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Las criptomonedas son un medio de intercambio digital que funciona como si fuera una
moneda. Del mismo modo, una criptomoneda es una cadena de datos que indica una
unidad. La principal diferencia de éstas últimas con las monedas convencionales es que
las criptodivisas son completamente descentralizadas, es decir, no son controladas, ni
supervisadas por ningún gobierno, estas son monitoreadas por un protocolo de Internet
P2P. Estas monedas digitales se crean a través de un proceso llamado “minería”, donde
se los mineros van añadiendo los registros de las operaciones que se realizan al libro
público mayor de determinada criptomoneda. Todas las transacciones ocurren de
inmediato en cada una de las plataformas y son agregadas al libro público, donde
pueden ser visualizadas por cualquier persona de la red.
Cada una de las transacciones que se realizan son enviadas entre pares desde las billeteras
de las personas que se encuentran involucradas en la transacción, justo en el momento en
que coinciden los códigos públicos. Estos códigos públicos se encuentran relacionados con
cada una de las contraseñas privadas o claves criptográficas creadas por los usuarios y se
encargan de que cada transacción llegue al monedero digital de la otra persona. Luego, las
transacciones que se realizaron se registran en el libro mayor público, mejor conocido como
“Blockchain” o en español: cadena de bloques. Cualquier usuario que forme parte de la
misma criptomoneda podrá acceder al libro mayor, siempre y cuando haya descargado una
billetera de nodo completo en lugar de un monedero virtual, como por ejemplo Coinbase.
Una vez hayan accedido podrán visualizar los montos de cada una de las operaciones, más
no el número de cuenta (ya que está encriptado). Entonces, como se producen numerosas
operaciones al mismo tiempo, deben ir siendo agregadas secuencialmente, una detrás de la
otra… Es una cadena de bloques de transacciones.
Los usos de las criptomonedas son múltiples, aunque suelen ser empleadas principalmente
para las actividades comerciales. Sin embargo, aquí te enseñamos todo lo que puedes hacer
con ellas.
comprar productos
Las criptomonedas son aceptadas en muchos sitios para realizar transacciones en línea,
pagos en línea y fuera de la misma. Hoy en día es posible pagar vuelos, aplicaciones
móviles, joyas, estadías en hoteles, repuestos para tu computador y cualquier bien que
puedas imaginarte.
Inversiones
Como lo hemos mencionado antes, las monedas digitales se consideran una de las
inversiones más atractivas que se encuentran disponibles. El número de personas que se
arriesga e invierte, obtiene grandes ganancias. Incluso, existen quienes afirman que gracias
a estas inversiones se han convertido en “millonarios”.
Pagos comerciales
Las criptomonedas son aceptadas como pago, tal y como sucede con el efectivo tradicional.
También es posible retirar efectivo, usando el Coin ATM Radar podrás verificar cuál de los
1.800 cajeros distribuidos en 58 países se encuentra cerca de ti para que canjees tus
criptomonedas por dinero fiduciario. En el caso de América Latina, el mercado de
criptomonedas más grande se encuentra en México, allí es posible pagar e incluso, comprar
criptomonedas en tiendas de conveniencia como Seven Eleven.
Bitcoin: en 2008 fue creada por varias personas bajo el nombre de Satoshi Nakamoto.
El funcionamiento de la red Bitcoin es bastante simple pero al mismo tiempo muy
seguro.
Ethereum: da mucha seguridad en el mercado porque sus bases de datos están
distribuidas en distintas fuentes. No solo se ha convertido en un método de pago en
miles de tiendas virtuales y páginas web, si no que su tecnología es utilizada por gran
cantidad de proyectos diferentes en todo el mundo. De hecho, muchas de las mejores
criptomonedas para invertir usan la red de Ethereum como base.
Ripple: fue creada por los antiguos desarrolladores de Bitcoin con el objetivo de
mejorar las prestaciones. El objetivo principal de Ripple es conectar bancos,
proveedores de pagos permitiendo que los pagos sean más rápidos. Al igual que el
Bitcoin, el Ripple se trata de un sistema totalmente seguro y encriptado cuya
información de las transacciones son públicas pero la información del pago no es así
pues, por un lado permite la realización de transacciones condicionadas por la
inmediatez y por otro lado uno de los beneficios de esta divisa es que también colabora
con entidades bancarias, un hecho que inspira confianza.
Litecoin: Otra de las criptomonedas con más futuro hoy en día es Litecoin. Ésta nació
en el año 2011 para convertirse en una alternativa al Bitcoin. Una de las ventajas en las
transacciones con Litecoin es la rapidez en completar el proceso.
