Está en la página 1de 12

Scanned by CamScanner

,
ECONO lA
Los desafíos del trabajo sin patrón

Emilio Pérsico
Fernando "Chino" Navarro
Martín Navarro
Arlel Geandet
Alexandre Rolg
Pablo Chena

Alejandra Arango • Ezequiel Barbenza


Antonio Capoblanco • Renato Fumero
César Glraldo • lara Hadad • Natalla Scocco

MesE
MEsA DE EcoNOMíA DEL MoviMIENTO EviTA

Prólogo de Jorge Talana

COLIHUE
encrucija~as

Scanned by CamScanner
7

Prólogo
En la últimas décadas emergió con fuerza un fenómeno social y eco-
nómico que, si bien no es nuevo, se multiplicó a partir de la aplicación
de las políticas neo/ibera/es que excluyeron del mercado laboral a millo-
nes de trabajadores que comenzaron a desarrollar de manera autónoma
actividades productivas y comerciales. Estos sectores que llamamos de
la "Economía Popular" o trabajadores "sin derechos" o "no incluidos",
no son desocupados y tampoco son el viejo ejército de reserva que
pensaba Marx, al que se mantiene desocupado para bajar Jos salarios.
Lo que define a los trabajadores de la economía popular son las re-
laciones de explotación distintas de las formales o tradicionales, que se
caracterizan por ser ajenas a una relación salarial y por desarrollar una
actividad cuyo trabajo en general está socialmente desvalorizado. Se
trata de trabajadores sin derechos laborales que ante la imposibilidad
de acceder a un trabajo que les garantice un ingreso digno y una pro-
tección social para sus familias despliegan actividades de subsistencia.
En el sector de trabajadores de la economía popular las mujeres
representan más del sesenta por ciento de este universo. Desde hace
décadas que se comenzó a hablar de la feminización de la pobreza para
definir el fenómeno de creciente empobrecimiento y el empeoramiento
de las condiciones de vida de las mujeres, así como la vulneración de
sus derechos fundamentales . Hay que entender que la división sexual
del trabajo y las desigualdades de género imponen, no solamente un
resultado de pobreza, sino que tienden a constituir factores que repro-
ducen 0 generan pobreza. De esta forma las desigualdades de género
condicionan el acceso y el control sobre los recursos materiales y socia-
les, así como su participación en la toma de decisiones.
En nuestro país existen millones de hombres y mujeres que se "in-
ventan" su puesto de trabajo, en general son vendedores ambulantes,
cartoneros, costureras, pequeños agricultores, artesanos, feriantes, tra-
bajadores de programas sociales, cooperativistas, microemprendedo-

Scanned by CamScanner
JORGE TAlANA

•~ d sas recuperadas y otros. Estos trabajadores se


, , b, , s mpr 'd d 1 '/'
d 'S ti UU 11 t-l •n forma Independiente o en unz a es J 0 ~ 1 '~res que en
1

