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PLAN GENERAL DE ORGANIZACiÓN


DE LOS CaRDADOS: EL ANFIOXO

1. VARIEDAD DE LA VIDA DE LOS CORDADOS

Los cordados ocupan mayor variedad de hábitats y muestran


mecanismos de autoconservación más complicados que ningún otro
grupo del Reino Animal. Junto con los artrópodos y moluscos pul-
monados, han sido los únicos animales capaces de resolver el pro-
blema de la vida en el medio terrestre, medio que ahora dominan.
Este dominio se debe a una serie de mecanismos complicados y
perfectos para evitar la desecación, para sostener el peso del cuerpo
y para realizar movimientos en un medio en el que los cuerpos pe-
san más que si estuviesen en el agua. Mediante adaptaciones toda-
vía más extraordinarias consiguieron elevar la temperatura del
cuerpo y mantenerla a un nivel uniforme, lo que permitió la con-
siguiente aceleración de todas las reacciones biológicas. Final-
mente, este aumento general del metabolismo se utiliza para
desarrollar un sistema nervioso extraordinariamente complejo y
delicado, que permite al animal, no sólo cambiar de un momento
a otro sus respuestas frente a un determinado estímulo, sino tam-
bién recoger y almacenar la experiencia pasada y obrar de acuerdo
con ella en ocasiones sucesivas.
Junto a estas formas más avanzadas de cordados que dominan
el aire y la tierra, existen otras muchas formas de vida acuática
y anfibia que dominan también su ambiente de una manera eficaz.
Generalmente se considera a la rana como un animal lento y poco
eficiente, pero, sin embargo, en todo el mundo se encuentran ranas
y sapos, lo que revela una formidable capacidad de adaptación.
Los tiburones y los peces óseos comparten con los calamares y

LOS CaRDADOS: EL ANFIOXO 35


ti
con los cetáceos la posición ecológica culmi- El subtipo de los vertebrados, el más amplio
nante en las cadenas de alimentos marinas, de los cuatro antedichos, puede subdividirse
mientras que los peces óseos son los únicos en:
animales que han conseguido gran tamaño y
variedad en las aguas dulces. Entre los corda- Subtipo Vertebrata
dos de organización todavía más sencilla de- Superclase 1. AGNATHA
bemos recordar las ascidias, que tienen una Clase 1. Cyolostomata. Lampreas y simi-
posición muy importante, pero no dominante, lares
entre las comunidades vegetales y animales Clase 2. * Cephalaspidomorphi. * Cepha-
que habitan el fondo del mar, pero que nunca laspis
han penetrado en las aguas dulces. Clase 3. * Pteraspidomorphi. * Pteraspis
Podríamos continuar indefinidamente ocu- Clase 4. * Anaspida. * Birkenia, * Jamoy-
pándonos de las particularidades de los no- tius
tables tipos animales producidos por este
adaptable grupo. No obstante, a través de la Superclase 2. GNATHOSTOMATA
variedad de estructura todos los cordados pre- Clase 1. * Placodenni. * Acanthodes
sentan una notable uniformidad de organiza- Olase 2. Elasmobranchii. Tiburones y ra-
ción general, y no existe ninguna duda de que yas
todos ellos han evolucionado a partir de un
Olase 3. Actinopterygii. Peces óseos
antecesor común de aspecto más o menos
Clase 4. Crossopterygii. Peces pulmona-
«pisciforme». En las formas primitivas sólo Ia
dos
larva era pisciforme y el ciclo biológico com-
Clase 5. Amphibia
prendía probablemente una fase adulta fija,
igual que en los tunicados actuales (pág. 70). Clase 6. Reptilia
Esta fase de vida bentónica fue luego elimi- Clase 7. Aves
nada por pedomorfosis, y las larvas se convir- Clase 8, Mammalia
tieron en organismos adultos. Así pues, la
organización fundamental de un cordado es
la de un animal de cuerpo alargado y capaz 3. EL ANFIOXO, UN CaRDADO GENERALIZADO
de nadar libremente. Todas las formas actua-
les de cordados pueden considerarse derivadas Desde hace tiempo ha quedado establecido
de un antepasado de este tipo, si bien en al- que, a través de su amplia variedad, todos los
gunos casos ello ocurre a través de un proceso grupos a que acabamos de aludir presentan
que podríamos llamar «degenerativo». ciertas características comunes que a menudo
se conocen como rasgos peculiares de los cor-
dados. Sería mejor no considerar tales ras-
2. CLASIFICACI6N DE LOS CaRDADOS gos como una lista de «caracteres» aislados, .
sino como signos de un cierto plan de orga-
Es útil dividir el tipo de los cordados en nización; típico del grupo. Existen muchas
cuatro subtipos: razones para suponer que esta organización
Subtipo 1. Hemichordata fundamental de los cordados era la de un ani-
mal marino, de vida libre, que probablemente
Balanoglossus; Cephalodiscus; Rhabdo-
se alimentaba por filtración de las partículas
pleura
del plancton. Afortunadamente, existe en nues-
Subtipo 2. Cephalochordata (= Acrania) tros días un animal de este tipo, el anfioxo o
Branchiostoma pez lanceta, en el cual pueden reconocerse
todas las características básicas de los corda-
Subtipo 3. Tunicata
dos en su forma más sencilla. El estudio del
Ciona, otras ascidias anfioxo nos permitirá avanzar mucho en el co-
Subtipo 4. Vertebrata nocimiento de la organización básica de los

36
,
LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS
restantes cardados, y desde luego, nos mues- cidad de un extremo a otro del cuerpo. Sin
tra lo que debieron ser las formas más primi- embargo, el extremo frontal se distingue cla-
tivas de este grupo. ramente por una serie de cirros bucal es que
Si bien puede nadar libremente en el agua, forman una especie de criba frente a la aber-
el anfioxo es, por .]0 general, un animal exca- tura del vestíbulo oral y que están dotados de
vador, y muchas de sus características están células receptoras.
relacionadas con este modo de vida. Vive se- Aunque el animal posee un elevado número
mienterrado en la arena del fondo marino, a de hendiduras branquiales, éstas no son visi-
pequeña profundidad, y se encuentra distri- bles exteriormente, ya que están recubiertas
buido en las, costas de todos los océanos. Evi- por unos pliegues laterales del cuerpo que ro-
dentemente, a pesar de su simplicidad, se trata dean un espacio ventral, el atrio, comunicado
de un animal bien adaptado. Se encuentra en posteriormente con el exterior por un atrió-
las costas europeas; el primer ejemplar que poro. Los bordes lateroventrales del atrio se
se describió fue capturado en Cornualles y en- proyectan hacia fuera formando un par de
viado dentro de líquido conservador al zoólogo pliegues metapleurales que dan al cuerpo, visto
alemán Pallas, el cual lo confundió con una en sección transversal, una forma triangular.
babosa y le dio el nombre de Limax lanceo- El tubo digestivo se abre al exterior por un
latus (1774). El primero que lo dibujó y le ano situado al comienzo del extremo posterior
dio el nombre de Anfioxus lanceolatus, hoy del cuerpo, formándose así una cola bien dis-
tan conocido, fue Yarrell, en 1836. Sin em- tinta, es decir, una región del cuerpo que no
bargo, en 1834 Costa le había bautizado con contiene en su interior porción alguna del tubo
el nombre genérico. de Branchiostoma, y, de- digestivo.
bido a las reglas de prioridad, éste es el nom- La disposición general de 'los órganos puede
bre del género. Podemos tomar el término entenderse con mayor facilidad si considera-
«anfioxo» como nombre vulgar del animal. En mos el cuerpo como formado por dos tubos
la actualidad se han descrito unas ocho espe- concéntricos: la piel por fuera (ectodermo) y
cies del género Branchiostoma, junto a las el tubo digestivo por dentro (endodermo), con
cuales hay que incluir otras seis especies per- un espacio entre ambos (el celoma) rodeado
tenecientes al género Asymmetron. Este últi- de una tercera capa celular, el mesodermo.
mo tiene una organización similar a la de Esta disposición se da en el curso del desa-
Branchiostoma, pero solamente posee gónadas rrollo (fig. 18). Al principio el mesodermo
en el lado derecho. forma dos capas delgadas, la somatopleura,
Un individuo adulto de Branchiostoma lan- que reviste interiormente la pared externa del
ceolatum tiene unos cinco cm de largo y su cuerpo, y la esplacnopleura, que rodea el tubo
organización es semejante a la de los peces, o digestivo. Muy pronto la capa interna se en-
sea que sus características externas más nota- gruesa notablemente en los lugares en que está
bles son las relacionadas con los sistemas de aplicada contra el notocordio y el cordón ner-
locomoción y de captura del alimento (fig. 5), vioso, formando en tales puntos los miótomos
El cuerpo es alargado y comprimido lateral- o segmentos musculares. En esta región dorsal
mente. La piel carece de pigmento y los del mesodermo, el celoma, que recibe el nom-
músculos se ven claramente a través de ella bre de miocele, pronto es obliterado, quedando
en forma de paquetes sucesivos, los miótomos, solamente un esplacnocele ventral en torno al
cuya contracción sirve para curvar el cuerpo. tubo digestivo. Además del músculo que se
Como su nombre indica, éste termina en dos origina en los miótomos, se forman otros
extremos aguzados, no existiendo una cabeza músculos no miotómicos en la somatopleura y
distinta separada del tronco. De hecho no se en Ia esplacnopleura. Estos músculos no están
distinguen ni ojos ni orificios nasales ni oídos divididos en segmentos y son inervados úni-
individual izados, ni hay mandíbulas, de ma- camente por las raíces medulares dorsales,
nera que la organización fundamental de los pues las raíces ventral es inervan exclusiva-
cardados se nos presenta en su mayor simpli- mente los miótomos.

