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2022
© RTA-816-20
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del copyright, la reproducción, distribución, plagio o
comunicación pública, total o parcial, de esta obra por cualquier medio o procedimiento. La infracción del derecho de autor
puede ser constitutiva del delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss del Código Penal).
PROCEDIMIENTOS PENITENCIARIOS
I. INTRODUCCIÓN
Índice
Prólogo del autor
Prólogo de Francisco Bueno Arús
Abreviaturas
1. INGRESO Y EXCARCELACIÓN
1.1 Formas de ingresar en un Centro Penitenciario
1.2 Procedimientos de ingreso
1.3 Excarcelación
1.3.1 Libertad detenidos y presos
1.3.2 Libertad penados
1.3.3 Ingreso/libertad penados
2. SEPARACIÓN INTERIOR
2.1 Separación interior
2.2 Internos transexuales
3. SEGURIDAD
3.1. Situaciones excepcionales
3.2. Medios coercitivos
3.2.1 Medios coercitivos
3.2.2 Sujeciones mecánicas: esposas y correas
5.2. Prestaciones
5.2.1 Lavandería
5.2.2 Alimentación
5.2.3 Economato
5.2.4 Bibliotecas y préstamos de libros
6. CONDUCCIONES Y TRASLADOS
6.1. Traslados
6.1.1 Entre Centros
6.1.2 Por motivos educativos
6.1.3 A Hospitales extra-penitenciarios.
6.1.4 En régimen de autogobierno
6.2. Tránsitos
6.2.1 Previstos
6.2.2 Imprevistos
7. RÉGIMEN DISCIPLINARIO
7.1. Partes disciplinarios: Modelo, confección y contenido
7.2. Procedimiento disciplinario
7.2.1 Ordinario
7.2.2 Abreviado
8. EXTRANJEROS EN PRISIÓN
8.1. Tramitación común
8.2. Medidas repatriativas
8.3. Expulsión judicial
8.3.1 Internos preventivos
8.3.2 Sustitución de la pena en sentencia por la expulsión (artículo 89 CP)
8.3.3 No sustitución de la pena en sentencia por la expulsión
12.2.2 Indulto
12.2.2.1 Indulto Particular
12.2.2.2 Indulto no penitenciario
14.2. Quejas
14.2.1 Permisos
V. PENAS ALTERNATIVAS
15. TRABAJOS EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD
16. LOCALIZACIÓN PERMANENTE EN CENTRO PENITENCIARIO
17. SUSPENSIÓN DE EJECUCIÓN PENAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD
18. SUSPENSIÓN/SUSTITUCIÓN PENAS EN DELITOS DE VIOLENCIA GÉNERO
19. SUSPENSIÓN/SUSTITUCIÓN PENAS EN DELITOS CONTRA SEGURIDAD VIAL (TALLER
TASEVAL/PROSEVAL)
20. MEDIDAS DE SEGURIDAD PRIVATIVAS DE LIBERTAD
20.1 Internamiento en Establecimiento o Unidad psiquiátrica penitenciaria
20.2 Internamiento en Establecimiento penitenciario
Primero, porque se trata de una obra con una arraigada tradición editorialista (agotó todas las ediciones
anteriores).
Segundo, porque se trata de una obra que hasta fechas no lejanas estaba publicaba en la editorial Comares,
SL.
Tercero, porque al incorporar la obra a la colección de Armenta Penitenciario, incluido su práctico
formato, vamos a mejorar en su manejabilidad, cercanía y un precio más asequible.
Cuarto, porque nos garantizamos que la obra va a “someterse” al constante sistema de actualizaciones de
la editorial Armenta Penitenciario.
Quinta, porque va dirigida fundamentalmente, además de otros colectivos, a opositores al Cuerpo de
Ayudantes de Instituciones Penitenciarias.
La vida diaria en un Centro penitenciario conlleva una actividad administrativa incesante cargada de
condiciones, trámites, requisitos de todo tipo, plazos, etc. Si usted decide visitar una de las Prisiones repartidas a lo
largo de la geografía española le llamará la atención una primera cuestión: casi todo se encuentra sometido a un
procedimiento reglado, previamente establecido por la normativa penitenciaria, a costa de una molesta pero
inevitable carga administrativa.
De este modo se encuentran reglamentadas todas las áreas y tipo de actividades imaginables: ingreso,
separación interior, medidas de seguridad, comunicaciones, traslados, procedimiento disciplinario, clasificación,
permisos de salida, actividades tratamentales, libertad condicional, beneficios penitenciarios, órganos colegiados,
etc.
La presente obra va dirigida especialmente a los opositores a los Cuerpos de Instituciones Penitenciarias,
sin olvidar a los siguiente colectivos: profesionales penitenciarios, abogados y procuradores, Magistrados, Jueces y
Fiscales y, con carácter preferente, a las miles de personas que se encuentran privadas de libertad en los Centros
penitenciarios, carentes, en la mayoría de los casos, de información para hacer valer sus derechos.
Si preguntáramos a un interno, abogado penalista o, incluso, a un profesional penitenciario, sobre cuáles
son los requisitos exigidos para la consecución, por ejemplo, de un indulto particular, la forma de calcular las
fechas de cumplimiento con beneficios penitenciarios sobre la condena originariamente impuesta por el Juez o
Tribunal sentenciador, en qué consiste el principio de flexibilidad, o qué significa la clasificación inicial con
efectos ejecutivos o el denominado período de seguridad, probablemente se encogerían de hombros.
Por ello, con esta obra pretendo satisfacer una de mis más ansiadas aspiraciones profesionales: establecer
cauces de información, con descripción detallada de trámites reglamentarios de todo tipo de procedimientos o áreas
por sectoriales que sean, para convertir la obra en instrumento útil de consulta y resolución de dudas.
