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Martes 15 mayo 2012

San Isidro, labrador


(patrono de Madrid)
15 MARTES. SAN ISIDRO, labrador, Solemnidad

TEXTOS MISA

15 de mayo COMMUNE SANCTORUM ET


SAN ISIDRO, LABRADOR, SANCTARUM
patrono de Madrid I. PRO OMNIBUS SANCTORUM
Solemnidad ORDINIBUS
B. Pro uno Sancto 2.

Antífona de entrada St 5,7 Antiphona ad introitum


El labrador aguarda paciente el Lex veritátis fuit in ore eius et
fruto valioso de la tierra mientras iníquitas non est invénta in lábiis
recibe la lluvia temprana y tardía. eius; in pace et in aequitáte
(T.P. Aleluya.) ambulávit mecum, et multos
avértit ab iniquitáte (T.P. allelúia).

Se dice Gloria. Dicitur Gloria in excelsis.

Oración colecta Collecta


Señor, Dios nuestro, que en la Deus, qui solus es sanctus, et sine
humildad y sencillez de san Isidro, quo nullus est bonus, intercessióne
labrador, nos dejaste un ejemplo de beáti N., iube nos, quaesumus, tales
vida escondida en ti, con Cristo; fíeri, qui non debeámus tua glória
concédenos que el trabajo de cada privári. Per Dóminum.
día humanice nuestro mundo y sea,
al mismo tiempo, plegaria de
alabanza a tu nombre. Por nuestro
Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas propias de la solemnidad de San Isidro, labrador.
PRIMERA LECTURA (en tiempo pascual)
Todos pensaban y sentían lo mismo
Lectura del libro de los Hechos de lo apóstoles 4, 32-35

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo


poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que
tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús
con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba
necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían
el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se
distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: 2a)

R. El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar.

Será como un árbol


plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.
El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar.

No así los impíos, no así;


serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.
El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar.
SEGUNDA LECTURA
El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-8. 11. 16-17

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador


aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la
lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros,
manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca.
Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído
ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el
Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso.
Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por
otros, para que os curéis. Mucho puede la oración intensa del justo.
Elías, que era hombre de la misma condición que nosotros, oró
fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra
durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo
derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

ALELUYA
Jn 15, 9b. 5b
Permaneced en mi amor -dice el Señor-; el que permanece en
mí y yo en él, ése da fruto abundante.

EVANGELIO
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-7
Gloria a Ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


-«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo
sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo
poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;
permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede
dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si
no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo
en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se
seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
lo que deseáis, y se realizará».

Palabra del Señor.


Gloria a Ti, Señor Jesús.

Del Catecismo de la Iglesia Católica


828 Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar
solemnemente que esos fieles han practicado heroicamente las
virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia
reconoce el poder del Espíritu de santidad, que está en ella, y
sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como
modelos e intercesores (cf LG 40; 48 - 51). "Los santos y las santas
han sido siempre fuente y origen de renovación en las
circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia" (CL 16, 3).
En efecto, "la santidad de la Iglesia es el secreto manantial y la
medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu
misionero" (CL 17, 3).

Se dice Credo. Dicitur Credo.

Oración sobre las ofrendas Super oblata


Acepta y santifica, Señor, estos Sacrifícia, Dómine, quae in hac
dones de pan y de vino, fruto de la festivitáte beáti N. tuae offérimus
tierra que cultivó san Isidro labrador maiestáti, nobis sint ad salútem
regándola con el sudor de su frente. efficácia, et tuae plácita pietáti. Per
Por Jesucristo nuestro Señor. Christum.

Prefacio. PRAEFATIO I DE SANCTIS


Apeteciendo el Pan de Vida, De gloria Sanctorum.
compartió su pan Vere dignum et iustum est, aequum
En verdad es justo y necesario, es et salutáre, nos tibi semper et
nuestro deber y salvación darte ubíque grátias ágere: Dómine,
gracias, Padre santo, siempre y en sancte Pater, omnípotens aetérne
todo lugar, al celebrar la solemnidad Deus:
de san Isidro, labrador, quien, Qui in Sanctórum concílio
cultivando la tierra, trabajó por el celebráris, et eórum coronándo
alimento que perdura; apeteciendo mérita tua dona corónas. Qui nobis
el Pan de Vida, compartió su pan eórum conversatióne largíris
con los necesitados; unido a la Vid, exémplum, et communióne
que es Cristo, derramó sobre todo el consórtium, et intercessióne
vino del consuelo y de la alegría. subsídium; ut, tantis téstibus
En él nos ha dejado la imagen viva confirmáti, ad propósitum certámen
de tu Hijo Jesucristo, que se hizo currámus invícti et immarcescíbilem
pobre para enriquecernos con su cum eis corónam glóriae
pobreza. consequámur, per Christum
Por eso, con los ángeles y santos, te Dóminum nostrum.
alabamos, proclamando sin cesar: Et ídeo cum Angelis et Archángelis,
Santo, Santo, Santo... cumque multíplici congregatióne
Sanctórum, hymnum laudis tibi
cánimus, sine fine dicéntes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus...

PLEGARIA EUCARÍSTICA III. PREX EUCHARISTICA III.

Antífona de la comunión St 5, 18 Antiphona ad communionem Mt 5,


Oró, y el cielo derramó lluvia y la 8-9
tierra produo sus frutos. (T.P. Beáti mundo corde, quóniam ipsi
Aleluya.) Deum vidébunt; beáti pacífici,
o bien: Jn 15,1 quóniam fílii Dei vocabúntur (T.P.
Yo soy la verdadera vid, y mi allelúia).
Padre es el labrador. (T.P.
Aleluya.)

Oración después de la comunión Post communionem


Te pedimos, Señor, que el alimento Sacro múnere satiáti, súpplices te,
santo que hemos recibido sea en Dómine, deprecámur, ut, quod in
nosotros siembra prometedora de festivitáte beáti N. débitae servitútis
cosecha abundante de caridad, para celebrámus offício, salvatiónis tuae
que, a imitación de san Isidro, cuya sentiámus augméntum. Per
solemnidad hemos celebrado, Christum.
sepamos compartir nuestro pan de
cada día con nuestros hermanos los
hombres. Por Jesucristo nuestro
Señor.

MARTIROLOGIO

En Madrid, en la región de Castilla, san Isidro, labrador, quien,


juntamente con su mujer, la beata María de la Cabeza o Toribia,
llevó una dura vida de trabajo, recogiendo con más paciencia los
frutos del cielo que los de la tierra, y de este modo se ha convertido
en modelo del honrado y piadoso agricultor cristiano (c. 1130).

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