Estudiante: Samantsa Cinthya Yarlequé Javier El concepto de Jefatura tiene su origen e la Antropología Americana, fue por primera vez usado por K. Orberg en 1955 para definir un esquema de conducta territorial en el cual se encuentra una estructura jerarquica entre un número de aldeas con un jefe subordinado en cada una. Posteriormente el concepto ha sido trabajado por otros investigadores como Steward, Renfrew, Milisauskas y Steponaitis, Sahlins, Carneiro y Servise. Este último, cuyo aporte es el más conocido, caracteriza la formación y funcionamiento de la jefatura, relacionado con las corrientes medioambientales de cultura y territorialidad, convirtiendo el término en una etapa evolutiva necesaria para explicar el origen del Estado. Sin embargo, la implicancia del término, al definirlo una etapa de transición, ha traído problemas al momento definir la diferencia entre Jefatura y Estado, ya que la centralización económica y política es una característica presente en ambos y no excluyente, siendo finalmente la diferencia entre ambos estadios la gradualidad evolutiva. Otros autores como Renfrew y Carneiro han hecho aportes al concepto en cuanto a la manera en que esta centralidad territorial jerarquizada se reflejaría materialmente, el primero otorgándole importancia a los entierros, según los cuales divide las jefaturas en “Individalizating” y “Group Oriented”, mientras que Carneiro indica que es fundamental para poder identificar la escala de la jefatura, los recursos humanos y materiales con los que cuenta para mantener la centralización, distribución y redistribución de esto recursos, asegurando sus permanencia. Con un escenario en el que la Antropología Americana seguía sin resolver los problemas fundamentales sobre la jefatura, se inician las investigaciones arqueológicas en las que surgen nuevos problemas al tratar de identificar en el registro arqueológico las correlaciones de centralización económica y política que definen la jefatura. Se realizó un primer intento valiéndose de el registro funerario, sin embargo, su validez fue rápidamente descartada ya con su estudio se dejaban varios puntos débiles como la emergencia de áreas de almacenaje centralizada y las diferencias en cada asentamiento entre agentes productores y consumidores. Sin embargo, bajo el modelo de territorialidad centralizada defendido desde la antropología se intentó sustentar las características de centralización y jerarquización por medio del análisis de patrones de subsistencia para ´poder observar la relación hombre / medio ambiente a nivel político y económico. Del mismo modo se recurrió a la teoría del lugar central y la correlación extensión/ jerarquía o rango / tamaño para construir un modelo tipológico que permita observar la jerarquización entre los sitios. Pese a los errores metodológicos y teóricos al realizar estas investigaciones haciendo uso de las teorías recientemente mencionadas, en síntesis se pudieron definir 7 rasgos de conducta territorial: 1. Alto grado de intensificación económica reflejado en el crecimiento del área de captación de recursos y producción, 2. Rápido aumento poblacional que se evidencia en la extensión de los asentamientos, 3. Jerarquización del territorio expresado en el modelo de rango / tamaño, 4. Tipología de asentamientos relacionados con la especialización, 5. División territorial del trabajo acompañada de una tipología jerarquizada que asume la presencia de un centro el cual asume la centralización y redistribución de los recursos, 6. estructura jerarquizada y posición centralizada de un asentamiento que controlaría la acumulación del excedente así como la reproducción ideológica a partir de la acumulación de bienes de prestigio traídos del exterior, reflejando un control sobre las relaciones comerciales en los límites del territorio y 7. Delimitación del terreno que comprende la jefatura haciendo uso de recursos culturales y no de los límites naturales. Aún con esta lista de correlaciones y características necesarias para definir las jefaturas, el modelo sigue dejando un vacío en la línea que diferencia el Estado de la Jefatura, pues las características territoriales parecen seguir siendo las mismas no teniendo mayor brecha entre ellas que el grado de jerarquización. La crítica desde el materialismo histórico explica que el fracaso de este modelo se debe principalmente a que se trata la jefatura como una categoría de carácter económico en el