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LA VIDA DE LOS VERTEBRADOS
restantes cardados, y desde luego, nos mues- cidad de un extremo a otro del cuerpo. Sin
tra lo que debieron ser las formas más primi- embargo, el extremo frontal se distingue cla-
tivas de este grupo. ramente por una serie de cirros bucal es que
Si bien puede nadar libremente en el agua, forman una especie de criba frente a la aber-
el anfioxo es, por .]0 general, un animal exca- tura del vestíbulo oral y que están dotados de
vador, y muchas de sus características están células receptoras.
relacionadas con este modo de vida. Vive se- Aunque el animal posee un elevado número
mienterrado en la arena del fondo marino, a de hendiduras branquiales, éstas no son visi-
pequeña profundidad, y se encuentra distri- bles exteriormente, ya que están recubiertas
buido en las, costas de todos los océanos. Evi- por unos pliegues laterales del cuerpo que ro-
dentemente, a pesar de su simplicidad, se trata dean un espacio ventral, el atrio, comunicado
de un animal bien adaptado. Se encuentra en posteriormente con el exterior por un atrió-
las costas europeas; el primer ejemplar que poro. Los bordes lateroventrales del atrio se
se describió fue capturado en Cornualles y en- proyectan hacia fuera formando un par de
viado dentro de líquido conservador al zoólogo pliegues metapleurales que dan al cuerpo, visto
alemán Pallas, el cual lo confundió con una en sección transversal, una forma triangular.
babosa y le dio el nombre de Limax lanceo- El tubo digestivo se abre al exterior por un
latus (1774). El primero que lo dibujó y le ano situado al comienzo del extremo posterior
dio el nombre de Anfioxus lanceolatus, hoy del cuerpo, formándose así una cola bien dis-
tan conocido, fue Yarrell, en 1836. Sin em- tinta, es decir, una región del cuerpo que no
bargo, en 1834 Costa le había bautizado con contiene en su interior porción alguna del tubo
el nombre genérico. de Branchiostoma, y, de- digestivo.
bido a las reglas de prioridad, éste es el nom- La disposición general de 'los órganos puede
bre del género. Podemos tomar el término entenderse con mayor facilidad si considera-
«anfioxo» como nombre vulgar del animal. En mos el cuerpo como formado por dos tubos
la actualidad se han descrito unas ocho espe- concéntricos: la piel por fuera (ectodermo) y
cies del género Branchiostoma, junto a las el tubo digestivo por dentro (endodermo), con
cuales hay que incluir otras seis especies per- un espacio entre ambos (el celoma) rodeado
tenecientes al género Asymmetron. Este últi- de una tercera capa celular, el mesodermo.
mo tiene una organización similar a la de Esta disposición se da en el curso del desa-
Branchiostoma, pero solamente posee gónadas rrollo (fig. 18). Al principio el mesodermo
en el lado derecho. forma dos capas delgadas, la somatopleura,
Un individuo adulto de Branchiostoma lan- que reviste interiormente la pared externa del
ceolatum tiene unos cinco cm de largo y su cuerpo, y la esplacnopleura, que rodea el tubo
organización es semejante a la de los peces, o digestivo. Muy pronto la capa interna se en-
sea que sus características externas más nota- gruesa notablemente en los lugares en que está
bles son las relacionadas con los sistemas de aplicada contra el notocordio y el cordón ner-
locomoción y de captura del alimento (fig. 5), vioso, formando en tales puntos los miótomos
El cuerpo es alargado y comprimido lateral- o segmentos musculares. En esta región dorsal
mente. La piel carece de pigmento y los del mesodermo, el celoma, que recibe el nom-
músculos se ven claramente a través de ella bre de miocele, pronto es obliterado, quedando
en forma de paquetes sucesivos, los miótomos, solamente un esplacnocele ventral en torno al
cuya contracción sirve para curvar el cuerpo. tubo digestivo. Además del músculo que se
Como su nombre indica, éste termina en dos origina en los miótomos, se forman otros
extremos aguzados, no existiendo una cabeza músculos no miotómicos en la somatopleura y
distinta separada del tronco. De hecho no se en Ia esplacnopleura. Estos músculos no están
distinguen ni ojos ni orificios nasales ni oídos divididos en segmentos y son inervados úni-
individual izados, ni hay mandíbulas, de ma- camente por las raíces medulares dorsales,
nera que la organización fundamental de los pues las raíces ventral es inervan exclusiva-
cardados se nos presenta en su mayor simpli- mente los miótomos.
