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La Ocupación Militar en Rep.

Dom

República Dominicana

La primera ocupación estadounidense de la República Dominicana se produjo entre 1916 y 1914. Fue una de
las numerosas intervenciones en America Latina realizadas por las fuerzas militares estadounidenses. El 13
de mayo de 1916, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al secretario de Guerra de la República
Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo durante el gobierno Juan Isidro Jiménez
Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la amenaza de realizar un bombardeo naval a la ciudad.

Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un contingente del Cuerpo de Marines de
Estado Unidos desembarcó y en dos meses tomó el control de la nación imponiendo en noviembre de 1916
un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp.

Los marines impusieron el <<orden>> en la mayor parte de la República, con excepción de la región oriental.
A consecuencia de la ocupación, el presupuesto del país se equilibró, disminuyó la deuda externa y se
retornó el crecimiento económico. La fuerza de ocupación propició la realización de importantes proyectos
de infraestructura como la creación de. invasión carreteras que unieron todas las regiones del país por
primera vez en la historia. También se creó la Guardia Nacional, una organización militar profesional que
sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillistas que habían librado una lucha interminable por el
poder.

La mayoría de los dominicanos, sin embargo, se resintió por la pérdida de su soberanía a manos de los
extranjeros. El país quedó en manos del Departamento de Marina estadounidense. Un movimiento guerrillero
conocido como los “gavilleros” contó con el apoyo de la población en las provincias orientales de El Seibo y
San Pedro de Macorís. Estos insurgentes, sobre la base de su mejor conocimiento del terreno local,
lucharon contra la ocupación de Estados Unidos desde 1917 hasta 1921. No obstante, las fuerzas
estadounidenses mantuvieron el orden durante este periodo de insurrección hasta que en 1921
, los gavilleros fueron definitivamente superados por la supremacías aérea de los ocupantes y los métodos
de contra insurgencia y acoso constante aplicados por los militares estadounidenses. Unas 1000
personas, incluidas 140 marines estadounidenses, murieron durante el conflicto.

El primer enfrentamiento importante se produjo el 27 de junio de 1916, en Las Trincheras, una posición
defensiva utilizada durante mucho tiempo por los ejércitos revolucionarios. Los dominicanos lo imaginaban
tan inexpugnable que lo llamaron “Verdún”. Los infantes de marina utilizaron artillería de campaña para
bombardearl las trincheras, ametralladoras colocadas detrás de las topas para sofocar el fuego de los rifles
de los rebeldes, y luego rápidos ataques de bayoneta para expulsar a los rebeldes de las trincheras. Un

enfrentamiento mayor ocurrió el 3 de julio, en La Barranquita, cuando 80 dominicanos cavaron trincheras


en dos colinas que bloqueaban el paso a Santiago y mantuvieron el fuego de un solo tiro contra las armas
automáticas de los marines antes de que los marines expulsaran. En noviembre, Estados Unidos impuso un
gobierno militar al mando de Harry Shepard Knapp.

Campillo Pérez, el gobernador de una provincia sureste, se negó a aceptar la situación y organizó una
revuelta con unos cientos de nacionalistas Los infantes de marina capturaron su fortaleza, pero no antes de
que el hubiera dirigido una fuerza de 200 efectivos al interior de la isla para comenzar una guerra de
guerrillas. Cuando se retiraron las fuerzas estadounidenses en 1924, 144 infantes de marina habían
muerto en acción. Los dominicanos sufrieron 950 bajas entre muertos y heridos.

A principios del siglo XIX, debido al incumplimiento de los pagos, la República Dominicana se vio obligada a
renegociar la deuda externa firmando varios acuerdos de pago con Estados Unidos.

El mas importante de estos acuerdos fue la Convención Dominico-Americana de 1907.

En este pacto, Estados Unidos exigía el cese de las luchas entre los caudillos dominicanos(estas luchas no
solo provocarán el incumplimiento de los pagos de la deuda sino que también ponía en riesgo los intereses
que los Estados Unidos tenía en el país).

De no cumplirse este acuerdo, ellos ocuparía militarmente la República Dominicana.

