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Enríquez, Lucrecia, “Los estudios del clero chileno: Estado de la cuestión,

análisis y perspectivas”, Anuario del Centro de Estudios Históricos, 2007.


Lucrecia Enríquez en este trabajo realiza un Estado de la cuestión de la
historiografía dedicada al estudio del clero en Chile, o sea, menciona los autores y los
temas que se han escrito desde el comienzo de la historiografía, en el siglo XIX. El
artículo es puramente descriptivo.
El planteamiento central de Enríquez es que, si bien la historiografía sobre el
clero tiene una larga tradición, actualmente es visto como un tema menor por los
historiadores. Además, existen dificultades para acceder a archivos que puedan sostener
una investigación sobre los temas vinculados a la Iglesia.

Enríquez, Lucrecia, “Los estudios del clero chileno: Estado de la cuestión,


análisis y perspectivas”, Anuario del Centro de Estudios Históricos, 2007.

El clero en los orígenes de la historiografía chilena


Los orígenes de la historiografía chilena se remontan a mediados del siglo XIX.
En este contexto surgió la historiografía liberal, y luego la historiografía conservadora.
Los historiadores liberales (Diego Barros Arana, Miguel Luis Amunátegui y
Benjamín Vicuña Mackena) criticaron el rol de la iglesia en la Independencia, mientras
que los historiadores conservadores (Ramón Sotomayor, Francisco Encina, Alberto
Edwards y Crescente Errázuriz) defendían el rol de la iglesia en la construcción de la
nación.
El gran impulsor de la historiografía eclesiástica en Chile fue el arzobispo Rafael
Valentín Valdivieso. Por su iniciativa, desde 1843 se empieza a publicar la revista
católica, dedicada a la historia de la Iglesia, y luego otras revistas vinculadas a este
tema en el siglo XIX.
Los liberales criticaban la participación de la Iglesia en la política, mientras que
los conservadores pretendían perpetuar la influencia de esta institución en la política
nacional.
En el Centenario de la Independencia de Chile la disputa sobre este tema estalló
con fuerza, y se discutió sobre el patriotismo del Clero.
Sin embargo, en la década de 1930 comenzó un desinterés por los temas
clericales y eclesiásticos. Posiblemente, sostiene Lucrecia Enríquez, esto se debe a la
separación de la Iglesia del Estado en 1925 (bajo el gobierno de Alessandri y la
Constitución de ese año).
La historiografía sobre el clero en los 150 años de 1810
A partir de 1960 se retoma el tema del clero en la historiografía chilena, debido a
una publicación del historiador marxista Hernán Ramírez Necochea, quien prologó la
reedición de libros de los historiadores liberales Diego Barros Arana y Miguel Luis
Amunátegui.
Enríquez sostiene que fue importante la orden franciscana en la producción
historiográfica sobre los temas eclesiásticos, porque dos de sus exponentes fueron
importantes en la Independencia: Fray Melchor Martínez y José Javier de Guzmán y
Lecaroz, los cuales expusieron la división del clero entre realistas y patriotas
Una nueva historia de la Iglesia
Después del sesquicentenario de la Independencia (o sea 150 años después de la
Independencia) renació el tema de la historia de la Iglesia.
Este resurgimiento se debe a los historiadores:

 Jaime Eyzaguirre
 Javier Gonzáles Echenique
 Mario Góngora
 Ricardo Krebs
 P. Walter Hanisch
 Carlos Oviedo Cavada
 Fidel Araneda
 Gabriel Guarda.

Esta revalorización de la historiografía por los temas de la Iglesia se debe a la


creación de la revista Historia de la Universidad Católica, dirigida por Jaime
Eyzaguirre, y la revista Teología y Vida de la Facultad de Teología, también de la
Universidad Católica.
En estas revistas se publicaron temas nuevos sobre historia eclesiástica, como casos
particulares de algunas iglesias, el laicismo o sobre cambios políticos y su relación con
la Iglesia.
En 1980 se fundó la Sociedad de Historia de la Iglesia, la cual publicó fuentes
históricas y artículos sobre estos temas.
La historiografía sobre el clero secular
Después del Centenario, Luis Prieto (en 1922) escribió el Diccionario del clero
chileno (que estudiaba desde 1535 a 1918), convirtiéndose esta publicación en un
material indispensable para las futuras investigaciones sobre el clero, dado que incluía
un compilando importante fuentes históricas
Lucrecia Enríquez se inserta dentro de la tradición historiográfica de la iglesia al
estudiar el ejercicio del real patronato por parte del rey de España y el patronato en
Chile desde el punto de vista de su ejercicio.