ú¡v. lar.
T amaño natural
V (fig. 5). No obstante, todas las fibras mus- Normalmente se dice de este órgano que se
culares siguen una dirección anteroposterior, trata de una «estructura de sostén», pero es
con lo cual la contracción del miótomo pro- fácil comprender que un animal de este tama-
duce la curvatura del cuerpo. Más adelante ño, que vive en el agua, no necesita «sostén».
(página 125) se estudiará detalladamente la Tampoco puede considerarse el notocordio
manera en que un sistema muscular de este como una palanca para la fijación de los
tipo puede permitir el desplazamiento del ani- músculos, como ocurre con los huesos de
mal hacia adelante. En esencia, la contracción los cordados superiores. Ningún músculo se
de los miótomos da por resultado un movi- fija directamente a él, si bien los mioseptos
miento transversal del cuerpo, con una incli- se adhieren a su vaina. Su función es impedir
nación que forma ángulos diversos y que pro- el acortamiento del cuerpo, que de no ser
duce 'la progresión del animal. Por lo tanto, por él ocurriría al contraerse los músculos
cada miótomo debe contraerse luego que lo longitudinales. De hecho, permite una con-
haya hecho el que le precede, haciendo que tracción muscular eficiente que hace que el
el animal se curve en forma de S; la ondu- cuerpo se curve; su elasticidad puede que
lación del cuerpo del anfioxo se mueve hacia desempeñe también un papel importante.
atrás, por el agua, a medida que el animal El notocordio se compone de una serie de
avanza. placas aplanadas y adosadas, envueltas por
Para nuestros propósitos 10 importante es una vaina fibrosa. Dichas placas se disponen
señalar que la contracción muscular es de tipo de manera regular, alineadas, con sus caras
serial, es decir, depende de la segmentación planas dispuestas según el plano transversal
del músculo longitudinal. Posiblemente fue del cuerpo. Pueden ser de dos clases, homogé-
esta necesidad de segmentación de la muscu- neas y fibrosas, y ambos tipos alternan regu-
latura la que provocó una verdadera metame- larmente. Cada placa comienza su desarrollo
rización que, si bien afectaría en principio bajo la forma de una célula muy vacuolizada
--
cuyo núcleo es finalmente empujado hacia el aletas complejas como los peces, que asegu-
extremo dorsal o el ventral. Esta estructura, ran su estabilidad como lo harían las plumas
gracias a la turgescencia y a la presión interna de una flecha o que son movibles para permi-
de las células que la componen, encerradas en tir la regulación activa de la dirección de su
una vaina resistente e impermeable, es ade- desplazamiento (pág. 127). Existe un pequeño
cuada para resistir Ias fuerzas tendentes a un resalte dorsal que se continúa por detrás a
acortamiento del cuerpo. Una peculiaridad del modo de reducida aleta caudal. No hay aletas
notocordio del anfioxo es que se extiende des- pares definidas, pero los pliegues metapleura-
de el mismo extremo anterior hasta el final de les puede que sean homólogos de los pliegues
la cola, excediendo por delante y por detrás laterales en forma de aleta que probablemente
el nivel de los miótomos ; posiblemente se han originado los apéndices pares de los res-
trate de una condición asociada con los hábi- tantes vertebrados. Los pliegues metapleurales
tos excavadores del animal. se distienden a causa de la presión del fluido
Es probable que el anfioxo nade libremente celómico, y al igual que el resalte del borde
con muy poca frecuencia, y su cuerpo no está dorsal, sirven probablemente para proteger al
adaptado a los movimientos rápidos. No tiene animal cuando éste, con un movimiento rá-
/1.
a.d.
div.
l.br.
g.
end. a.v.
por las células que rodean la parte externa por debajo de esta capa se encuentra el sub-
y que conservan la disposición epitelial del cutis (hipodermis), de naturaleza gelatinosa
mesodermo del cual derivan. La vaina no en- pero que también contiene fibras. Ambas ca-
vuelve solamente al notocordio, sino también pas son secretadas por células dispersas que
al cordón nervioso, y aún por encima de éste guardan una cierta semejanza con los fibro-
se continúa en unas estructuras, los «radios blastos de las formas superiores. Contienen
de la aleta», que sostienen el resalte dorsal un sistema de canales cutáneos tapizados por
del cuerpo. Dichos radios están en mayor nú- endotelio (fig. 14).