LOS CORDADOS: EL ANFIOXO 37


4. MOVIMIENTO DEL ANFIOXO solamente a los músculos, influiría después de
manera fundamental en la organización de los
Los miótomos del animal adulto son paque- cordados.
tes de fibras musculares estriadas que corren Para que el cuerpo del anfioxo pueda cur-
a lo largo del cuerpo, separados por tabiques varse cuando se contraen las fibras musculares
de tejido conjuntivo, los mioseptos. Esta seg- Iongitudinales, es necesario que no se pueda
mentación o repetición de partes es caracte- acortar. Para impedir esta posibilidad, en el
rística de todos los cordados. Los mioseptos centro del cuerpo se halla una varilla elástica
no siguen una línea recta del lado dorsal al e incompresible, el notocordio, que recorre in-
ventral del cuerpo, sino que tienen forma de teriormente al animal en toda su longitud.

ú¡v. lar.

T amaño natural

Fig. 5. Anatomía del anfioxo (ejemplar seccionado).


La pared del cuerpo y la pared atrial (p. at.) han sido seperadas en el lado derecho para hacer visibles la faringe (ier.), el intes-
tino medio (lnt. m) con su diverticulo (div.) y el Intestino posterior (int. p.). También del vestíbulo oral se ha eliminado la mitad
derecha para hacer visibles los cirros perlbucales (c. per.) del lado izquierdo, el órgano rotatorio (órg. rot.).y el velo (v.), ano ano;
a. atrióporo; C. r. cámaras radiales; g, gónadas; mi. miótomos; n. notocordio.

V (fig. 5). No obstante, todas las fibras mus- Normalmente se dice de este órgano que se
culares siguen una dirección anteroposterior, trata de una «estructura de sostén», pero es
con lo cual la contracción del miótomo pro- fácil comprender que un animal de este tama-
duce la curvatura del cuerpo. Más adelante ño, que vive en el agua, no necesita «sostén».
(página 125) se estudiará detalladamente la Tampoco puede considerarse el notocordio
manera en que un sistema muscular de este como una palanca para la fijación de los
tipo puede permitir el desplazamiento del ani- músculos, como ocurre con los huesos de
mal hacia adelante. En esencia, la contracción los cordados superiores. Ningún músculo se
de los miótomos da por resultado un movi- fija directamente a él, si bien los mioseptos
miento transversal del cuerpo, con una incli- se adhieren a su vaina. Su función es impedir
nación que forma ángulos diversos y que pro- el acortamiento del cuerpo, que de no ser
duce 'la progresión del animal. Por lo tanto, por él ocurriría al contraerse los músculos
cada miótomo debe contraerse luego que lo longitudinales. De hecho, permite una con-
haya hecho el que le precede, haciendo que tracción muscular eficiente que hace que el
el animal se curve en forma de S; la ondu- cuerpo se curve; su elasticidad puede que
lación del cuerpo del anfioxo se mueve hacia desempeñe también un papel importante.
atrás, por el agua, a medida que el animal El notocordio se compone de una serie de
avanza. placas aplanadas y adosadas, envueltas por
Para nuestros propósitos 10 importante es una vaina fibrosa. Dichas placas se disponen
señalar que la contracción muscular es de tipo de manera regular, alineadas, con sus caras
serial, es decir, depende de la segmentación planas dispuestas según el plano transversal
del músculo longitudinal. Posiblemente fue del cuerpo. Pueden ser de dos clases, homogé-
esta necesidad de segmentación de la muscu- neas y fibrosas, y ambos tipos alternan regu-
latura la que provocó una verdadera metame- larmente. Cada placa comienza su desarrollo
rización que, si bien afectaría en principio bajo la forma de una célula muy vacuolizada

38 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS

--
cuyo núcleo es finalmente empujado hacia el aletas complejas como los peces, que asegu-
extremo dorsal o el ventral. Esta estructura, ran su estabilidad como lo harían las plumas
gracias a la turgescencia y a la presión interna de una flecha o que son movibles para permi-
de las células que la componen, encerradas en tir la regulación activa de la dirección de su
una vaina resistente e impermeable, es ade- desplazamiento (pág. 127). Existe un pequeño
cuada para resistir Ias fuerzas tendentes a un resalte dorsal que se continúa por detrás a
acortamiento del cuerpo. Una peculiaridad del modo de reducida aleta caudal. No hay aletas
notocordio del anfioxo es que se extiende des- pares definidas, pero los pliegues metapleura-
de el mismo extremo anterior hasta el final de les puede que sean homólogos de los pliegues
la cola, excediendo por delante y por detrás laterales en forma de aleta que probablemente
el nivel de los miótomos ; posiblemente se han originado los apéndices pares de los res-
trate de una condición asociada con los hábi- tantes vertebrados. Los pliegues metapleurales
tos excavadores del animal. se distienden a causa de la presión del fluido
Es probable que el anfioxo nade libremente celómico, y al igual que el resalte del borde
con muy poca frecuencia, y su cuerpo no está dorsal, sirven probablemente para proteger al
adaptado a los movimientos rápidos. No tiene animal cuando éste, con un movimiento rá-

/1.

a.d.

div.

l.br.

g.

end. a.v.

Fig. 6. Sección transversal de un anfioxo por la región faríngea.


a. d. aorta dorsal; atr. atrio; a. v. aorta ventral; b. br. barra branquial primaria; ce/. sub. celoma
subendostilar; C. n. cordón nervioso (medula); c. r. cámara radial; d. ce/. porción dorsal del celoma;
div. divertículo intestinal; end. endostilo; f. faringe; g. gónada; l. br. lengüeta branquial; mi. rnlé-
tomo; n. notocordio; p. metapl. pliegue metapleural; r. d'. y r. d'. ramas superior e inferior de la
raíz nerviosa dorsal; r. n. V. raíz nerviosa ventral; S. epif. surco epifaríngeo. (Según Krause.)

