Está en la página 1de 6

TODO BAJO CONTROL... ¡NO TE PREOCUPES!

2. Compararlo con poderes y fuerzas que nos parecen grandes.

Analicemos Isaías 40:12-31.

Primero, miremos las obras que ha hecho ¿podríamos hacerlas nosotros?


(vs.12).

Segundo, miremos a las naciones. A las grandes potencias del mundo


antes las cuales temblamos por nuestra pequeñez, pero ¿qué son para
Dios? (vs.15-17).

Tercero, miremos al mundo. Su tamaño, su complejidad y su variedad. Y


los millones de personas que lo habitan. Y sin embargo ¿qué es en
comparación con Dios? (vs.21-22). El mundo nos empequeñece a todos,
pero Dios empequeñece al mundo.

Cuarto, miremos a las grandes personalidades del mundo. Gobernantes,


políticos, reyes, estadistas capaces de colapsar nuestra planeta. Pero ¿son
ellos quienes realmente determinaran el destino del planeta? (vs.23-24).

Quinto, miremos finalmente a las estrellas, no hay nada más distante y


lejano. Pero ¿qué es esto para Dios? (vs.26).

Luego de lo anterior, Isaías hace tres preguntas que nos enfrentan con la
majestad de Dios:

1. Vs.25. Esta pregunta nos priva de que pensemos en Dios como si fuera
igual que nosotros.

2. Vs.27. Esta pregunta nos priva de que pensemos que Dios nos ha
abandonado.

3. Vs.28. Esta pregunta nos priva de pensar que Dios está viejo, cansado y
pasado de moda.

Su majestad es tal que aún puede fortalecernos en todos nuestros


caminos
Parece que hoy, todo se ha escapado de las manos.
No hay control.
Esto te preocupa y te ha causado mucha incertidumbre.
En realidad no sabes cómo se solucionarán las cosas.
El día clave se acerca, y las cosas como que nada.
No se ve nada claro.
Sin embargo...

RECUERDA QUE DIOS, TODO LO TIENE BAJO CONTROL.

Dios sabe QUE hará y COMO procederá.


A ti ni siquiera se te cruza por la mente como Dios lo llevará todo a
feliz término, pero ten por seguro que no será demasiado tarde como te
lo han hecho ver los demás.
Tú no te enfoques en lo que ven tus ojos ahora, enfócate en lo que Dios
te ha prometido.
El dará la orden...

No hay día en tu vida que escape del gobierno de Dios...


Él no ha perdido el control de todos tus acontecimientos, incluso los
que ahora enfrentas...
Él no descuida cada paso que das, sobretodo el que pronto darás.

Ten la seguridad que después de toda esta incertidumbre, verás las


maravillas de Dios, así como la vieron todos los grandes hombres y
mujeres que dejaron huella en las páginas de la Sagrada Escritura.
El mismo Dios que hizo grandes portentos en tiempos pasados, es el
mismo que los hará hoy.
Su poder y su soberanía jamás disminuyen a través de todos los siglos,
siempre se mantiene.

“Más tu Jehová, permanecerás para siempre; tu trono de


generación en generación”. Lamentaciones 5:19

¡Dios es soberano, él sabe cómo solucionará


tu caso!
¡No te preocupes!
LA SOBERANÍA DE DIOS

Habacuc 1-3

INTRODUCCIÓN
Un hombre encontró un capullo de una mariposa y lo llevó a casa para
observar a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio que
había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias
horas, apreciando que la mariposa luchaba en su interior por abrirlo
mas grande y poder salir.
El hombre espero a que el cuerpo se desinflamará y las alas se
desdoblarían y volará. Sin embargo no sucedió nada y la mariposa
solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y
sus alas dobladas. No podía a volar.
Lo que el hombre en su bondad no entendió era que la resistencia del
capullo por abrirse y la lucha de la mariposa para salir por ese
diminuto agujero, era una forma en se forzaba el cuerpo de la
mariposa a enviar fluidos hacia sus alas y así promover su crecimiento
y que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.
Para las mariposas libertad y el volar solamente podrán llegar luego de
la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha también le fue privada su
salud.
Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. En
ocasiones como esta nos preguntamos el ¿Por qué Dios no busca
otras maneras de hacernos crecer en sus caminos y superar nuestros
problemas?
La respuesta es que si Dios nos permitiera progresar por nuestras
vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer
y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.
Habacuc sabía de estas cosas. De él no sabe absolutamente nada,
solo lo escrito en su libro; se cree que su profecía fue anunciada entre
el año 605 al 600 a.C., cuando Nabucodonosor, rey babilonio después
de destruir a la cruel Asiria, se volvía prepotente y saqueaba.
I. La soberanía de Dios es incomprensible a nuestros ojos (1:3)
La semana anterior, reflexionábamos acerca de la bondad de Dios,
decíamos que Asiria había conquistado Judá de forma violenta; sin
embargo Dios a través de Nahum se mostró bondadoso.
Habacuc, posible habitante del reino del Sur de Israel, pide cuentas a
Dios por sus actos, reclama en forma de preguntas ¿por qué? Por que
la injusticia triunfa, por que no en lugar de castigar al opresor, solo lo
reemplaza por otro pero cada vez.
Sentimientos de enojo, frustración e ilusiones rotas envuelven el
corazón de Habacuc al cuestionar las decisiones de Dios. Los que
conocemos a Dios nos gusta enfocar nuestros ojos más hacía el poder
de Dios, nos agrada la idea de pertenecer a un Dios todopoderoso,
todo, absolutamente todo lo puede.
Nos fijamos más es eso, sin pensar que dentro de los atributos del
Señor la soberanía es algo que el ejerce con mayor frecuencia en
nuestras vidas, y como Habacuc cuestionamos esa soberanía y
dudamos de su poder.
Nuestras mente limitadas no alcanzan a comprender las decisiones de
Dios, las cuestionamos, las reclamamos, las detestamos, pero pocas
veces las aceptamos como parte del plan de Dios para nuestra vida y
beneficio.
Israel desde su mismo origen había sido un pueblo dado a la
infidelidad espiritual, iba en pos de otros dioses; cuando Moisés en
manos de Dios los libera del yugo egipcio, los israelitas querían
regresar y ser como las demás naciones de su alrededor, copiando
sus costumbres, formas de gobierno y cultos religiosos; en lugar de
que Jehová fuera su Señor, vez tras vez, Israel busca parecerse más
a las naciones paganas de su tiempo. Dios como autoridad máxima
del universo toma la mejor decisión, escarmentar a Israel a través de
esas naciones que tanto admiraba, para que fuera burla y así sanar de
su idolatría.