Metodología
La estructura del libro es sencilla. Contiene 115 procedimientos, agrupados en cuatro grandes áreas. Cada
uno de ellos, contiene tres partes bien diferenciadas:
1) Relación de aquella normativa directamente aplicable al contenido del asunto tratado, con mención específica
del precepto o apartado.
2) Análisis explicativo sobre cada una de las fases de que consta el procedimiento, intentando en todo momento
ser lo más exhaustivo, riguroso y detallado posible.
3) Por último, un esquema sobre cada uno de los procedimientos. Los esquemas, reflejo práctico del análisis
explicativo, representan gráficamente, a base de flechas generalmente en sentido vertical y de manera
cronológica, los trámites procedimentales por los que se desarrolla la materia concreta que se trata.
Descripción de la obra
Como hemos ya apuntado, el libro contiene el análisis y esquema de múltiples procedimientos agrupados
en cuatro grandes áreas. Éstas son las siguientes:
1) Régimen penitenciario y prestaciones. Se han analizado, con apoyo de esquemas, los diferentes
procedimientos que comprenden los primeros momentos del ingreso de una persona en prisión, su separación
interior, relaciones con el exterior, prestaciones asistenciales, conducciones y traslados, medidas de seguridad,
régimen disciplinario, régimen jurídico aplicable a los internos extranjeros y la siempre laboriosa tarea de
calcular fechas de cumplimiento de condena con aplicación de beneficios penitenciarios.
2) Clasificación y tratamiento. Se detallan los procedimientos, acompañados de los correspondientes esquemas,
órganos intervinientes en el proceso de clasificación inicial en todas sus modalidades, el régimen cerrado y
abierto, los permisos de salida, los distintos recursos tratamentales, las formas especiales de ejecución de la
condena, los dispositivos telemáticos y, por último, la figura de la libertad condicional y beneficios
penitenciarios.
3) Toma de decisiones y órganos implicados. Se incorporan procedimientos, análisis, esquemas y funciones
sobre los distintos órganos unipersonales y colegiados, así como la posibilidad de plantear quejas y recursos
sobre los distintos asuntos.
4) Penas alternativas. Se establecen análisis de procedimientos y esquemas respecto las distintas figuras penales,
tales como los trabajos en beneficio de la comunidad, la localización permanente, la suspensión de la ejecución
de la condena e imposición de medidas de seguridad y la libertad vigilada pospenitenciaria.
Si he conseguido aportar algo de luz en este apasionante mundo penitenciario, me doy por satisfecho.
1 de enero de 2022
EL AUTOR
El autor del presente libro, Javier ARMENTA, ha tenido la deferencia de encargarme un prólogo,
olvidando tal vez o ignorando el viejo pero a mi juicio acertado criterio de que un prólogo cumple la función
fundamental de presentar a los futuros lectores de la obra en cuestión al autor de la misma porque la naturaleza
humana (homo sociabilis por excelencia) quiere tener siempre un esquema previo, aunque sea breve, como una
visión fotográfica de la personalidad y la experiencia vital del interlocutor que se tiene delante, presencialmente o
representado por su exposición escrita, para entablar con un matiz de amistad, solidaridad o respeto, y no en el
mero vacío, el diálogo en que consiste en último término la lectura de un libro ajeno. Para amar o para rechazar el
hombre siempre quiere conocer. Sólo que en nuestro caso concreto (y en tantos otros) los papeles de autor y de
prologuista bien podían haberse invertido sin mengua –antes al contrario- de la honestidad intelectual.
Porque el autor de este prólogo es una rata de biblioteca a quien los azares del destino tenían reservado un
papel de cierto interés y atractivo en el campo de la ejecución de las penas de prisión, desde la participación en la
creación y aplicación ministerial de las normas y su exposición en las aulas universitarias o en ámbitos
internacionales, con el que no hubiera podido soñar en los años de la juventud y del que su conciencia se siente –ya
en los años de la nostalgia- ilusionada y responsable, y al mismo tiempo agradecida a ese afortunado destino,
mientras que, por su parte, el autor de este libro ha llegado en verdad mucho más allá, al tratarse de un funcionario
para quien la vivencia diaria de las normas como jurista-criminólogo constituye el aire que respira y que, tras el
esfuerzo de cada día, aún le ha hecho inventar tiempo para elaborar con otro compañero los mejores comentarios al
Reglamento penitenciario que se han publicado en España (los autores me honraron también con una petición de
prólogo, que cumplimenté con afecto y con envidia) y otros trabajos como el presente libro, necesarios porque
verba volant, scripta manent, y siempre con la convicción de que en el centro de trabajo o en el libro leído o escrito
la vida justifica cuando se vive como servicio, y en ese servicio participan la mente y el corazón, y las manos se
hunden en el barro para redimirlo y para dar fe de que se ha llegado hasta el fondo, y nihil humani a me alienum
puto (TERENCIO), esa posición sostenida y reforzada día a día, en las grandes decisiones, en la emisión de
informes y resolución de expedientes, de palabra y por escrito, en el consejo amistoso y sobre todo como ejemplo
permanente de coherencia personal para que todo fructifique y nada se pierda, afirmando las ideas con las obras
que son amores (¿otro sentido más?), orientando los hechos en la justicia o en la caridad, esa posición, pues, es la
que dota de legitimidad al hombre, y con mayor razón al profesional del Derecho, esa posición es la que respalda la
conducta de cada hombre mejor que los juicios de valor ajenos, porque más expresivos son los hechos propios que
las palabras ajenas. Soy yo el que se honra con el afecto de Javier ARMENTA y el que aprende de sus libros, y no
al revés, de modo que dejemos cada cosa en su sitio. Pero, puesto que así han venido los caprichos del destino,
acepto el reto y voy a emplear cuatro palabras más para dejar claro, en mi opinión y desde mi peculiar
perspectivismo, que diría ORTEGA, las virtudes del método empleado por Javier ARMENTA.