Solana: Es una red de código abierto que tiene como objetivo aumentar la velocidad de
las transacciones al tiempo que garantiza la descentralización. Su sistema es similar al
de Ethereum y se utiliza en aplicaciones de inversión, juegos y redes sociales. Ha
conseguido crear una red de alto rendimiento, rápida y capaz de ejecutar un gran nivel
de operaciones gracias a un método original de orden de transacciones. Lo que
diferencia a Solana es su protocolo de verificación de operaciones conocido como Proof
os History, una manera de mejorar el tiempo dedicado a la confirmación del orden de
las transacciones.
Binance: es el token nativo de la plataforma de intercambio Binance. Se lanzó en 2017
y actualmente hay una oferta limitada de 200 millones en circulación y su valor ocupa
el tercer lugar detrás de Ethereum y Bitcoin.
Terra: es una cadena de bloques donde se pueden crear monedas estables vinculadas a
monedas físicas. Con ellas se pueden comerciar, gastar, guardar e intercambiar en
plataformas de distintos lugares del mundo. La plataforma Terra usa LUNA como su
token nativo.
Existen algunas criptomonedas algo menos conocidas pero que por su composición y
características, se espera que se conviertan en varias de las criptomonedas con más
futuro. Algunas de ellas:
Feed Every Gorilla: Destaca por haber tenido buenos rendimientos y eso que aún no ha
finalizado su proceso. Utiliza un sistema de finanzas descentralizadas basado en la red
blockchain de Etherium.
Algorand: Algorand es otra criptomoneda con mucho futuro, y se compone de una red
de bloques basada en contratos inteligentes. Las criptomonedas que funcionan así no
requieren de la minería tradicional, tal y como ocurre en el caso del Bitcoin. Al tratarse
de una criptomoneda que usa “Prueba de Participación”, se considera una opción
“verde” y con el debate sobre el cambio climático le aporta un buen futuro.
Bitcoin cash: Es una versión que se originó a partir del Bitcoin. Lo que diferencia a
Bitcoin de Bitcoin Cash es el tamaño de bloque que usa cada red. El tamaño del bloque
de Bitcoin es de 1MB lo que lo convierte en una tecnología mucho más segura pero a la
vez más lenta.
Para solucionar este problema, algunos desarrolladores decidieron hacer una nueva
versión del Bitcoin que tuviese un mayor tamaño de bloque (8MB). Esta nueva
alternativa resultó en el Bitcoin Cash, una criptomoneda ligeramente menos segura que
Bitcoin pero más rápida y escalable.
Nsure Defi: Tiene un sistema diferente al resto del mercado. Entre sus virtudes destacan
la fluctuación del precio de los tokens y que actúa como seguro en contra de estafas.
Cosmos: Busca crear una red de Blockchain para que estas se puedan conectar entre sí,
haciendo que las transacciones y operaciones sean más rápidas y transparentes. El token
de Cosmos es ATOM. Otro punto a favor de Cosmos es que busca crear un ambiente en
donde sea más sencillo para los desarrolladores crear aplicaciones descentralizadas para
el mercado Blockchain.
Movimiento de las ballenas: Se les conoce como “ballenas” a aquellos que han
acumulado grandes cantidades de cualquier criptomoneda, es importante tenerlos en
cuenta ya que sus movimientos, tanto de compra como de venta, afectan el sentir de
mercado cripto, y pueden provocar grandes variaciones en el precio de las
criptomonedas.
Falta de regulación. Hay que recordar que, en sentido estricto, estos valores
financieros lo son solo para aquellos que así los aceptan y reconocen como tales. Esto
es importante porque, hasta ahora, las criptomonedas son instrumentos financieros no
reconocidos por ningún gobierno y, por ende, no son instrumentos regulados por
ninguna institución gubernamental o financiera.
Liquidez: Al ser valores especulativos con precios tan volátiles, existe el riesgo de que
no cuenten con la liquidez necesaria para afrontar los retiros masivos de los inversores
sin que esto afecte, a la baja y en poco tiempo, el precio de estas criptomonedas.
Falta de aceptación como medio de pago: Esto se debe a que las criptomonedas no
reúnen las características del dinero fiat que son necesarias para que se usen como
unidad de cuenta y depósito de valor. La falta de reconocimiento gubernamental, la
variación constante en su precio, y la falta de aceptación entre las masas, son factores
que impiden que las criptomonedas dejen de ser objetos especulativos para convertirse
en dinero, en el sentido estricto de la palabra.
Pérdida de claves: Este es un problema que salió a relucir mucho durante el último
episodio alcista de Bitcoin pues, sobre todo entre aquellos que compraron esta
criptomoneda desde sus inicios, al darse cuenta de la valorización que estaba sufriendo,
se dieron cuenta que habían perdido las claves de acceso a sus monederos, por ende,
perdieron la posibilidad de reclamar sus ganancias.
- Se puede operar con total privacidad y tus datos personales están resguardados, ya que
todo se maneja a través de llaves privadas únicas (una especie de contraseña que no
revela tu nombre, apellido, o cualquier otro documento de identidad).
