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Autor: Moreno, M. Fecha: 2004
Título: Ámbitos y contextos de desarrollo de la niñez, una visión interdisciplinar.
Ciudad: Editorial/Revista: Ciencia y sociedad.
No.: 3 Vol.: 29 Páginas: 380-404 Edición:
Web: https://revistas.intec.edu.do/index.php/ciso/article/view/727
“Según la perspectiva del desarrollo cerebral, lo que se halla más sensible en cada individuo hasta los siete-
diez años, es la posibilidad de establecer nuevos circuitos o conexiones, que sean el soporte amplio del mayor
número posible de habilidades y conocimientos. A partir de esa edad, los nuevos conocimientos se adquirirán
utilizando de formas diferentes los mismos circuitos neuronales ya existentes. Qué importante, pues, que una
estimulación temprana y variada, posibilite la existencia del mayor número de circuitos o soportes neurona-
les para multiplicar la complejidad y cantidad de aprendizajes o intereses a lo largo de la vida.
(…)La individualización del desarrollo hace que, ni todos los sujetos alcancen las mismas etapas a la vez, ni
con la misma intensidad, ya que existe una historia de desarrollo diferente en cada sujeto (marcada por
condicionamientos genéticos de origen familiar, circunstancias del embarazo y el parto, calidad de la
alimentación en los primeros años, enfermedades, estímulos e interacción con el medio, etc.)
(…)Un nuevo concepto de "atención integral" a la infancia, al brindar las condiciones o factores básicos para
el desarrollo de los sujetos, y que Sánchez et al (1991) agrupan de este modo: a) Alimentación balanceada,
control de crecimiento y desarrollo, inmunización, saneamiento y prevención medioambiental, que
contribuyan al sano crecimiento. b) Experiencias y estímulos variados acordes con sus características,
necesidades e intereses, que favorezcan el desarrollo intelectual y motor. c) Seguridad, afecto y oportunidad
de interactuar con personas adultas, con otros niños y otras niñas, que posibiliten el desarrollo socio-
emocional. Cada uno de estos tres grandes ámbitos se corresponden, a su vez, con los tres grandes pilares de
la Convención sobre los Derechos del Niño, conocidos como Provisión, Protección y Participación.
(…)Para Max-Neef , "la persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes (...) cualquier
necesidad humana que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana", entendiendo además,
que "cada pobreza genera patologías, toda vez que rebasa límites críticos de intensidad y duración.”
Web: https://doi.org/10.1590/SciELOPreprints.5485
“El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (2021), del Gobierno de México,
afirmando que, en el año 2020, la Encuesta Nacional de Salud arrojó que 1150 niñas, niños o adolescentes se
decidieron suicidar en México y que uno de los factores detectados como de riesgo, es que se encuentren en
un proceso de duelo como el divorcio de sus padres o sentimientos de rechazo.
(…)La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Cámara de Diputados del H. Congreso
de la Unión, 23-03-2022), menciona dentro de sus primeros párrafos, que esta ley busca el reconocimiento
de niñas, niños y adolescentes como titulares de derechos, que se les garanticen, se respeten, se les
protejan y promocionen los mismos, siendo un deber del Estado, promover el derecho de participación de
ellos y tomar en cuenta su opinión en cuestiones relativas a sus derechos. Luego, esta misma ley establece
como obligaciones de quienes son, por señalados como los progenitores, en el sentido del deber
garantizar el libre desarrollo de la personalidad de niñas, niños y adolescentes, y asegurarles un
entorno afectivo, sin violencia, fomentarles el respeto a las personas, protegerlos de cualquier forma
de maltrato, incluido el psicológico, abstenerse de atentar contra su integridad psicológica o de ejercer actos
que pudieran generar un menoscabo a su desarrollo integral”
Dicho lo anterior, podemos comenzar a generar deducciones sobre las afectaciones emocionales que
repercuten al sano desarrollo integral del menor, principalmente en el ámbito psicológico, al exponer
a estas niñas y niños a situaciones de estrés, de sentimientos encontrados, de actuaciones negativas inculcadas
(…)”
(…)La presencia y aumento de los niños en las calles tiene que ver con múltiples factores, pero claramente
observamos que su centro produce una quiebra profunda de lo que se considera la estructura básica de la
sociedad: la familia. Los procesos de erosión de la familia, de desarticulación de la misma, de constitución
de familias precarias y las tensiones extremas que genera en su interior, con la consecuente pauperización
que mina silenciosamente la capacidad de mantener en su seno a estos niños.
La presencia de mujeres solas como jefas del hogar, sumado a la renuencia de hombres jóvenes a formar
familias; nacimientos ilegítimos, madres adolescentes, violencia doméstica, incapacidad de las familias de
proporcionar una infancia normal, todo esto condiciona la presencia de los niños de la calle, y que deben ser
vistos, en su conjunto, como parte de este cuadro de debilitamiento, para ser priorizados en las políticas
sociales que busquen soluciones urgentes.”
(…)De ahí la importancia del análisis de factores socioculturales que se manifiestan en concepciones,
percepciones, normas y conductas que regulan y hacen posible la vida cotidiana individual y colectiva.
(…)Cuando las hijas son mayores de 15 años suelen estar casadas y vivir fuera del hogar, mientras que los
hijos a esa edad están ya integrados al trabajo productivo; en cualquiera de los dos casos, abandonan los
estudios.
(…)La socialización diferencial por género se observó fuera del hogar, con niños jugando a las canicas,
ayudando a los mayores en trabajos menores de construcción, haciendo mandados, mientras las niñas,
vestidas con ropa similar a la que usan las adultas, cargan a su hermano menor.
(…)La crianza de los niños se concentra precisamente en prepararlos para el papel que les tocará desempeñar
de adultos, con desconocimiento absoluto de sus necesidades afectivas y de esparcimiento, y limitando
también la interacción con ellos.”
Web: https://repository.ucatolica.edu.co/entities/publication/16795cb7-5ae2-41aa-9465-
98ae015ab2f7
“La ansiedad se considera una emoción propia de todas las personas. El organismo humano reacciona con
una activación del sistema nervioso autónomo ante estímulos que pueden suponer una amenaza para él
Amorós y Sánchez, (2005) plantean que en determinadas ocasiones, la ansiedad alcanza su nivel más alto y
puede aparecer en situaciones donde no hay motivo de alarma real, por lo que se convierte en una reacción
emocional no adaptativa, provocando de esta manera, malestar en la persona.
los niños y los adolescentes al igual que los adultos, pueden manifestar un trastorno de ansiedad ya que
determinados sucesos (…), y teniendo en cuenta que a pesar de compartir muchas similitudes con la ansiedad
en el adulto, la reacción del niño o niña pueden ser significativamente expresados de diferente modo, al igual
que las consecuencias negativas de la ansiedad infantil pueden afectar más que en la vida adulta, dado que
puede interferir con el proceso de crecimiento y maduración en el que se encuentra el niño.
(…)A diferencia de los miedos, la ansiedad es más difusa e inespecífica. En el caso de los trastornos de
ansiedad es frecuente encontrar preocupaciones irracionales que causan interferencia significativa en el
funcionamiento del niño.