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SEMANA 8

ARTURIA
PENDRAGON

07 /04/ 2021
Su historia
Su leyenda inicia en un país sumido en el caos y la guerra después de la
desintegración del imperio Romano dando inicio a la “Era oscura” Su padre, Uther
Pendragon rey de Gran Bretaña confiado en la profecía de Merlín espero con
anhelo el nacimiento de su sucesor que no resultó ser lo que el deseaba. Cuenta
la leyenda que Arturia fue dejada al cuidado de Merlín en recompensa por
asegurar el amor entre sus padres. La profecía rezaba: «Profetizo la llegada del
niño, que cargará un gran destino, y protegerá a la familia real». Pero la realidad
era que Arturia no era un chico, así que el rey no podía hacer de ella su sucesora
incluso si estaba destinada a convertirse en rey. Ella fue confiada a los vasallos
del rey y criada como la hija de un simple caballero. En tanto el rey cayó en
desesperación, Merlín estaba encantado pues el sexo del que se convertiría en
rey no importaba. Él estaba seguro de que el hecho de que ella fuera apartada del
castillo era la prueba de que llegaría a ser rey.
Su infancia
Merlín dejó a Arturia al cuidado de Sir Héctor, un simple y viejo caballero, quien
la crio como su hijo adoptivo y sucesor. Aunque Héctor no creía en la profecía
veía en ella el mismo aire que veía en su rey. Sintió que debía criarla como un
caballero y deseó que creciera como uno. No obstante, él nunca necesitó desear
aquello, pues cada día que entrenaba ella se volvía más fuerte que nadie. Tuvo
una infancia solitaria con la única influencia de Sir Héctor en su vida como figura
paterna, durante sus primeros años de adolescencia solo tuvo un amigo, Iker, un
huérfano abandonado al cuidado de Sir Héctor como ella creció siguiendo sus
pasos y convirtiéndose en sus hermano menor. . Arturia juró empuñar la espada
por la única razón de que «solo un rey puede salvar su país de la muerte» sin que
nadie se lo hubiera dicho. Cuando llegó el día de la profecía caballeros y señores
de todo el país se reunieron para elegir a un nuevo rey. Todos esperaban que la
selección fuese llevada a cabo a través de un torneo de justas, donde el más
fuerte sería elegido rey, pero lo único preparado en el lugar de la selección era
una espada clavada en una piedra con una inscripción dorada en ella que decía
«cualquiera que sea capaz de sacar la espada de la piedra tendrá el derecho de
gobernar Inglaterra»
Momento decisivo
Muchos intentaron sacar la espada de la piedra, pero nadie lo consiguió.
Entonces decidieron comenzar el torneo y abandonar la espada. Arturia,
solamente un aprendiz de caballero no podía participar en las justas, se acercó a
la piedra y sujetó la espada sin dudarlo. Tras agarrarla, Merlín apareció para
decirle que pensara las cosas antes de hacerlo. Él le contó que dejaría de ser
humana una vez hiciera posesión de la espada, pero ella respondió a eso diciendo
que estaba preparada para el hecho de que «convertirse en rey significa no ser
más humano» desde el día en que nació. Ella sabía que un rey es alguien que mata
para proteger. Pensaba en ello cada noche y se estremecía hasta que llegaba la
mañana. No había día que no sintiera miedo, pero ese día le pondría fin. La
espada fue sacada de la roca como si no fuera nada y el área se llenó de luz. Ella
se convirtió en algo no humano en aquel instante. El género del rey no
importaba, y nadie se preocuparía por su apariencia mientras el rey se
comportara como un rey. Incluso si nadie llegó a fijarse en que su rey era una
mujer, eso no sería un problema si era un buen rey. Así comenzó el tiempo del
rey que se convirtió en leyenda.
Su historia
Momentos críticos
Arturia necesitaba actuar como el hijo del rey, ya que aquel que había de
gobernar los cuantiosos territorios y controlara los caballeros debía ser varón.
Arturia literalmente se cubrió de acero para ocultar esa verdad durante toda su
vida, y debido a su inmortalidad por la magia nadie cuestionó su cuerpo pequeño
o su rostro parecido al de una chica. Durante ese tiempo, las personas que vivían
con el temor de ser invadidos solo querían un rey fuerte, y los caballeros solo
seguirían a un excelente comandante. Habiendo cumplido estos criterios, nadie la
cuestionó. Ella fue considerada justa y desinteresada, ya que siempre estaba al
frente mientras derrotaba a sus enemigos en el campo de batalla. Aunque muchos
enemigos y civiles murieron, las elecciones del rey siempre fueron consideradas
correctas; ella se había desempeñado mejor que cualquier rey. Nadie dudaba o
tenía la necesidad de dudar mientras el rey tuviera razón. Su ejército
reconstruyó la caballería perdida, y, sabiendo que no había pérdidas, corrió a
través del campo de batalla mientras derrotaba infantería extranjera y se
estrellaba a través de numerosas murallas. Muchas personas fueron desechadas
para que ella se uniera a las batallas, derrotando a todos sus enemigos en el acto.
Era una práctica común para los militares el satisfacer sus necesidades mediante
la extracción de todos los recursos de un pueblo local y seguir protegiendo al
país. Se puede decir que ningún caballero mató a más gente que ella, y se
desconoce si este hecho fue alguna vez una carga. Arturia mantuvo estrictamente
el juramento de que un rey no es humano y que es imposible proteger a las
personas con emociones humanas. Ella nunca demostró sentir dolor alguno
