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Los suelos aluviales son suelos con perfil poco desarrollado formados de
materiales transportados por corrientes de agua.
Los suelos aluviales recientes son de textura mediana a moderadamente fina, o
sea que son generalmente de textura franco limosa a franco arcillo limosa y tienen
algún contenido calcáreo que les comunica un pH algo alcalino, entre 7.4 y 8.4.
Son suelos profundos, de topografía plana, con poca pendiente y la ligera
alcalinidad causa una agregación muy favorable al ser trabajados. El drenaje
interno es mediano. Estos suelos no presentan pedregosidad excesiva en ninguna
parte ni peligro actual de inundación.
Los suelos aluviales presentan un perfil poco estructurado, el cual está formado de
materiales no consolidados a los que transportan las corrientes de agua y que
acumulan en su superficie cierta cantidad de materia orgánica. Son suelos
generalmente con suficiente cantidad de arcillas para hacerlos impermeables y
son de color oscuros. Los de origen reciente son ricos en nutrientes.
Sus características particulares varían mucho y dependen en gran medida del
material depositado. Generalmente contienen bastantes minerales, aunque la
proporción y tipo de minerales presentes van a variar dependiendo de la localidad
y la fuente del material transportado.
Estos suelos generalmente presentan un pH neutro, aunque pueden ser
ligeramente ácidos o ligeramente básicos, variando en un rango de 6,0 a 8,0. El
contenido de ácido fosfórico, potasa y limos es alto.
Se forman en zonas de topografía llana o ligeramente ondulada y normalmente
están sujetos a inundaciones periódicas.
Su textura generalmente va de franco limosa a franco arcillo limosa.
De acuerdo a su composición se pueden dividir en varios subtipos, como por
ejemplo tónicos, móllicos y cálcicos con mayores cantidades de azufre, materia
orgánica o calcio, respectivamente, en los primeros centímetros de profundidad.
GEOLOGÍA
Todas rocas y los suelos están expuestos a la acción erosiva de vientos, aguas,
agentes biológicos, clima, entre otros. La erosión desgasta y disgrega estos
elementos y se producen partículas que pueden ser transportadas por el viento o
por el agua para formar nuevos suelos.
Cuando el material particulado es transportado por el agua, este puede
desplazarse largas distancias antes de alcanzar el lugar donde sedimentará.
Normalmente los lugares de sedimentación de los ríos, y de formación de suelos
aluviales comprenden llanuras aluviales, deltas de ríos, estuarios fluviales y
llanuras costeras.
Los suelos que se forman son heterogéneos en cuanto al tamaño y distribución de
las partículas, con las más grandes ubicadas más cerca de la corriente de agua,
mientras que las más finos se encuentran más alejados de la misma, y en su
superficie acumulan materia orgánica.
Las partículas de arena fina, limo y arcilla se depositan durante las inundaciones
periódicas y no sufren ningún proceso de cementación por lo cual no están
consolidados. Los suelos aluviales antiguos se originaron de la misma forma, pero
con el tiempo pueden haber sufrido cierto grado de compactación.
Estos suelos, al contrario de lo que ocurre con los recientes, son pobres pues han
perdido el contenido de materia orgánica y normalmente están ubicados en niveles
por encima de los niveles de inundación actuales.
Por su parte, los suelos aluviales recientes se están formando constantemente y
en cada inundación pude haber aportes de material diferente por lo cual se forma
una marcada estratificación. También pueden contener agua estancada en la
parte subsuperficial.
Los depósitos aluviales finos presentan bajas permeabilidades y en general
capacidades de soporte medias que tienden a incrementarse con la profundidad.
El depósito aluvial con materia orgánica corresponde a materiales de pobres
condiciones geotécnicas, con bajas permeabilidades y de fácil excavabilidad ya
que presenta una consistencia media a blanda.
El depósito aluvial grueso puede ofrecer una dificultad para realizar excavaciones.
Estos materiales presentan altas permeabilidades y son más duros y compactos.
Los depósitos aluviales finos presentan bajas permeabilidades y en general
capacidades de soporte medias que tienden a incrementarse con la profundidad.
El depósito aluvial con materia orgánica corresponde a materiales de pobres
condiciones geotécnicas, con bajas permeabilidades y de fácil excavabilidad ya
que presenta una consistencia media a blanda.