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Por otro lado, es importante destacar el hecho de que algunos de los xenobióticos existentes
actualmente se hayan situado muy cerca de nosotros, incluso si no lo sabemos, como son el
caso de cualquier alimento que esté cerca de otros alimentos con fines veterinarios, lo cual
produce que el alimento sano se contamine. Es por eso que hay que tener sumo cuidado de
aquellos agentes externos que nos resultan extraños a la hora de estar por la calle.
Los xenobióticos son legales, e incluso se comercializan en su gran mayoría, por lo que
podríamos hacerles una lista bastante extensa de cuales son los xenobióticos más comunes
que observamos en supermercados o tiendas físicas en donde vendan cualquier producto cuya
composición sea química. Sin embargo, para que no se quedan con las dudas, algunos de los
xenobióticos más comunes que incluso podemos tener en nuestro hogar, son los detergentes,
los insecticidas, los pesticidas, la propazina, el cloro y cualquier desinfectante, incluso si el
mismo tiene olor a rosas.
Pese a que seguro ya sabemos más o menos de qué les estamos hablando, a continuación les
haremos una lista más amplia, detallando de dónde surgen estos xenobióticos y algunos
ejemplos según su clasificación:
Dentro de esta clasificación, se pueden hallar algunos desechos urbanos, industriales y mixtos,
de modo que cualquier tipo de desecho entra en este grupo. Por otro lado, en lo que respecta
a un origen variado, podemos conseguir tabacos, toxinas bacterianas y aditivos químicos, así
como conservantes y aditivos.
Dentro de este grupo podemos encontrar productos de uso domésticos como los mensajes
anteriormente, o bien, aquellos que son creados con algunos fines comunes, como los
medicamentos. Además, en este grupo también entran todos los productos que hayan sido
creados para la agricultura y la locomoción.
Dentro de este tipo, existen tan sólo dos grupos de xenobióticos: los biodegradables y los
persistentes. Los primeros se dice que no hacen daño al planeta, de modo que son los más
recomendados, a pesar de que aquellos que son persistentes cuentan con más tiempo de vida
útil, por lo que son los más utilizados.
Xenobióticos según su naturaleza
Y por último, tenemos los xenobióticos que se dividen en físicos, químicos y biológicos. Dentro
de los xenobióticos físicos conseguimos aquellos que son completamente contaminantes,
como los tintes, los calores nucleares y todo aquel tipo de calor central, incluyendo los
térmicos. Además, no sólo hablamos de esto, sino también de aquellas sustancias que
contengan cierto olor volátil, como cualquier productos con olores florales, mentolados,
fétidos, etc. Dentro de los grupos de xenobióticos biológicos, se hallan todas aquellas bacterias
que se encuentran en los humanos y en las frutas o alimentos. Y dentro de los químicos,
encontramos cualquier tipo de compuesto industrial que sea mortal si se le consume, como los
plaguicidas.
Clases de xenobióticos[editar]
Un xenobiótico es un compuesto ajeno al cuerpo. Las principales clases de xenobióticos
de importancia médica son los fármacos, carcinógenos químicos y varios compuestos que
han llegado a nuestro ambiente de una u otra manera, como bifenilos policlorados (PCB) y
ciertos insecticidas. Existen más de 200 000 compuestos químicos ambientales fabricados
por el ser humano. Gran parte de estos compuestos están sujetos
al metabolismo (alteración química) en el cuerpo humano, siendo el hígado el órgano
principal en que esto ocurre; en ocasiones, un xenobiótico puede excretarse sin cambio.
Cerca de 30 enzimas catalizan las reacciones que participan en el metabolismo de los
xenobióticos.