La Revolución Rusa:

Se denomina Revolución Rusa al conjunto de sucesos que provocaron la caída del régimen zarista y la creación de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Antecedentes de la revolución:

En 1900, Rusia era un imperio autocrático, el el que el zar tenía el poder absoluto: gobernaba por decreto, el
Parlamento no tenía poder, los partidos políticos estaban prohibidos y se perseguía cualquier tipo de oposición.
Aun así, se crearon varios partidos políticos en la clandestinidad.

La sociedad se mantenía en un régimen semifeudal. La principal actividad económica era la agricultura y la mayor
parte de la población estaba compuesta por campesinos que vivían en unas condiciones miserables.

A los problemas de carestía se unieron el aumento de impuestos y el reclutamiento obligatorio durante la guerra
ruso-japonesa (1904-1905), por el control de Manchuria. En enero de 1905, obreros industriales se manifestaron
en San Petesburgo y se dirigieron de forma pacífica al Palacio de Invierno para reclamar mejoras económicas y
reformas políticas. La respuesta fue una dura represión (Domingo Sangriento), a la que siguieron una serie de
huelgas y manifestaciones y la creación de sóviets (agrupación o asamblea de obreros, soldados y campesinos
rusos). La revolución obligó al zar Nicolás II a ceder parte de su poder al Parlamento (la Duma), pero en la práctica
siguió gobernando de manera casi absoluta.

Los partidos políticos:

· Partido democrático constitucional: Ideología liberal. Representaba a terratenientes y burguesía

empresarial.

· Partido obrero socialdemócrata: Ideología marxista. El proletariado era la verdadera clase revolucionaria.
En 1903 se dividió en: Mencheviques (Minoritarios. Querían establecer un régimen liberal antes de la
revolución socialista) y Bolcheviques (Mayoritarios. Querían pasar directamente del régimen zarista a la
dictadura del proletariado)

La revolución de febrero de 1917:

La entrada de Rusia en la Gran Guerra evidenció la mala organización económica y política del país: ni el ejército
ruso estaba capacitado, ni el transporte, las comunicaciones y la industria eran suficientes. Además, al abandonar
los campesinos el campo para luchar en la guerra, se redujo la producción y se sucedieron las hambrunas.

El malestar generado provocó que en febrero de 1917, aprovechando las marchas del Día de la Mujer, campesinos
y obreros agrupados en sóviets se manifestaran en San Pertesburgo para solicitar "paz, pan y tierra". El ejército se
negó a cargar contra la multitud y el zar se vió obligado a abdicar.

Se instauró un Gobierno provisional democrático y burgués que, aunque inició reformas políticas, no buscaba
alterar el orden económico ni abandonar la guerra. Los obreros y campesinos, agrupados en sóviets, formaron un
poder paralelo al Gobierno, cuya dimisión exigieron, además de la retirada de la guerra y la solución de la crisis
económica.

La revolución de octubre de 1917:

En medio del clima de tensión, los bolcheviques, dirigidos por Lenin, consiguieron el apoyo de la mayoría de los
sóviets tras la publicación de las Tésis de Abril: un programa político para derrocar al Gobierno, establecer un
gobierno de sóviets, salir de la guerra y satisfacer las demandas de obreros y campesinos.

El 25 de octubre, los bolcheviques tomaron el Palacio de Invierno, sede del Gobierno, y establecieron un gobierno
socialista integrado por obreros y campesinos. Una de sus primeras medidas fue la firma de la Paz de Brest-Litovsk
con Alemania, por la que Rusia se retiraba de la Primera Guerra Mundial aunque pierda territorios. Establecieron
los sóviets como columna vertebral de la organización del poder. También realizaron una reforma por la que
expropiaron las grandes propiedades agrarias. Además, nacionalizaron las fábricas y dieron su control a obreros.

La guerra civil y la creación de la URSS:

Los terratenientes, los liberales, los mencheviques, parte del ejército y la Iglesia no apoyaron estos cambios.
Contaban con el apoyo extranjero, que temían la expansión de la revolución de la revolución y se oponían a que los
bolcheviques no indemnizaran a los propietarios de las empresas extrangeras nacionalizadas.

Entre 1918 y 1921 se libró una guerra civil entre el Ejército Blanco (Francia, EEUU, Japón, Reino Unido, la Iglesia,
parte del ejército, los mencheviques y los liberales) y el Ejército Rojo (bolcheviques) bajo la dirección de Trotski. En
este período se impuso el comunismo de guerra: se nacionalizó la industria, se colectivizaron las tierras, se
estableció el monopolio estatal del comercio y se suprimió el dinero. Además, se llevó a cabo una sangrienta
represióna través de la Checa (organización de inteligencia política y militar que terminaba con cualquier
disidencia)

Tras la victoria bolchevique se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, una nueva forma de Estado en el
que el poder emanaba de los sóviets y el Partido Comunista de la Unión Soviética se convertía en partido único. La
crisis que siguió a la guerra obligó a Lenin a establecer una Nueva Política Económica.