celestial. Ahora, al ver que su Hijo, condenado a muerte, lleva
la cruz en la que habría de morir, podría preguntarse, humanamente
hablando: ¿Cómo se cumplirán aquellas palabras? ¿De qué modo reinará
en la casa de David? ¿Cómo será que su reino no tendrá fin? María es la
Madre Dolorosa la que habla, la Sierva obediente hasta el final, la Madre
del Redentor del mundo.

ORACIÓN

Oh María, tú que has recorrido el camino de la cruz junto con tu Hijo,


quebrantada por el dolor en tu corazón de madre, pero recordando
siempre el «si» e íntimamente confiada en que Aquél para quien nada es
imposible cumpliría sus promesas, ruega para nosotros y para las
generaciones futuras la gracia del abandono en el amor de Dios. Haz que,
ante el sufrimiento, el rechazo y la prueba, por dura y larga que sea,
jamás dudemos de su amor.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
QUINTA ESTACIÓN: SIMÓN DE CIRENE LLEVA LA CRUZ DE JESÚS

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Lc. 23, 26


Cuando le llevaban, los soldados echaron mano de un cierto Simón de
Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara
detrás de Jesús.
Palabra de Dios.
Oh Jesús, qué dichoso fue Simón Cirineo. Yo también quiero ayudarte a
llevar la cruz, renunciando a lo que no es tu voluntad y haciendo lo que
te agrada.

ORACIÓN

Cristo, que has concedido a Simón de Cirene


la dignidad de llevar tu cruz,
acógenos también a nosotros bajo su peso,
acoge a todos los hombres y mujeres
y concede a cada uno la gracia de la disponibilidad.
Haz que no apartemos nuestra mirada de quienes
están oprimidos por la cruz de la enfermedad,
de la soledad, del hambre y de la injusticia.
Haz que, llevando las cargas los unos de los otros,
seamos testigos del Evangelio de la cruz y testigos de ti,
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …

L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte


R/ Y muerte de cruz para salvarnos
SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.
Lectura bíblica: Is. 53, 2 - 3

Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres,


como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual
se ocultan los rostros; despreciado y desestimado.

Palabra de Dios.

REFEXIÓN:

Considera la devoción y el valor de aquella mujer al acercarse a Jesús en


medio de soldados tan furiosos. Al ver al Señor en aquel lastimoso
estado, ella se acerca para enjugarle el rostro, bañado de sudor y sangre
Jesús la recompensa permitiendo que su rostro quede estampado en
aquel lienzo. Oh Jesús, estampa también en mi alma tu Divino Rostro,
para que me parezca a ti y dame el valor para no avergonzarme de ser
discípulo tuyo.

ORACIÓN

Señor Jesucristo, tú que aceptaste el gesto desinteresado de amor de


una mujer y, a cambio, has hecho que las generaciones la recuerden con
el nombre de tu rostro, haz que nuestras obras, y las de todos los que
vendrán después de nosotros, nos hagan semejantes a ti y dejen al
mundo el reflejo de tu infinito amor. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …

L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte


R/ Y muerte de cruz para salvarnos
SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Is. 53, 5

“Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él
soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus heridas hemos sido
curados.”

Palabra de Dios.

Reflexión:

En el polvo de la tierra está el Condenado. Aplastado por el peso de su


cruz. Cada vez más le fallan sus fuerzas. Pero, aunque con gran esfuerzo,
se levanta para seguir el camino: ¿Qué nos dice a nosotros, esta segunda
caída? Más aún que de la primera, parece exhortarnos a levantarnos, a
levantarnos otra vez en nuestro camino de la cruz. «No detrás de sí
mismos con la cruz del Salvador, sino detrás del Salvador con la propia
cruz».

ORACIÓN

Señor Jesucristo, que caes bajo el peso del pecado del hombre y te
levantas para tomarlo sobre ti y borrarlo, concédenos a nosotros,
hombres débiles, la fuerza de llevar la cruz de cada día y de levantarnos
de nuestras caídas, para llevar a las generaciones que vendrán el
Evangelio de tu poder salvífico. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE
JERUSALÉN

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

«Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por
vuestros hijos. Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las
estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron!
Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las
colinas: ¡Cubridnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco
¿qué se hará?» (Lc 23, 28-3 1)

Reflexión:

«No lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos».
Entonces era verdaderamente difícil entender el sentido de estas
palabras. Contenían una profecía que pronto habría de cumplirse. Poco
antes, Jesús había llorado por Jerusalén, anunciando la suerte que le iba
a tocar. Ahora, Él parece remitirse a esa predicción: «Llorad por vuestros
hijos...». Si, mientras seguimos a Cristo en el camino de la cruz, se
despierta en nuestros corazones la compasión por su sufrimiento, no
podemos olvidar esta advertencia: «Si en el leño verde hacen esto, en el
seco ¿qué se hará?».

ORACIÓN

Cristo, que has venido a este mundo para visitar a todos los que esperan
la salvación, haz que nuestra generación reconozca el tiempo de tu visita
y tenga parte en los frutos de tu redención. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …

L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte


R/ Y muerte de cruz para salvarnos

NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Cristo se desploma de nuevo a tierra bajo el peso de la cruz. La


muchedumbre que observa, está curiosa por saber si aún tendrá fuerza
para levantarse.
San Pablo escribe: «El cual, siendo de condición divina, no retuvo
ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando
condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo
en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la
muerte y muerte de cruz» (Flp 2,6-8).

La tercera caída parece manifestar precisamente esto: El despojo, la


humillación bajo la cruz: Jesús había dicho a los discípulos que había
venido no para ser servido, sino para servir (cf. Mt 20,28).