-Aún no son aceptadas masivamente como moneda de transacción, aunque esto parece
ir cambiando con la aparición de nuevas plataformas y fintechs que soportan este tipo
de monedas digitales (Binance, Ripio, etc).
-Hay países que ya están estudiando este tema y están planificando leyes y regulaciones
específicas para las monedas digitales.
Ahora que comprende cómo se iniciaron estas monedas y, en general, cómo funcionan,
veamos mejor cómo funcionan, comenzando con el bitcoin. La tecnología desarrollada
por Satoshi Nakomato y los entusiastas de bitcoin originales se conoce como cadena de
bloques. La tecnología de cadena de bloques hace un seguimiento y verifica la minería
de bitcoins, así como las transacciones relacionadas con las monedas.Toda la
información almacenada en la cadena de bloques se comparte públicamente, se
actualiza constantemente con las transacciones y es validada por los usuarios. Esto hace
que sea muy difícil de hackear. Es importante recordar que la cadena de bloques es un
tipo de tecnología, no un activo o compañía. Diversas compañías están intentando usar
las cadenas de bloques para diferentes aplicaciones. Por ejemplo, Ethereum está
intentando aprovechar la tecnología de cadena de bloques para generar contratos
inteligentes, lo que eliminaría la necesidad de intermediarios y automatizaría por
completo el intercambio de dinero, acciones o bienes. A medida que esas monedas
ganan popularidad y valor, se presta más atención al modo en que se minan. Recuerde
que los primeros usuarios no compraban ni vendían bitcoins. Por el contrario, ellos los
minaban. Dicho de un modo simple, la minería de criptomonedas es la verificación de
transacciones en el libro contable de la cadena de bloques. Cuando se producen las
transacciones, los “mineros” verifican a todas y cada una de ellas para garantizar que
sean correctas. Esas transacciones se suceden constantemente y, a medida que lo hacen,
se agregan a un bloque. Cada bloque está compuesto por una cantidad determinada de
transacciones y un enlace al bloque previo. Una vez que se añade una cantidad
específica de transacciones a un bloque,
entonces dicho bloque se agrega a la cadena de bloques. Pero antes de poder agregarse a
la cadena de bloques, los mineros resuelven complejos acertijos matemáticos (con la
ayuda de potentes computadoras) para verificar todas las transacciones y el orden en
que se produjeron, y luego agregar el bloque a la cadena de bloques. Como recompensa,
quienes minan el sistema con estas monedas reciben un pago en la moneda de dicho
bloque y, de esa forma, se incrementa la cantidad de monedas de esa criptomoneda
específica en el mundo. Hay que tener en cuenta que algunas monedas, como la bitcoin,
tienen un límite de emisión.
En comparación con otras clases de activos, como acciones y bonos del gobierno,
invertir en criptomonedas puede ser muy arriesgado. Aunque, por lo general, las
criptomonedas se consideran legales en toda Europa, muchos aspectos siguen sin estar
regulados o pueden estar sujetos a regulaciones cambiantes. Las fluctuaciones en las
regulaciones son parte de lo que puede hacer que los mercados de criptomonedas sean
más vulnerables a la inestabilidad, como vimos en el verano de 2021, cuando el bloqueo
de China contra las actividades relacionadas con las criptomonedas coincidió con una
caída en el precio del Bitcoin. Con tantos gobiernos mundiales sopesando cómo
reaccionar ante el aumento de las criptomonedas, hay muchos factores que pueden
contribuir a que aumente su volatilidad.Otra parte de la volatilidad general de las
criptomonedas proviene del hecho de que todavía son relativamente nuevas y es posible
que los inversores aún no sepan exactamente qué hacer con ellas. Las criptomonedas no
tienen los mismos puntos de prueba históricos que otras clases de activos, como las
acciones, así que pueden ser más propensas a grandes oscilaciones de precios asociadas
al cambio de las posturas de los inversores. Algunas criptomonedas son más propensas
a esto que otras, pero incluso Bitcoin, la más antigua y la mayor en términos de
capitalización del mercado, es conocida por sus alarmantes variaciones de precios. Si se
invierte en criptomonedas, se puede mitigar el riesgo no comprando más de lo que se
podría permitir perder. Es posible que cualquier criptoactivo caiga en picado de un día
para otro, así que hay que tener cuidado y apostar por una cartera de inversiones
diversificada donde las criptomonedas desempeñen un papel más pequeño y
especulativo.
Para empezar, hay que crear la criptomoneda, a partir de una app. como Token
Mint, creadas para este propósito. Un token es una unidad de valor emitida por una
entidad privada, que a su vez necesita de una moneda virtual como Ethereum, por
ejemplo, para su desarrollo. Lo siguiente que hay que hacer es cumplimentar una
serie de parámetros y pagar una comisión a la plataforma que gestiona el proceso.
