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El espacio geográfico
Geografía.
El término geografía, en su sentido etimológico, se deriva de las voces griegas, geo, que significa tierra, y
graphia, que hace referencia a descripción. Por tanto, Geografía significa: la descripción de la tierra.
Todos y todas hemos hecho alguna vez una descripción de los lugares que visitamos, de la colonia o ciudad
donde vivimos. Con los descubrimientos geográficos y los avances de la tecnología, se ha logrado ampliar y
mejorar el estudio de la superficie terrestre. Eso ha permitido a la Geografía pasar de la mera descripción al
análisis del territorio. Un análisis de la interrelación entre los aspectos físicos y del ser humano con su medio
natural.
Ella aborda el estudio del espacio geográfico desde una perspectiva formativa, a partir del desarrollo integral de
conceptos, habilidades y actitudes. “El espacio geográfico se concibe como el espacio socialmente construido,
percibido, vivido y continuamente transformado por las relaciones e interacciones de componentes, a lo largo del
tiempo.
La Geografía y sus ramas
La geografía es la ciencia que estudia la distribución espacial de todos los elementos del medio físico y humano
en la superficie terrestre. Se trata de una ciencia interdisciplinario que utiliza información propia de otras
ciencias, como Economía, Historia, Biología, Geología y matemática. Dada la amplitud de su objeto de estudio,
la geografía se subdivide en diferentes áreas:
Geografía física: esta estudia los fenómenos naturales y hechos geográficos, así como las relaciones que estos
guardan entre sí. Los principales campos de estudio de la geografía física son la atmósfera, el clima, la
distribución de flora y fauna, las formas de relieve terrestre, los suelos y la hidrografía.
Geografía humana: Estudia los sistemas ambientales que son impactados por las actividades humanas, como el
uso del suelo, los cambios en la cobertura vegetal, el cambio climático, la pérdida de ecosistemas y
biodiversidad, la degradación de los recursos, etc. También abarca el estudio de la distribución de la población y
las actividades económicas que realiza el ser humano para subsistir.
Geografía regional: Estudia las diversas áreas de la tierra, sobre todo las combinaciones particulares de los
rasgos humanos y físicos que caracterizan cada región y las diferencias entre sí. La geografía regional puede
estudiar una región de pequeñas dimensiones, como una ciudad; o grandes áreas, como el istmo
centroamericano.
Geografía política: Comprende entre muchos otros elementos elementales, las divisiones políticas de la
superficie terrestre, la influencia de la actividad política en la estructura del territorio, la administración pública,
las organizaciones internas e instituciones sociales (políticas, institucionales, legales, administrativas), los
procesos electorales y los sistemas de relaciones internacionales, territorios, fronteras.
Ciencias Sociales Segundo Básico
Instrumentos de la geografía
Saber ubicarse no es algo instintivo, sino el resultado de un aprendizaje que emplea diversas técnicas. El
geógrafo o geógrafa localiza y sitúa el objeto de su estudio, describe y define las formas, analiza su disposición
en el espacio, su repetición, su similitud y su originalidad. Además, se esfuerza por clasificar y expresar el objeto
de su investigación de una manera lógica, comprensiva y coherente, y según una escala determinada.
Fotografías aéreas
Las fotografías aéreas permiten la observación directa de cualquier lugar y proporcionan información básica para
confeccionar mapas y planos.
Para obtenerlas, se fotografía la superficie terrestre desde aviones o helicópteros provistos de equipos especiales
que proporcionan imágenes a diferentes escalas, según la altura del vuelo. A mayor altura, mayor es el área que
abarca la imagen y menor la cantidad de detalles que pueden ser observados.
Imágenes satelitales
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Se obtiene desde satélites artificiales que orbitan la tierra entre 700 y 900 km de altura. Estas imágenes permiten
observar grandes superficies del planeta y brindan información muy valiosa para trazar mapas y analizar
situaciones particulares. Por ejemplo, el recorrido de huracanes, el avance de la deforestación a gran escala,
cambios en el hábitat de especies animales, el deterioro de la capa de ozono y la distribución de las áreas
pobladas, entre otros.
Este tipo de fotografías son de gran utilidad para conocer los elementos de una ciudad, como la distribución de
viviendas, edificios, calles, líneas de ferrocarril, etc; o en el área rural, para localizar elementos naturales,
analizar el estado de los campos cultivados y de las áreas inundadas por desbordes de ríos o afectadas por
incendios forestales.
Representación de la superficie terrestre
Para representar la tierra y sus diferentes regiones, los seres humanos utilizan mapas, planos y dibujos.
