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Ficha técnica:

Monopolio y estrategias de estructuras con poder de mercado

Autor(es): Monopolio y estrategias de estructuras con poder de mercado; Solange Finkelsztein

Contenidos

1. Introducción al monopolio y estructuras con poder de mercado


2. Discriminación de precios

1
1. Introducción al monopolio y estructuras con poder de mercado

Existen cuatro estructuras de mercado: competencia perfecta, monopolio, oligopolio y competencia


monopolística. Con excepción de la primera, el resto de las estructuras le permite al empresario fijar
precio, dado que enfrenta una demanda con pendiente negativa. Difiere en la competencia perfecta
porque, al no haber barreras a la entrada y siendo el producto homogéneo, es factible el ingreso de
nuevos competidores y no hay chances de cobrar un precio diferente del competidor.

En el resto de las estructuras de mercado, el oferente tiene posibilidades de fijar precios debido a
que cuenta con poder de mercado.

En el caso del monopolio, existe un único oferente porque se impide el acceso de nuevos
competidores al mercado, es decir, existen barreras a la entrada. La barreras a la entrada pueden
ser legales, económicas e incluso estar creadas artificialmente por el monopolista. Mientras existan
estas barreras, el monopolista tendrá la posibilidad de acceder a ganancias o beneficios
extraordinarios (un saldo en la diferencia entre ingresos y costos).

El oligopolio tiene la característica de contar con pocos oferentes. En este tipo de estructura existe
interdependencia estratégica. Dependiendo de cómo se dé el juego estratégico entre competidores,
el hecho de ser pocos será más o menos redituable. Si logran ponerse de acuerdo para no competir,
existirá la posibilidad de fijar precios mediante un acuerdo de colusión. Sin embargo, muchas veces
el juego se vuelve no cooperativo y los competidores terminan actuando de un modo similar a la
estructura de competencia perfecta, entrando en una guerra de precios. De esta manera, no podrán
aprovechar el poder de mercado ni acceder a los beneficios que conlleva.

La competencia monopolística tiene la característica de contar con muchos oferentes, al igual que
en la competencia perfecta, pero con la diferencia que estos trabajan con la estrategia de
diferenciación de producto. Así, la percepción por parte del consumidor de estar consumiendo un
producto “distinto” del que ofrece el otro competidor les permite obtener, al menos
temporalmente, cierto poder de mercado.

Las estructuras de mercado, ordenadas de menor a mayor poder de mercado, se podrían ubicar en
la siguiente línea:

Menor Mayor

Competencia Competencia
Oligopolio Monopolio
Perfecta Monopolística

2
Fuente: Elaboración propia.

El Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH) refleja el poder de mercado que existe en un mercado


determinado. Se calcula sumando los cuadrados de las cuotas de mercado porcentuales de los
participantes del mercado. La competencia perfecta arrojará un IHH cercano a cero, mientras que
el Monopolio absoluto tendrá un IHH de 10.000 (1002 = 10.000).

IHH = (participación de la empresa 1 en porcentaje)2


+ (participación de la empresa 2 en porcentaje)2 + ⋯
+ (participación de la ultima empresa en porcentaje)2

2. Discriminación de precios

Es lógico que aquellos oferentes que se encuentren en una estructura con cierto poder de mercado
busquen sacar rédito del mismo. La discriminación de precios es una de las estrategias que les
permite sacar provecho del poder de mercado: consiste en cobrar un precio diferente según el tipo
de consumidor (y su disposición a pagar) y según la cantidad que desee comprar.

Existen tres tipos de discriminación de precios: de 1er, 2do y 3er grado. La discriminación de precios
de primer grado o perfecta, es aquella en la que el oferente, pudiendo identificar quien es el
consumidor con mayor disposición a pagar y de acuerdo a la cantidad que el consumidor compre,
cobrará el precio máximo posible a cada cliente.

En algunos casos, el oferente no podrá determinar qué tipo de consumidor es el que acude a
comprar sus productos. Por tanto, deberá recurrir a la discriminación de precios de 2do grado, que
consiste en cobrar diferente precio según la cantidad que compre: estos son los descuentos por
cantidad. Otra alternativa es tomar la calidad como criterio, obligando de este modo al cliente a
revelar qué tipo de consumidor es. A modo de ejemplo, en las líneas aéreas, esta estrategia se verá
reflejada a través de la existencia de clase turista y clase Business.

En otras ocasiones, el oferente podrá distinguir el tipo de cliente pero no podrá alterar la calidad o
cantidad del producto. De este modo, fijará precios distintos según el tipo de consumidor sin
importar que cantidad compre. Este tipo de discriminación de precios se denomina de 3er grado.
Un ejemplo de ello podría ser el descuento por jubilado en los supermercados.

Es interesante notar que un monopolista ordinario que no discrimina precios suele fijar precios más
elevados y ofrecer menores cantidades que un mercado de competencia perfecta, volviéndose
ineficiente. Cuando se realiza una discriminación de precios perfecta, el monopolista puede poner
a la venta el mismo número de unidades que vendería en competencia perfecta, retornando la
eficiencia en términos de la cantidad máxima ofrecida.

Bibliografía utilizada

3
1. SAMUELSON, Paul A. y NORDHAUS, William D. Economía. 18ª ed. Capítulos 9 y 10: “La
competencia imperfecta y el monopolio” y “El oligopolio y la competencia monopolística”.
McGraw-Hill Interamericana, 2006, pp. 163-199. ISBN: 9781456247140.

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