LOS CaRDADOS: EL ANFIOXO 39


pido, se entierra en la arena. El especial tipo 6. PIEL DEL ANFIOXO
de natación, con el extremo anterior dirigido
hacia abajo, sugiere la presencia en el anfioxo La epidermis difiere de la de otros verte-
de un receptor sensible a la gravedad. Las brados por ser muy delgada; está compuesta
larvas de las lampreas nadan de manera simi- por una sola capa de células, ciliadas en los
lar (pág. 111). individuos jóvenes y recubiertas de una del-
gada cutícula en los adultos (fig. 7). No se
sabe si esta cutícula contiene alguna substan-
5. ESTRUCTURAS ESQUELÉTlCAS DEL ANf'IOXO cia similar a la queratina que forma la ma-
yor parte de la piel multiestratificada de los
Alrededor de la vaina del notocordio se vertebrados. En la piel existen receptores pero
encuentra una capa de substancia gelatinosa faltan las glándulas y los cromatóforos.
que contiene fibras en su interior. Dentro de Por debajo de la epidermis se halla un cu-
ella no existen células, sino que es secretada tis (dermis) de naturaleza fibrosa, y a su vez

Fig. 7. Sección de la piel del anfioxo.


cut. cutis (dermis); ep. epidermis; 11. nervios; s. cut. subcutis (hipodermis); v. s. vaso sanguíneo.
(Según Krause.]

por las células que rodean la parte externa por debajo de esta capa se encuentra el sub-
y que conservan la disposición epitelial del cutis (hipodermis), de naturaleza gelatinosa
mesodermo del cual derivan. La vaina no en- pero que también contiene fibras. Ambas ca-
vuelve solamente al notocordio, sino también pas son secretadas por células dispersas que
al cordón nervioso, y aún por encima de éste guardan una cierta semejanza con los fibro-
se continúa en unas estructuras, los «radios blastos de las formas superiores. Contienen
de la aleta», que sostienen el resalte dorsal un sistema de canales cutáneos tapizados por
del cuerpo. Dichos radios están en mayor nú- endotelio (fig. 14).
mero que los segmentos y cada uno de ellos
contiene un material más rígido denominado
«cartílago». La relación entre estas estructu- 7. LA BOCA, LA FARINGE Y EL CONTROL DE
ras y los radios de las aletas de los vertebra- LA ALIMENTACiÓN
dos es incierta. Existen otras varillas esque-
léticas en el interior de los cirros peribucales El anfioxo obtiene su alimento separando
y en Ias barras branquiales. las partículas orgánicas de una corriente de

40 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS


agua que él mismo provoca con el movimien- schek, que es un orificio de comunicación del
to de sus cilios, En todos los animales en que primer saco celómico izquierdo con el exte-
se da esta forma de alimentación, es necesa- rior (pág. 52).
ria una gran superficie revestida de cilios (por La principal operación en la captura del
ejemplo, lamelibranquios, ascidias, etc.); en alimento la realiza la faringe, un tubo largo
el anfioxo, la faringe y las barras branquiales y comprimido lateralmente, cuyas paredes es-
ocupan más de la mitad de la superficie total tán perforadas por unas 200 hendiduras bran-
del cuerpo. Existen una serie de dispositivos quiales, dirigidas oblicua mente de la parte
especiales encaminados a sostener y proteger dorsal a la ventral del tubo digestivo; el nú-
toda esta superficie ciliada, ya que la pared mero de hendiduras branquiales aumenta a
faríngea está tan perforada y dividida que ne- medida que el animal va envejeciendo. Estas
cesita la protección de una pared adicional, hendiduras están separadas por barras en cuyo
el atrio. interior se halla una varilla esquelética, y cada
La boca está protegida por una especie de una de ellas puede subdividirse a su vez por
vestíbulo oral cuyos bordes se proyectan ha- breves tabiques horizontales, los sinaptículos.
C.n. mi.

v. 0.5 mm

rig. 8. Extremo anterior de un anfioxo, dibujado a partir de una preparación microscópica


teñida de un animal joven.
c. n. cordón nervioso (medula); c. pero cirros peribucales; c. r. cámaras radiales; f. faringe; f. H. fo-
sita de Hatschek; mi. miótomo; m. p. mancha pigmentaria; n. notocordio; órg. roto órgano rotatorio;
v. velo.

cia el exterior en forma de cirros peribucalcs Como las barras branquia les están inclinadas,
provistos de células sensoriales (fig. 8). Cuan- en una sección transversal del animal se cor-
do el animal se alimenta, los cirros se curvan tan muchas de ellas, pero debemos recordar
hacia atrás y forman una especie de criba en siempre que tales barras son esencialmente
forma de embudo que impide la entrada de las porciones verticales de las paredes del
las partículas más grandes. Alrededor de la cuerpo y de la faringe que no han sido per-
propia boca existe una segunda corona de foradas por una hendidura branquia!. Tal por-
tentáculos sensoriales, el velo. El vestíbulo ción de la pared del cuerpo debe contener un
oral aloja un complicado conjunto de bandas espacio celómico, y tal es el caso, por ejem-
ciliadas, el «órgano rotatorio» de Müller, que plo, en las barras que se forman primera-
desempeña un cierto papel en la conducción mente, o barras primarias. Sin embargo, se
de las partículas alimenticias a la boca (figs. 8 forman también unas barras secundarias des-
y 9). Aproximadamente en el centro del ves- provistas de espacio celómico a partir del bor-
tíbulo oral. se halla un surco, la fosita de Hat- de superior de cada hendidura; en este punto

LOS CORDADOS: EL ANFIOXO 41


aparecen proyecciones que crecen hacia abajo ducen una carien te ascendente que impulsa
subdividiendo la hendidura branquial y au- el mucus del endostilo hacia un surco dorsal
mentando de este modo la superficie ciliada. epifaríngeo por el cual es conducido al intes-
Desde luego, los espacios celómicos de las tino. Los propios cilios del endostilo impul-
barras primarias comunican por sus extremos san también mucus por los espacios ciliados
superior e inferior con los celomas longitudi- perifaríngeos que se encuentran detrás del
nales dorsal y ventral, continuos a lo largo velo y lo conducen al surco epifaríngeo dor-
del cuerpo (fig. 6). sal. El yodo radiactivo se fija preferentemente
Los cilios revisten las superficies internas en una de las columnas celulares del endos-
y laterales de las barras branquiales, pero son tilo y es secreta do con el mucus. Barrington
(1958) sugiere que estas células del endostilo
pueden considerarse como precursoras del ti-
roides de los vertebrados y que su función es
producir mucoproteínas yodadas que son lue-
go absorbidas en el tubo digestivo (véase pá-
gina 114).
La faringe se estrecha en su extremidad
posterior y se abre dorsalmente en una región
a la que se da el nombre de mesodeo o intes-
tino medio, puesto que el de estómago parece
inapropiado. Desde aquí, un gran divertículo
sale hacia adelante, siempre en el lado derecho
de la faringe. A causa de su posición se suele
dar frecuentemente a este órgano el nombre
de hígado, pero Barrington aduce razones que
hacen suponer que tal divertículo es el punto
de secreción de los enzimas digestivos. En
sus paredes se encuentran células zimógenas
semejantes a las que se hallan también en las
paredes del intestino. Su desarrollada ciliación
dorsal y ventral mantiene en su interior una
circulación constante de partículas alimenticias
Fig. 9. Sección transversal de la extremidad frontal de y de secreciones y sus células no sólo son se-
un anfioxo.
cretoras sino también capaces de fagocitosis.
C. 11. cordón nervioso (medula); c. pero cirros penbuca'es:
f. H. fosita de Hatschek; m. o. mancha ocular; n. notocordio.
Así el anfioxo combina la digestión ex trace-
lular y la intracelular, lo cual es sin duda una
consecuencia de sus costumbres micrófagas.
los cilios laterales los principales causantes Las partículas colocadas en el interior del di-
de la expulsión de agua de la faringe al atrio, vertículo son impulsadas inmediatamente ha-
y por ende, de la existencia de la corriente cia atrás y se reúnen con la corriente principal
alimenticia que penetra por la boca. En el del intestino (fig. 10).
suelo de la faringe se halla el endostilo, que El extremo posterior del mesodeo se distin-
contiene columnas de células ciliadas que al- gue por una región especialmente ciliada, el
ternan con otras células secretoras de mucus; anillo ileocólico, cuyos cilios se mueven de
estas últimas producen filamentos mucosos manera que imprimen una rotación al cordón
en los cuales son englobadas las partículas de alimento y mucus que pasa por entre ellos.
alimenticias. Dichos filamentos son entonces Este movimiento se transmite a la porción de
conducidos a lo largo de la faringe por diver- cordón alimenticio situada en el mesodeo, y
sas corrientes hasta el intestino. Los cilios de sin duda contribuye a la mezcla del alimento
la cara frontal de las barras branquiales pro- con los enzimas que salen del divertículo. La