mero que los segmentos y cada uno de ellos
contiene un material más rígido denominado
«cartílago». La relación entre estas estructu- 7. LA BOCA, LA FARINGE Y EL CONTROL DE
ras y los radios de las aletas de los vertebra- LA ALIMENTACiÓN
dos es incierta. Existen otras varillas esque-
léticas en el interior de los cirros peribucales El anfioxo obtiene su alimento separando
y en Ias barras branquiales. las partículas orgánicas de una corriente de
v. 0.5 mm
cia el exterior en forma de cirros peribucalcs Como las barras branquia les están inclinadas,
provistos de células sensoriales (fig. 8). Cuan- en una sección transversal del animal se cor-
do el animal se alimenta, los cirros se curvan tan muchas de ellas, pero debemos recordar
hacia atrás y forman una especie de criba en siempre que tales barras son esencialmente
forma de embudo que impide la entrada de las porciones verticales de las paredes del
las partículas más grandes. Alrededor de la cuerpo y de la faringe que no han sido per-
propia boca existe una segunda corona de foradas por una hendidura branquia!. Tal por-
tentáculos sensoriales, el velo. El vestíbulo ción de la pared del cuerpo debe contener un
oral aloja un complicado conjunto de bandas espacio celómico, y tal es el caso, por ejem-
ciliadas, el «órgano rotatorio» de Müller, que plo, en las barras que se forman primera-
desempeña un cierto papel en la conducción mente, o barras primarias. Sin embargo, se
de las partículas alimenticias a la boca (figs. 8 forman también unas barras secundarias des-
y 9). Aproximadamente en el centro del ves- provistas de espacio celómico a partir del bor-
tíbulo oral. se halla un surco, la fosita de Hat- de superior de cada hendidura; en este punto
Fig. 10. Corrientes de alimento en el intestino medio del anfioxo, visual izadas al colocar
el animal en un medio que contiene partículas de carmín. Las flechas indican las princi-
pales corrientes provocadas por el movimiento de los cilios.
a. ic. anillo ileocólico; c. a. cordón alimentario; div, diverticulo;
es. esófago; i. m. a. e i. m. p. por-
ciones anterior y posterior del intestino medio; i. p. intestino posterior. (Según Harrington.)
en línea recta hacia el ano. La absorción del dad es que entre ambos apenas existen verda-
alimento tiene lugar aquí y quizá también en deras semejanzas. Las células del sistema ner-
el mesodeo, parece que en parte por digestión vioso atrial del anfioxo son receptores senso-
intracelular, pues las partículas de carmín in- riales, y no hay ningún indicio de la sinapsis
troducidas en el animal, por ingestión pasan en el conducto eferente, tan característica del
a las células de la pared intestinal. verdadero sistema autónomo. Sin duda el sis-
La corriente alimenticia se regula por el tema nervioso atrial se ha desarrollado en re-
ritmo del batir de los cilios y el grado de lación con la alimentación filtradora y se ha
contracción de las aberturas de entrada y de perdido por completo en formas superiores
salida. Las paredes del atrio contienen un com- que se alimentan por otros métodos y que han
plejo sistema de fibras nerviosas aferentes y' desarrollado nuevos sistemas para controlar-
eferentes. Entre los receptores se cuenta un los (pág. 110).
conjunto de grandes cuerpos de neuronas peri-
féricas, situadas por debajo del epitelio atrial
y que envían axones hacia el interior a través 8. CIRCULACiÓN
de las raíces dorsales. Las fibras motoras dis-
curren también por las raíces dorsales, y, sin Los vasos sanguíneos del anfioxo muestran
haber cruzado sinapsis alguna, terminan en de manera esquemática el plan fundamental
las fibras musculares estriadas del músculo en el que se basa la circulación de la mayor
pterigial, que forma el suelo del atrio. La in- parte de los cardados (fig. 11). En distintos
tensidad de la corriente que entra por la boca puntos del sistema se producen lentas ondas
=
realiza en las lagunas sanguíneas que están y este solo hecho basta para indicar que los
en estrecho contacto con la piel, y quizá par- nefridios del anfioxo no tienen nada que ver
ticularmente en las de los pliegues metapleu- con el pronefros de los vertebrados, como se
rales. ha supuesto a veces erróneamente. No existe
ningún órgano en los vertebrados que pueda
considerarse homólogo de los nefridios del an-
9. SISTEMA EXCRETOR DEL ANFIOXO fioxo, y tampoco existen en éste órganos que
puedan creerse precursores del sistema excre-
Una de las características más extrañas de tor de los vertebrados. En realidad, nos en-
la organización del anfioxo es la posesión de
«células flamíferas» semejantes a las que se
encuentran en los platelmintos, moluscos y
anélidos. Por tanto, los órganos excretores no
son semejantes en absoluto a los propios de
los cordados en general, y en realidad difieren
ampliamente, no sólo de los de los cordados,
sino también de los de otros invertebrados con
los que el grupo parece relacionarse lejana-
mente y que son, como veremos, los equino-
dermos, los braquiópodos y los briozoos.