Este requerimiento se debió a que los caudillos usaban los fondos para comprar armamentos y sofocar las
rebeliones, quedándose sin fondos para cumplir con los acuerdos económicos contraídos con Estados
Unidos.

Luego de la firma de este convenio las luchas caudillistas menguaron y no fue, sino hasta el año 1911 y tras
la muerte del presidente Ramon Cáceres, que estas surgen nuevamente en búsqueda del poder,
ocasionando una gran inestabilidad política en la República Dominicana, llegando a tener más de 6
presidentes en 5 años.

De igual forma esta inestabilidad afectó los intereses de los Estados Unidos, así como el incumplimiento de
la convención Dominico-Americana y lo estipulado en la misma, lo que generó la intervención militar en el
territorio dominicano en el año 1916.

Durante esta intervención los Estados Unidos toman el control total de la República Dominicana efectuando
cambios en los ámbitos económicos, políticos y sociales, como:
• La censura de la prensa

• El desarme de la población
• el establecimiento de la educación primaria obligatoria y gratuita
• La creación de la guardia nacional
• La creación de la secretaría de salud, estado y beneficencia.

Mientras sucedían estos cambios, la República Dominicana siguió exportando artículos como café, cacao y
principalmente azúcar, ya que eran productos muy demandados por los países europeos debido a la Primera
Guerra Mundial
Esto ocasionó que en el año 1920 surgiera un periodo de un gran auge económico al cual se le llamó
“danza de los millones”. El dinero obtenido en este periodo, lo utilizaron en procesos de urbanización y
modernización de algunos pueblos dominicanos como Santiago, La Vega, San Pedro de Macorís y Puerto
Plata.

Este periodo de auge duró solo un año debido a que los precios de los productos exportados cayeron
estrepitosamente a causa de la finalización de la Primera Guerra Mundial, sumergiendo al país en una nueva
crisis económica debido a la expansión de obras de infraestructura; ante esta situación, Estados Unidos
firma nuevos acuerdos de préstamos elevando la deuda dominicana.

Después de la Primera Guerra Mundial, la opinión pública en Estados Unidos comenzó a manifestarse en
contra de la ocupación. Wilson sopesó la conveniencia de evacuar la isla, pero no llegó a tomar medía
alguna. Warren G. Harding, quien sucedió a Wilson en Marzo de 1921, había hecho campaña contra de la
ocupaciónes de Haití y la República Dominicana. Una de las primeras medidas del nuevo presidente fue
nombrar un nuevo gobernador, más favorable a la retirada militar de la república caribeña. Escogió también
un nuevo responsable de las aduana dominicanas, pues pretendía equilibrar las finanzas del país antes de
concluir la ocupación.

En junio de 1921, representantes de Estado Unidos presentaron una propuesta retirada, conocida como
Plan Harding, que abogaba por la ratificación dominicana de todos los actos del gobierno militar, la
aprobación de un préstamo estadounidense de 2,5 millones de dólares para obras públicas y otros gastos,
la aceptación de los oficiales de la policía creada por los estadounidenses o Guardia Nacional y la
celebración de elecciones bajo la supervisión de los Estados Unidos. La policía dominicana quedaría durante
un cierto periodo sometida al mando de oficiales de los Estados Unidos. El gobernador estadounidense
pretendía formar un nuevo Gobierno al que ceder el poder cuando sus fuerzas abandonasen el país
mediante una serie de votaciones.

La reacción popular al plan fue abrumadoramente negativa. Se desataron una serie de propuestas que
culminaron con una gran manifestación frente a la residencia del gobernador. La prensa, los dirigentes
políticos y la mayoría de la población exigían una evacuación inmediata e incondicional. La permanencia de

una misión estadounidense y el control de la policía hizo que los críticos tildasen el resultado del plan de
protectorado encubierto. Los dirigentes de los cuatros partidos partidos políticos de la república se negaron
rotundamente a aceptar el plan y a participar en las elecciones previstas, en parte por la presión popular,
que no admitía concesiones. Los intentos del secretario de Estado estadounidense Hughes para atraerse a
los descontentos con ciertas concesiones fracasaron y el gobernador Robinson anuló la convocatoria de
elecciones a asambleas regionales, primer paso de su fallido plan. El principal escollo en las negociaciones
por parte estadounidense era la negativa dominicana a aceptar el pago de los préstamos que había
contraído la administración ocupante, que era fundamental para los estadounidenses. Para los dominicanos,
toda presencia militar estadounidense resultaba intolerable. Dado el estancamiento de las negociaciones y
las crisis económica, el gobierno militar se aprestó a continuar y a solicitar un nuevo empréstito en marzo
de 1992.