42 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS


digestiónextracelular tiene lugar en el meso- a la faringe es registrada por los receptores
deo, y Barrington ha estudiado los enzimas situados en el velo y en el atrio, y si en ella
que son causa de ella. El pH del contenido se encuentran substancias nocivas se invierte
varía entre 6,7 y 7,1. En los extractos del di- bruscamente el sentido de circulación de la
vertículo y del intestino medio y posterior se corriente, y el agua es expelida mediante el
encuentra una amilasa, pero ésta falta en cierre del atrióporo y la contracción del
las muestras tomadas de la faringe. En las músculo pterigial, lo cual produce una especie
mismas regiones se encuentran lipasas y pro- de «tos». Un sistema receptor de este tipo pue-
teasas; la acción de estas últimas tiene su de distinguir fácilmente entre suspensiones de
punto óptimo en condiciones de pH 8,0, por material nutricio y partículas inorgánicas.
lo que pueden considerarse enzimas del tipo Cuando se ha tornado material suficiente, la
de la tripsina. No existen vestigios de una corriente colectara se interrumpe hasta que se
proteasa cuyo punto óptimo de pH sea ácido, haya digerido todo (Bone, 1960).
a manera de la pepsina de las formas supe- El sistema nervioso atrial controla proba-
riores. blemente tanto la alimentación como la freza.
Por detrás del anillo ileocólico el intestino En ocasiones se le ha comparado con el sis-
se transforma en un proctodeo que se dirige tema autónomo de los craneados pero la ver-

Fig. 10. Corrientes de alimento en el intestino medio del anfioxo, visual izadas al colocar
el animal en un medio que contiene partículas de carmín. Las flechas indican las princi-
pales corrientes provocadas por el movimiento de los cilios.
a. ic. anillo ileocólico; c. a. cordón alimentario; div, diverticulo;
es. esófago; i. m. a. e i. m. p. por-
ciones anterior y posterior del intestino medio; i. p. intestino posterior. (Según Harrington.)

en línea recta hacia el ano. La absorción del dad es que entre ambos apenas existen verda-
alimento tiene lugar aquí y quizá también en deras semejanzas. Las células del sistema ner-
el mesodeo, parece que en parte por digestión vioso atrial del anfioxo son receptores senso-
intracelular, pues las partículas de carmín in- riales, y no hay ningún indicio de la sinapsis
troducidas en el animal, por ingestión pasan en el conducto eferente, tan característica del
a las células de la pared intestinal. verdadero sistema autónomo. Sin duda el sis-
La corriente alimenticia se regula por el tema nervioso atrial se ha desarrollado en re-
ritmo del batir de los cilios y el grado de lación con la alimentación filtradora y se ha
contracción de las aberturas de entrada y de perdido por completo en formas superiores
salida. Las paredes del atrio contienen un com- que se alimentan por otros métodos y que han
plejo sistema de fibras nerviosas aferentes y' desarrollado nuevos sistemas para controlar-
eferentes. Entre los receptores se cuenta un los (pág. 110).
conjunto de grandes cuerpos de neuronas peri-
féricas, situadas por debajo del epitelio atrial
y que envían axones hacia el interior a través 8. CIRCULACiÓN
de las raíces dorsales. Las fibras motoras dis-
curren también por las raíces dorsales, y, sin Los vasos sanguíneos del anfioxo muestran
haber cruzado sinapsis alguna, terminan en de manera esquemática el plan fundamental
las fibras musculares estriadas del músculo en el que se basa la circulación de la mayor
pterigial, que forma el suelo del atrio. La in- parte de los cardados (fig. 11). En distintos
tensidad de la corriente que entra por la boca puntos del sistema se producen lentas ondas

LOS CORDADOS: EL ANFIOXO 43


de contracción que impulsan a la sangre ha- primarias se halla un pequeño bulbo que fun-
cia adelante por los vasos ventrales y hacia ciona como corazón branquial. La sangre pro-
atrás por los vasos dorsales. Por debajo del cedente de las barras branquiales es recogida
extremo posterior de la faringe se halla un en un par de aortas dorsales que se juntan
amplio saco, el seno venoso, en el cual se re- por detrás de la faringe. La sangre de estas
dos aortas y la de la aorta media dorsal resul-
a.d.
tante de su unión es conducida al sistema de
a.br. lagunas sanguíneas que baña todos los tejidos.
No existen verdaderos capilares. La sangre de
a. v. ---!--'M.1L, las lagunas es recogida en las venas, de las
cuales las más importantes son las caudales,
ef.div.
t af.div.
las cardinales y las que forman el plexo de la
pared intestinal. Las venas cardinales son un
par de vasos situados en la pared dorsal del
celoma y que recogen la sangre de los múscu-
card.ant.
los y de la pared del cuerpo. Desembocan en
el seno venoso por medio de dos cortos con-
ductos, los canales de Cuvier, que pasan por
c.Cuv. la parte ventral del anfioxo y atraviesan el
s.v. celoma para ir a verterse en el seno venoso.
situado por debajo de la pared intestinal. Las
a.d. venas caudales se juntan con el plexo intesti-
nal cuya sangre es recogida por una ancha
i t vena subintestinal que va al divertículo gás-
trico. Esta vena desemboca en un nuevo plexo
~
t que conduce finalmente la sangre hasta el seno
venoso.
subint.
Las contracciones se originan independiente-
cord.post, mente en el seno venoso, en los bulbos bran-
quiales, en la vena subintestinal y en otros
puntos del sistema circulatorio. El ritmo de
contracción es muy lento (una contracción
cada dos minutos por término medio) y muy
irregular; no parece estar en absoluto regu-
lado por ningún sistema de control.
La sangre es incolora y no se ha descubierto
en ella pigmento respiratorio alguno. No con-
Fig. 11. Esquema de la circulación sanguínea en el an-
fioxo. tiene células. Es probable que la presión del
a. br. arco branquial; a. d. aorta dorsal; af. div. vaso aferente oxígeno disuelto en ella por simple contacto
del divertículo; a. v. aorta ventral; cardo ant. vena cardinal
anterior; cardo post. vena cardinal posterior; C. Cuv. conducto
del agua con el cuerpo sea suficiente para las
de Cuvier; ef. div. vaso eferente del divertículo; subint. vena pequeñas necesidades energéticas del animal,
subintestinal; S. V. seno venoso. (Según Grobben y Zarnik.)
que pasa la mayor parte de su vida en reposo.
Por otra parte, no sabemos con seguridad si la
coge la sangre procedente de todos los puntos sangre es o no oxigenada en las hendiduras
del cuerpo. De él arranca, en dirección ante- branquiales. Orton ha sugerido que por ser
rior, una ancha arteria que corre bajo el en- ellas, mediante los movimientos de sus cilios,
dostilo (la aorta ventral o tronco arterioso) y las que realizan la mayor parte del trabajo del
de la cual parten cortos vasos sanguíneos que cuerpo, la sangre abandona las branquias más
llevan la sangre a los arcos branquiales. En la pobre en oxígeno que cuando entra en ellas.
base de cada una de las barras branquiales Sin duda, la oxigenación más importante se

