I Acto:

Carolina es una niña de 15 años, muy trabajadora. Siempre ha sido una buena estudiante y se
esfuerza al máximo en todo lo que hace. Es su último año de colegio, Carolinas se siente
abrumada por la presión de sus padres y la escuela.

Conoce a un grupo de personas y se hacen amigos. Carolina se siente feliz de encontrar un

grupo con el que conecta y comienza a pasar más tiempo con ellos. Un día sus amigos le
sugieren que pruebe un par de cigarros para que se relaje, a lo cual ella accede.

1 Punto de Giro:

Carolina comienza a fumar con más frecuencia y pronto se convierte en un hábito diario. A
menudo se salta las clases para fumar en el parque con sus amigos. Empieza a perder el
interés en la escuela. Un día, Carolina es descubierta fumando por un profesor que pasa por la
calle y es suspendida. Sus padres se sienten avergonzados y decepcionados.

II Acto:

Después de su suspensión, Carolina decide que tiene que hacer algo para cambiar su vida. Se
da cuenta de que ha perdido su verdadero camino y que es hora de volver a encontrarlo.

Comienza a estudiar más y a retomar sus actividades. Trabaja duro para recuperar la
confianza de sus padres y profesores. También se aleja de sus amigos que la habían llevado
por el mal camino, y buscó la compañía de personas más positivas y constructivas.

A pesar de sus esfuerzos, Carolina todavía se encuentra luchando para recuperar el equilibrio
en su vida.

2 Punto de Giro:

Carolina conoce a una chica llamada María en la biblioteca. María se presenta como
voluntaria para ayudar a los estudiantes que necesitan ayuda extra en sus estudios. Carolina
acepta su oferta y comienza a trabajar con ella. Con el tiempo, Carolina y María se hacen
muy buenas amigas. María la ayuda a encontrar un camino positivo de vuelta, le ofrece su
amistad y su apoyo.
III Acto:

Carolina se convierte en una estudiante excelente y recupera su interés por el aprendizaje y la

vida en general. Se gradúa de la escuela secundaria con honores y es aceptada en una de las
mejores universidades del país. Carolina está muy agradecida por el apoyo que había recibido
de María y sabía que sin ella, nunca habría sido capaz de encontrar su camino de regreso.