En México la hombría o falocracia ha sido implementada en distintos aspectos
como el lenguaje popular, puesto que las mujeres se consideran como seres inferiores, que al entregarse se abren en sentimientos y en su aparato reproductor vulgarmente conocido como rajada, así este lenguaje descalifica a la mujer pero también mantiene a la defensiva al hombre.
El escritor Octavio Paz define la hombría mexicana radica en la manera de
protegerse y en el temor que tienen los hombres para abrirse puesto que la sociedad afirma que “eso no es de hombres”, claro este término se interpreta de distintas maneras, desde la confianza que le da un hombre a otro como mostrar sus sentimientos o emociones. (Octavio Paz, 1950)
El ensayo Mascaras mexicanas afirma que los mexicanos se protegen y se
mantiene a la defensiva, para ocultarse del miedo que tienen, de ser descalificados con el término tan arrabalero que se refiere a abrirse, de esta manera se puede afirmar que el lenguaje popular descalifica a la mujer.
Por lo consiguiente, refleja a los mexicanos que la hombría se basa en no rajarse
nunca, no ser agachados como las mujeres que son consideradas seres inferiores, por ello la sociedad mexicana trata de ocultar su verdad, para que no vean su soledad, tristeza, tratando de mantener intacta nuestra intimidad.
En síntesis, el lenguaje popular mexicano descalifica a la mujer y también refleja
hasta qué punto nos defendemos del exterior, y que por creencias de la sociedad las mujeres tienen que ser sumisas, serenas, sufridas y que los hombres no deben confiar ni demostrar sus sentimientos a otros, y esto solo surge a través del lenguaje popular.