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Se inspira de Freud con el Fort-da en mas allá del principio de placer. Hugh-Hellmuth también
habló de la técnica de niños pero no la sistematizó específicamente.
Melanie Klein sistematiza el empleo del juego en análisis de niños, encarándolo como la
expresión propia del niño, que corresponde al principio fundamental de la asociación libre en
adultos.
El juego, lo mismo que el sueño, no se extrae de su contexto para la interpretación, sino que se
entiende en su relación con las conductas, posturas, expresiones faciales, etc.
La primera consecuencia de esta sistematización del empleo del juego en análisis de niños es la
posibilidad de observación analítica directa del mundo del niño a partir de dos años y aún
antes.
Choca el carácter absurdo y siniestro de las fantasías primitivas: apoderarse del cuerpo de la
madre para chuparlo y vaciarlo, quemarlo con la orina, llenarlo de excrementos explosivos...
Freud veía el mundo del Inconsciente como constituido sobre todo por impulsos’ e imágenes
desordenados y contradictorios, que cobran consistencia recién con su pasaje por el
preconsciente hacia la conciencia o por su acceso a la motilidad.
Si para Freud el ello almacenada las pulsiones, para Klein está reglado por las fantasías
inconscientes las cuales son las representantes de los instintos (no utiliza el concepto de
pulsión). Ya no se trata de imágenes e impulsos, sino de objetos omnipotentes y de vivencias
masivas. Hay una insistencia mucho mayor sobre los aspectos destructivos del mundo interno
primitivo.
Una de las diferencias sustanciales entre Freud y Klein es que ésta sostiene la existencia de una
relación objetal desde el inicio de la vida. A partir de esta idea, Klein afirma la existencia de un
yo desde el primer momento de vida que, si bien no está integrado, permite al bebé establecer
relaciones con sus objetos primarios (ej: pecho).
Ello lleva a la resignificación de los conceptos de narcisismo y autoerotismo. Ya no son para
Klein períodos del desarrollo psíquico sino estados defensivos frente a ansiedades específicas.
"El narcisismo pasa a ser, de amor del sujeto para sí mismo, a amor para un objeto
introyectado en el propio cuerpo. El auto-erotismo es la actividad de relación del sujeto con
este objeto interno. Esta ubicación narcisística del objeto proviene de necesidades defensivas
movilizadas por la angustia" (p.4).
Klein denomina ansiedad a un fenómeno primario que surge como correlato de la presencia
del instinto de muerte. El niño al darse cuenta de su propia destructividad siente un tipo
específico de ansiedad (persecutoria o depresiva) de la cual necesita defenderse a través de
mecanismos defensivos también específicos. Esta especificidad de la ansiedad y de la defensa
estará determinada por la posición en la cual se encuentre (esquizoparanoide o depresiva)
Estas posiciones, con sus mecanismos específicos, se vuelven a presentar en forma más
matizada y mezclada en toda la evolución ulterior
Posición esquizoparanoide:
-Primeros 3 meses
-“Splitting” (clivaje) masivo del objeto (un objeto perseguido e idealizado) y del yo
Posición depresiva:
-De 3 a 6 meses
-Angustia de destrucción del objeto por el sujeto (angustia depresiva). Esto genera sentimiento
de culpa por esa destrucción y deseos de reparación
Entre los varios mecanismos primitivos y psicóticos descubiertos por Melanie Klein, cabe
recalcar la importancia de la identificación proyectiva
Casos de esto pueden ser las personas pasivo-agresivos, ya que proyectan la agresividad, pero
no es hasta que uno se identifica con esa agresión que se observa esto. La persona que se
presenta como pasivo-agresiva se presenta indiferente ante la violencia ejercida.
La dependencia con el objeto es muy grande, proyectando una parte mía sobre ese objeto y
que se identifique facilita la manipulación sobre aquel objeto. Sirve para controlar al objeto,
para sacarse de encima aspectos que uno no tolera. Es un mecanismo border, de la psicosis, un
mecanismo donde la distinción yo noyo no está estructurada.