Los nefridios se encuentran sobre la faringe.
A cada barra branquial primaria corresponde
un saco nefridialque se abre por un poro en
el atrio y que está provisto de numerosas cé-
lulas ftamíferas (solenocitos) de forma alarga-
da (fig. 12). Estos solenocitos no están abiertos
por su extremo interno, pero mantienen un
estrecho contacto con vasos sanguíneos espe-
ciales, los glomérulos, cuyas paredes separan
las células ftamíferas del epitelio celómico.
Suponiendo que el anfioxo posea 200 nefridios
de este tipo, cada uno de ellos con 500 sole-
nocitos de 50 micras de largo, se puede calcu-
lar, como hizo Goodrich, quien ha suminis-
trado la información más cuidadosa sobre di-
chos órganos, que la longitud excretora total
del anfioxo no resulta ser menor de cinco me- Fig. 12. Solenocitos del anfioxo. Se aprecian claramen-
tros. Se supone que la excreción se realiza por te los núcleos, los largos flagelos y los orificios de co-
difusión a través de las paredes de la célula municación con el conducto excretor principal. que
desemboca en el atrio. (Según Goodrlch.)
ftamífera y que el líquido desciende por los
tubos de los solenocitos gracias al movimiento
de cilios. Las partículas de colorante inyecta- contramos aquí con un notable ejemplo de
das en el sistema circulatorio no son expulsa- estructura peculiar y aislada. Es evidente que
das por los nefridios. los distintos componentes del genotipo pue-
Durante el desarrollo estos órganos tan no- den variar de manera independiente y que la
tables se originan a partir de grupos de células organización del cuerpo, en conjunto, no cam-
situados en la zona de unión del endodermo bia necesariamente.
y el ectodermo; es casi seguro que proceden En la parte anterior del atrio existen unas
de la segunda de estas capas. No guardan re- depresiones o embudos de color oscuro que
lación alguna con el mesodermo embrionario son como sacos ciegos que se invaginan en el
.................................................................................... ------~..•
r.n.d.
r.n.v.
Fig. 13a. Cordón nervioso dorsal del anfioxo.
f. n. g. fibras nerviosas gigantes; r. n. d. raíz nerviosa dorsal; r. n. v. raíz nerviosa ventral.
(Según Retzius.)
Ret.
rec.
fig. 13b. Estereograma que ilustra la estructura de la medula espinal en un anfioxo adulto.
El sistema receptor está constituido por una columna más o menos continua de células
bipolares de Retzius (Ret.) a cada lado, juntamente con células más pequeñas de diversos
tipos (rec.). Según Johnston, estas células receptoras (1. 2 Y 3) pueden ser consideradas
homólogas del ganglio espinal de las raíces dorsales de los vertebrados. Otro tipo de
células receptoras son las células gigantes de Rohde (Roh.), que tienen un axón largo
y un complejo sistema de dendritas. Parece probable que al menos algunas de estas
células posean un axón periférico que salga de la medula a través de las raíces dorsales.
c./.c. célula longitudinal conjuntiva.
Las células visceromotrices (c.vm.) se disponen de manera segmentaria, en número
de una por segmento.
Las células somatomotrices (c.sm.) se encuentran en distintas partes de la medula.
pero siempre comunicadas con las raíces ventral es.
Otras células de la medula son neuronas internunciales de tipos diversos. La flecha
del dibujo señala la dirección cefálica del animal. (Según Bane.)
las neuronas gigantes contribuyen a la propa- co movimiento de retroceso (esto es, de hun-
gación de dichas ondas. Es probable que su dimiento en la arena), mientras que un estímu-
disposición asegure un mecanismo de reacción lo similar en el extremo posterior ocasiona un
por el cual un estímulo en el extremo anterior movimiento en sentido contrario, es decir, de
del cuerpo, normalmente emergido durante la emersión del cuerpo.
alimentación del anfioxo, ocasiona un brus- En su extremo anterior el canal medular
está ensanchado para formar la vesícula cere- comisural de los vertebrados, pero las fibras
bral (fig. 14). En realidad, el tubo neural es de Reissner sí parecen serlo ; se trata de un
poco más ancho en esta zona que en la región interesante problema de homología.
de la medula espinal, y no hay engrosamiento
de las paredes, las cuales están formadas en ep.s.
su mayor parte por una sola capa de células
A
epiteliales ciliadas (fig. 15). Esto es una señal
evidente de la falta de cefalización del anfioxo.
