Actividad: ortografía acentual, uso de punto y de coma

1. Leer el texto las veces que estimes necesarias para entenderlo

2. Divídelo en párrafos
3. Corrige (si es necesario) tildes.
4. Corrige (si es necesario) puntos.
5. Corrige (si es necesario) puntos.
6. Si lo crees necesario, puedes modificar el texto.

iquique 8 de febrero de 2022. Hola Katy ¿Como estas? A pesar de que no te haya escrito te he recordado mucho. ¿Como han
estado tus vacaciones? Yo te cuento que he hecho de todo: salir comer bailar jugar, absolutamente de todo sin embargo hubo
algo que realmente me dejo sin palabras. Aquí va mi historia. Iba caminando tranquilamente por la costanera cuando de
repente veo a una hermosa chica bajarse de un crucero se llamaba Anja (lo supe pues a medida que los pasajero iban bajando,
el capitán se despedía de cada uno de ellos: que memoria) no me pregunte como pero instintivamente me acerqué a ella y
me presenté era finlandesa y según me enteré venía a chile en busca de un antiguo amor en ese preciso momento mi corazón
se destruyo no te lo niego pues apenas la vi quede hipnotizado por su belleza sabiendo que tenia el tiempo a mi contra hice
de todo para que esos primeros minutos valieran oro la invite pues a un breve recorrido por el casco historico de la ciudad. A
pesar de que era un panorama muy atractivo, declino mi invitacion pues segun ella “no podia confiar en mi pues me acababa
de conocer” evidentemente tenia razon pero algo me hizo volver a insistir proponiendo esta vez ir a un cafe: “Si el problema
es ese, entonces te invito a una café así nos podemos conocer y podrás sentirte más segura. ¿que me dices?”. Balbuceo
algunas palabras en fines (idioma, por cierto, muy interesante) que solo pude adivinar por el tono en que me las dijo; su
respuesta era afirmativa, pero aun sentía cierta temor eso era seguro una vez en el café los animos se relajaron y Anja se
sentia eso era muy obvio mas tranquila. Hablamos prácticamente de todo y durante horas. Ella me confesó que nunca se
había reido tanto en una cita:

- “¿En un cita? ¿Estas segura de que quieres que esto sea una cita Anja? Confundida y algo molesta me respondio:

-“Claro, una cita. ¿Que otra cosa es esto si no una cita, Pepe?

- Esta bien, es una cita pero solo hay un problema con eso

-¿Cual seria?

- Que despues de esta, tu deberás invitarme. Como decimos en Chile, no hay primera sin segunda.

Seguimos en el café por unas cuantas horas más, hasta que lo cerraron anja no sabia donde ir pues su idea era desembarcar
y conseguir hospedaje y lógicamente a las 23:45 era poco probable lograrlo pensé por unos instantes en invitarla a pasar la
noche conmigo (en camas separadas, por supuesto), pero finalmente le di el dato de unas amigas que viven juntas y que
seguramente podrían darle un espacio en su casa para que pasara la noche:

-Estoy bien creo que pasare la noche en la playa necesito ordenar mi cabeza

-¿Es la playa? Esto no es finlnadia, amor…

-¿Amor? ¿Qué te hace pensar que soy tu amor pepe? Que la hayamos pasado bien hoy no significa nada más que eso

-Perdón, no quise ofenderte. Solo fue una forma de decir. Y si lo dije fue porque, no sé, fue algo inconsciente.

-Pepe: Nosotros los finlandeses somos directos: uds., para nada.

-No me ofendes, solo me asustas. Bueno, creo que es todo. Fue un gusto, Pepe, y gracias por esta tarde. Lastima que se haya
arruinado de esa forma. Y así, es como conocí y perdí a la que podría ser el amor de mi vida. ¿Muy
exagerado, o no? ¿Crees que hice bien, que hice mal? ¿Has tenido alguna vez un amor de verano?
Cuéntame. Te mando saludos y espero que estés bien. Pepe. P.D.: Cuando Anja se marchó dejó caer
una foto de su billetera que solo vi cuando ella ya iba lejos hacia la playa. Es lo único que me quedó de
ella. Te la adjunto a la carta.