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No existe una definición oficial, pero podríamos decir que la Salud Mental es
un...
Muchas veces, esta visión de la Salud Mental nos puede parecer alejada de
nuestra experiencia, sobre todo cuando nos encontramos en una situación de
sufrimiento.
La Salud Mental es, pues, una cuestión que nos afecta a todos. No solo es
importante que la cuiden las personas que tienen algún tipo de trastorno
mental, sino que tenemos que tenerla en cuenta todos. Y es que la OMS
advierte de que 1 de cada 4 personas sufrirá alguna patología mental a lo largo
de su vida.
Por todo ello, en Agifes nos hemos animado a crear nuestra propia definición
de Salud Mental. Queremos hacer hincapié en los pequeños avances
cotidianos, y para ello proponemos una visión sencilla, que sea útil y esté al
alcance de todos.
Tal y como hemos visto la salud mental implica un estado de bienestar, no solo
a nivel físico también psicológico. En este sentido, entendemos como bienestar
psicológico al conjunto de sensaciones positivas derivadas de un
funcionamiento mental en el que prevalece la autorrealización y la capacidad
para hacer frente o adaptarse a las situaciones y demandas ambientales.
El bienestar subjetivo se configura principalmente, según el modelo de Carol
Ryff, por la presencia de una elevada auto-aceptación o capacidad para validar
tanto lo bueno como lo malo de uno mismo de tal modo que se esté satisfecho
con quien es uno mismo, la búsqueda y mantenimiento de relaciones positivas
y profundas con el entorno, la capacidad de influir en el entorno y la percepción
de dicha capacidad, la existencia de capacidad para elegir de manera
independiente y tomar las propias decisiones en función de las propias
creencias, la posibilidad de crecer y desarrollarse personalmente de tal modo
que podamos optimizarnos al máximo posible y, por último y no menos
importante la existencia de propósitos vitales o metas a conseguir.
A todo ello puede añadirse la existencia en el día a día de una elevada
proporción de afecto positivo y baja de negativo, satisfacción y sensación de
coherencia, integración, aceptación social. Además, también influye la
percepción de ser útil y generar algo a la comunidad.
Principales características
Son muchos los aspectos que hay que considerar a la hora de valorar la salud
mental. En este sentido puede ser interesante señalar y subrayar diferentes
características a tener en cuenta en lo que respecta a lo que implica la
existencia de salud mental. Entre ellas podemos encontrar las siguientes.
Tal y como hemos ido viendo, cuando hablamos de salud mental no estamos
hablando de la mera ausencia de trastornos o problemas mentales sino de un
estado de bienestar general que permite un buen funcionamiento y
participación en el mundo y una correcta relación para con uno mismo.
4. Influencia cultural
Al igual que ocurre con la salud física, el estado de salud mental puede variar a
lo largo de la vida en base a los diferentes patógenos y vivencias que
tengamos a lo largo de nuestra vida. En este sentido es posible trabajar por
mejorar la salud mental: los problemas de salud mental puede tratarse y la
situación de cada individuo puede llegar a mejorar en gran medida.
Asimismo, podemos establecer estrategias y medidas que contribuyen a
mejorar nuestro estado de salud mental y prevenir posibles problemas.
Por otro lado, también es posible que ante determinadas situaciones una
persona con un buen nivel de salud mental llegue a padecer algún tipo de
problema o patología.
6. Interrelación cuerpo-mente
Otra idea que es necesario tener en cuenta cuando hablamos de salud mental
es el hecho de que no es posible entender por completo el funcionamiento de
la mente sin el cuerpo o del cuerpo sin la mente.
La presencia de enfermedades y alteraciones médicas supone un factor a tener
en cuenta a la hora de explicar el estado de salud mental, y viceversa. Resulta
fácilmente visible si pensamos en los efectos que pueden generar en nuestra
psique enfermedades graves, crónicas o muy peligrosas: el estrés, miedo y
sufrimiento que pueden conllevar problemas tan importantes como un
cáncer, un infarto, una diabetes o una infección por VIH.
En este sentido hay que tener en cuenta tanto la posible afectación de la
enfermedad en el estado de salud mental (por ejemplo una intoxicación puede
generar alteraciones mentales) como la que genera la percepción de
enfermedad. Esto no quiere decir que no se pueda preservar la salud mental
pese a tener una enfermedad, pero sí que puede suponer un hándicap o una
dificultad para mantener un estado de bienestar mental.