II. La soberanía de Dios nos hace vivir por fe (2:4b)


Paul Yonggy Cho, pastor de la iglesia cristiana más grande del mundo
dice: “La mayoría de las personas solemos dejarnos mangonear por
las circunstancias de la vida; pero con Cristo podemos vivir por encima
y determinar las circunstancias de nuestra vida”.
Que afirmación más cierta, pues veíamos que los cuestionamientos y
reclamos de Habacuc hacía Dios y sus decisiones nacían de lo que
estaba viviendo y de lo que le rodeaba. Sus circunstancias
determinaban los sentimientos y las acciones de Habacuc.

El Señor sabe todas las cosas y sabe las que son mejores para
nuestra vida; nos pide vivir por fe; le pide a Habacuc que no se deje
llevar por los acontecimientos que vive, sino que vea con los ojos de la
fe, creyendo que Dios hará lo mejor a favor de los suyos y que no
desfallezca, que todo a su debido tiempo será manifestado (2:3).
Jesús anunciaba a sus discípulos que él vencería; pero las
circunstancias que rodeaban tales palabras eran diferentes, por esa
razón huyen y abandonan a Jesús cuando es tomado preso para ser
enjuiciado y crucificado.
Las circunstancias determinaron la fe de los discípulos; pero Jesús
actúo por encima de las circunstancias, al hacer que lo imposible fuera
posible, vencer a la muerte, al pecado y a Satanás en su resurrección.
Si queremos vivir bien debemos hacerlo depositando nuestra fe en
Dios de manera absoluta y sabiendo y confiando.

III. La soberanía de Dios nos da gozo (3:18)


“Con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi
salvación“
Cuando aceptamos, no dije entendemos, sino aceptamos la soberanía
de Dios, entonces podremos atravesar el valle de sombras de la mejor
manera. Habacuc acepto que Dios es soberano y que Él sabe lo que
hace y la manera en como lo hace siempre será la mejor, pues sus
caminos no son nuestros caminos y sus pensamientos no son
nuestros pensamientos.
Cuando creemos esta verdad y la aceptamos, las pruebas, las
injusticias, los problemas nos serán menos difíciles de sobrellevar y
entenderemos el propósito del Señor. El verso 16 nos habla de esto:
“Tranquilo espero el día de la angustia que vendrá sobre el pueblo que
nos ataca” Habacuc ya veía con los ojos de Dios, pues veía el castigo
del opresor, lo veía por fe y descansaba en eso que Dios le mostraba.
Pues aunque las cosas no salgan como nosotros deseamos y todo
parezca imposible e inútil; a pesar de todo nos gocemos, alegremos
en el Dios de nuestra salvación que hace que nuestros pies no
resbalen sino que nos sostiene en los lugares altos camino a casa.
DESAFÍO
Un soldado anónimo escribió lo siguiente hace casi un siglo:
 Pedí a Dios que me hiciera fuerte para sobresalir… me hizo débil
para que aprendiera humildemente a obedecer.
 Pedí ayuda para hacer obras más grandes… se me dieron dolencias
para hacer obras mejores.
 Pedí riquezas para obtener la felicidad… se me dio pobreza para
que fuera prudente.
 Pedí de todo para poder gozar de la vida…se me concedió la vida
para que gozara de todo.
 No recibí nada de lo que pedí… pero sí todo lo que podía esperar.
 A despecho de mí mismo, fueron oídas mis oraciones, Soy entre
todos el hombre más bienaventurado.

CONCLUSION
Si deseamos ser dichosos por la eternidad aceptemos la soberanía del
Señor nuestro Dios Todopoderoso en nuestras vidas.

También podría gustarte