Recuérdese que al comenzar he aludido al Derecho como ordenamiento, como fuente de poder, como
producto cultural, como ciencia o arte, como lenguaje o argot propio de un oficio, pero también, the last but not the
least, como instrumento o herramienta de mecánico destinado en su modestia a solucionar en la práctica conflictos
de intereses complejos o sencillos, pero en todo caso reales, dejando a un lado las grandes construcciones teóricas o
las brillantes interpretaciones de los operadores del Derecho (el cual, como Dios para Teresa de Jesús, también se
encuentra entre los pucheros).
El articulado de la LOGP y de su Reglamento contienen referencias hasta de unas 115 modalidades, nada
menos, de procedimiento administrativo o judicial en los que se ramifica la ejecución de la pena de privación de
libertad, según el cálculo de ARMENTA. Cada procedimiento se explicita en los actos fundamentales que lo
integran, y en las referencias normativas, judiciales o de circulares administrativas que establecen, desarrollan o
fijan requisitos y plazos para la realización de los correspondientes actos de instrucción o decisión y los recursos
que pueden ser utilizados contra los mismos. Cuando se ha detectado una laguna de Derecho, se ha acudido, con
ánimo esencialmente constructivo, a la lógica y a la razón, esto es, a la analogía para integrar el procedimiento. El
empleo de gráficos por parte del autor ayuda a la percepción e interpretación de los actos y normas de que se trata
en cada momento o en cada fase. No sé si a ARMENTA le gustaría que se le conociera como “el Diógenes
penitenciario”, en el sentido, metafórico, de que él, con su anterior obra del Reglamento Penitenciario comentado y
su repertorio actual de procedimientos, va, lo mismo que iba Diógenes con su farol, iluminando el camino de los
hombres, en este caso, un camino nada desdeñable porque ayuda a transitar por los no siempre fáciles caminos,
atajos y trochas que acercan al caminante (y a su guía), en derechura o con prudentes aproximaciones o curvas, a la
cima de la justicia, en búsqueda de la manzana de oro de Atalanta o del buho de Minerva, que siempre vuela al
atardecer. “Todo es gracia”, como diría BERNANOS.
La labor del prologuista acaba aquí (si es que debía haber empezado): analizando y valorando lo que el
libro de Javier ARMENTA aporta al repertorio bibliográfico penitenciario español, felicitando a su autor por el
enfoque práctico y sin embargo riguroso que ha dado a su libro, esperando que todo tipo de lectores a los que se
puede entender dirigida la obra (no sólo funcionarios o internos, claro es, sino también jueces, abogados,
opositores, profesores y alumnos) así lo comprendan y valoren, y aguardando, con curiosidad, si no también con
impaciencia, la próxima aportación escrita de este funcionario comprometido con el desarrollo doctrinal y práctico
del Derecho penitenciario y de su vivencia por las personas integradas en el sistema por uno u otro título, de quien
me honro en que me tenga por amigo.
RÉGIMEN PENITENCIARIO
Y PRESTACIONES
Normativa aplicable
Procedimiento
El procedimiento por el cual una persona ingresa en un Centro penitenciario será diferente según lo haga en
calidad de detenido, preso, penado, por presentación voluntaria o si se trata de madres con hijos consigo.
Veamos los pasos procedimentales de cada una de estas situaciones:
1. Detenido.
Los diferentes trámites por los que atraviesa la persona que ingresa son los siguientes:
2. Preso
Los diferentes trámites por los que atraviesa la persona que ingresa son los siguientes:
Ingreso en el Centro penitenciario. En virtud de mandamiento de prisión expedido por la Autoridad judicial
a cuya disposición queda la persona.
Identificación. Actualmente esta tarea de identificación dactilar, alfabética y fotográfica se realiza a través del
SIA, por lo que todo queda gestionado informáticamente.
3. Penado
Los diferentes trámites por los que atraviesa la persona que ingresa son los siguientes:
Ingreso en el Centro penitenciario. En virtud de mandamiento de penado expedido por el Juez o Tribunal
sentenciador.
Identificación. Actualmente esta tarea de identificación dactilar, alfabética y fotográfica se realiza a través del
SIA, por lo que todo queda gestionado informáticamente.
Apertura de expediente. Lo abre la Oficina de Gestión penitenciaria, e inscribe a la persona en el libro de
ingresos. Además, se formará un protocolo de personalidad y se procederá a la apertura de la ficha personal.
Cacheo y registro de enseres. Se le retiran los objetos y enseres no autorizados. La tarea es llevada a cabo en
la Unidad de ingresos y salidas.
Ocupación de celda. Se le asignará una celda en el departamento de ingresos. Como máximo el interno podrá
permanecer 5 días en el citado departamento, salvo razones sanitarias o de seguridad, que serán puestas en
conocimiento del Juez de Vigilancia.
Examen médico y entrevistas. Será examinado por el médico en 24 horas, permaneciendo en el departamento
de ingresos hasta que por el Psicólogo, Jurista, Trabajador Social y Educador se formule la propuesta de
separación interior.
Propuesta de separación interior y elaboración del programa individualizado de tratamiento (PIT).
Aquella se formula por los profesionales anteriormente citados y éste lo efectúa la Junta de Tratamiento, previo
informe del equipo Técnico.
Separación interior. El penado es destinado al módulo que el Director acuerde.
Libertad. Se podrá producir por libertad definitiva, previa aprobación del Juez o Tribunal sentenciador, o por
libertad condicional (con suspensión de la ejecución del resto de la pena de prisión), previa aprobación del
Juez de Vigilancia.
Los diferentes trámites por los que atraviesa la persona que se presenta voluntariamente son los siguientes:
Los diferentes trámites por los que atraviesa la madre con hijos son los siguientes:
Ingreso en el Centro penitenciario. En virtud mandamiento de detención, prisión o penado librado por el Juez
o Tribunal.
Acompañamiento de niños. Pueden darse tres situaciones respecto a los hijos menores de 3 años:
Reconocimiento médico. Una vez admitido el menor, debe ser reconocido por el médico.
