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En “La muñeca menor” escrita por Rosario Ferré (Puerto Rico, 1938-2016), se cuenta la
historia de una mujer que vive con un camarón de río en la pierna. Desde las muñecas que crea la
mujer hasta los médicos que le tratan, la mayoría de los elementos de la historia parecen ser
símbolos con muchas interpretaciones posibles. Tan interesante como lo que se cuenta en la
historia es el ritmo con que se cuenta y se revela. Debido al uso de la demora, la caracterización
y el tema dominante de los estereotipos de género se desarrollan de una manera más profunda e
impactante.
Hay varios ejemplos de la demora en la historia, pero hay tres instantes que más llaman la
atención. La primera es el hecho de que el médico no le curó a la tía a propósito, a fin de poder
seguir ganando dinero por sus visitas mensuales. Es un giro impresionante en la trama que intriga
e interesa, pero también sirve para desarrollar los personajes que se presentan en la obra. En vez
hasta el momento en el que conocemos al hijo del médico. De repente sabemos mucho más
acerca del médico y su hijo, quien no lleva la culpa precisamente, pero quien fue criado por el
médico. Además de cambiar por completo como se percibe el médico, quien antes ni importaba
como personaje, es una introducción al hijo muy impactante que informa su carácter como
a las de las otras sobrinas. Lo único que se comenta cuando la lleva de la casa la sobrina menor
es que ella la encuentra “tibia” (p. 4). Por fin, al final de la historia cuando salen las chágaras por
los ojos de la muñeca, se revela que esta muñeca tiene una magia que la aparte de las demás.
Aunque depende de interpretación personal, parece muy probable que así la crea la tía después
tía como lo conoce el lector. En vez de ser alguien que ni entiende una estafa cuando se le revela,
es una mujer que tiene la capacidad y la paciencia para vengarse de una manera salvaje. El
comento pasajero de que la tía comienza la última muñeca “con amplia anticipación” también
llega a tener un significado muy diferente. Así es que por demorar revelar cierta información, el
después de sacarle los ojos el joven médico. Cuando desaparece la muñeca, su esposa dice que se
la comieron las hormigas debido a la miel que contiene. Algunas pistas sirven para dar a
entender que la menor ya no es lo mismo que antes, como el hecho de que siempre tiene los ojos
bajos como la muñeca a la cual sacó los ojos, y huele a guanábana como su tía, y parece no
envejecer nunca. Sin embargo, el narrador no ofrece explicación ninguna hasta la última oración
de la historia en que se revela que no era la muñeca que desapareció, sino que era la esposa. Otra
vez, no se dice de una manera muy clara como es que pasó todo, pero es razonable decir que en
vez de pasar toda la vida como una muñeca que se sienta todos los días en un “cubo de calor”, la
sobrina menor decidió dejar atrás al marido que había confirmado tener no sólo “el perfil de
silueta de papel, sino también el alma” (p. 4), y que en su lugar quedó la muñeca. Más de ser
posible esta interpretación, permite que esta demora siga el patrón que establecen las otras
demoras en que sirve para revelar el carácter del último personaje central de la historia, la
sobrina menor. No es una esposa dócil y mansa, sino una que se resiente de la opresión de su
marido y decide no soportarla. Esta demora revela un aspecto de su carácter que ni se insinúa
significativas. Pero ¿con cuál propósito? Uno nota que el médico y el hijo, que al inicio parecen
no tener falta particular pero que son revelados como impostores y opresores, son ambos
hombres. Por otro lado, la tía y la hija que parecen al inicio ser débiles y dóciles, pero por lo que
se demora en contar son reveladas como personas inteligentes y fuertes, son las dos mujeres.
Quizá quiera decir esta historia que no se puede saber el carácter de una persona por su género.
Las generalizaciones que se basan en sexo no aplican al final en las mujeres de esta obra. El
sienten. Hay ciertas suposiciones que se hacen primero y después se tiene descartar, con el
resultado de ver más claro el potencial que tiene todos de ser bueno o malo, perceptivo o ciego,
fuerte o débil.
Además de entretener o interesar, las demoras de esta historia sirven para crear
personajes dinámicos y redondos con secretos y motivos personales. También hacen que uno
duda de las suposiciones que tiene acerca de las personas y por qué es que las tiene. Por medio
de estos personajes, se crea un mundo dentro de la historia en donde las personas pueden ser muy
diferentes de lo que parecen ser. A pesar de los estereotipos de género, las mujeres pueden ser
fuertes y la opresión patriarcal que sufren muchas mujeres se puede superar. Después, se le deja
al lector decidir si es que este mundo ficcional refleja o no el mundo en que vive.