La cartografía es la ciencia que se encarga de la elaboración de mapas. En la actualidad, la cartografía utiliza
fotografías áreas tomadas desde aviones o satélites artificiales, mediante las cuales logra representar las formas
de la tierra con un alto grado de precisión y exactitud.
Sin embargo, los mapas tienen un inconveniente: son planos y la tierra no lo es. Por lo tanto, para trasladar los
rasgos de la superficie casi esférica de la tierra a un mapa, se necesita establecer correspondencias y técnicas de
proyección que eviten deformaciones de los contornos terrestres, las distancias y las superficies, dichas técnicas
son llamadas proyecciones cartográficas. Cada proyección representa mejor unas zonas que otras, pero ninguna
proporciona una imagen tan exacta como el globo terráqueo. Algunas de las conocidas son: la proyección
cilíndrica, la cónica y la azimutal.
Tipos de mapas
Por el tipo de información que proporcionan, los mapas pueden ser físicos (hechos geográficos), políticos
(límites administrativos) y temáticos (hechos concretos, como clima, población, actividades económicas, etc).
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Un continente es una gran extensión de tierra emergida, separada de otras, o bien por océanos o bien por otro
accidente geográfico significativo.
El continente americano
¿Qué es América?
Actividad
Ver el video del siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=DSyo38XXv6E
Ubicación de América
Para determinar la ubicación de un lugar, se debe tomar en cuenta la latitud y la longitud. La latitud es la
distancia que existe entre un punto cualquiera de la superficie terrestre y el ecuador, ya sea al norte o al sur de
ese paralelo. La longitud, en cambio, expresa la distancia que hay entre un punto cualquiera y el meridiano de
Greenwich o de origen, ya sea al este u oeste del mismo.
Al considerar la latitud, el continente americano se extiende por los dos hemisferios de la tierra, el Hemisferio
Norte y el Hemisferio Sur. Al observar la longitud, América se encuentra en el Hemisferio Occidental.
Los trópicos, son los dos paralelos de la Tierra, situados a 23°27’ de latitud N y a 23°26’ de latitud S, y los
círculos polares también ayudan a determinar la localización de un lugar y su temperatura. Entre ámbos trópicos
se encuentra la zona cálida, mentras que entre los trópicos y los círculos polares se ubican las zonas templadas y,
entre los círculos polares y los polos, las zonas frías. La mayor parte de América del Norte se extiende en zonas
templadas y frías, mientras que américa central y Sudamérica se encuentran en zonas cálidas y templadas,
aunque esta última también tiene zonas frías.
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América, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de los continentes, está completamente separada de los
demás. Sin embargo, algunas áreas del continente están muy próximas, como ocurre con el estrecho de Bering
que separa el extremo occidental de América del Norte del extremo oriental de Asia.
En las Antillas. Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Cuba, Dominica, República Dominicana,
Haití, Jamaica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y
Tobago.
Lenguas de América
Las lenguas mayoritarias del continente son el español, inglés, francés y portugués, pero junto a ellas existen una
verdadera multitud de dialectos, lenguas aborígenes y lenguas francas, que van desde el náhuatl, el aimara, el
quechua, el guaraní, el papiamento, el otomí, creole, etc.
Religiones de América
Las religiones mayoritarias en América son las cristianas: católica y protestante, implantadas por los siglos de
dominación colonial a manos de Europa.
No obstante, sobreviven cultos precolombinos y deidades aborígenes, en muchos casos fusionadas con ritos
católicos, e incluso la religión yoruba tiene presencia importante en la región del Caribe, conservando mucha de
su herencia africana.
Economía de América
En América se hallan algunos de los países más industrializados del mundo y sus robustas economías
acompañan a sus divisas y mercados internacionalmente, como son Estados Unidos, Canadá, Brasil o México.
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A la par, la mayoría de las naciones latinoamericanas presentan índices alarmantes de desigualdad en su
población, con márgenes de pobreza importantes como las favelas brasileñas o las poblaciones rurales
bolivianas, mexicanas y centroamericanas.
Climas de América
La variedad climática de América depende de muchos factores. Algunos de ellos son son la latitud, la
distribución del relieve y la influencia de las grandes masas de agua.
La latitud. Los lugares situados en latitudes bajas (es decir, cerca de la línea del ecuador), se caracterizan por
tener climas cálidos, como el istmo centroamericano. En cambio, las áreas situadas en latitudes altas originan
climas fríos.
El relieve. La temperatura disminuye con la altura, como en el caso de la ciudad de Quito, Ecuador, que, aunque
situada en la zona ecuatorial, está a casi 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que su clima es frío.