Destino a la Unidad de madres. La madre y su hijo pasan a ocupar la celda que se les asigne.
Cacheo/registro enseres Cacheo/registro enseres Primeros trámites administrativos Destino Unidad madres
(Por Unidad (Por Unidad (Anotación expediente y, en su caso, (Asignación celda)
ingresos y salidas) ingresos y salidas) certificación)
Libertad Libertad
(Si detenido, por orden judicial o, (Por libertad definitiva
en su defecto, por Director. Si o condicional)
preso, por mandamiento judicial)
Ingreso de una persona. Admitida, se realiza su identificación personal, inscripción en el libro de ingresos,
apertura de un expediente personal, cacheo de su persona y registro de sus efectos, retirándose los enseres y
objetos no autorizados.
Destino al departamento de ingresos. El interno pasa a ocupar una celda en el citado departamento. Como
máximo podrá permanecer cinco días, salvo prolongación por motivos de orden sanitario (enfermedades
infectocontagiosas) o para preservar su seguridad (supuesto del artículo 75 RP). De la prolongación se dará
cuenta al Juez de Vigilancia correspondiente.
Atención individualizada al recién ingresado. Se atiende a las necesidades más acuciantes a nivel personal y
familiar, con la finalidad de amortiguar las emociones negativas y los síntomas psicofisiológicos originados por
el cambio brusco de la ruptura con su medio natural y social.
Equipo Técnico de Atención a ingresos. Lo designa el Consejo de Dirección, siendo responsables directos los
Subdirectores de Seguridad y de Tratamiento. Estará integrado por un psicólogo, educador, trabajador social,
medico, jurista y funcionarios de interior, así como cualquier otro profesional que la dirección determine.
Primeras entrevistas y examen médico. Debe entrevistarse con el Trabajador Social y Educador (si se
encuentra detenido o preso) y además con el Psicólogo y Jurista (si se encuentra penado). El médico deberá
examinar a la persona durante las primeras veinticuatro horas a partir del ingreso, de lo que dejará constancia
en el libro de ingresos y en la historia clínica individual.
Modelo individualizado de intervención y programa individualizado de tratamiento. El primero es
elaborado por la Junta de Tratamiento (si se trata de detenido o preso), valorándose aspectos tales como
ocupación laboral, formación cultural y profesional o medidas de ayuda. El segundo lo elabora la Junta de
Tratamiento (si se trata de penado), previo informe del Equipo Técnico, valorándose aspectos tales como
ocupación laboral, formación cultural y profesional, aplicación de medidas de ayuda, tratamiento y las que
hubieran de tenerse en cuenta para el momento de la liberación.
Colectivos específicos. Destacan tres:
Miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, militares y funcionarios de
Instituciones penitenciarias. Pertenecen al colectivo FIES-4 FS. Se incluyen aquí a los internos que
pertenecen o han pertenecido a estos colectivos profesionales, al exigirse durante su internamiento
determinadas cautelas.
Hombres y mujeres. Podrían compartir un mismo departamento (mixto), previo consentimiento de unos y
otras.
Jóvenes menores de veintiún años. Podrían ser trasladados a departamentos de adultos cuando así lo
autorice la Junta de Tratamiento, poniéndolo en conocimiento del Juez de Vigilancia.
Propuesta de separación interior. El Trabajador Social y Educador (si se encuentra detenido o preso) y
Psicólogo, Jurista, Trabajador Social y Educador (si se encuentra penado) formulan la citada propuesta,
mediante informe motivado, conforme criterios establecidos en el artículo 99 RP (dependencia o espacio físico
más acorde con las características del sujeto en cuestión). Podemos distinguir diversos grupos de separación
(internos primarios, reincidentes, conflictivos, etc.).
Decisión de separación interior. Corresponde al Director, tendiendo en cuenta los antecedentes y
circunstancias de la persona ingresada.
Destino al módulo asignado. El educador realizará una sesión informativa durante la primera semana desde el
ingreso en el módulo o departamento (facilitar orientación general del centro y específicamente del módulo en
el que residen, sus derechos y deberes, normas de funcionamiento, catalogo de competencias de los
profesionales, prestaciones y servicios, programas y actividades, así como todo aquello que se considere
relevante).
Ingreso persona en un CP
(Identificación personal, inscripción libro ingresos,
apertura expediente personal, cacheo y registro)
Atención individualizada
(Cubrir necesidades personales y familiares y
evitar efectos ruptura con medio natural y social)
Colectivos específicos
(FSE, militares y funcionarios IIPP –FIES-IV-,
Hombres y mujeres –departamento mixto-,
y jóvenes menores 21 años
-trasladados a departamentos de adultos si autoriza JT y comunicación JVP)
Normativa aplicable
Procedimiento
Las fases que comprenden la aplicación de un medio coercitivo son las siguientes:
Concurrencia de supuesto de hecho. La aplicación de medio coercitivo debe ser excepcional (cuando no
exista otra manera menos gravosa para conseguir la finalidad perseguida) y tener su origen en la concurrencia
de uno de los supuestos legales tasados en la Ley Orgánica General Penitenciaria (art. 45), y con las
excepciones que se señalan en el artículo 72.2 RP en relación con el artículo 254.3 RP. Los procedimientos
serán diferentes según sea la situación:
Aplicación por parte del funcionario. Los medios materiales coercitivos se encuentran depositados en
aquél lugar o lugares que el Director entienda idóneos. La aplicación durará sólo el tiempo mínimo
imprescindible y se realizará de manera proporcional a lo que requiera la situación específica del interno.
Comunicación inmediata al Director.
Anotación en libro-registro. Éste es gestionado en la Jefatura de Servicios. Debe extenderse diligencia, que
será firmada por el Subdirector de Seguridad y Jefe de Servicios correspondiente, debiendo constar los
siguientes datos (fecha y hora de inicio y cese, tipo de medio coercitivo aplicado, sucinto informe de los hechos
y otras medidas adoptadas).
