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Como hacer una Tesis de Umberto Eco

Desde el principio, Eco deja claro que su libro no está pensado para los que buscan
"instrucciones sobre cómo hacer una tesis en un mes". Para ellos, el italiano da un
par de consejos lleno de sarcasmo: "Invertir una suma razonable para encargar la
tesis a otra persona o copiar una tesis ya hecha unos años antes en otra universidad,
lo que supone una inteligente labor de investigación".

Una vez pasado el filtro, el autor enumera un puñado de consejos sobre cómo lidiar
con este trance académico. Piensa en estudiantes que quieran ser rigurosos, aunque
no tengan todo el tiempo del mundo ni todos los medios deseados, y explica la
forma de crear una tesis que le sirva a su autor incluso después del doctorado.

Cómo elegir el tema


En esta guía, Eco aconseja al sufrido estudiante que dedique sus mayores esfuerzos
al método de trabajo, sin importar de qué tema trate la tesis. Para el italiano, escoger
un asunto que nos resulte agradable facilita todo este proceso, pero es algo
secundario. "No hay ningún tema que sea verdaderamente estúpido. Trabajando bien
se sacan conclusiones útiles incluso de un tema aparentemente remoto o periférico",
dice en su libro.

Dicho esto, aconseja al autor o autora de la tesis que busque un tema "que esté
relacionado con sus lecturas, su mundo político, cultural o religioso". También que
recurra a fuentes que estén a su alcance físico (con internet esto ya no debería ser un
problema) e intelectual y que se decida por un cuadro metodológico de la
investigación acorde a su experiencia.

¿Cuánto tiempo debería llevar hacer la tesis?


Eco pone unos límites temporales claros: no menos de seis meses y no más de tres
años. Se refiere al tiempo total, desde que se decide el tema a tratar hasta que se
termina de revisar el texto redactado. Menos de eso, es un artículo de periódico o
revista, como este que estás leyendo ahora mismo.

Si eres de los que quieren escribir una tesis exprés, Eco te da unos mínimos para
hacer un escrito en seis meses. Hay que centrarse en un tema muy concreto y
delimitado; que sea contemporáneo, para que la bibliografía y autores a los que citar
sean de fácil acceso; y que los documentos que la acrediten estén muy bien
localizados.
Quien pase más de tres años en ello debería darse cuenta, dice el italiano, que ha
comenzado una tesis "superior a sus fuerzas" o que no está sabiendo poner límites:
lo quiere contar todo. Tras este tiempo también existe la posibilidad de haberse
convertido en el típico estudiante que jamás va a doctorarse (a no ser que recurra a
las prácticas poco legales que aconseja al principio del libro).

Cuidado con las fuentes


Si alguien escribe una tesis sobre Umberto Eco, los libros de Umberto Eco son la
fuente primaria. Los libros y escritos dedicados a Umberto Eco son fuentes
secundarias. "En teoría, un trabajo científico serio no tendría que citar nunca a partir
de otra cita, aunque esta no verse directamente sobre el autor que se estudia. (...) Lo
que no se ha de hacer jamás es citar de una fuente de segunda mano fingiendo haber
visto el original", defiende en el libro.

El filólogo exige un comportamiento muy estricto al autor de la tesis. Además de


recurrir a fuentes primarias, esas fuentes primarias deben de ser, en la medida de lo
posible, de primera mano.

Volviendo al ejemplo del propio Eco, se debe recurrir a ediciones originales de sus
libros (la traducción ya es una fuente secundaria). Si se menciona alguno de los
discursos que dio a lo largo de su vida, se debe recurrir al registro oficial de ese
discurso y no a una reproducción que aparezca en otros libros o en medios de
comunicación. A saber qué criterio han tenido esos autores a la hora de reproducirlo.

Wikipedia, por tanto, queda fuera de una tesis seria. Ese artículo, también. Si alguien
quiere mencionar en su tesis los consejos de Umberto Eco para escribir una tesis,
este artículo solo puede servirle de una aproximación inicial, pero la fuente idónea
es la edición original del libro, publicado en italiano en 1977.