, :~ S~'-' lnt"-'gran a organizaciones economzcas popu/a~


un nL m 'r t' 1~ n,: .:.
1 v . •
') 'tlonan los escasos recursos dzsponzbles para de~
.;,; qu rt ( nj ur1 Lo g s
~ r1 1/err eretfvldad s g rreradoras de Ingresos o para ?roveer.l,os bienes
V s rt 1•1 8 qu satisfacen necesidades básicas de alzmentaczon, salud,
tu o·¡ - rl, vlul nda, te. . .
En 1je ·to, durante los últimos años ha surg1do una ~m~ortante canti~
d d tnt l<.ltluas, organizaciones y experiencias ec~nomzcas populares
n búsqu"Jda de una solución autónoma a las neceszdades Y carencias a
trau s d la cr ación de cooperativas, el asociativismo, la defensa de la
agricultura familiar, la recuperación de recursos colectivos ociosos, etc.
S t,.ata de un proceso que tiene simultáneamente expresiones eco-
nómicas, sociales, culturales y políticas que deben ser tenidas en cuenta
a la hora de diseñar e Implementar polfttcas sociales y económicas hacia
ste sector.
Algunas de estas nuevas modalidades se encuentran expresadas en
la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que
es una organización gremial independiente de todos los partidos polí~
tlcos, representativa de los trabajadores de la economía popular y sus
familias. La CTEP fue creada en el ario 2011 como una herramienta
de lucha relvlndlcativa para la restitución de los derechos laborales y
sociales.
Entre los fundamentos para la creación de la CTEP se señala que:
"a pesar de que hubo diez años de crecimiento ininterrumpido en
nuestra región, aprendimos que el mejoramiento de los indicadores
macroeconómicos, el aumento de la productividad, el desarrollo de la
tecnología Y el incremento en las inversiones no se traduce en trabajo .
formal Y dignidad para todos nuestros compañeros. Comprendimos
que, en el mercado capitalista, no hay ni habrá lugar para nosotros.
Observamos como desde el Estado, quizás con buenas intenciones, se
aborda el problema estructural de la exclusión socio-laboral con asis-
tencialismo en~ubterto Y recetas de 'flexibilización progresista', la nue-
va cara de las teorías del derrame' que esperan que a la larga el creci-
mlento ded/ PBJ nos resuelva la vida a todos. Frente a este panorama,
tenemas os opciones· con'orm
d · J' arnos con subsistir como (ciu dadanos
e segunda' magramente asistidos por el Estado en las periferias del
mercado o construir una nueva economfa · que rompa· con la logzca
.. · de
1a ganancia, la Economía Popular".

Scanned by CamScanner
PRóLOGO
9

Las políticas de ajuste y transferencia de recursos hacia los sectores


más concentrados de la economía llevadas adelante por el Gobierno
del presidente Macri agravaron la situación de los sectores más humil-
des Y vulnerables de nuestra sociedad, en especial la de los trabajado-
res de la Economía Popular que son víctimas directas de los despidos
de trabajadores formales, teniendo en cuenta que por cada despido
formal se calcula que hay tres de la economía popular que sufren igual
consecuencia.
A lo largo del año 2016, la problemática de los trabajadores de la
Economía Popular comenzó a visibilizarse a partir de la coordinación
Y movilización de organizaciones sociales, políticas y sindicales. Es así
que los movimientos sociales comenzaron a desplegar una estrategia
de acción, ganando la calle y fortaleciendo las relaciones con distintos
sectores de la sociedad, en particular con el movimiento obrero orga-
nizado expresado mayoritariamente en la CGT, desde agosto de 2016
reunificada, y también con las dos CTA.
La movilización de más de cien mil trabajadores de la economía po-
pular el 7 de agosto de 2016 desde el santuario de San Cayetano en el
barrio de Liniers hasta la Plaza de Mayo, marchando bajo e/ lema "Paz,
Pan y Trabajo': visibilizó nacionalmente la grave situación de la econo-
mía popular y su reclamo por un salario universal complementario y la
declaración de la emergencia social. La jornada mostró la ·convergencia
en la acción de las entidades convocantes, la CTEP, Barrios de Pie y la
Corriente Clasista y Combativa, quienes en la práctica y en la calle han
fortalecido su coordinación y accionar conjunto.
A partir de esa marcha, numerosas acciones y una masiva demostra-
ción frente al Congreso Nacional, que contó con el apoyo de la CGT y
varias organizaciones sociales, gremiales y políticas que se sumaron a
la campaña, logró lo que parecía imposible de alcanzar: la aprobación
unánime por parte del Congreso Nacional del reclamo que se expresara
desde San Cayetano.
La Ley de Emergencia Social que fue sancionada en diciembre de
2016 contempla la creación de un consejo para la emergencia social
y un registro nacional de trabajadores de la economía popular. El pri-
mero, tiene el objetivo de institucionalizar y regularizar el sector de los
trabajadores de la economía popular, que en conjunto rep-resentan a
no menos del cuarenta por ciento de los trabajadores de nuestro país.
La Ley también prevé la creación del salario social complementario,
que consiste en un aporte monetario por parte del Estado a cambio de