Es en ese momento cuando se dispondrá de una dirección de autenticidad de la
recién creada criptodivisa y partir de ahí, ya sería posible comerciar con ella. Una
vez hecho lo más fácil hay que distribuir la criptomoneda, que se puede hacer desde
diferentes opciones, como puede ser crear una plataforma de pagos en la que los
clientes compraran ese token con euros u otra criptomoneda o, por otro lado, enviar
los tokens creados a una casa de cambio para distribuirlos al mercado generalista. Si
logramos completar este paso, ya sólo nos quedaría dotar de valor a la
criptomoneda, para lo cual debemos tener claro qué utilidad tiene en el ecosistema
en el que ha sido creada. De ello dependerá el precio que le asigne el mercado y su
justificación. Ni que decir tiene, que se trata de un proceso al alcance de cualquiera
y que, por ello mismo, está creando una alerta en las autoridades que ha llevado al
Banco de España y la CNMV a advertir públicamente a los ahorradores del riesgo
de invertir en criptomonedas debido a su alta volatilidad. Tras más de un año de
pandemia, este activo se ha convertido para muchos en otra manera de intentar
lograr una subida de ingresos; al igual que está ocurriendo con el llamado arte
digital o NFTs en 2021 que junto a las criptomonedas, llevan tiempo copando
titulares en todo el mundo. Las consecuencias siguen siendo impredecibles.
11. ¿Qué es la criptobilletera y qué es un criptoactivo?
El creciente interés de las grandes empresas puede ser uno de los factores clave que
conducen al desarrollo de las criptomonedas. Si bien la legislación sobre criptomonedas
aún está en su infancia, se han dado pasos importantes en los últimos años.
Gradualmente, los sistemas de pago en bloque reemplazarán a los sistemas bancarios
clásicos. También habrá diferentes tipos de proyectos de criptomonedas (intercambios
electrónicos, Internet de las cosas, etc.). Las criptomonedas dejarán de ser algo
fantástico y también dejarán de estar asociadas a fraudes y pirámides. ¿Se convertirán
en una herramienta más de inversión y apoyo en el mundo de las tecnologías digitales?
Por un lado, la expectativa, y por el otro, una duda que incide en la percepción de la
criptomoneda como futuro medio de pago. ¿Cuál es el futuro de las criptomonedas? Si
bien hablamos de perspectivas de precios más que de tecnología, la pregunta es retórica.
Tampoco está claro cómo calcular el costo real de las criptomonedas, por lo que no se
puede evaluar el impacto económico de la inversión. Durante 10 años, las
criptomonedas han recorrido un viaje increíble. Es muy difícil saber qué nos depara el
futuro durante los próximos 10 años. Es casi seguro que prevalecerán en los sectores en
los que sean útiles y aporten un valor añadido real. Cuando las tareas se realizan de
forma económica, rápida, automática, sin la posibilidad de alterar nada y crear un
sistema que no pueda ser atacado por piratas informáticos, entonces no habrá razón para
que sigamos utilizando tecnologías falibles como las que usamos hoy.
En cuanto al marco regulatorio el panorama aún no es muy claro, sin embargo sí existe
un control en cuanto a las transacciones realizadas con criptoactivos en las diferentes
plataformas disponibles en el país (Bitso, Buda, Binance, Bitpoint, etc) intervención
que se realiza través de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y la
resolución 314 del 15 de diciembre de 2021 por la Unidad de Información y Análisis
Financiero (UIAF) entidad a la cual se deberán reportar ciertos movimientos específicos
de dinero, con unos rangos ya definidos y establecidos.
Existen monedas financieras, como es el caso de BTC, creada con el fin de ser un
sistema de transferencias financieras a partir de su propia moneda nativa, todo
desarrollado de manera digital y descentralizado, sin entidades que condicionen los
intercambios entre usuarios, así mismo existen aquellas stablecoins las cuales se
encuentran soportadas en el dinero FIAT común y una moneda específica real, como es
el caso de USDT y el dólar estadounidense. También podemos encontrar aquellas
creadas con el fin específico de desarrollar smart contracts y que a su vez se definen
como Altcoins, dónde sus principales representantes de acuerdo a su capitalización de
mercado, son ETH, ADA y SOL.
Todo depende de su requerimiento, al igual que con otras divisas, el bitcoin se valoriza
según su oferta y demanda en el mercado. La popularidad de la moneda con los
usuarios, ha hecho que su valor crezca de forma constante, desde que se creó el bitcoin
su precio se ha multiplicado cerca de 50 veces más.
Existen varias calculadoras que hacen el cálculo de las divisas en tiempo real, un detalle
importante para tener en cuenta es que el Bitcoin tiene un límite de 21 millones de
monedas, al que se espera llegar en el 2041. Según informó BBVA.