Puesta en conocimiento inmediato al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la adopción y cese, con
expresión detallada de los hechos y circunstancias que aconsejen su mantenimiento.
Comunicación al Juzgado de Guardia, en su caso.
Participación al Centro Directivo (Dirección de Seguridad Interior y Gestión Penitenciaria). Debe
remitirse informe y la documentación oportuna. Además, se comunica a la Subdirección General de Análisis
e Inspección ciertos incidentes regimentales “siempre que sea preciso el uso de defensas de goma, esposas,
sujeción mecánica o aerosoles de acción adecuada” (ver nota final).
Grabación en el sistema informático (SIP). Concretamente, en el programa “incidentes regimentales”.
Debe hacerse constar el tipo o tipos de medios utilizados y/o medidas adoptadas.
Diligencia en el expediente personal del interno.
Normativa aplicable
Procedimiento
Práctica cacheo
(Por funcionarios mismo sexo, en local cerrado adecuado sin otros internos, utilización bata u otra prenda)
Parte escrito
(Firmado por funcionario/s interviniente/s y dirigido al JS)
Comunicación JVP
(Por Director, de la resolución y resultado cacheo)
Registro y archivo
(Del expediente en Oficina Seguridad)
Persistencia sospecha
(Por infructuoso cacheo)
CLASIFICACIÓN
Y TRATAMIENTO
Normativa aplicable
Procedimiento
La finalidad es conseguir que los penados con condenas de hasta 1 año puedan cumplir en régimen abierto
el mayor tiempo posible. El procedimiento por el que se dota de eficacia jurídica inmediata a las propuestas de
clasificación inicial en tercer grado (se excluye las de segundo grado y los casos de progresión o regresión de
grado) formuladas por las Juntas de Tratamiento sin tener que esperar a recibir resolución del Centro Directivo,
comprende las siguientes fases:
Ingreso de una persona en calidad de penada. Pueden darse dos situaciones diferentes:
Formulación de la propuesta de clasificación inicial y destino (PCD) con efectos de resolución clasificatoria.
Por parte de la Junta de Tratamiento en el plazo de 15 días naturales (se acorta el plazo reglamentario de 2
meses), siempre que no haya causa expresa que en un caso dado lo impida, a contar desde la recepción del
testimonio de sentencia. Para ello, se coordinarán los Subdirectores de Tratamiento y de Gestión en cuanto
exista constancia del ingreso de un penado con pena no superior a 1 año.
•
Comprobación condiciones
(Pena de prisión no superior a un año, acuerdo unánime, tercer grado)
•
•
Propuesta clasificación inicial y destino con efectos de resolución clasificatoria
(Por Junta Tratamiento en 15 días naturales, si se dan requisitos)
•
•
Notificación al Ministerio Fiscal
(Del acuerdo-resolución, dentro 3 días hábiles siguientes a ser adoptado)
•
•
Ejecutividad del acuerdo
(Con independencia de instalaciones para régimen abierto dependan o no del propio Establecimiento)
•
•
Comunicación del acuerdo-resolución
(Al penado, y al Centro Directivo, con remisión documentación dentro semana siguiente a ser adoptado acuerdo)
•
Resolución recurso
(Por auto estimatorio o desestimatorio, notificándose al penado)
Recurso reforma
(Ante JVP)
•
•
Resolución recurso reforma
(Por auto estimatorio o desestimatorio, notificándose al penado)
•
•
Recurso de apelación
(Ante JVP y resuelve Tribunal sentenciador)
•
•
Resolución recurso apelación
(Por auto del Tribunal sentenciador estimatorio o desestimatorio, notificándose al penado)
•
•
* FIN
* Recurso de casación para unificación doctrina (ver procedimiento 14.1.3).
* Recurso de amparo (ver procedimiento 14.1.3).
* Recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) (ver procedimiento 14.1.3).
Colectivos excluidos
(Improcedente para condenados por delito terrorismo o delito cometido en seno organizaciones criminales)
Requisitos
(Condena -una pena o varias- que superen 5 años + propuesta JT en 2º grado + acuerdo unánime)
Propuesta/resolución
(No remisión propuesta JT a Servicios Centrales sino que resuelve Director del centro por delegación)
CUESTIONES COMUNES
Normativa aplicable
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, por la que se aprueba el Código Penal: art. 36.2, modificado por
LO 5/2010, de 22 de junio y DT 1ª.
Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria: arts. 64.2 y 72.5
Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento Penitenciario: arts. 100 a 107.
Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial (disposición adicional quinta).
Instrucción 2/2005, de 15 de marzo, sobre modificación de las indicaciones de la Instrucción 2/04, de 16 de
junio, para la adecuación del procedimiento de actuación de las Juntas de Tratamiento a las modificaciones
normativas introducidas por la LO 7/03, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro y
efectivo de las penas. Ha sido modificada por Instrucción 7/2010, de 14 de diciembre.
Instrucción 9/2007, de 21 de mayo, sobre clasificación y destino de penados, régimen cerrado y abierto.
Conceptos previos
Por período de seguridad debemos entender aquella parte de la cuantía de la pena (mitad) que debe ser cumplida
necesariamente para poder clasificarse a un penado en tercer grado de tratamiento penitenciario, salvo que lo exima
el Juez de Vigilancia Penitenciaria.
Antes de la entrada en vigor de la LO 5/2010, de 22 de junio (23-12-2010), el período de seguridad sólo era
aplicable a los penados por hechos delictivos cometidos a partir de la entrada en vigor de la LO 7/2003, de 30 de
junio (2-7-2003), la cual introdujo, con carácter imperativo, por vía del art. 36.2 CP, el citado período de seguridad.
