Está en la página 1de 1

Tenemos, a veces, una falsa creencia cuando somos padres, de que nosotros somos los

responsables de trazar el camino que nuestros hijos van a transitar en esta vida. Sin embargo,
yo pienso que esto es un error, porque más bien creo que, nosotros como padres, madres,
abuelos, abuelas, tíos, tías, tutores, solo tenemos la responsabilidad de que nuestros hijos
metan en esa mochila que llevarán como equipaje al caminar por su propia vida, elementos
tan potentes como: la humildad, el trabajo, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la
coherencia, el esfuerzo, la disciplina, el AMOR.

Cada uno de ellos hace su propio camino, la felicidad o infelicidad con que lo transiten, en gran
medida dependerá de este equipaje que le enseñamos a preparar desde que vinieron a
nuestros brazos hasta el momento en que partieron de ellos. Y es que tenemos que entender
que por más que deseemos verles felices, no podemos ser felices por ellos. Este es su trabajo,
su felicidad y plenitud nunca descansará en nuestros logros, sino en los suyos propios. Por
esto, más que enseñarles a que todo lo que necesiten debe salir de nosotros para ellos, hemos
de adiestrarles a conseguir lo que necesitan por ellos mismos, a aprender y valorar el esfuerzo,
la constancia, el riesgo, etc. La felicidad no depende de cuán exitosos sean según la sociedad,
sino de cuán plenos y satisfechos de sí mismos consigan estar.

Este largo camino llamado Vida se recorre desde el punto de partida que nosotros como
padres les enseñamos. Preocupémonos pues, de darles las herramientas necesarias para que
su mochila vaya preparada para todo lo que tendrán que enfrentar: positivo o negativo. Es esta
nuestra verdadera y gran responsabilidad. Lo que hagamos con nuestros hijos hoy: como le
hablamos, y sobretodo cómo le escuchamos, formará el adulto que recorrerá las sendas ‘8del
mañana.

Está en nuestras manos, porque

¡Seguimos caminando!

También podría gustarte