44 LA ViDA DE LOS VERTEBRADOS

=
realiza en las lagunas sanguíneas que están y este solo hecho basta para indicar que los
en estrecho contacto con la piel, y quizá par- nefridios del anfioxo no tienen nada que ver
ticularmente en las de los pliegues metapleu- con el pronefros de los vertebrados, como se
rales. ha supuesto a veces erróneamente. No existe
ningún órgano en los vertebrados que pueda
considerarse homólogo de los nefridios del an-
9. SISTEMA EXCRETOR DEL ANFIOXO fioxo, y tampoco existen en éste órganos que
puedan creerse precursores del sistema excre-
Una de las características más extrañas de tor de los vertebrados. En realidad, nos en-
la organización del anfioxo es la posesión de
«células flamíferas» semejantes a las que se
encuentran en los platelmintos, moluscos y
anélidos. Por tanto, los órganos excretores no
son semejantes en absoluto a los propios de
los cordados en general, y en realidad difieren
ampliamente, no sólo de los de los cordados,
sino también de los de otros invertebrados con
los que el grupo parece relacionarse lejana-
mente y que son, como veremos, los equino-
dermos, los braquiópodos y los briozoos.
Los nefridios se encuentran sobre la faringe.
A cada barra branquial primaria corresponde
un saco nefridialque se abre por un poro en
el atrio y que está provisto de numerosas cé-
lulas ftamíferas (solenocitos) de forma alarga-
da (fig. 12). Estos solenocitos no están abiertos
por su extremo interno, pero mantienen un
estrecho contacto con vasos sanguíneos espe-
ciales, los glomérulos, cuyas paredes separan
las células ftamíferas del epitelio celómico.
Suponiendo que el anfioxo posea 200 nefridios
de este tipo, cada uno de ellos con 500 sole-
nocitos de 50 micras de largo, se puede calcu-
lar, como hizo Goodrich, quien ha suminis-
trado la información más cuidadosa sobre di-
chos órganos, que la longitud excretora total
del anfioxo no resulta ser menor de cinco me- Fig. 12. Solenocitos del anfioxo. Se aprecian claramen-
tros. Se supone que la excreción se realiza por te los núcleos, los largos flagelos y los orificios de co-
difusión a través de las paredes de la célula municación con el conducto excretor principal. que
desemboca en el atrio. (Según Goodrlch.)
ftamífera y que el líquido desciende por los
tubos de los solenocitos gracias al movimiento
de cilios. Las partículas de colorante inyecta- contramos aquí con un notable ejemplo de
das en el sistema circulatorio no son expulsa- estructura peculiar y aislada. Es evidente que
das por los nefridios. los distintos componentes del genotipo pue-
Durante el desarrollo estos órganos tan no- den variar de manera independiente y que la
tables se originan a partir de grupos de células organización del cuerpo, en conjunto, no cam-
situados en la zona de unión del endodermo bia necesariamente.
y el ectodermo; es casi seguro que proceden En la parte anterior del atrio existen unas
de la segunda de estas capas. No guardan re- depresiones o embudos de color oscuro que
lación alguna con el mesodermo embrionario son como sacos ciegos que se invaginan en el

LOS CaRDADOS: EL ANFIOXO 45


celoma epibranquial. Probablemente tienen que terminan libremente en la piel. Por otra
función receptora. Algunas partes de la pared parte, en la cabeza y en la cola existen células
atrial pueden contribuir a las funciones excre- receptoras periféricas que envían fibras al sis-
toras. Existen unas masas celulares en el suelo tema nervioso central, y en los pliegues meta-
del atrio, las glándulas atriales, que contienen pleurales se hallan unos órganos encapsulados
numerosos gránulos; puede que sean excreto- de estructura relativamente compleja (Bone,
res, pero también pueden ser gránulos que 1960). Por debajo del epitelio atrial se encuen-
hayan entrado con la corriente alimenticia. tran además numerosas células multipolares
En las gónadas, y especialmente en los tes- de gran tamaño, con función sin duda aferente.
tículos, existen grandes masas amarillentas, Estas células poseen numerosas dendritas ra-
ricas en ácido úrico, que son expulsadas junta- mificadas y un axón que termina en la medula
mente con los gametos. espinal, en la que entra por una raíz dorsal.
Su función se estudia en la página 43.
La medula espinal tiene un canal interno de
10. SISTEMA NERVIOSO luz pequeña, y los elementos que la forman
se disponen del mismo modo que en los ver-
El anfioxo posee un cordón nervioso hueco tebrados, es decir: un epitelio ependimario
en posición dorsal, similar al de los vertebra- que rodea el canal, una capa de células (e subs-
dos. Si bien en su extremo anterior este cordón tancia gris») en torno a dicho epitelio, y una
se ensancha ligeramente, no podemos decir capa externa de fibras nerviosas (esubstancia
que se modifique para dar un cerebro com- blanca»). Las células de la substancia gris no
plejo. El sistema nervioso está conectado con se agrupan en astas, como ocurre en los ver-
la periferia por un notable conjunto (le raíces tebrados. Las más patentes de entre ellas son
nerviosas, una dorsal y una ventral por seg- las células gigantes que se encuentran en los
mento. Dichas raíces no se unen (fig. 13): las extremos anterior y posterior de la medula, en
raíces ventrales se encuentran frente a los, mió- su cara dorsal, pero que faltan entre los seg-
tomos, y llevan hacia ellos fibras motoras que mentos 13 y 39. Cada una de ellas posee nu-
terminan en las fibras musculares del miótomo merosas dendritas que se ramifican en la zona
mediante placas motrices. En cambio las raí- de entrada de las fibras de las raíces dorsales,
ces dorsales discurren por entre los miótomos y un solo axón que en la parte anterior del
y llevan todas las fibras aferentes del segmen- cuerpo se dirige hacia atrás y en la posterior
to, así como fibras motoras, a la musculatura hacia adelante, atravesando en cada caso la
no segmentada de la parte ventral del cuerpo. medula espinal en toda su longitud. Existe
Un tipo similar de conducción se da en el sis- también una fibra nerviosa gigante, medioven-
tema nervioso de los vertebrados. tral, que recorre la medula de extremo a ex-
Las fibras de los nervios periféricos difieren tremo y pasa junto a las células visceromoto-
de las de los vertebrados en que no poseen ras que probablemente son las causantes de
una gruesa vaina de mielina que pueda teñirse las contracciones convulsivas del atrio, pare-
de negro con tetraóxido de osmio. Los haces cidas a una «tos» (pág. 43).
de fibras, o nervios, están rodeados por un Ten Cate, que investigó los movimientos del
epineurio formado por células del tejido con- anfioxo, encontró que el animal responde a
juntivo, pero parece que no existen células de todos los estímulos mediante temblores ondu-
Schwann en torno a las fibras (Bone, 1958). lantes. No se trata de movimientos aislados
Las fibras aferentes de las raíces dorsales se o locales; el efecto de cualquier estímulo,
diferencian de las de los demás cordados en como p. ej. un contacto en un lado del cuerpo,
que los cuerpos de las células a que pertene- es producir ondas de contracción en los mióto-
cen no están agrupados en ganglios espina les. mos. Desde luego, estas ondas pueden variar
sino que en su mayor parte se encuentran en desde contracciones fuertes, que recorren todo
el sistema nervioso central. Existen por lo me- el cuerpo del animal, hasta pequeños movi-
nos tres tipos de neurona s que envían fibras mientos semejantes a espasmos. Parece ser que

46 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS

.................................................................................... ------~..•
r.n.d.

r.n.v.
Fig. 13a. Cordón nervioso dorsal del anfioxo.
f. n. g. fibras nerviosas gigantes; r. n. d. raíz nerviosa dorsal; r. n. v. raíz nerviosa ventral.
(Según Retzius.)