Scanned by CamScanner
10

una contraprestación horaria para todos aquellos trabajadores que se


encuentran por fuera del sistema formal o que desarrollan sus prácti-
cas en el marco de la economía popular, con el objetivo de que logren
alcanzar el monto del salario mínimo, vital Y móvil.
En la actualidad existe una amplia coincidencia en la sociedad sobre
la situación de emergencia social que está atravesando nuestro pafs.
Esta emergencia nos enfrenta al desafío inmediato de buscar propues-
tas que permitan paliar las situaciones más críticas, pero teniendo en
claro que el debate central debe ser sobre las políticas de mediano y
largo plazo tendientes a garantizar una estrategia de desarrollo susten-
table, que democratice la estructura económica y garantice trabajo con
derechos para todos y todas.
En el periodo 2003-2015 los gobiernos populares lograron reducir
la pobreza y la desigualdad mediante políticas públicas relativamente
exitosas en bajar los índices de pobreza e indigencia y en mejorar la
distribución del ingreso: la asignación universal por hijo, las morato-
rias previsionales -que prácticamente universalizaron las jubilaciones
con más del 95% de cobertura-, la plena vigencia de convenciones
colectivas de trabajo, el consejo del salario mínimo, los subsidios a
los servicios públicos, constituyeron un núcleo importante de políticas
que sirvieron para mejorar el ingreso y disminuir esa desigualdad. Sin
embargo, a lo largo de todos esos años persistieron algunos núcleos
duros de exclusión estructural debido a la imposibilidad de avanzar lo
suficiente en disminuir la desigualdad que surge de una estructura pro-
ductiva concentrada, regresiva en términos de inserción internacional
y fuertemente extranjerizada.
Para ello es necesario desarrollar propuestas de políticas públicas
que deben tener como objetivo solucionar los problemas estructurales,
y al mismo tiempo comprender que necesariamente el objetivo central
es poner en marcha un proceso para la construcción efectiva de la igual-
dad, como mecanismo potenciador y dinamizador de la economía y de
las formas de convivencia en nuestra sociedad.
En el camino hacia la igualdad tenemos que ser capaces de cons-
truir un consenso social sobre las leyes y las políticas que se requieren
para un efectivo cumplimiento de los derechos humanos económicos,
sociales y culturales. En este marco es necesario desar:ollar políticas
desde una perspectiva de género que impliquen un avance en materia
de trabajo, educación, salud, vivienda, crédito con el objetivo de elimi-
nar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres.

Scanned by CamScanner
PRóLOGO
11

Este libro que tengo el honor de prologar contribuye de manera


significativa al debate y al análisis sobre las distintas dimensiones que
comprende la Economía Popular, a la vez que constituye un importante
aporte en el camino de la construcción de políticas específicas para este
sector de los trabajadores, con el objetivo de que puedan salir de una
situación de exclusión o de una inclusión muy limitada. El libro también
nos permite compartir la experiencia acumulada entre quienes tienen
un compromiso con los más humildes y han participado de esta gran
gesta de convertir a los trabajadores y trabajadoras de la economía po-
pular en actores sociales que ocupan con dignidad y firmeza la defensa
de sus derechos.