Asimismo, la práctica de deporte y el mantenimiento de hábitos de vida
saludables favorece la salud mental, el equilibrio y el bienestar. Del mismo
modo, la salud mental tiene un efecto sobre la salud física: una buena salud
mental favorece que el cuerpo se mantenga sano, mientras que si existe algún
problema es más fácil que se sucedan cansancio, malestar, dolor físico, bajada
del sistema inmune, somatizaciones… y ello puede llevar a padecer
enfermedades.
Referencias bibliográficas:
1. Trastornos de Ansiedad
La ansiedad es una reacción normal de las personas ante situaciones de
estrés e incertidumbre. Ahora bien, un trastorno de ansiedad se diagnostica
cuando varios síntomas ansiosos provocan angustia o algún grado de
deterioro funcional en la vida del individuo que lo sufre.
A una persona con un trastorno de ansiedad le puede resultar difícil funcionar
en distintas áreas de su vida: relaciones sociales y familiares, el trabajo, la
escuela, etc. Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad:
a) Ataque de pánico
Un ataque de pánico es la aparición intensa y repentina de temor o terror, a
menudo asociada a sentimientos de muerte inminente. Los síntomas incluyen
falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho y malestar.
b) Trastornos fóbicos
Muchas personas admiten que sienten miedo a las serpientes o las arañas,
pero pueden tolerar ese miedo. Los individuos que padecen una fobia, por el
contrario, no son capaces de tolerar ese miedo. Éstos experimentan un miedo
irracional cuando se encuentran frente a al estímulo fóbico, ya sea un objeto,
un animal o una situación, y esto suele acabar en un comportamiento de
evitación.
Hay distintos estímulos fóbicos que desencadenan este miedo irracional:
volar con un avión, conducir un vehículo, los ascensores, los payasos, los
dentistas, la sangre, las tormentas, etc. Algunos de los más habituales son:
c) Fobia Social
d) Agorafobia
a) Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar puede afectar a cómo se siente una persona, piensa y
actúa. Se caracteriza por cambios exagerados en el estado de ánimo,
desde manía a la depresión mayor.
Por tanto, va más allá de los simples cambios de humor, es decir, la
inestabilidad emocional: de hecho, afecta a muchos ámbitos de la vida, y
además de ser uno de los trastornos más comunes es frecuente que se dé
junto a la obesidad. Los ciclos del trastorno bipolar duran días, semanas o
meses, y perjudican seriamente al trabajo y las relaciones sociales de la
persona que lo sufre.
El trastorno bipolar raramente puede tratarse sin medicación, pues es
necesario estabilizar el estado de ánimo del paciente. Durante los episodios de
manía, la persona puede incluso dejar su trabajo, aumentar sus deudas, y
sentirse lleno de energía a pesar de dormir solamente dos horas al día.
Durante los episodios depresivos, la misma persona puede incluso no salir de
la cama. Existen distintos tipos de trastorno bipolar, y, además, existe una
versión leve de este trastorno, llamado ciclotimia.
b) Trastorno Depresivo
Es habitual sentir algún bajón de vez en cuando o sentirte triste por algún
acontecimiento que puede haber sucedido en tu vida. La tristeza forma parte de
la vida, una emoción que no resulta patológica en sí, aunque la asociemos al
displacer y tratemos de evitarla.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las formas en las que se
experimenta malestar son iguales, y en ocasiones aquello que creemos que es
la tristeza intrínseca al modo "normal" de vivir la vida puede ser uno de los
varios tipos de depresión que existen.
En este artículo nos centraremos justamente en ese tema: los principales
tipos de depresión que ha ido perfilando la investigación científica en salud
mental.
La depresión, un trastorno multifactorial
2. Distimia
3. Depresión maníaca
También existe otra variante del SAD y que lo sufren algunas personas en
verano:
Falta de apetito
Pérdida de peso
Insomnio
Irritabilidad y ansiedad
Inquietud
5. Depresión psicótica
4. Trastornos psicóticos
b) Esquizofrenia
5. Trastornos de personalidad
Referencias bibliográficas:
Metter, L. (2013). White matter integrity is reduced in bulimia nervosa.
The international journal of eating disorders, 46(3), pp. 264 -273.
Veale, D. (2014). Obsessive-compulsive disorder.British Medical Journal,
348, 348:g2183.
Weeks, J. (2013). Gaze avoidance in social anxiety disorder. Depression
and anxiety, 30(8), pp. 749 -756.
Zhao, Z. (2016). The potential association between obesity and bipolar
disorder: A meta-analysis. Journal of affective disorders, 202, pp. 120 -123.