Ret.

rec.

fibra gigante central

fig. 13b. Estereograma que ilustra la estructura de la medula espinal en un anfioxo adulto.
El sistema receptor está constituido por una columna más o menos continua de células
bipolares de Retzius (Ret.) a cada lado, juntamente con células más pequeñas de diversos
tipos (rec.). Según Johnston, estas células receptoras (1. 2 Y 3) pueden ser consideradas
homólogas del ganglio espinal de las raíces dorsales de los vertebrados. Otro tipo de
células receptoras son las células gigantes de Rohde (Roh.), que tienen un axón largo
y un complejo sistema de dendritas. Parece probable que al menos algunas de estas
células posean un axón periférico que salga de la medula a través de las raíces dorsales.
c./.c. célula longitudinal conjuntiva.
Las células visceromotrices (c.vm.) se disponen de manera segmentaria, en número
de una por segmento.
Las células somatomotrices (c.sm.) se encuentran en distintas partes de la medula.
pero siempre comunicadas con las raíces ventral es.
Otras células de la medula son neuronas internunciales de tipos diversos. La flecha
del dibujo señala la dirección cefálica del animal. (Según Bane.)

las neuronas gigantes contribuyen a la propa- co movimiento de retroceso (esto es, de hun-
gación de dichas ondas. Es probable que su dimiento en la arena), mientras que un estímu-
disposición asegure un mecanismo de reacción lo similar en el extremo posterior ocasiona un
por el cual un estímulo en el extremo anterior movimiento en sentido contrario, es decir, de
del cuerpo, normalmente emergido durante la emersión del cuerpo.
alimentación del anfioxo, ocasiona un brus- En su extremo anterior el canal medular

LOS CaRDADOS: EL1ANF/Oxo 47


ep.

Fig. 14. Sección sagital del extremo frontal del anfioxo.


ep. epidermis; ep. bue. epitelio bucal; mi. miótomo; m. pig. mancha pigmentaria; n. notocordio;
sube. subcutis; V. cero vesícula cerebral, con grandes células nerviosas; vent. cer. ventrículo de la
vesícula cerebral. (Según Krause.)

está ensanchado para formar la vesícula cere- comisural de los vertebrados, pero las fibras
bral (fig. 14). En realidad, el tubo neural es de Reissner sí parecen serlo ; se trata de un
poco más ancho en esta zona que en la región interesante problema de homología.
de la medula espinal, y no hay engrosamiento
de las paredes, las cuales están formadas en ep.s.
su mayor parte por una sola capa de células
A
epiteliales ciliadas (fig. 15). Esto es una señal
evidente de la falta de cefalización del anfioxo.
De la región de la vesícula cerebral arrancan m.pig.
las dos primeras raíces nerviosas dorsales, que
órg.inf. f.R.
no tienen raíces ventrales que les correspon-
dan. Dichas raíces conducen al sistema ner-
vioso los estímulos procedentes del vestíbulo
oral y de los cirros peribucales. f.R.

El órgano infundibular (fig. 15) está com-


puesto de células alargadas provistas de largos m.
cilios que baten en dirección opuesta a la de
las restantes células de la vesícula. De ellas
parten fibras que se dirigen por la medula
hacia atrás. Este órgano es también el punto
de origen de la fibra de Reissner (fig. 15). Ésta s.v,
es un filamento de material no celular que se
encuentra en todos los vertebrados en el cen- Fig. 15. Esquemas del extremo anterior del sistema
tro del canal neural ; es secretada en el extre- nervioso del anfioxo (A) y del encéfalo de un pez
(PolypterusJ (8).
mo anterior, luego se dirige hacia atrás y suele
A. anfioxo; ep. g. epitelio granuloso ependimario de la pared
recogerse y ser absorbida en un saco del ex- del canal o conducto dorsal central del cerebro; ep. s. epitelio
tremo posterior de la medula espinal. En los sensorial; l. R. fibra de Reissner. alojada en el canal ependi-
mario; m. pig. mancha pigmentaria; 6rg. inl. órgano infundio
vertebrados se origina en las células secreto- bular. B, po/ypterus: ae. S. acueducto de Silvio; e. a. comí-
ras ependimarias del órgano subcomisural, si- sura anterior; eer. cerebelo; ep. epifisis; l. R. fibra de Heiss-
ner. situada en el cuarto ventriculo; m. medula espinal; n. h.
tuado en la parte dorsal del diencéfalo (figu- neurohipófisis; n. pro núcleo preóptico; 6r. S. órgano subcorni-
ra 15). Desde luego, el órgano infundibular sural; q.Op. quiasma óptico; S. d. saco dorsal; s. v. saco
vascular. con células sensoriales primarias; t. p. h. tracto pre-
del anfioxo no es homólogo del órgano sub- óptico-htpoflsarlo. (Según Olson y Willgstralld.)

48 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS


Una complicación adicional viene del hecho de las agujas del reloj si lo miramos por de-
de que el órgano infundibular contiene subs- trás. Parker demostró que un pequeño haz de
tancias que se tiñen por el método de Gomo- luz sólo produce movimiento en el anfioxo
ri, y que parece ser similar al material neuro- cuando está dirigido hacia el cuerpo o hacia
crino que se halla en las fibras del tracto la cola, pero no cuando ilumina la cabeza.
hipofisario de los vertebrados (fig. 15). Dicho Dado que normalmente el animal se halla en-
órgano parece pues desempeñar importantes terrado y con la cabeza emergida de la arena,
funciones de regulación, siendo simultánea- podemos suponer que la función de las células
mente receptor, origen de fibras nerviosas y pigmentarias cefálicas es impedir que los fo-
productor de dos tipos de substancias. Desde torreceptores de la medula espinal sean esti-
luego, podemos aprender todavía muchas co- mulados por la luz que cae verticalmente so-
sas acerca del origen y del significado de los bre la extremidad anterior del cuerpo.
sistemas de regulación del diencéfalo. El anfioxo está, pues, provisto de sistemas
En los animales jóvenes la vesícula cerebral receptores y motores que sirven para mante-
comunica con el exterior por medio de un nerle en su posición sedentaria y capaz de re-
neuróporo anterior y, una vez cerrado éste, coger alimento de las corrientes que provoca
aparece en la piel, precisamente en su lugar, con los cilios (pág. 43). Existen, además, me-
una depresión tapizada por epitelio especial canismos que le ayudan a efectuar los movi-
que se conoce con el nombre de fosita de mientos de huida necesarios cuando se le toca
Kólliker, Por lo que se sabe no recibe una o cuando el cuerpo (pero no la cabeza) es ilu-
inervación especial. Las células del extremo minado. Los receptores táctiles de los cirros
anterior de la vesícula cerebral contienen pig- peribucales producen la repulsión de las par-
mento, y se ha intentado demostrar que repre- tículas grandes, y los del velo son quimiorre-
sentan un ojo rudimentario. Parece más pro- ceptores. El órgano infundibular puede ser un
bable que su función sea evitar, más que re- tipo de receptor sensible a la presión o a la

Fig. 16. Esquemas en los que se muestra la dirección de las manchas oculares del anfioxo.
A. B Y e, respectivamente, regiones anterior, media y posterior del cuerpo. Los ojos se muestran
como si se vieran por detrás. El dibujo inferior central representa una sección del animal en la
que se Ilustra la dirección del movimiento en espiral que adopta el cuerpo cuando el animal está
nadando, visto de frente. (Según Franz.)

