Está en la página 1de 3

LOS “PERR-HIJOS”

Ayer leí una noticia que decía “La era de los perrhijos: así se afianza el modelo de familia
multiespecie en un país con más perros que niños” y me puse a pensar en cómo están dinamitando
todos los pilares de nuestra sociedad para llevarnos ¿a dónde?

Poco a poco han ido adoctrinando a la gente para que deteste lo que ha sido uno de los pilares
básicos de nuestra sociedad, el cristianismo. No sólo para que no crean en él, sino para que lo odien,
para que crean que a día de hoy considerar que tus raíces son cristianas es algo malo y vergonzoso.

El cristianismo ha sido la base de lo que somos como sociedad. Y no hablo en un contexto


religioso (olvida su vertiente religiosa por un momento), hablo de sus valores, valores que han
llevado a nuestra sociedad a su punto más próspero, objetivamente hablando.

No digo que históricamente el cristianismo haya sido perfecto o que no haya tenido algún lado
malo. Lo que digo es que ha funcionado indiscutiblemente bien en términos generales. Y es que
algo no tiene que ser perfecto para que funcione y partiendo de esto, podríamos decir que el
cristianismo ha funcionado bien para llevar a occidente a ser la sociedad más próspera y funcional
de cuantas han existido.

Pero fíjate, a la vez que se adoctrina en el odio al cristianismo, nos venden el islam como una
religión de paz; una religión que debemos tolerar y respetar, blanqueando su opresión a las mujeres
y a los gays y silenciando mediante los medios los crímenes que se cometen en su nombre.

La familia es otro pilar básico de nuestra sociedad que están dinamitando. Demonizan el sentido de
familia, el respeto a tus seres queridos, está mal visto anteponer a gente que te quiere por delante de
ti mismo y demonizan el que haya gente que te importe por encima de todo y de todos y sobre todo
demonizan... el que quieras tener hijos.

Intentan sustituir la estabilidad y la felicidad que proporciona la familia por una suerte de egoísmo,
narcisismo y soledad. E intentan sustituir la familia tradicional por cualquier cosa o concepto
inventado y de este modo no sientas devoción por nadie que no sea el estado.

Es imprescindible acabar con las relaciones de pareja para evitar que se tengan hijos y se formen
familias. Al destruir las relaciones de parejas se generan individuos solitarios, desamparados y
débiles, que son más moldeables y fáciles de dirigir por el estado.

La destrucción de la pareja la vemos a diario. Instalan en el pensamiento que tener diferencias con
tu pareja es algo tóxico y por tanto motivo de ruptura. Que la fidelidad es un concepto arcaico y que
lo bonito es ir por ahí follando con cualquiera como perros.

El hombre

El hombre blanco heterosexual es uno de los pilares de la familia y probablemente el primer


impedimento para que los progres lleven a cabo sus planes.

El hombre blanco heterosexual es el que en cierto modo ha construido nuestro modelo de sociedad
(instituciones, viviendas, infraestructuras) y es al que ha le ha tocado dar su vida por nuestra
sociedad defendiéndola en guerras. Es el que intenta proteger a su familia, el que se queda atrás
porque “las mujeres y los niños siempre son primero” y es el que suele pagar con su vida por
defender lo que quiere.
Es muy fácil ver cómo quieren destruir su figura porque además “el feminismo actual” lo dice
claramente, aquí no hacen falta ni ejemplos. El hombre blanco heterosexual y su supuesto
heteropatriarcado es el enemigo.

La realidad es que en su lugar, y a pesar de teorías de deconstrucción de la masculinidad y otras


milongas, lo que se está creando son hombres débiles, egoístas, cobardes y sumisos al poder, que en
lo único que piensan es en estar guapos, follar y salvar su culo.

Esta nueva masculinidad es perfecta para que los hombres (principales protectores de la sociedad)
no se opongan a nada y acepten cualquier imposición del estado por miedo. Este nuevo hombre no
podría proteger a nadie, pues ya no se puede proteger ni a sí mismo.

La mujer

La destrucción de la figura de la mujer es si cabe más evidente, partiendo de la base de que quieren
convencerla para que reniegue de una cualidad maravillosa que sólo ella tiene: la de crear vida. En
ese sentido quieren lograr que sea como el hombre, un trabajador/productor más, punto, y no lo que
ha sido tradicionalmente: la pieza fundamental y más importante en la construcción de una familia.