Es una defensa de tipo psicótica aunque en los primeros tiempos de vida, el niño la
implementa como recurso para defenderse de la propia destructividad.
5. Reparación y sublimación:
Melanie Klein postula la existencia desde el nacimiento de una relativa integración y cohesión
yoica (el núclo integrador del Yo) que permite tanto el manejo de los mecanismos esquizoides
como su paulatina superación. Esta integración propicia el advenimiento de la posición
depresiva y culmina en los procesos reparatorios.
La formación del Super-Yo no aparece más como consecuencia de la resolución del complejo de
Edipo. Sus raíces se encuentran en la primitiva situación esquizo-paranoide, el objeto
perseguidor y el objeto idealizado constituyendo los dos nódulos cuya fusión constituye el
Súper-Yo, antecediendo así la aparición del complejo de Edipo.
Estas ideas siguen con coherencia la propuesta de Klein acerca de un yo temprano, en otras
palabras: si hay un yo de entrada, también hay un superyo en tanto es una estructura que se
forma a partir del yo.
7. Fantasia icc:
Freud había descubierto que el inconsciente está en la base de todo pensamiento, de toda
emoción, de toda actividad humana. Por otro lado, Freud había reconocido debajo de los
síntomas, actos fallidos, creaciones estéticas, etc..., la actuación de fantasías inconscientes.
Melanie Klein establece a la fantasia icc como modo de existencia basico de lo icc, por donde
mejor se podia expresar. Quizá la esencia de la revolución kleiniana la constituye este pasaje de
una concepción biológico-instintiva del inconsciente a una concepción psicológico-estructural.
Para Melanie Klein, no existe un impulso en sí, sino una fantasía inconsciente comprendiendo
un impulso, un objeto, una finalidad, un sujeto que maneja este impulso según procesos
determinados porque siente determinadas angustias. Lo malo es que buena parte de estos
impulsos son destructivos, pertenecen a un Yo amenazado de destrucción y se refieren a
objetos medio destruidos. Estos hechos, observables en la experiencia concreta, se resumen
con el nombre de instinto de muerte.
De ahí la nueva visión del mundo interno y el papel básico de la angustia. De ahí la existencia
de los objetos desde el principio y la existencia de emociones (voracidad, envidia) y de
procesos (introyección, proyección, identificación proyectiva) desde los primeros días. De ahí la
dialéctica que concibe Melanie Klein entre las fuerzas de desintegración y los factores
integrativos centralizados en el Yo temprano, explicando la constitución precoz del Super-Yo y
del complejo de Edipo, con sus aspectos regresivos y progresivos.
Las fantasías icc son la representación de los instintos en la vida psiquíca la cual tiene una
finalidad, un objeto y en la cual el sujeto se defiende de determinados tipos de ansiedades
El mundo interno está habitado inicialmente por fantasías destructivas y objetos arruinados
que generan ciertas emociones (voracidad y envidia). el yo debe defenderse por medio de
mecanismos primitivos (escisión, introyección, proyección, identificación proyectiva) frente a la
intensidad del instinto de muerte que está representado en estas fantasías sádico-orales y
anales.
Todo esto sádico es contrarrestado por las experiencias reales. Esta fantasía en
contraste con experiencias buena va a ir acordándose a la realidad. Pasando de un
pensamiento mágico a un pensamiento más racional.
Klein: conceptos centrales:
-Yo escindido
-Objetos parciales
-“Splitting” (clivaje) masivo del objeto (un objeto perseguido e idealizado) y del yo
Posicion depresiva:
-Yo integrado
El trauma de nacimiento provoca la proyección de una parte del instinto de muerte hacia el
exterior, otra parte queda alojada en el yo
El yo se escinde (yo bueno/yo malo) como consecuencia de esta proyección y lo mismo sucede
con el objeto (objeto bueno/objeto malo)
El mundo exterior queda "habitado" por los aspectos malos proyectados (provenientes del
instinto de muerte) dando origen a una ansiedad de tipo persecutoria
Decimos entonces que el yo y el objeto son parciales, al igual que los instintos de Vida y
Muerte
Las relaciones de objetos que establece el yo son parciales dada la escisión que sufre el yo y el
objet
El sadismo tiene alta carga de intensidad, la cual es sentida por el yo. El superyo temprano
participa de ese montante de sadismo y agresividad, hostigando al yo
El impulso destructivo proyectado hacia afuera es sentido en esta posición como agresión oral
Posicion depresiva:
Las defensas pueden ser patológicas o no de como se cristalizan estas. De como se presentan
en la vida normal, si se utilizan con mayor o menor.