Historiografía de las órdenes religiosas y congregaciones


Respecto a los franciscanos, Lucrecia Enríquez destaca la apertura de sus
archivos.
Sobre la orden agustina, sostiene que los estudios vinculados a esta institución
son escasos
En cuanto a los mercedarios, destaca las obras de Carlos Oviedo Cavada.
En relación a la orden dominicana, comenta que no se ha estudiado con
profundidad.
Han sido los jesuitas los que han acaparado más interés nacional como
internacional para ser estudiados. Este hecho se ve potenciado por tener un santo
(Alberto Hurtado), lo cual ha promovido su estudio.
La historiografía salesiana ha estado marcada por el estudio de uno de sus
miembros: el cardenal Raúl Silva Henríquez. Sus memorias son una rica fuente histórica
de la historia de Chile y la historia de la Iglesia
La época colonial
Lucrecia Enríquez explica que los estudios sobre el clero en la colonia son
dispersos
Si bien los jesuitas han acaparado la mayor atracción por los historiadores,
también es posible encontrar, entre otros temas de investigación:

 Las diócesis
 El clero
 Las parroquias
 La historia de los obispos
 La relación entre la Iglesia y el Estado

Menciona, además, que uno de los temas más analizado en la década de 1990
fue el caso de Chiloé.
Archivos eclesiásticos, fuentes y ficheros bibliográficos.
Lucrecia Enríquez da cuenta de que en Chile no se cuenta con todas las fuentes
para realizar una historia acabada del Clero. Este problema se debe a catástrofes
naturales (como los terremotos), además de la guerra con los indígenas y por la guerra
de Independencia.
Además, no hay un archivo a disposición, por ejemplo, de la Catedral de
Santiago.

Los estudios sobre el clero hoy: necesidad de nuevos enfoques


Enríquez postula que la visión del clero en la actualidad ha distorsionado la
comprensión del clero a lo largo de la Historia.
En el siglo XX el clero quedó reducido a conventos y se redefinió el papel social
de la Iglesia. Esto es distinto a lo ocurrido durante el siglo XIX o durante la Colonia.
Menciona Enríquez que las nuevas generaciones presentan desinterés por la
historia de la Iglesia, y esto se debe, tal vez, dice la autora, a que el modo de hacer
historia de la Iglesia no resulta interesante.
Por eso es que los historiadores miran con menosprecio a quienes hacen historia
de la Iglesia, y éste pasa a ser un tema estudiado como una historia separada del resto de
los temas historiográficos
Distinto es el caso de la historiografía francesa, donde han estudiado el rol del
clero en la familia, en las actividades políticas o su papel educativo, entre otros temas.
Para subsanar esta situación, Lucrecia Enríquez propone algunos temas que
podrían resultar interesantes, tales como:

 Misiones religiosas
 La separación de la Iglesia y el Estado
 El clero marxista y socialista
 El clero y el Concilio Vaticano II

A modo de conclusión
La historiografía chilena empezó con la controversia liberal-conservadora,
propia del siglo XIX, y aún no se sale de esos temas que se propusieron en ese
momento.
Surgió en este contexto una corriente que analizó el rol del clero y la Iglesia en
la Independencia.
Se dieron a conocer frailes y sacerdotes, así como trabajos biográficos y
compilaciones de fuentes históricas.
En el siglo XIX hubo una abundante historiografía sobre el clero, pero durante el
siglo XX estos estudios se tornaron escasos
Esto se debe, entre otros motivos, al poco acceso que se tiene a los archivos
eclesiásticos
Falta, además, diálogo entre universidades para incentivar el estudio de estos
temas, y así sería posible dejar de considerarlos como temas marginales del resto de la
historiografía.

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