cibir, los estímulos luminosos; en la medula gravedad. Por medio de estos órganos senso-
espinal se encuentran otras células que son riales, y gracias a simples movimientos de na-
claramente fotorreceptoras (fig. 9). En la parte tación, excavación y cierre del vestíbulo oral,
anterior del cuerpo no existe pigmento que el animal se mantiene en un ambiente adecua-
proteja de la luz a dichas células, pero en la do para su vida, probablemente siguiendo un
parte posterior están pigmentadas de manera comportamiento basa-lo en el ensayo y error
que quedan protegidas asimétricamente (figu- (Iobotactismo), No hallamos en él ninguno de
ra 16). Esta asimetría de pigmentación puede los complejos mecanismos que existen en los
estar relacionada con el hecho de que el an- cordados superiores para la «busca» de un
fioxo, cuando nada libremente en el agua, gira ambiente determinado o para la «modifica-
en espiral alrededor de su eje, en el sentido ción» o adecuación de un medio relativamen-

LOS CORDADOS: EL ANFIOXO 49


B
Fig. 17. Tres estadios del desarrollo del anñoxo, dibujados a partir de preparaciones
teñidas.
A. blástula; B. gástrula joven; C. gástrula avanzada.

te habitable por el animal. El anfioxo se ve La salida de los gametos al exterior se efec-


obligado a aceptar y abandonar el mundo en túa en primavera. generalmente en las noches
que vive tal como lo encuentra. La elección cálidas que suceden a un período tormentoso.
del ambiente «adecuado» se lleva a cabo por La fecundación es externa y el desarrollo de
la fijación selectiva de las larvas. los zigotos tiene lugar libremente en el agua.
Se producen numerosos huevos de pequeño
11. GÓNADAS y DESARROLLO DEL ANFIOXO
tamaño pero ricos en vitelo. Después de lar
fecundación tienen lugar en su citoplasma
Las gónadas del anfioxo son sacos huecos. complejos movimientos de ciclosis y de orga-
situados uno en cada segmento (o dos. según nización. tras de lo cual sigue una segmenta-
el género) y desprovistos de un conducto co- ción rápida y completa; de la segmentación
mún a todos ellos. Cada saco se desarrolla a sale una blástula formada por una bóveda de
partir de células mesodérmicas; quizás. ori- células relativamente menores que las que
ginariamente. a partir de una sola célula en forman el «suelo». las cuales son además me-
la base de los miótomos de la región bran- nos numerosas (fig. 17). Éstas se invaginan
quial, desarrollándose las propias células se- para dar lugar al arquénteron, el cual se abre
xuales en las paredes internas de cada saco mediante un amplio blastóporo que se con-
(fig. 6). Los sexos están separados y los ga- vertirá más tarde en el ano del adulto; en
metas son liberados en el atrio por dehiscencia esta fase la gástrula se cubre de ñagelos, y
de las gónadas; el orificio de éstas se obtura gracias a ellos gira lentamente dentro de la
después de la salida de los gametos y la góna- cápsula del huevo.
da vuelve a desarrollarse y a producirlos. En este estado el animal se alarga y su lado

Fig. 18. Estadios sucesivos en el desarrollo del anfioxo: se ilustran las correspondientes
secciones transversales.
A. estado de tres somitos; B. estado de seis somitos; C. estado de nueve somitos; D. estado de
once somitos. arquént. arquénteron; cel. celoma; C. n. cordón nervioso; espl. ee/. celoma esplácnico
o esplacnocele; espl. pl. esplacnopleura; mes. mesodermo; mi. miótomo; mioe. miocele; n. noto-
cordio; som. pl. somatopleura. (Según Hatschek.)

50 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS


dorsal se aplana, hundiéndose finalmente para aplicada contra el cordón nervioso, se engrue-
formar el tubo neural (fig. 18 A). Casi simul- sa para formar el miotomo, y las células que
táneamente la parte dorsal de la capa interna crecen entre éste y el cordón' nervioso dan
empieza a plegarse en la región anterior de lugar a la vaina del mismo y probablemente
modo que se forman un par de bolsas latera- también a las cápsulas de los «radios dorsa-
les. Las paredes de dichas bolsas constituirán les» y otros tejidos «mesenquimáticos». La
el mesodermo, y la cavidad que contienen será parte superior de la cavidad celómica, el mi 0-
el celoma; así pues, como ocurre en otros cor- cele, se separa del esplacnocele ventral. Mien-
dados primitivos, al comienzo de su forma- tras que la primera de estas dos cavidades
ción el celoma comunica con el arquénteron. queda casi completamente obliterada, la se-
El techo de éste se arquea también hacia arri- gunda crece para formar el celoma del adulto
ba y forma el notocordio. La pared del intes- al fusionarse las dos cavidades celómicas de
tino se cierra por aproximación de los bordes cada segmento.
de la porción restante de la capa interna, que En tanto el mesodermo se ha ido diferen-
es ahora la pared definitiva del intestino, o ciando de la manera descrita, el animal se ha
endodermo, alargado poco a poco hasta adquirir rtn as-
El análisis de este proceso de desarrollo pecto pisciforme. El tubo neural es un peque-
nos permite decir algo sobre las fuerzas que ño canal dorsal que se abre en su extremo
originan estas invaginaciones, pliegues y mo- anterior por un neuróporo y que en su parte

Fig. 19. Anfioxo poco después de salir del huevo.


c. n. cordón nervioso; c. neur. conducto neurentérico; n. notocordio; neur. neuróporo;
t. d. tubo digestivo.

vimientos embrionarios. La formación del tu- posterior comunica con el intestino mediante
bo neural, del mesodermo y del notocordio, un canal neurentérico (fig. 19). La larva ec1o-
y la constitución definitiva del techo del in- siona cuando sólo se han formado dos seg-
testino, implican un movimiento ascendente mentos y nada hacia la superficie del mar gra-
de las células de la mitad inferior del cuerpo, cias a su epidermis ciliada, girando sobre su
que tienden a converger en la línea media eje de derecha a izquierda, al mismo tiempo
dorsal. Este proceso de «convergencia celu- que su extremo anterior avanza hacia ade-
lar» es una característica notable del desarro- lante.
llo de todos los cordados (Young, 1957, pá- Entonces aparece la boca en forma de aber-
gina 609). tura circular, en el extremo opuesto al blas-
A medida que el animal se alarga van pro- tóporo, y pronto emigra hacia el lado izquier-
duciéndose en él nuevas bolsas mesodérmi- do y se hace muy grande. A partir de este
cas que se separan totalmente del endodermo momento el desarrollo del anfioxo es fuerte-
y de las bolsas vecinas. Las células de cada mente asimétrico, característica ésta relacio-
una de estas bolsas crecen hacia abajo, ro- nada probablemente con la natación en espi-
deando al tubo digestivo; la capa externa de ral y con la forma de alimentación. Así, la
cada bolsa se aplica a la pared del cuerpo primera hendidura branquial se forma en la
para formar la somatopleura, y la interna ro- línea medioventral, pero en seguida emigra
dea al intestino formando la esplacnopleura hacia el ·lado derecho (fig. 20). Aproximada-
(fig. 18 D). La pared interna del mesodermo, mente al mismo tiempo, en el lado derecho

LOS CORDADOS: EL ANFIOXO 51


g/.maz. h.br.

Fig. 20. Larva Amphioxídes del anfioxo, poco antes de la metamorfosis.


