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El ayuno que agrada a Dios

¿Ustedes ayunan? ¿Es obligatorio ayunar? ¿Cuál debe ser la motivación del ayuno?

Ayunar es una de las disciplinas espirituales que nos viene bien ejercer como cristianos.
Nos ayuda a fortalecer nuestro espíritu y a acercarnos má s a Dios ya que nos ofrece la
oportunidad de negar algo a nuestro cuerpo y a escoger voluntariamente dar prioridad a
algo espiritual: nuestra relació n con Dios.

El significado bá sico de la palabra ayuno es la abstenció n completa o parcial de comida y/o


bebida por un período de tiempo. Quiere decir que cuando decidimos ayunar por un
tiempo específico, se sobrentiende que dejaremos de comer o beber completa o
parcialmente.

Ayunar, significado en la RAE.

1. intr. Abstenerse total o parcialmente de comer o beber.

2. intr. Abstenerse total o parcialmente de tomar alimento o bebida por precepto religioso.

3. intr. Privarse o estar privado de algú n gusto o deleite.

El ú nico ayuno mandado por Dios como ley en el Antiguo Testamento es el ayuno del Día de
Expiació n (Levítico 16:29-31) combinado en esa ocasió n con el día de reposo. Todo el
pueblo debía ayunar un día completo para la purificació n de los pecados. En ese día se
ofrecía el sacrificio de un macho cabrío (escogido entre dos) que, de forma simbó lica,
llevaba los pecados del pueblo.

Lev 16:29 »Este mandamiento no só lo es vá lido para los israelitas, sino para todo
refugiado en el país. El día sé ptimo del mes de Té bet no deberá n comer nada ni hará n
ningú n trabajo. Será un día de descanso completo y de ayuno, pues en ese día yo les
perdonaré todos sus pecados.

Para Israel, el Día de la Expiació n era el día má s grande del añ o. La palabra hebrea para
expiación significaba "cubrir". Los sacrificios del Antiguo Testamento realmente no podían
quitar los pecados, só lo los cubrían. En este día, el pueblo confesaba sus pecados como
nació n y el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo para hacer expiació n por ellos. Se
realizaban sacrificios y se derramaba sangre para que así pudieran ser "cubiertos" los
pecados del pueblo. El sacrificio de Cristo en la cruz daría a toda persona la oportunidad de
librarse para siempre del pecado en su vida.
Una pregunta sobre el ayuno

Mat 9:14 Los discípulos de Juan el Bautista fueron a ver a Jesú s y le preguntaron: —
Nosotros y los fariseos ayunamos mucho. ¿Por qué tus discípulos no hacen lo mismo?
Mat 9:15 Jesú s les respondió : —En una boda, los invitados no está n tristes mientras el
novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los
invitados ayunará n.
Mat 9:16 »Si un vestido viejo se rompe, no se le pone un parche de tela nueva. Porque al
lavarse el vestido viejo, la tela nueva se encoge y rompe todo el vestido; y entonces el dañ o
es mayor.
Mat 9:17 »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos, porque cuando el vino nuevo
fermenta, hace que se reviente el cuero viejo; así se pierde el vino nuevo, y se destruyen los
recipientes. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo. De ese modo,
ni el vino ni los recipientes se pierden.

Los discípulos de Juan urgían al arrepentimiento del pecado y a la preparació n para la


venida del Mesías. Los discípulos de Jesú s no tenían la urgencia de preparar a la gente para
la venida del Mesías porque estaba con ellos. Jesú s no condenó el ayuno: El mismo lo
practicaba. Enfatizó que debía hacerse por razones justas.

El ayuno sugiere luto, pero la presencia de Jesú s junto a sus discípulos, que inaugura el
reino de los cielos, es una ocasió n de gozosa celebració n, tal como ocurre en un banquete
de bodas. La respuesta de Jesú s demuestra ademá s el error del ayuno tradicional, que falla
en discernir las específicas orientaciones de Dios.

Las viejas formas del judaísmo no podían contener la frescura espiritual del evangelio. La
gracia no puede ser esparcida o introducida en el sistema del legalismo hebreo. En lugar de
remendar un frá gil, desgastado y obsoleto sistema, Jesú s vino a ofrecer una vida nueva,
basada en la fe.