Quieren que no se cuide, convencerla de que es un trapo maltratado por los hombres, que sienta que
su única opción es depender del estado porque es un ser débil e inútil y que todos los hombres,
incluidos los de su familia conspiran contra ella a diario. Quieren que tenga miedo por ser mujer.

Intentan que su aspiración en la vida sea vivir como en un capítulo de “Sexo en Nueva York” pero
teniendo siempre presente que sin el estado ella no es nada.

¿Ser madre? Eso es un atraso. Lo que hay que hacer es realizarse laboralmente y trabajar para poder
viajar de vez en cuando, ver Netflix y sobrevivir con antidepresivos.

Y si todo ello lo haces sola, pues mejor que mejor ya que tú eres una mujer empoderada que ante
cualquier diferencia con tu posible pareja, ha de entender que está en una relación tóxica.

Los hijos

Si eres hombre, tener hijos te estropea la vida, pues te quita tiempo para realizarte y para tener 50
años y salir de ruta en bici con tus colegas como si fuerais los de verano azul, pero con alopecia y
casco.

Y a las mujeres les frena su desarrollo laboral y personal y además los hijos son un gasto que puede
influir en el tiempo que van a tardar en adquirir el nuevo iphone para subir fotos de su culo a
internet y que extraños les den muchos “me gusta”.

¿Y cuál es el sustituto de los hijos? … Pues según el artículo que he empezado citando “los perros”,
pero no sólo los perros, sino las mascotas en general. Las mascotas apenas gastan y son una
responsabilidad pequeña en comparación con los hijos. Algo ideal para la nueva familia.

No lo olvides, quieren dinamitar nuestra sociedad sustituyendo sus pilares básicos.

Han sustituido la religión por una nueva suerte de ciencia financiada por empresas que velan por
sus intereses y que no aceptan ni dudas ni debate.

Han sustituido a la familia por el egoísmo, el narcisismo y la búsqueda de satisfacción inmediata.


Han sustituido las relaciones de pareja por el individualismo y el sexo sin amor, ni compromiso.

Han sustituido al hombre blanco heterosexual por un hombre débil sumiso al poder y llorón o por
individuos de cualquier otra raza.

Han sustituido a la mujer con su don de ser madre por una señora que a los 50 años está sola, vive
con 6 gatos, ha abortado varias veces y toma antidepresivos para no ver la mierda en lo que se ha
convertido su vida de capítulo de “Sexo en Nueva York”

Hay numerosas facilidades para abortar (casi se anima a ello), pero hay pocos apoyos para formar
una familia que esté compuesta por un padre, una madre y unos hijos. Aún diría más, tener dos, tres
o más hijos está incluso mal visto.

Y para ello… lo último es pretender sustituir los hijos por animales de compañía.

¿Y todos estos cambios adónde nos llevan? Pues… no se sabe.

Lo que sí sabemos es que los valores que teníamos (emanados del cristianismo), nos llevaron a la
época más próspera de nuestra sociedad. Pero toda esta corriente “progre” no se sabe adónde lleva
porque ninguna sociedad lo ha implementado durante muchos años.

Lo que sí sabemos es adónde nos ha llevado en poco tiempo: a tener casi imposible un proyecto de
vida como el de nuestros padres, a ser económica y espiritualmente más pobres, al aumento de la
criminalidad, a más inseguridad y al aumento brutal de los suicidios.

Dicho así parece de estúpidos caer en ello, pero la mala noticia es que ya hemos caído.

Ni que decir tiene que toda esta reflexión que hemos hecho aquí es fascismo puro y duro, e ir en
contra de esta nueva corriente progre es de fascistas, algo que por supuesto también hay que
erradicar y por ello te van a señalar, demonizar, criminalizar y condenar socialmente si osas
discrepar lo más mínimo.

Podría seguir con muchísimas cuestiones más sobre cómo nos están usando y manipulando para
transformar nuestra sociedad y sobre cómo, el mundo en el que crecimos y hemos sido tan felices,
llega a su fin, pero prefiero pediros que os cuidéis y que cuidéis a vuestros seres queridos. En
definitiva eso es lo único que importa.

También podría gustarte