Incluso una traducción del libro, como el que utilizamos para este artículo, es para
Eco "una prótesis como la dentadura postiza o las gafas, un medio para llegar de
modo limitado a algo que está más allá de nuestro alcance". La única forma de citar
Wikipedia o este texto en una tesis es si está centrada en la repercusión en internet
sobre los escritos de Eco.

Y también cuidado con las citas


A la hora de citar o parafrasear a otro autor hay que cumplir con ciertas normas para
no caer  en el plagio (voluntario o involuntario). En cada cita deben figurar
claramente reconocibles el autor y la fuente impresa o manuscrita y relacionarlas las
veces que hagan falta con el texto citado, para que no haya error. "Citar es como
aportar testigos en un juicio.Tenéis que estar siempre en condiciones de encontrar
los testimonios y de demostrar que son aceptables. Por eso la referencia tiene que ser
exacta y puntual (no se cita a un autor sin decir qué libro y qué página) y
verificable", defiende Eco.

A la biblioteca
Teniendo en cuenta estos consejos, la llegada de internet no deja obsoleta la guía del
escritor italiano, porque internet no deja de ser una fuente secundaria y de segunda
mano. A no ser, por ejemplo, que un documento original esté colgado en formato
PDF en la web oficial de la institución que aloja ese documento.

En el resto de casos, nos toca ir a la biblioteca o a los archivos. Encontrar el lugar


adecuado no es suficiente. Eco destaca que hay que saber buscar en el catálogo,
tener algo de intuición para no perder tiempo y no ser tímido: pregunta al
bibliotecario.

A la hora de incluir las referencias bibliográficas debe aparecer el nombre completo


del autor, nada de iniciales, y debe mencionarse la editorial que ha publicado el
libro, no solo el lugar y año de publicación, que puede inducir a error. Como dice
Eco, que la Universidad de Oxford haya editado un libro no significa que se haya
editado en Oxford, ya que su casa editorial tiene sedes en otras ciudades del mundo.

Empieza por el "final"


Escribir el título, la introducción y el índice final "es precisamente las cosas que
todos los autores hacen al final", recuerda Eco, quien en cambio aconseja abordarlo
al principio del proceso. "Escribir cuanto antes el índice como hipótesis de trabajo
sirve para definir cuanto antes el ámbito de la tesis", dice.

Si luego hace falta reestructurarlo, es mejor tener un punto de partida a reestructurar,


argumenta: "Una tesis es como una partida de ajedrez, tiene cierto número de
movimientos, pero desde el principio hay que estar capacitado para predecir los
movimientos a efectuar con vistas a dar jaque mate al adversario; de otro modo, no
se conseguiría nada".

No escribas para el director de tu tesis


Lo ideal para Eco sería plantear la tesis como algo que otros consultarán en el
futuro, aunque a menudo el objetivo inmediato sea contentar a quienes van a
evaluarla. Su consejo: "escribe a la humanidad". No pienses en tu director de la tesis
o en otros doctorados, ni siquiera en los periodistas que, quizá, años después vayan a
husmear en ella.
En otras palabras, sé sencillo y didáctico. No seas Proust, como dice Eco: "Evitad el
exceso de pronombres o subordinadas". Y reescríbela tantas veces como haga falta,
aconseja el italiano. "Volved a menudo al principio. Escribid todo lo que se os pase
por la cabeza pero solo durante la primera redacción. Después notaréis que os habéis
dejado arrastrar por el énfasis que os ha alejado del centro de vuestro tema. Entonces
quitaréis las partes entre paréntesis y las divagaciones y las pondréis en nota o en
apéndice".

Cómo se hace una tesis profundiza en aspectos mucho más concretos, como por
ejemplo la elaboración de fichas de lectura, notas a pie de página y fichas para citas.

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