ARTÍCULO DE OPINIÓN

Durante la primera infancia, habitualmente tendemos a no regular nuestras

emociones, simplemente las expresamos o se desbordan sin más. Este término
socialmente es aceptado, y se perdona este tipo de reacciones y de respuestas
emocionales que tienen los más pequeños. Por todo ello considero que a través de
la inteligencia emocional es más sencillo el camino para poder llegar a
relacionarnos de una manera más sana y equilibrada con el mundo que nos rodea,
con los demás y con nosotros mismos.
La noción de inteligencia está vinculada a la capacidad para escoger las mejores
opciones en la búsqueda de una solución. La inteligencia aparece relacionada con
la capacidad de entender y elaborar información para usarla de manera adecuada.
Para Goleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas:
descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear
una motivación propia y gestionar las relaciones personales.
Encontrar el propósito de vida está directamente relacionado con altos niveles de
bienestar personal o aquello que sirve para alcanzar la felicidad, en otras palabras
te hace vivir feliz y mucho mas, debido a que tienes una sensación de control y de
que vales la pena. Por otro lado, un estudio por la OMS encontró que esta
satisfacción reducía la probabilidad de morir en un 30%. Así como obtener
resultados de salud positivos al contar con menos derrames cerebrales, ataques
cardíacos, un mejor sueño, menor riesgo de demencia y algunas discapacidades.
La felicidad también llega a través del proyecto de vida, ya que al proyectar un plan
tenemos el conocimiento sobre nosotros mismos con el fin de alcanzar de forma
realista los sueños o hallar el sentido de nuestra misión personal. Es darle sentido a
la existencia y el porque venimos a este mundo. El autor estadounidense Robert
Dilts ha desarrollado un modelo de seis niveles neurológicos (cuatro interiores y dos
exteriores): Espiritualidad, Identidad, creencias, valores, capacidades, acciones y
medio ambiente.
En conclusión la inteligencia emocional es parte de la convicción que posibilitan el
desarrollo y el carácter para el bienestar personal y el social, en conjunto está el
propósito y proyecto de vida que influyen mucho ya que son tres importantes planes
para alcanzar las metas y sueños propuestos, quien tiene un proyecto de vida
navega por el mar de la vida teniendo un rumbo fijo que nos lleva al éxito y
sensatez.