JORGE TAJANA

Scanned by CamScanner

13

Introducción
Una economía justa debe crear las condiciones para que cada per-
sona pueda gozar de una infancia sin carencias, desarrollar sus
talentos durante la juventud, trabajar con plenos derechos durante
los años de actividad y acceder a una digna jubilación en la ancia-
nidad. Es una economía donde el ser humano, en armonía con la
naturaleza, estructura todo el sistema de producción y distribución
para que las capacidades y las necesidades de cada uno encuen-
tren un cauce adecuado en el ser social.
Francisco, 2015.
El capitalismo jerarquiza a la población en grupos sociales basados en
el poder relativo que tienen para valorizar socialmente su propio trabajo.
Esto hace que resulte cada vez más difícil asimilar el concepto de econo-
mía con el de país, en el sentido de suponer que cada nación puede ser
identificada como un sistema económico relativamente autónomo.
En una radiografía simplificada del poder actual, podríamos caracte-
rizar en la cima de la estructura social al capital concentrado global, lide-
rado por multinacionales y bancos con fuertes vínculos políticos en los
países centrales. Luego se destacan las grandes corporaciones instaladas
en países periféricos, jerárquicamente dependientes en cadenas globales
de valor. Muy cercano a este sector encontramos a las élites locales for-
madas por terratenientes, junto con grupos industriales, comerciales y fi-
nancieros, que crecen en base a sus vínculos con el Estado. Estos sectores
reproducen hoy su capital a escala global.
Con una marcada diferencia en la jerarquía social se encuentran las
realidades de ciertos actores, que surgen como reacción a la exclusión ge-
nerada por el modelo extractivista-neoliberal. Este bloque está integrado
por pequeñas y medianas empresas (dependientes del mercado interno},
profesionales y técnicos independientes, trabajadores sindicalizados y la
agricultura a pequeña escala. Finalmente, en el piso de la pirámide social

Scanned by CamScanner
14 MARTfN NAVARRo

se encuentran los trabajadores informales Y la economía popular (com-


puesta por trabajadores urbanos sin patrón y de bajos ingresos, coopera-
tivas y agricultura familiar, entre otros). , .
Las principales características de estos dos ultimas escalones de la
pirámide social son, por un lado, que no puede~ d~sarrollarse en la lógica
del libre mercado global y, por otro, el reconoctmtento de la importancia
de las políticas públicas y de la organización social para su crecimiento
sustentable.
En ¡0 que respecta específicamente a la Economía Popular, referen-
tes sociales, políticos y académicos buscaron definir el fenómeno desde
diferentes ángulos, entre los que podemos destacar la mirada del dirigen-
te Emilio Pérsico, quien señala que a la economía popular la hacen los
propios trabajadores en el barrio: "desde uno que fabrica pan y sale con
una canasta a venderlo hasta quien en la ventana de la casa se puso un
kiosquito". A lo que agrega otras de mayor magnitud como las fábricas re-
cuperadas o el caso de la agricultura familiar. En este sentido, Pérsico des-
taca dos cualidades propias de la Economía Popular: La primera es que
no tiene a la productividad como eje de la producción sino la posibilidad
de generar empleo. "Esa es una definición antagónica con la economía de
mercado. La segunda, es que es una economía de baja intensidad. Utiliza
poca materia prima y mucho trabajo. Por lo tanto es mucho más saludable
para el medio ambiente y el desarrollo de la humanidad. Además tiene
características en general solidarias".
Respecto de las reivindicaciones concretas de la economía popular en
el escenario global de las relaciones laborales, el Secretario General de la
CTEP, Esteban "Gringo" Castro destaca la importancia de nuclear a los
trabajadores en un sindicato que integre a todos los que no tienen relación
de dependencia. "Sin ese sindicato, solo vamos a tener luchas parcializa-
das. Este sindicato tiene que tener existencia legal para sentarse a discutir
con el Estado. De esta manera, evitamos la fragmentación y consolidamos
la organización de los trabajadores para defender lo logrado en estos diez
años e ir por la profundización. Tiene que haber un piso de dignidad ga-
rantizado para todos".
. Por otra ~arte, Osear Valdovinos, referente en políticas laborales Ysin·
dtcales, so~hene que este sector social, conformado por aquellos que ~pe·
nas sobrevtven aferrados a formas diversas de economía de subsistencia Y
a quienes la sociedad del conocimiento ha deJ'ado al costado del camino,
no se Sien· te representado por el movimiento sindical tradicional, por lo
que han visto la necesidad de expresarse en diferentes movimientos so·