Algunos líderes dominicanos, sin embargo, utilizaron el plan como base para nuevas negociaciones que
terminaron en un acuerdo entre el secretario de Estado de Estados Unidos Charles Evans Hughes y el
embajador dominicano en Estados Unidos Francisco J. Peynado el 30 de junio de 1922. Este acuerdo
permitió la selección de un presidente provisional para gobernar hasta que las elecciones pudieran ser
organizadas. A cambio de ceder el poder y el control de la policía al nuevo Gobierno dominicano, los
representantes caribeños aceptaban respetar las medidas aprobadas durante la ocupación. Bajo la
supervisión del emisario Sumner Welles, representante personal del presidente Harding encargado de
organizar la evacuación, Juan Bautista Vicini Burgos asumió la presidencia provisional el 21 de octubre de
1922. Welles, que quedó como principal representante estadounidense en la isla pese a carecer de cargo
oficial, logró que los partidos dominicanos aceptasen el acuerdo alcanzado por Hughes en los Estados
Unidos. Las negociaciones entre el gobierno militar y los políticos dominicanos, en las que Welles tuvo que
mediar, fueron complicadas, en especial por el desacuerdo entre las dos partes sobre el control de la policía,
que Robinson deseaba mantener al menos durante unos seis meses y los dominicanos deseaban recibir
inmediatamente después de que se formase el nuevo Gobierno. Welles tuvo que solicitar el respaldo personal
del presidente Harding para vencer la oposición de Robinson a las concesiones, que se basaba
fundamentalmente en motivos militares, mientras que los dominicanos daban más importancia a los
aspectos políticos de las cuestiones.

Tras las elecciones, el nuevo Gobierno provisional tomó posesión el 21 de octubre. En las elecciones
presidenciales del 15 de marzo de 1924, Horacio Vásquez Lajara, un antiguo aliado y colaborador de los
Estados Unidos, derrotó a Peynado fácilmente. El Partido Alianza de Vásquez también obtuvo una cómoda
mayoría en ambas cámaras del Congreso. Con su ascenso al poder el 12 de julio, el control de la República
regresó a manos dominicanas. La retirada de las fuerzas estadounidenses comenzó en junio de ese año, y
concluyó en septiembre.

A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a la recaudación y


uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema, representantes de Estados Unidos y
del gobierno de República Dominicana se reunieron en una convención y firmaron un tratado el 27 de
diciembre de 1924, mediante el cual se cedió a Estados Unidos el control sobre los ingresos aduaneros del
país. Este tratado fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y el pueblo dominicano hasta
que en 1944, el tratado Trujillo-Hull derogó el anterior y los ingresos aduaneros del país volvieron de nuevo
a ser administrados por el gobierno dominicano.
Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo,
miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por Estados Unidos y no obstante a ser una
persona de calidad moral cuestionable, recibió altas calificaciones por parte de los oficiales militares
estadounidenses y finalmente se convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.
A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del país. A pesar de que el
Departamento de Estado de los Estados Unidos vio en Trujillo una especie de "Frankenstein, que cobró vida
gracias a los Marines de Estados Unidos" y que probablemente sería causa de nuevos levantamientos, fue
apoyado por el gobierno estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron la necesidad de una
intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las aduanas del país, Trujillo
pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia interna.
La corrupción política, la fuerza militar, la tortura, el asesinato, el nepotismo, los monopolios comerciales y
el manejo personalista del tesoro nacional de la República, le permitió a Trujillo acallar a sus opositores y
amasar una fortuna superior a los 800 millones de dólares de la época.

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