El ayuno que agrada a Dios

Isa 58:6 ¡Pero en realidad no es así! »El ayuno que a mí me agrada es que liberen a los
presos encadenados injustamente, es que liberen a los esclavos, es que dejen en libertad a
los maltratados y que acaben con toda injusticia;
Isa 58:7 es que compartan el pan con los que tienen hambre, es que den refugio a los
pobres, vistan a los que no tienen ropa, y ayuden a los demá s.
Isa 58:8 »Los que ayunan así brillará n como la luz de la aurora, y sus heridas sanará n muy
pronto. Delante de ellos irá la justicia y detrá s de ellos, la protecció n de Dios.
Isa 58:9 »Si me llaman, yo les responderé ; si gritan pidiendo ayuda, yo les diré : “Aquí
estoy”. Si dejan de maltratar a los demá s, y no los insultan ni los maldicen;
Isa 58:10 si ofrecen su pan al hambriento y ayudan a los que sufren, brillará n como luz en
la oscuridad, como la luz del mediodía.
Isa 58:11 »Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré
fuerzas a su cuerpo, y será n como un jardín bien regado, como una corriente de agua.
Isa 58:12 Reconstruirá n las ruinas antiguas, reforzará n los cimientos antiguos, y los
llamará n: “Reparadores de muros caídos”, “Reconstructores de casas en ruinas”.
Isa 58:13 »Respeten el día de descanso, y no se ocupen de sus negocios. Que ese día sea
santo para ustedes, y un motivo de alegría. Que sea un día dedicado só lo a mí. »Si respetan
ese día, dejando de hacer negocios y de hablar inú tilmente,
Isa 58:14 entonces yo, su Dios, seré su alegría. Los haré gobernantes del país y les
entregaré la tierra que prometí a su antepasado Jacob. Les juro que así será ».

Dios nos insta a amarlo solo a él, amar a nuestro pró jimo, ser obedientes y
misericordiosos. Hacer las cosas con un corazó n sincero para agradarle.

En este texto de Isaías vemos con má s claridad cuá l es el ayuno que agrada a Dios. Dejar de
comer por cumplir un ritual no tiene ningú n poder o efecto espiritual sobre nosotros.
Tampoco nos beneficia para nada dejar de comer o beber y seguir haciendo cosas que van
en contra del corazó n de Dios. En los primeros cinco versículos de este capítulo Dios le
había dicho al pueblo de Israel que aunque é l veía cosas buenas en ellos, no estaba nada
contento con la forma en que procedían el día de ayuno. Parece que ayunaban para
impresionar a los demá s, y la actitud que tenían durante el ayuno reflejaba las contiendas
existentes entre unos y otros.

ZACARÍAS 7

Zac 7:1 En el cuarto añ o del gobierno de Darío, rey de Persia, los habitantes de Betel
preguntaron a los profetas y a los sacerdotes si debían seguir ayunando los días cinco de
cada mes. Para eso enviaron al templo del Dios todopoderoso a Sarezer y Ré guem-mé lec, y
a su gente. Era el día cuatro del mes de Quislev. «Zacarías,

Zac 7:5 diles de mi parte a los sacerdotes y a toda la gente de este país: “Durante los
ú ltimos setenta añ os ustedes han estado ayunando todos los meses quinto y sé ptimo. Pero
no lo hacen pensando en mí.
Zac 7:6 Y cuando dejan de ayunar, comen pensando só lo en ustedes.
Zac 7:7 Esto que ahora les digo ya lo dije hace mucho tiempo por medio de los profetas,
cuando aú n estaban habitadas Jerusalé n y las ciudades vecinas, cuando aú n se vivía en paz
en el desierto y en la llanura”».
Zac 7:8 El Dios todopoderoso también me dio este mensaje: «Ustedes deben tratar a los
demá s con justicia, amor y compasió n.
Zac 7:10 No maltraten a nadie, ni hagan dañ o a los demá s; en vez de hacer planes
malvados, cuiden de las viudas, de los hué rfanos, de los pobres y de los refugiados.
Zac 7:11 »En el pasado, puse mi espíritu en los profetas para que ellos les comunicaran mis
mensajes. Pero ustedes siempre han sido tercos; en vez de obedecerme, me abandonaron y
no me hicieron caso. Por eso me enojé y les dije:
Zac 7:13 “Como ustedes no me hicieron caso cuando yo los llamé , tampoco yo les haré caso
cuando me llamen. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré ”.
Zac 7:14 »Por eso los dispersé por naciones que ustedes no conocían. Por eso su país
quedó hecho un desierto, por el que nadie se atrevía a pasar. Por culpa de ustedes, su
hermoso país quedó abandonado y en ruinas».

