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La adherencia del agua

El agua tiende a pegarse a sí misma, pero bajo ciertas circunstancias, se adhiere a otros
tipos de moléculas. La adhesión es la atracción de moléculas de un tipo por moléculas de
otro tipo, y para el agua puede ser bastante fuerte, especialmente cuando las otras moléculas
tienen cargas positivas o negativas.
Por ejemplo, la adhesión permite que el agua "suba" a través de delgados tubos de vidrio
(llamados capilares) colocados en un vaso de agua. Este
movimiento ascendente en contra de la gravedad, conocido
como capilaridad, depende de la atracción entre las moléculas
de agua y las paredes de vidrio del tubo (adhesión), así como
de las interacciones entre las moléculas de agua (cohesión).
Las moléculas de agua son atraídas con mayor fuerza al vidrio
que a las otras moléculas de agua (porque las moléculas de
vidrio tienen mayor polaridad que las del agua). Puedes ver
esto en la imagen a continuación: el agua tiene su punto más
alto donde hace contacto con los bordes del tubo y el más bajo
en el centro. La superficie curva formada por un líquido en un
cilindro o tubo se llama menisco.

La cohesión del agua


¿Alguna vez has llenado un vaso de agua hasta arriba y le has añadido
lentamente unas cuantas gotas más? Antes de que se desborde, el agua forma
una especie de domo por encima del borde del vaso. Esta especie de cúpula se
forma gracias a las propiedades cohesivas de las moléculas de agua, esto es, su
tendencia a pegarse unas con otras. La cohesión se refiere a la atracción que
tienen las moléculas por otras de su mismo tipo, y las moléculas de agua tienen
fuerzas cohesivas fuertes gracias a su habilidad para formar puentes de hidrógeno
entre ellas.
Las fuerzas cohesivas son las responsables de la tensión superficial, un fenómeno
que resulta en la tendencia de la superficie de un líquido a resistirse a la ruptura
cuando se le somete a tensión o estrés. Las moléculas de agua en la superficie
(en la interfase entre el agua y el aire) formarán puentes de hidrógeno con sus
vecinas, al igual que las moléculas que
se encuentran a mayor profundidad en
el líquido. Sin embargo, como están
expuestas al aire por uno de sus lados,
tendrán menos moléculas de agua con
las cuales unirse y los enlaces
formados entre ellas serán más fuertes. La tensión superficial hace que el agua
forme pequeñas gotas esféricas y le permite soportar pequeños objetos, como un
pedazo de papel o una aguja, si se colocan con cuidado en su superficie.

La tensión superficial

De un líquido es la cantidad de energía necesaria para aumentar su superficie por


unidad de área.1 Esta definición implica que el líquido presenta una resistencia al
aumentar su superficie, lo que en efecto permite a algunos insectos poder
desplazarse por la superficie del agua sin hundirse. La tensión superficial es una
manifestación de las fuerzas intermoleculares en los líquidos, junto a las fuerzas
que se dan entre los líquidos y las superficies sólidas que entran en contacto con
ellos, da lugar a la capilaridad. Como efecto tiene la elevación o depresión de la
superficie de un líquido en la zona de contacto con un sólido.

Ejemplo de tensión superficial: una aguja de acero sobre un líquido

La molécula

Una molécula es un conjunto de átomos (de un mismo elemento químico o de


muchos diferentes) que están organizados e interrelacionados mediante enlaces
químicos. También se considera a una molécula como la parte más pequeña de
una sustancia que aún conserva las propiedades físicas y químicas de la
sustancia. Las moléculas suelen ser químicamente estables y eléctricamente
neutras.

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