cual se asume un control y centralidad económica de un asentamiento sobre el resto, cuando su carga conceptual es más política que económica, por lo cual debiera prestar más atención a los elementos de reproducción social e ideológica que usa para poder mantener políticamente la centralidad. Por otro lado, la aplicación de concepto de territorio político resulta también ineficiente para poder definir la categoría de Jefatura, por lo cual, desde el materialismo histórico, se encuentra más útil desarrollar el concepto desde la transición de un modo de producción de sociedades segmentarias a un modo de producción para la explotación. Este modelo de transición que reemplazaria la idea de un estadío evolutivio, consiste en el análisis de las coyunturas y desplazamientos que se da de una un una sociedad económicamente segmentaria a otra articulada. La idea fundamental de esto se encuentra en el control político centralizado ausente en el primer caso y con una fuerte presencia y aparatos de reproducción ideológica y social en el segundo caso. Así mismo, se indica que en esta transición pueden surgir mecanismos de coerción como la utilización de un sistema de parenmtezco para justificar la explotación y la ideología. De cualquier modo la idea es definir la transición del territorio horizontal o segmentado al territorio vertical o político. A manera de propuesta para identificar la transición al territorio vertical se usa el concepto de Territorio cónico, el cual en reemplazo contempla una estructura segmentada económicamente, pero con una figura política jerarquizada entre los asentamientos la cual sería receptora y redistribuidora de los excedentes bajo las condiciones de la reproducción ideológica. Se encuentran dos formas de territorio cónico, territorio cónico unilocal, en el cual uno de los asentamientos, dentro del territorio en transición, refleja un potencial de centralidad y dominio político y económico; y el territorio cónico plurilocal, en el cual mas de un asentamiento tiene las condiciones de centralizar económicamente y políticamente a los demás. En el caso del territorio cónico unilocal se encuentra una especialización de trabajo entre los asentamientos, en el que el central o el principal no tiene una forma de producción de bienes, sino que se encarga de la reproducción ideológica y social para mantener el sistema. Por otro lado, el territorio cónico plurilocal al contemplar a varios asentamientos con el mismo potencial y dentro de una coyuntura constante de dominio, se forman económicamente independientes y segmentadas. Con este último modelo de territorio cónico plurilocal, se intenta explicar la etapa de transición en La edad de Cobre en la campiña Occidental de Alto Guadalquivir, ya que muestra una dinámica social jerarquizada y un territorio de matiz parental como se evidencia en las necrópolis colectivas. Sin embargo, las evidencias de la Fase II en uno de los asentamientos, puso en duda la aplicación de este modelo, ya que no solo presenta una capacidad de control político e ideológico, sino que una independencia económica la cual terminaría retornando al territorio segmentario. Como muy bien lo ha desarrollado el autor, la categoría de Jefatura tiene un concepto que ha sido bastante trabajado, el cual finalmente terminó por referirse a una etapa de previa al origen del Estado. El concepto de territorio abordado va en referencia a esto, ya que se concptualiza el territorio político y las características que debiera tener para alcanzra a ser considerado como Jefatura. Así mismo se trabaja sobre la base económica y política que debería tener este concepto y de que características materiales podrían definirlo haciendo uso de distintas teorías de aplicación como es el caso de la Teoría de Rango/Tamaño. Sin embargo, pese a los esfuerzos que se han realizado por diferenciar el territorio político que correspondería a la de una jefatura, sigue sin encontrarse clara su diferencia con la del Estado. Los conceptos de territorio cónico unilocal y plurilocal resuelven en cierta medida este vacío, pero con una serie de deficiencias.
Análisis e Interpretación Del Documento "De La Geopolítica Clásica A La Geopolítica Crítica - Perspectivas de Análisis para Fenómenos Del Espacio y Del Poder en América Latina"
Sociometabolismo del Capital y la depredación de la vida, el. Actuel Marx N° 20: Sociometabolismo del Capital y la depredación de la vida, el. Actuel Marx N° 20