Se aprecia la acentuada asimetría de la larva, con su amplia boca (b.) abierta en el
lado opuesto al que se ve (es decir, el izquierdo), y con las once primeras hendiduras
branquiales formándose en el lado derecho (h.br.). Estas hendiduras se forman en la
línea medioventral, y a medida que crecen adoptan una posición progresivamente lateral.
en. ano; end. endostilo rudimentario; f. H. tosita de Hatschek; g/. mazo glándula rnazuda:
m. pig. mancha pigmentaria: n. notocordio.

de la faringe aparece un engrosamiento en cordados primitivos y en algunos vertebrados


forma de V, el endostilo. Por detrás de éste (véase pág. 182). Según algunos, dicha fosita
se forma un corto tubo, una glándula en for- debe ser considerada como homóloga del ló-
ma de maza que comunica la faringe con el bulo anterior de la hipófisis de los verte-
exterior y que deriva del cierre de un surco brados.
lateral externo de ésta. El significado de di- Las hendiduras branquiales sucesivas se de-
cho órgano no puede precisarse; debe de sarrollan en la línea medioventral y emigran
guardar alguna relación con el proceso de ali- hacia el lado derecho del cuerpo hasta que
mentación, que comienza en esta fase del de- existen unas catorce de ellas. Entre tanto ha
sarrollo. Otros suponen que se trata de una ido apareciendo una nueva fila de ocho hendi-
hendidura branquial modificada. duras branquiales situadas por encima de las
En este momento se diferencian, asimétri- precedentes. Éstas son las hendiduras bran-
camente, las dos primeras bolsas celómicas. quiales definitivas del lado derecho del cuerpo,
La de la derecha se transformará en el celo- y a partir del momento de su formación la
ma cefálico, mientras que la de la izquierda larva comienza a adquirir nuevamente sime-
adquiere una abertura al exterior y una su- tría bilateral mediante el desplazamiento de
perficie densamente ciliada. Es posible que ocho hendiduras (de las catorce formadas pri-
este hecho guarde relación' con el proceso de meramente y situadas en la fila inferior) hacia
alimentación, y la cavidad celómica a que nos el lado izquierdo; las otras seis degeneran. En
referimos se convertirá en la fosita de Hat- este momento, con ocho hendiduras branquia-
schek del adulto. Esta estructura tiene un les formadas a cada lado, la larva inicia una
gran interés desde el punto de vista morfo- fase de reposo antes de sufr.ir nuevos cambios.
lógico, ya que la primera cavidad celómica Es interesante constatar que en este momento
izquierda se abre también al exterior en otros la larva sería homóloga de 10 que podríamos

52 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS


llamar un vertebrado ancestral, con ocho pa- tría de la larva y sin duda también con su
res de arcos branquiales (pág. 134). Posterior- modo de alimentación. La extraña formación
mente se van añadiendo nuevos pares de hen- de las hendiduras branquiales, la gran boca de
diduras a ambos lados. Poco después de su la larva, situada en el lado izquierdo del cuer-
formación, cada hendidura se subdivide por el po, y quizá también la glándula en forma de
crecimiento hacia abajo de una lengüeta bran- maza, y el órgano de Müller, pueden presen-
quial. El atrio no existe en las larvas jóvenes. tar modificaciones de importancia de fecha re-
Pronto aparecen a cada lado los pliegues me- lativamente reciente. Sin embargo, los carda-
tapleurales, que se fusionan de atrás hacia dos primitivos se alimentaban probablemente
delante y forman un tubo por debajo de la por filtración del agua arrastrada por los ci-
faringe. Durante las fases finales del desarrollo lios y eran planctónicos, de manera que no
la larva va bajando y finalmente descansa en podemos estar demasiado seguros de que los
el fondo marino mientras sufre la migración rasgos antedichos, ligados a la asimetría de
de las hendiduras branquiales, lo cual consti- la larva, sean en realidad adquisiciones re-
tuye su metamorfosis. En otras especies la cientes. r=
larva forma parte del plancton durante mucho La división del mesodermo del anfioxo en
más tiempo, creciendo y llegando incluso a una serie de sacos celómicos presenta un pro-
mostrar rudimentos de gónadas bastante apa- blema interesante. La segmentación del meso-
rentes. Al principio se pensó que estas larvas dermo de los vertebrados se restringe a la
eran formas adultas de un nuevo género (A m- región dorsal. En los cardados más primitivos
phioxides). (véase pág. 58), así como en los organismos
El desarrollo del anfioxo, lo mismo que su que se suponen antecesores de los cardados,
organización adulta, nos muestra numerosas existen tres cavidades celómicas, pero es pro-
características que son propias de todos los bable que los numerosos segmentos de los
cardados y que sin duda estaban ya presentes vertebrados se hayan originado a causa de la
en los más antiguos animales de este grupo. necesidad de desarrollar una musculatura ca-
Así, la segmentación, la gastrulación y la for- paz de contraerse de una manera serial, efi-
mación del mesodermo recuerdan los corres- ciente para la natación. Esta segmentación se-
pondientes procesos en los equinodermos y ría, pues, una adquisición secundaria y tardía
otros grupos que se suponen antepasados de del desarrollo, sin relación alguna con la seg-
los cardados y constituyen además un modelo mentación de los anélidos, en la cual resulta
del que pueden hacerse derivar todos los tipos dividido todo el cuerpo del animal en anillos.
de desarrollo propios de este grupo. Desgra- Por este motivo, es decir, por no participar
ciadamente, nuestros estudios en este sentido en la formación de la musculatura, el celoma
no pueden continuar hasta donde nosotros qui- ventral de los vertebrados permanece por lo
siéramos a causa de la dificultad de investigar general insegmentado. Pero en el anfioxo (y en
el desarrollo del anfioxo. Los embriólogos mo- las lampreas) es segmentado desde su apari-
dernos intentan precisar los movimientos mor- ción y sólo más tarde se hace continuo. La
fogenéticos con los cuales se va constituyendo mejor interpretación que podemos dar a este
un organismo, y, si es posible, determinar las hecho es suponer que como respuesta a las
fuerzas ocasionadoras de tales movimientos. necesidades de una musculatura segmentada
Ignoramos todavía las causas de los procesos el organismo adoptó un proceso de división
morfogenéticos; sólo podemos suponer que el periódica del mesodermo. En las primeras fa-
sistema de actividades celulares por el que se ses dicha división afectaría a la totalidad de
construye un anfioxo no se diferencia mucho este tejido pero más tarde quedaría restrin-
del conjunto de procesos morfogenéticos ori- gida a su porción dorsal. Muchos procesos-
ginarios de los vertebrados (Young, 1957, pá- morfogenéticos adquiridos recientemente por
gina 633). un organismo pueden comprender fases de
Desde luego, existen algunos rasgos especia- simplificación y perfeccionamiento como las
les del desarrollo relacionados con la asime- que acabamos de describir.

LOS CaRDADOS: EL ANFIOXO 53


12. EL ANFIOXO, EJEMPLO DE CORDADO de Amphioxides muestra ciertos detalles que
GENERALIZADO son indicios de un cambio de este tipo.
Esto podría hacer suponer que el anfioxo
De cuanto hemos dicho se desprende que el no es un animal primitivo, sino una forma
anfioxo nos proporciona un ejemplo útil de simplificada de los vertebrados ancestral es de
cardado primitivo que conserva el hábito los que se habría originado por pedomorfosis.
de alimentación por filtración, hábito que pro- Sin embargo, parecen existir suficientes rasgos
bablemente fue el de los antepasados más pri- especiales en su anatomía para hacer insoste-
mitivos de nuestro tipo. Desde luego, se trata nible dicha hipótesis. La neotenia podría ex-
de un animal que presenta numerosas especia- plicar la posesión de una segmentación regu-
lizaciones relacionadas con el hábito de ali- lar, de raíces ventral es y dorsales separadas
mentación y con el modo de vida; por ejem- y otros detalles, pero difícilmente puede invo-
plo, la faringe, con su enorme desarrollo, el carse para explicar el sistema de captura del
atrio, la asimetría de las larvas, etc. Pero la alimento, las características de la piel o la pre-
disposición general del cuerpo es muy simple, sencia de protonefridios. En consecuencia, po-
casi esquemática, y puede muy bien ser que demos aceptar que el anfioxo presenta aproxi-
el anfioxo represente un estadio muy parecido madamente la organización de los primeros
a aquel del que evolucionaron los antepasados cardados pisciformes que vivieron 400 millo-
de los vertebrados. Quizá más adelante la nes de años atrás, en el Silúrico, y que en todo
larva permaneció durante más tiempo en el el tiempo transcurrido ha sufrido solamente
plancton y alcanzó la madurez en él. La larva cambios secundarios y de poca importancia.

54 LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS

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