durante su reinado, y trabajó duro para resolver los problemas de asuntos
gubernamentales; además de habérselas arreglado para equilibrar al país sin
desviaciones y castigar a las personas sin cometer ningún error. Debido a su
perfecta gubernatura y sus constantes victorias, las personas comenzaron a
murmurar que «el Rey Arturo no entendía las emociones humanas». Es posible que
todo el mundo se haya sentido así; cuanto más perfecta se volvía como Rey, más
necesitaban cuestionarla como gobernante. Pronto la gente comenzó a considerar
que un ser humano sin emociones no era apto para gobernar sobre otros, llevando
a varios caballeros reputables a dejar Camelot. Arturia pensó que eso era parte
del proceso de gobernar, aislando así al justo rey que era admirado por sus
caballeros. Habiendo abandonado sus emociones desde el principio, Arturia no
cambiaría su opinión incluso si era abandonada, temida o traicionada. No había
ningún bien ni mal en alguien que veía tales eventos como triviales. La batalla
final por su país comenzó de esa manera en el Monte Badon, culminando en
completa victoria. Los salvajes buscaron una reconciliación tras los resultados
abrumadores de la batalla, y el país, que solo estaba esperando por su
destrucción, ganó un breve periodo de paz; comenzaba a volver a ser el país con
el que había soñado.
Su caída
Su historia
El romance de Lancelot con Guinevere (la esposa de Arturia) fue descubierto por
los traidores que odiaban Camelot, ocasionando que se volvieran en su contra.
Arturia no vio esta acción ineludiblemente injusta como traición, sino que
entendía el sacrificio de Guinevere por haberle ocultado su verdadero género. No
obstante, Arturia continúo con su trabajo como Rey y Guinevere fue sentenciada
a muerte. Lancelot no podía mantenerse al margen mientras Guinevere estaba por
ser ejecutada, dando lugar a una tragedia en la que nadie tenía razón y nadie
estaba equivocado. La vaina de Excalibur fue robada mientras Arturia repelía un
asalto a lo largo de las fronteras (vaina que le otorgaba inmortalidad y curacion
acelerada), y, una vez de regreso, descubrió que Gran Bretaña estaba siendo
desgarrada por disturbios civiles. A pesar de sus valientes esfuerzos por aplacar
la disidencia, fue herida mortalmente por el caballero traidor Mordred (su hijo no
reconocido) durante la batalla de Camlann. Su cuerpo moribundo fue escoltado a
una isla santa por Sir Bedivere (su ultimo y fiel caballero). Y, ya allí, Arturia le
ordenó a un afligido Bedivere que lanzara a Excalibur de regreso a la Dama del
Lago. En su ausencia, Arturia reflexionó sobre sus fracasos personales,
lamentando su vida como rey, en la que siempre creyó que el trabajo duro, la
crianza de los hijos y el llevar una vida plena traerán prosperidad a la gente.
Antes de su último aliento, esta apeló al mundo; a cambio de sus servicios como
espíritu heroico, pidió que se le diera una oportunidad para volver y salvar su
país.
La historia de ella con Mordred
Mordred es el fruto de una relación incestuosa entre Arturia y Morgana
(hechicera que uso sus poderes para dar a luz a un hijo de Arturia sin que esta
supiera) el «hijo» del rey Arturo; pero la realidad es que es una mujer criada
como varón y el heredero secreto al trono. Ella es considerada una «villana
inusual» que ensució una leyenda gloriosa al final de su vida, su objetivo fue
destronar a su "padre" y tomar el control de Camelot. Mordred fue a ver al rey
sin tener los más mínimos sentimientos de rebelión, y estimulada por la verdad
se acercó con deleite. Había sido criada sin un padre, y aunque el rey era la
misma figura paterna para ella, Arturia la rechazó muy claramente. Ella dijo que,
si bien Mordred ciertamente nació de su enlace con su hermana, no reconocería a
Mordred como su «hijo» ni le daría el trono. Mordred creía que debido al odio del
rey por su madre sería imposible que la aceptara como su hijo. Pensando que esa
era la razón por la que su posición era la más débil, no importaba cuánto lo
intentara incluso si sobresalía sobre todos; el rey siempre la vería como una niña
sucia desde el momento en que nació de Morgana. Fue en ese momento que su
gran amor por el rey se convirtió en un ardiente odio. Como resultado de eso, la
desconfianza de la Mesa Redonda hacia el rey se extendió, y las luchas de poder
en Camelot comenzaron una vez que el rey partió para la expedición de Roma.
Mordred se convirtió en la líder de la rebelión, representando el descontento
nacional hacia Arturia. La verdad del asunto era que ella solo quería ser
aceptada por Arturia y ser llamada «hijo». El conflicto finalmente llevó a la
batalla final, la Batalla de Camlann, donde ambos ejércitos murieron en una
batalla acalorada. Los pocos caballeros que se quedaron con el rey perecieron al
poco tiempo, dejando solo a Arturia y Mordred en pie. Culpándola de la situación
por no haberle dado la corona, ella le preguntó si en verdad era tanto su odio por
el «hijo de Morgana». Arturia respondió sin emociones: «No te desprecié ni una
sola vez. Había una sola razón por la que no te iba a dar el trono. No tenías la
capacidad para ser rey, tu derroche de emociones no demuestran lo contrario».
Posterior Mordred fue atravesada por la lanza de Arturia y Arturia fue atravesada
por la espada de morder, ambas cayendo en batalla.

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