Vemos cuá n importante es que examinemos nuestro corazón y entendamos bien qué
nos motiva a ayunar. Dios conoce nuestros corazones, é l sabe si lo hacemos por motivos
egoístas o si realmente ayunamos como ofrenda a é l con el deseo de experimentar su
presencia de una forma especial. El ayuno debe ser un acto de humildad y sacrificio ante
Dios, un gesto que expresa lo mucho que le necesitamos a é l en nuestras vidas.

SOMBRA DE LO QUE HABIA DE VENIR

Heb 10:1 La ley de Moisé s era só lo una muestra de lo bueno que Dios nos iba a dar, y no lo
que en verdad nos daría. Por eso, la ley nunca puede hacer perfectos a los que, cada añ o,
van al santuario a ofrecer a Dios los mismos sacrificios de siempre.
Heb 10:2 Si en verdad la ley pudiera quitarles el pecado, no se sentirían culpables y
dejarían de ofrecer sacrificios a Dios.

Col 2:16 No dejen que nadie los critique por lo que comen o beben, o porque no celebran
ciertas fiestas ni respetan los días de luna nueva o de descanso.
Col 2:17 Todo eso no era má s que la sombra engañ osa de lo que estaba por venir. Lo real y
verdadero es Cristo.

El Fariseo y el Publicano

Luc 18:9 Una vez, Jesú s estuvo hablando con unas personas, de esas que se creen muy
buenas y que siempre está n despreciando a los demá s. A estas, Jesú s les puso este ejemplo:
Luc 18:10 «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno de ellos era fariseo y el otro era
cobrador de impuestos.
Luc 18:11 »Puesto de pie, el fariseo oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los
demá s hombres. Ellos son ladrones y malvados, y engañ an a sus esposas con otras mujeres.
¡Tampoco soy como ese cobrador de impuestos!
Luc 18:12 Yo ayuno dos veces por semana y te doy la dé cima parte de todo lo que gano.”
Luc 18:13 »El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó un poco má s atrá s. Ni siquiera
se atrevía a levantar la mirada hacia el cielo, sino que se daba golpes en el pecho y decía:
“¡Dios, ten compasió n de mí, y perdó name por todo lo malo que he hecho!”»
Luc 18:14 Cuando terminó de contar esto, Jesú s les dijo a aquellos hombres: «Les aseguro
que, cuando el cobrador de impuestos regresó a su casa, Dios ya lo había perdonado; pero
al fariseo no. Porque los que se creen má s importantes que los demá s, son los menos
valiosos para Dios. En cambio, los má s importantes para Dios son los humildes.»
CRISTO ES SUFICIENTE

Jua 5:39 »Ustedes estudian la Biblia con mucho cuidado porque creen que así alcanzará n la
vida eterna. Sin embargo, a pesar de que la Biblia habla bien de mí,
Jua 5:40 ustedes no quieren creer en mí para alcanzar la vida eterna.
Jua 5:41 »A mí no me interesa que la gente hable bien de mí.
Jua 5:42 Ademá s, a ustedes los conozco muy bien, y sé que no aman a Dios.
Jua 5:43 É l es mi Padre, y me ha enviado, pero ustedes no me han aceptado. Sin embargo, a
quien viene por su propia cuenta, ustedes sí lo reciben.
Jua 5:44 ¡Có mo van a creerme, si les gusta que sea la gente la que hable bien de ustedes, y
no el Dios ú nico!
Jua 5:45 »No crean que yo voy a acusarlos con mi Padre. Ustedes han confiado en lo que
Moisé s escribió , y será Moisé s quien los acuse.
Jua 5:46 Si le creyeran a Moisé s, tambié n creerían en mí, pues é l escribió acerca de mí.
Jua 5:47 Pero si no creen en lo que é l escribió , ¿có mo van a creer en lo que yo les digo?»

Jua_5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió , tiene
vida eterna; y no vendrá a condenació n, mas ha pasado de muerte a vida.
Jua_17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el ú nico Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado.
Final

Mat_17:21 Pero este género no sale sino con oració n y ayuno.

El ayuno, y todo lo que se hacía por obligación bajo la ley, pasa a ser hecho por amor
y agradecimiento al Padre, mostrando nuestro anhelo de disfrutar de su presencia y
su cercanía.

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