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PALABRAS DEL GRADUANDO

Cordial saludo, estimados directivos, profesores, padres de familia, promoción


grado noveno y grado once y demás asistentes.

Llegó el día tan esperado por todos. Ese día en el que se termina una etapa de
nuestras vidas para comenzar otra, donde cada uno de nosotros tuvo como un
sueño este momento. Y ahora que se ha llegado son muchos los sentimientos que
se mezclan en nuestros corazones. Llegamos llenos de sueños infantiles cuando
nuestra mayor preocupación era las rodillas raspadas y poder disfrutar durante el
día en el colegio y hacer amigos.

Hoy, compañeros, no se cierra un capítulo, finalizan el primer libro de sus vidas;


un libro de esos que te hacen saltar de emoción y al otro segundo te encuentras
llorando en una esquina, un libro de esos que bien podrían compararse con una
montaña rusa de emociones, que tiene tanto altas como bajas. Hoy también
comienzan un libro nuevo, con una trama diferente, diversos personajes y retos a
los que no estamos acostumbrados. Les diría que no tuviesen miedo, pero eso
sería casi imposible, y está bien, tengan miedo, pero arriésguense con él y
supérenlo.

Tal vez no todos seamos protagonistas en el nuevo libro de cada compañero, pero
sin duda brillaremos en el que acabamos de cerrar y esos son recuerdos que se
tallan más allá de la memoria.
Gracias padres por haber escogido para nosotros este mi colegio “Institución
Educativa Santa Rita” , en el que aprendimos que caerse no es perder, es
levantarnos para seguir adelante, en el que aprendimos a mirarnos como seres
únicos que valoramos las diferencias de los demás y en el que descubrimos que
nunca estamos solos, porque siempre hay corazones generosos dispuestos a
darnos la mano y a ayudarnos a descubrir nuestras fortalezas. A ustedes padres
quienes pasaron de enseñarnos a amarrar los zapatos a preparar con nosotros los
trabajos del colegio, gracias por el amor con el que han puesto sus ilusiones en
nosotros, nos prepararon para enfrentarlos problemas que se presentaran, nos
han enseñado a nunca rendirnos y siempre caminar con la cabeza en alto, con
paso firme y con una sonrisa amplia. Esperamos seguir contando con su apoyo
para que podamos seguir adelante siendo un reflejo de su esfuerzo y dedicación.

Queridos profesores y administrativos, que nos acompañaron estos años, los que
se fueron, y los que siguen, gracias por todas sus enseñanzas, sobre todo esas
que no estaban escritas en las planeaciones, sino las que nos dieron con su
ejemplo. Esas lecciones son las que quedan grabadas en la mente y en el
corazón. Cada vez que fueron pacientes, amables, comprensivos y justos,
nosotros aprendimos a serlo. En definitiva, la vida no trata de casualidades y lo
digo porque nos puso en aquel viaje a las mejores guías, unos maestros que no
sólo exprimieron nuestros potenciales o ampliaron nuestra barrera del
conocimiento, sino que son de los seres humanos más íntegros que he conocido.

Hoy, llega ese momento de despedirnos de nuestros compañeros para que


continuemos escribiendo un nuevo libro, a seguir viajando, pero modificando un
poco la ruta para descubrir nuevos desafíos, a seguir haciendo historia y a
cambiar el mundo, un mundo que no necesita más máquinas, sino personas libres
y de corazones enormes, y eso es justamente lo que forjan aquí.

No es un adiós, sino un hasta pronto. Gracias.

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