Los mecanismos de defensas tan masivos comienzan a bajar porque el instinto de muerte
comienza a disminuir frente a la realidad objetiva. El niño comienza a darse cuenta de que
aquel objeto persecutorio también es bueno. Si el yo comienza a ser bueno no necesita
proyectar tanta maldad (propio de la posición depresiva). No hay tanta paranoia debido a que
como el mundo comienza a ser mas bueno yo comienzo a ser mas bueno, por el contrario, si
uno proyecta lo malo al mundo el yo comienza a ser más malo.
Inicia a los 6 meses y se extiende hacia los primeros años. Coincide con la separación del pecho
(destete)
Los objetos se integran y se introyecta el objeto total. Lo mismo sucede con el yo que también
comienza a integrarse. La ansiedad es de tipo depresiva. Defensas de tipo depresivas y
maníacas.
En esta posición el yo va a integrarse mas y por lo tanto se va a hablar más de objetos totales y
no parciales. En donde este objeto va a tener características positivas y negativas al mismo
tiempo.
El sadismo disminuye (aunque persiste), aumenta la introyección del objeto total, disminuye la
proyección de aspectos malos. En tanto el sadismo disminuye por confrontación con
experiencias y objetos buenos, el yo comienza a integrarse en tanto no tiene necesidad de
escindirse.
Dada la ambivalencia afectiva (coexisten sentimientos de amor y odio hacia el mismo objeto)
surgen sentimientos de culpa por haber dañado al objeto de amor. Al mismo tiempo surge la
reparación, la gratitud y el amor como mecanismos que permiten restaurar el daño fantaseado
hacia el objeto.
Esa culpa es resultado de querer hacer daño a ese objeto que me cuida. En esta etapa
comienza a aparecer la figura de un tercero. Me porte mal, le hago un dibujo.
El psicópata no llega a la posición depresiva, tiene una fijación más temprana.
Hay una integración del yo, una integración de los objetos, un yo mas regulado, un yo que
puede sentir culpa por el daño causado por lo tanto puede reparar. Hay una predominancia de
experiencias buenas sobre las malas. Me puedo hacer cargo de mi realidad psíquica. El
agradecer.
El problema surge cuando la madre, con ciertas características patológicas (carácter culpógeno,
existencia de depresión, rasgos agresivos, etc.), "confirma" que el niño la ha dañado. Esto
dificulta la posibilidad de percibir adecuadamente la realidad material y la distinción entre
fantasías y realidad (yo/no yo) en tanto el yo "cree" que sus fantasías agresivas han
"realmente" dañado al objeto
"Durante la segunda mitad del primer año de vida, el niño realiza progresos fundamentales
hacia la elaboración de la posición depresiva, pero los mecanismos esquizoides son aún
poderosos, aunque en forma modificada y en grado menor, y las tempranas situaciones de
ansiedad se experimentan reiteradamente en el proceso de modificación. La elaboración de las
posiciones persecutoria y depresiva se extiende durante los primeros años de la niñez y
desempeña un papel esencial en la neurosis infantil. En el curso de este proceso las ansiedades
pierden intensidad, los objetos se vuelven menos idealizados y terroríficos, y el yo se unifica
más. Todo esto está ligado a la creciente percepción de la realidad y adaptación a ella".
CONFLICTO DE EDIPO TEMPRANO
Klein, M. (1928): "Los estadios tempranos del conflicto de Edipo y de la formación del
superyo, se extienden aproximadamente desde la primera mitad del primer año hasta
el tercero de la vida del niño".
Es decir, desde los 6 hasta el tercer año. Se va a dar en la posición depresiva y se va a
extender hasta el sepultamiento del complejo de Edipo.