Scanned by CamScanner
INTRODUCCIÓN 15

ciales. Marginados de la producción y del consumo constituyen un nuevo


proletariado que exige un cambio sustancial cada vez más impostergable.
Desde una primera aproximación política, el legislador Fernando "Chi-
no" Navarro señala que: "La Economía Popular podríamos pensarla como
todo aquello que se engloba y define a partir de lo que va dejando fuera la
economía de mercado tradicional. A partir de esta simplificación extrema
se podrían incluir dentro de este grupo a todos aquellos sectores que han
sido capaces de auto-generarse el trabajo y de encontrar una forma de
subsistencia en un mundo donde coexiste un sinfín de 'realidades' ligadas
fuertemente a la informalidad.
Un rasgo característico, no el único, de la Economía Popular es la
inexistencia de la relación empleado-patrón. Los trabajadores son sus
'propios jefes'; pero al mismo tiempo, esta cualidad no los convierte en
patrones; ¡siguen siendo principalmente trabajadores! En otras palabras,
su realidad de clase no se pierde debido a su forma de organización pro-
ductiva alternativa".
Desde un enfoque similar Grabois destaca que la economía popular
está compuesta por: "una inmensa cantidad de trabajadores jurídicamen-
te autónomos pero económicamente dependientes. Recicladores, vende-
dores ambulantes, microemprendedores y una gran diversidad de oficios
que se realizan por cuenta propia integrando las cadenas de valor de las
grandes empresas". Y destaca a la Economía Popular como "un reflejo
precario de las relaciones capitalistas de trabajo y en algunos casos, de
formas pre-capitalistas remozadas. Caracterizada por emprendimientos
individuales o colectivos con mínima tecnología, baja productividad, in-
gresos inadecuados para los trabajadores y condiciones insalubres de la-
bor" (Grabois, 2013: 17).
Por otra parte, Coraggio destaca la impronta de la Economía Popular
al señalar que: "La Economía Popular es la economía de los trabajadores.
Tiene su propia lógica y su interés particular: crear y sostener las bases
materiales para la reproducción de la vida digna de todas y todos los que
dependen de su trabajo para·vivir, libres para elegir su plan de vida. Como
parte de una economía mixta más amplia, aporta sus recursos, sus capaci-
dades, sus conocimientos, su experiencia, sus modos de organizarse y par-
ticipar colectivamente en la producción Y el consumo." (Coraggio, 2015: 2).
Finalmente, desde el espacio de la Mesa de Economía del Movimiento
Evita, se entiende a la economía popular como una forma de organización
social y económica que se desarrolla principalmente en los sectores vulne-
rables de la sociedad. Se alimenta del proceso de exclusión que genera la

