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7 Claves importantes para que nuestra oración sea eficaz delante

del padre Eterno en tiempos de conflicto:

La biblia contiene información muy importante sobre como


interceder eficazmente en medio de conflictos. Hombres como
Abraham, Moisés, Aarón, Samuel entre otros se destacan por que
en medio de graves conflictos políticos, sociales y económicos en
su generación clamaron a Dios de una forma tan eficaz que trajo la
respuesta e intervención del reino de los cielos de forma poderosa.
Estos hombres sabían como presentarse ante el Juez justo y
misericordioso para mediar a favor de su pueblo. La oración de
estos hombres hizo que Dios interviniera y cambiara los
escenarios, estos hombres era lo que Jesús llamo la sal de la
tierra.
Se entiende por conflicto una situación en la que dos o más
individuos con intereses contrapuestos entran en confrontación,
oposición o emprenden acciones mutuamente antagonistas, con el
objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a la parte rival.
Cuando el pueblo de Israel entraba en conflicto entre ellos
mismos, o entre ellos un pueblo enemigo, aun más cuando
entraban en conflicto entre ellos y el Eterno entraban en el
escenario aquellos que operaban como mediadores e intercesores.
Un mediador es un individuo que ejerce una figura neutral e
imparcial en medio de un conflicto y que tiene la tarea de facilitar el
dialogo entre las partes en conflicto para que se encuentre una
solución. El acuerdo es el resultado de la medición cuando es
positivo. Debe ser firmado por las partes y por el mediador.
Un intercesor es una persona que aboga o intercede a favor de
alguien para conseguirle un bien o librarlo de un mal. Interceder es
la acción de hablar a favor de alguien para librarlo de un problema
o para procurarle un bien. El objetivo del intercesor es conseguir
un beneficio para otro sujeto. Una de los sinónimos de interceder
es abogar de allí la palabra abogado.
De acuerdo a las sagradas escrituras los mediadores e
intercesores en el pueblo de Israel tenían las siguientes
características:
 Eran justos, sabios, bondadosos, amantes de la paz,
versados en la tora y temerosos de Dios.
Todos los mediadores e intercesores tenían claro que el reino de
Dios está fundamentado sobre tres pilares sobre el cual El Eterno
gobierna, estos son: La justicia, la verdad y la misericordia. Desde
Génesis hasta el libro de apocalipsis han evidencia suficiente
sobre esto, dado el tiempo limitado solo me permitiré hacer
mención de solo tres textos bíblicos referente a estas tres
características del gobierno de Dios.
 Sobre la justicia: El salmo 11:7 dice "Dios es justo, las
acciones de justicia El ama, el justo vera su rostro"
 Sobre la misericordia: El libro de Hebreos 4:16 dice: "Así que
acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para
recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el
momento que más la necesitemos "
 Sobre la verdad: En el libro de Deuteronomio 7:9 indica lo
siguiente: "Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el
Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación
tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y
obedecen sus mandamientos"
Los intercesores se destacaron por haber apelado ante el trono de
la gracia y misericordia del Padre Eterno de diferentes maneras.
1.- Abraham fue el primer gran intercesor y este se destacó por
haber apelado a la justicia de Dios; (Génesis 18)
2.-Moises se destacó en basarse en la fidelidad de Dios (Éxodo
32)
3.-Samuel se destacó por haber apelado a la misericordia de Dios
(1 Samuel 7)
4.-Isaias al interceder se destacó por haber apelado al juramento
de Dios (Isaías 62)
5.-Daniel intercedió basado en el discernimiento de los tiempos de
Dios (Daniel 9)
7 Claves importantes para que nuestra oración sea eficaz delante
del padre Eterno en tiempos de conflicto:

1. Recuerde que interceder es abogar a favor de un individuo,


matrimonio, familia o nación para que se le conceda un favor
o librarlo de un mal.
2. Este consiente que usted que al interceder estará frente al
trono de la misericordia de Dios para recibir de él la gracia
que lo ayude para el momento oportuno.
3. Base su oración en la misericordia, verdad y justicia de Dios
establecida en su palabra pues son los fundamentos sobre el
cual Dios gobierna. Es por eso que el rencor no debe estar
en su corazón, pues la palabra de Dios dice que en la ira del
hombre no fluye la justicia de Dios.
4. Tome la palabra de Dios en sus labios al orar, pues Dios
tiene un compromiso con su palabra para ponerla por obra.
5. Enfoque su atención en la oración en la grandeza de la
autoridad, poder y fidelidad de Dios, exalte su grandeza pues
no hay problema, ni circunstancia en este mundo que Dios no
pueda resolver con su poder.
6. No permita que la voz del enemigo influya en su oración
poniendo en usted duda y temor, por el contrario consagre
sus oídos al escuchar permanentemente la palabra de Dios
que produce la fe que mueve la mano de Dios a su favor.
7. Recuerde que el temor a Dios y la obediencia a su palabra lo
inviste de autoridad para poder interceder ante el trono de
gracia.

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