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Condiciones necesarias para la vida

La vida parece ser un fenómeno singular, es decir poco probable o frecuente. De hecho
tuvieron que pasar muchos millones de años desde la formación del planeta Tierra –hace más
de 4.500 millones de años– para que surgieran en ella los primeros seres vivos –hace unos
3.800 m.a.–

Una de las condiciones especiales que permiten la existencia de vida en la Tierra es su baja
temperatura media global, que ha permanecido relativamente constante durante más de 2000
millones de años y ha hecho posible la existencia de agua en estado sólido, líquido y gaseoso y
de sustancias esenciales para los seres vivos como las proteínas o las moléculas hereditarias
(ácidos nucleicos) que sufren graves alteraciones a temperaturas altas. Otro hecho importante
es la existencia en la atmósfera actual de una protectora capa de ozono que evita la llegada a
la superficie terrestre de la mayoría de las radiaciones UV procedentes del sol, cuya presencia
también alteraría gravemente a la materia viva. Además el tamaño terrestre ha permitido que
la gravedad retenga los gases de la atmósfera. Gracias a la presencia de un pequeño
porcentaje de dióxido de carbono (0,03 %) y a la abundancia de oxígeno (21 %) en la
atmósfera actual se pueden realizar los procesos llamados fotosíntesis y respiración, mediante
los que la mayoría de los seres vivos obtienen su materia y su energía.

Hasta la aparición de la especie humana esas condiciones de la Tierra se han mantenido


bastante estables durante millones de años, permitiendo así la permanencia de la vida. De
hecho existe una hipótesis formulada en 1969 por el científico británico James Lovelock,
denominada Hipótesis Gaia según la cual la Biosfera en su conjunto se comporta como un
“súper-organismo” vivo, que se autorregula de modo que es la interacción entre todos los
seres vivos y su ambiente quien conserva las condiciones necesarias para la continuidad de la
vida.

http://educativa.catedu.es/44700165/aula/archivos/repositorio/500/515/html/Unidad_05/
pagina_1.html

Cada día la ciencia encuentra nuevos retos que le impone el avance humano. Una de
estas nuevas metas empezó como un supuesto casi metafísico, para acabar
convirtiéndose en un problema no solo de física, sino de química, geología y ecología.
Nos referimos a ¿Qué necesita un planeta para albergar vida?
La astrobiología, una nueva área del conocimiento, es la encargada de resolver
preguntas tan complicadas como ésta y otras como el origen de la vida. Por ello te
recomendamos que leas el artículo dedicado a esta nueva ciencia multidisciplinar que,
esperemos, de mucho de qué hablar, puedes leer más de ella aquí (próximamente).
Encontrar las condiciones apropiadas para la vida en un planeta o asteroide no solo
resolverá cómo la especie humana puede colonizar otros planetas, ni si existe vida más
allá de la atmósfera de la tierra. Además puede ayudar a entender cómo se originó la vida
en la Tierra, o de forma más apropiada porqué se formó la vida en la Tierra y no en otro
planeta.
Los cálculos realizados están siempre basados en las condiciones de la Tierra para que
se dé la vida. Partir de esa premisa puede dar lugar a errores, puesto que nada confirma
que toda la vida del universo tenga que seguir las mismas pautas. Sin embargo, al ser las
únicas condiciones para la vida que se conocen resulta un punto de partida.
Existen primeramente un conjunto de factores astrofísicos, como la distancia del
planeta a su estrella, su masa o su rotación, que influyen en la existencia de vida. Si un
planeta cumple estos requerimientos decimos que está en la zona habitable del sistema.
La zona habitable es un área circular que rodea a la estrella. Estos datos no comprenden
únicamente a los existentes en la Tierra, sino que, por ejemplo, la masa puede ser de
entre 0,6 y 10 veces la de la Tierra.
Seguidamente el planeta tiene que contener trazas de los elementos químicos básicos
(nitrógeno, carbono, hidrogena, oxígeno y fosforo). Si un planeta se encuentra
demasiado cerca del sol los compuestos gaseosos, oxígeno, nitrógeno, carbono e
hidrógeno podrían volatilizar y desaparecer de él.
La conjunción de ambas categorías de requerimientos producirá unas condiciones
geológicas y climáticas que se consideran óptimas para que la vida se desarrolle, como
la formación de la atmósfera. Algunos compuestos orgánicos, aminoácidos simples, se
han hallado en meteoritos llegados a la tierra. Confirmando la hipótesis de que puede
surgir compuestos orgánicos en condiciones de “no vida” y que la organización de estos
primeros compuestos orgánicos diese pie a la complejidad de la vida posterior.

Además de las consideraciones del propio planeta hay que tener en cuenta otros
miembros del sistema. En un principio se realizaron los cálculos para encontrar
hipotéticos planetas que giran alrededor de una estrella G2, del mismo tipo que el Sol.
Estudios recientes parecen indicar que la vida podría formarse también alrededor
de estrellas enanas rojas o incluso de sistemas binarios. Además la presencia
de planetas gigantes más alejados de la zona de habitabilidad podrían ayudar
a proteger los planetas óptimos de cuerpos exteriores como meteoritos o cometas
además de ayudar a estabilizar la órbita del planeta y por consiguiente moderar su
clima.

https://biologia.laguia2000.com/ecologia/que-necesita-un-pla neta-para-albergar-vida

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