La nueva redacción del artículo 36.2 CP, que faculta potestativamente al Juez o Tribunal para acordar la
aplicación del período de seguridad -salvo para un grupo de cuatro delitos-, es aplicable a todos los condenados y,
por tanto, también a las sentencias dictadas con anterioridad a la entrada en vigor del citado artículo (23-12-2010),
por aplicación de la norma más favorable (DT 1ª LO 5/2010, de 22 de junio).
Las propuestas y resoluciones de tercer grado formuladas al amparo del artículo 104.4 RP no resultan afectadas
por el período de seguridad (I 2/2005, de 15 de marzo).
La nueva redacción del art. 36.2 CP, dada por la LO 5/2010, de 22 de junio, incorpora varias novedades:
Aplicación preceptiva del período de seguridad cuando se trate de condenados por los cuatro grupos de delitos
reseñados en el artículo 36.2 CP.
Aplicación potestativa del período de seguridad por parte del Juez o Tribunal para los condenados al resto de
delitos, independientemente de la fecha de los hechos probados o dictamen de la sentencia.
No exención del cumplimiento del período de seguridad por parte del Juez de Vigilancia Penitenciaria a los
condenados por los cuatro grupos de delitos reseñados en el artículo 36.2 CP.
Procedimiento
Resolución Centro Directivo. Éste se pronuncia sobre aplicabilidad o no del tercer grado de tratamiento de
forma escrita y motivada, en el plazo máximo de dos meses desde la recepción de la propuesta, pudiendo
ampliar el plazo hasta dos meses más para mejor observación de la conducta y consolidación de factores
positivos, debiendo comunicarse tal incidencia al penado afectado. En este supuesto, el Equipo Técnico hará
un especial seguimiento, informando al Centro Directivo de las novedades acaecidas.
Comunicación de la resolución. Debe notificarse al Centro Penitenciario y, además, al penado, pudiendo éste
interponer recurso ante el Juez de Vigilancia. Asimismo, debe notificarse al Ministerio Fiscal, dentro de los
tres días hábiles siguientes a la fecha de ser adoptado, junto con el informe de la Junta de Tratamiento.
Interposición de recurso. El penado y/o el Ministerio Fiscal podrán interponer recurso contra la resolución
del Centro Directivo ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria.
Resolución del recurso. El Juez de Vigilancia Penitenciaria resolverá la cuestión en forma de auto con efectos
estimatorios o desestimatorios, debiéndose notificar al penado afectado.
Recurso de reforma. El penado puede interponerlo contra la resolución anterior y ante el mismo Juez de
Vigilancia Penitenciaria.
Resolución del recurso de reforma. El Juez de Vigilancia resolverá nuevamente la cuestión en forma de auto
con efectos estimatorios o desestimatorios, debiéndose notificar al penado en cuestión.
Recurso de apelación. El penado puede interponer contra el anterior auto recurso de apelación ante el mismo
Juez de Vigilancia, siendo resuelto por el Tribunal sentenciador.
Resolución del recurso de apelación. El Tribunal sentenciador dictará auto, estimando o desestimando el
recurso, notificándose al penado.
N O T I F I C A C I O N E S
(Del acuerdo- resolución)
Resolución recurso
(Por auto, notificándose al penado)
Recurso de reforma
(Ante JVP)
Recurso de apelación
(Ante JVP y resuelve Tribunal sentenciador)
FIN
TOMA DE DECISIONES
Y ÓRGANOS IMPLICADOS
13.1.1 COMPOSICIÓN
(arts. 270, 272, 274, 276 y 278 RP)
Normativa aplicable
Procedimiento
Suponiendo que al penado le haya sido asignado un grado de tratamiento, el proceso completo de impugnación
contra esta resolución clasificatoria se desarrolla a través de las siguientes fases (recordar el procedimiento
9.1.1, de clasificación inicial):
Resolución del Centro Directivo (DGEP y RS). Debe producirse de forma escrita y motivada en el plazo
máximo de dos meses desde la recepción de la propuesta, pudiendo ampliar el plazo hasta dos meses más para
mejor observación de la conducta y consolidación de factores positivos, debiendo comunicarse tal incidencia al
penado afectado. En este supuesto, el Equipo Técnico hará un especial seguimiento, informando al Centro
Directivo de las novedades acaecidas.
Comunicación de la resolución. La resolución adoptada por el Centro Directivo (DGEP y RS) sobre la
propuesta de clasificación debe notificarse al Centro Penitenciario y, si se trata de tercer grado, al Ministerio
Fiscal. Igualmente, debe notificarse al penado afectado, quedando abierta la vía de recurso.
Interposición de recurso contra el grado. El penado podrá interponer recurso contra la resolución del Centro
Directivo bien ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria bien, por tratarse de delitos competencia de la
Audiencia Nacional, ante el Juez Central de Vigilancia Penitenciaria, al tener éste conocimiento preferente y
excluyente sobre las demás causas penadas. Al penado se le entrega recibo justificativo y el Director debe
remitir a la autoridad judicial competente el recurso en el plazo máximo de tres días.
Interposición de recurso contra el destino. Independientemente del recurso sobre el grado de clasificación,
el interno también puede recurrir el destino resuelto/acordado por el Centro Directivo (DGEP y RS) mediante
la interposición del recurso de alzada en el plazo de 1 mes (conforme arts. 121 y 122 LPACAP) ante el
Secretario Gral de IIPP. La resolución pone fin a la vía administrativa (arts. 114.1.a y 122.3 LPACAP), por lo
que se abre la vía judicial, pudiéndose interponer contra la misma recurso contencioso-administrativo ante el
TSJ de Madrid (Sala de lo Contencioso-administrativo), órgano competente por radicar en su circunscripción
la sede del órgano que dictó la resolución originaria (art. 14.1.primera LJCA) en el plazo de 2 meses contados
desde el día siguiente al de la notificación de la resolución del recurso de alzada (art. 46.1 LJCA).