Conflicto es aludido por ella como exigencias internas contrarias. El amor y odio
(ambivalencia afectiva) comienza con el inicio de la posición depresiva ya que en la
posición esquizoparoide hay una escisión en el objeto. Al odio, que surge primero (por
el instinto de muerte del trauma de nacimiento, se agrega el amor.
Se origina en las frustraciones especialmente orales (destete) las que hacer que los
impulsos edípicos se liberes y simultáneamente comienza a dormarse el superyo. Se
agregan a ellas las frustraciones anales (higienes) y la percepción de la diferencia
anatómicas de los sexos.
Freud plantea un complejo que tiene que ver con un nudo de relaciones. Mientras que
el conflicto de Edipo implica el choque de fuerzas instintivas.
Sentimiento de culpa:
Hay un sentimiento de culpa temprano. Cuanto mas temprano sea, es más intenso.
1. Es resultado de fijaciones preedipicas
2. Es producto de la formación del superyo el cual se ha formado a partir de las
primeras identificaciones las cuales son contradictorias en su naturaleza y
coexisten juntas (excesivamente buenas y malas)
3. Si algo malo en los preedipicos es muy malo, es persecutorio.
Ansiedad:
Toma la forma de fantasías de ser devorado y destruido propias de los inicios del
conflicto edípico. El niño desea destruir su objeto libidinal, por proyección de su
instinto de muerte.
El inicio de la posición depresiva marca el aumento de la introyección, con lo cual el
objeto destruido introyectado se transforma en alguien que castiga (ya no me va a
destruir). El niño teme que su ataque reciba su castigo. Ello determina la severidad y
crueldad del superyo temprano al igual que su vinculación con las fantasías sádico-
orales y anales.
Hay un superyo severo, un yo que puede sentir culpa
La introyección comienza a primar ya que aparecen las experiencias positivas de la
realidad, por lo tanto, no necesita proyectar tanto. Deja de ser tan sádico, no necesita
mandar tanto para afuera, porque el yo comienza a ser bueno y el mundo comienza a
ser bueno. Por lo tanto, comienza a introyectar aspectos del mundo por ser bueno.
La posición depresiva esta marcada por la perdida del objeto. El destete marca un
cambio en donde se pasa de relaciones objeto pecho a relaciones de objeto mama.
El yo:
Surge cuando un sujeto puede dar y compartir sus dones con otro. Se
fundamenta sobre la capacidad de amar.
Si es establece sobre la base de la exagerada necesidad de ser apreciado o
sobre la necesidad de apaciguar perseguidores, hablamos de una generosidad
que no está bien consolidada ni se fundamenta sobre el amor sino sobre
ansiedades persecutorias. Uno da para calmar no por amar
El yo…
1. En el inicio es rudimentario y falto de coherencia
2. Tiene por función expulsar el instinto de muerte al exterior porque está al
servicio del instinto de vida. Proyección
3. Su gradual integración proviene del instinto de vida y se expresa en la
capacidad de amar
4. Es capaz de disociarse a sí y a los objetos como modo de preservarse frente a la
ansiedad
5. Se fortalece con la integración, con la identificación con objetos buenos en
tanto cree en su propia bondad
6. Se debilita con sucesos adversos, con aumento de la identificación proyectiva
en tanto se genera confusión entre el mundo exterior y el yo. IP no permite una
adecuada diferenciación en el yo.
7. La idealización, la proyección y la envidia generan inestabilidad en el yo y en las
relaciones objetales
En síntesis:
1. La envidia destruye y se proyecta sobre el superyo, se vuelve persecutora e
interfiere en procesos de pensamiento y en la capacidad creadora
2. Esta capacidad creadora es la que contrarresta los efectos de la envidia. Para
que quiero lo del otro si yo lo puedo crear
3. La ausencia de envidia relativa es base de estados de satisfacción, paz y
cordura. Devuelve la paz espiritual (gratitud y serenidad) luego de las
adversidades
4. La felicidad sentida en la infancia y el amor por el objeto bueno son la base
para el goce y la sublimación
Posición depresiva:
El niño: