En los desiertos y zonas semiáridas dominan los mamíferos como el venado, coyotes, ratón orejudo de Darwin o

camellos. En un menor porcentaje también se encuentran los reptiles, escorpiones, tarántulas, todo tipo de serpientes.

En cuanto a plantas se muestran principalmente las cactáceas, cactus y biznagas. Éstas muestran un gran paso en la
evolución y adaptación, ya que a lo largo del tiempo han cambiado sus hojas por espinas para no tener que alimentar
todo su cuerpo de agua que en el desierto no hay. Las plantas han desarrollado un interior “suculento” que quiere decir
que es viscoso y lleno de agua que funciona como almacén para la misma.
Además han desarrollado raíces grandes que pueden ir a muchos metros de profundidad buscando el manto acuífero.
Si en un páramo no hay nada de plantas y de repente si los hay, quiere decir que ahí debajo está el manto acuífero del
que se alimentan