Además, los relieves elevados actúan como una barrera que impide el paso de los vientos y provoca variaciones
en la distribución de las lluvias.
Las grandes masas de agua. Los océanos y los mares tienen un efecto moderador sobre el clima,
principalmente sobre la temperatura. Las diferencias entre la temperatura máxima y mínima en un día o en una
estación son menores en las áreas cercanas al mar que en aquellas más alejadas.
Distribución de los climas en América
En gran parte de América del Norte predominan los climas fríos y templados, debido principalmente a las
latitudes medias y altas en que se ubica esta región. En estos climas, los veranos son muy cortos y los inviernos
muy rigurosos. En cambio, Centroamérica, el Caribe y parte de Sudamérica registran principalmente clima
templado y cálido, porque se extienden por zonas de latitudes bajas y medias.
Sin embargo, los climas no son homogéneos en una misma latitud. Por ejemplo, las variaciones en las
temperaturas medias permiten distinguir entre climas cálidos tropicales y subtropicales. Asimismo, la
distribución de las lluvias permite diferenciar entre climas con lluvias abundantes todo el año o con alguna
estación seca; es decir, sin lluvias. Algunos tipos de climas reflejan la influencia de otros factores, como la
distancia del mar que origina la existencia de climas oceánicos, más húmedos, o continentales, más secos.
El clima de montaña prevalece en las zonas más elevadas. El clima árido corresponde a las áreas donde las
lluvias son insuficientes por el efecto del relieve, la distancia del mar o las corrientes marinas frías. Tal es el caso
del sudoeste de Norteamérica y la costa oeste de Sudamérica a causa de la corriente fría de Humboldt, que
asciende desde aguas antárticas.
Distribución de la población
Cuando hablamos de distribución de la población nos referimos a la forma en que esta se distribuye en un
territorio.
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La población de América, como sucede en otras partes del planeta, se reparte desigualmente sobre la superficie
de la Tierra. Existen zonas sumamente pobladas, pero también espacios deshabitados. Por ejemplo, el territorio
de Alaska (que es un estado perteneciente a los Estados Unidos) tiene una superficie de 1 530 693 km² y una
población de unos 570 000 habitantes. Esto representa una densidad de población muy baja. La densidad
demográfica se refiere a la cantidad de habitantes que, en promedio, vive en una unidad de superficie: la usual es
un kilómetro cuadrado.
La densidad demográfica de un país es un dato útil, pero limitado, para caracterizar la distribución de la
población. Dentro de cada territorio hay áreas que tienen más habitantes que otras y estas diferencias no se
reflejan en el dato de densidad total del país.
En el área central de México la densidad es alta, de más de 800 habitantes por kilómetro cuadrado. En Canadá, la
población se centra en el sudeste del territorio -en la zona fronteriza con los Estados Unidos-, en la región de los
Grandes Lagos y en el valle del ríos San Lorenzo. En comparación con la población de Canadá, la de los Estados
Unidos es mucho más numerosa y está menos concentrada.
En América Latina y el Caribe las áreas con altas densidades (que tienen más de 50 hab./km²) son pequeñas en
relación con la superficie total y discontinuas en el espacio. Las áreas de media y alta densidad se encuentran en
las islas mayores del Caribe, en el centro de México y en algunas zonas del litoral pacífico de América Central.
En América del Sur, las mayores densidades se ubican, por una parte, en la costa de Venezuela, en los valles
andinos de Colombia y en la región central de Chile; por otra, en las áreas costeras del océano Atlántico, en
especial en el sudeste de Brasil y alrededor del Río de la Plata. En casi todos los casos, las áreas de máxima
densidad coinciden con la presencia de grandes ciudades.
Las áreas de menores densidades se hallan en el interior de Sudamérica y coinciden con la llanura amazónica, las
altas montañas y altiplanos andinos y la meseta patagónica en el extremo sur.
El crecimiento de la población en los países americanos
Durante muchos años el aumento de la población se debió tanto al crecimiento natural, es decir, los nacimientos,
como a la llegada de personas que se quedaban a vivir en los países. Con el tiempo, en países como Guatemala el
número de personas inmigrantes ha disminuido y el aumento de la población se debe principalmente al
crecimiento natural.
En américa anglosajona los países tienen, en comparación con otros, un crecimiento de población menor. Estos
países tienen niveles de natalidad bajos, esto es, que las familias tienden a tener menos hijos, en especial las que
viven en las ciudades.
En América Latina la población creció mucho entre 1950 y 1970. Este crecimiento se debió, sobre todo, a la
disminución de la mortalidad (por mejoras en la alimentación y en los servicios de salud), pero también a que las
familias siguieron teniendo muchos hijos.