De la región de la vesícula cerebral arrancan m.pig.
las dos primeras raíces nerviosas dorsales, que
órg.inf. f.R.
no tienen raíces ventrales que les correspon-
dan. Dichas raíces conducen al sistema ner-
vioso los estímulos procedentes del vestíbulo
oral y de los cirros peribucales. f.R.
Fig. 16. Esquemas en los que se muestra la dirección de las manchas oculares del anfioxo.
A. B Y e, respectivamente, regiones anterior, media y posterior del cuerpo. Los ojos se muestran
como si se vieran por detrás. El dibujo inferior central representa una sección del animal en la
que se Ilustra la dirección del movimiento en espiral que adopta el cuerpo cuando el animal está
nadando, visto de frente. (Según Franz.)
cibir, los estímulos luminosos; en la medula gravedad. Por medio de estos órganos senso-
espinal se encuentran otras células que son riales, y gracias a simples movimientos de na-
claramente fotorreceptoras (fig. 9). En la parte tación, excavación y cierre del vestíbulo oral,
anterior del cuerpo no existe pigmento que el animal se mantiene en un ambiente adecua-
proteja de la luz a dichas células, pero en la do para su vida, probablemente siguiendo un
parte posterior están pigmentadas de manera comportamiento basa-lo en el ensayo y error
que quedan protegidas asimétricamente (figu- (Iobotactismo), No hallamos en él ninguno de
ra 16). Esta asimetría de pigmentación puede los complejos mecanismos que existen en los
estar relacionada con el hecho de que el an- cordados superiores para la «busca» de un
fioxo, cuando nada libremente en el agua, gira ambiente determinado o para la «modifica-
en espiral alrededor de su eje, en el sentido ción» o adecuación de un medio relativamen-
Fig. 18. Estadios sucesivos en el desarrollo del anfioxo: se ilustran las correspondientes
secciones transversales.
A. estado de tres somitos; B. estado de seis somitos; C. estado de nueve somitos; D. estado de
once somitos. arquént. arquénteron; cel. celoma; C. n. cordón nervioso; espl. ee/. celoma esplácnico
o esplacnocele; espl. pl. esplacnopleura; mes. mesodermo; mi. miótomo; mioe. miocele; n. noto-
cordio; som. pl. somatopleura. (Según Hatschek.)
vimientos embrionarios. La formación del tu- posterior comunica con el intestino mediante
bo neural, del mesodermo y del notocordio, un canal neurentérico (fig. 19). La larva ec1o-
y la constitución definitiva del techo del in- siona cuando sólo se han formado dos seg-
testino, implican un movimiento ascendente mentos y nada hacia la superficie del mar gra-
de las células de la mitad inferior del cuerpo, cias a su epidermis ciliada, girando sobre su
que tienden a converger en la línea media eje de derecha a izquierda, al mismo tiempo
dorsal. Este proceso de «convergencia celu- que su extremo anterior avanza hacia ade-
lar» es una característica notable del desarro- lante.
llo de todos los cordados (Young, 1957, pá- Entonces aparece la boca en forma de aber-
gina 609). tura circular, en el extremo opuesto al blas-
A medida que el animal se alarga van pro- tóporo, y pronto emigra hacia el lado izquier-
duciéndose en él nuevas bolsas mesodérmi- do y se hace muy grande. A partir de este
cas que se separan totalmente del endodermo momento el desarrollo del anfioxo es fuerte-
y de las bolsas vecinas. Las células de cada mente asimétrico, característica ésta relacio-
una de estas bolsas crecen hacia abajo, ro- nada probablemente con la natación en espi-
deando al tubo digestivo; la capa externa de ral y con la forma de alimentación. Así, la
cada bolsa se aplica a la pared del cuerpo primera hendidura branquial se forma en la
para formar la somatopleura, y la interna ro- línea medioventral, pero en seguida emigra
dea al intestino formando la esplacnopleura hacia el ·lado derecho (fig. 20). Aproximada-
(fig. 18 D). La pared interna del mesodermo, mente al mismo tiempo, en el lado derecho