Resolución del recurso contra el grado. El Juez de Vigilancia Penitenciaria o Juez Central de Vigilancia
Penitenciaria, resolverá el recurso en forma de auto con efectos estimatorios o desestimatorios, debiéndose
notificar al penado afectado.
Recurso de reforma. El penado puede interponerlo, sin necesidad de abogado y procurador, contra la
resolución anterior y ante el mismo Juez de Vigilancia Penitenciaria o Juez Central de Vigilancia Penitenciaria,
en el término de los 3 días siguientes a la práctica de la última notificación de la resolución. Al penado se le
entrega recibo justificativo y el Director debe remitir a la autoridad judicial competente el recurso en el plazo
máximo de tres días.
Resolución del recurso de reforma. El Juez de Vigilancia o Juez Central de Vigilancia Penitenciaria,
resolverá nuevamente la cuestión en forma de auto con efectos estimatorios o desestimatorios, debiéndose
notificar al penado en cuestión.
En el supuesto en que se deniegue la admisión del recurso de apelación podrá interponer recurso de queja ante
el mismo órgano que conoce del recurso de apelación (Tribunal sentenciador).
Resolución del recurso de apelación. El Tribunal sentenciador o, en su caso, Audiencia Nacional (si intervino
el JCVP), dictará auto, estimando o desestimando el recurso, notificándose al penado.
Recurso de casación para la unificación de doctrina. A pesar de no permitirlo expresamente la disposición
adicional quinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial para el Tribunal sentenciador y sí respecto a la
Audiencia Provincial y Audiencia Nacional, entiendo que contra el auto del Tribunal sentenciador, que no sean
susceptibles de casación ordinaria, podrá interponer el penado, a través de su letrado, recurso de casación para
la unificación de doctrina ante el Tribunal Supremo (Sala de lo Penal), el cual se sustanciará conforme a lo
prevenido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para el recurso de casación ordinario, con las particularidades
que de su finalidad se deriven.
Al penado se le entrega recibo justificativo y el Director debe remitir a la autoridad judicial competente el
recurso en el plazo máximo de tres días.
Recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Lo puede interponer una vez agotada la vía judicial
con la resolución del recurso de apelación. Si se otorga el amparo, el Tribunal Constitucional puede declarar la
nulidad del acto, reconocer el derecho y establecer el resarcimiento de daños y perjuicios.
Recurso ante Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El penado podría interponerlo tras haber agotado
los recursos internos por considerase víctima de violación de alguno de los derechos reconocidos en el
Convenio Europeo para la protección de Derechos Humanos y libertades públicas.
Comunicación resolución
(Al Centro penitenciario, Ministerio Fiscal -si 3º grado- y penado)
Interposición recurso
Recurso apelación
(Ante JVP/JCVP en 5 días. Necesidad abogado y
procurador. Entrega recibo y remisión en 3 días.
Si no se admite, recurso queja)
PENAS ALTERNATIVAS
Normativa aplicable
Procedimiento
La gestión de la pena de TBC puede definirse como el conjunto de trámites que permiten ejecutar esta pena.
Comienza con la recepción del testimonio de sentencia/ejecutoria y no finaliza hasta que informamos a la autoridad
competente sobre el cumplimiento efectivo de las jornadas de trabajo.
Se asigna, dentro de la SGIP, a la Subdirección General de Medio Abierto y de Penas y Medidas Alternativas
la gestión, coordinación y seguimiento de la pena de trabajo en beneficio de la comunidad. Y ello a través de los
Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas (SGPMA), como unidades administrativas encargadas de la
gestión de este tipo de penas.
La prescripción de la pena no queda paralizada por el inicio de las gestiones administrativas (citación,
entrevista, etc.) sino que es el Plan de Ejecución puesto en marcha (por el cumplimiento de la primera jornada de
trabajo) el que evita la referida prescripción.
La Administración Penitenciaria facilitará, con carácter general, a las autoridades judiciales y fiscales y a los
colegios de abogados, cuando así se reclamen por éstas, información relativa a esta pena, su forma de ejecución y
trabajo disponible. Esta información también se transmitirá a todas aquellas personas, previa solicitud de éstas, que
se encuentren en situación procesal susceptible de que se les aplique esta pena, así como a sus letrados.
Esta pena es considerada en nuestro ordenamiento como pena privativa de derechos, teniendo la consideración de
pena menos grave o leve.
El proceso completo de su ejecución se desarrolla a través de tres fases fundamentales:
Fase inicial: desde que se recibe la resolución o mandamiento judicial hasta que el penado es citado en
el Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas.
Fase de Ejecución propiamente dicha: desde que se realiza la valoración, se realiza propuesta de Plan de
Ejecución y éste es trasladado al Juez de Vigilancia Penitenciaria para su control, sin perjuicio de su
inmediata ejecutividad.
Fase de seguimiento y final: desde que se desarrolla la primera jornada de trabajo, su continuidad, y su
terminación dando cuenta del cumplimiento al Juez de Vigilancia Penitenciaria y al órgano jurisdiccional
competente para la ejecución, a los efectos oportunos.
En ambos supuestos se procederá de forma inmediata a la cita y con el mismo carácter de urgencia se procederá
en los sucesivos trámites del procedimiento (valoración, Plan de ejecución…).
Valoración/selección de trabajo por los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas y citación
al penado. Éstos realizarán la valoración del caso, para determinar la actividad más adecuada, Se le informa al
penado las distintas plazas existentes, con indicación expresa de su cometido y del horario en que debería
realizarlo. El procedimiento establecido para la citación es el de carta certificada. Por tanto, no se citará al
penado por teléfono. Todo ello para realizar el Plan de Ejecución. La citación de los penados/as se realiza
exclusivamente atendiendo al orden de prescripción que determina la aplicación informática. Como norma
general, el número de citas que se realicen cada mes no debería ser inferior al número de sentencias que tienen
entrada en el SGPMA en ese mismo periodo de tiempo. El número de citas diarias se ajustará por el
responsable del SGPMA teniendo en cuenta las plazas disponibles y el número de profesionales con que
cuente. Se citará a cada penado/a en una única carta certificada para realizar la valoración que determine su
plan de ejecución. Correos practica dos notificaciones de esa única cita y permanencia en sus oficinas durante
7 días a disposición del destinatario, en caso de notificación infructuosa. Como norma general, tiene poco
sentido citar a los penados/as a largo plazo. Se debe procurar no ir más allá de un par de meses.