Scanned by CamScanner
16 MARTfN NAVARRo

concentración tecnológica/financiera y, también, de oficios y actividades


tradicionales que se conservan en los márgenes del capitalismo. Estos
trabajadores, sin los derechos laborales que otorga la relación de depen-
dencia, se encuentran obligados a crear su propio trabajo, en un contexto
que carece de las instituciones necesarias para valorizar su actividad de
manera sustentable. Respecto a sus prácticas podría afirmarse que las
mismas se articulan en tres grandes dimensiones de la vida social: simbó-
lica, política y económica.
En lo simbólico construyeron para sus vidas, con gran esfuerzo, un ho-
rizonte lejos de la acumulación de capital, una economía que en el mejor
de los casos se acerque a sus posibilidades y que les permita ampliar su
existencia. Muchas veces atravesados por relaciones colectivas, esenciales
para poder enfrentar conjuntamente las adversidades, buscan el reconoci-
miento de una cultura popular propia y creativa.
En lo político, desarrollaron formas de organización de la producción,
la gran mayoría, sin la necesidad de un patrón. Algunos cuentapropista,
muchas veces en emprendimientos familiares y con una importante pre-
sencia del cooperativismo y mutualismo. Esta forma política de organiza-
ción del trabajo hace que la economía popular desafíe al Estado para dejar
de ser sujeto de políticas sociales y ser un sujeto de derechos laborales
implicando una institucionalidad propia.
En lo económico se ven atravesados por un doble proceso de explo-
tación, más difícil de identificar que en los procesos industriales, pero no
menos concretos y eficaces. Por un lado, reciben remuneraciones meno-
res que trabajadores de la economía formal debido a procesos sociales
que no valorizan suficientemente sus trabajos. Sin embargo contribuyen,
como todos los trabajadores al desarrollo del país. Por otro lado, son Jos
principales explotados del sector financiero que aplica tasas de intereses
usureras Y condiciones de endeudamiento excesivamente favorables a
Jos acreedores.
E~ este contexto, el libro busca re-pensar las prácticas y lógicas que se
desphe.gan en los espacios de la Economía Popular desde su positividad.
Es decir, no d~sde la perspectiva de la marginalidad o la exclusión sino
~ ·
desde su propIa d'mamica '
para preguntarnos: cómo se organizan produ-
cen, consumen se endeudan · '
'd '
En ta J senh o, la obra recopilad'' se Piensan en tanto sujetos de derecho, etc.
. -
IVersos arhculos que analizan este sector
desde un a bordaJe histórico co t . _ .
. ncep ua1con eJe en sus aspectos econorm-
cos y socia1es. El capítulo 1 muestra que la Ec - p de la
exclusión gen d onom1a opu 1ar nace
era a por 1a concentración capitalista, sumada a las lógicas

Scanned by CamScanner
INTRODUCCIÓN 17

de oficio que sobrevivieron a la dinámica propia del sistema. En términos


de prospectiva, se observa que la dinámica demográfica y la escasez de
los recursos naturales, están llevando al mundo a crisis económicas recu-
rrentes, generadoras de una cantidad creciente de excluidos del proceso
de producción y consumo global.
En dicho escenario, un modo de producción que respete la naturaleza
Y la biodiversidad, desarrollado en unidades productivas de tipo familiar se
muestra como una alternativa económica sustentable para la producción
de alimentos y bienes de consumo básicos. Los capítulos VIII y IX ana-
lizan la agricultura familiar y las medidas institucionales necesarias para
desarrollarla. Mientras que el capítulo V estudia las instituciones necesa-
rias para desarrollar la economía popular a nivel sistémico, tanto urbano
como rural.
Los capítulos 11 y IV destacan, en términos teóricos y empíricos, que la
sobreexplotación financiera y comercial que sufren los trabajadores de la
Economía Popular es uno de los principales límites a su desarrollo susten-
table. En este contexto, en el capítulo VII se menciona cómo el consumo
financiarizado de los sectores populares expresa una modalidad específica
de acceso al consumo y al endeudamiento con características diferenciales
respecto a las prácticas y condiciones que en promedio suelen experimen-
tar los consumidores de sectores medios y altos.
Más allá de los procesos financieros, en el capítulo XI se sostiene que
los sectores populares están siendo excluidos de los procesos de cons-
trucción de políticas públicas, del reparto del excedente social y de los
espacios de socialización que están siendo privatizados. Para contrarres-
tar esta tendencia global, en el capítulo III se destaca la importancia de
instituciones y políticas que atiendan las necesidades de estos sectores.
En tal sentido, el capítulo VI analiza diversas alternativas de instituciones
financieras posibles para el Economía Popular. Por otro lado, el campo
de la salud -capítulo X- destaca la OSTEP como experiencia de una obra
social diseñada para atender las particularidades de este sector con el foco
puesto en la prevención y en la atención primaria de la salud.

Scanned by CamScanner

También podría gustarte