Cayendo a tierra por tercera vez en el camino de la cruz, de nuevo


proclama a gritos su misterio. ¡Escuchemos su voz! Este condenado, en
tierra, bajo el peso de la cruz, ya en las cercanías del lugar del suplicio,
nos dice: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6). «El que me
siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida».

ORACIÓN

Señor Jesucristo, que por tu humillación bajo la cruz has revelado al


mundo el precio de su redención, concede la luz de la fe, para que,
reconociendo en ti al Siervo sufriente de Dios y de la humanidad,
tengamos la valentía de seguir el mismo camino, que a través de la cruz
y el despojo, lleva a la vida que no tendrá fin. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Jn 19,23


Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo
cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una
túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Sus vestiduras estaban pegadas a su cuerpo, a causa de la sangre de sus
heridas. Compadécete, oh cristiano, el considerar la brutalidad con que
despojaron el sagrado cuerpo del Redentor. Oh Jesús, haz que
eduquemos nuestro cuerpo con la penitencia para no caer en el pecado
de la impureza, de la sensualidad y del desenfreno.

ORACIÓN

Señor Jesús, que con total entrega has aceptado la muerte de cruz
por nuestra salvación, haznos a nosotros y a todos los hombres y
mujeres del mundo partícipes de tu sacrificio en la cruz, para que nuestro
existir y nuestro obrar tengan la forma de una participación libre y
consciente en tu obra de salvación. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …

L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte


R/ Y muerte de cruz para salvarnos
DECIMOPRIMERA ESTACIÓN: JESUS ES CLAVADO EN LA CRUZ

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.
Lectura bíblica: Lucas 23, 33- 34

“Y cuando llegaron al lugar llamado ‘La Calavera’, lo crucificaron allí, a Él


y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía:
‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’”.

Palabra de Dios.

Reflexión:

Considera cristiano como Jesús tendido en la cruz, alarga sus pies y


manos y ofrece al Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación. Él
nos enseña a perdonar: “Padre, perdónalos porque no saben lo que
hacen “. Oh Jesús, que mis manos y mis pies estén también crucificados
para que evite lo malo y no me aparte del camino trazado por tus
mandamientos.

ORACIÓN

Cristo elevado, Amor crucificado,


llena nuestros corazones de tu amor,
para que reconozcamos en tu cruz
el signo de nuestra redención
y, atraídos por tus heridas,
vivamos y muramos contigo,
que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,


R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.
Lectura bíblica: Lc 23, 44-47

“Hacia el mediodía las tinieblas cubrieron toda la tierra hasta las tres de
la tarde. El sol se eclipsó y la cortina del templo se rasgó por medio. Y
Jesús, con fuerte voz, dijo:<>. Dijo esto y expiró. El oficial, al ver lo que
había ocurrido, daba gloria a Dios, diciendo: <>.

Palabra de Dios.

Reflexión:

Antes de morir, Jesús nos entregó a María santísima como nuestra


madre. A ella le dijo: “ahí tienes a tu hijo”. Al discípulo le dijo: “ahí tienes
a tu madre”. Y luego de tres horas de agonía, entrego su espíritu a Dios.
Eran como las tres de la tarde cuando murió. Gracias Jesús, amarnos
tanto que nos diste a María como madre y moriste en la cruz por
nosotros. Tú mismo habías dicho: “no hay amor más grande que el dar la
vida por sus amigos”.

ORACIÓN

Señor Jesucristo, Tú que en el momento de la. Agonía no has


permanecido indiferente a la suerte del hombre y con tu último respiro
has confiado con amor a la misericordia del Padre a los hombres y
mujeres de todos los tiempos con sus debilidades y pecados, llénanos a
nosotros y a las generaciones futuras de tu Espíritu de amor, para que
nuestra indiferencia no haga vanos en nosotros los frutos de tu muerte.
Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y
ENTREGADO A LA MADRE
L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,
R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Marcos 15,42-43.46

Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino


José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba
el reino de Dios; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de
Jesús. Este compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la
sábana.

Palabra de Dios.

Reflexión:

Oh Madre llena de dolor. Nuestros pecados han sido los azotes, las
espinas y los clavos que han dejado a tu Hijo en tal estado. Perdónanos,
pide a tu Hijo que nos perdone y nos de su gracia para no volver a pecar.

ORACIÓN

Salve, Reina y Madre de Misericordia;


Alcánzanos la gracia de la fe,
de la esperanza y de la caridad,
para que también nosotros, como tú,
sepamos perseverar bajo la cruz
hasta al último suspiro. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …

L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte


R/ Y muerte de cruz para salvarnos
DECIMOCUARTA ESTACIÓN: EL CUERPO DE JESÚS ES PUESTO EN
EL SEPULCRO
L/ Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,
R/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amén.

Lectura bíblica: Mt 27, 59-61

“José (de Arimatea), tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una


sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en
una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del
sepulcro.”

Palabra de Dios.

Reflexión:

Gracias Jesús por todo lo que sufriste por nosotros. No tenemos palabras
para agradecerte. Que tu afligida madre interceda por nosotros y
asócianos un día al triunfo y a la gloria de tu Resurrección.

ORACIÓN

Señor Jesucristo, que por el Padre, con la potencia del Espíritu Santo,
fuiste llevado desde las tinieblas de la muerte
a la luz de una nueva vida en la gloria,
haz que el signo del sepulcro vacío nos hable a nosotros
y a las generaciones futuras y se convierta en fuente viva de fe,
de caridad generosa y de firmísima esperanza. Amén.

Padre nuestro…
Ave maría…
Gloria …
L/ Jesucristo fue Obediente hasta la muerte
R/ Y muerte de cruz para salvarnos

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