Hay que resaltar los siguientes supuestos específicos:
Que el penado realice una propuesta. Se escuchará.
Cuando las circunstancias o características vinculadas a la persona condenada, o derivadas de su etiología
delictiva, así lo aconsejen, los profesionales de los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas
ofertarán al penado que la pena de TBC se cumpla con su participación en talleres o programas
formativos o de reeducación, laborales, culturales, de educación vial, sexual y otros similares, de los que
la Administración Penitenciaria venga desarrollando como parte de las políticas públicas de esta
naturaleza, o que cuenten con su aprobación si el cumplimiento mediante esta modalidad se realizara en
un ámbito o institución no penitenciaria.
Al citar al penado, los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas le advertirán de las
consecuencias de su no comparecencia. En los supuestos de incomparecencia no justificada remitirán los
testimonios oportunos al órgano jurisdiccional competente para la ejecución. Cuando un penado/a no
acude a la cita se debe comprobar que no se encuentre en un Centro penitenciario. Cuando un penado/a no
acude a la cita (y no está ingresado en un Centro penitenciario) se comunica al Juzgado ejecutor, como
máximo 1 mes después de producida la incomparecencia y se archiva el expediente en ese mismo acto.
Apertura de expediente. Habrá un expediente por cada penado/a. El expediente debe ser el conjunto de todos
los documentos y datos referentes al penado/a ordenado de forma que permita obtener información útil sobre
el desenvolvimiento de la pena de TBC, por lo que deberá seguirse para su formación el orden sistemático de
Ejecución de la pena. En el caso de que un mismo penado/a tenga diferentes responsabilidades, cada una de
ellas formará una subcarpeta del expediente. Los expedientes físicos se clasificarán únicamente en 2
apartados: expedientes activos y expedientes archivados. En cada uno de ellos se colocarán siguiendo el orden
alfabético.
Verificación del inicio del cumplimiento de la pena. Una persona/s del Servicio de Gestión de Penas y
Medidas Alternativas verificará diariamente el inicio del cumplimiento de cada pena conforme al Plan de
ejecución realizado. Si transcurrida 1 semana no se tuviese constancia de la incorporación del penado a su
tarea, se realizará la comprobación por la vía que permita obtener la información con la mayor prontitud
(teléfono, correo electrónico). Ante la inasistencia del penado/a al inicio del cumplimiento se le citará
formalmente para que comparezca en el Servicio de Gestión y valorar las circunstancias de su no
incorporación. Solo después de la citación se podrá notificar al Juez de Vigilancia Penitenciaria (si se
considera que puede ser causa de incumplimiento) procediendo al archivo del expediente. Como norma
general, el cumplimiento de la pena debe dar comienzo a la mayor brevedad una vez recibida la ejecutoria
correspondiente y, en todo caso, para las penas de hasta 30 jornadas, antes de 1 año desde la fecha de firmeza
de la sentencia, debiéndose priorizar aquellas sentencias en las que se presente un plazo de ejecución más
perentorio.
Ejecución de la pena por la entidad o institución. Debe estar regida por un principio de flexibilidad que
compatibilice el normal desarrollo de las actividades diarias del penado con el cumplimiento de la pena
impuesta. Cada jornada laboral tendrá una extensión máxima de ocho horas diarias. Si concurre causa
justificada, se podrá contemplar el cumplimiento de la pena de forma partida, en el mismo o diferentes días.
El penado no recibe retribución.
Seguimiento por los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas. El penado debe seguir las
instrucciones que reciba del Juez de Vigilancia y de los citados Servicios de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas, asi como las directrices de la entidad para la que preste el trabajo. El seguimiento implica la
constatación del adecuado cumplimiento de la pena. En penas de más de 6 meses de ejecución, se tiene que
planificar un seguimiento periódico contactando con la entidad. En las penas de corta duración (menos de 6
meses), no se hará más seguimiento que la comprobación de inicio y fin de las jornadas, salvo las incidencias
que fueran comunicadas.
Comunicación en cadena de las incidencias. La Administración pública o entidad privada que desarrolle
actividades de utilidad pública y que haya facilitado el trabajo al penado informará periódicamente a los
Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas de la actividad que va siendo desarrollada por el penado
y de las incidencias relevantes durante el desarrollo del plan de ejecución, así como de la finalización del
mismo. A su vez, los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas deben comunicar al Juez de
Vigilancia tales incidencias. No se podrá facilitar a las entidades copia de las sentencias, autos de ejecución, ni
se informará sobre el tipo de delito que ha cometido el penado/a. Se consideran incidencias graves que puedan
dar lugar a un incumplimiento, las debidamente comprobadas que consistan en: ausencias injustificadas como
rechazo voluntario al cumplimiento de la pena; rendimiento sensiblemente inferior al mínimo exigible;
incumplimiento reiterado y manifiesto de las instrucciones del responsable de la actividad y cualquier otra
conducta que motive que el responsable de ésta se niegue a su continuidad.
FASE INICIAL
Apertura de expediente
(1 por cada penado. Lo forma el conjunto documentos/datos referentes al penado. Si tiene diferentes responsabilidades, cada una de ellas
formará una subcarpeta del expediente. Clasificación expedientes activos y archivados por orden alfabético)
Ejecución pena
(Por Entidad o Institución conforme principio flexibilidad)
Seguimiento
SGPMA Incidencias Entidad/Institución SGPMA JVP